EDICIÓN DIGITAL

EXTRAORDINARIA N.° 62
Martes 3 de Noviembre de 2020 / PSGI
«Año del avance y de
los valores humanos» Asociación Peruana de la Soka Gakkai Internacional

Las cinco divisiones de la PSGI ultiman detalles hacia el

éxito de las reuniones conmemorativas
«Encuentros conmemorativos» Divisiones Juveniles enmar- Presentación oficial de los
por el 90.° aniversario de la cados en la meta de cinco mil amigos Soka del Grupo
Soka Gakkai del 12 al 15 de jóvenes durante las actividades Fortaleza en los «Encuentros
noviembre por zona a nivel na- conmemorativas por la funda- conmemorativos».
cional. ción de la Soka Gakkai. ¡Bienvenidos a la familia Soka!

GRABEMOS EN EL CORAZÓN LOS ESCRITOS DEL DAISHONIN:

PALABRAS DE ALIENTO DEL PRESIDENTE IKEDA

Avancemos intrépidamente junto a nuestros

jóvenes Bodisatvas de la Tierra
«El oro se torna más brillante cuanto más se expone al fuego; la hoja de una
espada se vuelve más tajante cuanto más se la afila. Y cuanto más uno ensalza
los beneficios del Sutra del loto, mayores son los beneficios que recibe. Re-
cuerde que los veintiocho capítulos del Sutra del loto contienen solo unos po-
cos pasajes que elucidan la verdad, pero muchísimas palabras de alabanza.»1.
«Los beneficios del 'Sutra del loto'», END, pág. 706.

Han transcurrido sesenta años desde que salí al mundo a propagar el budismo del sol de Nichiren Daishonin, que nos enseña a
creer en la naturaleza de Buda innata en todas las personas, y a hacerla resplandecer en nosotros y en los demás.
Nuestro gran movimiento por el kosen-rufu mundial se ha desarrollado gracias al esfuerzo de invitar a un diálogo sincero y
respetuoso, y de alentar a quienes tengamos delante, tal como propuso el
Daishonin.
Hoy, hemos iniciado una época en verdad extraordinaria, cuya espe-
ranza es el surgimiento de jóvenes Bodisatvas de la Tierra, cada vez más
numerosos.
Quiero expresar mi más profundo respeto y mi gran admiración por
la increíble labor que están haciendo todos, en esta época de extremas
dificultades. ¡Juntos, demos pruebas visibles de beneficios cada vez más
grandes!
(Traducción del artículo publicado el 24 de setiembre de 2020 en el Seikyo Shimbun, diario de la Soka Gakkai)

1.- Extraído de Los beneficios del «Sutra del loto», en Los escritos de Nichiren Daishonin, Tokio: Soka Gakkai,
2008, pág. 706.

Festival Virtual
Soka 1930 - 2020
Conmemorativo:

90.°
Gakkai
«Travesía por la
Victoria»
Estreno: 18 de noviembre
¡Faltan
Aniversario
A las 9 de la noche desde el Canal
Oficial de PSGI-YouTube 15 días! 18 de noviembre

Es obligatorio el uso de mascarilla para circular por la vía pública

Especial 90.° aniversario de la Soka Gakkai
Material de apoyo para las Reuniones conmemorativas
por el 90.° aniversario de la fundación de la Soka Gakkai
A vísperas de celebrar en la PSGI el 90.° aniversario de la Soka Gakkai, compartimos los siguientes ensa-
yos del presidente de la SGI Daisaku Ikeda en apoyo a las reuniones conmemorativas a desarrollarse a
nivel de zona, entre el 12 al 15 del presente mes a nivel nacional.
«El diálogo de persona a
persona es la forma de
construir la red de paz y de
felicidad más sólida y duradera»
Por Shin’ichi Yamamoto1
Justo después de renunciar a la presidencia de la Soka Gakkai,
en abril de 1979, comencé a visitar los hogares de los miembros
pioneros en forma individual.
El primer motivo por el cual tomé esta medida fue para ma-
nifestar mi agradecimiento a los compañeros de fe. [...]
