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i
A Dios, porque aunque en ocasiones tomé rumbos distintos a los suyos, nunca me
dejó.
A Clau, por ser además de mi hermanita menor, mi mejor amiga y alegrar aún los
días más tristes.
Sandra
ii
A Dios, por su amor y compañía brindados
en los momentos más difíciles de mi carrera.
A ti, Sandrita, por haber formado parte de mi vida y acompañarme en esta grandiosa
etapa, por la incalculable paciencia y perseverancia que has demostrado tener en
todo momento.
Milton
iii
Agradecimientos
En primer lugar a Dios, por darnos la vida y muchas oportunidades para ser mejores
y ser luz en las vidas de otras personas. Esta carrera es una oportunidad no
desperdiciada.
Además, esta investigación no hubiera sido posible sin la invalorable ayuda del
psicólogo Psic. Alejandro Zeñas Cerceda, al facilitar nuestro ingreso al penal y
acceder con agrado a despejar nuestras dudas.
A los profesores Psic. Carlos Borrego Rosas y Psic. Felipe Isla Ordinola, y al
abogado Lic. Benicio Medina Crisanto, por colaborar con este estudio mediante
importante material bibliográfico.
iv
PRESENTACIÓN AL JURADO
v
Resumen
vi
Abstract
vii
Índice General
Dedicatoria……………………………………………………………………………. ii
Agradecimientos…………………………………………………………………….. iv
Presentación al Jurado…………………………………………………………….. v
Resumen……………………………………………………………………………… vi
Abstract……………………………………………………………………………….. vii
Introducción…………………………………………………………………………. xiii
CAPÍTULO I: EL PROBLEMA……………………………………………….………. 16
2.1. Antecedentes………………………………………………………………….. 23
2.1.1. Internacional…………………………………………………………. 23
2.1.2. Nacional ………………………………………………………………. 25
2.1.3. Local …………………………………………………………………… 26
2.2. Bases Teóricas………………………………………………………………… 27
viii
2.2.1. Creencia en la Benevolencia Humana…………………….... ……. 27
2.2.1.1. Definiciones………………………………………………. 27
2.2.1.2. Creencia…………………………………………………... 29
2.2.1.3. Benevolencia…………………………………………….. 30
2.2.1.3.1. La Benevolencia como forma de mirar el
mundo………………………………………… 31
2.2.1.3.2. Benevolencia y Altruismo…………………… 32
2.2.1.3.3. Importancia de la Benevolencia Humana… 34
2.2.2. Depresión……………………………………………………….. ……. 36
2.2.2.1. Definiciones……………………………………………… 36
2.2.2.2. Causas…………………………………………………… 37
2.2.2.2.1. Factores Genéticos………………………… 37
2.2.2.2.2. Factores Bioquímicos……………………… 38
2.2.2.2.3. Factores Hormonales……………………… 39
2.2.2.2.4. Factores Psicológicos……………………… 40
2.2.2.2.5. Factores Sociales…………………………… 42
2.2.2.3. Signos y Síntomas………………………………………. 44
2.2.2.3.1. Síntomas Afectivos………………………..... 44
2.2.2.3.2. Síntomas Conductuales…………………… 45
2.2.2.3.3. Síntomas Cognitivos……………………….. 46
2.2.2.3.4. Síntomas Somáticos……………………….. 47
2.2.2.3.5. Síntomas Interpersonales…………………. 48
2.2.2.4. Teoría Cognitiva de Beck………………………………. 48
2.2.2.4.1. Postulados Básicos de la Depresión…….. 50
2.2.2.4.2. Proceso Cognitivo de la Depresión………. 51
2.2.2.4.2.1. Distorsiones Cognitivas……... 53
2.2.2.4.3. Los síntomas Depresivos según Beck........ 55
2.2.2.4.4. Niveles de Depresión……………………… 58
2.2.2.5. Tipos de Depresión……………………………………... 63
2.2.2.5.1. Depresión Endógena……………………… 63
2.2.2.5.2. Depresión exógena…………………………. 66
ix
2.2.2.5.3. Depresión Orgánica………………………… 67
2.2.2.6. Depresión en la Mujer…………………………………… 69
2.2.2.6.1. Síntomas de depresión en la
mujer…………………………………………. 71
2.2.2.6.2. Causas de la depresión en la mujer………. 71
2.2.3. Las Mujeres en Prisión ………………………………………………. 74
2.2.3.1. La cárcel como institución total………………………… 74
2.2.3.1.1. Espacio y Tiempo…………………………… 75
2.2.3.1.2. La cultura de los presos……………………. 76
2.2.3.2. La situación de las mujeres en prisión………………… 76
2.2.3.2.1. El proceso de
adaptación…………………………………… 78
2.2.3.2.2. Perfil de las mujeres en la cárcel………….. 79
2.2.3.2.3. Cuestiones Principales…………………….. 80
2.3. Definición Conceptual y Operacional………………………………………. 91
2.3.1. Definición Conceptual……………………………………………….. 91
2.3.1.1. Creencia en la Benevolencia Humana ………………… 91
2.3.1.2. Depresión …………………………………………………. 92
x
CAPÍTULO IV: DESCRIPCIÓN DE LOS RESULTADOS……………………….. 105
xi
Índice de Tablas
xii
Introducción
Para este fin, Thorton & Kline (1982) plantean a la Creencia en la Benevolencia
Humana como una actitud favorable donde los individuos creen que las personas son
generalmente benevolentes cuando se inclinan e interpretan las relaciones entre la
gente como habitualmente cooperativas, optimistas, solidarias y desarrollan ellos
mismos conductas altruistas de particular tolerancia y honestidad con los seres
humanos.
Asimismo a nivel teórico, Beck (1983) define a la depresión como un trastorno del
estado de ánimo, en el cual el sujeto manifiesta una visión negativa acerca de sí
mismo, de las interacciones con su ambiente y de su futuro.
xiii
los de mayor edad y nivel de instrucción, son los que tenían mayor desconfianza en
la benevolencia humana.
xiv
CAPÍTULO I
EL PROBLEMA
15
CAPÍTULO I: EL PROBLEMA
16
individuos. Los delitos más frecuentes que se han incrementado en los últimos
años son los referidos a los delitos contra el patrimonio (robo, apropiación
ilícita, estafa y otros como fraude, extorsiones, etc.); contra las buenas
costumbres (delitos contra la libertad y el honor sexual, así como los de
corrupción); contra la familia (abandono, desamparo, etc.) y contra la
tranquilidad pública (acontecimientos que generalmente se presenta en
manifestaciones públicas de protesta, huelga, paros, etc., donde se cometen
también delitos contra la propiedad debido a los destrozos de ventanas, carros,
parques y jardines, etc.) Y principalmente los delitos contra la vida, el cuerpo y
la salud (agresiones que causan lesiones y muerte como el homicidio) y
también el delito de tráfico ilícito de drogas, cuyo aumento se da a pasos
agigantados. (Rivera, G. 2003).
