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2
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LENGUA CASTELLANA
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Y LITERATURA
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w

Pedro Galván Magro


w

Félix Martín Cano


w

José Miguel Ocaña Iglesias


Miguel Ángel Rey Hellín

Revisión técnica
Esperanza Mateos Donaire
Juan Carlos Pantoja Rivero

MADRID - BARCELONA - BOGOTÁ - BUENOS AIRES

CARACAS - GUATEMALA - MÉXICO - NUEVA YORK

PANAMÁ - SAN JUAN - SANTIAGO - SÃO PAULO

AUCKLAND - HAMBURGO - LONDRES - MILÁN - MONTREAL

NUEVA DELHI - PARÍS - SAN FRANCISCO - SIDNEY - SINGAPUR

ST. LOUIS - TOKIO - TORONTO


Todos los ejercicios de este libro deben hacerse en cuaderno aparte.

es
ill.
-h
Lengua castellana y Literatura · 2.º de Bachillerato
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No está permitida la reproducción total o parcial de este libro, ni su tratamiento
informático, ni la transmisión de ninguna forma o por cualquier medio,
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ya sea electrónico, mecánico, por fotocopia, por registro u otros métodos,


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sin el permiso previo y por escrito de los titulares del Copyright.


Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos, www.cedro.org)
si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra.
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Derechos reservados © 2013, respecto a la segunda edición en español, por:


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McGraw-Hill/Interamericana de España, S. L.
Edificio Valrealty, 1.a planta
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Basauri, 17
28023 Aravaca (Madrid)

ISBN: 978-84-481-8360-8
Depósito legal: M-8569-2013

Autores del material complementario: Pedro Galván Magro, Félix Martín Cano,
José Miguel Ocaña Iglesias y Miguel Ángel Rey Hellín
Equipo editorial: Marilia Blanco, Patricia Rayón y Cristina Núñez
Diseño de cubierta: rload.es
Diseño interior: Equipo de diseño de McGraw-Hill
Fotografías: Album, Getty Images, Prisma, Quickimage y archivo de McGraw-Hill
Ilustraciones: Juanjo Cotrina
Agradecimientos: El País, S. L., Hearst Magazines España, S. L., Revista Materiales
de Construcción, Instituto de Ciencias de la Construcción Eduardo Torroja
(IETcc-CSIC)
Composición: Diseño y Control Gráfico S. L. U.
Impresión: XXX

IMPRESO EN ESPAÑA – PRINTED IN SPAIN


Presentación
Este es un libro nacido con una doble vocación: por una parte, la de ser la herramienta
más útil posible para la preparación del ejercicio de Lengua castellana y Literatura de
la Prueba de Acceso a la Universidad (PAU); por otro lado, la de presentar el rigor exi-
gible a un manual dirigido a alumnos de 2.º de Bachillerato, sea cual sea la comunidad
autónoma española en que el alumno estudie o se examine.
Este manual está pensado para dos tipos muy distintos de aprendizaje: para el de la
enseñanza reglada (clases oficiales con profesor) y también para los casos de alumnos
que se preparan de forma autónoma o autodidacta.
En la presentación de los contenidos se ha seguido un enfoque muy práctico: toda la teo-
ría correspondiente a cada unidad se expone de forma ordenada, con abundancia de ejem-
plos que faciliten su comprensión. La parte práctica se desarrolla en el apartado PAU, con
ejercicios tomados directamente de exámenes reales de selectividad de años recientes, y
en otros apartados finales.

es
La materia del curso está dividida en cuatro bloques, que se reparten en un total de die-
ciséis unidades. Cada bloque y cada unidad desarrollan un solo tipo de contenido (de Len-

ill.
gua, de trabajo con textos, de Literatura...). Esta es su distribución:
•  Bloque 1: La realidad lingüística de España (Unidad 1).
•  Bloque 2: El estudio de la lengua (Unidades 2-5). -h
w
•  Bloque 3: La variedad de los discursos y el tratamiento de la información (Unidades 6-8).
ra

•  Bloque 4: Literatura (española en castellano, de los siglos xviii, xix y xx, e hispanoa-
cg

mericana del siglo xx. Unidades 9-16).


Cada bloque se inicia con una tabla que recoge de forma esquemática la frecuencia de
.m

aparición de los contenidos del mismo en las PAU de cada una de las distintas comuni-
dades; tabla a la que sigue un resumen global de los contenidos más frecuentes. Conti-
w

núa con una prueba inicial, que dará al alumno una idea —aproximada, pero útil— de
su nivel de partida. Tras el desarrollo de las unidades correspondientes, cada bloque
w

concluye con unas actividades de carácter general sobre lo aprendido y un bloque de ac-
tividades para repasar lo estudiado y vincularlo con el contenido de unidades anteriores.
w

Cada unidad consta de los siguientes apartados:


•  Una introducción breve con un esquema de su contenido global.
•  Un desarrollo teórico conciso, pero completo, con ejemplos abundantes. En Literatu-
ra, se introducen textos representativos de cada apartado estudiado, que se trabaja-
rán, además, en las actividades finales de cada unidad.
•  Dos actividades resueltas tomadas de exámenes de PAU reales o de modelos propues-
tos por las universidades, con indicaciones y pautas para su resolución. Como ejerci-
cios para el alumno, se incluyen otras preguntas tomadas de PAU reales.
•  Más actividades, de creación propia, inspiradas también en las cuestiones más fre-
cuentes preguntadas en las PAU.
•  En las unidades de Lengua, una página de ejercicios relacionados con el uso nor-
mativo de la lengua. En las de Literatura, una serie de textos complementarios con
actividades que promueven la reflexión.
Entendemos que la simple descripción de los contenidos del libro es suficientemente
indicativa de su condición de herramienta práctica, eficaz y rigurosa.

Los autores
Índice
4

BLOQUE I. La realidad lingüística de España Unidad 5. El nivel sintáctico II


5.1 Subordinación adjetiva o de relativo .................. 102
Unidad 1. Las lenguas de España
5.2 Subordinación adverbial .................................... 106
1.1 Origen y desarrollo de las lenguas de España ....... 14
5.3 Construcciones con formas no personales ............ 113
1.2 Las lenguas y dialectos de España en la actualidad ... 19
PAU I ..................................................................... 116
1.3 El español en el mundo ..................................... 22
PAU II .................................................................... 118
PAU I ..................................................................... 26
PAU II .................................................................... 28 Actividades propuestas .......................................... 120

Actividades propuestas .......................................... 31 Uso del idioma ....................................................... 122

Uso del idioma ....................................................... 33

BLOQUE III. V
 ariedad de discursos
y tratamiento de la información
BLOQUE II. El estudio de la lengua

es
Unidad 6. Los textos científicos, técnicos
y jurídicos
Unidad 2. El sistema de la lengua

ill.
2.1 El estudio de la lengua ..................................... 38 6.1 Los textos científico-técnicos ............................ 128

2.2 El nivel fónico ................................................. 40 -h6.2 Los textos jurídico-administrativos .................... 134
w
2.3 El nivel léxico-semántico .................................. 43 PAU I ..................................................................... 136
ra
2.4 El texto .......................................................... 48 PAU II .................................................................... 138
PAU I ..................................................................... 50 Actividades propuestas .......................................... 142
cg

PAU II .................................................................... 52 Uso del idioma ....................................................... 144


.m

Actividades propuestas .......................................... 54


Uso del idioma ....................................................... 56
w

Unidad 7. Los textos de opinión e información


w

Unidad 3. El nivel morfológico 7.1 El lenguaje en los textos humanísticos ................ 146
w

3.1 El monema y sus tipos ...................................... 58 7.2 El lenguaje periodístico .................................... 151
3.2 Formación de palabras ...................................... 60 7.3 El lenguaje de la publicidad ............................... 157
3.3 Las clases de palabras ...................................... 62 PAU I ..................................................................... 158
PAU I ..................................................................... 74
PAU II .................................................................... 161
PAU II .................................................................... 76
Actividades propuestas .......................................... 164
Actividades propuestas .......................................... 78
Uso del idioma ....................................................... 166
Uso del idioma ....................................................... 80

Unidad 4. El nivel sintáctico I


Unidad 8. Los textos literarios
4.1 El sintagma y sus tipos...................................... 82
8.1 El uso literario de la lengua ............................... 168
4.2 La oración simple.............................................. 84
8.2 Características generales del lenguaje literario .... 170
4.3 La oración compuesta........................................ 90
PAU I ..................................................................... 178
PAU I ..................................................................... 94
PAU II .................................................................... 96 PAU II .................................................................... 181

Actividades propuestas .......................................... 98 Actividades propuestas .......................................... 183


Uso del idioma ....................................................... 100 Uso del idioma ....................................................... 185
Índice
5

BLOQUE IV. Literatura Unidad 13. La Generación del 27


13.1 Contexto vital de la Generación del 27 ................ 280
Unidad 9. La literatura del siglo xviii
13.2 La Generación del 27 ........................................ 281
9.1 Marco histórico-cultural .................................... 190
13.3 Los poetas de la Generación del 27 ..................... 283
9.2 La poesía del siglo xviii ..................................... 192
13.4 La prosa de la Generación del 27 ........................ 291
9.3 La prosa del siglo xviii ...................................... 194
9.4 El teatro del siglo xviii ...................................... 197 13.5 El teatro de la Generación del 27 ....................... 292

PAU I ..................................................................... 200 PAU I ..................................................................... 294

PAU II .................................................................... 204 PAU II .................................................................... 296

Actividades propuestas .......................................... 206 Actividades propuestas .......................................... 298


Textos complementarios ......................................... 208 Textos complementarios ......................................... 300

Unidad 10. La literatura del siglo xix Unidad 14. La literatura de los años cuarenta
10.1 España y Europa durante el siglo xix . .................. 210 y cincuenta
14.1 Marco histórico-cultural .................................... 302

es
10.2 Primera mita del xix: el Romanticismo ............... 211
10.3 La literatura de la segunda mitad del xix: 14.2 La poesía ........................................................ 303

ill.
Realismo y Naturalismo ..................................... 217 14.3 La novela ........................................................ 307
PAU I ..................................................................... 222
-h
PAU II .................................................................... 226
14.4 El teatro de los cuarenta y cincuenta .................. 311
PAU I ..................................................................... 314
w
Actividades propuestas .......................................... 228 PAU II .................................................................... 318
ra

Textos complementarios ......................................... 230


Actividades propuestas .......................................... 320
cg

Unidad 11. La literatura de principios del siglo xx. Textos complementarios ......................................... 322
Modernismo y Generación del 98
.m

Unidad 15. La literatura española desde 1960


11.1 El siglo xx hasta la Segunda Guerra Mundial ........ 232
w

15.1 Marco histórico-cultural .................................... 324


11.2 Modernismo y Generación del 98 ........................ 233
15.2 La poesía desde 1960 ....................................... 324
w

11.3 El modernismo ................................................. 234


15.3 La novela desde 1960 ....................................... 327
w

11.4 La Generación del 98 ........................................ 239


11.5 Teatro español a comienzos del siglo xx ............... 243 15.4 El teatro desde 1960 ......................................... 331

11.6 El ensayo a principios del siglo xx ....................... 245 PAU I ..................................................................... 334

PAU I ..................................................................... 246 PAU II .................................................................... 338

PAU II .................................................................... 250 Actividades propuestas .......................................... 340


Actividades propuestas .......................................... 252 Textos complementarios ......................................... 342
Textos complementarios ......................................... 254
Unidad 16.La literatura hispanoamericana
Unidad 12. Novecentismo y vanguardias del siglo xx
12.1 El periodo de entreguerras ................................ 256 16.1 Marco histórico-cultural .................................... 344

12.2 Novecentismo o Generación del 14 ..................... 257 16.2 La narrativa hispanoamericana del siglo xx .......... 345

12.3 Las vanguardias ............................................... 266 16.3 La poesía hispanoamericana del siglo xx .............. 350
PAU I ..................................................................... 270 PAU I ................................................................. 354
PAU II .................................................................... 274 PAU II ................................................................ 356
Actividades propuestas .......................................... 276 Actividades propuestas ....................................... 358
Textos complementarios ......................................... 278 Textos complementarios ...................................... 360
CÓMO SE UTILIZA
ESTE LIBRO

BLOQUE
Xxxxx BLOQUE
34

BLOQUE

II EL ESTUDIO DE LA LENGUA

Contenido del bloque para las PAU Tipo de preguntas que puedes encontrar en este bloque
Preguntas sobre sintaxis
La destreza más solicitada en el conjunto de las PAU es el en que no se exige (Navarra, País Vasco), es fácil que haya
C.–La Mancha

análisis sintáctico completo de oraciones compuestas, con in- que recurrir a la morfosintaxis para responder a cuestiones de
Extremadura

País Vasco
Andalucía

dicación de las relaciones sintácticas entre las distintas pro- alcance general, como la cohesión del texto, rasgos caracte-
Cantabria

C. y León
Cataluña
Canarias
Baleares
Asturias

Valencia
La Rioja

Navarra
Aragón

Madrid
Galicia

Murcia

posiciones y el análisis interno de las mismas. Las formulacio- rísticos del lenguaje coloquial, etc.
nes más habituales para esta cuestión son Análisis sintáctico; Casos especiales:

es
Analice sintácticamente; Análisis (y comentario) sintáctico del
Analizar oraciones compuestas •   En  Andalucía,  la  pregunta  sueñe  ceñirse  a  las  relaciones 
siguiente fragmento; Análisis sintáctico del siguiente texto;
sintácticas de la oración compuesta o entre oraciones inde-
Analizar internamente las distintas proposiciones Analiza sintácticamente el siguiente fragmento.
pendientes de un fragmento. La formulación típica es esta:
Identificar tipo/función de proposiciones Algunas comunidades (Cantabria, Andalucía) ciñen la pregun- Explique las relaciones sintácticas que se establecen entre
Indicar/reconocer función sintáctica de
ta a la sintaxis de la oración compuesta (relaciones entre las oraciones del siguiente fragmento (Unidad 5).
sintagmas o palabras concretas proposiciones o entre oraciones independientes de un frag- •   En Extremadura, se suele solicitar que se redacte la respues-
mento). En otras (Cataluña, Galicia, Baleares…), no se piden ta: El análisis sintáctico ha de ser redactado, no bastan los
Analizar/clasificar morfológicamente análisis sintácticos completos, pero sí actividades parciales esquemas de los que pueda servirse el alumno.
Composición y derivación que, en conjunto, requieren un buen manejo de esta habi-
•   En algunas comunidades (especialmente Galicia y Canarias), 
lidad: clasificar proposiciones tomadas del texto, indicar la
Análisis de formas verbales se demanda analizar palabras o sintagmas aislados, o reco-
función sintáctica de palabras o sintagmas del mismo, etc.
nocer ciertas estructuras sintácticas en el texto.
Segmentar/clasificar monemas

ill.
La conclusión es clara: en la mayor parte de las PAU se te exi-
Explicar/comentar el significado de palabras girá un buen nivel de análisis sintáctico. Incluso en las pocas
y expresiones
Estilística de clases de palabras Preguntas sobre morfología
Reformulación léxica de pasajes Algunas comunidades piden, sin más, el análisis morfológico básicos… (segmentación de la palabra o unidad léxica en
Escribir/redactar ejemplos de un fragmento determinado. Sin embargo, lo más frecuente monemas o formantes en general).
es que la pregunta especifique y aclare su alcance (Unidad 3): •   Derivación y composición morfemática (formación de pala-
Buscar sinónimos
bras por medios gramaticales).
•   Identificación y clasificación de la clase de palabra; catego-
Buscar antónimos
ría y subcategoría (clasificación en sustantivo, verbo…). Es posible que aun así te queden dudas, por ejemplo, sobre
Buscar términos del texto para •   División en elementos constituyentes; analice la estructura si es preciso clasificar la palabra por su formación o tipo de

-h
definiciones dadas morfológica; analice la estructura interna de las siguientes constituyentes: compuesta, derivada, parasintética… Ante la
Identificar términos pertenecientes palabras descomponiéndolas en sus formantes morfológicos duda, lo mejor es que seas «generoso», sin divagar.
a campos semánticos
Explicar conceptos semánticos
Preguntas sobre léxico y semántica
Adecuación del texto Lo más habitual es que se pida explicar o comentar el signifi- Si sumas las comunidades en que se hacen esos dos tipos de
cado, en el texto propuesto, de determinadas palabras, locu- preguntas, verás que constituyen mayoría. Te conviene, pues,
Cohesión del texto
ciones o unidades mayores, es decir, concretar lo más posible ejercitarte en la reflexión sobre el significado de las palabras
Rasgos de subjetividad o expresividad el significado contextual o sentido de las mismas. En otras en general y en la búsqueda de sinónimos en particular.
Rasgos de registros del lenguaje ocasiones, se piden directamente sinónimos, conceptuales o, A veces se pide identificar campos semánticos, términos de
más frecuentemente, contextuales. los mismos o incluso definir algunos conceptos semánticos
w
Clasificar nexos y/o conectores
(Madrid, Cataluña), para lo que debes estar preparado.
Otras preguntas
En el País Vasco y Navarra, es dominante el enfoque comu- etcétera. Aun en estos casos, los conceptos de morfosintaxis
nicativo, con preguntas generales del tipo de Adecuación del y semántica te serán necesarios para desarrollar los comen-
Muy frecuente Frecuente Ocasional texto, Cohesión del texto, Modalización (actitud del emisor), tarios generales pedidos.
ra

contenido del bloque Tipo de preguntas que puedes


cg

para las PAU encontrar en este bloque


.m

Introducción deconbloque
Cada bloque comienza una tabla de frecuencias Autoevaluación
En este apartado se clasififinal
can las de bloque
preguntas de PAU
en la que se recogen muchas de las preguntas que y se detallan las características de las mismas en
Or sim dunt ex ea feuisim venis digna faccum eu 
w

han aparecido, en los últimos años, en las Prue- Or  sim 


las dunt  ex 
distintas ea  feuisim puntuación,
autonomías: venis  digna  faccum  eu 
frecuencia
feuguero
bas de odiam,
Acceso a lasumsan velendit,
Universidad veliscipit,
(PAU) quat
de las distin- feuguero
de odiam,
aparición, sumsan
modelos develendit, veliscipit,
formulación de las quat
pre-
w

incip
tas ex endit, sismodigna
comunidades feugiamet delestrud dio
autónomas. incip ex etc.
guntas, endit, sismodigna feugiamet delestrud dio
conullam nullan hendit iure tiscilla feugiam, quat. conullam nullan hendit iure tiscilla feugiam, quat.
w

Ut adionsed tem in ulput Ut adionsed tem in ulput


36

EL ESTUDIO DE LA LENGUA
Nivel 0
Lo que ya sabes Para qué lo necesitas Dónde puedes repasar
Sintaxis de la oración simple (1.º de Imprescindibles para afrontar el análisis sin- En este libro se trabaja sistemáti-
Bachillerato). Base de la oración com- táctico exigido en la mayor parte de las PAU. camente la oración compuesta y se
puesta (3.º y 4.º de ESO). hace un repaso de la simple (Uni-
dades 4 y 5). Libro de 1.º.