Había asumido la presidencia de la organización a temprana
edad; estaba muy agradecido a los miembros del Japón y del
mundo, que me habían brindado su apoyo incondicional y en-
tusiasta. Nuestros pioneros afrontaron una lucha indescriptible
y consagraron su vida con altruismo extraordinario, para abrir
una ruta donde no había camino alguno. A menudo, cuando in-
tentaban transmitir el budismo del Daishonin a los demás, lo
único que cosechaban eran burlas e insultos. A las impreca-
ciones más variadas que uno pueda imaginar, se les sumaban
baldazos de agua o de sal2. A algunos miembros que vivían en
zonas rurales, incluso han llegado a negarles la provisión de
servicios básicos; hubo compañeros a quienes les cortaron el
suministro de agua por ser miembros de Gakkai… Pero a pesar
de los insultos, hostigamientos y persecuciones, como las que el
Gosho describe, rehusaron arriar el estandarte del kosen-rufu. A
ellos, más que a ninguna otra persona, quería elogiarlos y pro-
tegerlos con todo mi corazón.
De haber sido posible, me habría gustado visitar el hogar de
cada uno de los miembros de Gakkai, consciente de que todos
eran nobles hijos del Buda. Pero, al menos, me esforcé en ir a
Visita a un miembro pionero (agosto de 1979, Nagano, Japón)
— 02 —
ver a los pioneros, como representantes de todos los compa-
ñeros de fe. Muchos de ellos ya eran ancianos. Mi sueño era ir a
verlos a sus casas mientras aún gozaran de buena salud y pasar
un rato distendido, alentándolos y atesorándolos.
La segunda razón por la cual hice esa campaña de visitas
fue para revitalizar a la organización.
Atrás de las circunstancias que habían motivado mi renuncia
a la presidencia, existía un complot para crear una brecha entre
los miembros y yo. Fue una oscura maniobra para apoderarse
de la Soka Gakkai orquestada por ciertos mezquinos traidores
de nuestra organización, aliados con sacerdotes codiciosos.
Los máximos líderes de Gakkai —personas con las que hu-
biese debido poder contar— también se dejaron influenciar
por estos acontecimientos. A raíz de todo ello, la integridad de
la fuerza principal, la sede central de la Soka Gakkai, se vio ame-
nazada por gente deplorable que buscaba mi alejamiento. Pero
los lazos de corazón a corazón que me unían a los miembros de
la primera línea seguían siendo tan fuertes como siempre.
Así que decidí ir a la primera línea. Y lo hice con la convic-
ción profunda de que esa línea de vanguardia era el bastión
más importante de nuestra organización, y que representaba la
fuerza más poderosa del kosen-rufu. Sabía, en lo más hondo de
mi alma, que era mucho más crucial hablar con esos miembros
valientes y fuertes, luchadores de vanguardia, que con los máxi-
mos líderes tambaleantes.
El Daishonin escribe: “A estas funciones [a las funciones de-
moníacas] se las llama, también, ladronas de beneficios”.3 Y
dice, asimismo: “Es propio del demonio deleitarse obstruyendo
el bien y generando el mal”.4 En otras palabras, las funciones
destructivas buscan quitarles beneficios a las personas, ator-
mentar y hostigar a la gente sincera que aspira a la iluminación,
socavar y destruir el bien.
Por eso, decidí luchar de frente contra estas personas de kar-
ma poderosamente malvado, siguiendo la exhortación del Dai-
shonin: “Ninguno de los que declaren ser mis discípulos deberá
ser cobarde jamás”.5 Pues éste es el rumbo correcto y la forma
de abrir realmente el futuro del kosen-rufu.
Me puse de pie con determinación y luché. Protegí cabalmen-
te a nuestra fuerza principal, que, dueña de una gran misión,
siempre debía rebosar de coraje y sentido de la justicia. Recibí
muchas heridas. Fui objeto de una salva despiadada de críticas
e insultos. Pero, durante toda esta lucha, protegí a nuestra que-
rida Soka Gakkai.
El corazón de este orgulloso campeón de la Ley mística está
profundamente convencido de que las deidades celestiales y to-
dos los budas y bodisatvas del universo elogiarán eternamente
mi ardua lucha por asegurar la corriente del kosen-rufu.
