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Manuel Castells y el Plan de 221

Madrid: del comunismo a la


socialdemocracia

Álvaro Sevilla-Buitrago

Resulta complejo sintetizar el rol de una figura tan polié- posteriormente truncados. Castells concibe la labor investi-
drica como Manuel Castells en la cultura urbanística de la gadora como herramienta de «lucha»en «articulación directa
Transición, un contexto que mostró la extraordinaria cualidad al movimiento [social] y sus dirigentes», constata la impoten-
proteica de la izquierda española ante la reestructuración cia del «reformismo socialdemócrata»para superar la crisis,
económica y política del primer neoliberalismo. Más que in- critica los excesos «izquierdistas»del 68, etcétera4. De forma
tentar demostrar su influencia directa en el Plan General de crucial para entender el desarrollo posterior del Plan General,
Madrid, ofreceré algunas notas para ilustrar de qué forma la este periplo conduce a la elaboración de un programa de po-
evolución de su trabajo entre finales de los setenta y media- lítica urbana para Madrid explícitamente ligado al PCE, jun-
dos de los ochenta puede servir de índice para comprender to a Ramón Tamames y futuros dirigentes y miembros de la
ciertas derivas en el enfoque del Plan General de Ordenación Oficina Técnica del Plan, incluyendo entre otros a Eduardo
Urbana de Madrid y, viceversa, de qué modo los desplaza- Leira e Ignacio Quintana, con el apoyo del grupo Desarrollo
mientos e implementación posterior de éste expresan la tra- de Iniciativas Ciudadanas (Arias, Gago, Gaviria…). Publicado
yectoria de un importante sector de la izquierda intelectual en 1977 —el año de Eurocomunismo y Estado de Carrillo y
en ese momento. del primer varapalo electoral para el PCE en las generales de
junio—, Madrid para la democracia: la propuesta de los co-
El primer Castells es el más cercano a la realidad urbana del munistas puede entenderse como un intento de superar la
fordismo tardío. Los artífices del Plan conocieron bien el tra- divisoria entre planificación y movimientos identificada en La
bajo de esta etapa —a veces en colaboración directa— com- cuestión urbana con una práctica urbanística reformada, res-
prendida entre La question urbaine y Ciudad, democracia y pondiendo a las reivindicaciones del tejido asociativo y las
socialismo, es decir, entre el análisis de base economicista de clases populares para acabar con la imaginación franquista
la relación entre sociedad y espacio como expresión de cierta de Madrid como «capital del capital»5. Las políticas urbanas
articulación de modos de producción y el estudio de orienta- sugeridas en el libro son a menudo vagas, pero perfilan un
ción más política y cultural de los movimientos sociales en el enfoque que caracterizará después los primeros pasos del
contexto de la crisis urbana, proyecto este último que le lle- Plan, centrado por un lado en estrategias de emergencia en
vará a estudiar el caso madrileño a través de sus asociacio- materia de vivienda, educación, rehabilitación, etcétera, y
nes de vecinos1. Entre los múltiples hilos comunes que unen por otro en el reequipamiento de la ciudad para reforzar la
esos trabajos cabe destacar la atención al protagonismo del vida social en los barrios, en una perspectiva abiertamente
Estado local en la producción y administración de «medios descentralizadora. En ese mismo sentido, Castells elabora en
colectivos de consumo», es decir, de los equipamientos co- 1978 un informe para Gerencia de Urbanismo junto a Nuria
lectivos como elementos centrales en la gestión estatal de Pascual y Alfonso Álvarez Mora, titulado Evolución del tejido
la reproducción de la fuerza de trabajo, y la emergencia de urbano de Madrid y análisis tipológico de barrios, al tiempo
luchas ciudadanas que median ese proceso con demandas que se suma a la denuncia del proceso de despoblamiento
histórica y localmente específicas. «Lo urbano»—quizá sea del centro, que este último hace en su La remodelación del
ésta la contribución más duradera de La cuestión urbana— se centro de Madrid6
identifica como instancia para la resolución de las contradic-
ciones de reproducción del capitalismo, específicamente a En 1979, coincidiendo con las primeras elecciones locales
través de la planificación y la coordinación del equipamiento en Madrid, Castells inicia su andadura en la Universidad de
colectivo2. Consecuentemente el declive del modelo fordista California, Berkeley. En los años siguientes su trabajo va a su-
se manifiesta, entre otros aspectos, como una reapertura de frir una deriva dramática, en paralelo al arranque del Plan y la
esas contradicciones: crisis del estado local, crisis de repro- rearticulación de la izquierda institucional en toda España,
ducción, crisis urbana y surgimiento, como reacción, de movi- tras la llamada «crisis de los renovadores»en el PCE —de
mientos sociales urbanos que resisten desde los barrios y la la que él mismo es protagonista junto a Tamames7— y el
vida cotidiana al colapso del estado del bienestar3. trasvase de cuadros técnicos a otras formaciones políticas.
Castells cierra su investigación sobre los movimientos socia-
No puede comprenderse esta primera fase de Castells sin les y desarrolla su trabajo sobre la crisis urbana centrando
atender a su compromiso con el comunismo institucional. su atención en las nuevas formas de capital transnacional y
El arco cubierto por los libros antes mencionados transita su impacto sobre el estado y las comunidades locales, con
entre la inspiración, explícita, en Althusser y Carrillo, entre un tono de paulatina moderación política, especialmente
la adscripción fundamentalmente teórica a un marxismo en sus escritos fuera de España8. Son reveladoras, en este
estructuralista integrado en el Parti Communiste Français sentido, las intervenciones de menor formato anticipando
PCF y la postura más abiertamente militante ante las expec- no sólo futuros temas de investigación —las consecuen-
tativas del PCE en los primeros pasos hacia la Transición, cias espaciales de las nuevas tecnologías y los procesos de
Manuel Castells y el Plan de Madrid: del comunismo Álvaro Sevilla-Buitrago 222
a la socialdemocracia