Morfología y semántica (ESO y 1.º de Necesarias para responder a preguntas de mu- En las Unidades 2 y 3 de este libro.
Bachillerato). chas PAU. Libro de texto de 1.º.

Texto y teoría lingüística. Para preguntas ocasionales de las PAU y prue- En este mismo libro (Unidad 2). Li-
bas con enfoque comunicativo (País Vasco, bro de 1.º de Bachillerato.

Xxxxx CD
Navarra).

¿Y qué consecuencias tiene saber mal la gramática?


No es que se sepa mal la gramática. Lo que sucede es que hay personas que no muestran el menor interés por el idioma. Creen que
la lengua es una institución externa, que los gramáticos imponen sus reglas a los hablantes como si fueran legisladores o como
si los principios de la gramática fueran normas de tráfico o de derecho mercantil. Es una opinión extendidísima. Es una pena que
sean tan pocos, proporcionalmente, los que comprenden que las palabras no son el envoltorio de las ideas, sino el material del
que están hechas. Para el gramático, la lengua es esto y mucho más. Es una aventura, un territorio que nunca acaba de explorar,
pero que cada día conoce un poco mejor.
«Entrevista con Ignacio Bosque», El País Semanal, 22 de abril de 2007.

Comprueba lo que sabes

1> El sujeto de sepa (línea primera) es… 4> La relación semántica entre castellano e idioma es:
a) No hay: es una impersonal gramaticalizada. a) Ambos términos son sinónimos contextuales en cual-
b) No hay: es una impersonal refleja. quier contexto.
c) La gramática. b) Castellano es hipónimo de idioma.
c) Castellano es hiperónimo de idioma.

Xxxxx
2> En el segmento un territorio que nunca acaba de explorar,
el elemento que… 5> La proposición como si fueran legisladores es…
a) Es una conjunción subordinante. a) Una subordinada condicional.
b) Es un relativo con función de CD. b) Una subordinada comparativa.
c) Es un relativo con función de sujeto. c) Una subordinada modal.

3> En … que cada día conoce un poco mejor (final del frag- 6> En la oración Para el gramático, la lengua es esto y mucho
mento), la palabra mejor es… más, el elemento más…
a) El adjetivo bueno en grado comparativo. a) Es un pronombre, que funciona como núcleo del SN
b) En cualquier caso, funciona como complemento pre- atributo mucho más.
dicativo del verbo conoce. b) Es un adverbio y funciona como CC de cantidad.

Or sim dunt ex ea feuisim venis digna faccum eu 
c) El adverbio bien en grado comparativo. c) Es un determinante, igual que mucho.

Sol uci ones


1.c; 2.b; 3.c; 4.b; 5.c; 6.a.

feuguero odiam, sumsan velendit, veliscipit, quat


incip ex endit, sismodigna feugiamet delestrud dio
nivel
conullamcero
nullan hendit iure tiscilla feugiam, quat.
Ut adionsed tem in ulput
Este apartado plantea una prueba de nivel tipo
test, que te permitirá comprobar el grado de co-
nocimiento que tienes de conceptos estudiados
anteriormente, antes de abordar el estudio de las
nuevas unidades.
Xxxxx UNIDAD
UNIDAD
60 03 EL NIVEL MORFOLÓGICO EL NIVEL MORFOLÓGICO 03 61

EL NIVEL SINTÁCTICO II
j 3.2 Formación de palabras B. Derivación
Errores comunes
aguador
En la unidad anterior distinguimos dos procedimientos generales para incre-
agua
mentar el léxico de una lengua: el primero consistía en tomar palabras de una La derivación consiste en la obtención de una palabra nueva, llamada deri-
lengua extranjera (préstamos, en general); el otro es utilizar los recursos de vada, por el procedimiento de añadir morfemas derivativos (prefijos o sufijos) • Es frecuente el error de llamar

05
formación de palabras nuevas que la propia lengua ofrece a partir de palabras a un lexema. palabras *derivativas a las deriva-
En esta unidad concluiremos el estudio del nivel sintáctico de la lengua. Veremos la subordi- preexistentes, llamadas simples. das. Recuerda, derivativos son los
nación adjetiva y adverbial y haremos un recorrido sistemático por las construcciones con morfemas afijos, especializados en
Algunos de estos medios son gramaticales (véase la Figura 3.1): unión de lexe- Así, las palabras predecir, motivador, ruindad, infatigable son derivadas, respectivamente, de formar palabras derivadas.
formas no personales. El estudio detenido de esta unidad es tan esencial como el de la anterior paraguas mas o de palabras (composición), adición de prefijos y/o sufijos (derivación y decir, motiv(o), ruin, fatiga.
para el dominio del análisis sintáctico, que, como ya sabes, constituye una de las preguntas paragüero • En muchos libros se plantea la
parasíntesis) o una combinación de ambos recursos (composición y derivación
fijas de las PAU en casi todo el territorio nacional. El estudio de las adverbiales y de las cons- A veces se combinan composición y derivación en una misma unidad: centrocampista (centro cuestión terminológica de cla-
a la vez). Otras posibilidades se basan en las abreviaciones de las palabras o en
trucciones con formas no personales te exigirá un esfuerzo extra de memoria. + campo + -ista); picapedrero (pica + piedra + -ero). Son muy frecuentes los derivados de com- sificar los combinados del tipo
el uso de siglas. centrocampista como palabras
puestos cultos: telefonista (tele-, ‘lejos, a distancia’ + fono, ‘sonido’ + -ista).
compuestas y derivadas a la vez
o como parasintéticas. Se reco-
A. Composición C. Parasíntesis mienda la terminología usada en
Fig. 3.1. A partir de agua se forman tres palabras: la unidad. Por lo demás, puedes
paraguas por composición, aguador por derivación estar seguro de que los correcto-
y paragüero por composición y derivación. res de las PAU conocen y admiten
Función del relativo dentro La composición consiste en la obtención de una palabra nueva, estas divergencias terminológicas.
llamada compuesta, a partir de dos o más lexemas, morfemas La parasíntesis consiste en la aplicación simultánea de un prefijo y un sufijo
de la subordinada a un lexema, de tal manera que no existen como palabras independientes ni
Los relativos Y además… independientes o palabras simples en general.
la combinación prefijo + lexema ni la combinación lexema + sufijo.
Lista de los relativos
Clasificación de las Formantes de los compuestos
subordinadas adjetivas cultos Así, sacacorchos o abrelatas son palabras compuestas a partir de un verbo y un nombre preexis- Son parasintéticas enjaular, aterrizaje, enlutado… En cambio, una palabra como imperdonable
SUBORDINACIÓN consta de prefijo + lexema + sufijo, pero no es parasintética, sino derivada (existe perdonable).
ADJETIVA O DE Es frecuente que en los libros se tentes tomados en bloque: saca-corchos. La -s final no significa plural, porque no existe un
RELATIVO Proposiciones adjetivas aluda a estos formantes como prefi- singular *sacacorcho. A menudo se puede deducir un orden lógico-cronológico en los procesos de formación de
sustantivadas jos o sufijos. Ello se debe a que son Los compuestos cultos surgen a partir de formantes de origen grecolatino: antropología sig- palabras nuevas por medios gramaticales. En la palabra compuesta y derivada paracaidista, lo
muy productivos en la formación nifica, por sus formantes, ‘ciencia o estudio del ser humano’, pero tales formantes son griegos, primero fue la creación del término compuesto paracaídas y a partir de él se formó el derivado
de palabras nuevas cultas o técni-

es
Construcciones equivalentes no castellanos. Lo mismo cabe decir de plenilunio, ‘luna llena’, según sus constituyentes la- paracaidista. Prueba indirecta de ello es que no existe *caidista.
cas. Así, antropo, ‘ser humano’ se
con formas no personales encuentra en primer lugar en antro- tinos. Este tipo de palabras compuestas son extraordinariamente frecuentes en el lenguaje
pólogo y en segundo lugar en filán- culto y técnico, y conviene estar familiarizado con ellas.
tropo (‘benefactor’), pero en ambos Existen ejemplos de palabras compuestas muy complejas; por ejemplo, correveidile (‘persona
D. Reducciones, siglas y acrónimos
Propias: casos el formante debe ser conside- que lleva y trae cuentos y chismes’, según el DRAE) es una palabra compuesta a partir de nada
• de lugar rado lexema, pues tiene significado
menos que cuatro palabras, tres de las cuales son verbos: corre, ve, y, dile. Sin embargo, al
• de tiempo léxico… en griego (e indirectamente Una reducción o abreviación consiste en el acortamiento de la palabra
en español). formar una palabra única, su clasificación no ofrece dudas: es una palabra compuesta.
• de modo original mediante apócope (eliminación de sonidos del final de la palabra).
Los compuestos de varias palabras son combinaciones de dos o más palabras con significado
unitario y que funcionan en la oración como una palabra simple. Su nombre genérico habitual Se llaman siglas las unidades léxicas formadas por la unión de las ini-
De relaciones lógicas: es el de locuciones (las locuciones nominales son llamadas también compuestos sintagmáti- ciales de las palabras originales.
Claves y consejos
SUBORDINACIÓN • condicionales cos o sintagmas lexicalizados). Las locuciones se clasifican según la clase de palabra a la que
ADVERBIAL Clasificación de las • causales equivalen. Así, se puede hablar de diferentes tipos de locuciones:

ill.
subordinadas adverbiales • consecutivas (lógicas) Locuciones Son reducciones: tele(visión), cine(matógrafo)… Son muy productivas para la formación
• concesivas • Nominales: el más allá, luz verde. de neologismos (palabras nuevas): cinéfilo, telebasura…
Para identificar las locuciones, pue-
• finales des seguir estos criterios: • Adjetivas: de pelo en pecho, a carta cabal, de cine. Son siglas ONU (Organización de las Naciones Unidas), ESO (Enseñanza Secundaria Obli-
gatoria), AVE (Alta Velocidad Española)… Se recogen las iniciales de las palabras signi-
1. Que el conjunto de palabras sea • Verbales: echar de menos, andarse con chiquitas.
Correlativas: ficativas, no los determinantes ni las partículas, y se escriben sin puntos.
estable.
• consecutivas (correlativas • Adverbiales: en el acto, a derechas, por sistema, de sobra.
2. Que su significado global no sea En español se suelen leer las siglas (onu, no o-ene-u), salvo que la pronunciación sea
o intensivas) el resultado de la suma de sus • Prepositivas: acerca de, con arreglo a, en dirección a. difícil: ONG: oenegé. Por ello, las siglas españolas tienden a convertirse en acrónimos.
• comparativas componentes, sino otro nuevo.
• Conjuntivas: aun cuando, a pesar de que, así es que.
3. A veces las locuciones son sus- Por acrónimo se entienden dos conceptos distintos:
De infinitivo tituibles por una sola palabra El significado de estos compuestos es unitario y distinto de la suma de sus componentes: por
simple de significado equivalen- ejemplo, ni con la locución patas de gallo (‘arrugas de las esquinas de los ojos’) ni con ojo de • La palabra o unidad léxica obtenida mediante la unión de fragmentos de otras pala-

-h
CONSTRUCCIONES bras: Banesto (Banco Español de Crédito), Fitur (Feria Internacional de Turismo), etc. Fig. 3.2. Gracias a los mecanismos de
te (luz verde = permiso), pero buey (‘ventana o claraboya circular’) se habla de ninguna parte del cuerpo de ningún animal. formación de palabras, el caudal léxico
CON FORMAS NO De gerundio no siempre es así: ¿a qué verbo de una lengua puede ir aumentando.
PERSONALES simple equivaldría andarse con También son combinados unitarios desde el punto de vista funcional. El análisis de la expre- • La palabra «normal» obtenida a partir de siglas, escrita con minúsculas y que sigue Observa cuántos de estos mecanismos son
De participio chiquitas? sión echar en falta (‘añorar’) a alguien debe ser: echar en falta a alguien. las reglas gramaticales (la -s del plural, la tilde…): ovni (plural, ovnis), láser o radar evidentes en esta portada de una revista
núcleo verbal CD (procedentes de siglas inglesas), sida (síndrome de inmunodeficiencia adquirido), etc. de divulgación científica.
w
inicio de unidad Tratamiento teórico de la materia
ra

Tratamiento teórico de la materia Inicio de la unidad


Cada unidad comienza con un esquema que recoge La teoría se presenta de manera concisa, directa y
cg

Or sim dunt ex ea feuisim venis digna faccum eu 
los puntos tratados en la misma y la relación entre Or sim dunt ex ea feuisim venis digna faccum eu 
completa. Las tablas, cuadros y figuras te ayudarán
feuguero odiam, sumsan
ellos. Es importante velendit,
que tengas veliscipit,
claro cómo sequat
es- feuguero odiam,
a tener una visiónsumsan
generalvelendit, veliscipit,
y organizada de los quat
con-
.m

incip ex endit, sismodigna


tructura el contenido. feugiamet delestrud dio incip ex endit, sismodigna feugiamet delestrud
tenidos. En las unidades de Literatura, los textos dio
conullam nullan hendit iure tiscilla feugiam, quat. conullam nullan hendit iure tiscilla feugiam,
representativos de las corrientes estudiadas jalonanquat.
Ut adionsed tem in ulput Ut adionsed tem
la exposición in ulput
teórica a modo de ejemplos.
w
w

314
09 09
w

315
PRUEBAS DE ACCESO A LA UNIVERSIDAD 206 LA LITERATURA DEL SIGLO XVIII LA LITERATURA DEL SIGLO XVIII 207

NOTA: Todas las actividades de esta página deben hacerse en cuaderno aparte. NOTA: Todas las actividades de esta página deben hacerse en cuaderno aparte.

