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SOSTENIBILIDAD: EFICIENCIA ENERGÉTICA, EVALUACIÓN DE EDIFICIOS Y ESTRUCTURAS.

Madrid, del 16 de abril al 12 de junio de 2012

Evaluación de la resistencia a compresión in-situ


en estructuras.
Rosario Martínez Lebrusant
Doctora en Ciencias Químicas
IECA Normalización

Palabras clave: Evaluación, resistencia in-situ, extracción de testigos

1. GENERALIDADES
El deterioro de las estructuras puede ser causado por la corrosión, defectos construc-
tivos, catástrofes naturales, u otro factor.
Entre los síntomas patológicos más importantes que pueden aparecer en el hormigón
se encuentran: la aparición de rugosidades superficiales, la formación de una película
superficial producida por la reacción química entre agentes agresivos y el hormigón
endurecido, cambios de coloración, aparición de exfoliaciones y fisuras, etc.
La inspección preliminar en un edificio y/o elemento, es una primera aproximación que
tiene por finalidad analizar el estado actual de la estructura. Los resultados de esta
inspección provienen de un reconocimiento visual, que luego se complementará con
pruebas o ensayos "in situ" o de laboratorio sobre sus materiales componentes, con el
objeto de obtener entre otras la siguiente información:
• Estimar la calidad aparente del hormigón.
• Determinar el espesor del recubrimiento.
• Determinar la profundidad del frente carbonatado.
• Graduar la importancia de la corrosión.
• Medir la perdida de sección en las armaduras.
• Determinar el contenido en cloruros.
• Realizar ensayos de resistencia a compresión.
• Otros.
Las muestras deben extraerse de unidades de inspección distintas, repartiéndolas de
la manera más representativa y los ensayos a realizar pueden ser destructivos o no
destructivos. La localización de las muestras debe realizarse teniendo en cuenta su
consistencia con los objetivos de la investigación.
Los ensayos destructivos básicamente, consisten en la extracción de testigos de una
estructura, de forma cilíndrica, y extraídos en lugares que sean representativos del

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hormigón circundante. Con cada probeta, se puede obtener la resistencia a compre-


sión del hormigón, además de efectuar pruebas de carbonatación, cloruros y otros.
Las ventajas de los ensayos no destructivos radican en su relativa simplicidad, rapidez
y en la posibilidad de realizar un gran numero de determinaciones sobre la estructura.
De esta manera es factible evaluar la homogeneidad de la misma sin comprometer su
integridad.
Algunos de estos métodos no destructivos tienen amplia difusión, y son utilizados en
forma combinada o como complemento de evaluaciones realizadas mediante ensayos
destructivos. Entre los ensayos de mayor difusión se pueden mencionar: ensayo de
esclerometría, ensayo de ultrasonido, velocidad de corrosión y resistividad.

2. MUESTREO, PLANIFICACIÓN Y EXTRACCIÓN DE TESTIGOS


Al no existir en nuestro país una guía clara sobre el procedimiento a seguir, ante una
situación en la que se requieran ensayos para determinar la resistencia del hormigón
in-situ sería recomendable que el procedimiento de actuación fuera acordado por las
partes implicadas en el estudio. La planificación a realizar debería recoger:
• La necesidad del ensayo y su objetivo. Por ejemplo, se debería indicar la de-
tección e identificación de las lesiones en los elementos estructurales o en
aquellos otros que puedan ser origen o puedan indicar síntomas de daños en
la estructura.
• Una propuesta de los lugares de extracción
• El número y tamaño de los testigos.
• Combinación con ensayos no destructivos
• Los niveles de calidad requeridos por el proyecto y las acciones a tomar a la
vista de los resultados
El especialista debe seleccionar los lugares de extracción teniendo en cuenta el con-
junto y el objetivo de la investigación, no la facilidad en la extracción de testigos. La
extracción debe ser aleatoria de las partes seleccionadas y debe seguir un plan escri-
to. Se debe considerar si existen diferentes categorías de hormigón en las zonas loca-
lizadas en incluso definir previamente el area afectada mediante algún tipo de ensayo
no destructivo para posteriormente extraer testigos tanto de la zona afectada como de
un área sana a efectos de comparación. Los resultados de esta manera permitirán
evaluar tanto la resistencia del hormigón in-situ como la reducción en resistencia cau-
sada por el daño.y tomar medidas preliminares mediante ensayos no destructivos.

