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Archivo General de Indias

Catedral, Alcázar y Archivo de Indias de


Sevilla

Patrimonio de la Humanidad de la Unesco

Vista del Archivo de Indias desde la Catedral de Sevilla.

Archivo General de Indias

Localización

País  España

Comunidad  Andalucía

Provincia  Sevilla
Localidad Sevilla

37°23′05″N 5°59′35″OCoordenadas:  37°23′0
Coordenadas
5″N 5°59′35″O (mapa)

Datos generales

Tipo Cultural

Criterios i, ii, iii, vi

Identificación 383

Región Europa y
América del Norte

Inscripción 1987 (XI sesión)

Sitio web oficial

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Patio interior.
Detalle del techo.

Escalera principal.

Fuente del Archivo de Indias.

Pasillo del Archivo con estanterías para documentos.


El Archivo General de Indias de Sevilla se creó en 1785 por deseo del rey Carlos
III, con el objetivo de centralizar en un único lugar la documentación referente a la
administración de los territorios ultramarinos españoles 1 hasta entonces dispersa
en diversos archivos: Simancas, Cádiz y Sevilla.
El archivo conserva unos 43 000 legajos, con unos 80 millones de páginas y 8 000
mapas y dibujos que proceden, fundamentalmente, de los organismos encargados
de la administración de los territorios de ultramar.2 Fue declarado Patrimonio de la
Humanidad por la Unesco en 1987, junto a la Catedral y el Real Alcázar.3

Índice

 1Edificio
o 1.1Historia de su construcción
o 1.2Descripción del edificio
 2Creación del Archivo
 3Fondos
 4Véase también
 5Referencias
 6Bibliografía
 7Enlaces externos

Edificio[editar]
Historia de su construcción[editar]
Tras el descubrimiento de América, la Corona eligió la ciudad de Sevilla como
puerto exclusivo para el comercio con este continente. El lugar utilizado por los
comerciantes para llevar a cabo sus actividades mercantiles eran las gradas de la
Catedral, en torno a la fuente del Hierro, enclavada en el lugar que actualmente
ocupa la Iglesia del Sagrario. Durante la segunda mitad del siglo XVI, el Cabildo
de la Catedral, para evitar los excesos cometidos por los comerciantes, que no
dudaban en culminar sus acuerdos en el interior del templo en los días de lluvia,
instaló columnas con cadenas en los alrededores del templo y contrató alguaciles
que evitaran el paso por la calle de animales de carga. Ante las quejas del Cabildo
Metropolitano, el rey Felipe II decidió la construcción de un edificio para sede de
la Lonja de los mercaderes que comerciaban con América, que se llevaría a cabo
en la misma Avenida, junto a la Catedral. Su construcción se llevó a cabo
entre 1584 y 1598, por Juan de Minjares, sobre planos de Juan de Herrera, y
terminaría siendo sede del Archivo de Indias,4 tarea que desempeña hasta el día
de hoy.
Descripción del edificio[editar]
Se trata de una edificación exenta, con planta y patio central en forma cuadrada,
asentado sobre un podio, cuenta con dos pisos de altura, combina en su exterior
ladrillos rojos y elementos de piedra, combinación que se continuaría en distintos
edificios sevillanos. En su interior está el patio central, construido en piedra y de
amplias proporciones, mostrando arcos sujetados en los pilares con medias
columnas. Destaca la actual escalera principal del edificio, proyecto de Lucas
Cintora, que fue realizada con posterioridad a la construcción del edificio, a finales
del siglo XVIII, y se encuentra decorada con enchapaduras de mármol. Sobre la
escalera se abre una cúpula en linterna.5
Entre 1999 y 2005 tienen lugar las obras de conservación y recuperación del
inmueble llevadas a cabo por el arquitecto Antonio Campos Alcaide. En ellas se
plantea una redefinición del programa funcional del edificio, así como una
actualización de las instalaciones. Con la intención de salvaguardar el edificio sin
ninguna alteración espacial y aprovechando la existencia de un pequeño sótano,
se propone su ampliación mediante una galería perimetral. 6
Dentro de la intervención es reseñable la actuación sobre el edificio de la antigua
Cilla del Cabildo Catedralicio, sito en la calle Santo Tomás, para su incorporación
como segunda sede auxiliar de la Casa Lonja.

Creación del Archivo[editar]


Dos razones fundamentales enmarcan la fundación del Archivo General de Indias
(AGI). Por una parte la falta de espacio en el Archivo General de Simancas,
archivo central de la Corona española. Por otro, en línea con el espíritu de
la Ilustración, el deseo de escribir una historia de la conquista e hispanización de
América que diera respuesta a los escritos extranjeros que habían tratado el tema,
como Histoire des deux Indes (Guillaume-Thomas Raynal, 1770) o The History of
America (William Robertson, 1777).
El responsable del proyecto fue José de Gálvez y Gallardo, secretario de Indias,
encargándose el académico e historiador Juan Bautista Muñoz, cosmógrafo mayor
de Indias, de su ejecución.
En octubre de 1785 empiezan a llegar al edificio del Archivo los primeros
documentos. Desde entonces y en distintas remesas se fueron incorporando los
fondos de las principales instituciones relacionadas con las Indias hasta convertir
al archivo en el principal depósito documental para el estudio de la administración
española en el Nuevo Mundo y las Filipinas. En el momento de constituir el
archivo, se tomó el año 1760 como fecha divisoria entre lo administrativo y lo
histórico, de forma que los documentos anteriores a esa fecha habían de ser
remitidos al AGI, quedando la documentación posterior a dicha fecha al servicio de
los organismos que habían producido los documentos. 7
La Casa de la Contratación, ubicada por entonces en Cádiz, envió sus primeras
remesas de documentos al AGI en 1786 y en 1790, al ser decretada su supresión,
la totalidad de sus fondos. Ese mismo año recibió el AGI sus primeras
ordenanzas.7
En el siglo XIX, el AGI siguió recibiendo remesas de documentos del Consejo de
Indias y del Ministerio de Ultramar que por su antigüedad pasaban a considerarse
históricos. En 1888 recibió también, por primera y única vez, papeles del otro lado
del Atlántico: los de la Capitanía General de Cuba.8 Todos los otros documentos
de la administración española en las Indias permanecieron en los lugares en que
se encontraban al producirse las independencias de las repúblicas
hispanoamericanas y pasaron a formar parte de sus respectivos archivos
nacionales.7
A finales de siglo, sin embargo, el Gobierno decretó que los papeles más recientes
del Consejo de Indias y del Ministerio de Ultramar no se enviasen al AGI sino
al Archivo Histórico Nacional, que había sido fundado en Madrid en 1866. Se
rompió así la continuidad cronológica de parte de los fondos del AGI. Además, el
Estado depósito también en el Archivo Histórico Nacional en vez de en el AGI los
denominados Documentos de Indias, una colección de 511 documentos de alto
valor histórico comprada a un particular en 1876. Investigaciones posteriores han
mostrado que estos Documentos de Indias habían sido robados del AGI por uno
de sus primeros funcionarios.8

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