Actividades propuestas Actividades propuestas


PRUEBA I Antes de responder 1> Lee esta oda anacreóntica. Indica los rasgos métricos, 3> Lee el texto y contesta las preguntas: ¿Qué dos tipos de Repaso Comentario de un ensayo literario
formales y temáticos característicos de la poesía rococó teatro censura Jovellanos? ¿Qué critica de cada uno?
Lee atentamente y fíjate 7> Los últimos años de Moratín estuvieron marcados por No temáis, hijos míos, que para inclinaros al estudio de las
Diario de un cazador, La hoja roja, El camino y otros muchos ocupaban que aprecies en ella.
RECUERDA circunstancias difíciles. Lee detenidamente el texto 1 buenas letras trate yo de menguar ni entibiar vuestro amor
las estanterías de una casa que no existe. Sigue en pie, pero no está ha- Como ves, el texto, publicado en un periódico, es un elogio fúnebre de un escritor reciente- La reforma de nuestro teatro debe empezar por el destierro de
y responde a las siguientes preguntas: a las ciencias. No por cierto; las ciencias serán siempre a mis
bitada por quienes nos criamos con el Nini, o Uca Uca, que vivían en mente fallecido, Miguel Delibes, basado en la experiencia personal que la autora ha vivido con Inquieta palomita, casi todos los dramas que están sobre la escena. No hablo so­
a) ¿A qué circunstancias se refiere? ojos el primero, el más digno objeto de vuestra educación;
libros desencuadernados, llenos de anotaciones con la letra de médico de respecto a ese autor. Ella descubrió sus libros en la biblioteca de su padre, luego tuvo que En este texto encontrarás un buen que vuelas y revuelas lamente de aquellos a que en nuestros días se da una necia y
ellas solas pueden ilustrar vuestro espíritu, ellas solas enri­
leerlos al estudiar Bachillerato y ha acabado recomendándoselos a sus alumnos, por lo que de- ejemplo de lo que denominamos desde el hombro de Filis bárbara preferencia; de aquellos que aborta una cuadrilla de b) ¿Qué deseo manifiesta al final?
mi padre. Delibes fue lectura obligatoria en mis años de instituto, y yo lo quecerle, ellas solas comunicaros el precioso tesoro de verda­
ducimos que es profesora. Además, defendió a Delibes en ciertas épocas en que las modas o argumento por contraste o con- a su halda1 de azucenas; hambrientos e ignorantes poetucos que, por decirlo así, se han c) ¿A qué lugar se refiere en esos últimos versos?
recomiendo a mis alumnos, con desigual fortuna. Hay quien se engancha traargumento. Consiste en exponer Si yo la inmensa dicha levantado con el imperio de las tablas para desterrar de ellas
des que nos ha transmitido la antigüedad, y disponer vuestros
para siempre y quien protesta al usar el diccionario, porque las palabras el gusto literario dominante lo consideraban un novelista un tanto anodino o pasado de moda 8> El texto 2 es representativo de una corriente estética ánimos a adquirir otras nuevas y aumentar más y más este
de algún modo la tesis contraria a que tú gozas tuviera, el decoro, la verosimilitud, el interés, el buen lenguaje, la cor­
de Delibes no son pompas de jabón, sino que se saborean lentamente dado el carácter sencillo de sus tramas y de sus personajes, casi siempre del ámbito rural. que es muy característica del siglo xviii. Vuelve a leerlo y rico depósito; ellas solas pueden poner término a tantas in­
la nuestra para luego rebatirla y no de lugar mudara, tesanía, el chiste cómico y la agudeza castellana. Semejantes
con el regusto de lo perdido, de aquellos días en que cada realidad tenía reforzar así nuestra tesis. Es lo que responde: útiles disputas y a tantas absurdas opiniones; y ellas, en fin,
ni fuera tan inquieta. monstruos desaparecerán a la primera ojeada que echen sobre
un único nombre ahora olvidado. Hubo un tiempo en que afirmar que Recuerda hace aquí la autora cuando, para Mas desde el halda al seno la escena la razón y el buen sentido; hablo también de aque­ a) ¿De qué corriente se trata? disipando la tenebrosa atmósfera de errores que gira sobre la
defender la literatura de Delibes, tierra, pueden difundir algún día aquella plenitud de luces y
me gustaban los cuentos de Viejas historias de Castilla la Vieja sonaba Hemos citado a Miguel Delibes en esta unidad como uno de los principales narradores de posgue- solo un vuelito diera; llos justamente celebrados entre nosotros, que algún día sir­ b) ¿Qué otros subgéneros líricos son característicos de conocimientos que realza la nobleza de la humana especie.
plantea la pregunta que le hacían
antiguo, a vivir anclada en los libros azules de la editorial Anaya. Cómo rra, partícipe tanto de la novela existencial en los cuarenta como de la social en los cincuenta y sus detractores (y que llevaba implí-
y allí hallara descanso, vieron de modelo a otras naciones y que la porción más cuerda esta corriente?
puede gustarte alguien que solo habla de campo y cazadores, o lugares de la experimental en los sesenta y setenta, aunque siempre de una forma muy personal, basada y allí mi nido hiciera. e ilustrada de la nuestra ha visto siempre y ve todavía con Mas no porque las ciencias sean el primero deben ser el único
cita una crítica contra él), la cual le 9> El texto 3 corresponde a una novela de intención satí­
objeto de vuestro estudio; el de las buenas letras será para
donde nunca pasa nada. Pero a mí entonces ya me parecía difícil encon- en la preocupación ética por la naturaleza y por la deshumanización de la vida moderna. sirve como pie para reivindicar su entusiasmo y delicia. Seré siempre el primero a confesar sus
rica. Léelo y responde a estas preguntas:
trar la palabra justa, y mucho más contar vidas que seguían el ritmo de defensa del escritor vallisoletano. Juan Meléndez valdés: «Oda XXIII», en La paloma de Filis. bellezas inimitables: la novedad de su invención, la belleza de vosotros no menos útil, y aun me atrevo a decir no menos
El fragmento es un ejemplo de la variedad de tonos y lenguaje que caben en los textos pe- su estilo, la fluidez y naturalidad de su diálogo, el maravilloso a) ¿Qué pretende satirizar? necesario.
las estaciones. Lo fácil era la novela urbana, imitar el argot de los jóvenes riodísticos de opinión; aquí se mezcla el obituario (reseña sobre un personaje recientemente
1
halda. Regazo.
artificio de su enredo, la facilidad de su desenlace, el fuego, b) ¿Qué recursos retóricos utiliza?
o la cultura estadounidense. Contra las supuestas innovaciones, estaba la fallecido) con una evocación subjetiva, y con cierto tono lírico del escritor. Porque ¿qué son las ciencias sin su auxilio? Si las ciencias
2> En esta carta se reflexiona acerca de la llamada Le­ el interés, el chiste, las sales cómicas que brillan a cada paso 10> El texto 4 es muy representativo de la mentalidad de esclarecen el espíritu, la literatura le adorna; si aquellas le en­
novedad permanente de su mirada. Reflejaba lo que veía o lo que pen- en ellos. Pero ¿qué importa si estos mismos dramas, mirados a
saba que pudo haber pasado, como en El hereje. No hacía falta que el yenda Negra sobre la conquista de América. Averigua los ilustrados. ¿Por qué? riquecen, este pule y avalora sus tesoros; las ciencias rectifican
Cómo responder a la pregunta en qué consiste tal leyenda. ¿Cuál parece ser la postura la luz de los preceptos y principalmente a la de la sana razón,
mundo apareciera, porque él hacía aparecer al mundo. En sus ojos estaba 11> En las Cartas marruecas, Cadalso hace gala de un pa­ el juicio y le dan exactitud y firmeza; la literatura le da discer­
del autor al respecto? están plagados de vicios y defectos que la moral y la política nimiento y gusto, y la hermosea y perfecciona. Estos oficios
la literatura. Ahora que se han cerrado, mis alumnos tendrán que cam- En las preguntas más cerradas (1a y 1c) debemos ser precisos, claros, y no extendernos innece- triotismo crítico. Justifícalo tomando como base las
no pueden tolerar? ¿Quién podrá negar que en ellos, según la son exclusivamente suyos, porque a su inmensa jurisdicción
biar los tiempos verbales de sus trabajos y escribir que era un maestro, en sariamente. Las preguntas 1b y 2a son más abiertas. La cuestión planteada en la primera no es palabras que dedica a las provincias españolas y a los
Acabo de leer algo de lo escrito por los europeos no españoles vehemente expresión de un crítico moderno, «se ven pintados pertenece cuanto tiene relación con la expresión de nuestras
fácil, ya que obliga a distinguir muy bien entre realidad y obra artística. Para ello, buscaremos rasgos del carácter español en el fragmento recogido
imperfecto, porque sus libros siguen enseñándonos todavía. acerca de la conquista de la América. Si del lado de los espa­ con el colorido más deleitable las solicitudes más inhonestas, ideas; y ved aquí la gran línea de demarcación que divide los
ejemplos de obras de arte (no necesariamente literarias) que se basen en una realidad medio- en el texto 5.
ñoles no se oye sino religión, heroísmo, vasallaje y otras voces los engaños, los artificios, las perfidias, fugas de doncellas, conocimientos humanos. Ella nos presenta las ciencias emplea­
Pilar Galán (publicado en El Periódico de Extremadura, cre o anodina y que, sin embargo, tengan interés artístico, e intentaremos justificar tal hecho.
escalamientos de casas nobles, resistencias a la justicia, due­ 12> ¿Cómo se refleja la mentalidad del despotismo ilustrado
18 de marzo de 2010). dignas de respeto, del lado de los extranjeros no suenan sino das en adquirir y atesorar ideas, y la literatura en enunciarlas;
codicia, tiranía, perfidia y otras no menos espantosas. No pude los y desafíos temerarios, fundados en un falso pundonor, ro­ en la obra de Jovellanos? Júzgalo a partir de las ideas
por las ciencias alcanzamos el conocimiento de los seres que
menos de comunicárselo a mi amigo Nuño, quien me dijo que bos autorizados, violencias intentadas y ejecutadas, bufones expresadas en el texto 7.
nos rodean, columbramos su esencia, penetramos sus propie­
Realice un comentario del texto anterior, conforme al siguiente guion:
Respuesta era asunto dignísimo de un fino discernimiento, juiciosa crítica insolentes, y criados que hacen gala y ganancia de sus infa­ 13> Explica los rasgos característicos del prerromanticismo dades, y levantándonos sobre nosotros mismos, subimos hasta
y madura reflexión; pero que entre tanto, y reservándome de mes tercerías»? Semejantes ejemplos, capaces de corromper la en el texto 6. su más alto origen. Pero aquí acaba su ministerio, y empieza
PARTE 1 (relacionada con la estructura interna y contenido del texto) formar el concepto que más justo me pareciese en adelante, inocencia del pueblo más virtuoso, deben desaparecer de sus
1.a) Resumen 14> Localiza el fragmento de El sí de las niñas (texto 8) en el de la literatura, que después de haberlas seguido en su rá­
reflexionase por ahora solo que los pueblos que tanto vocean ojos cuanto más antes. pido vuelo, se apodera de todas sus riquezas, les da nuevas
a) Resuma el texto propuesto. el conjunto de la obra, atendiendo al argumento, el
La autora se aficionó a la lectura de Delibes en los libros de su padre, luego los leyó de forma la crueldad de los españoles en América son precisamente los conflicto dramático y los personajes. formas, las pule y engalana, y las comunica y difunde, y lleva
b) ¿Opina Ud. que el escritor puede crear un mundo imaginario que nos obligatoria en el instituto, y ahora los recomienda a sus alumnos con resultados dispares. mismos que van a las costas de África, compran animales ra­ Es por lo mismo necesario sustituir a estos dramas otros capa­ de una en otra generación.
Siempre valoró su capacidad para expresar la realidad de la gente sencilla del campo y, ahora ces de deleitar e instruir, presentando ejemplos y documentos 15> Analiza el lenguaje del texto 8 en relación con el con­
resulte atractivo a pesar de que recree una realidad que, como tal rea- cionales de ambos sexos a sus padres, hermanos, amigos o
que ha muerto, sus alumnos lo seguirán evocando, en pretérito imperfecto, como un maestro. que perfeccionen el espíritu y el corazón de aquella clase de cepto de comedia de los ilustrados. Gaspar Melchor de Jovellanos: Oración sobre la necesidad
lidad, pudiera resultarnos muy aburrida? Argumente sus opiniones. guerreros felices, sin más derecho que ser los compradores
blancos y los comprados negros; los embarcan como brutos; los personas que más frecuentará el teatro. de unir el estudio de la literatura al de las ciencias (1797).
c) Miguel Delibes es uno de los narradores más importantes de la pos- 1.b) Opinión llevan millares de leguas desnudos, hambrientos y sedientos; Recapitulación
Gaspar Melchor de Jovellanos: «Teatros», 19> Fíjate en la estructura interna del texto. Observa que el
guerra española. Por tanto, desarrolle Ud. el tema «La narrativa espa- Por supuesto, la obra artística o de ficción puede resultar atractiva por anodina que resulte la los desembarcan en América; los venden en público mercado en Memoria para el arreglo de la policía 16> Comenta las modalidades oracionales que aparecen en
ñola desde la posguerra hasta finales de los años 60». como jumentos, a más precio los mozos sanos y robustos, y a primer párrafo desarrolla una idea, el segundo sirve de
situación real en la que se inspire o que trate de reflejar. Precisamente el mérito del artista es de los espectáculos (1795). el texto 4 y responde: transición (con el conector adversativo mas) y el ter­
hacer interesante esa realidad, ya sea porque descubre en ella, ahondando en la psicología de mucho más las infelices mujeres que se hallan con otro fruto
PARTE 2 (relacionada con la estructura externa y forma del texto) de miseria dentro de sí mismas; toman el dinero; se lo llevan a a) ¿Qué función cumplen? cero desarrolla una nueva idea que matiza la primera.
los personajes, conflictos profundos o universales del ser humano que anidan bajo la vulgari- 4> ¿Qué virtudes reconoce en uno de ellos? Esquematiza brevemente dicha estructura.
a) Explique qué tipo de texto es el que se ha propuesto y sus características. dad de lo cotidiano, ya porque a través del tratamiento formal (hablamos no solo de literatura, sus humanísimos países, y con el producto de esta venta impri­ b) ¿De qué tipo de texto son características?
sino también, por ejemplo, de pintura) adopte perspectivas inéditas en ella (pensemos en los men libros llenos de invectivas, retóricos insultos y elocuentes 5> ¿Qué medidas propone? 17> Señala algunos rasgos, propios de la función expresiva, 20> El texto intenta convencer de cierta tesis a los lectores.
Baremo: Parte 1: a) 1 punto; b) 2 puntos; c) 2,5 puntos. bodegones tanto barrocos como cubistas). injurias contra Hernán Cortés por lo que hizo. Por lo tanto, ¿cuál es su modalidad textual? ¿Cómo se
6> ¿Crees que este texto es una argumentación? Justifica que le confieran emotividad al texto 8.
Parte 2: a) 1 punto. José Cadalso: «Carta IX», en Cartas marruecas (1789­90). la respuesta. manifiesta todo ello en la estructura y en el lenguaje?
Si trasladamos la cuestión a los géneros literarios, veremos que el sentido de su evolución 18> ¿Cuáles de estos textos considerarías ensayísticos? Jus­
Extremadura, junio de 2012 histórica es que se han potenciado precisamente aquellos géneros más basados en la realidad tifica la respuesta basándote en sus características lin­ 21> Desarrolla tu valoración crítica y opinión personal so­
común (novela, comedia, drama) en detrimento de aquellos otros más basados en sucesos güísticas. bre la relación entre las letras y las ciencias.
grandiosos y extraordinarios (épica, tragedia).

PAU resueltas y guiadas Apartados finales


Actividades
Tras propuestas
el bloque de teoría, se resuelven dos exámenes Autoevaluación
Encontrarás una nutrida de la unidad
batería de actividades.
tipo PAU, la mayoría de ellos extraídos de pruebas
Or sim dunt ex ea feuisim venis digna faccum eu  Además, en las unidades de Lengua (1-8) hay un 
Or sim dunt ex ea feuisim venis digna faccum eu 
reales. Enodiam,
feuguero la primera parte,
sumsan se danveliscipit,
velendit, una seriequat
de apartado
feuguero de Uso del
odiam, idioma,
sumsan y en las
velendit, de Literatura
veliscipit, quat
consejos y pautas para abordar la respuesta. Des-
incip ex endit, sismodigna feugiamet delestrud dio (9-16), otros textos complementarios con activi-
incip ex endit, sismodigna feugiamet delestrud
pués, se resuelve
conullam esta, tal
nullan hendit iurey tiscilla
como deberás hacerlo
feugiam, quat. dades que promueven
dio conullam la reflexión.
nullan hendit iure tiscilla feugiam,
en el examen. Por último,
Ut adionsed tem in ulput se proponen actividades quat. Ut adionsed tem in ulput
relacionadas.
CONSIDERACIONES SOBRE
LA PRUEBA DE ACCESO
A LA UNIVERSIDAD

esTRUcTURA geneRAl Del eXAmen

es
¿cómo es el examen? ¿cuánto tiempo tengo?

ill.
Lo más frecuente es que el examen presente dos op- Tienes hora y media, tiempo suficiente para abordar el
ciones, con preguntas distintas, habitualmente sobre examen con relativa tranquilidad. Es muy importante
textos  diferentes.  Deberás  escoger  en  bloque  una  de 
las dos opciones, sin posibilidad de combinar las pre-
-h
que dediques una parte de ese tiempo a leer detenida-
mente la totalidad del examen (las dos opciones) y a
w
guntas de ambas. Generalmente, cada pregunta (y cada  sopesar bien cuál te conviene más. La mayor pérdida
ra
apartado de pregunta, cuando hay más de uno) indica de tiempo es la de los alumnos que cambian de opción
su puntuación máxima. una vez iniciado el examen (algunos tribunales lo per-
cg

miten, pero no cuentes con ello). Escoge bien desde el


principio y céntrate en la opción elegida.
.m

¿Qué me van a preguntar? ¿De cuánto papel dispongo?


w
w

Las preguntas pueden versar sobre cuatro tipos de con- De  un  cuadernillo  con  dos  hojas  (cuatro  páginas),  y 
w

tenidos, que se corresponden con los cuatro bloques no te darán más. Eso significa que deberás repartirte
de  este  libro:  la  realidad  lingüística  de  España;  gra- mentalmente el espacio y echar mano de tu capacidad
mática del español; comentarios de textos; literatura de síntesis en aquellas cuestiones que lo requieran.
en castellano de los siglos xviii a xx (el siglo xviii pue- Normalmente la hoja del examen, con el texto y las
de  estudiarse  en  2.º  o  en  1.º  de  Bachillerato,  según  preguntas, queda para el alumno. Aprovéchala para su-
la comunidad autónoma). Las tablas y los resúmenes brayar y hacer anotaciones, posibles esquemas, borra-
iniciales de cada bloque de unidades de este libro te dores de análisis sintáctico, etc.
guiarán sobre las cuestiones más frecuentes. También
es muy conveniente que revises por tu cuenta exáme-
nes concretos recientes de tu comunidad. En Internet
encontrarás con facilidad muchos de ellos con la sim-
ple ayuda de un buscador.
  Recomendaciones generales

  Antes del examen   Una buena apariencia


Es normal estar nervioso en una situación como la PAU, Una buena apariencia no puntúa por sí misma, pero
de modo que procura no añadirte más estrés tú mis- predispone a favor. Sea cual sea tu letra, esfuérza-
mo. Duerme bien la noche anterior, prevé tu despla- te por hacerla lo más clara posible. No olvides dejar
zamiento al lugar donde te examines con tiempo más márgenes y no abuses de los líquidos correctores; de
que suficiente y no intentes aprovechar hasta el último hecho, procura no usarlos en absoluto: revela insegu-

es
segundo para repasar: a esas alturas, ello solo serviría ridad. Lo mejor es pensar bien antes de escribir. Si a
para añadirte más tensión y quizá más confusión. Ase- pesar de todo tienes que corregir algo, puedes recurrir

ill.
gúrate de llevar tu DNI o pasaporte (tendrás que iden- al paréntesis y a una tachadura sencilla, de una sola lí-
tificarte) y, en su caso, otros posibles elementos de nea. Recuerda que en los exámenes oficiales todo debe
identificación personal que te entreguen el primer día
de la prueba, por ejemplo, pegatinas con un código de -h
quedar escrito con tinta, así que si utilizas el lápiz de
modo provisional, acuérdate de pasar lo escrito a tinta
w
barras individualizado. Por lo demás, para este examen antes de entregar tu examen, y ten previsto un tiempo
solo necesitarás bolígrafos (asegúrate de que escriben para ello.
ra

bien) y lápiz, según tus hábitos.


cg

  Durante el examen   Un buen contenido


.m

Lleva reloj y controla el tiempo, sin agobiarte, y evi- Ortografía: las faltas de ortografía se penalizan. Repa-
ta escribir mucho y deprisa en el último minuto. Una sa con cuidado el examen antes de entregarlo (y, por
w

vez elegida la opción (tras haber analizado bien am- favor, no uses abreviaturas y recuerda que todos los
w

bas), relee otra vez con detenimiento cada pregunta nombres propios se escriben con mayúscula: un exa-
y asegúrate de entenderla bien. Si a pesar de todo te men no es un SMS).
w

queda alguna duda seria, puedes planteársela a algún Redacción: habrá preguntas en las que tengas que
miembro del tribunal, pues en tu misma sala o en otra redactar (resúmenes, opiniones personales, valoracio-
habrá especialistas en Lengua castellana y Literatura nes críticas, las propias preguntas teóricas de litera-
que podrán aclarártela. No preguntes por preguntar o tura...). Puedes estar seguro de que la calidad de tu
para que te informen de cosas que tú debes saber: no redacción influirá en la nota. Organiza mentalmente lo
conseguirás nada, salvo desconcentrarte y perder un que tengas que escribir, decide un orden lógico y pien-
tiempo precioso. Generalmente no se pide responder sa en uno o más párrafos para cada cuestión. Cierra
a las preguntas en un orden concreto. Algunos tribu- la respuesta con una breve conclusión para no dejarla
nales permiten dar un cuadernillo nuevo a alguien que como inacabada.
se ha equivocado, rompiendo previamente el primero.
No te conviene contar con ello, pues en cualquier caso Claridad: en las preguntas en que se te permita respon-
significaría una grave pérdida de tiempo. der esquemáticamente (análisis sintáctico, segmenta-
ciones de palabras en unidades significativas...), cuida
la claridad y, si usas abreviaturas, asegúrate de que no
son ambiguas (por ejemplo, una E. podría significar
enunciativa o exclamativa; añade alguna letra más).
Deja siempre claro al corrector a qué pregunta estás
respondiendo, y no juntes, sin diferenciarlas, las res-
puestas a diferentes preguntas, pues eso dificulta la
labor de corrección y puede ocasionar que alguna de las
respuestas no te puntúe.
LA LITERATURA DEL SIGLO XIX

En líneas generales, distinguimos dos grandes periodos literarios, con sus respectivos movimien-
tos, durante el siglo XIX:
• Primera mitad del siglo XIX: Romanticismo

10
• Segunda mitad del siglo XIX: Realismo y Naturalismo
En las PAU suelen ser más frecuentes las cuestiones vinculadas a la literatura del siglo XX. Aun así,
del siglo XIX alguna vez preguntan las características generales del Romanticismo o del Realismo;
o el desarrollo de alguno de los géneros (más frecuentemente la poesía en el Romanticismo y la
novela en el Realismo) en cualquiera de dichos movimientos en España. En esos casos debes in-
dicar las características del movimiento o del género en cuestión y reseñar los principales autores
y obras, si es posible con algún rasgo identificador. Para los comentarios, elegimos textos de las
obras más representativas de cada movimiento (Rimas, de Bécquer; Misericordia, de Galdós), que
encontrarás al final de la unidad.

es
ill.
ESPAÑA Y EUROPA
DURANTE EL
SIGLO XIX -h
w
El pensamiento durante
ra
el Romanticismo
cg

Tendencias y etapas dentro Libertad vital


del Romanticismo Libertad estética
.m

El sentimiento de la naturaleza
Concepto y características El nacionalismo y la valoración
w

PRIMERA MITAD del Romanticismo de la historia


w

DEL XIX: EL
ROMANTICISMO Gustavo Adolfo Bécquer
w

La poesía romántica
Rosalía de Castro

La prosa romántica La novela


El cuadro de costumbres
El teatro: el drama Mariano José de Larra
romántico

El pensamiento en la época
del Realismo

El Realismo
LA LITERATURA
DE LA SEGUNDA
El Naturalismo
MITAD DEL XIX:
REALISMO Y Tendencias dentro del Realismo
NATURALISMO La novela realista Etapas del Realismo en España
y naturalista en España Principales novelistas realistas
El Naturalismo en España
La poesía del Realismo

El teatro en la época realista


210 10 LA LITERATURA DEL SIGLO XIX

j 10.1 España y Europa durante el siglo XIX


El siglo XIX se caracteriza en Europa por la necesidad de aca-
bar definitivamente con el Antiguo Régimen absolutista y la
búsqueda de unas bases sólidas sobre las que asentar el nuevo
orden burgués y liberal. Es el gran siglo de la burguesía.