Por otro lado, el ritmo agitado que nos característica actualmente también ha
traído consigo un cambio importante en lo que la mujer representa para la
sociedad de hoy, incluyendo su participación dentro del mundo delincuencial.
Como explican Yagüe &Cabello en el 2005, poco se ha divulgado hasta la
fecha de las características específicas actuales de la delincuencia femenina,
ya que la mayoría de estudios, investigaciones y debates con enfoques
criminológicos (y más concretamente del mundo carcelario), siguen
centrándose en la población masculina.
18
1.2. Formulación del Problema
1.3. Justificación
19
1.4. Limitaciones
1.5. Objetivos
General:
Específicos:
20
1.6. Hipótesis
General:
21
CAPÍTULO II
MARCO TEÓRICO
22
CAPÍTULO II: MARCO TEÓRICO
2.1. Antecedentes
2.1.1. Internacionales
23
prisión. Aquellas prisioneras recluidas por largos periodos de tiempo
necesitan de cuidados psicológicos especiales.
24
estimadas correspondieron a drogadicción 24.3%, psicosis 20.1%,
alcoholismo 13.4%, epilepsia 4.5%, depresión 3.5% y ansiedad 1.8%.
2.1.2. Nacionales:
En 1989, Díaz & Montero (citada por Luna & Abad, 2008) realizaron la
investigación denominada “Creencia en la benevolencia humana en
delincuentes: Un estudio inicial en función al tipo de delito cometido, la
condición jurídica, el tiempo de internamiento acumulado, la edad y grado
de instrucción”. La muestra utilizada estuvo conformada por 60 internos
provenientes del establecimiento penitenciario “San Jorge” – Lima. Sus
resultados indican que los sujetos que tienen menor tiempo acumulado de
internamiento, los que todavía no han sido sentenciados, los de mayor
25
edad y nivel de instrucción, son los que tienen mayor desconfianza en la
benevolencia humana.
2.1.3. Locales:
26
parricidio. Asimismo, utilizaron el Cuestionario de síntomas extraído del
manual de psiquiatría para trabajadores de atención primaria, de la
organización panamericana de salud. Entre sus hallazgos más relevantes
se encuentra que un programa de biodanza es efectivo en 99% para
reducir los niveles de depresión, incluyendo sus dimensiones de anergia,
discomunicación y humor depresivo.
2.2.1.1. Definiciones:
En 1982, Thornton & Kline (en Díaz &Montero, 1989) plantean que los
individuos que creen que las personas son generalmente benevolentes
deberían ser inclinados a interpretar las relaciones entre la gente como
27
habitualmente cooperadoras, optimistas, solidarias y desarrollan ellos mismos
conductas de esta índole. En el otro sentido, alguien que cree que la gente es
mala o poco benevolente será proclive a conductas antisociales, hostiles o de
poca consideración hacia los demás. Es por esto, que muchos de las mujeres
que son materia de este estudio, por sus constantes frustraciones han ido
perdiendo la confianza en las personas, porque tal vez considerar que si las
demás personas fueran solidarias, ellas no estuvieran atravesando la
sensación de estar siendo excluidas por la sociedad.
En 1986, Yépez (citado por Borrego & León, 2003) en su artículo titulado “La
Benevolencia como Actitud ante la Naturaleza y los Seres Vivos” señala que
utiliza palabra benevolencia en un sentido distinto al que empleaba Rousseau
y el lenguaje ordinario, según los cuales significa un sentimiento de
compasión hacia el débil y desprotegido, es decir, algo momentáneo que
lleva a dar una limosna, una ayuda, un gesto compasivo. Usa el término
benevolencia para indicar una actitud habitual, y en concreto, la más digna
del hombre: la actitud moral.
28
prestar ayuda a lo real, para que llegue a ser una plenitud. También se puede
decir que es acompañar a las cosas para que éstas puedan llegar a
desarrollarse por completo, y cumplir su tecnología propia de un ser que
encuentra un obstáculo, o padece un peligro.
2.2.1.2. Creencia
Tracy, B. (citado por Lucero en el 2008) sostiene que todo aquello en lo que
se cree emocionalmente es lo que en definitiva se convierte en la realidad.
Cuanto más intensamente se cree que algo es cierto, más posibilidades hay
que ese algo se convierta en algo absolutamente verdadero para quien lo
cree. Es por ello que es poco posible que se pueda imaginar que aquello sea
de otra manera.
29
2.2.1.3. Benevolencia
30
que la amistad, como el amor, comienza al parecer por el placer de la vista;
porque si al pronto no produce encanto el aspecto de la persona, no se la
puede amar. No quiere decir esto, que porque uno se sienta seducido por la
forma, ya esté enamorado; pues solo hay amor cuando se siente la ausencia
de una persona y se desea su presencia. Es cierto que no pueden dos
hacerse amigos sin haber experimentado antes la benevolencia; pero
tampoco basta ser benévolo para amar. Uno se contenta con desear el bien a
aquellos que son objeto de nuestra benevolencia, pero sin que por otra parte
esté uno dispuesto a hacer nada con ellos, ni a privarse por ellos de cosa
alguna.
En el 2001, Kelley (citado por Valderrama & Rafael, 2006) afirma que la
benevolencia es un compromiso a actuar pacíficamente en el trato con los
demás, respetando sus derechos y dándoles lo que le corresponde. Es una
cuestión de justicia.
Por regla general, la gente adopta una de las dos formas que hay de mirar
el mundo, explica Tracy, B. (citado por Lucero en el 2008). La primera es la
que se llama visión benevolente. Si se tiene esa visión, lo normal es que
31
se crea que el mundo es un sitio bastante bueno para vivir. Se Tiene una
tendencia a ver el lado bueno de la gente y de las situaciones y a creer
que a nuestro alrededor llueven oportunidades que se pueden aprovechar
sin problemas. Uno cree que, aunque no es perfecto, no deja de ser en
general una persona bastante buena. Tiene fe en un futuro en el que tiene
cabida junto con los demás. Es por encima de todo optimista.
32
una inclinación desinteresada a cuidar y ayudar a otra persona por su bien,
en búsqueda de su bienestar no del nuestro.
Ante la duda que plantea Rand, A. (citado por Borrego & León, 2003) que
si la benevolencia es altruista, esta responde diciendo: El altruismo gana
mucho de su tenacidad como elemento de la moral convencional del
supuesto que hay conflictos de interés frecuentes y, definidos entre los
individuos.