2.1 Tamaño de la muestra


El número de testigos a extraer en una región de ensayo debe determinarse según el
volumen de hormigón implicado y el propósito de la determinación.
Lógicamente, la precisión de la determinación de la resistencia estimada del hormigón
de una estructura aumenta con el número de testigos. Por ejemplo el informe CSTR 11
[1] indica que para la determinación de la resistencia in-situ en un punto determinado,
la estimación a partir de un único testigo está en el rango de error de un ± 12% de la
resistencia real y que por tanto para n testigos, la resistencia media está en el
±12 / n % . El informe ACI 214.4R [2] también da valores del 12 % para un único
testigo pero ofrece un número recomendado de éstos según el coeficiente de variación
estimado de la resistencia in-situ y el error máximo, e, que se quiera obtener en los
resultados.

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Evaluación de la resistencia a compresión in-situ en estructuras

2
⎛ 2V ⎞
n=⎜ ⎟ (1)
⎝ e ⎠
Como se puede observar en la siguiente figura el beneficio que se obtiene al aumentar
el tamaño de la muestra, disminuye con ésta.

Fig.1 Número de probetas testigo en función del error máximo e, (ASTM C 823)

La norma ASTM C 823 [3] expone que al menos 5 testigos se deben obtener por cada
hormigón especificado.
La UNE-EN 13791[4] deja constancia de que para la evaluación de la resistencia in-
situ por razones estadísticas y de seguridad, deberían extraerse tantos testigos como
fuera practicable. La evaluación debe basarse en al menos tres testigos.
La norma UNE-EN 12504-1 [5] , describe el procedimiento de extracción y conserva-
ción de testigos, sin entrar en detalles en cuanto al muestreo o interpretación de resul-
tados.

2.2 Parámetros que afectan a la resistencia in-situ


Cuando se utilizan testigos para estimar la resistencia a compresión del hormigón in-
situ se debe tener en cuenta que hay numerosos factores que afectan al resultado. Es
fundamental tener claro que existen diferencias entre la resistencia que tiene el testi-
go, el hormigón in-situ y la de una probeta normalizada, lo que hace que la resistencia
característica in-situ obtenida, fck,is , a partir de estos valores no sea directamente
comparable con el valor de la resistencia característica especificada en el proyecto, fck.
[1] [2] [4], [6], [7], [8].
La resistencia a compresión del hormigón in-situ estará influida por el curado, edad del
hormigón, humedad, compactación, etc., que la diferencia de la resistencia de una
probeta normalizada y a su vez de la resistencia obtenida en el testigo por el efecto
causado en la propia extracción del testigo, por el tamaño de la probeta testigo, etc.
Algunos de estos factores únicamente deben ser tenidos en cuenta cuando se trata de
realizar una evaluación como consecuencia de resultados anómalos obtenidos en el
hormigón suministrado a pie de obra o por sospechas en su ejecución o puesta en
obra.
Cuando se trata de realizar una evaluación estructural de una construcción ya existen-
te como consecuencia de una inspección, es muy importante estimar los factores y

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tenerlos en cuenta para comparar la resistencia del testigo con la resistencia del hor-
migón in-situ que tratamos de conocer.
f testigo € f is (2)

Entre estos factores tenemos:


• Tamaño del testigo: estudios han llevado a no aconsejar la extracción de tes-
tigos de diámetro inferior a 50 mm, a menor diámetro más baja es la resistencia
y menor la precisión [9].
Como en España lo más común es el control de la resistencia del hormigón a
través de probetas cilíndricas de 150 mm por 300 mm, se recomienda la utiliza-
ción de testigos con un diámetro nominal de al menos 100 mm y no mayor de
150 mm, y con una relación entre la longitud y el diámetro (l/d) igual a 2,0 ya
que proporciona un valor de resistencia equivalente a la utilizada en el proyec-
to. Esto no es siempre una opción practicable, ya que la probeta ha de estar
preferentemente exenta de barras de acero.
La normativa nos recomienda el empleo de testigos con relaciones longi-
tud/diámetro de 2 y cuyo diámetro sea al menos tres veces el tamaño máximo
del árido. La norma UNE-EN 12504-1 [5] recoge en un anexo el efecto en la
resistencia del diámetro en testigos que contenían áridos de distinto tamaño.
El informe ACI 214.4R [2] expone que, siempre que se pueda, se utilicen diá-
metros de 100 a 150 mm y relaciones entre la longitud y el diámetro (l/d) entre
1,5 y 2 con el fin de minimizar los factores de corrección.
La resistencia in-situ se obtendrá por transposición del resultado a partir de tes-
tigos de otros tamaños mediante factores de conversión previamente calcula-
dos (tabla 1).

Tabla 1 Factores de conversión según relación l/d del testigo


l/d 2 1,75 1,5 1,25 1
Factor de Revuelta 1 0,98 0,96 0,94 0,80
corrección BS 1881 1 0,97 0,92 0,87 0,80
ASTM C 1 0,98 0,96 0,93 0,87
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Tomaremos el diámetro medio y su longitud después del refrentado con una to-
lerancia del +/- 1% conforme establece la norma UNE-EN 12504-1 [5].
• Contenido en humedad: las probetas secas resisten más que las húmedas. Si
el testigo por su localización dentro de la estructura está saturado presenta en-
tre un 10% y un 15% menos de resistencia según la UNE-EN 13791 [4]. Por
ejemplo, Cánovas [6] establece un coeficiente entre 1 para la resistencia de
probetas testigo saturadas y 0,87 para la resistencia de probetas testigo secas.
• Dirección relativa al hormigonado: el informe CSTR11 [1] muestra que la re-
sistencia de testigos extraídos en la dirección perpendicular al vertido está en-
tre 5% y un 8% menos. La norma UNE-EN 13791 [4] indica una resistencia
menor entre el 0% y 8%. Por ejemplo, Revuelta [7] aplica un valor de correc-
ción de 1,05 sobre la resistencia de estos testigos.
• Influencia de las operaciones de extracción del testigo: la extracción puede
provocar microfisuración o imperfecciones que pueden influir en el resultado de
la resistencia. La EHE-08 [10] presenta esta influencia en un 10% menos de
resistencia. Por ejemplo, Cánovas [6] indica que puede tomarse un valor de co-
rrección de 1,125.

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Evaluación de la resistencia a compresión in-situ en estructuras

• Altura de extracción: afecta al grado de compactación y por tanto a la densi-


dad del hormigón. Con el objeto de que la muestra sea representativa hay que
tener en cuenta que la resistencia in-situ decrece hacia la parte superior del
vertido, y puede ser hasta un 25% menor en la parte superior al núcleo del
hormigón. Las resistencias se verán especialmente afectadas en los 30 cm su-
periores o 20% del canto. Por ejemplo, Cánovas [6] indica que puede tomarse
un coeficiente de corrección igual a 1,1 si la extracción del testigo se localiza
en esta zona.
• Armadura interceptada: La norma UNE-EN 13791 [4] establece que el resul-
tado esperado de este testigo que contiene acero (que no esté a lo largo de su
eje) va a ser menor. Este efecto puede no llegar al 5% [8] y por tanto puede
despreciarse. El informe CSTR 11 [1] establece un factor que depende del
diámetro de la barra φbi ; diámetro del testigo φt ; distancia del eje de la barra al
extremo más cercano del testigo hi y de la longitud del testigo l, aunque el re-
sultado debería desecharse si la diferencia del resultado es más de un 13%
con respecto de otras medidas realizadas en la misma zona.