• En la economía, se va desarrollando la Revolución Industrial


y el capitalismo moderno, con el crecimiento de la clase bur-
guesa y del proletariado urbano.

• Se pasa de la sociedad estamental a la clasista, si bien per-


dura atenuado el conflicto entre nobleza y burguesía. El pro-
letariado va tomando conciencia de clase, identificándose con
las nuevas doctrinas socialistas y asumiendo su protagonismo
en la sociedad, lo cual genera tensiones sociales.

• La búsqueda del poder político de la burguesía, cuyo primer


gran paso fue la Revolución francesa de 1789, se basa en la

es
ideología del liberalismo (libertades individuales y colecti-
Fig. 10.1. El fusilamiento de Torrijos, vas); serán continuos los movimientos de revolución y reac-
Antonio Gisbert, 1888. El general Torrijos se ción entre los más moderados y los más progresistas.

ill.
levantó contra la tiranía de Fernando VII;
por ello fue fusilado en Málaga en 1831
• Se desarrollan los nacionalismos, primero como reacción ante el imperialismo napoleó-
y esto hizo que se convirtiera en símbolo
romántico de la lucha por la libertad. -h
nico, y luego por motivaciones económicas e ideológicas (conformación de una identidad
basada en la lengua, el carácter, la raza, la religión y las costumbres); surgen así la Guerra
w
¿Crees que la libertad que disfrutas es
un derecho sin más o una conquista que de Independencia de Grecia (1822) contra los turcos o las unificaciones de Alemania e Ita-
ra
ha costado el sudor, la sangre y las lia ya en la segunda mitad del siglo y, en España, los incipientes nacionalismos periféricos
lágrimas de muchos?
y el despertar de las lenguas regionales.
cg

• A todo ello se añade el colonialismo: la pugna creciente entre las potencias europeas por
controlar los mercados internacionales y los territorios productores de materias primas.
.m

La situación histórica española muestra ciertas peculiaridades:


w

• Una burguesía débil, causa y consecuencia de un menor desarrollo industrial, por lo demás
w

muy desigualmente repartido en el territorio.


w

• Pugnas políticas entre los sectores más progresistas y más reaccionarios (apoyados estos
por la Iglesia).

• Tensiones sociales, especialmente en la segunda mitad del siglo, derivadas del auge de los
movimientos obreros.

• Divergencias en la cultura entre los tradicionalistas (Donoso Cortés, Menéndez Pelayo) y los
progresistas (la Institución Libre de Enseñanza y los krausistas).

Nuestro siglo XIX transcurre en constantes conflictos. Primero la lucha durante la Guerra de la
Independencia (1808-1812) contra los franceses y sus partidarios: la derrota de José I obliga
al exilio a muchos afrancesados. La subida al trono de Fernando VII y su derogación de la
Constitución de Cádiz, promulgada en 1812, inicia un periodo de tiranía (solo interrumpida
por el Trienio Liberal entre 1820 y 1823) que envió al exilio a muchos intelectuales. Tras la
muerte del tirano, en 1833, estalla la primera de las tres guerras carlistas entre liberales y
absolutistas, en sucesión intermitente hasta 1876. En el orden político asistimos a una pug-
na entre moderados y progresistas durante el periodo isabelino (1843-1868), truncado por
movimientos revolucionarios, como la Revolución de la Gloriosa de 1868 o la proclamación
de la I República (1873-1874), que darán paso a la Segunda Restauración borbónica en la
figura de Alfonso XII (1875) y a una nueva sucesión de gobiernos conservadores y progresis-
tas. Nuestro siglo terminará con el desastre de la pérdida de las últimas colonias de ultramar
conocido como el Desastre de 1898.
LA LITERATURA DEL SIGLO XIX 10 211

j 10.2 Primera mitad del XIX: el Romanticismo


Recuerda
El Romanticismo, concebido como una lucha por la libertad en todos los ámbitos, se desarrolla
en Europa y América durante la primera mitad del siglo XIX.
Neoclásicos frente a románticos
Las polémicas entre los adictos al
A. El pensamiento durante el Romanticismo Neoclasicismo y los partidarios de
las nuevas corrientes fueron inten-
El pensamiento político romántico se basa en el liberalismo, que prolonga las ideas ilustradas. sas. Así, la polémica sobre el teatro
Propugna el constitucionalismo y los modernos derechos y libertades individuales, políticos y eco- de Calderón que iniciaron en 1814
nómicos. El pensamiento filosófico dominante en la primera mitad del siglo XIX, y que sustenta el el cónsul alemán Nicolás Böhl de
Faber y José Joaquín de Mora; o la
Romanticismo, es el idealismo, consecuencia de la crisis del racionalismo: la razón no basta para
repercusión de manifiestos román-
explicar y dar sentido al mundo; se sustituye por el «espíritu, gran fuerza creadora». La historia ticos como el «Análisis de la cues-
se concibe como la lucha del espíritu por su liberación. En cuanto al pensamiento estético, este tión agitada entre románticos y
reacciona contra el Neoclasicismo: el arte y la literatura eran medida, orden; ahora serán libertad. clasicistas», de López Soler (1823).

B. Tendencias y etapas dentro del Romanticismo

es
Y además…
Se diferencian dos tendencias, ambas insatisfechas ante el nuevo orden burgués surgido del
derrumbamiento del Antiguo Régimen:

ill.
Sturm und Drang
• Los románticos liberales exaltados. Consideran que la burguesía ha frustrado las ilusiones
-h
ilustradas de un mundo nuevo y por tanto exaltan la libertad individual y los derechos de
los pueblos (Lord Byron, Victor Hugo, Larra y Espronceda).
El «primer Romanticismo» recibe
en Alemania el empuje del Sturm
w
und Drang (‘tempestad e impul-
• Los románticos tradicionalistas. Rechazan el mundo burgués por excesivamente revolu- so’), un movimiento de la segunda
ra
cionario y propugnan la vuelta a los antiguos valores tradicionales (los hermanos Schlegel, mitad del siglo XVIII que rechaza el
Novalis, Chateaubriand, Walter Scott, Zorrilla y el Duque de Rivas). excesivo apego a las normas y a la
cg

Podemos distinguir las siguientes etapas en el Romanticismo europeo y español: razón ilustrada. A este movimien-
to estuvieron vinculados Herder,
• Prerromanticismo. Se origina en el último tercio del siglo XVIII en Alemania y en Inglaterra.
.m

Goethe, Schiller…
A principios del XIX, el Romanticismo se impone a la Ilustración. En España, por causas po- Les poètes maudits
líticas (represión absolutista) y sociales (escasa burguesía), no triunfará plenamente hasta
w

1833; no obstante, nuestros neoclásicos ya mostraban cierta actitud romántica: Meléndez El conflicto con el mundo y el orden
burgués establecido hace surgir la
w

Valdés, Cienfuegos, Quintana, Blanco White y Alberto Lista. Estos conviven con la primera
generación o avanzada romántica (Rivas, Martínez de la Rosa). figura del poeta maldito, que
w

desprecia a la sociedad burguesa


• Apogeo del Romanticismo. Cuando ya en Europa perdía impulso, en 1833, al morir Fer- que muchas veces le aplaude y asi-
nando VII, regresan los exiliados a España, empapados de los nuevos ideales románticos mila. Poetas malditos son por ex-
progresistas. A la ya moderada avanzada romántica se suma el entusiasmo de los jóvenes de celencia Baudelaire, Rimbaud (en
la generación de los románticos exaltados; pero algunos de ellos mueren pronto (Larra, la imagen) y Verlaine.
Espronceda) y otros se tornan conservadores (Zorrilla).
• Pervivencia del Romanticismo. Hacia 1840 la estética del Realismo se implanta en Europa.
En España, en la década de 1850 empiezan a surgir rasgos realistas, que se impondrán a
partir de la Revolución de 1868. Los posrománticos o generación de los románticos reza-
gados se vuelven más intimistas (Bécquer, Rosalía de Castro).

C. Concepto y características del Romanticismo

El Romanticismo es un movimiento ideológico, literario y artístico, pero tam-


bién una actitud vital, una forma de ser y estar en el mundo, marcada por el
anhelo de libertad y el conflicto con sus límites.

Caracteriza a los románticos su amor por la libertad, la ruptura de los límites en su afán de
infinitud, el subjetivismo, lo irracional, el sentimiento de la naturaleza y la conformación
de una identidad (la propia, la social, la nacional).
212 10 LA LITERATURA DEL SIGLO XIX

C.1 Libertad vital


Recuerda
La libertad potencia el individualismo y el subjetivismo: el romántico, en su afán por romper
sus límites, entra en conflicto consigo mismo, con el mundo y con el destino.
Romanticismo y romántico
• El yo ansía el absoluto, la infinitud; por ello se sirve del espíritu irracional para romper
Estas palabras proceden del fran- los límites de lo racional y lo real. Pero las limitaciones y desengaños del yo generan una
cés roman (‘novela’). En un princi-
desazón vital: a veces es un simple tedium vitae, pero otras veces conlleva la atracción por
pio tenían el significado de nove-
lesco, fantástico, libre, grandioso. el suicidio.
Ya a comienzos del XIX, hay auto- • El conflicto con el mundo convierte al romántico en rebelde. Sus anhelos de felicidad y
res que se identifican a sí mismos libertad se oponen a las normas de un mundo mezquino y una realidad limitadora. De ahí su
como románticos. Aún queda hoy predilección por marginados, piratas, templarios, mendigos…
día en el término romántico ese
cierto sentido de novelesco y sen- • El héroe romántico sucumbe en su lucha contra el destino (como en Don Álvaro o la fuerza
timental. Incluso hoy ser románti- del sino), no sin identificarse a veces con el satanismo (El estudiante de Salamanca, de
co es ir contracorriente. Espronceda) o el titanismo (el Prometeo liberado, de Shelley, rebeldía ante todo lo humano
y lo divino).
La lucha contra los límites del yo, del mundo y del destino desemboca en dos posturas:
• La acción, en un intento por cambiar el mundo (Lord Byron murió en la campaña por la in-

es
dependencia de Grecia; Espronceda luchó en las barricadas revolucionarias de París en 1830
Y además… y en las intentonas por destronar a Fernando VII).

ill.
• La evasión, ante una vida y un mundo insatisfactorios, tanto en el espacio (orientalismo,
Werther, una novela del autor con su lujo y sensualidad; los lugares exóticos, irreales) como en el tiempo (la Edad Media,
alemán Goethe en que el protago-
nista acaba suicidándose, provocó -h
el Siglo de Oro) o en el viaje sin retorno (a mundos de ultratumba o el suicidio literario
—Werther— o real —Larra—). O el refugio en un cierto misticismo religioso.
w
una verdadera epidemia de sui-
cidios por toda Europa, especial-
ra

mente en Alemania. ¿Recuerdas


lo que sucedió hace unos años Texto 1
cg

tras la muerte de Kurt Cobain,


[…] Grandiosa, satánica figura, Segundo Lucifer que se levanta
guitarrista y vocalista del grupo
alta la frente, Montemar camina, del rayo vengador la frente herida,
.m

Nirvana?
espíritu sublime en su locura, alma rebelde que el temor no espanta,
provocando la cólera divina: hollada sí, pero jamás vencida:
w

fábrica frágil de materia impura, el hombre en fin que en su ansiedad quebranta


el alma que la alienta y la ilumina, su límite a la cárcel de la vida,
w

con Dios le iguala, y con osado vuelo y a Dios llama ante él a darle cuenta,
w

se alza a su trono y le provoca a duelo. y descubrir su inmensidad intenta. […]


José de Espronceda: El estudiante de Salamanca, parte IV (1840).

C.2 Libertad estética


La libertad y la naturaleza dictan el arte, no las normas neoclásicas. La libertad rompe los
moldes y da alas a la creatividad, a la fantasía, a lo irracional. El «espíritu creador», libre de
las ataduras de la razón universal, alcanza lo sublime o cae en lo cursi.
• Se rechazan las reglas. Los géneros diluyen sus límites; se mezcla prosa con verso, la belleza
canónica con la belleza terrible (incluso el feísmo), lo serio con lo grotesco, lo grandilocuen-
te con lo intimista, el lenguaje elevado con el vulgar, lo épico con lo trivial.
• Se niega la imitatio, es decir, se busca la originalidad. Si las obras neoclásicas eran ra-
cionalmente estructuradas, las románticas son muchas veces fragmentarias, inacabadas,
producto del arrebato del genio.
• Frente a la contención neoclásica, el romántico tiende a la desmesura expresiva, a veces
Fig. 10.2. Fue tal la plaga de suicidios con un recargamiento retórico excesivo. Predominan el léxico valorativo, connotativo; los
románticos (el mal du siècle) que ya en
pleno Romanticismo tal acto fue objeto de
campos semánticos de las emociones, los sentimientos, la muerte y la ilusión; las excla-
parodias y sátiras, como esta del pintor maciones, las interrogaciones y las suspensiones; los arcaísmos y cultismos, los términos
Leonardo Alenza (1839). castizos. Se busca un nuevo lenguaje simbólico para expresar lo inefable.
LA LITERATURA DEL SIGLO XIX 10 213

C.3 El sentimiento de la naturaleza


La naturaleza se adapta al estado anímico. Suele tratarse de una naturaleza salvaje, ambien-
tada en lugares recónditos (desolados yermos, ruinas melancólicas, jardines y cementerios
solitarios, altas montañas, bosques misteriosos, torrentes, tormentas, el mar embravecido).
O se acopla la naturaleza plácida a la paz interior. Predomina lo nocturno (frente a la «luz»
ilustrada), que propicia lo sobrenatural (fantasmas), lo macabro (cadáveres)… Los elementos
se tornan símbolos: los astros, las tempestades, las flores…

C.4 El nacionalismo y la valoración de la historia


Los románticos, en contraste con el universalismo ilustrado, buscan lo identitario y lo dife-
rencial: identidad en una nación, una lengua, una historia nacional real o legendaria; en el
folclore, las tradiciones, las costumbres y los tipos nacionales (reflejados literariamente en
el costumbrismo). En esta línea se inscriben los movimientos reivindicativos de las lenguas y
culturas postergadas, como la Renaixença en Cataluña y el Rexurdimento en Galicia.

Fig. 10.3. «La naturaleza soy yo»,

es
D. La poesía romántica parece decir El navegante en el mar
de la niebla, de Caspar Friedrich.

ill.
La libertad romántica se manifiesta, aunque también en los temas, especialmente en la ver-
sificación: se recuperan formas métricas (el romance, la octava real, la silva…), se innova
-h
mezclando estrofas y metros en un mismo poema (polimetría); se potencia la musicalidad del
verso, con nuevos ritmos acentuales, poemas polirrítmicos, escalas métricas, rimas agudas y
w
esdrújulas, etc. Los poetas se sirven de un lenguaje connotativo y simbólico. Crean la poesía Biografía
ra
moderna. Podemos distinguir dos modalidades: poesía narrativa y poesía lírica.
cg

•   La poesía narrativa. Trata asuntos histórico-legendarios o exóticos (orientalismo), sin dejar


de lado el lirismo. Entre los grandes poemas narrativos, históricos o basados en leyendas,
destacamos El moro expósito (1834), del Duque de Rivas; o los poemas simbólicos El diablo
.m

mundo (1841) y El estudiante de Salamanca (1840), ambos de Espronceda. En los poemas


narrativos breves predomina el romance, como en los Romances históricos (1841), del Du-
w

que de Rivas; o las leyendas populares o históricas, como las de José Zorrilla («Margarita la
w

tornera», «A buen juez, mejor testigo», entre otras).


w

•   La poesía lírica. Está impregnada de subjetivismo y sentimentalismo. Predominan los temas
íntimos, como el amor (el anhelo por el absoluto, el desengaño), la naturaleza, el sentido
de la vida, la soledad, la desazón vital, la religiosidad… Pero también los temas grandiosos,
como la lucha por la libertad o el amor patrio. La naturaleza aparece «animada» (se adap-
ta al estado de ánimo del yo lírico) y sus elementos adquieren muchas veces cierta carga
simbólica.