En el 2000, Branden (citado por Borrego & León, 2003) publicó un artículo
en internet titulado “La benevolencia contra el altruismo” en donde afirma
que en la mente de la mayoría de las personas existe una desastrosa
33
confusión relacionada con la naturaleza del altruismo. Es la creencia de
que el altruismo representa o deriva del principio de la benevolencia, la
buena voluntad y la bondad hacia los demás. Los defensores del altruismo
hacen todo lo posible por alentar esa creencia a fin de establecerla como
algo de “hecho” a fin de ocultar ante sus víctimas el verdadero significado
de la moralidad altruista.
Tal visión del altruismo es peor que un error; al igual que la perversión
implicada en la técnica de la “gran mentira” representa exactamente lo
opuesto a la verdad; la benevolencia y el altruismo no son meramente
diferentes, son mutuamente opuestos y contradictorios.
El significado filosófico literal del altruismo es, según el mismo autor, situar
a los demás por encima de uno mismo. Como principio ético, el altruismo
sostiene que la mayor preocupación del hombre debe ser el bienestar de
los demás y que debe situar el interés de ellos por encima del propio.
Sostiene que el hombre no tiene derecho de existir para sí mismo, que el
vivir sirviendo a los demás es la justificación moral de su existencia, que el
autosacrificio es su primer deber y su más elevada virtud.
34
c) Que buscamos la armonía de esos seres, que se consigue cuando
alcanzan su plenitud final y la perfección que los hace bellos.
d) Por eso, apartamos los obstáculos que les amenazan, ser benevolentes
quiere decir que me importa que los seres vivos alcancen su plenitud.
35
real”. No respetar el derecho es no respetar la realidad y carecer de
benevolencia.
2.2.2. Depresión
2.2.2.1. Definiciones
2.2.2.2. Causas
En 1993, Robert (citado por Llorca, 1994) señala que durante las últimas
décadas la hipótesis sobre la patogenia biológica de las enfermedades
depresivas ha evolucionado rápidamente. Las primeras ideas modernas
apuntan hacia un modelo de enfermedad depresiva ligado a la carencia
(cantidad insuficiente de sustancia determinada como factor causal).
Pero a medida que aumentan los estudios aumenta la convicción de que
no era posible que la carencia de una sola sustancia fuera responsable
de los fenómenos observados en las enfermedades depresivas.
38
alterando su capacidad de pensamiento y conducta. Entre los principales
neurotransmisores se encuentran la serotonina (íntimamente relacionada
con la emoción y el estado de ánimo), la acetilcolina (responsable de las
estimulaciones musculares y participa en la programación del sueño), las
catecolaminas como la dopamina (interviene en el deseo y en la
sensación del placer), noradrenalina (pone en alerta máxima nuestro
sistema nervioso) y adrenalina (sustancia de acción por antonomasia).
(Wikipedia Foundation, 2010).
En 1991, Walter & Anyan (citado por Alfaro, Castro & otros, 2008)
plantearon que otras causas son los factores hormonales: las Glándulas
hipotálamo, hipófisis (que se encuentran en el cerebro) y suprarrenales
(que se encuentran sobre los riñones). Estas tres glándulas funcionan
sincronizadas entre sí, de modo que la hormona segregada por el
hipotálamo estimula a la hipófisis a que produzca otra hormona que a su
vez estimula a las glándulas suprarrenales a producir cortisol.
En 1991, Aszkenazi (citado por Alfaro, Castro& otros, 2009) afirmó que se
denomina suceso de vida a los hechos o eventos que son relevantes en
la vida de las personas y que éstas reconocen como importantes para su
cambio evolutivo. Un suceso vital se considera como estresante
básicamente si ha sido altamente perturbador e indeseable.
Para los seres humanos los vínculos afectivos son muy importantes y en
consecuencia se puede ocasionar una depresión al sentir la destrucción
de estos; la forma en que se llama a estas depresiones son las salidas o
entradas, en donde, según el mismo autor, las salidas son una defunción
de un ser querido, una separación de divorcio, la incorporación de un hijo
en el ejercito, etc., y las entradas son consideradas como el ingreso de
42
una persona al espacio vital o interpersonal del individuo cuando se
siente invadido el lugar en donde se relaciona; esto es que ciertos tipos
de situación cotidiana están estrechamente relacionados con la
enfermedad depresiva.
Por otra parte Márquez dice en 1990 (citado por Mondragón, 2007) que
situaciones en las cuales puede apoyarse alguien, como tener
determinados proyectos de vida o empresas puede contribuir a sentirse
una persona importante, como un deportista o un famoso artista, o un
hombre que triunfe en la vida.
43
2.2.2.3. Signos y Síntomas
45
2.2.2.3.3. Síntomas cognitivos
Las ideaciones suicidas suelen ser otro síntoma cognitivo que acompaña
a la depresión, aunque su gravedad varía entre las personas y va desde
las ideas recurrentes de que los otros estarían mejor si uno muriera,
hasta planes concretos de suicidio.
46
El contenido del pensamiento de los enfermos con depresión se
caracteriza por una tonalidad pesimista. Son también frecuentes los
autorreproches y la valoración negativa de su persona y sus bienes
(Página web del Ministerio de Educación y Ciencia de España, 2005).
Estos síntomas son los que regularmente mayor malestar presentan para
el paciente y, por tanto, son en general, la causa de la búsqueda de
consulta.
El Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM IV –
TR, 2002) plantea que dentro de los más significativos se presentan las
alteraciones del sueño, en especial del insomnio, aunque a veces
también se presenta hipersomnia. Los trastornos del sueño suelen ser los
últimos en aparecer en la depresión, pero también los últimos en remitir.
García (2005) sostiene que también se incluyen los síntomas
relacionados con la fatiga, la pérdida o aumento del apetito y la
disminución del deseo sexual, así como las recurrentes quejas somáticas
que los pacientes viven; sea como nuevos síntomas o como el
recrudecimiento de las lesiones previas.
47
relacionarse con la presencia de ansiedad y es más frecuente en
mujeres.
Pérdida de la libido: En general, la pérdida de la libido es uno de los
primeros síntomas que aparecen en las etapas iniciales de la
depresión, y suele ser uno de los últimos en recuperarse con la
mejoría clínica.
Trastornos del equilibrio.
Otros síntomas: Sudoración, palpitaciones y/o parestesias.
48
frecuentes e irreversibles; amplificando, de esta forma, el sentimiento de
tristeza y abatimiento que por sí el suceso provocaría naturalmente.
Como resultado de esto hay una capacidad adaptativa deficiente.
Para Beck y sus colaboradores, las vivencias personales del niño cuando
es pequeño determinan el desarrollo de su manera de pensar
característica que explica el significado idiosincrásico que poseen las
situaciones concretas para cada individuo. La persona que desarrolla una
depresión sufrió durante su primera infancia expresiones tempranas
negativas, que originaron pautas de pensamiento erróneas esquemas
cognitivos inadecuados.