⎡ ⎛ φ h ⎞⎤
fis = f testigo ⋅ ⎢1 + 1,5 ⋅ ∑ ⎜ bi ⋅ i ⎟ ⎥ (3)
⎣ i ⎝ φt l ⎠⎦

2.3 Extracción del testigo y ensayo


Antes de proceder a la extracción de un testigo se deberán considerar los posibles
perjuicios estructurales. Para ello utilizaremos un pachómetro y determinaremos el
lugar por donde pasan las armaduras para no atravesarlas. La extracción debe reali-
zarse por personal experimentado con un equipo calador refrigerado con coronas de
corte diamantadas. La sonda se mantiene colocada rígidamente durante la extracción
mediante tornillos de anclaje, y se debe prestar atención a la velocidad de giro y avan-
ce de la corona para asegurar que el testigo se extrae en la dirección perpendicular a
la superficie.
Inmediatamente después de la extracción, cada testigo se marca claramente anotando
su situación y orientación en el elemento del cual se ha extraído. Si un testigo se corta
posteriormente para obtener varias probetas, cada una de ellas se marca para indicar
su posición y orientación en el testigo original. Así mismo se debe registrar de cada
probeta testigo cualquier característica detectada en los alrededores donde ha sido
extraída y también las observadas en la propia probeta que puedan afectar a la resis-
tencia de la misma.
Se debe prestar atención a la planicidad de las caras, pulido o refrentado que también
pueden influir en el resultado. El testigo se prepara con las tolerancias y característi-
cas recogidas en la norma UNE-EN 12504-1 [5] y posteriormente se determina su re-
sistencia a compresión dividiendo la carga máxima por el área de la sección transver-
sal.
Una vez obtenida la resistencia del testigo se corrige ésta por los coeficientes relacio-
nados con el tamaño, extracción, humedad, etc. para obtener la resistencia in-situ fis .

fis = kl / d ⋅ kextr ⋅ khum ⋅⋅⋅ ftestigo (4)

A partir de estos resultados de fis se puede calcular su media f m ( n ),is , y su desviación s.


La exactitud de estos parámetros no sólo depende del número de resultados sino de la

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exactitud de los factores de corrección. El informe ACI 214.4R [2] recoge posibles va-
riaciones asociadas a estos factores.

2.4 Métodos indirectos

2.4.1. Indice de rebote (esclerómetro). UNE-EN 12504-2

El índice de rebote determinado por este método puede usarse para la comprobación
de la uniformidad del hormigón in situ, para delimitar zonas o áreas de pobre calidad u
hormigón deteriorado en estructuras.
No debe ser entendido como una alternativa a la determinación de la resistencia a la
compresión del hormigón, pero con una adecuada correlación se puede estimar la
resistencia in situ.
El ensayo trata de una masa proyectada, por un muelle, que golpea a un vástago en
contacto con la superficie del hormigón midiéndose la distancia de rebote del martillo.
Se han de tomar al menos, nueve lecturas con una separación entre ellas no inferior a
25 mm ni a 25 mm del borde de la pieza. El resultado se tomará como la mediana de
todas las lecturas corregidas, teniendo en cuenta la orientación del esclerómetro.
Si más del 20% de todas las lecturas difieren de la mediana en más de seis unidades,
se descartarán la totalidad de las lecturas.
Deberemos tener en cuenta que las lecturas del esclerómetro aplicadas sobre una
pieza de hormigón en estado húmedo, son más bajas que cuando ésta está en estado
seco. También hay que tener en cuenta el efecto que provoca la carbonatación, incre-
mentando la resistencia superficial del hormigón.

