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: VD aie Taya H) - aT WU) (m Una propuesta metodologica Peet ener al Marta Dell'Aglio £ ) S 7 cs a bi a = PoC MUCH EC Umea ace) profesional una discusién que permita interpelar lo juridico para encarar la tarea de Pere mentee mt Mar MC Cnet Meee rd CL aretha ere MRS io MCS Cd Peeece ascii som tenuate YETI ETC ee tee Dae Pareto une MCR CaM Res LLCO responsabilidad ética profesional que supere las Pee estat ceed eee oe Rescatar la esencia del ser humano: persona, ciudadano, sujeto de derecho, para con! que se haga justicia. Vay W ama Til) LULU ener Ue Una propuesta metodolégica CCRT ea el eC erra | w BHP Siierew seis imine o ota o ‘mTVRsTDD HEGUL De CRS iii LA PRACTICA DEL PERITO | La Practica del Perito Trabajador Social Una propuesta metodoldgica de intervencidn social COLECCION CIENCIAS SOCIALES NOVEDADES Las Metamorfosis del Clientelismo Politico Contribucién para el Andlisis institucional Miguel E. V. Trotta Los Vinculos Familiares Reflexiones desde la Practica Profesional Liliana Barg Desde el Imaginario Social del Siglo XX! Repensar el Trabajo Social Susana L. Malacaiza Abuso Sexual Infantil Intratamiliar Un Abordaje desde el Trabajo Social Marta del Carmen Podesta - Ofelia Laura Rovea Trabajo Social con Adultos Mayores Intervencion Profesional desde una Perspectiva Clinica Liliana Cordero - Silvia Cabanillas - Gladys Lerchundi Construyendo el Trabajo Social con Adultos Mayores Realidad y Analisis de los Centros de Dia Jorge P. Paola - Liliana Penas - Maria del Pilar Fernndez Ofelia Pérez - Laura Martinez - Ménica Demarco Politicas y Problemas Sociales en la Sociedad Neoliberal La Otra Década Infame (1) Estela Grassi Formacion Académica en Trabajo Social Una Apuesta Politica para Repensar la Profesién Varios Autores Trabajo Social y las Nuevas Contiguraciones de lo Social Maestria en Trabajo Social Varios Autores Ensayos sobre Cludadanta Reflexiones desde el Trabajo Social Nora Aquin (compiladora) La Practica del Perito Trabajador Social Una Propuesta Metodolégica de Intervencién Social Marta Dell’Aglio So Condae a C5 Sim Mom Ciffrs tA. Nnbg S.945- Marta Dell’Aglio Soy La Practica del Perito Trabajador Social Una propuesta metodolégica de intervencién social 0000/0745 EspaciO EDITORIAL Buenos Aires DellAglio, Marta La prdctica del perite trabajador social: una propuesta metodolégica de intervencién social. ~ 1¥ ed, — Buenos Aires Espacio, 2004. 4136 p. ; 20x14 em, ~ (Ciencias sociales) ISBN 960-802-176-4 4, Trabajo Social, | Titulo COD 361.3 EspaciO EDITORIAL editora - distribuidora importadora - exportadora Simén Bolivar 547 - 3° of. 1 (C1066AAK) Ciudad Auténoma de Buenos Aires ‘Tel. 4331-1945 E-Mail: espacioedit@ciudad.com.ar www.espacioeditorial.com.ar Disefio de tapa: Claudia Solari Correccién: Ernesto Gutiérrez Composicién y srmade tipografico: Osmar Luis Bondoni Coordination y ProducciGn Euiteial; Osvaldo Dubin La eproducci total 0 parial de esto tro, en cualquier forma que sea, idénien o modiicads, opera a maquina, por ol sitoma "muligraph, mmime6grao, impreso por ftocopi,fotoduphoacién, etcétera, no autriza- da polos edtores, viola derechos reservados. Cualquer utizacion debe sec previamente solctada, 1? edcién, 2004 Impreso en a Argentina - Printed in Argentina Queda hecho el depSsito que previene la ly 11.723 {© 2004 Espacio Edtorial tapas ISBN: 950-802-176-4 MRA ate Ure eo terminé de impeimis en ARTES GRAFICAS en febrero dol 2004 ota, de Buonce Ano - Aegontina Tel: 18-4086-4050 ‘Ema: omartoograioas@heumal.com. el LA AUTORA Marta Dell’Aglio. Protesora Municipal de Recreacién. Master en Trabajo Social de la PUC, SP (Pontificia Uni- versidad Catdlica de San Pablo, Brasil Perito del Poder Judicial de la Nacién y Consuttor Técni- co en temas de familia, nifios y adolescentes. Trabajadora Social de los programas del Consejo Nacio- nal de Ninez, Adolescencia y Familia (CONNAF), y operado- ra del proyecto "Vuelta al Barrio” para nifios y jévenes en contlicto con la ley penal. A modo de prélogo zCuanto tiempo ha transcurrido desde que, timidamente y con tropiezos, y aprovechando la sancién de la ley 10.903, se comenzé a incorporar a la tarea cotidiana de los juzga- dos argentinos una figura que no era de formacién juridica, ‘il tampoco un perito en sentido procesal clasico? ‘A aquellos primeros “inspectores de libertad vigilada’, del grupo de Nelson, en la década de 1920, debemos, con sus mas y con sus menos, la revolucionaria innovacién de pen- sar que no todo se lograba por sentencias y resoluciones judiciales, y que la omnipotencia ds la ley y de! legislador tiene su limite en las conductas reales de la gente, que son lo que interesa al Derecho. Aun antes de la existencia misma de asistentes sociales y de trabajadores sociales licenciados en ‘nuestros institutos superiores y después en nuestras univer- sidades, la tarea estaba incoada en un esfuerzo, insuficien- te, pero que debe ser valorado en su dimensién histérica {Cuénto tiempo y cudintas distancias ideolégicas e inte- riores han corrido desde que la reflexién doctrinaria y juris- prudencial dejé de lado la vieja concepcién del perito asis- tente social como mero informante, como “ojos y oidos del juez”, que a modo de inspectores del Gran Rey traian a re- solucién los detalles de lo que pasaba en los confines mas remotos, 0 mas intimos, del imperio del expediente judicial? La idea estatica del informe pericial como fotografia fija de una realidad que es de suyo dinamica y mutable por na- turaleza, dio paso —o lo va dando paulatinamente— a una visién interdisciplinaria que atiende mas a lo operativo y trans- formador que a lo meramente descriptivo, mas al proceso personal, familiar y social, que al “informe” en si mismo. %Cuanto tiempo ha pasado desde que la Camara Nacio- nal en lo Civil de la Capital Federal dicté aquella acordada que en 1981 permitié instalar un centro de practica de ta carrera de Servicio Social (primero de la UBA, luego de la LA PRACTICA DEL PERITO TRABAJADOR SOCIAL Universidad J. F. Kennedy) en la entonces Asesoria de Me- nores N? 2, no para peritar casos, sino para acompafiar los procesos judiciales desde la realidad de la gente? No han sido tiempos en vano. La plena incorporacién del trabajador social a la tarea de los juzgados y tribunales especializados de todo el pais, y a los organismos del Ministerio Pablico, permite sostener que el siglo XX gest6 una transformacién que deberd dar sus fru- tos, para bien de la gente, en la década en curso. Encarar la resolucién de un problema de familia no es aplicar silogisticamente el articulado de una ley a una situa- cién dada y acabada, como ocurre en buena parte de los procesos judiciales. Es, por el contrario, buscar la mejor so- lucién para el presente inestable de esa familia, y para un futuro previsible pero siempre sujeto a los avatares de los cambios, y sobre todo del profundo y maravilloso misterio de la libertad de las personas en cuanto a sus conductas y res- Puestas. Porque de personas se trata, y de plenos sujetos de sus vidas —y no s6lo sujetos de derecho, como a menu- do se los quiere reducir, sobre todo a los ninos—; los opera- dores juridicos y sociales, con todos los instrumentos de andlisis, solamente podremos hacer un juicio de probabilidad sobre su futuro. Y nos equivocaremos a menudo. Nada mas alejado de lo asertérico que el razonamiento l6gico sobre el futurible: {qué serd hoy lo mejor para este nifio, pensando en su manana? Es imposible que, en ese abordaje tépico, la ley y su silogistica aplicacién puedan re- solver por si los contlictos traidos a la intervencién judicial Serd todo el bagaje de las ciencias de la conducta el que dard contenido a la resolucién judicial, y esta misma resolu- cién aportard al conjunto de intervenciones no solamente la certeza de la determinacién de facultades y obligaciones sino la fuerza ejecutiva, es decir, la autoridad de Ia ley, tan au- sente a veces en las vidas de los protagonistas, que como marco de orden permitira el juego de la propia libertad de aquéllos en la construccién de su presente y de su futuro. La década en curso verd el debate —ciertamente en el 8 ‘A MODO DE PROLOGO ‘campo del derecho de menores antes que en el de familia propiamente tal— entre las tendencias de quienes estamos dispuestos a profundizar el camino de la interdisciplina, es- bozado impertectamente en el siglo XX, y aquellos que —con ropaje de pseudoprogresismo— propugnan el regreso al reduccionismo juridico del siglo XIX. El riesgo de un *salto atrés” en lo social alos tiempos de Dickens 0 de Los miserables, aunque con computadoras y telétonos celulares a mano de algunos, es permanente, y realmente factible y amenazador para quienes nos hemos liberado hace tiempo en nuestra América de la ceguera inte- lectual que nos imponia el mito del progreso indefinido, 0 de la vision ingenua de paradigmas forzosamente superadores por el solo hecho de ser recientemente difundidos por el marketing del Norte En el fondo chocaran ante nuestros ojos, en nosotros y con nosotros, dos concepciones del mundo y de la vida, trasuntas en dos visiones profundamente politicas. Una, heredera del individualismo y el subjetivismo de las formas culturales materialmente triunfantes en el Occidente ‘moderno, vera al nifio, y a cada uno de sus padre por sepa- Fado, s6lo como “sujetos de derecho" relacionados en una “familia, que solo consideran una mera construccién social, artificial y accidental a ellos mismos. La relacidn del indivi- duo con el Estado no admite mediatizacion alguna, y en esta visi6n neoliberal cada una de las personas, lejos de ganar en reconocimiento de su dignidad, queda desnuda y aislada frente al Leviatan. Para esta concepci6n, donde paradojal- mente se vinculan los totalitarismos y los individualismos, el trabajador social puede perfectamente reducirse a un inspec- tor. Con su informe, el juez dird el derecho de cada sujeto Otra concepcién, heredera en cambio del realismo y de las visiones mas “sociales” de la historia completa de la hu: ‘manidad, entiende a la familia como "elemento natural y fun- damental de la sociedad’, como textualmente sostienen cua- tro tratados de Derechos Humanos con rango constitucional en la Argentina, Aqui, ni el nifio, ni la madre, ni el padre, ni 9 LA PRACTICA DEL PERITO TRABAJADOR SOCIAL. ‘sus hermanos, son meros sujetos aislados, sino que su vin- culacién y pertenencia al grupo familiar y social —previo al Estado— son factores esenciales de su identidad. No hay res- puesta posible a sus problemas sin estudio y accién respec- to de esos vinculos, porque la consideracién aislada de es- tas personas, desgajadas de su contexto, las destruye como sujetos mismos del derecho que se aduce Y es por eso que tanto el arcaico “inspector”, concebido como ojos y ofdos de un juez inquisidor, como el crudamente procesal "perito” de parte o de oficio, deberdn dejar paso —si se comparte la cosmovisién antedicha— a un operador de lo social que interviene, con sumo respeto a la persona pero sin prescindencia respecto de los valores en juego, en pro de los miembros més débiles, a favor de la salud de los vinculos familiares y en apertura dinamica hacia un proyecto de vida mejor. Que de eso se trata la intervencién del Esta~ do —Poder Judicial y Ministerio Pablico— en la vida familiar. Que el libro que hoy se nos ofrece, basado en ciencia y experiencia, sea también ocasién de reflexién y de toma de postura en estos campos. ATILIO ALVAREZ Defensor Pubico de Menores 10 Introduccién Este trabajo es el resultado de la investigacién de maes- ‘ria realizada por el convenio entre la Universidad Nacional de La Plata, Argentina, y la Pontificia Universidad Catélica de San Pablo, Brasil, que finaliz6 con la investigacién sobre La Practica del Perito de Oficio, Trabajador Social, en los Tribu- nales de Familia de Capital Federal, Argentina, La misma requirié de la aprobacién previa de once semi- narios con trabajos monogréticos, un examen de idioma y una pasantia de investigacién que realicé en la Fundacién Eco- sistemas Humanos, con la salida a campo aprobada por la PUG, SP, en 1997, previo examen de cualificacién en Brasil. El producto final fue la Disertacién de Maestria en la PUC, SP, Brasil, el 18/9/2000, aprobada por la banca examina- dora: Dra. Maria Lucia Martinelli, Dra. Myriam Veras Baptista y Dra. Odaria Batti. De la publicacién original para la biblioteca de aquella universidad se hicieron las correspondientes modificaciones para darle forma de libro y se introdujeron algunas actara- ciones por el tiempo transcurrido al presente (2000-2004). De tal modo que en esas revisions debo sefialar que no se desconoce que en el transcurso hayan aparecido siste- matizaciones de algunos colegas del area de la justicia ‘Aun asi, el trabajo es inédito dado que Ia investigacién permitié hacer un avance en el desarrollo de una propuesta metodolégica, desde su conceptualizacién como tal en rela- cién a la intervencién del Trabajo Social, y no sélo inmersa o confundida en el proceso metodolégico, hasta su concreto accionar para intentar romper con viejos e impropios mode- los de intervencién que distan de “lo social” en tanto no se construyen desde estas disciplinas. Por otra parte, acerca un avance en la explicacién de las légicas de pensamiento y {uncionamiento de ambas profesio- nes: el Trabajo Social y el Derecho, a fin de abrir un debate " LA PRACTICA DEL PERITO TRABAJADOR SOCIAL que permita un didlogo entre ambos campos, sin duda so- ciales. Las motivaciones que guiaron este emprendimiento tue- ron precisamente la ausencia de bibliogratia especifica so- bre el tema que contribuya a la orientacién y retlexidn en la tarea, la falta de precisiones teérico-metodolégicas con que se aborda la actividad del perito, la soledad en que se tran- sita este camino, y la responsabilidad ético-politica que sig- nitica hacer “el informe al juez", ya que con 6! muchas veces se decide el futuro de una familia... de un nifo. Surge asi la necesidad de interpelar el espacio de lo juri- dico desde lo social. No hay desde el Trabajo Social una pro- puesta que aborde los peritajes con una concepoién que tras- cienda la mirada para-juridica y psicologista con que actual mente se lleva a cabo la intervencién. El quehacer profesio- nal en este Ambito instalé dos modalidades de intervencién subordinadas a un accionar orientado por la Teor'a Sistémica y la Ley de Mediacién. De tal modo, podemos hablar de formas de intervencién en Trabajo Social en este escenario, pero no de ruptura con un modelo conservador, normativ, alienante, rutinario e in- quisitivo. Un modelo que no sélo no da respuestas a las demandas del nuevo milenio, sino que tampoco ha puesto en cuestidn las nociones ce derecho, justicia y equidad camo si lo esta haciendo la sociedad en su conjunto. Tanto el Derecho como el Trabajo Social han sido determinados en su origen, proceso y desarrollo por la influencia del conser- vadurismo. En el Derecho esa influencia impregné a la protesién de un fuerte razonamiento inolinado al ejercicio del derecho for- mal, donde la ley y la norma priman sobre la realidad de los