Este proceso implica una visión negativa de sí mismo, visión negativa del
mundo y visión negativa del futuro. De esta forma la depresión representa
un espiral: “las distorsiones negativas o errores en el procesamiento de la
información que los individuos depresivos cometen, por ejemplo, al
49
sobregeneralizar sus defectos, mantienen a su vez la validez de las
creencias negativas acerca de sí mismo, el mundo y el futuro”.
En las depresiones más leves el paciente generalmente es capaz de
contemplar sus pensamientos negativos con una cierta objetividad. A
medida que la depresión se agrava su pensamiento está cada vez más
dominado por ideas negativas, aunque puede no existir conexión lógica
entre las situaciones reales y sus interpretaciones negativas, sostiene
Moya en 1999 (citado por Risco, 2007).
50
2.2.2.4.2. Proceso Cognitivo de la Depresión
Beck (citado por Isla & Azabache, 2003) plantea 3 niveles de gravedad
de la depresión. La diferenciación entre los grados se basa en la
valoración clínica que incluye el número, tipo (factores personales,
sociales y culturales) y la gravedad de los síntomas presentes. Los
niveles de depresión son los siguientes: depresión leve, de grado
moderado y profundo.
60
modo bastante primitivo. Tienden a emitir juicios globales respecto a
acontecimientos que afectan su vida. Sus contenidos de pensamiento
tienen una gran probabilidad de ser extremos, negativos, categóricos,
absolutistas, etc. La respuesta emocional, por lo tanto, tiende a ser
negativa y extrema.
DIFERENCIAS
61
4. Diagnóstico basado en el 4. Diagnóstico conductual:
carácter: “Hay algo “Evito en gran medida
extraño en mi carácter” algunas situaciones y
tengo diversos miedos”
Depresión endógena
Depresión reactiva, neurótica o exógena
Depresión orgánica
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a. Depresión “latente”
Suele ser crónica y de carácter leve pero que impide al que la
padece, el poder realizarse personalmente. El individuo puede
experimentar una importante dificultad para vivir la vida cotidiana. Le
invade la angustia y el cansancio.
Generalmente son personas difíciles de abordar, que presentan toda
clase de inconvenientes y problemas a la hora de intimar con ellas.
b. Depresión “enmascarada”
Las depresiones reactivas son las más comunes y del tipo que a
todos nos es familiar. No presentan ciclos temporales regulares, por
lo general no responden a las terapias físicas (fármacos) no se hallan
genéticamente predispuestas y si responden a la terapia cognitivo-
conductual.
En el 2003, Rozados (citado por Benites & Solis, 2004) postuló que
existen los siguientes tipos de depresión:
b. Trastorno Distímico
Es un tipo de depresión menos grave, incluye síntomas crónicos (a
largo plazo) que no incapacitan tanto, pero sin embargo, interfieren
67
con el funcionamiento y el bienestar de la persona. La característica
esencial de este trastorno es un estado de ánimo crónicamente
depresivo que está presente la mayor parte del día de la mayoría de
los días durante al menos 2 años. Muchas personas con distimia
también pueden padecer de episodios depresivos severos en algún
momento de su vida, esto es lo que se conoce como Depresión
Doble. (Trastorno Depresivo Mayor + Distimia).
c. Trastorno Bipolar
El trastorno bipolar o enfermedad maniaco-depresiva es una
alteración de los mecanismos que regulan el estado de ánimo.
Quienes la sufren pasan alternativamente de la euforia o "manía" a la
depresión, llegando a necesitar, en ocasiones, la hospitalización.
Comienza usualmente en la vida adulta. Aunque es menos común,
puede ocurrir en la adolescencia y raras veces en la niñez. Esta
enfermedad puede afectar a cualquiera. Sin embargo, si uno o ambos
padres tienen un Desorden Bipolar, hay mayor probabilidad de que
los hijos desarrollen el desorden. La historia familiar de abuso de
drogas o de alcohol puede también estar asociada con el Desorden
Bipolar. No es tan frecuente como los otros trastornos depresivos. Se
caracteriza por cambios cíclicos en el estado de ánimo: fases de
ánimo elevado o eufórico (manía) y fases de ánimo bajo (depresión).
Los cambios de estado de ánimo pueden ser dramáticos y rápidos,
pero más a menudo son graduales. Cuando una persona está en la
fase depresiva del ciclo, puede padecer de uno, de varios o de todos
los síntomas del trastorno depresivo. Cuando está en la fase
maníaca, la persona puede estar hiperactiva, hablar excesivamente y
tener una gran cantidad de energía. La manía a menudo afecta la
manera de pensar, el juicio y la manera de comportarse con relación
a los otros.
68
2.2.2.6. Depresión en la Mujer
La mayoría de las mujeres están enteradas que ese sus propios cambios
hormonales pueden hacerlas más susceptibles al cambio de humor
alrededor del tiempo de su período mensual, durante embarazo, después
del parto y en la menopausia. En algunas mujeres esto toma la forma de
grados que varían de irritabilidad pudiendo inducir melancolía.
71
una enfermedad depresiva, dada otros factores necesarios, alrededor de
los tiempos de cambios hormonales.
La razón para esto es que las mujeres que no tienen ningún trabajo fuera
del hogar, o que tienen poco tiempo para sí mismas debido a las
demandas de niños pequeños, tienden a perder su sentido de la
identidad. Se ven como personas que están solamente allí para
responder las necesidades de otras. Esto conduce a una pérdida de
autoestima y de la confianza en ellas mismas que, alternadamente,
72
contribuye a las sensaciones de poca valía que es una característica
común de la depresión en mujeres.
También se ha hallado que las mujeres confían más en sus amigos del
trabajo que los hombres. Esta libertad a confiar puede ser la liberación y
ayudarlas a superar cualquier acumulación de sensaciones y de
tensiones negativas antes de que eso pueda convertirse en un desorden
del humor.
En 1970 Goffman (citado por Domecq, C., 2009) plantea que en los
establecimientos penitenciarios poseen una tendencia absorbente, pues
todos los aspectos de la vida se desarrollan en un mismo lugar y bajo la
misma autoridad, todas las actividades se desarrollan unos con otros y
están estrictamente programadas, todas las necesidades y acontecimientos
74
de la vida de los internos están sometidos a un plan determinado. Tales
condiciones y la pérdida de contacto con el exterior, definen su régimen de
vida artificial, que sustituye el entorno natural.
75
siendo una cuestión permanente presente que define actitudes,
comportamientos, estados de ánimo.
En 1958, Sykes (citado por Domecq, C., 2009) sostuvo que la cárcel se
torna un universo particular, un mundo aparte en el que se conforma una
fenomenología cultural – o subcultura. Los internos permanecen
constantemente en el sistema, las 24 horas del día, los largos periodos de
estancia, la desconexión del mundo exterior, el radical cambio de estilo de
vida, conllevan a una necesaria transformación de valores de
concepciones, de expectativas, que posibiliten un mínimo equilibrio
psicológico.