Dejando al margen la poco representativa lírica de la avanzada romántica (desde 1770 has- José de Espronceda (1808-1842)
ta 1840, periodo en que conviven los neoclásicos prerrománticos —Cienfuegos, Quintana, fue llamado «el Lord Byron espa-
Lista— con la primera generación romántica, poetas aún de formación neoclásica, como ñol» por su carácter revolucionario.
el Duque de Rivas o Martínez de la Rosa), debemos distinguir entre: Hubo de exiliarse por sus ideas li-
berales, debido a la represión ab-
– Líricos propiamente románticos (entre 1840 y 1850), que —como es propio del Roman- solutista de Fernando VII; ello le
ticismo exaltado— componen una poesía exaltada y en exceso retórica. Destacan Arolas, permitió conocer el Romanticismo
Pastor Díaz, Gertrudis Gómez de Avellaneda, Carolina Coronado, y Gil y Carrasco. Pero al europeo en Inglaterra, Francia, Ho-
igual que en la poesía narrativa, sobresale Espronceda, célebre por «La canción del pira- landa… Su vida amorosa también
ta», «A la muerte de Torrijos», «A Jarifa en una orgía»…, muestras de su espíritu rebelde, resultó bastante agitada, en espe-
luchador y desencantado. cial las relaciones con su amante
Teresa Mancha. La temprana muer-
– Líricos posrománticos o románticos rezagados. La poesía se torna más intimista y esen- te de esta le inspiraría el «Canto
cial, influida por el alemán Heine, y con un estilo más natural y sencillo (en consonancia a Teresa» (incluido en El diablo
mundo). Murió a los 34 años.
con el Realismo ya imperante). Destacan Bécquer y Rosalía de Castro.
214 10 LA LITERATURA DEL SIGLO XIX

D.1 Gustavo Adolfo Bécquer


Es el poeta más influyente del siglo XIX, gracias a sus Rimas. Perdido el manuscrito original,
Bécquer reescribió de memoria los poemas en un cuaderno titulado Libro de los gorriones.
Muerto el poeta, sus amigos publicaron en 1871 las Rimas, pero con una ordenación distinta,
que responde a esta estructura temática: 1) Rimas I-XI: la poesía; 2) Rimas XII-XXIX: el amor;
3) Rimas XXX-LI: el desengaño; 4) Rimas LII-LXXVI: la desazón vital y el pesimismo existencial.
Las Rimas son algo más que una «historia de amor», son expresión de las inquietudes esencia-
les del ser humano. Son poemas breves en su mayoría, que combinan endecasílabos y hepta-
sílabos (en asonancia alternante como silva arromanzada) con uso del pie quebrado. Su estilo
es sencillo, más natural, menos recargado retóricamente que el de los románticos exaltados;
son frecuentes los paralelismos, las anáforas, los hipérbatos expresivos; la historia es mínima,
y la sugerencia máxima. Es perceptible la influencia de los lieder y de los poemas de Heine.
Las Leyendas becquerianas, en prosa, presentan claros rasgos románticos (la fantasía, el mis-
terio, la noche, el anhelo amoroso, la ambientación medieval, la naturaleza animada…).

Rima I Rima XXXVIII

Texto 2
Yo sé un himno gigante y extraño Los suspiros son aire y van al aire.

es
que anuncia en la noche del alma una aurora, Las lágrimas son agua y van al mar.
y estas páginas son de ese himno Dime, mujer, cuando el amor se olvida,

ill.
cadencias que el aire dilata en las sombras. ¿sabes tú adónde va?
Yo quisiera escribirle, del hombre Gustavo Adolfo Bécquer: Rimas (1871).
domando el rebelde, mezquino idioma,
con palabras que fuesen a un tiempo -h
w
suspiros y risas, colores y notas.
ra
Pero en vano es luchar, que no hay cifra
capaz de encerrarle; y apenas, ¡oh, hermosa!,
cg

si, teniendo en mis manos las tuyas,


pudiera, al oído, cantártelo a solas.
.m

Biografía
D.2 Rosalía de Castro
w

También participa de esa sencillez y desnudez retórica en su poemario En las orillas del Sar
w

(1884), que aúna, en un tono íntimo y doliente, las preocupaciones esenciales de la vida con
w

las de su tierra gallega. En gallego escribió libros como Follas novas (1880), donde su tono
intimista tampoco deja de lado la denuncia social. Fue precursora del Rexurdimento gallego.

Una luciérnaga…

Texto 3
Una luciérnaga entre el musgo brilla En vano el pensamiento
y un astro en las alturas centellea; indaga y busca en lo insondable, ¡oh, ciencia!
abismo arriba, y en el fondo abismo; Siempre, al llegar al término, ignoramos
¿qué es al fin lo que acaba y lo que queda? qué es al fin lo que acaba y lo que queda. […]
Rosalía de Castro: En las orillas del Sar (1844).

Gustavo Adolfo Bécquer (1836- E. La prosa romántica


1870) nació en Sevilla. En Madrid,
colaboró en revistas literarias, en Podemos distinguir dos vertientes principales: la novela y los cuadros de costumbres.
medio de penurias económicas. Ena- La novela. Cobra un gran auge debido al desarrollo de una burguesía ávida de novedades. Se
morado de Julia Espín, mas no co- prefiere la novela histórica, con asuntos históricos y legendarios, ambientados en la Edad
rrespondido, acabó casándose con
Casta Esteban. Sus problemas de
Media. Esa evocación se suele hacer desde una postura tradicionalista: un pasado idealizado,
salud lo abocaron a una muerte cuyos nobles valores se oponen a la mezquindad presente. Destaca El señor de Bembibre
prematura. (1844), de Enrique Gil y Carrasco, donde los caídos templarios representan los conflictos ro-
mánticos contemporáneos.
LA LITERATURA DEL SIGLO XIX 10 215

Las novelas históricas de Larra (El doncel de don Enrique el Doliente, 1834) y Espronceda (San- Biografía
cho Saldaña, 1834) tienen un componente personal y crítico que las hace distintas. En 1845,
ya bajo la influencia realista, surge la novela social: Ayguals de Izco, con María o la hija de
un jornalero, de título bien representativo.
El cuadro de costumbres. Son «cuadros» satírico-descriptivos, tratados muchas veces de
forma hiperbólica o caricaturesca, y con cierto gracejo, que intentan reflejar, más o menos crí-
ticamente, la vida cotidiana en lo que tiene de más genuino y autóctono, castizo y tradicional
(tipos, costumbres y modos de vida populares, defectos sociales…). Los cuadros de costum-
bres, dotados de un desarrollo narrativo, forman la novela de costumbres y anticipan la novela
realista. Destacan las Escenas matritenses, de Mesonero Romanos, y las Escenas andaluzas, de
Estébanez Calderón, que ofrecen una visión más pintoresca y folclórica.

E.1 Mariano José de Larra


Larra va más allá del costumbrismo castizo: representa el costumbrismo crítico. Publicó unos
doscientos artículos en revistas y periódicos diversos con distintos seudónimos (como «El
duende satírico del día», «El pobrecito hablador» o, el más popular, «Fígaro»). Sus artículos se
suelen agrupar en artículos políticos (contra el absolutismo, el carlismo, la vana politique- Mariano José de Larra (1809-

es
ría), artículos literarios (sobre la literatura de su época) y artículos de costumbres. Estos, 1837) nació en Madrid, pero, por
por su perenne actualidad, son los que más nos interesan. Selecciona los defectos de la socie- ser su padre afrancesado, hubo de

ill.
dad española, «el mal español» (la incultura, el atraso secular, las costumbres retrógradas, la pasar su infancia en Francia hasta
pereza, la hipocresía social, la burocracia, etc.). Todo aquello que frena el progreso de España los nueve años. En Madrid se de-
dicó al periodismo. A los 20 años
-h
se critica ferozmente, pero con ironía y un humor amargo o sarcástico. Sus artículos más cono-
cidos son «El café», «El casarse pronto y mal», «El castellano viejo», «Vuelva usted mañana», contrajo matrimonio, que fracasó
prontamente. Su ideología liberal
w
«El Día de Difuntos de 1836», etc. Su estilo es sencillo, pero elaborado (el mejor prosista del
se fue radicalizando con el paso
Romanticismo). Larra escribe no para describir, sino para cambiar la sociedad (al igual que los
ra
del tiempo. Mantuvo turbulentos
ilustrados y, luego, los regeneracionistas y los del 98). amores con Dolores Armijo, una
cg

La mayor parte de los artículos o cuadros costumbristas se publicaron en los periódicos y mujer casada. Esa relación fraca-
revistas. El periodismo experimenta durante el siglo XIX un importante desarrollo (salvo en sada y su pesimismo ante la si-
tuación política y social española
.m

la Década Ominosa de Fernando VII, que acabó con la libertad de prensa y expresión). En la
lo arrastraron al suicidio.
prensa se publicaron también muchas novelas en forma de folletín (el folletín era una sección
fija en el periódico para las narraciones por entregas o para leyendas, poemas), lo que hizo de
w

la novela un género de masas.


w
w
Texto 4

El casarse pronto y mal


Mi sobrino salía de mañana a buscar dine- sacrificado su familia y su suerte, echándole venda que ofuscaba la vista de los infelices:
ro, cosa más difícil de encontrar de lo que en cara aquella desobediencia a la cual no aquella amabilidad de Elena es coquetería a
parece, y la vergüenza de no poder llevar ha mucho tiempo él mismo la inducía; a los los ojos de su esposo; su noble orgullo, in-
a su casa con qué dar de comer a su mujer, continuos reproches se sigue, en fin, el odio. sufrible altanería; su garrulidad divertida
le detenía hasta la noche. Pasemos un velo ¡Oh, si hubiera quedado aquí el mal! Pero un y graciosa, locuacidad insolente y cáustica;
sobre las escenas horribles de tan amarga resto de honor mal entendido que bulle en sus ojos brillantes se han marchitado,  sus
posición. Mientras que Augusto pasa el día el pecho de mi sobrino, y que le impide pres- encantos están ajados, su talle perdió sus es-
lejos de ella en sufrir humillaciones, la infe- tarse para sustentar a su familia a ocupacio- beltas formas, y ahora conoce que sus pies
liz consorte gime luchando entre los celos nes groseras, no le impide precipitarse en el son grandes y sus manos feas; ninguna ama-
y la rabia. Todavía se quieren; pero en ca- juego, y en todos los vicios y bajezas, en to- bilidad, pues, para ella, ninguna considera-
sa donde no hay harina todo es mohína; las dos los peligros que son su consecuencia. ción. Augusto no es a los ojos de su esposa
más inocentes expresiones se interpretan Corramos de nuevo, corramos un velo sobre aquel hombre amable y seductor, flexible y
en la lengua del mal humor como ofensas el cuadro a que dio la locura la primera pin- condescendiente; es un holgazán, un hombre
mortales; el amor propio ofendido es el más celada, y apresurémonos a dar nosotros la sin ninguna habilidad, sin talento alguno,
seguro antídoto del amor, y las injurias aca- última. celoso y soberbio, déspota y no marido… en
ban de apagar un resto de la antigua llama En este miserable estado pasan tres años, fin, ¡cuánto más vale el amigo generoso de su
que amortiguada en ambos corazones ardía; y ya tres hijos más rollizos que sus padres esposo, que les presta dinero y les promete
se suceden unos a otros los reproches; y el alborotan la casa con sus juegos infantiles. aun protección!
infeliz Augusto insulta a la mujer que le ha Ya el himeneo y las privaciones han roto la Mariano José de Larra: Artículos (1832).
216 10 LA LITERATURA DEL SIGLO XIX

F. El teatro: el drama romántico


Y además…
A principios del XIX eran más aclamadas las representaciones de autores barrocos que las de los
neoclásicos (pensadas para mover al espectador a la racionalidad). Además, Lope y Calderón,
El trovador, de Antonio García junto con Shakespeare, eran referencia para el nuevo teatro romántico europeo. Y en 1830
Gutiérrez (1813-1884), obtuvo tal triunfa en Francia el drama romántico con el Hernani, de Victor Hugo. Se daban las condiciones
éxito que el público reclamó la para que, muerto Fernando VII en 1833, se impusiese en España el teatro romántico.
salida del autor a escena —empe-
zó así una costumbre que, en En 1834, tras su exilio francés, Martínez de la Rosa estrena La conjuración de Venecia (que aún
triunfos sonados, se sigue desde tiene algo de melodrama dieciochesco). Ese mismo año Larra estrena el Macías (sobre la figura de
entonces—. Verdi se inspiró en Macías, el malhadado trovador que no renuncia al amor de su dama, obligada a casarse con otro).
El trovador para su opera homó- Pero el gran éxito no llega hasta el estreno, en 1835, de Don Álvaro o la fuerza del sino, del
nima. La ópera, como obra total,
Duque de Rivas; el público, estupefacto al principio, la acogió apoteósicamente.
es también muy romántica.
A partir de ese momento, triunfan obras como El trovador, de Antonio García Gutiérrez, o el
Don Álvaro o la fuerza del sino,
de Ángel de Saavedra (1791-
Abén Humeya, de Martínez de la Rosa, ambas estrenadas en 1836. Un año después, en 1837,
1865), más conocido como Duque obtiene un éxito arrollador Los amantes de Teruel, de Juan Eugenio Hartzenbusch.
de Rivas, supone la síntesis del Se inicia luego un periodo de moderación con los éxitos de José Zorrilla: El zapatero y el rey
drama romántico español. En don (1840); Don Juan Tenorio (1844, el mayor éxito del siglo XIX); o Traidor, inconfeso y mártir (1849).
Álvaro podemos identificar el des-

es
tino trágico del héroe romántico, El drama romántico, o drama histórico (cuya obra más representativa es el Don Álvaro o la
en búsqueda de la identidad per- fuerza del sino), será el subgénero dramático por excelencia. Se caracteriza por:

ill.
dida y de su lugar en el mundo: • La evocación histórica: asuntos histórico-legendarios de la Edad Media y el Siglo de Oro.
como amante, soldado, asceta,
• Tratamiento de temas como las pasiones del hombre y los conflictos del yo romántico con
restaurador del honor familiar…
Pero el mundo lo rechaza y con- -h
el mundo: los anhelos de amor, felicidad y libertad frustrados por una sociedad implacable
y un destino trágico.
w
duce «fatalmente» a la destruc-
ción y al suicidio. El Don Álvaro o • Libertad creativa. Rompe con las normas neoclásicas: aúna la tragedia y la comedia; la
ra

la fuerza del sino también sirvió división en actos ya no se limita a tres; tampoco se respeta la regla de las tres unidades; se
de base para otra ópera de Verdi: mezcla prosa y verso en una misma obra; los estilos aparecen también mezclados (el estilo
cg

La forza del destino. sublime y elevado con el bajo y coloquial, incluso vulgar).
• El héroe romántico, amoral, ingenuo o misterioso (de pasado oscuro), casi siempre rebelde,
.m

se ve envuelto en un torbellino de arrebatados amores y pasiones imposibles, causantes


(por azar muchas veces) de muertes, venganzas, suicidios… La sociedad o el destino se
w

encargan de «castigar» al héroe rebelde: marcado por el fatum, está abocado a la catástrofe.
• La escenografía recrea lugares exóticos, ruinas, cementerios, naturalezas inhóspitas (gra-
w

cias a los efectos especiales), o ambientaciones más costumbristas, como tabernas o ventas.
w

• Su intención es conmover, despertar pasiones, liberar catárticamente al espectador.


El romántico es un ser trágicamente conflictivo; de ahí que la comedia quede relegada a un
segundo plano. Siguió básicamente el modelo moratiniano. Destacan en la comedia Manuel
Bretón de los Herreros, con obras satíricas como Muérete ¡y verás! (1837), y Ventura de la
Vega, con su comedia costumbrista El hombre de mundo (1845), que abre el paso al teatro
realista de la alta comedia o comedia de salón burguesa.

(Se ve pasar por la izquierda luz de su ira contra don Juan.


Texto 5
de hachones, y rezan dentro). ¡Ah! Por doquiera que fui
Don Juan.— ¿Y aquel entierro que pasa? la razón atropellé,
Estatua.— Es el tuyo. la virtud escarnecí
Don Juan.— ¡Muerto yo! y a la justicia burlé,
Estatua.— El capitán te mató y emponzoñé cuanto vi.
a la puerta de tu casa. Yo a las cabañas bajé,
Don Juan.— Tarde la luz de la fe y a los palacios subí,
penetra en mi corazón, y los claustros escalé;
pues crímenes mi razón
Fig. 10.4. Escena de la obra Don Juan y pues tal mi vida fue,
Tenorio. Don Juan (Juan Carlos Naya) a su luz tan solo ve.
no, no hay perdón para mí. […]
intenta seducir a Doña Inés (Natalia Los ve… y con horrible afán,
Dicenta). En el Texto 5, Don Juan porque al ver su multitud, José Zorrilla: Don Juan Tenorio, parte
conversa con la estatua del Comendador, ve a Dios en su plenitud segunda, acto III, escena II (1844).
el padre de Inés, a quien cree muerto.
LA LITERATURA DEL SIGLO XIX 10 217

j 10.3 La literatura de la segunda mitad


del XIX: Realismo y Naturalismo
Tras el idealismo romántico, la realidad vuelve a reclamar sus derechos: la
compleja vida contemporánea se torna fascinante.

A. El pensamiento en la época del Realismo


Las ideas del positivismo y el materialismo marcarán el Realismo. El positivis-
mo reacciona contra el «espíritu idealista» romántico. Comte, en su Sistema de
Filosofía positiva (1850), propone el empirismo: rechazar todo aquello que no
es real, sensible y material, y, por tanto, sujeto a medición y experimentación.
El interés por lo material contribuye al desarrollo de las ciencias experimen-
tales (por ejemplo, en medicina el método experimental de Claude Bernard)
y al surgimiento de teorías como el evolucionismo (El origen de las especies,
1859, de Darwin: las especies se adaptan al medio y en la lucha por la vida
triunfa la selección natural) o las teorías deterministas de Gregor Mendel

es
Fig. 10.5. En El Capital Marx critica la
sobre la herencia. El interés por la realidad se centra en los problemas sociales. Karl Marx alienación del hombre, considerado como
sostiene que la filosofía no debe limitarse a interpretar el mundo, sino que también debe una pieza más del engranaje productivo

ill.
transformarlo; la historia es la lucha del hombre por la materia. capitalista.