2.4.2. Determinación de la velocidad de los impulsos ultrasónicos. UNE-


EN 12504-4

Método para la determinación de la velocidad de propagación de impulsos de ondas


longitudinales de ultrasonidos en el hormigón endurecido.
El aparato consiste en un generador de impulsos eléctricos, un par de palpadores
(emisor y receptor), un amplificador y un temporizador electrónico para la medida del
intervalo de tiempo transcurrido entre el comienzo de la onda del impulso generado en
el palpador transmisor y el comienzo de la onda a su llegada al palpador receptor.
Una vez elegido el elemento a ensayar debe haber un adecuado acoplamiento acústi-
co entre el hormigón y la cara de cada palpador. Se toman tres lecturas como mínimo,
anotando el tiempo de propagación de la onda en el hormigón y la distancia entre los
transductores.
Velocidad = Longitud trayectoria (mm) / Tiempo en μs. (5)
La transmisión puede ser directa (entre caras opuestas), semidirecta (entre caras ad-
yacentes) o indirecta (en la misma cara). Mientras sea posible utilizaremos la transmi-
sión directa, ya que proporciona la máxima sensibilidad y provee una longitud de tra-
yectoria bien definida. Cuando no sea posible el método directo, un valor aproximado
para obtener la velocidad será multiplicando la obtenida mediante el método indirecto
por 1,05.
Factores que influyen en las medidas de velocidad del impulso ultrasónico:
• Contenido de humedad: La velocidad se incrementará a medida que aumenta la
humedad.

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Evaluación de la resistencia a compresión in-situ en estructuras

• Longitud de trayectoria: longitud mínima de trayectoria de 100 mm para un hor-


migón con tamaño máximo de 20 mm o menor.
• Efecto de las barras de armado: la influencia es significativa si las barras están
en la dirección del impulso (en el acero es hasta dos veces mayor que en el hor-
migón).
• Grietas y coqueras: cuando un impulso encuentra en el hormigón una interfase
hormigón-aire, se produce una obstrucción del haz ultrasónico siendo mayor el
tiempo de tránsito.

3. EVALUACIÓN DE LA RESISTENCIA A COMPRESIÓN IN-SITU


EN ESTRUCTURAS, UNE-EN 13791:2009
En estructuras existentes sometidas a una inspección, algunos autores recomiendan
calcular la resistencia en probeta normalizada a partir de los testigos aunque se puede
proceder directamente con los resultados de los mismos, no debe olvidarse que la
resistencia del hormigón no es más que un dato auxiliar, ya que el parámetro relevante
es la resistencia del elemento estructural. Para recalcular el elemento estructural hay
que tener en cuenta si se conoce la resistencia de proyecto de la estructura en estudio
de tal manera que se pueda evaluar la resistencia de dicho elemento, o, dicho de otra
manera, determinar su margen de seguridad y compararlo con el prescrito por las
normas, o si no se conoce, es posible evaluar el valor de servicio máximo que admite
la estructura para las solicitaciones actuantes. Para ello se determina la solicitación
última a partir del resultado de la probeta testigo, y a dicha solicitación se le aplica un
margen de seguridad apropiado.
La norma UNE-EN 13791 [4] aporta como método de referencia la evaluación a través
de testigos aunque la combinación con métodos indirectos es la práctica más aconse-
jable, para ello establece relaciones entre los resultados de métodos de ensayo indi-
rectos y la resistencia de testigos in-situ; así como para la evaluación mediante méto-
dos indirectos o combinados.
Esta norma utiliza coeficientes simplificadores (0,85) entre la resistencia característica
especificada en el proyecto y la resistencia característica in-situ calculada a partir de la
resistencia a compresión in-situ fis .

f ck ,is ≥ 0,85 ⋅ f ck (6)

Como hemos indicado anteriormente, una resistencia in-situ baja puede estar causada
por la influencia de distintos factores. En el Anexo A de esta norma se recogen éstos
aunque no se proporciona una guía sobre su aplicación.
Se desarrollan dos métodos de cálculo de la resistencia característica in-situ estimada
en función del número de testigos de 100 mm extraídos en una determinada zona;
dependiendo de si hay al menos 15 testigos, se emplea un método u otro, y siempre
que existan al menos tres testigos por zona. Sin embargo, debido a la incertidumbre
asociada a la estimación basada en unos pocos testigos, la evaluación que proporcio-
na con menos de 15 testigos está del lado de la seguridad, incluso a veces demasiado
conservadora.