hechos. Asi, el Derecho transforma la profesién en un que- hacer logico-formal donde frente a un hecho “delictivo” se busca “la ley" que corresponde y se aplica “la sancién’. El ejercicio de poder es tan auténomo que ocupa un lugar pri- vilegiado entre las otras disciptinas que acompafian la tarea judicial 12 INTRODUCCION Dado que aquellos hechos, tal como lo plantea el modelo conservador, son vistos como “cosas”, lo social queda ocu- pando un lugar de subordinacién. El poder de la palabra es tan significativo que cobra relevancia al momento de la reso- lucién judicial. Al decir de M. Foucault, la pelea no la gana el que tiene la verdad o el més justo, sino el que habla mejor, el que puede convencer al juez, el mas fuerte En el Trabajo Social la influencia conservadora permitié el desarrollo de la profesién sobre la base de priorizar el tra- bajo con familias ¢ individuos para la solucién de problemas estructurales, donde los mismos no eran sociales sino indivi- duales. La fuerte influencia del conservadurismo hace que la profesién adquiera un profundo sentido vocacional y de voluntariado. Se desarrollé asi una practica moralizadora, normativa y tutelar, ejerciendo una funcién esencialmente de control social para aliviar las tensiones y “atenuar el contlic- to”, para evitar el estallido social y mantener el statu quo. Este analisis quedaria incompleto si no hiciéramos mencién a la reconceptualizacién, que plantea una propuesta diferente. A esar de ello, no hay en el colectivo profesional una concien- cla colectiva, al menos en el campo del peritaje, que permita superar aquellas contradicciones para encontrar caminos altemativos de ruptura con la herencia conservadora. La misma reflexidn cabe para el Derecho. No son posiciones absolutistas, pero resulta dificil separarse de ellas y romper con aquella herencia al momento de la intervencién. Para repensar la misma, en el Trabajo Social hay que fi- jar posicién respecto de las nociones de justicia y derecho con que los trabajadores sociales llevamos adelante la tarea pericial La trayectoria histérica de la Argentina mostré la perma- rnente oposicién entre derecho formal y derecho real, entre justicia formal y justicia social. Por un lado, la nocién liberal de justicia y de derecho, apegada al funcionamiento de la norma y el derecho para mantener vigentes la profundizacién de las desigualdades sociales; por otro, la nocién sustenta- da en valores democréticos de justicia social y equidad, cuya 13 LA PRACTICA DEL PERITO TRABAJADOR SOCIAL concepcién doctrinaria y filoséfica est basada en los princi- pios de la dignidad humana, esto es, en el pleno reconoci- miento y ampliacién de los derechos sociales, civiles, eco- némicos y politicos, garantizados sélo en un Estado de De- recho. Sin embargo sabemos que no puede haber Estado de Derecho con gobiernos que gobieman por decreto, ni con una Justicia dependiente del Poder Ejecutivo Nacional, 0 con el poder politico subordinado al econémico 0 aquél instalado en el judicial. En la Argentina de los uitimos afios el poder poli- tico se ha instalado de tal modo en el judicial que resulta dificil que la sociedad deposite su credibilidad en la administracién de la justia. Y aqui tampoco se puede desconocer el papel fundamental que juegan los medios de comunicacién masi- vos, como la televisién, para sacar a luz la verdad de los hechos. Al fijar posicién en el Trabajo Social, entendemos que la mirada debe estar centrada en estos aspectos y considerar al ciudadano como una persona sujeto de derechos; que el que llega a la Justicia lo hace para reclamar por un derecho cercenado y/o violado 0 por un deber no cumplido. Por titimo, habré que considerar también algunos aspec- tos reteridos a los procesos identitarios de nuestra profesién. Enun articulo de Raquel Gentil, "La practica cotidiana como definidora de la identidad profesional del servicio social’, la autora dice: ‘La efectividad y la eficacia del proceso de tra- bajo profesional se realiza por la capacidad de garantizar los derechos constitucionales y/o transformar esos derechos en derechos efectivos de los usuarios...” (1996, pag. 129). Entendemos que en este espacio profesional es donde deberia ejercerse con mayor eficacia la tarea de garantizar dicho cumplimiento. El tema es: ,cémo? Estamos hablando aqui de poder superar la mirada juricico-procesal y la fun- cién de control y vigilancia en que es colocada la profesién. ‘Ademas, estamos hablando de visualizar la alienacién a que se somete la tarea por exceso de demandas, la impos! dad de atenderlas y la dificultad de superar plazos procesa- les que hace que las demandas esperen entre 3 y 5 aflos 4 wTRODUCCION —por lo menos— para su resolucién. En este sentido, es ha- bitual que quien esta dentro del circuito institucional quede atrapado por la rutina laboral y ocupe un lugar de subordina- cién a lo juridico que le impide o dificulta romper con estos modelos. Por lo general, cuando se cuestiona algo no se cuestiona ni interpela lo juridico, sino que se interpela lo social; por ejemplo, {por qué se judicializa? Esto no lo hace la Justicia, esto lo hacen las otras instituciones que llevan las demandas a ese Ambito de resolucién de contlictos, como si éste fuera el Unico posible. Otra consideracién de la autora se refiere a “la concien- ia profesional". Esta puede ser identiticada por medio de las instituciones de aglutinamiento de las profesiones donde se exponen ideologias y valoraciones que se entrecruzan con las representaciones sociales sobre la actividad profesional. En el Ambito juridico es donde quedan mas expuestas las, ideologias, valores y marcos de referencia para llevar ade- lante nuestra tarea. Por ello, en esta propuesta, habra que posicionarse, como decia antes, en la consideracién de las personas como sujetos de derecho y asi poder llevarlas a la escena del contlicto como tales, sacandolas de los papeles, de los expedientes, de las causas, para poder verlas en su cotidianidad, en un espacio mas dinamico y de interrelacién con otros, Para ello se requiere de una intervencién que pri- vilegie “lo social", que permita conocer el cotidiano asumien- do que tenemos adjudicada la funcién de control social para detectarla en su contradiccién y superarla. Asi llegariamos al cotidiano de las personas para que los papeles del expediente cobren “vida’. Nosotros tenemos un valioso instrumento de la interven- cién: el informe. Muchas veces se decide a partir de él. Pen- samos que la palabra escrita significa “sacar a luz la ver- dad” de los hechos. Aqui muchas veces se habla de “objeti- vidad’, lo que paraliza al momento de la intervencién si no hay una clara conviccién de que debemos tomar posicién frente a la intervencién, lo que no significa tomar part una u otra parte en el ltigio judicial. 15 LA PRACTICA DEL PERITO TRABAJADOR SOCIAL, El tercer elemento que permite identificar la disciplina de Trabajo Social es el "sentimiento de identidad para con la pro- fesidn’., Esto se vincula con la poblacién atendida y se refie- re a los deseos de realizar cambios en la vida social, deseos de que sean respetados los derechos del ciudadano, deseos de justicia, de libertad... en fin... deseos de justicia social Todo esto lleva implicito que nuestro marco teérico para la intervencién no puede devenir del Derecho. Estas cuestiones contribuirén a cuestionar, preguntar, in- terpelar y llamar la atencién a lo juridico, fundamentalmente para analizar y considerar nuestras practicas parajuridicas y dar un salto que nos conduzca a la construccién de una iden- tidad propia con un modelo de abordaje altemativo que aqui daremos en llamar ‘social. Este trabajo esta organizado en dos partes. La primera intenta sistematizar los principales aspectos metodolégicos de la practica de intervencién del Perito Trabajador Social de Oficio La segunda parte busca explicar y comprender a través del andlisis de las entrevistas a jueces, defensores de me- nores y trabajadores sociales, por un lado, la légica de pen- samiento del Poder Jucicial y cémo mira éste al Trabajo Social. Por otro, cOmo piensa y hace el Trabajo Social con- siderando las funciones y la metodologia implementada. Se encontrara en muchas paginas explicitado lo obvio; es una de mis caracteristicas para comunicarme con el otro. Por ello este libro tiene la particularidad de ser introductorio para quien se inicia en este camino de las pericias en Trabajo Social. Pero por otro lado es una invitacién, a los que tienen Una trayectoria profesional, a revisar y profundizar aquellas obviedades. Asi, estos aportes contribuiran a allanar el ca- mino de quienes se inician y a debatir con el resto hasta dénde la explicitacion de lo obvio se ir aproximando a una profunda interpelacién de lo social a lo juridico. Algunas ve- ‘ces, cuando lo obvio no es explicitado, queda vaoio de con- tenido... La mayoria de las veces. De modo tal que queda definida una propuesta metodo- 16 INTRODUCCION l6gica donde el Marco de Reterencia y el Marco Tedrico se tunen para cuestionar lo social e interpelar lo juridico, que por otra parte requiere repensarse desde el Derecho, en el con- texto de la profunda crisis filoséfica y cultural por la que atra- vViesa nuestro pais. Al momento de transciibir estas paginas nee gopea la Tercera Guerra Mural. objetivo final del presente trabajo es encont prpuesta metal cantor social ure aus lente en Ie constuctn de fs process ideitaros oe a Quiero agradecer aqui la posibidad que me diera Mar- garita Rozas, quien propulsé esta iniciatva; a mi orientadora Myriam Veras Baptista, por sus ensefianzas y contribuciones, y Por ser alguien por quien guardo gran estima y respoto; a Maria Lucfa Martineli, por su calidad para transmitir ol cono- cimiento y su amor a la profesién; al protesor Dr. Evaldo Vie- a, por sus aportes profesionales y por su calidad humana; a mi amiga Graciela Gramajo, por su estimulo permanente para la conerecién de este trabajo: a mis padres, porque sembra- fon la semilla que diera este fruto; a mi esposo, “El Negro Mela’, y amis hitos, Cristian y Angy, por entender y apoyar esta tarea; a mi hermano Tito, quien me recuerda todos los dias la sed y el hambre de justicia de mi pueblo, 7 Primers Pante LA PRACTICA PROFESIONAL DEL PERITO TRABAJADOR SOCIAL EL PERITO TRABAJADOR SOCIAL Indagando fo que dicen la doctrina, la legislacién y la ju- risprudencia pude encontrar algunas aproximaciones concep- tuales que transcribo a continuacién, a fin de visualizar algu- nas semejanzas y diferencias entre las definiciones seleccio- Nadas, que nos permiten fundamentaimente ir pensando con cual de ellas nos identiticamos los trabajadores sociales en la tarea, ‘Personas calificadas en raz6n de su ciencia, téo- Trica 0 conocimiento especializado en arte... Persona técnica especializada en ciencia o arte sea por el es- tudio o la préctica. En el émbito juridico se considera erito al experto que es introducido en el proceso para roducir un aetamen sobre cuestiones concretas de su especialidad... para que dictamine con veracidad imparcialidad. Carlos M. Schaitfino. Diccionario Pericial, La Rocca, Buenos Aires, 1992, pag. 392. “Es el tercero técnicamente idéneo, designado por 1 juz para dar su opinién fundada y con ello contr- buir a formar convicciones del juez, acerca de hechos cuyo esclarecimiento requiere de conocimientos espe- cializados sobre dicha verdad." Carlos J. Colombo. La prueba pericial, Abeledo Perrot, Buenos Aires, 1975, T. 1., p. 704. “EI perito es un técnico que auxila al juez en la constatacién de los hechos y en la determinacién de sus causas y efectos... la funcién... también pueden desempefaria ciertas corporaciones, especialmente las academias.” Hugo Alsina. Tratado de Derecho Procesal, Ediar, Buenos Aires, 1961, pag. 476. 21 LA PRACTICA DEL PERITO TRABAJADOR SOCIAL “El perito es un asesor 0 consultor que les brinda a los jueces el aporte de su cultura especializada distin- ta a la general y juridica de éstos." Camara Nacional Civil, Sala C., La Ley, 1975. “El perito no es més que un testigo que ha visto los resultados y examinado los rastros materiales de un hecho delictuoso; es la mirada del juez en esos ras- tros que requieren algén conocimiento especial propio de su ciencia, arte, profesion u oficio." Suprema Corte de Justicia de Buenos Aires. La Ley, Repertorio XXXLX, pag. 1.688, sum. 2. “Los jueces carecen de ciertos conocimientos téc- nicos especiales; por eso, para lograr una mejor y més pronta administracién de la justicia deben necesaria- ‘mente echar mano al asesoramiento de idéneos.” Camara Penal, Rafaela. Zeus, 6° R. 25, sum. 13.940. “"Perito 0 experto... es la persona versada en algu- na ciencia, arte o industria. El informe que ellos pre- sentan al juez que lo ha ordenado se designa con el nombre de parecer, opinién o dictamen, de aqui que a esta prueba nuestro Cédigo le da el nombre de dicta- men pericial.” ‘Alberto Paody (h.). Comentarios al Cddigo de Pro- cedimientos en lo Civil y Comercial de la Provincia de Santa Fe, Lajouane & Cia., Buenos Aires, 1912, T. 1, pag. 294. *...Siguiendo una corriente que es tradicional en e! Derecho Argentino se insiste en considerarla como prueba... No obstante no parece desencaminado con- siderar al perito como un asesor 0 consultor del juez, al que le aporta una cultura especializada distinta a la cultura general juridica. Esa consulta tiende a darle al juez un conocimiento mas cabal de los hechos que sélo 22 LA PRACTICA PROFESIONAL DEL PERITO TRABAJADOR SOCIAL pueden penetrarse a través de una cultura especiali- zada. El peritaje es una declaracion de ciencia, porque e! perito expone fo que sabe por percepcién, deductiva 0 Inductiva, de los hechos sobre los cuales versa su dictamen; pero la pericia contiene ademds una opera- cién valorativa, porque es, esencialmente, una mani- festacién técnica y no una simple narracién de las percepciones.” Santiago Fassi, jurista Ahora bien, tomando estas definiciones y haciendo una sintesis de las mismas, podriamos pensar en una definicién de perito como: “La persona, 0 corporacién, especializada y calificada en razén de su conocimiento, legalmente autorizada por el juez (quien carece de ciertos conocimientos técnicos especiales) ara introducirse en el proceso del dictamen sobre cuestio- nes conoretas de su especialidad. Con veracidad imparcia- lidad, constatadas en la determinacion de sus causas y efec- tos, vistos los resultados y examinados los rastros materia- les de un hecho delictuoso. Con el fin de asesorar y contri- buir a la conviccién del juez sobre aquellos hechos para la mejor administracién de justicia “La pericia contiene ademés una operacién valorativa, por- que es esencialmente una manitestacién técnica y no una simple narracién do las percepciones. Esta se presenta a manera de informe, como el parecer, opinién profesional dictamen que en nuestro Cédigo tiene el nombre de dicta- men pericial’. Cabe aqui hacer una reflexién para llamar la atencién del lector respecto de que algunos opinan que el perito “es el ojo del juez” ante la familia. Esto tiene una fuerte impronta jurl- dica, legal, pues el control, la vigilancia