B. El Realismo -h
w
ra

El Realismo surge en Francia y se desarrolla en Europa y América durante la


cg

segunda mitad del siglo XIX. Concibe el arte y la literatura como espejos de
la realidad contemporánea, de modo que la imagen reflejada permita una vi-
sión crítica, pero objetiva. En literatura, entiende que la novela es el género
.m

que mejor abarca la complejidad de la realidad.


w

Veamos las características del Realismo:


w

• Visión objetiva de la realidad cotidiana, contemporánea al autor. Es necesario documen-


w

tarse y estudiar objetivamente todos los aspectos de la realidad: la diversidad de personajes


(burgueses sobre todo, pero también obreros o seres marginales), sus ambientes (urbanos,
pero asimismo rurales), costumbres (a veces de marcado localismo) y conflictos. También Y además…
se estudia la realidad interior, pero no desde una perspectiva subjetiva, sino analizando
los caracteres de los individuos, sus conflictos íntimos, las motivaciones de sus actos… Se
El término Realismo para designar
origina la gran novela psicológica.
esta corriente literaria aparece  en
• Los temas suelen ser los problemas intrínsecos a la burguesía (ideológicos, económicos, 1853, en un artículo sobre Balzac,
amorosos, morales, etc.) o bien las relaciones y conflictos entre esta y las otras clases. Se autor que inaugura en Francia el
ha definido la novela realista como la épica de la burguesía. movimiento realista (su Eugénie
• Objetivismo narrativo. El narrador describe la realidad tal como la ve, «fotográficamente», Grandet es de 1833). Pero ya
habitualmente como narrador externo omnisciente en tercera persona, aprovechándose del Stendhal, para quien la novela es
un «espejo en el camino», podría
estilo indirecto libre o el monólogo interior para «entrar» en los personajes. A veces, el punto
considerarse realista (El rojo y el
de vista narrativo orienta ideológicamente al lector. negro se publicó en 1831). El escri-
• Intencionalidad crítica. Se refleja la realidad para criticarla. Si el lector percibe los de- tor más representativo de la corrien-
fectos sociales, puede verse movido a cambiar la sociedad. Se trata de un concepto de la te es Flaubert, el autor de Madame
literatura como arte útil y social. Esto conduce a veces a la «novela de tesis». Bovary. Otros escritores realistas
• Un nuevo lenguaje realista. Los excesos retóricos románticos se sustituyen por un lenguaje son los rusos Dostoievski, Tolstoi y
sobrio, preciso, más sencillo, aunque a veces la prolijidad descriptiva es excesiva; el léxi- Chejov; el inglés Dickens; el alemán
Fontane… En Italia, donde destaca
co emocional y valorativo se objetiva; los periodos sintácticos se alargan, con abundante
Giovanni Verga, la corriente recibió
subordinación, en extensos párrafos; se intenta reflejar el lenguaje real de los personajes, el nombre de verismo.
más coloquial (se introduce ocasionalmente el habla popular, regional, jergal), etc.
218 10 LA LITERATURA DEL SIGLO XIX

C. El Naturalismo
Y además…

El Naturalismo radicaliza el objetivismo realista en cuanto a los procedi-


Novela de tesis es aquella que mientos de observación y la forma de reflejar la realidad. Se novela documen-
tiene como intención propugnar talmente, en los ambientes más sórdidos, la lucha por la vida, determinada
o defender determinadas posturas esta por los condicionamientos hereditarios y sociales.
ideológicas o políticas, subordinan-
do todos los elementos de la narra-
ción a tal propósito. Los personajes Hacia 1870, el escritor francés Émile Zola designa con el término Naturalismo una nueva co-
suelen ser planos, encarnándose en rriente literaria, que presenta las siguientes características en la novela:
ellos unas u otras ideas afines o
antagónicas. Buen ejemplo es Doña • La novela se considera como un método científico para conocer al ser humano y a la socie-
Perfecta, de Galdós. dad. Se plasman las teorías experimentales, evolucionistas y genéticas, pero con la inten-
ción crítica de la novela social, en algunas ocasiones como novela de tesis.
• El ser humano es materia animada. Los actos del hombre están determinados por sus nece-
sidades fisiológicas, por su genética, por las leyes evolutivas y por el medio social y natural
Recuerda en que vive (determinismo); no por razones psicológicas.
• La sociedad muestra las lacras del mundo burgués: el mundo de las clases obreras y margi-

es
Amor realista nales, de los ambientes miserables, poblados de enfermos físicos y mentales, depravados,
El amor se plantea como un con- alcohólicos… en su lucha por la vida, determinados biológicamente y por las circunstancias

ill.
flicto psicológico y social: amores sociales. El Naturalismo es un «acto médico social» que actúa sobre la sociedad enferma
adúlteros, prohibidos o marcados burguesa para regenerar al individuo.
por diferencias sociales. Así en
obras de Galdós, como Lo prohibi- -h
• El objetivismo narrativo es más radical (ello no evita la orientación ideológica del punto
de vista del autor) y hay un mayor detallismo descriptivo (más documentalista); el argu-
w
do, Tristana o Fortunata y Jacinta;
en La Regenta, de Clarín; en Pepita mento es ya secundario, lo importante es hacer una cala en la sociedad y analizarla. Lin-
ra

Jiménez, de Valera, de feliz de- güísticamente se tiende a la reproducción exacta y fiel del habla, en sus distintos registros,
senlace. Recordemos también Ana con el habla popular, regional, marginal.
cg

Karenina, de Tolstoi, o Effi Briest,


de Fontane.
.m

D. La novela realista y naturalista en España


El Realismo español no solo parte de la influencia de los novelistas realistas europeos,
w

es también heredero consciente de nuestra tradición realista: la picaresca, la novela cer-


w

vantina, el costumbrismo anterior… El Realismo español tiene carácter propio.


w

D.1 Tendencias dentro del Realismo


• El Realismo progresista, que describe la sociedad de forma más cruda y con mayor
intención crítica. Es el caso de Galdós, Clarín o Emilia Pardo Bazán.
• El Realismo tradicionalista, que idealiza las costumbres y ambientes, especialmente
rurales y regionales como oposición a la degradación urbana burguesa. Tal es el caso
de Pereda o Palacio Valdés, y aunque de ideología liberal, también Valera.

D.2 Etapas del Realismo en España


• Prerrealismo. Se desarrolla una novela costumbrista durante un periodo de transición
del costumbrismo romántico al Realismo. Este periodo se abre en 1849, con La gaviota,
novela de Fernán Caballero (seudónimo de Cecilia Böhl de Faber), de ambiente popular
andaluz, con personajes pintorescos y de un idealismo y moralidad tradicionalistas.
Fig. 10.6. Catherine Deneuve en Tristana • Realismo y Naturalismo. La novela realista no se impone plenamente en España has-
(1970), de Luis Buñuel, película basada ta el triunfo definitivo de la burguesía con la Revolución de 1868 (por eso también se
en la novela homónima de Galdós. En la conoce a los autores realistas como Generación de 1868). La Fontana de Oro (1871),
novela realista la mujer pasa a primer plano:
su complejidad psicológica se convierte en de Galdós, representa la asimilación plena del Realismo. Luego se implantarán, aunque
exponente de la complejidad de las relaciones menos radicalmente que en Francia, las ideas naturalistas, con La desheredada (1881),
sociales en el mundo burgués. del propio Galdós, y las obras de Clarín y Emilia Pardo Bazán.
LA LITERATURA DEL SIGLO XIX 10 219

D.3 Principales novelistas realistas


Biografía
• Pedro Antonio de Alarcón. Autor más costumbrista que realista: El sombrero de tres picos
(1874), novela corta; El Escándalo (1872).
• José María de Pereda. Realista «regionalista o rural», contrapone los valores rurales a la
sociedad burguesa urbana: Sotileza (1885), Peñas arriba (1895).
• Juan Valera. De sutil ironía, superpone la imaginación al «totalitarismo» de la realidad.
Gran psicólogo y estilista en Pepita Jiménez (1874) y Juanita la Larga (1895).
• Armando Palacio Valdés. Contrapone las virtudes tradicionales a los nuevos valores del
progreso burgués: La alegría del capitán Ribot (1889), La aldea perdida (1903).
• Luis Coloma: en la moralizante Pequeñeces (1891) satiriza la época de la Restauración.
Benito Pérez Galdós
Escribió más de un centenar de títulos, que se pueden clasificar en dos grupos:
• Los Episodios nacionales. Novelan, en cinco series de episodios o novelas, nuestra historia
nacional —y la intrahistoria, a través de los personajes «de la calle»— durante el siglo XIX:
Trafalgar, El dos de mayo, Zaragoza, etc.
Benito Pérez Galdós (1843-1920)
• Las novelas largas. Podemos distinguir en este grupo narrativo las siguientes etapas:

es
nació en Las Palmas de Gran Canaria.
– Novelas españolas de la primera época (años setenta). «Novelas de tesis», como Doña Para estudiar Derecho se trasladó a
Madrid, ciudad que se convirtió en

ill.
Perfecta (1876) o Gloria (1876-1877): el enfrentamiento entre las ideas progresistas y
reaccionarias, encarnadas en personajes planos, poco complejos. Marianela (1878) es el centro de sus observaciones so-
bre la realidad española. Fue lector
bastante folletinesca en su argumento y algo melodramática.
-h
– Novelas españolas contemporáneas (años ochenta). Reflejan la complejidad de la so-
voraz y agudo, y escritor infati-
gable. De ideología liberal, termi-
w
ciedad española de su época. Destacan La desheredada (1881) —más naturalista—, Tor- naría proclamándose republicano.
mento (1884), Miau (1888), Tristana (1892)… Obra maestra es Fortunata y Jacinta (1886-
ra
Murió en Madrid, en la penuria y
1887), profunda en la psicología de los personajes y en la descripción de los ambientes. ciego, sin haber obtenido el mere-
También destacan las cuatro novelas de la serie Torquemada.
cg

cido premio Nobel, que sí se llevó


– Novelas espirituales (años noventa), que suponen una inmersión de lo espiritual en el Echegaray.
mundo realista. Así sucede en Nazarín (1895) y Misericordia (1897).
.m

Por aquí empezó a enredarse la conversa- más que el Delfín lo atenuase, había ultrajado escritas; pero que se sienten y no se pueden
Texto 6

ción hasta recaer otra vez en el punto negro. a la humanidad. Jacinta no podía ocultárselo conculcar. Faltas cometí, ¿quién lo duda?, pe-
w

Jacinta no quería que se le quedara en el al- a sí misma. Los triunfos de su amor propio no ro imagínate que hubiera seguido entre aque-
ma una idea que tenía, y a la primera oca- le impedían ver que debajo del trofeo de su lla gente, que hubiera cumplido mis compromi-
w

sión la echó fuera de sí. victoria había una víctima aplastada. Quizás sos con la Pitusa… No te quiero decir más.
—¡Pobres mujeres! —exclamó—. Siempre la víctima merecía serlo; pero la vencedora Veo que te ríes. Eso me prueba que hubiera
la peor parte para ellas. no tenía nada que ver con que lo mereciera sido un absurdo, una locura recorrer lo que,
—Hija mía, hay que juzgar las cosas con de- o no, y en el altar de su alma le ponía a la tal visto de allá, parecía el camino derecho. Visto
tenimiento, examinar las circunstancias… víctima una lucecita de compasión. de acá, ya es otro distinto. En cosas de moral,
ver el medio ambiente… —dijo Santa Cruz Santa Cruz, en su perspicacia, lo comprendió, lo recto y lo torcido son según de donde se
preparando todos los chirimbolos de esa y trataba de librar a su esposa de la molestia mire. No había, pues, más remedio que hacer
dialéctica convencional con la cual se prueba de complacer a quien sin duda no lo merecía. lo que hice, y salvarme… Caiga el que caiga.
todo lo que se quiere. Para esto ponía en funciones toda la maqui- El mundo es así. […] Y en el caso concreto
Jacinta se dejó hacer caricias. No estaba en- naria más brillante que sólida de su racioci- del abandono, hay también mucho que hablar.
fadada. Pero en su espíritu ocurría un fenó- nio, aprendido en el comercio de las livianda- Ciertas palabras no significan nada por sí.
meno muy nuevo para ella. Dos sentimientos des humanas y en someras lecturas. «Hija de Hay que ver los hechos… Yo la busqué para
diversos se barajaban en su alma, sobrepo- mi alma, hay que ponerse en la realidad. Hay socorrerla; ella no quiso parecer1. Cada cual
niéndose el uno al otro alternativamente. Co- dos mundos, el que se ve y el que no se ve. La tiene su destino. El de ella era ese: no parecer
mo adoraba a su marido, sentíase orgullosa sociedad no se gobierna con las ideas puras. cuando yo la buscaba».
de que este hubiese despreciado a otra para Buenos andaríamos… No soy tan culpable Benito Pérez Galdós: Fortunata y Jacinta,
tomarla a ella. Este orgullo es primordial, y como parece a primera vista; fíjate bien. Las parte primera, capítulo V, sección VII (1886-1887).
existirá siempre aun en los seres más perfec- diferencias de educación y de clase establecen
tos. El otro sentimiento procedía del fondo siempre una gran diferencia de procederes en Palabras y expresiones
de rectitud que lastraba aquella noble alma las relaciones humanas. Esto no lo dice el De-
y le inspiraba una protesta contra el ultraje y cálogo; lo dice la realidad. La conducta social 1
parecer: aparecer, dejarse ver.
despiadado abandono de la desconocida. Por tiene sus leyes que en ninguna parte están
220 10 LA LITERATURA DEL SIGLO XIX

Leopoldo Alas, Clarín


Biografía
Temido y respetado en su época como crítico literario (Clarín fue uno de sus seudónimos
críticos); sin embargo, hoy interesan sus espléndidos cuentos (¡Adiós, Cordera!), sus novelas
cortas (Doña Berta, Pipá) y su gran novela La Regenta (1885-1886). Esta obra, cuyo magnífico
estilo alterna la objetividad narrativa y la ironía del punto de vista, destaca por el acaba-
do estudio psicológico de sus personajes (en especial Ana —la Regenta— y don Fermín —el
Magistral—) y la descripción de la sociedad y los ambientes de Vetusta (trasunto de Oviedo),
que representa a la mezquina e hipócrita sociedad española de la época.

Texto 7
Pero no importaba; ella se moría de hastío. Te- materia… pero al mismo tiempo se aclaraba
nía veintisiete años, la juventud huía; veinti- el sentido de todo aquello que había leído en
siete años de mujer eran la puerta de la vejez sus mitologías, de lo que había oído a criados
a que ya estaba llamando… y no había gozado y pastores murmurar con malicia… ¡Lo que
una sola vez esas delicias del amor de que ha- aquello era y lo que podía haber sido!… y en
Leopoldo Alas, Clarín (1852-1901) blan todos, que son el asunto de comedias, no- aquel presidio de castidad no le quedaba ni el
nació en Zamora, aunque, tras pa- velas y hasta de la historia. El amor es lo único consuelo de ser tenida por mártir y heroína…

es
sar por Madrid y otros destinos, que vale la pena de vivir, había ella oído y leído […] Don Víctor no era pesado, eso es verdad.
vivió en Oviedo. Fue republicano muchas veces. Pero ¿qué amor? ¿Dónde estaba Se había cansado pronto de hacer el galán y

ill.
liberal y crítico con la Iglesia (si ese amor? Ella no lo conocía. Y recordaba en- paulatinamente había pasado al papel de barba
bien recobró su fe perdida en un tre avergonzada y furiosa que su luna de miel que le sentaba mejor. ¡Oh, y lo que es como un
Dios personal en 1892). Murió en
Oviedo (la Vetusta de La Regenta). -h
había sido una excitación inútil, una alarma
de los sentidos, un sarcasmo en el fondo; sí, sí,
padre se había hecho querer, eso sí!; no podía
ella acostarse sin un beso de su marido en la
w
¿para qué ocultárselo a sí misma si a voces se frente. Pero llegaba la primavera y ella misma,
lo estaba diciendo el recuerdo?: la primera no- ella le buscaba los besos en la boca; le remor-
ra

che, al despertar en su lecho de esposa, sintió día la conciencia de no quererle como marido,
junto a sí la respiración de un magistrado; le de no desear sus caricias; y además tenía mie-
cg

pareció un despropósito y una desfachatez que do a los sentidos excitados en vano. De todo
ya que estaba allí dentro el señor Quintanar, aquello resultaba una gran injusticia no sabía
.m

no estuviera con su levita larga de tricot y su de quién, un dolor irremediable que ni siquiera
pantalón negro de castor; recordaba que las tenía el atractivo de los dolores poéticos; era
w

delicias materiales, irremediables, la avergon- un dolor vergonzoso, como las enfermedades


zaban, y se reían de ella al mismo tiempo que que ella había visto en Madrid anunciadas en
w

la aturdían: el gozar sin querer junto a aquel faroles verdes y encarnados. ¿Cómo había de
Y además… hombre le sonaba como la frase del miérco- confesar aquello, sobre todo así, como lo pen-
w

les de ceniza, ¡quia pulvis es! eres polvo, eres saba? y otra cosa no era confesarlo.

Fortunata y Jacinta gira en torno Leopoldo Alas, CLARÍN: La Regenta, tomo I, capítulo X (1885-1886).
a los amores adúlteros. Desarrolla
la historia de Juanito Santa Cruz
(apodado el Delfín), un cínico
seductor de buena y adinerada D.4 El Naturalismo en España
familia, que se debate entre los
amores de su amante Fortunata (la Los postulados de Zola (materialismo excluyente de lo espiritual, determinismos biológico y
Pitusa), mujer del pueblo, y de su social…) no fueron asumidos plenamente en España. Clarín se autodenominaba naturalista
esposa Jacinta, de clase burguesa. y Galdós escribió La desheredada (1881) conforme a los principios del movimiento, pero más
El retrato psicológico de los perso- bien son, todos ellos, escritores realistas con rasgos naturalistas.
najes es insuperable.
• Emilia Pardo Bazán. Sus artículos recogidos en La cuestión palpitante (1883) introducen
La Regenta plantea, además de la teóricamente el Naturalismo en España, pero rechazando la negación de la espiritualidad de
crítica al fariseísmo de la sociedad
anquilosada de la época, el conflic-
Zola. Hay rasgos naturalistas en La tribuna (1882), sobre la vida del proletariado industrial
to, personificado en Ana Ozores, y la emancipación de la mujer; y en las pasiones violentas, determinadas por el ambiente
entre una realidad gris y grotesca gallego, de los personajes de Los pazos de Ulloa (1886).
(sobre la que además pesa un • Vicente Blasco Ibáñez. Algunas de sus novelas contienen muchos elementos naturalistas,
ambiente opresivo) y los deseos y por describir crudamente los ambientes (la burguesía, el ruralismo de los huertanos valen-
ensueños de una vida más intensa
cianos), la elección de temas, su regionalismo, el uso del lenguaje; especialmente en Arroz
y verdadera.
y tartana (1894), La barraca (1898) y Cañas y barro (1902).
LA LITERATURA DEL SIGLO XIX 10 221

E. La poesía del Realismo


Cita
El interés objetivo por la realidad se puede expresar mejor narrativamente, pues la poesía
tiende al lirismo, a lo subjetivo. La poesía realista se volverá, en consecuencia, menos retórica
y grandilocuente que la del Romanticismo. Ese cambio de tono también se manifiesta en la Humoradas
lírica más natural e intimista de los románticos rezagados (Bécquer, Rosalía), quienes —no lo He aquí dos dísticos, ejemplos de
olvidemos— escriben en pleno auge del Realismo. En las postrimerías del XIX, ya se vislumbran las Humoradas de Campoamor, de
los rasgos modernistas (Manuel Reina, Salvador Rueda), o la poesía dialectal y rural (Gabriel un antirromanticismo demoledor:
y Galán, Vicente Medina).
Todos lo han conocido.
La poesía propiamente realista surge como reacción a la actitud romántica ante la vida (lo ¿Va con uno y bosteza? Es su
irracional, lo sentimental, lo subjetivo). Se torna, pues, a lo racional y a lo objetivo, a «filo- [marido.
sofar» en poesía sobre la realidad (con un tinte irónico y crítico), lo que origina una poesía de
tono sentencioso, didáctico y moral. Destacan los siguientes poetas: Te morías por él, pero es lo cierto
que pasó tiempo y tiempo, y no te
• Ramón de Campoamor contrapone a la poesía romántica del sentimiento la poesía del
[has muerto.
pensamiento. Escribe poemas de tono irónico y de un cierto coloquialismo, prosaicos en
el sentido de que no se sirven del «lenguaje preconcebidamente poético». Sus Doloras, ya
de 1846, son como píldoras de filosofía común. En Humoradas (1866-1868) recoge breves
poemillas, ocurrencias ingeniosas para burgueses de salón.

es
• Gaspar Núñez de Arce representa el retoricismo de una poesía política, filosófica y civil
(más que social), que defiende los valores burgueses reaccionarios, de carácter a veces na-

ill.
rrativo y descriptivo. Su obra más distintiva es Gritos de combate (1875).