3.1 Método A (al menos 15 testigos)


Es una buena práctica, en primer lugar, representar gráficamente los resultados obte-
nidos de tal manera que se pueda observar si la distribución de éstos forma parte de

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una única población. Si se observasen dos poblaciones, la región podría dividirse en


dos regiones de ensayo.
La resistencia característica in-situ estimada fck,is de la región de ensayo es el menor
valor entre:
f ck ,is = f m ( n ),is − ka ⋅ s = f m ( n ),is − 1, 645 ⋅ s (7)

o
f ck ,is = f is ,min imo + 4 (8)

ka se indica en las disposiciones nacionales (en España 1,645); s es la desviación es-


tándar de los resultados de ensayo o 2 N/mm2, cualquiera que sea el valor mayor.

3.2 Método B (entre 3 y 14 testigos)


La resistencia característica in-situ estimada de la región de ensayo es el menor valor
entre:
f ck ,is = f m ( n ),is − kb (9)

kb toma distintos valores dependiendo del número de resultados (tabla 2) o


f ck ,is = f is ,min imo + 4 (10)

Tabla 2. Valores de Kb para intervalos de n


Metodo B n kb
B1 de 10 a 14 5
B2 de 7 a 9 6
B3 de 3 a 6 7

Debido a la incertidumbre asociada a un número pequeño de resultados de ensayo y a


la necesidad de proporcionar el mismo nivel de fiabilidad, esta aproximación propor-
ciona estimaciones de la resistencia característica muy conservadoras, por lo general
menores a las obtenidas con más resultados.

3.3 Fiabilidad de los Métodos A y B de Evaluación


En la tabla 3 se presenta la probabilidad de aceptación de distintos hormigones en
función del número de resultados, se observa no sólo la influencia del número de
muestras sino la influencia de la media y desviación del hormigón objeto de evalua-
ción.
Es de interés, para el caso de un hormigón con media 27,0 MPa, comprobar la riguro-
sidad (baja probabilidad de aceptación) que se observa con el método B1 y el cambio
que se produce cuando un hormigón con la misma media ve aumentada su desvia-
ción, bien por la disminución de la homogeneidad del hormigón de la región de ensayo
o bien por la dispersión del ensayo en el laboratorio. En este último caso se observa
que cuando se emplea el método B (B1, B2, B3) de forma poco lógica se ve aumenta-
da la probabilidad de aceptación al aumentar la desviación estándar.

Tabla 3. Variación de la probabilidad de aceptación

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Evaluación de la resistencia a compresión in-situ en estructuras

Media 27,0 27,0 31,0 31,0


Desv. Est 2,5 4,0 2,5 4,0
N=3 B1 19% 29% 97% 88%
N=4 B1 16% 26% 99% 92%
N=6 B1 11% 21% 100% 95%
N=7 B2 39% 41% 100% 99%
N=9 B2 38% 40% 100% 100%
N=10 B3 83% 67% 100% 100%
N=12 B3 85% 68% 100% 100%
N=14 B3 87% 68% 100% 100%
N=15 A 95% 30% 100% 97%
N=20 A 97% 26% 100% 98%

Es recomendable en los casos en que no es posible un número elevado de testigos el


empleo de una aproximación de técnicas indirectas combinadas para obtener más
resultados de ensayo.

3.4 Evaluación mediante métodos indirectos


Los métodos indirectos se pueden emplear tras calibración con testigos de las siguien-
tes formas:

3.4.1 Correlación directa con testigos.

Esta alternativa requiere al menos 18 parejas de resultados (18 resultados de testigos


y 18 resultados del ensayo indirecto), que cubra el rango de interés, para establecer la
relación entre la resistencia a compresión in-situ y el resultado por el método indirecto.
La curva o recta de mejor ajuste se determina mediante análisis por regresión de las
parejas de datos obtenidas en el programa de ensayos de tal manera que la resisten-
cia a compresión in-situ se considera una función del ensayo indirecto. La relación se
determina como el percentil diez de la resistencia, es decir proporciona un nivel de
seguridad para el que se espera que el 90 % de los valores de la resistencia sean ma-
yores que la resistencia estimada.
Para la evaluación de cada región de ensayo mediante esta correlación directa debe-
mos basarnos en al menos 15 lugares de ensayo por lo que aplicaremos el método A
(apartado 3.1) pero s debe ser la desviación estándar calculada a partir de los resulta-
dos de resistencia estimados o 3,0 N/mm2, cualesquiera sea el mayor valor.