y el disciplinamiento tienen un destacado justificativo en dicha frase. De modo tal que podemos entender que el juez tiene “sus ojos” y el pe- tito trabajador social tiene “los suyos”. Este va a mirar a la 23 CC LA PRACTICA DEL PERITO TRABAJADOR SOCIAL familia con “sus ojos”, tiene una mirada propia porque tiene su propia ciencia, su especialidad. Decir “el ojo del juez" tiene connotaciones que se relacio- ‘nan con la investidura del magistrado, y con todo lo que en su figura se deposita: “el poder del juez"... También puede suceder que interese ocupar ese lugar de poder y control. Todo esto es parte del tema a indagar y se relaciona con las distintas modalidades de intervencion. Al respecto sabemos que ser perito del Poder Judicial nos adjudica esa cuota de poder y la gente nos identifica con aquella funcién de control y vigilancia de la que habla M. Foucault, quien bien la des- cribe en el pandptico, No tener presente estas consideracio- nes seria negar parte de la realidad que atraviesa al pert. Si a esto le sumamos la apropiacién de aquella frase, lo mas probable es que desarrollemos nuestra intervencién en conse- cuencia, Podemos decir que este es el principio de una discusién mas profunda que nos llevard inevitablemente al eje central de nuestra intervencién en el area. Se trata de que el pro- ducto de la misma se vera plasmado en el informe... “el dictamen pericial’. De todos modos, era necesario comenzar a instalar la discusién aqui para que quede explicitada mi posici6n al respecto: el perito trabajador social no es “el ojo del juez”, porque tiene su propio ojo, que es el que le permi- te ver lo social. Desde Io cotidiano y en su acontecer histi- tico-social y politico. Todo lo cual se reflejard en el informe al juez, que dejard de ser un mero relato descriptive y asu- mird su funci6n: dar elementos al juez y colaborar a que se haga justicia Quise llamar la atencién al respecto, en este desarrollo, Porque entre las muchas conceptualizaciones que trae la Jurisprudencia es de destacar que una de las pocas, sino la Unica, que toma esta idea es precisamente la de la Corte Suprema de Buenos Aires anteriormente citada. Es més, si Nos detenemos en el concepto que desarrolla, podriamos hablar de cierta descalificacién 0 minimizacién hacia nuestra tarea, cuando la define como... "no es mas que. 24 LA PRACTICA PROFESIONAL DEL PERITO TRABAJADOR SOCIAL Queda en evidencia el lugar de subordinacién en que el Poder Judicial coloca al perito trabajador social. Ahora hay una deuda pendiente, y es la construccién colectiva de una definicién propia por parte de los peritos trabajadores socia- les que los identifique en dicha funcién, ya que aqui habla- mos de los peritos en general. LA PRUEBA PERICIAL Siguiendo el mismo procedimiento de! punto anterior, y recurriendo otra vez a la legislacién, la doctrina y la jurispru- dencia, vamos a hablar ahora de la prueba pericial, para lo cual tomaremos algunas definiciones. Aquella que es suministrada por terceros, a ralz de un encargo judicial y fundado en los conocimientos, cientificos, artisticos 0 précticos que poseen, comuni- can al juez las comprobaciones, opiniones 0 deduccio- nes extraidas de los hechos sometidos a su dictamen.” Lino Enrique Palacio, Derecho Procesal Civil, Abe- ledo Perrot, Buenos Aires, 1972, T.1, IV, pag. 674. *...£s 6! medio por al cual personas que poseen co- nocimientos especiales... designados en un proceso determinado, perciben, verifican hechos y los ponen en conocimiento del juez, y dan su opinién fundada so- ‘bre fa interpretacion y apreciacién de los mismos, a fin de informar la conviccion de! magistrado...” Folan Arazi. La prueba en el proceso pericial, La Rocca, Buenos Aires, 1986, pag. 265. "Si a cuestién controvertida exige experiencia y co- nocimientos técnicos que sélo puede tener un exper- fo, la prueba pericial se toma de rigor, no pudiendo el perito ser sustituido por el juez que, ala postre, en las ‘motivaciones de su pronunciamiento, terminard reali- 5 LA PRACTICA DEL PERITO TRABAJADOR SOCIAL, zando la prueba ausente. Ello no desestima la cultura ‘general que pueda tener el magistrado, en cuanto al ‘suministro de elementos de juicio que convengan en la certeza de su decisién." Camara Civil y Comercial, Santa Fe, Sala 1, Zeus 20, R. 34, sum. 1.227. *Se puede afirmar que en uitima instancia acuair a la asistencia de un perito es una consecuencia de los ‘grados de conocimiento, que tipficados por la filosofia trascienden a la vida toda. Hay un correlato entre gra- do de conocimiento y pericia.” Néstor Amilear Cipriano. “Prueba pericial en los jui- cios por responsabilidad medida. (Finalidad de la prue- ba pericial)", La Ley, 1995, C. 624. “La prueba de peritos se produce en los casos en que controvierten hechos... cuyo examen y apreciacién requieren conocimientos técnicos especiales. “Los jueces son técnicos en materia juridica pero las regias del derecho son formuladas por los legisla- dores mediante la contemplacidn de los fendmenos so- ciales. "Por eso es que la ley escrita esté un poco atrs de las necesidades reales y efectivas de la sociedad, dado que a los multiples y cambiantes fenémenos sociales, que se suceden cada dia, se impone el esta- blecimiento de nuevas formas juridicas." Maximo Castro. Curso de Procedimientos Civiles, Biblioteca Juridica Argentina, Buenos Aires, 1972, T. 1, 1, pag. 37. “El dictamen pericial seré debidamente fundado, conteniendo el andlisis pormenorizado de los puntos de pericia, la explicacion de las apreciaciones técnicas llevadas a cabo y las conclusiones sustentadas en los 26 LA PRACTICA PROFESIONAL DEL PEHIITO TRABAJADOR SOCIAL principios cientificos computados al respecto, porque de Io contrario careceria de aptitud para generar la conviccién judicial." Palacio y Velloso. Cédigo de Derecho Procesal, Rubinzal-Culzoni, Santa Fe, 1994, T. Vill, pag. 516. “La extralimitacion del perito en su dictamen no acarrea necesariamente la anulacién de la pericia, porque traténdose de este tipo de prueba la nulidad sdlo procede en los casos de violacién de las formali- dades prescriptas para su realizacién, pero no en cuan- to a su contenido.” ‘A. Mauricio. "Nulidad de la prueba", Cuadernos de Derecho Procesal N® 2, Rubinzal-Culzoni, Santa Fe, 1983, pag. 124. “Es requisito de toda pericia que el perito establez- ca los principios que ha tomado por punto de partida, las leyes cientificas a que ha sometido los hechos ob- servados, las deducciones motivadas con cuyo auxilio establece su opinién, la concordancia con los datos resultantes de las piezas del proceso.” Tribunal Colegiado de Familia, Rosario, Santa Fe, Jurisprudencia 1985. “El perito debe emitir su dictamen imparcialmente como mejor pueda seguir su ciencia y conciencia; cuan- do viola culpablemente este deber, responde a las partes por el dafio causado.” Leo Rosenberg. Tratado de Derecho Procesal Ci- vil, traduccién de Angela Romero. Egea, Buenos Aires, 1995, T.1, 1, pag. 268. Ahora, siguiendo el mismo procedimiento para la elabo- racién de una posible definicidn de la prueba pericial, pode- Mos pensar en la siguiente: 27 LA PRACTICA DEL PERITO TRABAJADOR SOCIAL, “La prueba pericial es el medio de prueba por el cual Personas con conocimientos especiales, designadas en un proceso, a raiz de un encargo judicial (no pudiendo ser sus- tituidos por el juez, porque ellos son técnicos en materia ju- ridica), elaboran y transmiten al tribunal informacién especial y de manera ordenada. Presentando su dictamen imparcial- ‘mente y por escrito con copia a las partes. Conteniendo ex- plicacién detallada de las operaciones técnicas realizadas y de os principios cientiicos en que se funda. Y las conclusio- nes, sustentadas también en principios cientificos, pues de lo contrario carecerian de aptitud para generar la conviccién judicial. Se considera que la extralimitacién no acarrea ne- cesariamente la anulaci6n de la pericia, porque ésta sdlo se produce en casos de violacién de las formalidades prescriptas ara su realizacién.” Ahora podemos decir que cabe al perito asistente social epensar dicha prueba pericial en el contexto del avance de nuestra profesion y de nuestra identidad profesional, y fun- damentalmente en la elaboracién de esa prueba; es decir, la elaboracién y construccién de nuestro informe al juez: “el dictamen’. Tiene lugar aqui considerar lo que la jurisprudencia dice al respecto: las comprobaciones que tenemos de los hechos que se nos pide peritar. Nuestras opiniones o deducciones fundadas sobre los mismos y sobre el dictamen u opinién ordenada de la informacién especial que permita conocer los hechos y circunstancias relevantes del proceso. Hay aqui una primera reflexién general en cuanto a la ela- boracién de dichos informes. Si bien esto no constituye juris- prudencia voy a citar textualmente partes de las conclusio- nes de un informe pericial de mi autoria. Dado que la situa- cién procesal del expediente en que me tocé intervenir era bastante complicado y particular, cabe agregar que yo era la ‘octava perito interviniente en el caso, que el mismo se trata- ba de un Régimen de Visitas en el contexto de una denun- cia de “abuso” del progenitor hacia su hija de 4 afios de edad, 28 LA PRACTICA PROFESIONAL DEL PERITO TRABAJADOR SOCIAL. y donde los informes sociales hasta alli presentados sdlo hacfan referencia a la descripcién de situaciones anecdéticas, con una evidente falta de analisis de los hechos. En el infor- me que presento, "extemporaneo”, pues se me pide luego de una resolucién de “remocién sin causa por el articulo 3 de la Convencién Internacional de los Derechos del Nifio”, a los, efectos de sentar precedente para quien me sucediera en el cargo, y para aclarar al juzgado algunos aspectos especi cos de la materia, digo: “Esta perito no puede elevar a V. S. conclusiones, ya que éstas se desprenden de un andlisis minucioso y siste- mitico de los hechos cronolégica y descriptivamente relata- dos (refiriéndome al informe previo presentado con un estilo intencionalmente descriptivo para que conste en el expediente que tanto éste como los otros informes parciales no pueden arrojar conclusiones de un experto) “Para ello debe haber un caudal de informacién acumula- a y relacionada siempre con el cometido, en este caso ‘Ré- gimen de Visitas’, a fin de seleccionar cuidadosa y rigurosa- mente los datos que son factibles de ser analizados cientit: camente. Sélo asi éstos pueden aportar a V. S. a cultura espectfica de esta materia y en consecuencia de la experta interviniente. "Por es0 el paso previo y fundamental es la descriocién de los hechos observados sin seleccionar la informacion, de- biendo ir, en todo caso, todo Io observado, pues para el posterior andlisis no se puede inferir o suponer io que no esta escrito (para la ley lo que no estd escrito nunca sucedié) “Entonces, s6lo a partir de esta metodologia de interven- cién de un perito asistente social se esté en condiciones de operacionalizar las variables de andlisis con sus respectivos indicadores y dimensiones posibles de ser traducidos en da- tos y resultados tanto cuali como cuantitativos, contr-buyendo as/ a aportar datos vélidos a los fines solicitados por V. S. “Toda vez que esto no se desprende de una sola obser- vacion, pues arrojaria datos parciales, es decir, de aquel mo- 29 LA PRACTICA DEL PERITO TRABAJADOR SOCIAL mento, en aquel dia, y de esas horas, esta perito, como cualquiera otra en las mismas circunstancias, hace saber a V. S. que no es posible arribar de este modo a ninguna con- clusién sobre los hechos observados. Sdlo puedo cumplimen- tar con un aspecto de la pericia, cual es la de informar con mero relato de lo sucedido. “Finalmente, técnicamente sugiero a V. S. que para el and- lisis socio-econémico-familiar y vincular de estas salidas y para su futura y final evaluacién en la materia se considere a importancia de la continuidad profesional de un perito asis- tente social 0 en su defecto, una vez finalizadas las salidas con la intervencién de un perito asistente social, se ponga en manos de un profesional de la misma especificidad a los fines de que evalie los aspectos sociales en su conjunto ob- tenis a lo largo de las sucesivas salidas. "Respetuosamente digo a V. S. que todo ello lo sugiero por el beneficio de la menor y por contribuir a garantizar los derechos que asisten a fa misma y surgen de la Convencién Internacional de los Derechos del Nino (1992 —techa de pre- sentacién del informe—).” Considerando los principales elementos de las definicio- nes de la prueba pericial, este informe refleja una modalidad de intervencién que prioriza en sus argumentaciones la de- tensa de una intervencién profesional, técnica, y que tiene como principio fundamental considerar a la persona como cciudadano sujeto de derechos, y con obligaciones; entre ellas No encuadrarse dentro de la figura delictiva, cual seria la del “abusador” de una nifia de cuatro aftos, que ademds es “ta hija’. Las reflexiones de aquella prueba pericial también eviden- cian los contenidos més relevantes de las definiciones pre- sentadas en concordancia con la modalidad que quedara expresada en parratos anteriores. Entre ellos: “..dar opinién fundada al magistrado’, *...es un medio de prueba’, *...el dictamen pericial serd debidamente fundado, conteniendo el andlisis pormenorizado de los puntos de pericia’. 30 LA PRACTICA PROFESIONAL DEL PERITO TRABAJADOR SOCIAL Obsérvese que la transcripcién del informe es de 1992 y la investigacién se inicia recién en 1997. De ello se despren- de la riqueza y la posibilidad de reflexionar y sistematizar sobre la practica distintas experiencias, ya que esa practica de alguna manera responde a una metodologia. No es una prdctica plena de empirismo, contiene en su interior marcos de referencia, ideologia, valores, ete. Por diltimo cabe una reflexién sobre el tema “puntos de pericia”, Muchas veces los puntos son muy especificos: *Con- trolar un Régimen de Visitas”; al perito asistente social, ex- perto en la materia, le cabe resignificar “los puntos de peri cia’ no de manera caprichosa sino con un analisis social sobre dichos puntos. Un régimen de visitas, en el contexto de una denuncia de abuso fundada del padre hacia su hija de cua- tro afios, condiciona y contextda esta pericia de modo dife- rente a un régimen de visitas de un papa que no paga alimentos. Condiciona el "qué control, cémo, cuando y dénde? Todo indica la necesidad de planificar una estrategia de intervencién profesional que incluya y prevea: entrevistas individuales y/o conjuntas con los progenitores, familia de origen, etc. para conocer qué fue lo que hizo que ese papa tenga que salir con su hijo/a en presencia de un tercero, perito asistente social; o por qué en lugar del perito no se acordé la figura de un abuelo/a u otra parental ‘Aqui es preciso recordar el concepto vertido sobre “el dictamen del perito”: "...La extralimitacién no acarrea nece- sariamente la anulacién de la pericia”. Por otra parte, lo que alli se expresa queda en el expediente y en una etapa proxi ma puede convertirse en un medio de prueba. a LA PRACTICA DEL PERITO TRABAJADOR SOCIAL DOS MARCOS NORMATIVOS DEL TRABAJO SOCIAL: EL CODIGO DE ETICA Y LA LEY PROFESIONAL EL CODIGO DE ETICA Vamos a tomar algunos aspectos de la "Declaracién de Principios Basicos” que enuncia y en el que se fundamenta nuestro Cédigo de Etica. Corresponde al Consejo Profesio- nal de Graduados en Servicio Social 0 Trabajo Social de la Ciudad de Buenos Aires "...Nos basamos en la unicidad del ser humano, in- dependientemente del origen, la edad, la creencia, etnicidad, condioién socio-econdmica y de su contribu- ci6n a la sociedad." *...Toda sociedad deberfa funcionar con miras a pro- porcionar el maximo beneficio a la totalidad de sus miembros.” *...E] trabajador social tiene la responsabilidad de encauzar sus conocimientos y capacidades hacia el desarrollo de las posibilidades de los individuos, gru- Pos y comunidades para la resolucién de conflictos.” A partir de la lectura critica de estos principios a la luz de! marco teérico expuesto con anterioridad y de la reflexi6n con- frontada con la practica profesional, se hace necesario, para completar el andlisis, agregar algunos enunciados que el Cédigo presenta on su Introduccién. *...El profesional de Servicio Social tiene como ob- Jetivo ef bienestar del ser humano, para lo cual su accionar se basard en principios de equidad y justicia.” 