Comencé a reconstruir una red de bien que fuese invulne-
rable a cualquier ataque insidioso, una noble alianza de gente
común dedicada a la verdad y la justicia, una férrea unión soli-
daria de personas que compartiesen su misión.
Para lograrlo, me centré en las actividades más básicas e
Especial 90.° aniversario de la Soka Gakkai
importantes de un líder: hacer visitas
hogareñas y dar orientación personal. Y
con toda mi energía, partiendo de estas
bases invisibles, reconstruí firmemente
la importantísima organización del ko-
sen-rufu. El kosen-rufu, la misión de la
Soka Gakkai.
La tercera razón por la cual emprendí
esa serie de visitas hogareñas a los miem-
bros fue para repeler las fuerzas que bus-
caban obstaculizar nuestro movimiento.
En ese momento, los máximos líderes
de la Soka Gakkai estaban influenciados
por los manejos que había generado el
clero y se sentían en vigilancia constante.
La situación se había deteriorado hasta
tal punto, que ya no podía participar li-
bremente en las reuniones. Los ataques
del clero contra mi persona eran cada
vez más maliciosos y arteros. En el Seik-
yo Shimbun cada vez se informaba menos
sobre mis actividades, y en la medida en
que estos artículos fueron desaparecien-
do, los miembros también fueron sintién-
dose gradualmente más solos y perdidos.
Muchos de ellos, preocupados por mí, es-
cribían cartas o me llamaban.
Nada cambia cuando uno se sienta en
silencio. La oportunidad correcta nun-
ca llega a menos que uno la genere. Dis-
gustado por la pasividad cobarde de los
máximos líderes hacia el clero arrogante,
decidí empezar mi propio contraataque.
Si no podía participar en las reuniones,
iba a visitar a los miembros a sus hoga-
res, de a uno por vez. Si no podía asistir a
los grandes encuentros, organizaba infi-
nidad de encuentros individuales. Así fue
mi firme resolución, así fue mi ardiente
espíritu de lucha.
El zorro agradecido
Recuerdo que hace veinticinco años, el
25 de agosto de 1979, fui a visitar el ho-
gar de un veterano pionero de la prefec-
tura de Nagano.
«La grandeza humana no tiene
nada que ver con el prestigio
social o con los títulos acadé-
micos. Queda definida por el
sentido de gratitud del ser hu-
mano y por las acciones que
lleva a cabo, basado en ese
agradecimiento. La gratitud es
el cimiento de una vida real-
mente humana.»
— 03 —
En muchas partes del Japón, en ese
momento, había sacerdotes ingratos y
desalmados que estaban causando mu-
cho dolor a nuestros sinceros miembros.
Esa casa que fui a visitar aquel día en
particular, para brindar orientación in-
dividual, había sido construida cerca del
año 1600. El miembro estaba esperán-
dome en el pórtico, con una tradicional
sombrilla de papel encerado para prote-
gernos de la garúa vespertina. Me condu-
jo hacia el interior de la propiedad, por un
portal tan grande como añejo. El edificio
principal tenía unos 350 años. Su sencilla
sala de estar, de estilo japonés, recordaba
el período Edo (1600-1868), engalanada
con lustrosos pilares de madera negra y
con un entramado ornamental de hermo-
sas peonías talladas. Este miembro me
comentó que, según contaba la tradición,
en esa casa habían transcurrido los he-
chos de un conocido relato folclórico.
Reunión de diálogo
(marzo de 1979, Fuchu, Japón)
Una noche de invierno, contaba la his-
toria, cayó un zorro en un estanque he-
lado. Estaba a punto de morir congelado,
cuando el jefe comunal de la aldea, Hiko-
zaemon, tuvo la gentileza de rescatarlo y
ponerlo en libertad. A la mañana siguien-
te, en la cerca de su vivienda, había dos
rollizos faisanes muertos. Al ver huellas
de zorro en la nieve, el hombre supo que
las aves eran un obsequio del zorro, una
prenda de gratitud por haber sido resca-
tado.6
Este relato tradicional suele contar-
se con el título “El zorro agradecido”. Y
al parecer, el jefe comunal, Hikozaemon,
era ancestro directo de este miembro de
Gakkai. Se trataba de una historia senci-
lla, pero quedó profundamente grabada
en mi corazón por la forma entusiasta y
animada en que se la escuché contar, con
inflexiones de voz y gestos vivaces. Su es-
píritu, deseoso de recalcar la importancia
del agradecimiento, también sugería no
perdonar la ingratitud en los demás.