F. El teatro en la época realista -h


w
ra
El público de la época realista prefiere acudir a las representaciones de sainetes y óperas bufas
antes que al «teatro literario». En lo que a este respecta, incluso hasta después de 1868 pre-
cg

valecen los dramas históricos románticos, pero en la modalidad de comedia político-moral:


obras moralizantes, de personajes históricos cuyas intrigas cortesanas traslucen la política
actual. Por ejemplo, Antonio Hurtado con El toisón roto (1865), sobre don Juan de Austria; o
.m

Locura de amor (1855), de Tamayo y Baus, sobre Juana la Loca.


Un subgénero propiamente realista es la alta comedia, o comedia burguesa o de salón: co-
w

media de costumbres que intenta representar los problemas sociales y morales cotidianos de
w

la burguesía contemporánea, con pretensiones didácticas y moralistas (que asfixian la verosi-


militud). Importa más expresar la idea o tesis que la creación de situaciones (estas carecen de
w

relieve) y personajes (que dan sensación de acartonados). El público burgués ve representados


sus conflictos familiares, amorosos, económicos, etc., en el salón de su casa (escenificado tal
cual). Se trata de un teatro generalmente en verso. Destacan los siguientes autores:
Y además…
• Adelardo López de Ayala. En Consuelo (1878) trata el desmedido amor al lujo.
• Manuel Tamayo y Baus. En Un drama nuevo (1867) mete el teatro dentro del teatro; prosa Henrik Ibsen
y verso establecen en la obra la alternancia entre realidad y ficción.
Noruego, autor de Casa de muñe-
• José Echegaray intentará infundir en la alta comedia la sensación de vida y verdad; sobre- cas, fue quien mejor desarrolló
sale El gran Galeoto (1881), de cómo la murmuración se hace verdad. en el teatro el Naturalismo y la
llamada «tragedia contemporá-
Frente a la alta comedia, solo encontramos tímidos intentos renovadores:
nea». Su influencia en el teatro
• El drama rural, por su ambientación, como La Dolores (1892), de José Feliú y Codina, obra del siglo XX ha sido inmensa (ya lo
que sitúa los temas de la honra, el amor y la venganza en Calatayud. fue en el propio Galdós e incluso
en Echegaray).
• El drama social, de cierto carácter moral, refleja los conflictos del hombre con el medio
(la clase trabajadora sube al escenario burgués), pero centrándose más en las derivaciones «El razonador»
sentimentales. Así ocurre en Juan José (1895), de Joaquín Dicenta. En la alta comedia a veces llega a
• El teatro galdosiano es menos aburguesado y más crítico, más directo y sincero, pero Gal- aparecer un personaje, «el razona-
dor», que transmite expresamente
dós no es un maestro de la técnica teatral. Algunas de sus obras teatrales son adaptaciones al público la intención moral y el
de sus novelas (El abuelo, Doña Perfecta). Su mayor éxito llegó, ya en 1901, con Electra, sentido de la acción de la obra.
más por sus repercusiones políticas que por sus valores intrínsecos.
222
PRUEBAS DE ACCESO A LA UNIVERSIDAD

P RUE B A I

Cendal flotante de leve bruma,


rizada cinta de blanca espuma,
rumor sonoro
de arpa de oro,
beso del aura, onda de luz:
eso eres tú.

Tú, sombra aérea, que cuantas veces


voy a tocarte te desvaneces
como la llama, como el sonido,
como la niebla, como el gemido

es
del lago azul.

En mar sin playas, onda sonante;

ill.
en el vacío, cometa errante;
largo lamento
del ronco viento, -h
w
ansia perpetua de algo mejor:
eso soy yo.
ra
cg

¡Yo, que a tus ojos, en mi agonía


los ojos vuelvo de noche y día;
.m

yo, que incansable corro y demente


tras una sombra, tras la hija ardiente
de una ilusión!
w
w

Gustavo Adolfo BÉCQUER: «Rima XV» en Rimas.


w

1. Resumen del texto. (1 punto).


2. Comentario crítico del contenido del texto (tema, estructura, acti-
tud e intencionalidad del autor, tipo de texto y valoración personal).
(3 puntos).
3. Valor estilístico de los adjetivos en todo el poema. (3 puntos).
Cantabria, junio de 2011

Antes de responder
Lee atentamente y fíjate
Como suele ser habitual en las PAU, se nos indica la autoría del texto y la obra a que pertenece.
Si no fuese así, ten en cuenta que cada época, movimiento y autor tienen sus propias carac-
terísticas formales, sus temas y preocupaciones, sus gustos, sus palabras clave… Observa que
la métrica juega con la combinación de versos decasílabos y pentasílabos (truncados), de las
rimas consonante y asonante, llanas y agudas; que su temática refleja el ansia del sujeto lírico
por alcanzar una ilusión imposible; que el léxico remite al campo semántico de lo evanescente
y el anhelo doliente… ¿No te conduce esto al Romanticismo, a Bécquer en concreto?
223

Recuerda
Recuerda las características generales del Romanticismo, y las de la poesía romántica y becque- ERRORES FRECUENTES
riana en particular. ¿Cuáles reconoces en el texto? Da un repaso a las características del lenguaje
literario y refresca tu conocimiento de los recursos o figuras literarias: es algo necesario para Lo que no se debe hacer en el
explicar determinados usos y técnicas literarias, como verás en la respuesta que proponemos. resumen
1. Copiar fragmentos del texto, es
Cómo responder a la pregunta decir, hacer un recorte literal
(copiar-pegar) de las frases más
Hemos elegido en esta ocasión un modelo propuesto por Cantabria. Aunque ya sabes que cada significativas.
comunidad plantea el comentario de texto con formulaciones muy diversas, este guion que
proponemos te permite abarcar muchas de ellas. 2. Introducir información que no
aparezca en el texto.
Resumen. El resumen del contenido debe limitarse a sintetizar lo que dice el texto, redactán-
dolo de forma breve, sencilla, clara, con palabras propias, y expresando cohesionada y coheren- 3. Emitir juicios de valor propios
temente las ideas esenciales que contiene el texto. (Si citas, que sean solo algunas palabras o hacer valoraciones personales

es
(este no es el apartado para ello).
claves, siempre entrecomilladas).
4. Sobrepasar una extensión mayor
Tema. En dos o tres líneas a lo sumo, intentaremos sintetizar la idea central del texto (el tema

ill.
que la tercera parte del texto
es la idea central, no el desarrollo de esa idea), la intención del autor al escribir el texto, lo propuesto; en torno a unas cinco
que el texto quiere decir. No es lo que se cuenta, sino la idea que el autor quiere que saquemos
al contar eso. No se debe confundir el tema con el argumento. -h líneas suele ser suficiente.
w
Estructura del texto u organización de las ideas del texto. Se indican las partes en que se
organiza internamente el texto, sintetizando la idea o ideas claves (esenciales y secundarias,
ra

si es necesario) de cada una de ellas. Muchas veces es conveniente señalar si se corresponden


la estructura interna y la externa (las partes internas con los párrafos, estrofas, secuencias). Se
cg

suele hacer de forma esquemática, con guiones.


.m

Actitud e intencionalidad del autor. Se interpreta la posición vital, social e histórica y las
pretensiones o finalidad del autor al escribir el texto, ateniéndose en lo posible a este. Se tiene
en cuenta el tono adoptado.
w

Tipo de texto. Se señala la tipología del texto en cuanto al ámbito del discurso (literario, cientí-
w

fico, jurídico…) y al modo de elocución (narración, descripción, exposición…). Y se justifica con


w

rasgos lingüísticos representativos extraídos del texto, según los distintos niveles (morfosintác-
tico, léxico-semántico…), que sirvan para caracterizar el tipo de texto y el registro lingüístico.

Respuesta
1. Resumen del texto CLAVES Y CONSEJOS

El sujeto o yo lírico se dirige al tú, representado con una serie de imágenes evanescentes (na- El sujeto lírico o yo lírico es la voz
turales, etéreas), que se desvanece cuando se intenta tocar. Y el propio yo también se define que expresa lo que dice el poema;
con otra serie de imágenes inasibles e ilimitadas (naturales y anímicas), corriendo locamente no tiene que corresponderse nece-
tras ese tú, producto de una ilusión. sariamente con la voz del autor.
2. Comentario crítico del contenido del texto Pongamos por caso: yo, como autor,
puedo escribir un poema en el
[Tema] El tema del texto expresa la insatisfacción romántica: el objeto deseado que persigue que expreso (yo lírico) un profun-
el sujeto es siempre evanescente y no se alcanza plenamente nunca. do sentimiento de tristeza y, sin
[Estructura] El texto se estructura dualmente, en correspondencia con los dos elementos cla- embargo, puedo (yo autor) estar
más contento que unas pascuas.
ves del poema: el yo y el tú.
Salvando las distancias, es como el
1. Dos primeras estrofas: descripción del tú mediante una serie de imágenes evanescentes. narrador de un relato respecto al
2. Dos estrofas restantes: el sujeto se describe con imágenes que reflejan un ser sin límites autor del mismo.
dominado por un ansia insatisfecha que persigue lo inalcanzable.
224
PRUEBAS DE ACCESO A LA UNIVERSIDAD

[Actitud e intencionalidad del autor] La actitud del autor es la propia del romántico, domi-
nado por un anhelo de plenitud imposible, ya que el objeto deseado es fugaz e inasible, bien
sea una mujer, la poesía, la música… La imagen de la sombra perseguida, producto de una
ilusión, es recurrente en Bécquer (recordemos la leyenda de «El rayo de luna»). Su intención
es, sin embargo, contradictoria: al expresarse poéticamente lo inefable o lo inaprehensible,
esto puede rozarse con el alma, aunque solo nos queden las sensaciones vagas de su sombra.
El poema es el punto de encuentro en que se tocan el sujeto y el objeto inalcanzable. El texto
responde, pues, a la concepción lírica romántica del sujeto, el mundo y el arte.
[Tipo de texto] Se trata de un texto literario poético, de carácter lírico. El poema se com-
pone de cuatro estrofas no tradicionales agrupadas de forma pareja (de seis versos la primera
y la tercera; de cinco, las otras dos), con versos decasílabos y pentasílabos —truncados—,
con mezcla también de rima consonante y asonante y rimas llanas y agudas; este gusto por la
innovación y experimentación métrica es característico del Romanticismo.
Los elementos poéticos con los que se construye el texto son el yo (sujeto lírico) y el tú; a

es
ambos se los caracteriza con una serie de imágenes que nos sitúan en lo huidizo e inasible.
En esta dualidad se refleja la imposibilidad romántica para conseguir satisfacer el anhelo de

ill.
plenitud. El sujeto se siente escindido del mundo y del objeto y aunque persigue la fusión con
ellos, esta se muestra imposible. Esta disociación no refuerza la identidad de los elementos,

-h
sino que los disgrega y diluye en una especie de vaga indeterminación.
La expresiva y la poética, evidentemente, son las funciones del lenguaje predominantes,
w
puesto que los sentimientos y sensaciones del sujeto lírico se expresan a través de una serie de
VOCABULARIO
ra

imágenes metafóricas y de símiles que tratan de aprehender lo evanescente y lo ilimitado.


Estas imágenes (sobre todo visuales y sonoras) están relacionadas con el ámbito marino (bru-
cg

hipérbaton. Alteración de la sin- ma, espuma, onda, mar sin playas…) y lo sideral y etéreo (aura, luz, sombra aérea, cometa,
taxis lógica de la frase. Su plural viento…); de este modo, la naturaleza entera está animada del espíritu del yo lírico. Incluso
.m

es hipérbatos. No debes acenturar el tú aparece sugerido arquetípicamente como la creación misma (como una Venus que nace
*hiperbatón (es falta de ortografía de la blanca espuma).
frecuente). Este poema de Bécquer
w

contiene varios ejemplos, como yo, De todos modos, la fusión con el cosmos no llega a producirse, pues solo se percibe la som-
que incansable corro y demente / bra de la totalidad y solo se persigue una vaga ilusión. Dichas imágenes atribuidas tanto
w

tras una sombra… al tú como al yo se disponen mediante hipérbatos en las estrofas primera y tercera (tú y
w

anáfora. Consiste en la repetición yo cierran esos periodos); así se sugiere la dificultad para llegar a expresar la identidad de
de una o varias palabras al principio ambos. Sin embargo, una vez definidas (aunque vagamente), son el tú y el yo quienes inician
de varios versos o grupos sintácti- las estrofas vinculadas (segunda y cuarta), mediante el recurso de la anadiplosis (… eso
cos: x… x… (como la llama, como eres tú. // Tú, sombra aérea…). Igualmente estas imágenes se encadenan mediante parale-
el sonido, / como la niebla, como el lismos (con anáforas añadidas en el caso de los símiles: como la llama, como el sonido…) y
gemido…). Si las palabras se repiten por su pertenencia a unos mismos campos asociativos: una naturaleza visual vaga y huidiza
al final de los versos o grupos sintác- (leve bruma, blanca espuma, niebla, sombra) y su sonoridad: rumor, sonido, gemido, largo
ticos, entonces se llama epífora: …
lamento…
x … x (lo único que amé, / que ver-
daderamente amé…); y si el verso La sensación de dinamismo y fugacidad se logra no solo por las imágenes en movimiento
(o grupo) termina con la misma o (culminadas en el voy a tocarte, corro…), sino también por una sintaxis breve y sencilla (aun-
mismas palabras con que comienza que con tendencia al hipérbaton, lo cual contribuye a esa sensación de movilidad): hay un solo
el siguiente, entonces tenemos la verbo en las tres primeras estrofas; el asíndeton y las estructuras paralelísticas incrementan
anadiplosis: … x, x… (eso eres tú.
esa ligereza, así como también el ritmo acentual muy marcado (con los versos truncados, los
// ¡Tú, sombra aérea…). Cuando el
verso o grupo sintáctico comienza pentasílabos), que crea una línea melódica (musicalidad ya presente en el léxico —rumor, soni-
y termina con la misma palabra, do, gemido, onda sonante, lamento— y en algunas aliteraciones —repetición de las bilabiales
hablamos de epanadiplosis: x … x en la primera estrofa, de las vibrantes en la tercera, o imágenes acústicas premodernistas como
(olvida el amor, la vida olvida…). rumor sonoro de arpa de oro).
Todas son de las llamadas figuras
retóricas de dicción. Los adjetivos —tal como veremos en la pregunta siguiente— poseen en el texto un gran va-
lor expresivo y funcionan en su mayoría como epítetos (aun siendo algunos especificativos),
potenciando la cualidad evanescente de los sustantivos: cendal flotante, leve bruma, blanca
225

espuma, rumor sonoro… Los adjetivos aplicados al tú suelen ser valorativamente más positivos CLAVES Y CONSEJOS
que los que complementan al yo. Dos adjetivos funcionan como predicativos (que se suman al
carácter atributivo de las primeras estrofas): yo, que incansable corro y demente…; el hipérba- Valoración personal
ton que se forma, refuerza, con la ruptura de la sintaxis lógica, la loca carrera del sujeto lírico
en pos del tú inalcanzable. Este apartado, aunque admite dis-
tintas posibilidades, es aconsejable
Por otra parte, el uso del presente nos sitúa en la universalidad y en la insatisfacción perma- que se plantee como cierre conclu-
nente, habitual, también para nosotros. Y ese gerundio final, corriendo, con su aspecto dura- sivo del comentario crítico y que
tivo, nos condena al ansia perpetua. se redacte como un breve texto de
[Valoración personal] Concluyendo, esta rima recoge el ansia de absoluto de los románticos, carácter expositivo-argumentativo
en el que se emite un juicio críti-
sea este el amor, el arte, la poesía… Ese absoluto es solo una ilusión tras la que corre loca-
co, razonado, pero personal, y por
mente el poeta, sumiéndose en la desazón vital. La insatisfacción romántica llena el poema. tanto subjetivo, sobre la idea o
Pero todos somos románticos, al fin y al cabo, y perseguimos más de una vez sombras e im- ideas desarrolladas en el texto y su
posibles, deseos inalcanzables que nos dejan el alma herida e incompleta. Por eso Bécquer, forma de expresarse. Así se demues-
paradójicamente, nos sigue tocando y alcanzando. tra la capacidad crítica y expresiva

es
3. Valor estilístico de los adjetivos en todo el poema y el dominio sobre el texto y la
realidad.
Los adjetivos calificativos poseen en el texto un gran valor expresivo. La mayoría cumple la

ill.
función de epítetos, potenciando la cualidad evanescente de los sustantivos con los que se
identifica metafóricamente a los elementos poéticos (el yo y el tú): cendal flotante (aunque
-h
pospuesto, más que como especificativo, funciona como epíteto, porque expresa una cualidad
propia de cendal), leve bruma, rizada cinta de blanca espuma, rumor sonoro (especificativo,
w
pero igualmente con valor explicativo), sombra aérea (no selecciona como especificativo, sino
ra

que también potencia la cualidad de la sombra), onda sonante (pospuesto, pero con valor ex-
plicativo en cuanto que también es una cualidad inherente a las olas), cometa errante (vale lo
cg

dicho en el caso anterior), largo lamento, ronco viento. Es decir, en el poema los adjetivos que,
por su posición de pospuestos al nombre, pudieran parecer especificativos (que restringen,
.m

limitan o seleccionan al sustantivo) funcionan en su mayoría como explicativos (potencian las


cualidades esenciales del nombre).
w

No obstante, hay tres casos en que los adjetivos tienen un valor indudablemente especifica-
tivo. Dos de ellos sugieren especiales connotaciones: en el lago azul, el adjetivo connota las
w

atrayentes aguas cristalinas, símbolo del idealismo muchas veces inalcanzable; y en cuanto Y ADEMÁS…
w

a la hija ardiente, el adjetivo selecciona la cualidad que trasmite connotaciones pasionales,


capaces de atraer al yo lírico que la persigue. Por otra parte, el único adjetivo que no está en
grado positivo o neutro, el comparativo de algo mejor, expresa el conflicto entre la realidad y Lenguaje connotativo
el frustrado anhelo de absoluto romántico. Frente al lenguaje científico, que
El carácter explicativo de la mayoría de los adjetivos también se ve reforzado por su función busca el más preciso significado
denotativo, el lenguaje literario es
atributiva, pues se integran en complementos del nombre que son atributos de los dos ele-
eminentemente connotativo, para
mentos poéticos que conforman la dualidad del poema: el yo lírico y el tú anhelado. Dos ad- así despertar asociaciones y sugeren-
jetivos funcionan, además, como predicativos del sujeto lírico: yo, que incansable corro y cias tanto de índole personal como
demente… culturales. La connotación permite
Los atributos del tú anhelado se complementan con adjetivos que refuerzan su captación sen- una extensión significativa riquísi-
ma, de modo que el texto se convier-
sorial, sobre todo su visibilidad y sonoridad: flotante, leve, rizada, blanca, sonoro, aérea, azul,
te en un hipertexto (capaz de más
ardiente. Esa plasticidad actúa como señuelo para el yo lírico, hace que sea atrayente para él. lecturas que la denotativa), en una
Por ello, por ser el tú tan perceptible, y además más estático, es más fuerte el contraste con red de intertextos (vinculado a otras
su capacidad para escaparse del yo y volverse inasible y evanescente. referencias textuales). Sin duda, uno
En cambio, los atributos del yo aparecen complementados con adjetivos menos perceptibles de los recursos lingüísticos que más
sensorialmente; por el contrario, expresan unas cualidades más subjetivas y abstractas, y más potencia la connotación es la adjeti-
vación de carácter expresivo y valo-
dinámicas (porque persiguen el tú inasible): sonante, errante, largo, ronco, perpetua, incansa- rativo. Buena prueba de ello es este
ble, demente. Y valorativamente estos adjetivos son más negativos que los aplicados al tú (el texto de Bécquer.
mejor que complementa a algo es, como ya hemos señalado, solo una aspiración insatisfecha
en comparación con la realidad: ansia perpetua de algo mejor).
226
PRUEBAS DE ACCESO A LA UNIVERSIDAD