32 LA PRACTICA PROFE IAL DEL PERITO TRABAJADOR SOCIAL *...La intervencién profesional integra la aplicacién de una metodologia cientifica de abordaje de la reali- dad y de los recursos de la comunidad para la resolu- cién de las necesidades sociales... favoreciendo la interaccién persona-sociedad.” *..El presente Cédigo... es un instrumento précti- co para ejercer la profesién con conducta moral en un marco de libertad. Intenta ofrecer los principios éticos, y normas que rijan el quehacer profesional... procuran- do un eficaz desemperio y considerando que deben ser recreados y adaptados en funcién del momento hist6- rico que se viva.” A modo de aclaracién debemos decir que no es la inten- ci6n transcribir textualmente el Codigo, solo se han tomado y seleccionado algunos parrafos que guiaran el desarrollo tematico, y podra observarse mas adelante cémo estos prin- cipios y declaraciones son analizados en la practica cotidia- na, En ella no se toman otros elementos que no sean los provinientes de estas consideraciones, y precisamente a partir de sus contradicciones es que surge el presente tra bajo. Finalmente, cabe considerar los cuatro puntos que toma el Cédigo, que dicen 1) Respecto de la profesién. 2) Respecto de las personas. 3) Respecto de los colegas. 4) Respecto de las instituciones, En un juego semdntico podriamos cambiar respecto de por respeto a, con lo cual cambiarian sustancialmente algu- nas definiciones que necesitan ser reconsideradas. El punto 1 habla de ejercer libremente la profesién. Aqui cabria preguntarse qué significa ejercer libremente, Porque el Cédigo se explaya al considerar en su Anexo las sancio- nes disciplinarias y el procedimiento para coneretarlas, pero 33 RR LAPRACTICA DEL PERITO TRABAJADOR SOCIAL, no habla de los derechos del trabajador. Por otro lado, no se conocen antecedentes de juicios éticas, como ocurre ante la “mala praxis” de los médicos. El punto 2 contempla el respeto mutuo, el secreto profe- sional y el uso responsable de la informacién y su divulga- cién, tema que nos preocupa al momento de hacer un Infor- me Social con el cual decidimos sobre el futuro de una fa- mili. El punto 3 habla del respeto al colega y dice: "...que el Cédigo considere situaciones que involucren a colegas injus- tamente y que afecte su dignicad o perjudique su reputacion’” Pero no hace juicio de valor en los casos en que las situa- ciones “sean justas”. Es decir cuando lo involucran justamen- te. Por ejemplo un asistente social que no denuncia en su intervencién una situacién de violencia familiar. El ultimo punto se refiere a la libertad para elegir las téc- ricas y estrategias en el marco de las instituciones, pues “queda implicito que es suficientemente responsable...”. La pregunta es: ZY sino lo es? zSi no es tan responsable y esto se hace evidente? De estas observaciones surge la propuesta del cambio semantico, respecto de por respeto a. Si respetdramos mas la protesién serfamos mejores per- sonas; si respetaramas més a los colegas no nos faltarian tanto el respeto otros profesionales, y si se respetaran las instituciones no habria tanta corrupci6n y falta de respeto a las garantias constitucionales, nia los derechos humanos y sociales. Entre los deberes se encuentran, entre otros: 5c) Actuar con responsabilidad @ idoneidad técni- co-protesional, siendo la capacitacién permanente, el conocimiento cientitico y la metodolagia profesional, los requisistos para sustentar un adecuado nivel de de- sempeno. 5d) Respetar la figura del consuitante, su lenguaje, habitos, costumbres, manteniendo absoluta reserva 34 LA PRACTICA PROFESIONAL DEL PERITO TRABAJADOR SOCIAL sobre los contenidos y probleméticas puestas a su consideracién. 6) Es consustancial al ejercicio de la profesién la defensa de los derechos humanos, debiendo prestar- se los servicios profesionales en favor de los derechos civiles, econdmicos y sociales de los asistidos, dentro del respeto a las normas y contexto cultural Entre los derechos del trabajador social estan enun- ciados: + El derecho a ejercer libremente la profesién dentro del marco de la Constitucién Nacional y las leyes vigentes. + El derecho a que sea respetada la dignidad y el decoro de su accionar profesional. + El derecho de requerir garantias de defensa del libre ejer- cicio profesional DE LA LEY PROFESIONAL 23.377 Es de fundamental importancia —y especialmente en este mbito labora, el Poder Judicial— conocer cuales son nues- ‘ros deberes y derechos y nuestras inoumbencias en el mar- co de la ley que regula nuestro ejercicio profesional. Esta fue sancionada por el Honorable Congreso de la Nacién el 18 de septiembre de 1986, con aplicacién en Ca- pital Federal, Territorio Nacional de Tierra del Fuego, Antartida @ Islas del Atlantico Sur, y organismos 0 instituciones depen- dientes del Estado Nacional “Esta ley es la que ampara a los trabajadores para asegurarles las m4s ampllas garantias y libertades en el ejercicio de la profesién, asi como también defen- der a la comunidad de la mala préctica profesional” (la Comisién Directiva del Consejo Profesional de Gra- duados en Servicio Social o Trabajo Social de Capital Federal) 35 LA PRACTICA DEL PERITO TRABAJADOR SOCIAL, El art. 2 del Titulo | de dicha ley, que se refiere concreta- mente al ejercicio de la protesién, dice: *...£8 la actividad escencialmente educativa, de cardcter promocional, preventivo y asistencial, destina- daa la atencién de situaciones de carencia, desorgani- zacién o desintegracién social, que presenten personas, ‘grupos 0 comunidades, as/ como de aquellas situacio- rnes cuyos involucrados requieran sélo asesoramiento 0 estimulacién para lograr un uso més racional de los recursos potenciales. La actividad profesional... tiende al logro.... de una mejor calidad de vida de la poblacién, contribuyendo a afianzar en ella un proceso socio-edu- cativo." Asimismo *...son las actividades de supervision, asesoramiento, investigacién, planificacion y programa- cidn en materia de su especifica competencia.” En consecuencia, alli estén especificadas nuestras funcio- nes. En e| marco de dicha ley encontramos nuestros debe- res y derechos esenciales. Sdlo conociéndolos estaremos en condiciones de cumplirlos y hacerlos cumplir. ‘Cumpliendo con idoneidad nuestros deberes, el ejercicio de la profesién, y conociendo nuestros derechos, podremos defender nuestra profesién, ya sea denunciando los casos de mala praxis, o cuando ésta es atacada, injuriada, ylo desca- lificada, en especial por quienes la “desconocen" EL INFORME SOCIAL. LA PRUEBA PERICIAL Dado que se trata de un valioso instrumento de nuestra intervencién profesional, hay que vincular necesariamente €l Informe Social con los temas del poder y la informacién, pues son dos cuestiones tedricas en que se basa la pre- sente propuesta de construccién y elaboracién de dicho ins- trumento, 36 ee — LA PRACTICA PROFESIONAL DEL PERITO TA JAJADOR SOCIAL Otra consideracién de relevancia es que para su elabora- cién es fundamental considerar la modalidad de intervencién planteada aqui, en términos de reconocer a quien demanda ‘como un ciudadano sujeto de derechos y no como “el caren- te”, “el necesitado”... Intimamente ligado a ello, se articula la cuestién de la ética profesional De tal modo que a los fines de ordenar el desarrollo de las presentes ideas vamos a considerar, primero, los princi- pales elementos de la informacién en relacién directa con la elaboracién del Informe Social. Seguidamente, abordaremos la cuestién del poder en su vinculacién con el tema de la informacin. Y por titimo, en una breve sintesis que compren: de los dos puntos anteriores, trataremos de reflexionar so- bre todos los aspectos concernientes a la elaboracién del In- forme Social y del Informe Socio-Ambiental: dos caras de una misma moneda, en su dimensién ética Cuando los trabajadores sociales tomamos contacto con un ciudadano para realizar algtin tipo de intervencién, por requerimiento de éste 0 de la institucién en la que estamos insertos, vamos a obtener informacion directa por parte de esta persona, Informacién que le pertenece y que de algun modo decide dar, 0 se ve obligado 0 presionado a brindar. ‘También podemos obtener informacién indirectamente cuan- do recurrimos a otras fuentes 0 informantes claves que tie- nen relacién con aquella persona. Siempre se tratard de una intervencién profesional planificada estratégicamente con ob- jetivos precisos para obtener determinada informacién. Este ciudadano, que por lo general es considerado en la categoria del “no derecho” —y ya veremos més adelante por qué—, nos va a brindar toda la informacién que le pidamos naturalmente, No se cuestiona por qué se lo preguntamos. A veces, muy pocas, puede no hablar, no decir, y aun asi noso- ‘ros, con nuestros sentidos, estaremos sacando informacién; estaremos “deduciendo e interpretando” hasta los silencios, éNunca nos preguntamos qué hariamos nosotros en su lugar, si alguien viene a averiguar sobre nuestra vida, nues- tra intimidad familiar, nuestra cotidianidad? Por lo general, la 37 LA PRACTICA DEL PERITO TRABAJADOR SOCIAL persona sobre la cual se informa esté en una situacién des- ventajosa, y aqui se plantea el tema del “no derecho", del “no ciudadano”, Esa situacién desventajosa de “necesidad” es la que lo va a obligar a comunicar aquello que queremos saber © conocer. {Por qué? Porque necesita... porque carece. Por ello nos dard esa informacién, y si no lo hace “inter- pretaremos" el porqué y volveremos a citarlo 0 entrevistar- lo... hasta que hable. Y si no lo hace, simplemente “interpre- taremos" ese silencio. ‘Obviamente, podemos hacer otra cosa. Considerar al ciu- dadano, planiticar la intervencién y lograr un acercamiento a la persona que permita una comunicacién mas fluida en- ‘re ambos, basada en una relacién de confianza y respeto mutuo. El profesional sera el primero en creer en las posibi- lidades del otro. Es necesario reforzar aqui la idea de persona sujeto de derechos, porque cada érea donde interviene el trabajador social refiere a un derecho social con raigambre constitucio- nal, y los mismos estan claramente enunciados en el articu- lo 14 bis de la Constitucién Nacional. En todo caso, esas personas liegan al servicio social por- que esos derechos les han sido denegados 0 avasallados en algin punto de la estructura social. Ellos vendran entonces a reclamar o exigir que se cumplan. Esta mirada difiere sustancialmente de la que supone al otro “un carente”, y viene a completar uno de los tundamen- tos del presente enfoque para tratar la cuestin del poder de Ja informaci6n. En consideracién de lo expuosto hasta aqui, podemos concluir que la informacién que el ciudadano brinda a los trabajadores sociales sera considerada en principio en el contexto de una intervencién profesional; no és una conver- sacién entre dos amigos 0 grupo de pares. Es la sintesis elaborada de la informacién obtenida en sucesivas entrevis- tas. Por eso no es suficiente una entrevista para la construc- ci6n de un Informe Social: en ese caso podriamos hablar sim- plemente de un informe de entrevista. 38 {LA PRACTICA PROFESIONAL DEL PERITO TRABAJADOR SOCIAL, Para completar la idea del poder de la informacién en relacién a la intervencidn, vamos a agregar que “el secreto profesional” forma parte de dicha intervencién, Cabe entonces preguntarse: {qué hacemos con esa in- formacién que el otro nos da y que le pertenece, porque es de éI? Seguida de otra pregunta: una vez que documenta- mos esa informacién con un informe escrito, {la compartimos con él? Finalmente: ,cémo elaboramos e interpretamos la informacién al registrarla? Si no nos planteamos esto probablemente estaremos in- curriendo en algin error, y puede haber varias razones para ello, que habr que explicitar. Quizas hemos puesto algo que la persona no pueda comprender, en cuyo caso serd conve- riente explicarselo para que entienda. Puede suceder que ha- yamos puesto algo que a él le desagradaria conocer; en este ‘caso, ,cémo trabajamos y por qué no lo pudimos conversar con él, {por qué no tuimos capaces de confrontarlo con éI?; y sino lo hicimos, por qué lo escribimos?, zpor qué lo do- ‘cumentamos? Estas son cuestiones absolutamente éticas y deben revisarse al momento de hacer el informe. Por otro lado, cuando hablamos de *secreto profesional” deberemos considerarlo seriamente, pues se entiende que el secreto es para con la persona, ya que no le contamos io que documentamos; pero sin embargo lo podemos comuni- car a toda la institucién a través de ese documento escrito que es el informe, y en algunos casos el informe que va dentro del legajo, que pasa por los distintos programas de la institucién. No queda claro en relacién a quién es el “secreto profesional’, sino se tiene claro quién es el ciudadano suje- to de derechos, Estamos hablando aqui de “ocultamiento de informacién y concentracién de poder’. Como conocemos, saber algo que el otro ignora nos coloca frente a ese otro en una situacién de dominacién-subordinacién. Poner el eje de la participacién en el contexto de la mo- dalidad de intervencién significa que nuestra tarea no es “in- formar’ o hacer “un amplio informe socio-ambiental", como 39 ees LA PRACTICA DEL PERITO TRABAJADOR SOCIAL se suele pedir en los tribunales, sino, por el contrario, habra que entender que ese Informe Social es producto de una in- tervencién profesional, y que como tal tiene un cémo, y ese cémo no es empfrico ni improvisado. Entonces, no se trata s6lo de contar a otro 0 informar a otro: esto es sdlo un aspecto. El otro y mas importante es dar cuenta del trabajo realizado con la persona que de- mandé nuestro accionar. Con esa documentacién podremos planificar acciones, organizar ta tarea, evaluar resultados, plantear tineas de accién, hacer seguimientos, dar orienta- ciones, derivaciones, propuestas de solucién, y lo que es més, perfilar nuestro rol con una fundamentacién que nos saque del empirismo pragmatico a la hora de hacer ‘el in- forme’. Vamos a vincular ahora la informacién con el tema del poder, en una breve sintesis que contempla los aspectos re- levantes del mismo y que hacen al presente desarrollo. Ya hicimos algunos planteos en el punto anterior, cabe ahora reforzar dos aspectos fundamentales: 1) El poder conferido por el titulo habilitante. 