Esta historia sobre la retribución de
los favores —aun cuando el protagonista
sea un animal— fue transmitida de per-
sona a persona a lo largo de los siglos, a
través de generaciones enteras. La gente
siempre valora y aplaude las actitudes
donde están en juego la gratitud y la re-
tribución agradecida. Miguel de Cervan-
tes (1547-1616), el célebre escritor espa-
ñol, escribió en el clásico Don Quijote: “La
ingratitud es hija de la soberbia y uno de
los mayores pecados que se sabe”.7
Cuando renuncié como tercer presi-
dente, tuve que presenciar un nivel re-
pugnante de traición y de hipocresía.
No puedo contar el número de ingratos
que no dudaron en traicionar a la Soka
Gakkai, la organización a la cual todo le
debían. Vi “animales con talento”, para
usar palabras del Daishonin, con actitu-
des mucho más bajas que las de cualquier
miembro del reino animal. Shakespeare
escribió estos famosos versos que puso
en boca de uno de sus personajes: “¡Ah,
ved la monstruosidad del hombre/ cuan-
do adopta la forma de la ingratitud!”.8
La grandeza humana no tiene nada
que ver con el prestigio social o con los
títulos académicos. Queda definida por
el sentido de gratitud del ser humano y
por las acciones que lleva a cabo, basado
en ese agradecimiento. La gratitud es el
cimiento de una vida realmente humana.
El budismo nos enseña el profundo
significado de las deudas de agradeci-
miento. Los que tienen clara conciencia
de lo que deben a los demás sin falta ha-
brán de condenar las acciones malvadas
de los ingratos. En consecuencia, los que
están auténticamente consagrados a sal-
dar sus deudas de gratitud lucharán por
vencer el mal que proviene de la falta de
agradecimiento.
Mi forma personal de saldar estas
deudas de gratitud con mis compañe-
ros miembros fue luchar rigurosamente
para protegerlos de aquellos que estaban
traicionando a Gakkai. Creí que mi lucha
demostraría claramente la integridad y la
verdad de la organización, esta organiza-
ción de suprema bondad.
Sabía, más allá de toda duda, que esta
historia de auténtica retribución de grati-
tud que estábamos construyendo a través
de la fe sería modelo eterno y guía para
otros, y que se transmitiría a las genera-
ciones con inmensa gratitud, como mues-
tra cabal de humanismo genuino.
Especial 90.° aniversario de la Soka Gakkai — 04 —
Sigamos expandiendo
resueltamente nuestra red de
bien y de justicia
Mis visitas a los hogares de los pioneros continuaron, y fue-
ron extendiéndose también a sus hijos y nietos. Mi deseo y mi
oración más grande eran orientar a cada familia hacia el rumbo
de su felicidad duradera. Noté que los hogares florecientes y en
los que se forjaba a excelentes sucesores eran, generalmente,
aquellos en que la madre tenía fe firme.
En mis travesías por el país, a medida que viajaba, me dete-
nía en las casas y tiendas de los miembros. En la prefectura de
Yamaguchi, incluso fui a visitar una isla alejada.
En el hogar de un líder de nivel intermedio, en la prefectura
de Hyogo, región de Kansai, hablé con un grupo de líderes de
Kansai sobre el significado del 16 de marzo, día del kosen-rufu,
con el deseo de dejar un legado para las generaciones futuras.
Al llegar al aeropuerto de Oita [en Kyushu], supe que había
un miembro que venía sufriendo por culpa de la prepotencia y
el acoso de los sacerdotes locales. Enseguida fui a visitar a esa
persona.
Mi visita número 200 fue a Shoichi Tanaka, quien luchó codo
a codo a mi lado durante nuestra campaña de Bunkyo, en Tokio
[durante la década del 50].