Fabre, A. (2003) afirma que las mujeres que delinquen constituyen una
afrenta a la sociedad en un sentido diferente a los varones que delinquen.
Ellas representan para el imaginario social a la anti-mujer, a aquella que
rompió con el pacto social y sexual; la que traicionó ese mandato social de
género que la naturaliza como buena, abnegada, sumisa y altruista.
Exacerbar y mantener vivo en ellas el sentimiento de culpa, especialmente
en relación a los hijos y a la familia, es el principal método de
disciplinamiento en la cárcel.
77
2.2.3.2.2. El proceso de adaptación
78
Posteriormente describen las etapas del duelo por las que pasan las
mujeres en reclusión ante el choque emocional:
A. La primera reacción es la incredulidad.
B. Posteriormente, sobreviene la agresividad, la rebeldía.
C. La manipulación es lo que caracteriza a la tercera etapa, en la cual
comienzan los intentos de negociación para conseguir la libertad,
presionando a los allegados, a los abogados, etc.
D. Luego, la depresión y, con ella, un sentimiento de culpabilidad,
especialmente en relación a los hijos y a la familia, se apodera de las
mujeres presas, que caen en la apatía, duermen todo el día o recurren
a drogas.
E. Finalmente, la aceptación es, por lo general, muy dificultosa para estas
mujeres que en lo que se observa, parecen recorrer repetidas veces las
cuatro primeras etapas.
79
políticas adecuadas para abordar problemas como el de las madres
lactantes o los hijos de las mujeres encarceladas.
2.2.3.2.4.1. El arresto
La mayoría de las mujeres viven, debido a las costumbres culturales y
educativas, en estrecha relación con el núcleo familiar y con el hábitat de
su casa-grupo familiar. Por ello el ingreso a la institución penitenciaria
suele provocar en la mujer una mayor angustia que en el
80
hombre, especialmente por la situación familiar y porque debe abandonar
a sus hijos y su casa. El ingreso es entonces conflictivo, angustiante por
la situación del delito y por el rompimiento del núcleo familiar. (Carabaza,
Hernández & Martínez, 2004)
Cuando arrestan a alguna mujer, los policías no le preguntan si tiene
hijos/as ni le dan tiempo para explicarle a los/as niños/as lo que sucede
ni para hacer arreglos de quién va a cuidar de ellos/as. Esto genera un
elevado nivel de ansiedad en estas mujeres y sus hijos.
2.2.3.2.4.3. La sentencia
83
Es probable que la cárcel no proporcione servicios acordes a las
necesidades sanitarias de las mujeres; por ejemplo, durante su
menstruación o cuando están pasando por la menopausia, las mujeres
necesitan baños constantes todos los días. Además, las embarazadas en
la cárcel necesitan recursos y atención especializados en cuanto a dieta,
ejercicio, ropa, medicamentos y atención médica, necesidades que no
son cubiertas a plenitud.
84
sugieren que esta preocupación es capaz de exacerbar o provocar
problemas psicológicos.
2.2.3.2.4.6.1. La depresión
85
Autoafirmación agresiva o sumisión frente a la institución:
Estructura poderosa de la cárcel frente a debilidad del preso (a)
(percepción de la vulnerabilidad). Necesidad de autoafirmación
para mantener la autoestima pues la cárcel es vista como sistema
de aniquilamiento, “espacio para castigar”, por lo tanto hay
necesidad de defenderse.
Dominio o sumisión en las relaciones interpersonales: En un
entorno violento todo se vuelve violento y se da la necesidad de
agruparse: para defenderse o para dominar. Por ende existe la
sensación de peligro y rigidez en las relaciones. Lo que dificultaría
asumir la autonomía personal cuando estén fuera de prisión.
Alteración de la sexualidad: La sexualidad, como todo lo demás,
se anormaliza en la cárcel pues, las relaciones sexuales se
convierten en situaciones estresantes por lo rápido que tienen que
llevarse a cabo y las habitaciones no son lugares apropiados,
embruteciendo así el sexo y causando disfunciones sexuales en la
pareja. Además, si es que no logran acceder a estar con su pareja
en las visitas conyugales, pueden presentar conductas
homosexuales, incluso masturbación, sin ausencia de fantasía y
vista como un medio de desfogue pero no para hallar placer.
Ausencia de control sobre la propia vida: ante una situación
institucional poderosa, violenta y anormalizadora, y unas
relaciones interpersonales fuertemente jerarquizadas y centradas
en la dominación la reclusa llega prácticamente a no tener ningún
control sobre su propia vida.
Estado permanente de ansiedad: En la prisión se está siempre
en peligro, estado de permanente ansiedad, que se generalizará a
todo tipo de situaciones y que le conduce a vivir aún con más
ansiedad las permanentes tensiones de la vida en la cárcel,
aumentando con ello las situaciones de riesgo y, por tanto, la
ansiedad.
86
Exageración del egocentrismo: Ante las agresiones el recluso
se ve obligado a proteger su propio Yo. En ese ambiente, le lleva
a una exageración del egocentrismo pues todo se ve en función
del interés propio. La sensación de peligro es tal que difícilmente
puede el individuo establecer relaciones de solidaridad,
provocando sensación de soledad.
Ausencia de expectativas de futuro: Si la reclusa no puede
controlar su presente, mucho menos puede planificar su futuro a
causa de la imprevisible dirección de su vida en la cárcel.
Fatalismo: Se deja llevar por lo irremediable de la situación, "lo
que tenga que ocurrir, ocurrirá", y no tiene ningún poder para
evitarlo.
Ausencia de responsabilización: Apenas tiene ninguna
influencia sobre las decisiones que se toman sobre ella
presentando una actitud pasiva, espera que las cosas "le vengan
dadas".
Pérdida de vinculaciones: La entrada en prisión implica el
aislamiento tajante e inmediato dándose la restricción de las
relaciones interpersonales, una pérdida gradual de las
vinculaciones, perdiendo la noción de la realidad del exterior y
distorsionando e idealizando sus recuerdos.
Alteraciones de la afectividad: sensación de desamparo y
sobredemanda afectiva: en los estadios iniciales se presenta una
elevada agresividad, dureza emocional, capacidad de afecto
profundamente enterrada mostrándose inafectiva, indiferente, lábil,
etc. Pues necesita proteger su YO. En estadios posteriores,
aprende a vivir en la cárcel pero su capacidad de afecto
permanece cuidadosamente oculta.
87
2.2.3.2.4.7. Violencia y vulnerabilidad
88
presente en toda su vida carcelaria y en muchas ocasiones se
convierte en una verdadera obsesión”.
Los efectos que el encarcelamiento de una madre tiene en las familias
son, generalmente, más devastadores que los que pudiera tener el
encarcelamiento de un padre. Hay datos que sugieren que los hijos e
hijas de madres encarceladas, y en particular aquellos/as que son
puestos en instituciones gubernamentales durante el encarcelamiento
de la madre, tienen un riesgo significativamente mayor que otros/as
niños/as de desarrollar un comportamiento delictivo en su vida adulta.