2) El manejo de los recursos. El primero habla del poder conferide por el Estado a tra- vés del titulo habilitante del trabajador social, y legitimado por la sociedad a través de las instituciones donde llevamos adelante las politicas sociales. Estd en el imaginario social que el trabajador social de una institucién pide informacién a la persona en cuestién y ésta se la brinda, ya sea en caso de que la persona se acerque a la institucién 0 que el trabajador social concurra a su casa. Asi tenemos dos ambitos muy clafos donde el poder tiene distintas implicancias: e! Ambito de lo cotidiano laboral y el de lo cotidiano familiar en la casa y/o en el barrio. Nosotros sabemos que cuando vayamos a la casa de las familias lo haremos desde aquel lugar de “control social"; sin ‘embargo, por otro lado somos de los pocos profesionales que 40 LA PRACTICA PROFESIONAL DEL PERITO TRABAJADOR SOCIAL tenemos acceso a la vida cotidiana de las personas. Esto fundamentalmente por el cardcter interventivo de nuestra préctica profesional. Asimismo, tenemos una cuota de poder que deviene de nuestro rol; asi podemos afirmar que la in- formacién da poder, y el trabajador social lo tiene desde el momento que con el Informe Social muchas veces se deci- de sobre la vida y el futuro de una familia Elotro punto a considerar es el tema de los recursos, sean éstos econdmicos, materiales, humanos, institucionales, etc. Los trabajadores sociales muchas veces tenemos ese con- trol, y podemos, en consecuencia, hacer un uso equitativo y justo, 0 indiscriminado e injusto, de los mismos. Es necesario revisar qué hacemos con esa cuota de po- der, que en algunos casos es bastante importante, pues hay colegas que ocupan espacios de direccién y decisién en las instituciones estratégicos para la intervencién social. En todas las situaciones habra siempre un planteo ético de la intervencién, y la pregunta central seria: ,qué hago con ese poder? Para ejempiiicar lo antedicho, al tratarse de una familia "yo decido con mi informe que esta familia reciba un subsidio de emergencia, y decido que esta otra familia no lo reciba". ¢Cémo lo decido y qué evalio para ello? ‘Son muchas las preguntas, y pueden ser muchas las Faspuestas, pero (0 cierto es que Con un Informe yo lo de- cido. Insisto, todo ello en el contexto central de la intervencién. Asi, una intervencién desacertada producird una informacién elaborada incorrectamente, de manera tal que “lo esencial se perderd de vista’. Por ejemplo, puede ocurrir que ante una familia con his- toria de nifios institucionalizados, por no calificar correctamen- te la informacién priorizando lo esencial se pierda de vista que existe un vinculo materno-fiial que nunca se quebré. La institucién “separé ese vinculo” provocando, con sus informa- ciones, intervenciones iatrogénicas. Desarticulando un vinculo materno-filial que la casualidad o el destino 0 Dios quiso volver a establecer después de dieciocho aftos. at ee LA PRACTICA DEL. PERITO TRABAJADOR SOCIAL Mientras tanto la institucién siguié, los profesionales pa- saron, los legajos se archivaron, y la vida de esa nifia y su madre también pasaron, con la salvedad de que dejaron en el camino pedazos de historia, afectos, sentimientos incon- clusos, inacabados, quebrados, vacios... y que posiblemen- te no Se puedan remontar nunca, resulte bastante dificil hacerlo. Hablar del Informe Social significa remitimos a su esen- cia, que es la intervencidn profesional, para decir que el mis- mo es producto de una tarea profesional. No es simplemente un “documento escrito” que transmite informacién a otrols. Su relevancia radica en comunicar con precisin acerca de la intervencién lievada a cabo con una familia, grupo 0 comunidad, Esto no es tarea sencilla para el Trabajo Social, ya que lleva implicito un complejo y dindmico proceso metodolégico y una serie de elementos a tener pre- sente en su construccién. Para comenzar, vamos a decir que el informe es el pro- ducto elaborado que se obtiene del registro de sucesivas intervenciones que mostraran en su desarrollo el proceso de nuestra intervencién; de alli la importancia del registro. i bien es cierto que el informe sirve para comunicar in- formacién a otto para que se le otorguen bienes y servicios, para dar intervencién judicial, 0 resolver especificidades sobre un Area, su funcién principal es dar cuenta de la mo- dalidad de intervencién para setistacer una demanda, la de- manda de un ciudadano. En cuanto a los informes, podemos decir que hay distin- tos tipos y modelos segiin la institucién desde la que se aborda la intervencién y segin el tipo de intervencién que se requiera, y que de ningiin modo pueden confundirse dichos informes con las encuestas, cuestionarios, etc. Asi, en lineas generales, podemos hablar de Informe So- cial e Informe Socio-Ambiental. Podemos decir que segiin el objetivo y la institucién hay informes de admisién, de seguimiento, de evaluacién, de ingreso, de egreso, etc. Todos ellos instrumentos de 42 LA PRACTICA PROFESIONAL DEL PERITO TRABAJADOR SOCIAL la intervencién relacionados con el registro de la infor. macién, Su estructura basica esté determinada por informacién que se refiere a motivo de la consulta, fecha, niimero de legajo, expediente y/o historia clinica, nombre de quien demanda la intervencién, datos de identificacién del mismo tales como documento nacional de identidad, fecha de nacimiento, na- cionalidad, escolaridad, estado civil, etc. Presentando distin- tas modalidades, se trata de una informacién que contiene antecedentes, historia y situacién presente de una demanda social familiar. Lo que le da la caracteristica de social es el contenido de la informacién registrada en las intervenciones que tuvieron lugar para su elaboracién, pudiendo ser una o varias, Pero toda vez que aquéllas comienzan a requerir del con: tacto y/o conocimiento del contexto donde las personas de- sarrollan su vida ootidiana, la informacién aparece como re- levante y trascendente precisamente en ese punto: el con- texto. Entonces aqui ya estaremos hablando de Informe Socio-Ambiental. La elaboracién de éste deviene necesariamente de una secuencia de intervenciones planificadas en todo lo reterido al contexto que rodea a la persona que demanda, de relacio- nes protesionales inter-institucionales, de inter-consultas pro- fesionales que permitan mayor rigurosidad en el proceso de analisis de los datos investigados que demanda la interven cién, Es probable que, para la construccién de este tipo de informe, entre otros elementos tomemos una serie de infor- mes sociales elaborados a partir de distintas intervenciones. Es decir que no se puede centrar la atencién solamente en el ciudadano que requiere la demanda, sino que hay que evaluar la posibilidad de legar tanto al grupo familiar convi- viente como no conviviente, nuclear o de origen; vecinos, amigos y quienes estén involucrados de alguin modo con el problema, y todos aquellos que puedan aportar a la com- rensién del mismo para la mejor resolucién. Estamos alu- diendo aqui a la importancia del trabajo en red. 43 LA PRACTICA DEL PERITO TRABAJADOR SOCIAL, Dado que el objetivo de este informe es otorgar bienes y servicios, 0 dar intervencién judicial 0 actuar juridicamente, se trata de una elaboracién mas profunda que la dal informe anterior, en tanto los datos que se obtengan necesitan ser corroborados con la realidad y analizados en funcién de su confiabilidad. No se puade construir una interpretacién libra- da al azar que carezca de fundamentacién y argumentacién Debemos ser rigurosos al trabajar con estos datos de modo que puedan ser operacionalizados en variables, indicadores y dimensiones que permitan obtener y medir resultados Hay que aclarar en este punto que no debemos confundir el andlisis de los datos con un tecnicismo puro. No se trata de un diagnéstico que mide lo social, porque la realidad so- cial no se puede medir, ya que es dindmica. Hablamos aqui de resultados. No queremos saber cuanto ni cmo cambio la situacién-problema. Pero si necesitamos verificar que se produjeron cambios favorables en las personas afectadas por dicho problema. Este es un informe que decide, a partir de un diagnésti- 0, las lineas de accién a seguir. Para ser mas claros res- pecto del impacto que esto produce, vamos a ejemplficar com- parando con un diagnéstico clinico: si en lugar de TBC (tu- berculosis) se diagnostica “gripe”, lo mas probable es que una aspirina no haga mal pero tampoco “oure’, y, lo que es mas, como efecto colateral se haga avanzar la enfermedad porque no se esta indicando el medicamento correspondiente. Retomando lo enunciado en parrafos anteriores en que hablabamos del proceso de insercién del perito, y en rela- cién al diagnéstico, diremos aqui que es un tema de debate la pertinencia 0 no de hablar, en Trabajo Social, de “diagnés- tico", precisamente por su vinculacién con una postura clini- ca médica. Sin embargo, siguiendo el ejemplo dado, vamos a acordar en que un diagnéstico social apresurado, desacer- tado, erréneo, traeria ‘como consecuencia un mal plantea- miento del problema, y, por titimo, un desacertado planteo de las lineas de accién. La consecuencia social de esto es grave. Por ejemplo: “madre abandénica’, frase comun que 44 LA PRACTICA PROFESIONAL DEL PERITO TRABAJADOR SOCIAL aparece en muchas pericias judiciales, 0 “vinculos arméni- 08”. Cémo definimos estos términos, cémo construlmos este dato?, y finalmente, zqué lineas de accién se proponen a los fines de la intervencién social? El tema central propuesto es considerar los contenidos de este tipo de informe, y hasta aqui se han planteado al res. ecto las cuestiones elementales, con los respectivos interro. gantes a considerar para la reflexién, En su estructuracién interna, ademés de los datos de pre- Sentacién @ identiicacién, este informe debe contener, aun: ue con distintas denominaciones, los siguientes datos y va. fiables de andlisis: grupo familiar conwiviente y no conviviens te; breve resena de la historia familar; situacién laboral, eco. némica, de salud, de vivienda, de recreacién, educative y Social; diagnéstico; pronéstico; lineas de accién. La elaboracion de este informe no es un relato descript- vo, cronolégicamente redactado, de los hechos. Este infor. me puede incluir aspectos descriptivos en una primera par- te, de presentacién del problema, y/o la descripcisn de la tax fea llevada a cabo durante un perfodo determinado de la in. tervencién. Pero luego debe constar de oiras dos partes im Portantes: aspectos analiticos, dentro de los que van a apa. fecer analizadas las variables tomadas en consideracién, y aspectos conciuyentes, donde se expondran las conclusic, ‘nes sobre el problema, Las conclusiones no son acabadas sino que se transforman en propuestas, o posibles alternati. vas de solucién. Estarian aqui las propuestas, orientaciones derivaciones, sugerencias, etc. , No seria desacertado reiterar que es fundamental en esta elaboracién saber que el contenido de cada variable, es decir, lo analizado alli, debe poder ser tundamentado técnica y Profesionalmente. No podemos decir ‘vinculos arménicos’ sin saber dénde, cémo, cuando comprobamos, vimos o veritica. mos "esa armonia’. De dénde sacamos tal apreciacion para que deje de convertirse en tal y pase a ser un dato de la realidad, susceptible de ser interpretado fan pr como variable de 45 LA PRACTICA DEL PERITO TRABAJADOR SOCIAL {Qué decimos {os trabajadores sociales en un Informe Socio-Ambiental? Tenemos que saber. Los trabajadores sociales sabemos que no trabajamos con el inconsciente, pero fundamentalmente debemos saber que ‘con nuestro informe, que es palabra escrita en un documen- to, y que lo len muchas instituciones, 0, dentro de una mis- ma institucién, los distintos programas que la conforman; con lo cual no solamente decidimos sobre la vida de una perso- na y/o familia, sino que muchas veces establecemos “este~ reotipos”, “rotulamos’, ‘institucionalizamos’, "judicializamos Esa marca, ese rotulo, queda en la familia, Mientras no- sotros intervenimos hay posiblidad de reflexionar al respec to y modificar con otro informe esas improntas; pero si an- tes de que ello ocura e informe pasa a otra institucién, por ejemplo al Poder Judicial, ya no hay retorno; eso que se dijo lo toma el juez, con ello decide, y luego dicta sentencia. No es slo a insfitulén juriaica quien juzga y dicta sentencia; otras instituciones también lo hacen, también” juzgan" y tam- bién “dictan sentencia". Las escuelas, por ejemplo. Todos estos cuestionamientos tienen como centro de la problema- tizacién la cuestién ética, ALGUNAS REFLEXIONES En una primera retlexién vamos a decir que el Informe Social es el lugar de la intervencién de mayor “exposicion profesional’; esta en la institucidn, en el expediente de un ju2gado, en el legajo del Consejo Nacional del Menor y la Familia, en la historia clinica del centro de salud...; plantea la particularidad de que toda persona que tenga acceso a esa documentacién podra leer nuestro informe, y entre estas per- sonas se encuentran otros colegas, otros profesionales, el juez... pero también estd la familia, la persona... Todos ellos van a leer nuestro informe, nuestra tarea profesional. Van a ver qué escribimos, cémo lo hacemos, de qué hablamos y de quiénes, y qué opinamos protesionalmente... Es el lugar de mayor exposicidn. Alli decimos, por ejemplo, “rasgos 46 LA PRACTICA PROFESIONAL DEL PERITO TRABAJADOR SOCIAL —_LAPRAGIICA PROFESIONAL DEL PERITO TRABAJADOR SOCIAL __ Psicdticos” si trabajamos en salud mental; “hacinamiento, falta de higiene y promiscuidad’ si trabajamos en vivienda; frases, Palabras, diagnésticos... intimamente relacionados con las cuestiones éticas, con juicios de valor. Dado que el trabajador social es uno de los pocos profe- sionales que tienen acceso a la vida cotidiana de la gente, es posible caracterizar a la protesin como esencialmente interventiva. Asi resulta desatiante involucrar la tarea en ol contexto de las nuevas cuestiones sociales, que exigen res- Puestas diferentes a las del siglo pasado. Repensar el Infor- me Social es parte de ello; revisar su elaboracién en térmi- ‘Nos éticos significa romper con viejos modelos que muchas veces hacen iatrogénica la intervencién y que por uso de la costumbre nos impiden salir de una alienacién rutinaria, don- de entonces el Informe Social se convierte en un relato des- crriptivo de hechos aislados de la vida de una persona. Este €5 un instrumento de poder con el cual vamos a decidir so- bre el futuro y la vida de las personas, de las familias. El poder no debe ser visto como algo "malo", sino ser re- conocido para saber utilizarlo, aludiendo aqui