La visita número 300 fue a una pareja de pioneros de la pre-
fectura de Kanagawa. Me enteré de que la señora no estaba bien
de salud, y me detuve a desearle una pronta recuperación.
La visita número 500 fue a una valerosa familia de la prefec-
tura de Ehime [en la región de Shikoku] que había soportado la
persecución de los sacerdotes de su zona. Esa visita tuvo lugar
un frío día de febrero, en 1985.
Aun después, cada vez que he tenido un momento libre, du-
rante mis viajes por el Japón y por el mundo, seguí visitando
los hogares de nuestros nobles miembros que luchaban por el
kosen-rufu. A medida que el número de hogares aumentaba uno
a uno, sentía que también crecían los integrantes de mi familia.
Nuestra profundidad humana aumenta y nuestro estado de
vida se enriquece en proporción directa al esfuerzo incansa-
ble que ponemos en brindar orientación personal y hacer vi-
sitas hogareñas. Si no visitamos la casa de los miembros y no
hablamos individualmente con cada uno de ellos, no podremos
realmente saber de sus sufrimientos y sus problemas. Tampoco
podemos apoyarles para que puedan ver con esperanza su vida,
su futuro o su misión. La fe se manifiesta en la vida cotidiana.
Sin entender la vida diaria de los miembros, no podemos saber
tampoco cómo están en la fe. Muchas personas se comportan
alegremente en público, pero es probable que, en privado, estén
¡Todos a participar!
Encuentros Conmemorativos
90.° aniversario de
la Soka Gakkai
Del: 13 al 15 de noviembre A nivel de zona
«Sigamos expandiendo resueltamente nues-
tra red de bien y de justicia, mientras vivamos
y, más aún, por toda la eternidad. ¡Mantenga-
mos la lucha y dediquemos la existencia entera
a esta noble meta!
El diálogo de persona a persona es la forma
de construir la red de paz y de felicidad más
sólida y duradera. Jamás olviden que esta acti-
vidad vital es lo que asegurará la eterna pros-
peridad y el crecimiento de la Soka Gakkai.
pasando por situaciones, aflicciones o problemas que descono-
cemos. De hecho, no existe nadie que no esté afrontando algún
tipo de pesar.
Cada uno de estos encuentros me hizo comprender qué esen-
cial es brindar orientación detallada e individual a los miem-
bros que están con problemas específicos en su vida, para que
puedan establecer una fe inamovible.
Cuando renuncié a la presidencia, en 1979, volví a lanzar mi
lucha, comenzando de a una visita hogareña por vez, y hoy el
gran movimiento popular de la Soka Gakkai ha crecido hasta
abarcar el mundo entero.
Los que no pueden entablar amistad con una persona no
pueden ser amigos del mundo. Los que no pueden ayudar a una
familia a ser feliz no pueden contribuir a la felicidad de todo
el género humano. El antiguo poeta tamil Tiruvalluvar escribió
que no había ayuda más certera que la buena compañía.9 Y qué
cierto es… Siendo yo poeta, este sabio dicho resplandece con un
aura especial en mi corazón.
Sigamos expandiendo resueltamente nuestra red de bien y
de justicia, mientras vivamos y, más aún, por toda la eternidad.
¡Mantengamos la lucha y dediquemos la existencia entera a esta
noble meta!
El diálogo de persona a persona es la forma de construir la
red de paz y de felicidad más sólida y duradera. Jamás olviden
que esta actividad vital es lo que asegurará la eterna prosperi-
dad y el crecimiento de la Soka Gakkai.
“¡Protejan rigurosamente al tercer presidente! Si lo hacen,
Gakkai será sólida como la roca, y el camino hacia el kosen-rufu
se abrirá ampliamente para siempre”. Fue una de las instruc-
ciones finales que dejó mi mentor, el segundo presidente Josei
Toda.
El gran escritor francés Víctor Hugo declaró: “¡Abajo los trai-
dores!”, “¡Avanza hacia tus ideales! ¡Avanza hacia la justicia y la
verdad!”, “¡Siempre arremete hacia delante!”.
(Extractos de Ensayos del presidente de la SGI Ikeda, Resplandor del siglo de la humanidad,
Hacia el 80ª aniversario de la Soka Gakkai en 2010. Aparecido en Perú Seiyo N.° 1608-09.)