La página Web Yo soy Madre Soltera (2010) afirma que las madres
solteras o solas y sus hijos son las grandes víctimas del sistema
penitenciario actual. En general, la madre que carece de pareja carece
también de apoyo, unas veces por la mala situación económica de su
familia, otras veces por haber sido obligada a abandonar la casa
cuando quedó embarazada.
89
que quedaron solos y no disponen de tiempo para atenderlas, o
simplemente les resulta imposible llegar a una cárcel tan alejada de la
ciudad, por el costo del transporte y el tiempo que lleva. En el mismo
sentido Payá, V. (citado por el Blog de Psicología Forense, 2009)
considera que: “Es usual que, cuando los familiares se retiran del
penal, el estado de ánimo de la prisionera decaiga. Los internos saben
bien de este problema depresivo al que denominan con el apelativo de
“carcelazo”.
El artículo N° 256 del Código Penal hace mención del delito de tráfico
ilícito de drogas cuando un ciudadano promueve, favorece o facilita el
consumo ilegal de drogas tóxicas, estupefacientes o sustancias
psicotrópicas, mediante actos de fabricación o tráfico o las posea con
este último fin, será reprimido con pena privativa de libertad no menor
de ocho ni mayor, de quince años, con ciento ochenta a trescientos
sesenta y cinco días-multa e inhabilitación conforme al artículo 36°,
incisos 1, 2, y 4.
90
Esto se manifiesta, por ejemplo, en la utilización que pueden hacer del
cuerpo y de las partes íntimas como un escondite, un lugar en el cual
se introduce lo prohibido. Ello ha dado lugar a las infames revisiones
recto vaginales a las que son sometidas las mujeres que visitan las
cárceles.
Fabre, A. (2003), colabora explicando que la mayoría de las personas
encerradas por tráfico de drogas son mujeres y estas conforman la
base de la pirámide del narcotráfico… y las que están en la base de la
pirámide, no los jefes, son las que van presas.
Para Thorton & Kline (1982) es una actitud favorable donde los individuos
que creen que las personas son generalmente benevolentes deberían ser
inclinados e interpretar las relaciones entre la gente como habitualmente
cooperativas, optimistas, solidarias y desarrollan ellos mismos conductas de
esta índole. Esto es, la creencia en la benevolencia humana es adjudicación
a los otros valores altruistas de particular tolerancia y honestidad para con los
seres humanos; es decir, existe empatía, disposición para actuar
honestamente en relación con los demás para desarrollar conductas de
ayuda para con sus semejantes; reconociendo al otro y apoyándolo a ser o
autorrealizarse completamente.
91
2.3.1.2. Depresión
92
CAPÍTULO III
METODOLOGÍA
93
CAPÍTULO III: METODOLOGÍA
3.1. Variables
La investigación fue de tipo Sustantiva, la cual según Sánchez & Reyes, 2006
(citado por Chávez, 2008) es aquella que se orienta a describir, explicar,
predecir o retrodecir la realidad, lo que permite buscar principios y leyes
generales que permita organizar una teoría científica.
94
O1
M r
O2
Donde:
O2= Depresión
Criterios de inclusión:
95
Internas del Establecimiento Penitenciario de Mujeres “El Milagro” que hayan
accedido de manera voluntaria con la investigación (consentimiento
informado).
Se tomará en cuenta los protocolos que hayan sido contestados en su
totalidad
3.5. Instrumentos:
96
la benevolencia en los demás. Por otro lado, el puntaje más bajo (16 puntaje
mínimo) indicaría una mínima creencia en la benevolencia humana.
PONDERACIÓN
97
Asimismo, la escala ha sido adaptada a nuestra ciudad por Carlos Borrego &
Úrsula León en el 2005, donde aplicaron este instrumento a adolescentes
trabajadores de la calle asistentes regularmente a los centros de referencia
del INABIF – PROMUDEH, Trujillo, donde se procedió a darle validez y
confiabilidad a la prueba.
ADAPTACIÓN DE CENTRO
La Escala fue adaptada por Sandra León & Milton Muñoz en el 2010 para
uso exclusivo de la población en estudio y poblaciones con características
similares. Para ello se aplicó el instrumento a 36 internas del Establecimiento
Penitenciario “El Milagro” de Trujillo, donde se le dio confiabilidad.
Datos Normativos:
54 - 80 ALTO
45 - 53 MEDIO
16 - 44 BAJO
JUSTIFICACIÓN ESTADÍSTICA
Confiabilidad:
98
través del Coeficiente de Confiabilidad de Cronbach, arrojando como
resultado una confiabilidad de 0.74.
Descripción de la prueba
99
Está conformado por 21 ítems que evalúa un amplio espectro de síntomas
depresivos. En la versión de 1961 cada ítem contemplaba de 4 a 6 opciones
de respuesta, ordenadas de menor a mayor gravedad.
Tristeza
Pesimismo
Sensación de fracaso
Insatisfacción
Culpa
Expectativa de castigo
Auto desagrado
Auto acusaciones
Ideas suicidas
Llanto
Irritabilidad
100
Separación social
Indecisión
Retardo Laboral
Insomnio
Fatigabilidad
Anorexia o bulimia
Pérdida de peso
Preocupación psicosomática
Pérdida de la libido.
Por otro lado, aunque el instrumento fue inicialmente elaborado para advertir
la depresión en los pacientes psiquiátricos, la aplicación del BDI se ha
ampliado a poblaciones normales, médicas y psiquiátricas. Las propiedades
psicométricas del BDI, así como su aplicabilidad y limitaciones clínicas han
sido revisadas por Mayer (1977); Beck, es Steer & Garbin (1983); Kendall,
Hollon, Beck, Hammen & Ingram (1987); citados por Freemann (1985).
101
ADAPTACIÓN DE CENTRO
Datos Normativos
11 - 16 MODERADA
7 - 10 LEVE
AUSENTE O
1-6
MINIMA
JUSTIFICACIÓN ESTADÍSTICA
Confiabilidad:
102
3.6. Procedimiento
103
Cuando se obtuvieron los resultados, traducidos en tablas estadísticas, se
realizó la contrastación de hipótesis y la discusión de resultados con el
marco teórico investigado.
Se realizaron las últimas correcciones del informe de investigación con la
asesora metodológica asignada.
Posteriormente se hizo entrega del informe de tesis completo a la asesora
para que sea entregado a los respectivos jurados y otorguen así sus
correcciones.
El presidente de jurado entregó un documento a los autores del estudio en
el cual se sintetizaban las correcciones realizadas por los tres miembros de
jurado.