a una concep- cidn ética. No es malo tener poder, en todo caso lo malo sera la utiizacién indiscriminada que hagamos de él y el modo en que 10 instrumentemos hasta la elaboracién del Informe Social o Socio-Ambiental Se debe entender con absoluta claridad que el informe no es s6lo un documento que transmite informacién a otfo, sino que su papel es dar cuenta de un producto de a interven- cién profesional, y esto implica modificacion de la realidad; de lo contrario, no hay intervencién. La informacién con relacién al secreto profesional y/o di- vulgacién de la informacién establece un planteo ético que requiere ser reconsiderado permanentemente en la elabora- cién del instrumento de referencia. Pues es imprescindible Visualizar con quién tenemos ese secreto profesional para detectarlo en su contradiccién; la divulgacién que se hace cuando queda plasmado en un legajo que recorre todo un Circuito institucional a7 LA PRACTICA DEL PERITO TRABAJADOR SOCIAL n valores supremos y El respeto, la libertad y la justicia sor a considerat, para revisarlos en nuestro quehacer cotidiano alos fines de mediarlos en el Informe Social. ASPECTOS PROCEDIMENTALES Todo juicio se inicia con una demanda y continia luego con una contestacién de la demand, Se sucedon las aucien- cias y se produce la apertura a prueba. Esto significa que a partir de ese momento las partes tienen treinta dias para pre ntar las pruebas. Cada vez que hay menores, incapaces o ausentes involucrados, aparece la figura del Defensor de Moras, Cuando nalz el ermpo de apertira a prueba, se pide Serr tencia, Luego se regulan los Ronorarios: si hay apelaciones Je se resuev an a la Camara de Apelaciones hasta que se ara iniciar el tigio hay que pagar una tasa luda pero el Codi revé la posibilidad de “ltigar sin gastos”. : le brueba percial esta cargo de un perto Unico de ha cio que para acceder al cargo debe estar sneha en el i fa. de inscripoién del fuero que correspon ar Capital Federal la inscpcin se realza on el mes de actubrede cadaafo, yelinloresao de evar fa primera vez itulo ori de identidad y ; titulo original, fotocopia, documento la profesional alia. y pagar una estarpila por set ie $ i ta llevar titulo original, por- Los aftos siguientes no hace fal - que queda registrado ene! sistema de computacién. Actual mente, y desde el ano 1999, la inscripcién para Capital Fet ralla hace el Consejo Proesional de Asistentes Sociales, Un requsto para el desempero de la funcién es que el perito sea un “experto” en el tema. Otro requisito es que te in minimo de 5 afos de recibido. . : eo perito tendra que tener domicilio constituido en Capita Federal. Si cambia de domicilio debe comunicarlo a la Cé- ‘mara del fuero correspondiente. 7 La regia general establecida en el articulo 458 dice que 48 a EEE LA PRACTICA PROFESIONAL DEL PERITO TRABAJADOR SOCIAL la prueba pericial estard a cargo de un perito designado de oficio. Sin embargo, hay casos en que se pueden nombrar tes, como por ejemplo “en los juicios de nulidad de tester mento”. El juez fijaré fos puntos de pericia y el plazo en que cl experto deberd expedirse. El perito aceptard el cargo ante 6! oficial primero dentro del tercer dia de notiticada su desig. nacién. De lo contrario, el juez nombrara a otro Sieljuez comunica a la Cémara la falta de aceptacién del cargo, ésta puede llegar a disponer la exclusién del profe- sional del listado de peritos, si considera que no hubo causa justificada para su negativa. La remocién del perito puede proceder recién después de haber aceptado el cargo y en los siguientes casos: renunciar sin motivo, negarse a dar el informe, no presentar la pericia oportunamente. Como efecto de la remocién, el juez puede nombrar otro Perito y aqueél pierde el derecho a cobrar honorarios. EI perito de oficio, una vez que acepté el cargo, puede solictar un anticipo de gastos dentro de los tres dias después de la aceptacién. Una vez que el perito hizo su tarea debe presentar el in- forme, y el juez puede solicitar una nueva pericia Cuando hay una urgencia por conocer la opinién del pe- fito, el Cédigo dispone la posibilidad de un dictamen ine. diato por escrito o en audiencia La competencia técnica del experto es uno de los elemen- fos que el juez tendré en cuenta para estimar la fuerza pro. batoria del dictamen pericial El juez va a solicitar Jos puntos de pericia. Ya hemos hablado de esto, pero conviene enunciarlos brevemente: el trabajador social puede realizar pericias sobre alimentos, régimen de visitas, divorcios, tenencia, adopciones, protec. cion de personas; éstas son las mAs solicitadas Del procedimiento es pertinente decir que cuando el per {0 es designado por el juez para interverir en un caso, se lo hace saber por cédula, como una de las maneras de notif. carle la designacién. 49 LA PRACTICA DEL PERITO TAABAJADOR SOCIAL La cédula la lleva el oficial notificador al domicilio consti- tuido por el perito, quien la recibe y firma al dorso. El oficial la firma y coloca en el original dia y hora en que fue recibi- da, y deja la copia para que el original vaya al expedient. Una vez recibida la cédula informando la designacién en los autos correspondientes, y la resolucién del juez, se debe concurrir al juzgado de referencia (el que indica la cédula) a fin de "aceptar 0 no el cargo”. Para aceptar el cargo se lleva al juzgado la cédula, el do- ‘cumento nacional de identidad y la matricula profesional, para ‘que completen los datos respectivos en el expediente, anun- ciéndose previamente en mesa de entrada; luego se firma de conformidad, lo que implica que el cargo fue aceptado Plazos. El plazo para la aceptacién del cargo es de tres dias habiles a partir de la notificacién. Por lo general este plazo se indica en la cédula. Los tres dias se cuentan a partir del dia siguiente de la notificacién. Por ejemplo: si se recibe la cédula un lunes, se cuenta martes, miércoles y jueves, pero ‘como ademas hay dos horas de gracia, se pueden tomar las dos primeras horas del dia siguiente. Es decir, en este ejem- plo hay tiempo hasta ol viernes a las 9:30 hs (ya que el ho- rario de tribunales es a partir de las 7:30 hs). Si el cargo no va a ser aceptado hay que notificarlo por escrito, pidiendo el reemplazo o brindando excusas; es de- cir, hay que informar al juzgado los motivos de la no acepta- cién. Para ello puede haber distintas razones: porque ya te- emos otro cargo que se superpone a éste en los horarios; porque existen dificultades para intervenir en el caso; 0 por- que hay una licencia en curso. En cualquier caso, hay que dar las razones. Sélo se pueden tener cuatro rechazos de cargos en el transcurso del afio; el juez lo informa a la Camara del fuero correspondiente y luego del cuarto se saca al perito del lsta- do de oficio. Las notificaciones. Hay distintas formas de notificar las resoluciones judiciales. Una es por cédula, como ya explica- ‘mos. Otra, y muy importante, es la notificacién tacita; signi- 50 LA PRACTICA PROFESIONAL DEL AITO TRABAJADOR SOCIAL fica que cada vez que alguien pone un escrito en el expe- diente se presupone que esté en conocimiento de todo lo que contiene éste con anterioridad a dicho escrito. Del mismo modo que cuando se solicita el expediente en préstamo se- gunn el articulo 127 del CPCCN. También existe la notifica- cién por edictos. Es cuando hay juicios concursales (ley 19.551). Cuando se trata de personas inciertas 0 se desco- noce el domicilio, se publica en el Boletin Oficial y en algun eriddico de mayor circulacién el ultimo domicilio del citado © del lugar del juicio. La resolucién se tendré por notificada al dia siguiente. Por Gltimo, la notificacién por Ministerio de la Ley; ésia también es sumamente importante para tener presente una vez que se acepté el cargo. Significa que los dias martes y viemies son dias de notificacién de resolucio- nes. Es decir que cualquier resolucién dictada los viernes 0 los lunes seran notificadas los dias martes; y las dictadas martes, miércoles o jueves, serdn notiicadas los viernes. En caso de que el martes o viernes respectivo sea feriado, se considerard el dia habil siguiente. Siempre que sea necesa- rio notificarse de alguna resolucién es conveniente ir al juz~ gado los dias martes y/o viernes, especialmente si hay pla- zs préximos a vencer. La licencia. Esta se informa por escrito y con copia a la Camara del fuero que corresponda, explicando los motivos de la misma. Luego la Camara informa a los juzgados de di- cha licencia El libro de notas. Es comin que este libro lo utilicen los abogados cuando el expediente no esté en letras y desean dejar constancia de que ese dia concurrieron para verlo y no estaba. Los peritos también podemos utilizarlo, aunque no es comin y en algunos casos hasta se desconoce su utilidad, Se trata de un libro foliado donde debemos completar los datos que piden: fecha con dfa, mes y afo, profesién y card- tula de autos. Este libro se puede pedir, por ejemplo, si no estd el expediente y se estd por vencer algtin plazo procesal para la presentacién de algin escrito Respecto de algunas formalidades del funcionamiento de 51 LA PRACTICA DEL PERITO TRABAJADOR SOCIAL los juzgados, se puede aclarar que el horario de atencién de los mismos es de 7:30 hs a 13:30 hs, de lunes a viernes. Cuando los plazos procesales no son respetados, las pre- sentaciones son extempordneas. Cuando el expediente no esté puede ser por distintos motivos. Porque “no esta en le- tra’, lo cual significa que no est4 en los casilleros que corres- ponde, donde estén separados por orden alfabético y por ape- llido de quien demanda. Porque “esta a despacho’, significa que esta separado para que el juez lo vea a fin de tomar alguna resolucién. Cuando ‘esté a la firma”, es que lo tiene el juez y esta resolviendo. "Pasé a la Camara’, significa que por alguna raz6n el expediente fue apelado y pasd a la Ca- mara de Apelaciones del uero correspondiente Por titimo, es importante saber que todas las presenta- clones que se hagan deben ir con copia a las partes, tantas como partes haya en el jucio. Respecto del cargo, hay que aclarar que un punto es la aceptacién del cargo a llevar adelante, y otro es el “cargo” que ponen en mesa de entrada cada vez que se presenta un escrito. Alli, cuando reciben los escritos sellan con una ma- quina el dia y hora en que fue recibido por el uzgado. Hasta aqui hemos dado a conocer los principales aspec- tos procesales que guiaran la tarea del perito en este senti- do. Entendemos que para una ampliacién de la informacién al respecto habré que remitirse a los Cédigos correspondien- tes, sin perjuicio de resaltar que el eje de nuestra interven- n es “lo social”. LA INTERVENCION PROFESIONAL DE LA INSERCION DEL PERITO ALA EJECUCION DE LA TAREA PERICIAL De la metodologia: siguiendo a Juan Barrelx y otros en ‘Metodologia y Método en Trabajo Social, se habla de pasos, etapas, esquemas. Este es un concepto muy limitado y no 52 me LA PRACTICA PROFESIONAL DEL PERITO TRABAJADOR SOCIAL da cuenta de un proceso que se lleva a cabo en un tiempo yun espacio, y de forma dialéctica. La metodologia como proceso implica: Puntos de partida: para conocer una realidad. Estos contienen la filosofia sobre la que se construye el planteo metodolégico. Es el enfoque glabal con el que se va a ana- lizar la realidad. Este deviene de la visién de mundo que se tenga segin la matriz te6rica con que se aborda el conoci- miento de la realidad. Constituye el esquema conceptual y forma parte del marco te6rico con el que se aborda el objeto de intervencién del Trabajo Social Los lineamientos: se desprenden de los puntos de par- tida y son el primer producto sistematizado de los mismos. Constituyen el esquema referencial, que comprende ideolo- gia, valores, etc. Es decir, la filosofia es ahora lineamiento conereto para la accién. Los elementos: son las partes que integran la realidad a conocer. Son dimensiones més pequeftas de la realidad, dado que no puede conocerse ésta en su conjunto Es por ello que se necesita de métodos: son las formas que utiliza el hombre tanto para actuar sobre la realidad como para sistematizar los conocimientos obtenidos de ella. Por tiltimo, los objetivos de la metodologia, que contie- nen las paliticas globales que se plantea el enfoque me- todologico. Entonces, para abordar una problemdtica, primero hay que ordenar los elementos dispersos que se cree conocer, ya que la misma se presenta en principio desordenada y caética. Por ello se la detiene arbitrariamente en algtin pun- to para conocerla, estudiarla y tener una idea general de su dinamica de funcionamiento. Son aproximaciones sucesivas a la realidad Luego se inicia el abordaje de la prolematica, aunque to- davia hay elementos de ella que no conocemos. Pero si sa- bemos que esas manifestaciones no son producto de la ca: sualidad sino que son comprensibles y tienen una expli- cacién. 53 LA PRACTICA DEL PERITO TRABAJADOR SOCIAL Respecto de la intervencién podemos decir que si ésta es modificacién de ta realidad, y si el Trabajo Social es un accionar politico, entonces acordamos con Margarita Rozas, quien argumenta que la intervencién se construye en la de- finicién del campo problematico. Es decir, en la porcién de realidad sobre la que nos toca actuar. Este campo problematico se construye en la reproduccién social de la vida cotidiana de los distintos actores sociales intervinientes. A su vez, la vida cotidiana es el espacio con creto en el que los sujetos construyen y configuran la socie dad y le dan sentido a su vida, y donde se pueden explicar los aspectos més significativos de la vida social. La autora de referencia dice: La vida cotidiana expresa la trama social en la cual los sujetos articulan su existencia en relaci6n a la lucha por la satistaccién de necesidades. De este modo entendemos que es fundamental delimitar el problema objeto de intervencién en el area de los perita- jes. Es decir, ese problema social con el que vamos a traba- jar para definir con mayor precision: 2qué trabajo social va- mos a realizar con la familia que llega a los tribunales?, {cual sera ese trabajo social que nos identificar para abordar di- cho objeto?, ;cual sera la diferencia respecto del trabajo so- cial que puede realizar un psicdlogo trabajando en el mismo programa de una institucién, haciendo tarea de campo, en terreno, 0 con una pericia en el poder judicial? Detenerse en esta cuestin es importante para saber dénde y cémo poner nuestras energias, de manera de com- patibilizarlas con las de otros profesionales interdisciplinaria- mente. Si bien tenemos elementos de psicologia, antropologia, sociologia, esto no nos convierte en psicdlogos, antropslogos, socidlogos; por lo tanto nos compete a nosotros utilizar esos ‘conocimientos para trabajar con la persona sobre los aspec- tos sociales, sobre lo que ella trae, sobre lo consciente, so- bre lo real, y ponerla a disposicién de otras disciplinas para optimizar recursos y hacer més eficaz la accién. 