1.- Shin’ichi Yamamoto es el seudónimo literario del presidente de la SGI, Daisaku Ikeda.
2.- En Japón, tradicionalmente se creía que la sal tenía cualidades purificadoras y por esta
razón, se la arrojaban a los inoportunos para negarles la entrada.
3.- The Writings of Nichiren Daishonin (WND), pág. 87.
4.- WND, pág. 856.
5.- Ib., pág. 764.
6.- Véase “Kitsune no Ongaeshi”, en Hirabayashi Uji Shoshi (Breve historia del clan Hiraba-
yashi), edit. por Tomizo Hirabayashi, Ciudad de Saku, Nagano, Tomizo Hirabayashi, 1994,
págs. 83-86.
7.- CERVANTES SAAVEDRA, Miguel de: Obras completas, “Don Quijote de la Mancha”, Ed.
Aguilar, S.A., México, 1991, Tomo II, pág. 778.
8.- SHAKESPEARE, William: Timon of Athens (Timón de Atenas), en The Complete Works
(Obras completas), Nueva York, Gramercy Books, 1975, acto III, escena 2, pág. 755.
9.- POPE, G. U.: The ‘Sacred’ Kurral of Tiruvalluva-nayanar (El kurral ‘sagrado’ de Tiruvallu-
va-nayanar), Londres, W. H. Allen y Co., 1886, pág. 67.
Especial 90.° aniversario de la Soka Gakkai
«Renovemos nuestro
compromiso con el
juramento del kosen-rufu»
[…] En La apertura de los ojos, el Daishonin escribe: “¡Este
es mi juramento y jamás lo abandonaré!”.1 Una vida dedicada
a cumplir el juramento es la existencia más feliz que podamos
aspirar a tener. Quienes sinceramente sostienen el esfuerzo que
implica cumplir un juramento, sin dejarse abatir por las tor-
mentas más insidiosas de la adversidad, son verdaderos cam-
peones y auténticos vencedores.
Los miembros de la Soka Gakkai, quienes recorremos el ca-
mino de maestro y discípulo, estamos esforzándonos por cum-
plir un gran juramento de inmensa nobleza, un grandioso com-
promiso que dormidos o despiertos, jamás perdemos de vista.
Este es el juramento de trabajar por el kosen-rufu, la misión que
nos encomendó Nichiren Daishonin. Con la promesa de propa-
gar la Ley Mística en la época oscura conocida como el Último
Día, voluntariamente hemos escogido nacer como Bodisatvas
de la Tierra.
Mi maestro Josei Toda, segundo presidente de la Soka Gakkai,
expresó ese juramento con las palabras “erradicar el sufrimien-
to de la faz de la tierra”. Mientras en este planeta siga existiendo
la aflicción, continuará la lucha de la Soka Gakkai.
¡Con cuánta sinceridad nuestros miembros han orado, han
actuado, y se han desafiado...! ¡Con qué espíritu infatigable han
defendido la verdad, han dicho lo que debían, y han impulsado
nuestro movimiento por el kosen-rufu!
En concordancia con las persecuciones predichas en el Su-
tra del loto y en los escritos del Daishonin, los miembros de la
Soka Gakkai hemos sido objeto de insultos y de calumnias, de
ataques difamatorios motivados por el odio y los celos, hemos
sufrido la dura opresión de las autoridades, cuyos actos han te-
nido el signo de las funciones destructivas. Pero hemos preva-
lecido sobre todos los obstáculos. Sin dejar de confrontar nues-
tro karma personal, nos hemos apoyado mutuamente y hemos
alentado a infinidad de personas, asegurándoles que sin falta
podían ser felices. Con el anhelo de ser feliz y brindar felicidad a
los semejantes, hemos orado por la paz mundial y hemos izado
el estandarte de la victoria del pueblo.
El sonido vibrante de nuestras voces entonando Nam-myo-
ho-renge-kyo envuelve el planeta y reverbera hasta los confines
más recónditos del universo. Es seguro que Nichiren Daishonin
y su sucesor Nikko Shonin son testigos de esta solemne verdad.