Corregidas las observaciones realizadas, se emitió el acta de aprobación de
la tesis, que, adjuntada a una solicitud, fue entregada a la facultad para
requerir la fecha de sustentación dela presente investigación.
104
CAPÍTULO IV
RESULTADOS
105
Tabla Nº 1
Nivel de Creencia en la N %
Benevolencia Humana
- Alto 6 20.7
- Medio 13 44.8
- Bajo 10 34.5
Total 29 100.0
106
Tabla Nº 2
Nivel de Depresión N %
Total 29 100.0
107
Tabla Nº 3
r = - 0.411 *0.027
(N=29)
*p< 0.05
108
CAPÍTULO V
DISCUSIÓN DE RESULTADOS
109
CAPÍTULO V: DISCUSIÓN DE RESULTADOS
Asimismo, las internas sentenciadas del penal trujillano obtienen altos índices de
depresión; 82.2% de ellas padecen de este trastorno mental repartidos en los 3
niveles de depresión planteados por Beck (alto, moderado y bajo). Así también, en el
2009, Pulido-Criollo & otros hallaron resultados similares en su investigación
“Factores sociodemográficos asociados con los síntomas depresivos en una muestra
de mujeres recluidas en dos prisiones de México ”al plantear que todas las mujeres
estudiadas presentaron síntomas depresivos en los 2 penales de estudio. Resultados
similares encontró la organización ADDAMEER en el 2007 al trabajar con mujeres
palestinas en prisiones israelitas pues explicaron que algunas de las prisioneras
padecían de desórdenes causados por estrés post-traumático y por depresión. De la
misma manera, al realizar el Diagnóstico de Salud Mental en Internos e internas de
establecimientos penitenciarios de Lima en el año 2007, se halló que la depresión
constituía la patología psiquiátrica más frecuente al presentarse en el 72.4% de los
casos totales. Esto vendría a suponer que gran parte de la población penitenciaria,
incluyendo la femenina, a nivel mundial presenta niveles de depresión constituyendo
110
así un trastorno predominante, tal como expresa Fabre, A. en el 2003. Así también,
Da Silva, M. (2003) explica que los médicos tienden a diagnosticar depresión en las
mujeres reas con más frecuencia que en los hombres; también tienden a recetar a
las mujeres -con mayor frecuencia que a los hombres- psicotrópicos que alteran su
estado de ánimo. Las que consumen –y a las que les recetan– psicotrópicos son más
numerosas que los hombres: 45% contra 18%.
Esto corresponde a la teoría de Azaola & Yacamán (citados por el Blog de Psicología
Forense, 2009), quienes consideran que es preciso tomar en cuenta que las mujeres
que pierden su libertad necesariamente atraviesan por un proceso de duelo que se
traduce en apatía, depresión, angustia y rebeldía, proceso que inevitablemente las
coloca en una posición de conflicto, pues la vida cotidiana, la del afuera antes del
encarcelamiento, ha muerto y lo que sigue es el duelo. Un duelo que las presas
describen como "muerte en vida". Además, se ha roto el núcleo familiar al que
estaban acostumbradas, lo que es aún más angustiante para ellas. (Carabaza,
Hernández & Martinez, 2004).
111
En relación a ambas variables de estudio, Valverde, J. en el 2006 plantea que en el
entorno violento de la cárcel todo se vuelve violento, así pues las reas experimentan
la sensación de peligro y por ende denotan rigidez en las relaciones sociales que
establecen. Además, ante las agresiones se ven obligadas a proteger su propio yo,
exagerando el egocentrismo y buscando sólo el interés propio, lo que no contribuye a
creer que la gente será amable con ellas.
Explica Beck en 1983 que una de las principales manifestaciones del trastorno
depresivo es la dificultad para relacionarse con otras personas y una especial
pérdida del interés por los demás al darse un exceso de criticismo provocando el
rechazo social y aislamiento. Además argumenta que el estilo depresivo resulta
aversivo provocando hostilidad a las personas que se encuentran alrededor y
disminuyendo el apoyo social. La página web del Ministerio de Educación y Ciencia
de España (2005) explica que también ocurre una anestesia del sentimiento, es decir
incapacidad de expresar sentimientos u otras preocupaciones por su entorno. Así lo
verifican Barnett & Gotlip en 1988 (citados por Mondragón, 2007), expresando que
las alteraciones en el nivel de las relaciones interpersonales suelen asociarse con un
peor curso de la depresión. Según lo dicho por los autores mencionados, la
depresión no favorece las buenas relaciones sociales, y por ende la confianza en los
demás.
Del mismo modo, en 1986, Yépez (citado por Borrego & León, 2003) expresa quela
creencia en la benevolencia humana guarda relación con los valores morales que
cada persona tiene, expresando que éstos se van aprendiendo, principalmente de los
padres. Las mujeres internas en el establecimiento penitenciario en cuestión
manifiestan conductas de suspicacia al principio de la paz, de la caridad, de la
democracia, y sobretodo de la justicia social pues, como afirma Garside (citado por
Sepúlveda, M.A., 2009), la mayoría de prisioneras provienen de hogares en los
cuales imperó el maltrato y abusos sexuales que vivieron en su infancia y/o juventud,
lo que supone que no tuvieron modelos adecuados para creer que las demás
personas pueden ser bondadosas. Así también, según el modelo cognitivo de Beck,
112
las experiencias tempranas proporcionan la base para formar conceptos negativos
sobre uno mismo, el futuro y el mundo. Estos conceptos negativos (esquemas)
pueden permanecer latentes y ser activos por determinadas circunstancias, en este
caso, el encarcelamiento.
Además, la cárcel posee, según Goffman (citado por Domecq, C., 2009), una
tendencia absorbente, pues todos los aspectos de la vida se desarrollan en un mismo
lugar y bajo la misma autoridad, todas las actividades se desarrollan unos con otros y
están estrictamente programadas, todas las necesidades y acontecimientos de la
vida de las internas están sometidos a un plan determinado, definiendo un régimen
de vida artificial, que sustituye el entorno natural. Esto no contribuye a fomentar una
visión benevolente de la sociedad que les rodea pues este ambiente dista mucho de
generar la armonía que necesitan todos los seres vivos para alcanzar su desarrollo y
plenitud, características importantes para mantener una actitud optimista hacia los
demás. (Figueroa, J., 2006). La misma autora plantea que creer en la benevolencia
humana hace que el mundo de la persona sea más perfecto y lo vuelve más humano.
Sin embargo, las mujeres reas del penal “El Milagro” rechazan cualquier experiencia
positiva o neutra, transformándola en negativa y encontrando solo aspectos nocivos
de las situaciones que experimentan, lo que forma parte de las distorsiones
cognitivas presentes en la depresión. (Beck, 1983).