54 LA PRAGTICA PROFESIONAL DEL PERITO TRABAJADOR SOCIAL —_LAPRAGTICA PROFESIONAL DEL PERITO TRABAJADOR SOCIAL DEL PROCESO METODOLOGICO EN LAS PERICIAS En este desarrollo se pone énfasis en la insercién del Perito, es decir, cémo se inicia su insercion y cémo se desa- frolla. Desde su primer contacto con el expediente, cuando va a aceptar el cargo, hasta la presentacion de la prueba Pericial (el informe). Desde cémo se conecta a través del mis- ‘Mo con la familia, hasta qué significa ese “expediente” para los trabajadores sociales, esencialmente porque ali estan las. Personas con las que va a intervenir: las familias, los sujetos de derecho, los ciudadanos. El trabajador social no podra tener una mirada ingenua en este proceso de insercién. Debe conocer la coyuntura en la cual se desarrolla el proceso judicial y el papel que juega cada uno de los actores intervinientes, incluyendo el conoci- miento del contexto social que rodea a la situacién tanto macro como microsocial Es fundamental considerar en dicha intervencién a los actores sociales involucrados en el ltigio. Entre ollos: _ La familia, Es necesario fijar posicién respecto de la ta- milla, diciendo que al intentar definirla conceptual e ideol6gi- camente la colocaremos en su acontecer histérico, y en el mareo general de los Derechos Humanos. Asi, seid esencial mirarla desde el respeto basico a la persona, a su dignidad, a su integridad y a su libertad. De modo tal que la insercién comenzard con esta vincu- lacién primera que se hace con el expediente. Hay que acer- carse a él, leerlo, conocerlo, entendiendo que alli se esta hablando de las personas, sujetos de derecho, Esta lectura va a conectar al profesional, por primera vez, con uno de los actores sociales involucrados en el proceso judicial: la familia Hay que tener presente que se trata de una tamilia en situacién de contlicto que acude a la Justicia en busca de ayuda para poder resolver una situacién que no ha podido Ser resuelta en el Ambito doméstico, en el ambito de lo pri- 55 LA PRACTICA DEL PERITO TRABAJADOR SOCIAL vado, pasando asi de dicho ambito al Ambito de lo pi biico. Esa familia tiene una dindmica propia, particular, y cuan- do llega a la Justicia lo hace en situacién de “pelea’. Cabe recordar que familia también son: tios/as, abuelosias, pri- mos/as, etc. Los mados de pedir ayuda pueden ser diversos, pero por lo general se producen a través de sentimientos de odio, venganza, desorientacién, rechazo. : Pero siempre que se trate de resolver alguna cuestin judicial, ésta traera implicada una situacién social. Alguien (por ejemplo, los abogados) podra preguntar: zqué es lo social?, y ed6nde esta? _ Lo social son concretamente esos “seres humanos” atra~ vesados en sus dindmicas por la interrelacién con el mundo exterior; la escuela, el trabajo, los amigos, y/o la falta, preci- samente, de posibilidad de conourrir a la escuela, la falta de trabajo, la falta de amigos... Por esto afirmamos que ellos son los actores principales de este escenario social en el contexto del reclamo a la Justicia por algun derecho vio- lado, 0 un deber no cumplido. Y no estamos hablando aq alin, de situaciones extremas tales como abuso, violacio- nes, ete. Entre los miembros de una familia hay “alguien” que merece especial atencién por su proyecto de futuro, por su potencial, por su indefencién, porque no pudo elegir ni quiso esa situacién: el nifio. EI nifio. Cada vez que dos adultos, madre y padre, tie- rien un iitgio juaicial, quienes resultan ser los mas perjudica- dos son los nifios. Y siendo ellos el motivo que una vez uni alos padres, pasan a ser motivo o excusa de la separacién ‘0 desunién, Son “utilizados” en y para la pelea. Justamente este es el lugar que los nifios vienan a ocupar sin quererlo, sin desearlo, sin elegirlo. En esa pelea de los padres, los nifios ocupan el lugar de! medio. Son empujados a optar por quién es el mas bueno, son tironeados de ambos lados con frases tales como: “decile atu madre”, “decile a tu padre”. Son el nexo de un didlogo 56 LA PRACTICA PROFESIONAL DEL PERITO TRABAJADOR SOCIAL fracturado e interrumpido por los progenitores. Si el papa no paga la cuota alimentaria, Ja mamd no le permite ver a los nifios; sin embargo, “ellos quieren ver al papa”. Asi el hijo, a veces menor, pierde el “derecho” de ver a su padre, pero ademas es cercenado en su “deseo” de verlo Si el papa formé otra familia, ella le prohibe ver a los fos: si la mama formé otra familia, é1 le quiere quitar la te- nencia Estos son sélo algunos de los ejemplos de las “peleas juridicas” con las que llega una familia al tribunal, para to tomar ejemplos de situaciones més comprometidas ‘como denuncias y/o sospechas de abuso, donde se ponen en juego estructuras de personalidad, situaciones de violen- cia, etc. Ese hijo, ese nifio, permite que el perito asistente social se ubique en el contexto familiar con mayor precisién. También es 61 quien va a poder hacer pensar al resto de los adultos, si alguien les permite la reflexin, incluidos los profesionales, y aunque sea desde el discurso oficial: “por el bienestar supe- fior del nifo’, “porlos derechos del nino". Una doble tarea para cl perito: por un lado, ubicarse al lado del nifio para compren- der el contexto familiar, y por otro sacarlo del lugar donde lo Pusieron, Por ello es fundamental “escuchar su voz", po- sicionados desde un marco general, como proponemos aqui. Los letrados. Los abogados son los que van a defender a esa familia, por separado, y esto no esta mal; cada letrado va a defender a “su cliente”. El hecho es cémo lo defiende; si puede visualizar la situacién de conjunto, al menos pen- sando en que hay un nino que en la resolucién final puede ser el més perjudicado, para considerarlo en la defensa. Se supone que la relacién letrado-cliente se basa en una rela- ion de confianza mutua. De tal modo, el profesional podra asesorarlo, pero también orlentarlo en aquello que puede estar desorientado, sea por rencor, 0 dolor... Por ejemplo: *si pide ver al ninio” habré que recordarle que tendré que pagar alimentos, porque las dos cuestiones son derecho de fami- lia, y las dos son importantes y benefician al nfo, 57 LA PRACTICA DEL. PERITO TRABAJADOR SOCIAL De esto se desprende la necesidad de esa mirada social de la familia por parte del perito asistente social, y la impor- tancia de intentar incluir a los letrados para lograr acuerdos minimos entre profesionales que permitan un trabajo de interconsultas e interdisciptinario en la pericia. Los abogados son algunos de los actores sociales que pueden facilitar u obstaculizar nuestra insercién. No debemos y no podemos obviarios, porque aunque quisiéramos hacer- lo ellos estan y tienen un rol protagénico en las decisiones de sus clientes. Ellos pueden influir positivamente sobre es- tos uitimos, precisamente por ese contrato previamente es- tablecido que se basaré en esa relacién de confianza mutua de la que hablébamos anteriormente. Pero también es cierto que pueden influir negativamente, incrementando “la pelea’. Otros profesionales e instituciones: Es probable que también sean parte de este escenario social otfos profesio- nales ¢ instituciones que pueden pertenecer 0 no al Ambito de la vida cotidiana de la familia, tales como la escuela, docentes, médicos, obra social, psicdlogos, hospitales, veci- nos, entre otros Es fundamental interactuar con ellos, pues tienen muchas informaciones acerca de la familia y pueden aportar datos ‘que, a los fines de la pericia, ayudarian a la evaluacion pro- fesional que el perito haga de la familia. Cabe recordar aqui que los hechos que retine la pericia deben ser verificables. Por otto lado, estos organismos o personas también pue- ‘den operar positiva 0 negativamente en nuestra insercién, y fundamentaimente en nuestra intervencion. Sin embargo, es preciso que consideremos estos ambitos como elementos de interconsultas profesionales que aportardn a la construccién de la verdad de los hechos. El barrio y sus organizaciones de base. Este es el lu- gar donde la familia desarrolla su vida cotidiana. La comuri- dad es el espacio mas importante de socializacién del nifio, antes que la escuela. All se retine con los amiguitos del barrio a jugar, etc. Asi también la comunicacién del grupo familiar con los vecinos es de suma importancia a los fines de con- 58 LA PRACTICA PROFESIONAL DEL PERITO TRABAJADOR SOCIAL siderarlo en el proceso de insercién Serato enol pr ibn y para las posibilidades Otros Ambitos. Al igual que en el caso anterior, habla- mos de espacios donde la familia pasa buena parte de su tiempo. Entre ellos, el trabajo. En éste y todos los Ambitos se tendrd en cuenta el res- guardo de a privacidad, porque aunque llegar a los tibuna. les ubique a la familia en el ambito de lo publico, esto no legitima penetrar en lo intimo, ' Ottos peritos. Entre otras pericias esté, por ejemplo, la Psicoldgica; el reconocimiento de ésta y a intercorsulta pro- fesional con los profesionales respectivos, pueden ayudar a larar dudas 0 confirmar hipétes: scl du at hipétesis en el caso que se esté El trabajo coordinado con la intercisciplinariedad puede ser enriquecedor y beneficiar en los resultados a toda la familia ya sea para la confirmmacién de diagnésticos sospechados o para desmitficar sospechas intundadas, ya sea para orlen, tar @ la familia ylo derivar a tratamientos pertinentes En su intervencién, el perito no puede trabajar aislado, solo; asf lo manifiestan los entrevistados de la investigacién Presente. El trabajo soltario s6lo aportaria al juez datos muy arciales y tragmentados de la realidad Hasta aqui se ha considerado a quiones do alguna ma- Nera se mueven desde afuera del espacio de los tribunales Pasaremos ahora a aquellos que pertenecen o estan dentro del juzgado. El empleado de mesa de entradas. Es comtin escuchar que la mesa de entradas es la cara del juzgado, 0 su puerta de entrada. De alguna manera es asi. Los empleados que atienden en dicho lugar suelen transmitirvericalmente el mo. dolo que reciben desde la superioridad, como también sue. len transforira la ctipula lo que reciben desde la base: pre- siones, quojas, cuestionamientos, y también agradecimien. tos, buenos trates, felicitaciones...Ellos son efectivamente la Puerta de entrada al juzgado; son los primeros que reciben al perito, son el primer lugar para acceder a la familia a tra, 59 LA PRACTICA DEL PERITO TRABAJADOR SOCIAL vés del expediente. Por lo explicitado, es un lugar muy vul- nerable, sobre todo si se piensa en la cantidad de personas demandando atencién. Es un espacio de mucha controntacién y donde “el poder” juega un rol muy particular. Est en disputa todo el tiempo, Asi, el empleado puede “abrir o cerrar” esa puerta de entra- da con su modalidad de atencién, que por lo general tiene relaci6n con la modalidad del juzgado. Generalmente los empleados son estudiantes de la carrera de Derecho, y esto también los coloca en un lugar especial de saber y de poder especificos: el saber del procedimiento judicial y el poder del control de la informacién, ya que ellos saben por lo general dénde y en qué situacién procesal esta el expediente que se solicita, Esta relacién saber-poder no es espectfica del empleado de mesa de entradas: atraviesa todas las instancias del Po- der Judicial; pero en el caso del trabajo con familias la mesa de entradas es el primer escalén de poder de esta institucién, donde se pueden encontrar estas dos categorias en juego: saber y poder. EI Defensor de Menores. Este es quien mas se puede acercar o identificar con la tarea del perito asistente social, pues su funcién es proteger y defender los intereses de! nifio, respecto de cualquier situacién de riesgo a la que éste estu- viere sometido, y para garantizar el cumplimiento de sus de- rechos, En consecuencia, toda vez que haya un nifo y estén peli- grando su integridad y sus derechos y garantias constitucio- rales, y los que emanen de la Convencién Internacional de los Derechos del Nifio, tanto el perito como el Defensor de Menores en primer lugar deberdn intervenir para protegerlo. Esto implica que el Defensor de Menores debe tomar en consideracién, entre otras cuestiones de orden legal y jurid co, las pericias que aporten elementos que indiquen la ne- cesidad urgente de proteccién del nifio. Entre ellas, la del perito asistente social, que va a brindarle los datos socio- ambientales y relacionados con la dinémica familiar y su con- 60 LA PRACTICA PROFESIONAL DEL PERITO TRABAJADOR SOCIAL texto, que lo ayuden a conocer y comprender la situacién del nifio en dicho contexto, ‘También se puede acudir al Defensor de Menores cuan- do la particularidad del caso lo requiera por alguna situacién de violencia que ponga al nifio en riesgo. Por ejemplo, si en un régimen de visitas se produce un hecho violento y el juz- gado esta de feria para resolver una suspensién del régimen, se puede acudir al Defensor de Menores. Traigo como ejem- plo una de mis pericias, que dice: *...Solicito se suspenda el régimen de visitas de los autos (...) por violencia fisica de! abuelo materno hacia el progenitor en presencia de los ni- fos y de esta perito...", previa orientacién de denuncia pol- cial del hecho, y posterior resolucién del Defensor de turno acompafiando lo solicitado por el perito Otra pericia, que llega al Defensor de Menores de la Camara de Apelaciones, es tomada en consideracién dando elementos para que se produzca “prueba indirecta’. Se tra- taba de un padre con hijos de distintas parejas que desco- ocfa su obligacién alimentaria. El Dr. Alejandro Molina, De- fensor de Menores de la Camara de Apelaciones, resuelve: “...desestimar la apelaci6n por falta de méritos y tomar en consideracién los informes del perito asistente social para pro- ducir prueba indirecta a fin de resolver obligar al progenitor a cumplir con su deber de alimentos..." ‘Aqui es preciso recordar el concepto vertido sobre “el dictamen del perito”: “la extralimitacién no acarrea necesa- riamente la anulacién de la pericia’. Por otra parte, lo que alli se expresa queda en el expediente, y en una etapa proxima puede convertirse en el medio de prueba. Conviene aqui hacer mencién a la Ley Organica del Mi- nisterio Publico N? 24.946/98, que emana del articulo 120 de la Constitucién Nacional, que en sus articulos 52, 53, 54, 55 se refiere respectivamente a la Defensoria General de la Nacidn, a los Defensores Publicos de la Corte Suprema de Justicia de la Nacién y a los Defensores Pablicos d2 Meno- res e Incapaces, respecto de sus funciones, deberes y atri- buciones. Sin dnimo de transcribir la ley, podemos decir que ot LA PRACTICA DEL PERITO TRABAJADOR SOCIAL retende anunciar la separacién de estos funcionarios de ia estructura formal del Poder Judicial, ubleéndose como un cuerpo “autarquico”. Lo que, desde la propuesta de interven- cién social que aqui planteamos, los posicons favorablemen- la posibilidad de acompafar lo social : El uez 2Qué papel juega el juez en el escenario que estamos considerando y en el momento de la insercién? Su funcién es dictar sentencia, Su lugar en la estructura jerér- quica se ubica en la cispide de una pirémide. Segin su mo- dalidad de funcionamiento, podrd faciltar u obstaculizar nues- tra tarea, dependiendo de que tenga una actitud de rigurosi dad procesal o pueda mantener una actitud de