3.4.2 Calibración con testigos para un rango de resistencia limitado em-


pleando una relación establecida.

En este caso se utiliza una curva básica según el método indirecto empleado dada en
la norma, junto con un desplazamiento de la curva básica determinado mediante resul-
tados de testigos. Esta técnica puede emplearse para evaluar una población formada
por hormigones uniformes, es decir pertenecientes al mismo procedimiento de fabrica-
ción, es por tanto un método que no se suele utilizar cuando tratamos de evaluar una

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región de ensayo de una estructura existente de la que no se tiene conocimiento en la


trazabilidad del hormigón que la constituye.
Para la estimación del valor del desplazamiento de la curva se necesitan al menos
nueve pares de resultados (resultados de testigos y del ensayo indirecto). Para cada
lugar de ensayo se determina la diferencia en resistencia in-situ entre el valor medido
sobre el testigo y el valor obtenido de la curva básica. Posteriormente se calcula la
media y la desviación de estos valores diferencia y se calcula la cantidad que debería
desplazarse la curva básica.

4. CONCLUSIONES
Con la finalidad de prevenir riesgos para las personas y determinar el nivel de daño
que presenta la estructura de hormigón armado y así poder adoptar propuestas de
actuación, algunas estructuras requieren ser evaluadas.
El proceso para la obtención de resultados a partir de testigos y la interpretación de los
resultados de resistencia puede confundirse por diversos factores (tamaño del testigo,
contenido de humedad, dirección relativa al hormigonado, influencia de las operacio-
nes de extracción del testigo, altura de extracción, la armadura interceptada, etc.) que
afectan bien a la resistencia in-situ o bien a la medida de la resistencia del testigo.
La dispersión en los resultados debida a razones aleatorias de la resistencia del hor-
migón in-situ y la incertidumbre atribuible a la toma de muestras y al ensayo del testi-
go, pueden complicar la evaluación de los resultados según la norma UNE-EN 13791.
Se recomienda el empleo de aproximaciones con técnicas indirectas combinadas para
obtener más resultados de ensayo mediante correlación directa con testigos.
Es por esto muy importante que tanto la inspección, la planificación de ensayos y pro-
cedimientos de muestreo así como la interpretación de los resultados, se realicen por
personal cualificado.

REFERENCIAS
[1] CSTR 11 Concrete Society Technical Report Nº11 “Concrete core testing for
strength”
[2] ACI 214.4R-03 “Guide for Obtaining Cores and Interpreting Compressive Strength
Results”
[3] ASTM C823 “Standard Practice for Examination and Sampling of Hardened
Concrete in Constructions”
[4] UNE-EN 13791:2009 “Evaluación de la resistencia a compresión in-situ en estruc-
turas y elementos prefabricados de hormigón”
[5] UNE-EN 12504-1:2009 Ensayos de hormigón en estructuras. Parte 1: Testigos.
Extracción, examen y ensayo a compresión.
[6] Fernádez Cánovas. Hormigón. Colegio de Caminos Canales y Puertos. Servicio
de publicaciones. Ed. 2007.
[7] D. Revuelta, J Pedro Gutiérrez. “Ensayos de Información complementaria del
hormigón: Evaluación de la resistencia a compresión del hormigón mediante pro-
betas testigo”. Cemento-Hormigón nº 935. Diciembre 2009
[8] A. García Meseguer, F. Morán Cabré y J.C. Arroyo Portero. Jimenez Montoya.
Hormigón Armado. Editorial Gustavo Gili, 2009.
[9] Neville, A.M. “Properties of concrete”, Longman, Harlow, 1995

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Evaluación de la resistencia a compresión in-situ en estructuras

[10] EHE-08 “Instrucción de Hormigón Estructural”. Ministerio de Fomento. 2008

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