Valverde (2006) plantea a su vez que, la vida en la cárcel es tan absorbente y difícil
que hasta las actividades que deberían ser de esparcimiento en el patio resultan
monótonas (pasear o estar sentada), lo cual contribuye a la sensación de vacío,
estado de ansiedad y la definitiva pérdida de la capacidad de decisión,
características importantes de la depresión. El mismo autor señala que de por sí la
prisión es vista como sistema de aniquilamiento, un “espacio para castigar”, por lo
tanto hay necesidad de defenderse. Asimismo, las características propias de este
114
ambiente, que incluye la convivencia conjunta de prisioneras con distinto, y muchas
veces, violento historial delictivo (Grupo del proyecto de mujeres en la cárcel, 2007)
fomenta al temor y sentimientos de inseguridad para establecer relaciones sociales y
así poca predisposición a confiar en los demás.
Breton (1998) sostiene además que las personas que no tienen una relación
estrecha con alguien en quien puedan confiar son más susceptibles a deprimirse. El
115
mismo autor plantea que no se puede mantener una vida equilibrada sin relaciones
de este tipo que influyen en muchos aspectos anímicos, psicológicos y culturales del
individuo. De por sí, vivir en una celda colabora con la ruptura de los vínculos
sociales a los que ellas estaban acostumbradas incluyendo los de pareja y
principalmente, con los que establecen con sus hijos. Antoni (2007) sugiere que las
mujeres madres que están en prisión son particularmente víctimas del rechazo social
porque rompen con el rol tradicional asignado, contribuyendo así a generar recelo
hacia la gente y una posible depresión por el dolor que esto provoca.
La misma autora plantea que uno de los aspectos más traumáticos para las mujeres
privadas de su libertad lo constituye la pérdida de sus hijos, tanto así que la
preocupación por ellos está presente en toda su vida carcelaria y en muchas
ocasiones se convierte en una verdadera obsesión.
Entre los factores que pudieron haber influido en los resultados presentados se toma
en cuenta que el tiempo brindando para realizar las evaluaciones resultaba corto por
lo cual éstas debían apresurarse en contestar y además, las entrevistas se realizaron
en las diferentes instalaciones de la institución, en donde muchas veces no había
privacidad u otras internas podían fácilmente enterarse de las respuestas brindadas
por las evaluadas.
116
CAPÍTULO VI
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
117
CAPÍTULO VI: CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
6.1. Conclusiones
6.2. Recomendaciones
120
REFERENCIAS
BIBLIOGRÁFICAS
121
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
A. Libros y revistas
122
DA SILVA, M. (2003). “Mujeres encarceladas, víctimas de la pobreza”.
Revista Edición Cono Sur. Número 51.
123
RIVERA, G. (2003). “Tratamiento de la información e investigación en la
administración criminal en la administración de justicia en el delito de tráfico
ilícito de drogas”. Ministerio Público.
B. Tesis
124
BORREGO, C. & LEÓN, U. (2003). “Relación entre el nivel de Creencia en la
Benevolencia Humana y el nivel de Agresividad en Adolescentes asistentes
regularmente a los centros de referencia del Inabif – Promudeh de Trujillo”.
Tesis para optar el título de Licenciado en Psicología. Escuela de Psicología.
Universidad César Vallejo. Trujillo – Perú.
125
TANAKA, E.& ZALDIVAR, A. (2003). “Nivel de Resentimiento y Nivel de
Creencia en la Benevolencia Humana en Internos del Establecimiento
Penitenciario El Milagro – Trujillo”. Tesis para optar el título de Licenciados en
Psicología. Escuela de Psicología. Universidad César Vallejo. Trujillo – Perú.
C. Linkografía
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126
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16 de Julio, 2010.
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127
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http://www.tecnociencia.es/especiales/depresion/sintomas.htm
128
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http://www.geosalud.com/depresion/mujeres.htm
http://www.sabiduriavedica.org/sv.php?id=49_57
http://www.psicoactiva.com/hipocond.htm
http://www.depresion.psicomag.com/
Http://www.nimh.nih.gov/health/publications/spanish/depresión/introduccion.s
html
http://es.wikipedia.org/wiki/Depresi%C3%B3n
129
http://www.yosoymadresoltera.com/madres-solteras-reclusas-situacion-
penitenciaria-de-la-mujer-en-latinoamerica/
130
ANEXOS
131
ANEXO 1:
1. Edad:
3. Situación Jurídica:
a. Sentenciada
b. Procesada
4. Estado Civil :
a. Soltera
b. Casada
c. Viuda
d. Divorciada o separada
e. Conviviente
5. Hijos:
a. Si N° _______
b. No
6. Tiempo de Condena:
132
9. Grado de Instrucción:
b. Primaria completa
c. Primaria incompleta
d. Secundaria completa
e. Secundaria incompleta
f. Superior incompleta
g. Superior técnica
h. Superior universitaria
i. Posgrado
a. No
133
ANEXO 2:
INSTRUCCIONES:
A continuación se le proporciona 5 alternativas que van desde “Muy de Acuerdo” a
“Muy Desacuerdo”. Por favor, de su opinión o respuesta para cada una de las
siguientes preguntas por medio de una “aspa” según corresponda a la categoría o
alternativas asignadas en el casillero correspondiente. Trabaje rápido y responda
todas las preguntas:
MUY DE ACUERDO……………………………..MA
DE ACUERDO……………………………………DA
INDIFERENTE……………………………………IN
EN DESACUERDO………………………………ED
MUY EN DESACUERDO………………………..MD
MA DA IN ED MD
134
5. Creo que el modo adecuado de proceder
en la vida es ser cooperador y amable
por otros
135
ANEXO 3:
INVENTARIO DE BECK
A. 0 No me siento triste.
1 Me siento triste.
2 Cuando miro hacia atrás, lo único que veo es un fracaso tras otro.
136
1 No disfruto de las cosas tanto como antes.
3 Me detesto.
137
2 Desearía poner fin a mi vida.
2 Lloro continuamente.
138
2 Noto cambios importantes en mi aspecto físico que me hacen
parecer poco atractivo.
R. 0 Mi apetito no ha disminuido.
139
1 He perdido más de 2 kilos.
140
ANEXO 4
99 64
95 61
90 57
Alto
85 56
80 54
75 54
70 51
65 50
60 50
55 50
Medio
50 48
45 46
40 46
35 46
30 45
141
25 45
20 44
15 42
10 40
Bajo
5 35
3 33
2 33
1 33
142
ANEXO 5
99 43
95 36
Grave
90 26
85 20
80 17
75 16
70 15
65 14 Moderada
60 13
55 12
50 11
45 10
40 10
Leve
35 9
30 8
143
25 7
20 6
15 6
Ausente o mínima
10 5
5 4
3 1
2 1
1 1
144
ANEXO 6
Z de
Instrumento de evaluación KolmogorovSmirnov Significancia
p > 0.05
145
ANEXO 7
Coeficiente de
Instrumento de evaluación Nº ítems
confiabilidad de
Cronbach
146