¡Hoy, mientras celebramos el hito de nuestro octogésimo ani-
versario, declaro que hemos triunfado! ¡Los maestros y discípu-
los de la Soka han triunfado! ¡Cada uno de ustedes ha triunfado!
Todos, cada uno a su propio modo singular, hemos celebrado
triunfalmente el octogésimo aniversario, el cumpleaños de la
Soka Gakkai, un acontecimiento que resplandece con la victoria
y la gloria del pueblo. [...]
18 de noviembre
El 18 de noviembre de 1930, el presidente fundador de la
Soka Gakkai, Tsunesaburo Makiguchi, y su discípulo Josei Toda
publicaron el primer volumen de Soka Kyoikugaku Taikei (Sis-
tema pedagógico para la creación de valores), una obra de tras-
— 05 —
cendencia histórica que propugnaba una revolución educativa.
El nombre Soka Kyoiku Gakkai (lit. Sociedad pedagógica para
la creación de valores) apareció impreso por primera vez en el
colofón de este libro.
Nacido en una época turbulenta y conflictiva, el movimiento
Soka se inició a partir de la publicación de este volumen, hecha
realidad mediante la unión de propósito de maestro y discípulo.
Por curiosa coincidencia, el señor Makiguchi murió en la cár-
cel fiel a sus convicciones en esa misma fecha, a primera hora
de la mañana del 18 de noviembre de 1944. Cuando el señor
Toda —encarcelado en esa misma prisión— se enteró de la tris-
te noticia [dos meses después, en enero de 1945], su corazón
tembló de ira y de amargo dolor; esos sentimientos transmu-
taron en la poderosa determinación de reivindicar a su mentor.
En la misma época del fallecimiento del señor Makiguchi, el se-
ñor Toda había experimentado una profunda revelación; en su
pequeña celda penitenciaria, había comprendido que él era un
Bodisatva de la Tierra; consciente del significado esencial del
Sutra del loto, juró lograr el kosen-rufu.
Tsunesaburo Makiguchi en una reunión de diálogo
(Ikebukuro, Tokio, 1942)
El budismo enseña la inseparabilidad entre la vida y la muer-
te. En tal sentido, estoy seguro de que el señor Makiguchi esta-
ba con el señor Toda cuando éste experimentó en la cárcel esa
revelación, y que, tras confiarle a su discípulo la misión por el
kosen-rufu desde el tiempo sin comienzo, partió rumbo a la tie-
rra pura del Pico del Águila.
El señor Toda dijo: “Nací para estar al lado del señor Makigu-
chi, así como una sombra sigue al cuerpo, a través de la vida y la
muerte”. El señor Toda había decidido sostener sobre sus pro-
pios hombros todo el peso y la responsabilidad, y dedicar sus
victorias a su maestro Makiguchi. En mi juventud, yo también
me dediqué por completo a mi maestro, el señor Toda. Luché
con la determinación de un león para hacer realidad la visión
de mi mentor. Sentí que aunque muriera en pos de esa causa, no
tendría una sola cosa que lamentar.
La presencia de discípulos resueltos a cumplir la visión de
su mentor es decisiva para la eterna victoria de la Soka Gakkai.
Cada época necesita discípulos genuinos que se pongan de pie
y den pruebas del éxito constante de su movimiento. Basta con
que haya una sola persona.
El célebre periodista norteamericano especialista en temas
budistas, Clark Strand, escribe que la profunda gratitud que
uno siente por su mentor se convierte en un importante motivo
para forjar a otros, y que de esa forma se transmite la enseñan-
za.2
A ustedes, mis sucesores, les confío el futuro por completo.
Quiero que sean personas victoriosas, por el budismo, por la
Soka Gakkai, por todos nuestros amados miembros, por sus pa-
Especial 90.° aniversario de la Soka Gakkai
dres y por ustedes mismos.
La verdadera victoria significa seguir
triunfando. Izando bien alto el estandar-
te del budismo de Nichiren Daishonin, la
suprema enseñanza de la creación de va-
lores y de la revolución humana, triunfe-
mos y prosperemos eternamente.
