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Distimia

El trastorno distímico es una forma crónica e incapacitante de depresión, que ocurre en una
parcela significativa de la población (3 a 6%) y aumenta los riesgos de trastorno depresivo mayor.
Está asociada a incapacitaciones considerables y elevada comorbilidad. El estatus nosológico de la
distimia viene provocando muchas controversias a lo largo de las décadas pasadas, siendo que
algunas investigaciones la consideraron como siendo un trastorno del humor y otras como un
trastorno de personalidad. La nosografía actual la clasifica entre los trastornos del humor, siendo
hoy una entidad tratable y que necesita de más atención a causa de su morbilidad. [ CITATION
Luc04 \l 3082 ]

A lo largo de la vida, quizá 6% de los adultos padece distimia; a menudo las mujeres resultan
doblemente afectadas en comparación con los varones. Si bien puede iniciar a cualquier edad, es
rara su aparición tardía; el caso clásico surge de manera tan discreta y en una fase tan temprana
de la vida que algunos pacientes consideran que su estado de ánimo abatido habitual es, digamos,
normal. En el pasado distante, los clínicos consideraban que estos individuos tenían personalidad
o neurosis depresivas. Los pacientes distímicos sufren en silencio, y su discapacidad puede ser
sutil: tienden a invertir gran parte de su energía en el trabajo y menos en los aspectos sociales de
la vida. Puesto que no parecen tener discapacidad intensa, son capaces de continuar sin
tratamiento hasta que sus síntomas se intensifican y se convierten en un episodio depresivo
mayor que se diagnostica sin dificultad. Éste es el destino de muchos, quizá el de la mayor parte,
de los pacientes distímicos. [ CITATION Jam14 \l 3082 ]

Características esenciales del trastorno depresivo persistente (distimia)

“Depresión de bajo grado” es como a menudo se describen estos síntomas, que se identifican
durante la mayor parte de un periodo de dos años (nunca desaparecen más de dos meses
seguidos). Algunos pacientes ni siquiera están conscientes de que están deprimidos, aunque otros
pueden verlo. Reconocen síntomas como fatiga, problemas para concentrarse o tomar decisiones,
autoimagen pobre y sensación de desesperanza. El sueño y el apetito pueden aumentar o
disminuir. Es posible que cubran los requisitos completos para un episodio depresivo mayor, pero
el concepto de manía es ajeno a ellos. [ CITATION Jam14 \l 3082 ]

La letra pequeña
En los niños, el estado de ánimo puede corresponder a la irritabilidad más que a la depresión, y el
periodo que se requiere es de un año y no dos.

Las D: • Duración (más días con síntomas que sin ellos, dos años o más) • Discapacidad o malestar
(disfunción laboral/educativa, social o personal) • Diagnóstico diferencial (trastornos por consumo
de sustancias y físicos, duelo y tristeza ordinarios, ajuste a un factor de tensión a largo plazo,
trastornos bipolares, trastorno depresivo mayor).

La distimia en el contexto clínico

La distimia se define como un trastorno afectivo crónico que persiste por lo menos dos años en
adultos y un año en adolescentes y niños. Se clasifica en dos subtipos: la distimia de inicio
temprano, antes de los 21 años, y la de inicio tardío después de los 21 años. Generalmente antes
de los 21 años se puede observar trastornos de conducta, déficit de atención e hiperactividad y
algunos síntomas vegetativos. Es importante distinguir tempranamente la distimia de otros tipos
de depresión, a fin de brindar un tratamiento oportuno que atenúe el impacto continuo de
síntomas caracterizados por pobre conciencia del estado de ánimo, pensamiento negativo, baja
autoestima y anergia, lo que deteriora progresivamente la calidad de vida. La etiología es compleja
y multifactorial, dados los variados mecanismos biológicos, psicológicos y sociales involucrados.
Varias hipótesis tratan de explicar la etiología de la distimia; destacan la hipótesis genética que
incluye además factores ambientales y la hipótesis aminérgica, que apunta a una deficiencia de
serotonina, noradrenalina y dopamina en el sistema nervioso central. Desde nuestro punto de
vista, no se puede concebir la distimia como un simple trastorno depresivo leve; es una entidad
diferente caracterizada por un trastorno depresivo crónico que puede persistir toda la vida, con
importantes repercusiones en la calidad de vida, tanto del sujeto que la padece como de sus
familiares. [ CITATION Mir13 \l 3082 ]

Bibliografía
Jimenez-Maldonado, M., Moreno, G. G., Villaseñor, T., & Gonzalez, A. A. (2013). La distimia en el
contexto clínico. Revista Colombiana de Psiquiatría, 212-218.

Morrison, J. (2014). DSM-V Guia sencilla para el diagnostico clínico . New York: Guilford
Publications, Inc.

Spanemberg, L., & Juruena, M. F. (2004). Distimia: características históricas y nosológicas y su


relación con el trastorno depresivo mayor. Revista de Psiquiatria do Rio Grande do Sul,
300-311.

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