reestructuración capitalista, etcétera—, también un nuevo en el «cierre»y perfeccionamiento de la ciudad existente,


posicionamiento político de corte pluralista que ve el Estado Castells argumenta la necesidad de utilizar la planificación
como mediador entre actores sociales y rechaza la noción de para actuar sobre las tendencias de reestructuración «a nivel
partido de clase, en particular en materia urbanística: «Las tecnológico, económico [y] político», de «acompañar la rees-
políticas urbanas más progresistas no son aquellas que favo- tructuración regional y la nueva división territorial del trabajo
recen exclusivamente los intereses de la clase trabajadora, con (…) medidas que (…) controlen los costes sociales de esa
sino las que mejoran la productividad, la redistribución y la li- reestructuración, o efectivamente, conduzcan esa reestructu-
bertad»9. Es interesante, sin embargo, que al sugerir medidas ración en términos de acentuar la productividad»14. El retrato
concretas Castells sigue manejando un programa similar al del urbanismo cualitativo hace poca justicia a un Campos
expresado en 1977, lo que invita a relativizar las acusaciones que en ese mismo encuentro plantea un enfoque alternativo
de radicalidad que la derecha vertería sobre los aspectos del sobre las nuevas tecnologías —decantándose por su activa-
Plan herederos de aquellos supuestos. ción estratégica para dinamizar el tejido industrial en la línea
de la terza Italia— y formula una noción de austeridad que
Simultáneamente Castells sigue colaborando con el preserva elevados niveles de gasto público en equipamien-
Ayuntamiento de Madrid y la Oficina Técnica del Plan, aho- tos sociales.
ra «con carácter de total independencia»10 tras la salida de
Tamames y la expulsión de Mangada y otros concejales del La publicación de las actas un año más tarde coincidía con la
PCE entre 1981 y 1982. Inmediatamente tras la aprobación ini- aprobación definitiva de un Plan General que, también, había
cial del Plan General en 1983 publica un esclarecedor traba- emprendido el vuelo hacia un nuevo horizonte. Cerraba el libro
jo que evalúa la gestión urbanística de la nueva corporación la ponencia crítica de Ramón Fernández Durán, comprometi-
municipal desde la perspectiva de los principios enunciados do, como siempre estaría, con la visión «movimientista»que
en dicho documento. Advierte aquí las contradicciones entre había ocupado a Castells una década antes15. Buena parte de
estos objetivos —con los que aún parece identificarse ple- sus predicciones sobre las consecuencias nada auspiciosas
namente— y la realidad de la gestión cotidiana, en particular de la reestructuración económica como salida a la crisis ur-
la inconsistencia de medidas adoptadas para frenar la desin- bana se convertirían pronto en la realidad que enterraría de-
dustrialización y terciarización del centro y para asegurar la finitivamente el espíritu al calor del cual había nacido el Plan.
promoción de vivienda pública. Ante este escenario el artí-
culo presenta la desindustrialización de la almendra central
1. C ASTELLS, Manuel: La question urbaine. París: Maspero, 1972 (trad. La cues-
como irreversible e indica la necesidad de integrar a las coo- tión urbana. Madrid: Siglo XXI, 1974); Ciudad, democracia y socialismo: la expe-
perativas de vivienda como nuevos agentes en la promoción riencia de las asociaciones de vecinos de Madrid. Madrid: Siglo XXI, 1977.
2. V  eáse por ejemplo La cuestión urbana, pp. 279-282, 474-475, 488-489. Se
residencial para viabilizar los objetivos de vivienda de nueva trata de una fórmula habitual en otros trabajos del propio Castells, como
planta del Plan11. Luttes urbaines et pouvoir politique (trad. Movimientos sociales urbanos.