Los jóvenes son la
esperanza
La Soka Gakkai vibrará eternamente
de energía juvenil y avanzará siempre
con dinamismo, porque abraza la Ley,
que es la fuente de la juventud perpetua y
de una vitalidad eternamente exuberan-
te. La vitalidad de nuestra organización
descansa en su capacidad de mantenerse
joven.
En este momento, en el Japón, los jóve-
nes de la Soka están haciendo campañas
sin precedentes para invitar a los demás
al diálogo y compartir con sus semejan-
tes las enseñanzas del Daishonin. Este es-
fuerzo compromete por igual a los miem-
bros de la División Juvenil Masculina,
ardientes defensores de la verdad; a las
integrantes de la División Juvenil Femeni-
na, siempre rebosantes de buena fortuna
y de sabiduría, y a los jóvenes de la Divi-
sión de Estudiantes, que aúnan valentía e
inteligencia en partes iguales.
Presté servicio a mi mentor desde los
diecinueve hasta los treinta años. Duran-
— 06 —
te esos más de diez años, él me enseñó la
esencia de la inseparabilidad entre maes-
tro y discípulo, y me transmitió la fe para
lograr la victoria absoluta. Mi maestro te-
nía absoluta confianza en mí.
Los jóvenes son la esperanza. La Soka
Gakkai ha triunfado a través de permitir
a los jóvenes desplegar al máximo su po-
tencial ilimitado.
Triunfar en la época de la juventud es
un cimiento primordial para disfrutar de
la victoria durante toda la vida. Espero
que hagan de su juventud un período en
el cual establezcan logros y resultados
que los hagan sentirse orgullosos duran-
te el resto de su vida. […]
Ahora, puedo informar a mi maestro
con total convicción: “La red de sucesores
de la Soka ha logrado una brillante victo-
ria”. Para un discípulo, no hay mayor feli-
cidad que poder informar nuestro triunfo
al maestro.
Cuando la Soka Gakkai celebre su
centésimo aniversario (en el 2030), los
miembros de la actual División Juvenil
Femenina y de la División Juvenil Mascu-
lina de hoy se habrán convertido en los
firmes pilares de nuestra organización y
en los pilares inamovibles de la sociedad
en cada comunidad. Serán los pilares de
la esperanza para el mundo entero.
Los paladines del diálogo construirán
un siglo de paz. Nuestros valores huma-
nos creativos y humanísticos harán bri-
llar una centuria de la humanidad. Y las
personas sabias, que respetan y valoran
Publicación de: Asociación Peruana de la Soka Gakkai Internacional (PSGI)
la vida, inaugurarán un siglo de la vida.
¡Jóvenes discípulos, lideren nuestro
movimiento y la sociedad toda, tomando
el mundo entero como escenario! ¡Des-
plieguen su potencial libre y dinámica-
mente! ¡Y trabajen para unir a la huma-
nidad y acercar a los seres humanos! […]
Amigos, camaradas en la lucha del ko-
sen-rufu: ¡comencemos hoy! ¡Prosigamos
la eterna travesía de maestro y discípulo,
el periplo glorioso y triunfal de la revolu-
ción humana.
¡Despleguemos las velas y renovemos
nuestro compromiso con el juramento
del kosen-rufu, aspirando a la cumbre
resplandeciente del centenario de nues-
tra Soka Gakkai siempre juvenil!
¡Este es el momento de
ponernos de pie,
el momento de zarpar
y, juntos,
resueltamente, construir
una vida de victoria!
(Extractos de Ensayos del presidente de la SGI Ikeda,
NUESTRO BRILLANTE CAMINO HACIA LA VICTORIA, En
la celebración del octogésimo aniversario.)
1.- Los escritos de Nichiren Daishonin (END), Tokio: Soka
Gakkai, 2008, pág. 297.
2.- Strand, Clark: “‘Makiguchi Is Dead!’—The Three Pre-
sidents and the Making of the Soka Gakkai International”
(“‘¡Makiguchi ha muerto!’-Los tres presidentes y la cons-
trucción de la Soka Gakkai Internacional”) <http://www.
joseitoda.org/resources/essays/makiguchiisdead> (10
de diciembre de 2010).
Sede del Gran
Juramento del
Kosen-rufu, en
Shinanomachi,
Tokio.