mayor aper- tura hacia lo social. El va a determinar de alguna manera limites y posibilidades de nuestra insercién. Sin embargo, en la medida en que tanto la funcién como los espacios de poder son dindmicos, podrén ser modificados seguin las estrategias de insercién que el perito se plantee. El perito, como colabo- rador del juez, tiene algunos privilagios, ya que tiene acceso directo al magistrado, mas que los letrados, ya que éstos son artes parciales”, pues cada uno tiene “su cliente’, y el pe- s imparcial me uchas veces la resoluién judicial depende de la prue- ba pericial del perito, de su intervencién, de su informe; otras veces el perito tiene acceso directo al juez, pues puede ser llamado por éste para aciarar algin punto de la pericia, sin que sea necesaria la aclaracién por escrito; a veces se hace necesario mantener una entrevista con él para acercar algu- jesta de resolucién urgente. ii immportancia do visualizar estos aspectos reside enel grado de idealizacién 0 no que se pueda hacer de la figura del juez. Se lo puede ubicar en un lugar de poder “absoluto”, que impida el acercamiento, 0 por el contrario, ubicarlo en un rol mas gil, que permita mantener un contacto de mayor fluidez, 62 DEL DIAGNOsTICO Para finalizar este punto diremos que en el proceso Metodolégico de intervencién del Trabajo Social en el area de los peritajes también es de fundamental importancia recon. siderar el tema del diagnéstico. En esta cuestién hay mucho para reflexionar, y no es ob- jetivo del presente trabajo profundizar sobre ello, pero al ‘menos vamos a enunciar algunas preocupaciones. {Qué necesita la persona que recurre al servicio?, 2qué pide y qué se le da? Las respuestas a estos interrogantes darn como resultado conocer la calidad del servicio y los tipos de diagnéstico que se hacen para responder a las de- mandas de la poblacién que llega a la institucién Se puede evaluar aqui la pertinencia o coherencia entre estas preguntas y las respuestas del servicio a través de las Sucesivas entrevistas. ¢Escuchamos lo que necesita la per- Sona? ZQué hacemos con lo que pide? ; Qué le damos? Volvernos a tratar aqui el tema ético: el respeto a la per- sona sujeto de derechos, a su dignidad. Ya hicimos expreso los ejes que atraviesan la modalidad de intervencién en esta Propuesta metodolégica: la persona sujeto de derechos y la &tica profesional. Sabemos que hay un déficit en la produccién intelectual sobre el tema, por lo menos en el campo del Trabajo Social con familia, pero especialmente en el campo de la Justicia encontramos elaboraciones diagnésticas imprecisas y confu- sas, lo que lleva a repensar seriamente al respecto, ya que diagnésticos desacertados conducen a lineas de accién inadecuadas, lo cual vuelve a tocar el tema ético, ya que con #508 diagndsticos “se decide sobre los otros”. Por ejemplo, Que un nifio “abusado por su progenitor’, con un diagndstice impreciso 0 ambiguo, siga siondo abusado por continuar la vinculacién entre ambos. En la prdctica se confunde el diagnéstico con “una breve fesefia del caso”, y no se tienen presentes, aunque mas no Sea en los enunciados, los distintos problemas que atravie- 63 LA PRACTICA DEL PERITO TRABAJADOR SOCIAL san la contlictiva familiar, sobre todo cuando a modo de pe- leas se instalan en los juzgados. Para finalizar este punto cabe aclarar que acordamos con M. Rozas en que en el proceso de intervencién hay momen- tos de conocimiento de la realidad, planiticacién de la tarea y diagnéstico de situacion LAS TECNICAS DE INTERVENCION Para comenzar el desarrollo corresponde hacer referen- cia a las técnicas de intervencién en Trabajo Social para el abordaje familiar En principio, no deben confundirse las técnicas de inter- vencién social con técnicas recreativas 0 de juegos; en todo caso éstas serén un recurso muy valioso que el profesional podra utilizar para implementar algunas estrategias de inter- vencién, como por ejemplo para el trabajo con grupos ope- rativos, pero de ningtin modo reemplazaran a las técnicas pro- pias del Trabajo Social ‘Quiero advertir que quien suscribe es Maestra Municipal de Recreacién, por lo que seré una de las primeras en valo- rar y saber fundamentar el valor pedagégico del juego; pero si liamo la atencién respecto de que no es una técnica del Trabajo Social. Es un recurso mas, que contribuye para que el Trabajo Social pueda operar cambios en términos de ac- cién social, y a los fines de la intervencién profesional. Por otro lado, se hace necesario actarar también algunos conceptos que se manejan, sobre todo en el drea juridica y también en la de salud, que aparecen como técnicas de in- tervencién: la Mediacién y la Terapia Familiar Sistémica. Am- bos son postgrados; el primero corresponde al rea de la Justicia y se utiliza para resolver contflictos a fin de evitar lle- gar a la controversia judicial; y el segundo corresponde al area de la psicologia y se utiliza como una forma de abordaje familiar especializada en terapias breves. Confundir estos ‘conceptos conduce a la utilizacién indiscriminada de estas es- pecializaciones. 64 LA PRACTICA PROFESIONAL DEL PE! TRABAJADOR SOCIAL Es decir, no se puede utilizar técnicas si no se conocen sus implicaciones y/o consecuencias en la familia, ya que corresponden a una formacién y capacitacién especifica. Por ejemplo, las técnicas de terapia familiar no pueden estar en manos de quien no se capacité para instrumentarlas. Hechas estas salvedades, podemos decir ahora que las técnicas a las que nos referimos en Trabajo Social son he- rramientas que se convierten en instrumentos de funciona- miento para que el trabajador social pueda abordar el objeto de intervencién A partir de su aplicacién el profesional podra actuar con una familia para recoger informacién, conocer la familia, sus caracteristicas de funcionamiento, sus preocupaciones; pla- nificar estrategias, formular diagnésticos, proponer lineas de accién, modificar la realidad. Por su cardcter instrumental, Permiten recoger esa informacion, hechos, conceptos, obte- ner un producto, facilitar la retlexi6n y la expresion de las personas, facilitar procesos de socializacién, aprendizaje, ‘comunicacién, organizacién. Las técnicas especificas son, entonces: la Entrevista, la Entrevista o Visita Domiciliaria, la Observacién. Por supues- to que las mismas no tendrn sentido si carecen de objeti- vos, direccionalidad y coherencia en la intervencién. Los criterios para la seleccién oportuna de las téénicas soni 1) Que se adecuen a la realidad. Para ello hay que con- siderar el momento de la intervencién; si es la primera vez ‘que vamos a tomar contacto con la familia, si ya la conoce- mos, si es una urgencia, etc. También depende de la parti cularidad del caso. Cada familia es Gnica, particular. 2) La productividad del caso: aleanzar los mejores resul- tados con los recursos con que cantamos, para lo cual ha- bra que tener claramente definido en qué casos derivar y orientar a instituciones pertinentes. 3) La participacién: promover la participacién de los bros en la resolucién de los problemas m 65 LA PRACTICA DEL PERITO TRABAJADOR SOCIAL, El entrenamiento o habilidad del profesional para llevar a cabo una técnica no deviene solamente del conocimiento tedrico y de la practica que lo acompafie, sino que también requiere de la posibilidad de supervisar la tarea, entendien- do como tal el espacio que se genera en la institucién para repensar con otros las posibilidades de soluci6n al problema; © fuera de ella, con quien tenga un conocimiento adecuado y suficiente del area. LA ENTREVISTA Para llevar a cabo las entrevistas de manera que la per- sona se sienta escuchada y contenida, el trabajador social deber ser buen conocedor de ciertos elementos. En primer lugar, debe conocer cuales son los recursos de la institucién, a fin de poder asesorar, orientar y derivar, con el objetivo final de que la persona entrevistada pueda conocerlos, utiizarlos y gestionarios En segundo lugar, debe conocer los recursos del barrio, que permitan ademas de las acciones seftaladas anterior mente realizar interconsultas, posibilitando a su vez una tarea interdisciplinaria Hay que tener presenta que la tarea interdisciplinaria, como el trabajo en red con otras instituciones, protesionales, vecinos del barrio, amigos y/o familiares, es de suma im- portancia, ya que aportara conocimientos y elementos que permitiran abordar de modo integral el trabajo con familias, Sobre todo para aportar a la resolucién del contlicto. Recorde- ‘mos que un problema nunca es individual, sino social. En caso de ‘Violencia familiar” serd prioridad conocer qué recurso barrial puede orientar un tratamiento, para no derivar a una terapia de apoyo que no tenga respuesta por no integrar al contexto de “lo social’. Elltercer aspecto que debe conocer es el marco teérico con que la institucién aborda el objeto de intervencién. Si bien nosotros somos parte de la institucién y deberiamos 66 LA PRACTICA PROFESIONAL DEL PERITO TRABAJADOR SOCIAL de hecho conocerlo, no siempre es asi. Por lo general, cuan- do nos insertamos, nos abocamos a la tarea sin demasiada preocupacién por dicho conocimiento, de ahi el sefialamiento y la insistencia en el punto. Puedo adherir a dicho marco 0 interpelarlo, pero no desconocerlo. Como parte de los aspectos generales de la entrevista, ésta tiene una etapa. inicial de presentacién o pre-entrevista, donde se mantiene un didlogo informal o se tratan cuestiones muy formales, como recabar datos personales del grupo familiar, etc.; un desarrollo, en el que se ponen en juego las cuestiones profesionales y personales de quien demanda; y un cierre, donde se hacen los acuerdos mutuos y se con- Vienen lineas de accién Ahora bien, en relacién con la intervencién se hace im- prescindible aclarar que es probable que comience antes de la primera entrevista ‘Seguramente tenemos informacién sobre la persona y/o familia y el problema que presenta a través de la lectura de legajos, expedientes, registros de admisién y entrevistas con otros profesionales. También la podemos tener de un primer contacto genui- no, si realizamos la admisién o recepcién del caso cuando la persona se acerca por primera vez a un servicio. Este pri- mer contacto muchas veces est definiendo la futura inter- vencién, 0 por lo menos nuestra insercién profesional. Se trata de tener en cuenta como establecemos ese pri- mer contacto, c6mo llega la persona y cémo se va, 0 bien, ‘c6mo llegamos nosotros a ella y cémo la dejamos. La escu- chamos, la dejamos hablar, la expulsamos, la contenemos. equé hacemos? Por lo general, las personas que aouden al servicio ya han pasado anteriormente por otros servicios de la misma insti- tucién o de otra, por lo cual hay que considerar esto al mo- mento de los primeros contactos. La importancia radica en la consideracién de que en su pedido ya ha reiterado muchas veces ‘su historia’, ‘su problema’, “su imposibilidad de resol- verlo” 67 LA PRACTICA DEL PERITO TRABAJADOR SOCIAL En los registros estos antecedentes no constan, y esto opera en perjuicio de la intervencién, ya que la familia, gra- cias a nosotros, institucionaliz6 su problema, E! problema qued6 colocado dentro de la institucién sin otra posibilidad que permanecer alll. No tiene salida. Pasé por varias institu: ciones sin que mediara articulacién alguna entre ellas. Con lo cual el problema siempre “es nuevo" para la institucién, sin tener presente que “es viejo” para la persona. Es central expresar que toda entrevista tiene por parte del profesional una intencionalidad y una direccionalidad. Estos aspecios tienen un contenido ideolégico que comprende no s6lo nuestra ideologia y nuestros valores sino también nues- tro marco de referencia. Por lo expuesto es que consideramos que Ia visita o en- ‘revista domiciliaria (una forma de entrevista de la que ha- blaremos mas adelante) es de significativa relevancia, pues aportard datos que de otra manera no podriamos obtener ni confirmar. ‘Ahora vamos a dejar explicitado que las sucesivas entre- vistas tienen por fin detectar el problema y conocer los re- ‘cursos humanos, financieros y materiales con los que se cuenta para su resolucién. Hay que tener presente que los recursos humanos se refieren tanto alos propios de la per- sona y/o familia como a los del barrio, para saber y definir junto con el otro las posibles soluciones. En todo este proceso es esencial delimitar las posibilida- des personales de la familia para la busqueda de soluciones. ‘Cabe ahora hacer una retlexién sobre “los miedos’... El miedo a lo desconocido que produce llegar a la casa de una familia por primera vez a fin de hacer una visita domiciliaria, Es un miedo que, aunque nos paralice, debemos enfrentar. 4Cémo hacerlo? Es casi un temor ldgico, que solo debe ser respetado desde la intuici6n, pues a veces s6lo implica poder traducirlo en la preocupacién a no ser aceptado, a ser rechazado, ex- pulsado; o algo mas preocupante, como pensar qué hacer si fos enfrentamos con una situacién de violencia... En fin, hay 68 LA PRACTICA PROFESIONAL DEL PERITO TRABAJADOR SOCIAL, una serie de situaciones sobre las cuales podemos fantasear, pero la mayoria tiene que ver con la capacidad de asombro, y esto es importante. No perderla también significa que no estoy alienado/a, que no trabajo de "memoria", que no me acerco a la familia pensando que “como tengo experiencia, ya sé cémo resolver y enfrentar cualquier situacién social" Esto, mas que hablar de experiencia acumulada, habla de negligencia, de falta de ética, de alienacién Las personas son tinicas, las familias también; por lo tan- to, son diferentes; por lo tanto, no las conozco, aunque ten- ga ‘intencién de conocerlas”. Este es el primer punto: me tengo que sorprender, poder tomar cada situacién como par- ticular. Dice Pierre Rosanvallon en su libro La Nueva Cuestion Social: "...Para dar respuestas a los nuevos problemas so- ciales hay que indagar en las trayectorias individuales’. Que no significa transformar un problema social en individual, sino todo lo contrario. Las situaciones sociales familiares son imprevisibles. Te pueden recibir todo el tiempo en la puerta, echar, hacer pa- sar... Esto no habla de una buena o mala intervencién: ha- bla de nuestra insercion y de la posibilidad de ir evaluando los pasos de nuestra intervencién. ‘Como consecuencia de todo ello, al reterir Ia entrevista a laintervencién sefalamos que si ésta es modificacién de una situacidn-problema inicial, es obvio que una sola entrevista, sobre todo si es la primera, no dard cuenta de una interven- cién propiamente dicha. En la primera entrevista podemos ob- tener probablemente sdlo datos personales, pero sin que estén demasiado comprometidos los temas centrales que hacen al problema de fondo de las personas, a las cuestio- nes esenciales del mismo. Recordemos que hay diferencia entre la entrevista y, por ‘ejemplo, la encuesta o entrevista de admisién. Es posible que una persona llegue al,servicio social de la unidad sanitaria, y solicite algtin tipo de asistencia: leche, pafales... en fin, lo que sea que pida.

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