Madrid: Siglo XXI, 1974, pp. 6-9) y Ciudad, democracia y socialismo, pp. 12-
18, y en otros autores antes de él, especialmente Henri Lefebvre.
En 1984 completa su giro hacia nuevos temas y posiciones 3. Ciudad, democracia y socialismo, pp. 17-32.
4. Ver por ejemplo Ciudad, democracia y socialismo, pp. 6-7, 19-23.
con un primer monográfico sobre la «ciudad informacional»y 5. L a cuestión urbana, pp. 310-312; CASTELLS, Manuel, LEIRA, Eduardo,
la dirección de un informe sobre el impacto de las nuevas tec- QUINTANA, Ignacio, RODRÍGUEZ, Emilio, REBOLLO, Julián y TAMAMES,
Ramón: Madrid para la democracia: la propuesta de los comunistas. Madrid:
nologías en la economía española, encargado por Presidencia Mayoría, pp. 38-39.
del Gobierno y presentado junto a Alfonso Guerra12. Este nue- 6. «  Manuel Castells: ‘Pretenden despoblar el centro de Madrid’», El País, 31
marzo 1978; ÁLVAREZ MORA, Alfonso: La remodelación del centro de Madrid.
vo proyecto de investigación, desarrollado durante más de Madrid: Ayuso, 1978.
una década hasta la publicación de Technopoles of the World 7. MORÁN, Gregorio: Miseria y grandeza del Partido Comunista de España:
1939-1985. Barcelona: Planeta, 1986, p. 588.
(1994) y The Information Age (1996), le alejará paulatinamente 8. Esta fase de transición queda definida por los trabajos Crisis urbana y
de Madrid, aunque ese año encontramos todavía un punto de cambio social. Madrid: Siglo XXI, 1981; Capital multinacional, estados nacio-
nales y comunidades locales, México DF: Siglo XXI, 1981; y The City and the
contacto entre ambas perspectivas, en particular en torno al
Grassroots: A Cross-cultural Theory of Urban Social Movements. Berkeley:
Plan. En febrero es invitado junto a Giuseppe Campos Venuti, University of California Press, 1983.
Peter Hall, Nuno Portas, Tamames, Mangada y otros ponen- 9. C  ASTELLS, Manuel: «Crisis, planning and the quality of life: managing the
new historical relationships between space and society», Environment and
tes a unas jornadas de debate organizadas por la Asamblea Planning D: Society and Space nº1, 1983, p. 13.
de Madrid bajo el título Metrópolis, territorio y crisis. Tras sus 10. C  ASTELLS, Manuel: «Planeamiento urbano y gestión municipal: Madrid,
1979-1982», Ciudad y Territorio nº59-60, 1984, p. 13.
éxitos electorales el PSOE está encaminándose hacia nuevos 11. Ibíd., pp. 16-18, 26.
horizontes económico-políticos y las actas reflejan una ten- 12. CASTELLS, Manuel: Towards the Informational City? High Technology,
Economic Change, and Spatial Structure: Some Exploratory Hypotheses
sión evidente, también en el campo técnico, especialmente («Working paper 430»). Berkeley CA: Institute of Urban and Regional
obvia en la ponencia de un Castells que cuestiona abierta- Development, University of California, 1984; El impacto de las nuevas tec-
nologías sobre la economía y la sociedad en España. Madrid: Presidencia
mente muchas de las tesis sostenidas en la primera etapa del Gobierno, 1984-1985.
del Plan. La polémica con Campos y los supuestos de la aus- 13. CASTELLS, Manuel: «Reestructuración económica, revolución tecnológica
y nueva organización del territorio», en AA VV: Metrópolis, territorio y crisis.
teridad y el urbanismo cualitativo es palpable. Frente a un Madrid: Asamblea de Madrid, 1985, pp. 59-61.
«urbanismo del fin de la historia»—utiliza además los apela- 14. Ibíd., 59-61.
15. F  ERNÁNDEZ DURÁN, Ramón: «Crisis y territorio: el caso de Madrid», en
tivos de «malthusiano»y «populismo castizo»13— que opta- AA VV: Metrópolis, territorio y crisis. Madrid: Asamblea de Madrid, 1985, pp.
ría por restringir el crecimiento urbano futuro para centrarse 259-303.

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