P RUE B A I I

No se consolaba Doña Paca de la ausencia de Nina, ni aun viéndose ro-


deada de sus hijos, que fueron a participar de su ventura, y a darle parte
principal de la que ellos saboreaban con la herencia. Con aquel cambio
de impresiones placenteras, fácilmente se transportaba el espíritu de la
buena señora al séptimo cielo, donde se le aparecían risueños horizontes;
pero no tardaba en caer en la realidad, sintiendo el vacío por la falta de
su compañera de trabajos. En vano la volandera imaginación de Obdulia
quería llevársela, cogida por los cabellos, a dar volteretas en la región de
lo ideal. Dejábase conducir Doña Francisca por su natural afición a estas
correrías; pero pronto se volvía para acá, dejando a la otra, desmelenada
y jadeante, de nube en nube y de cielo en cielo. Había propuesto la niña a
su mamá vivir juntas, con el decoro que su posición les permitía. De he-
cho se separaba de Luquitas, señalándole una pensión para que viviera;
tomarían un hotel con jardín; se abonarían a dos o tres teatros; buscarían

es
relaciones y amistades de gente distinguida… «Hija, no te corras tanto,
que aún no sabes lo que te rentará tu mitad de la Almoraima; y aunque

ill.
yo, por lo que recuerdo de esa hermosa finca, calculo que no será un gra-
no de anís, bueno es que sepas qué tamaño ha de tener la sábana antes de
estirar la pierna». -h
w
Al decir esto, hablaba la viuda de Zapata con las ideas de la práctica
ra

Nina, que se renovaban en su mente y en ella lucían como las estrellas en


el Cielo. Por de pronto, Obdulia dejó su casa de la calle de la Cabeza, ins-
cg

talándose con su madre, movida del propósito de buscar pronto vivienda


mejor, nuevecita y en sitio alegre, hasta que llegara el día de sentar sus
.m

reales en el hotel que ambicionaba. Aunque más moderada que su hija


en el prurito de grandezas, sin duda por el vapuleo con que la domara la
w

implacable experiencia, Doña Paca se iba también del seguro, y creyén-


dose razonable, dejábase vencer de la tentación de adquirir superfluida-
w

des dispendiosas.
w

Benito PÉREZ GALDÓS: Misericordia.


1. Resume con tus propias palabras el contenido del texto. (1 punto).
2. Asigna al texto un título que sintetice de forma adecuada su conteni-
do. (Ha de tender a la brevedad máxima). (0,5 puntos).
La Rioja, junio de 2011
227

Antes de responder
Lee atentamente y fíjate
RECUERDA
Estamos ante un texto narrativo: un narrador omnisciente realiza una serie de observaciones
sobre unos personajes vinculados a una familia. En este fragmento no se incluye propiamente
Estilo directo. Reproducción tex-
diálogo entre personajes, si bien se reproduce en estilo directo un consejo que dirige doña Paca tual de lo que dice o piensa un
a su hija Obdulia. Se deja entrever la importancia de un personaje ausente: Nina. Igualmente, ob- personaje, con verbo introductor
serva la intención comunicativa del texto: los sueños de grandeza de una familia cuya situación o indicación tipográfica (dos pun-
económica no da para tanto. Es uno de los temas más comunes en la novela realista. tos, raya, comillas…), en primera
—o segunda— persona, con verbos
normalmente en presente: Julián
Recuerda no se atrevió a decirle: «Te quiero,
Aunque no hayas leído Misericordia, sabes que pertenece a las llamadas novelas espirituales eres la mujer de mi vida».
de Galdós, ciclo narrativo que el autor canario desarrolló en la última década del siglo XIX y Estilo directo libre. Reproducción
que supone una inmersión de lo espiritual en el mundo realista. Puedes reconocer en el texto textual del pensamiento de un

es
algunas de las características de la novela del Realismo: la sociedad burguesa y sus inquietu- personaje (mediante el narrador);
des banales, la alusión a lugares concretos, el narrador omnisciente capaz de penetrar en los puede ir sin verbo introductor; ha-
recónditos entresijos psicológicos de sus personajes, cierta intencionalidad crítica, el lenguaje bitualmente sin indicaciones tipo-

ill.
sobrio y sencillo, incluso familiar… gráficas, en primera —o segunda—
persona, con verbos normalmente
Cómo responder a la pregunta -h en presente: Julián no se atrevió a
decirle (que) te quiero, (que) eres la
w
Recuerda lo que ya te hemos indicado en la PRUEBA I en el apartado correspondiente al re- mujer de mi vida.
ra

sumen. En cuanto al título, este ha de delimitar y condensar el asunto central del texto, de Estilo indirecto. Reproducción no
modo que sirva de orientación a un posible lector; ha de ser un enunciado breve y preciso, más textual del pensamiento de un
cg

concreto que la exposición del tema. personaje (mediante el narrador),


habitualmente con verbo intro-
ductor o conjunción subordinante
.m

(que sobre todo), normalmente sin


Respuesta indicaciones tipográficas, en terce-
w

ra persona y con verbos en pasado.


1. Resumen Julián no se atrevió a decirle que la
w

quería, que era la mujer de su vida.


Doña Paca echa de menos a Nina, aun sintiéndose favorecida por la fortuna y estando rodeada
w

Estilo indirecto libre. Reproducción


de sus hijos. Su hija Obdulia la hace fantasear con una vida más acomodada y lujosa; sin em-
no textual del pensamiento del
bargo, doña Paca recuerda las ideas prácticas de moderación que le ha inculcado Nina. A pesar personaje (de su conciencia), pero
de todo, cuando Obdulia pasa a vivir con su madre, esta acaba por caer en el dispendio. desde la perspectiva verbal-tempo-
2. Título [proponemos dos posibles formulaciones]. ral del narrador); sin verbo intro-
ductor ni conjunción subordinante,
a) El conflicto entre la realidad y los sueños de grandeza sin indicaciones tipográficas; en
b) Los sueños de grandeza pequeñoburgueses tercera persona y con verbos en pa-
sado. Se suele insertar alguna ex-
presión que sería propia del per-
OTRAS ACTIVIDADES PAU RELACIONADAS
sonaje. Julián la quería, sí, era la
mujer de su vida; pero, ay, no, no se
1> Análisis sintáctico del fragmento 2> Comentario léxico-semántico de atrevería a decírselo.
siguiente. (1,5 puntos). las siguientes palabras: decoro, Monólogo interior. El propio pen-
vapuleo. (1 punto). samiento del personaje fluye libre-
Al decir esto, hablaba la viuda de
a) Comenta su significado en el mente, sin intermediación del na-
Zapata con las ideas de la práctica
texto. rrador (por eso también se llama
Nina, que se renovaban en su men- «corriente de conciencia»): Sí, sí, la
te y en ella lucían como las estrel- b) Aporta dos sinónimos de cada quiero… es la mujer de mi vida…
las en el cielo. una de ellas. ay, mi vida… se lo voy a… me
La Rioja, junio de 2011 atreveré… te quiero… no, no puedo
decírselo…
228 10 LA LITERATURA DEL SIGLO XIX

NOTA: Todas las actividades de esta página deben hacerse en cuaderno aparte.

Actividades propuestas
1> Lee detenidamente esta rima y señala: D. ALFONSO.— Pues no perdamos más tiempo,
y que las espadas hablen.
a) el tema, D. ÁLVARO.— Vamos: mas antes es fuerza
b) la métrica, que un gran secreto os declare […].
D. ALFONSO.— Vuestro secreto no ignoro.
c) la estructura interna.
Y era el mejor de mis planes
X (para la sed de venganza
Los invisibles átomos1 del aire saciar que en mis venas arde)
en derredor palpitan y se inflaman, después de heriros de muerte
el cielo se deshace en rayos de oro, daros noticias tan grandes,
la tierra se estremece alborozada2. tan impensadas y alegres,
de tan feliz desenlace […].
Oigo flotando en olas de armonías D. ÁLVARO.— Hombre, fantasma o demonio,
rumor de besos y batir de alas; que ha tomado humana carne
mis párpados se cierran… ¿Qué sucede? para hundirme en los infiernos,
¡Es el amor que pasa! para perderme… ¿qué sabes?…

es
Gustavo Adolfo BÉCQUER: Rimas. DUQUE DE RIVAS: Don Álvaro o la fuerza del sino,

ill.
jornada quinta, escena IX (1835).
1
átomos: aquí se refiere a las partículas en suspensión en el aire.
2
alborozada: alegre, gozosa.
-h 6> ¿En qué movimiento literario del siglo XIX situarías el
siguiente texto? Justifica con argumentos tu respuesta.
w
2> Analiza los principales recursos literarios del poema.
ra
3> Explica la relación que se establece entre los elementos [Descripción de una fiesta campestre]
de la naturaleza y el yo poético. Aquí se escuchaba el rasgueo de guitarras y bandurrias; más
cg

4> Razona, según su contenido, en qué apartado de la es- allá retumbaba el bombo, y la gaita exhalaba su aguda y pene-
tructura general de las Rimas podría incluirse esta. trante queja. Un ciego daba vueltas a una zanfona que sonaba
.m

como el obstinado zumbido del moscardón, y al mismo tiempo


5> Lee el texto e indica qué rasgos del drama romántico vendía romances de guapezas y crímenes. A pocos pasos de la
reconoces, tanto en el texto primario (diálogos) como
w

gente que comía, mendigos asquerosos imploraban la caridad:


secundario (acotación). un elefantíaco1 enseñaba su rostro bulboso, un herpético2 des-
w

(El teatro representa un valle rodeado de riscos inaccesibles cubría el cráneo pelado y lleno de pústulas, este tendía una
mano seca, aquel señalaba un muslo ulcerado, invocando a
w

y de malezas, atravesado por un arroyuelo. Sobre un peñas-


co accesible con dificultad, y colocado al fondo, habrá una santa Margarita para que nos libre de «males extraños». En un
medio gruta, medio ermita con puerta practicable, y una carretoncillo, un fenómeno sin piernas, sin brazos, con enorme
campana que pueda sonar y tocarse desde dentro; el cielo cabezón envuelto en trapos viejos, y gafas verdes, exhalaba
representará el ponerse el sol de un día borrascoso, se irá os- un grito ronco y suplicante, mientras una mocetona, en pie al
cureciendo lentamente la escena y aumentándose los truenos lado del vehículo, recogía las limosnas. En el aire flotaban los
y relámpagos, DON ÁLVARO y DON ALFONSO salen por un lado). efluvios de dos toneles de vino que ya iban quedando exan-
gües, y el vaho del estofado, y el olor de las viandas frías.
D. ALFONSO.— De aquí no hemos de pasar. Oíanse canciones entonadas con voz vinosa, y llantos de niños,
D. ÁLVARO.— No, que tras de estos tapiales, de los cuales nadie se cuidaba.
bien sin ser vistos, podemos
terminar nuestro combate. Emilia PARDO BAZÁN: La tribuna, cap. XXV (1882).
Y aunque en hollar este sitio 1
elefantíaco: elefantiásico, que padece elefantiasis, enfermedad que agi-
cometo un crimen muy grande, ganta algunas partes del cuerpo.
hoy es de crímenes día, 2
herpético: que padece herpes, de ahí sus pústulas.
y todos han de apurarse.
De uno de los dos la tumba 7> Explica, a partir del texto, qué podemos entender por
se está abriendo en este instante. feísmo y cuál es su intencionalidad.
LA LITERATURA DEL SIGLO XIX 10 229

NOTA: Todas las actividades de esta página deben hacerse en cuaderno aparte.

Actividades propuestas
Repaso 15> Señala los principales rasgos de carácter de Ana Ozores
que se desarrollan en el texto 7.
8> El héroe romántico lleva al límite su anhelo de libertad
vital; traspasar los límites (morales, sociales, religio- Recapitulación
sos, legales, racionales…) supone entablar una lucha
contra el destino. En el texto 1, ¿qué características 16> Indica la estructura métrica de los textos que están en
del héroe romántico reconoces en la caracterización de verso.
la figura de don Félix de Montemar? 17> Señala con ejemplos los tipos de estilos narrativos di-
9> ¿En qué se asemejan y en qué se diferencian don Félix rectos o indirectos que se pueden hallar en el texto 7.
de Montemar y el Don Juan Tenorio de Zorrilla? (Com- 18> Comenta el valor estilístico de los verbos en el artículo
para los Textos 1 y 5). de Larra (texto 4).
10> El poeta romántico está poseído de un ansia de to- 19> Escribe, a la manera de Larra, un artículo de costum-
talidad, de absoluto. Por ello aspira a sentirlo todo y bres en el que critiques alguno de los comportamientos
expresarlo todo; y como esto es imposible ha de re- sociales actuales.
currir a lo que va más allá del «decir»: la sugerencia,

es
el símbolo, el desdoblamiento, las correspondencias y Comentario de un texto poético
analogías entre el mundo sensible y el inteligible… ¿A

ill.
A la muerte de Torrijos y sus compañeros
qué himno gigante y extraño puede estar refiriéndose
Bécquer en la Rima I? (Texto 2a). Helos allí: junto a la mar bravía
11> Las Rimas de Bécquer están organizadas en cuatro -h cadáveres están ¡ay! los que fueron
honra del libre, y con su muerte dieron
w
grandes apartados. ¿En cuál de ellos situarías la Rima
XXXVIII (Texto 2b) y por qué? almas al cielo, a España nombradía.
ra

12> En Rosalía de Castro siempre conviven, íntimamente uni- Ansia de patria y libertad henchía
cg

dos, la naturaleza y los sentimientos. Sus vivencias y sus sus nobles pechos que jamás temieron,
pensamientos —y el lenguaje que los expresa— son fru- y las costas de Málaga los vieron
cual sol de gloria en desdichado día.
.m

to de la asociación entre lo natural y lo íntimo. ¿Cuál es


el tema del poema de Rosalía de Castro (texto 3)? ¿Cómo Españoles, llorad; mas vuestro llanto
ha llegado Rosalía a esa conclusión temática? ¿Se puede
w

lágrimas de dolor y sangre sean,


calificar el tema como característicamente romántico?
sangre que ahogue a siervos y opresores,
w

¿Qué elemento propio ya del Realismo —el libro se pu-


blica en 1884— se introduce en el poema? y los viles tiranos con espanto
w

13> Una de las cosas que más nos llama la atención en los siempre delante amenazando vean
artículos de Larra es su capacidad de observación, que alzarse sus espectros vengadores.
le permite extraer de lo anecdótico lo esencial del «ser José de ESPRONCEDA: Poesías.
español» (que muchas veces es, simplemente, el ser hu-
mano). Por ello sus artículos mantienen un aire de mo- 20> Busca información sobre la muerte del general Torrijos
dernidad. El asunto que trata Larra en su artículo (texto y los suyos.
4), ¿mantiene su vigencia en la actualidad? Argumenta 21> ¿Qué tipo de composición adopta aquí Espronceda?
tu respuesta.
22> Señala y explica la organización de las ideas contenidas
14> En el Realismo no solo se busca redescubrir y repre- en el texto (ten en cuenta para ello la estructura exter-
sentar la realidad exterior (la social sobre todo), sino na del poema).
también la realidad interior (la psicológica). Por ello
desmenuzan la psicología femenina, ya que esta, tra- 23> Indica el tema del texto.
dicionalmente, siempre había sido un reflejo de la pro- 24> Resume el texto.
yección del hombre. La mujer será la gran protagonista
de la novela realista. En el texto 6, ¿qué dos sentimien- 25> Realiza un comentario crítico del contenido del texto.
tos se barajan en el alma de Jacinta respecto a la rela- 26> Compara el poema de Espronceda con el cuadro de An-
ción de su marido con Fortunata? ¿Qué opinión te mere- tonio Gisbert, El fusilamiento de Torrijos (página 210 de
ce la actitud de Juanito Santa Cruz con las mujeres? este libro).
230 10 LA LITERATURA DEL SIGLO XIX

NOTA: Todas las actividades de esta página deben hacerse en cuaderno aparte.

Textos complementarios
Texto 1. Manifiesto de Larra por una nueva Texto 2. Emilia Pardo Bazán matiza su concepto
literatura («Literatura. Rápida ojeada sobre de Naturalismo en relación con el de Zola,
la historia e índole de la nuestra. Su estado en La cuestión palpitante (1883)
actual. Su porvenir. Profesión de fe», 1836)
Si al hablar de la teoría naturalista la personifico en Zola, no
[…] Si nuestra antigua literatura fue en nuestro Siglo de Oro es porque sea el único a practicarla, sino porque la ha formu-
más brillante que sólida, si murió después a manos de la lado clara y explícitamente en siete tomos de estudios crítico-
intolerancia religiosa y de la tiranía política, si no pudo re- literarios, sobre todo en el que lleva por título La novela expe-
nacer sino en andadores franceses, y si se vio atajado por las rimental. Declara allí que el método del novelista moderno ha
desgracias de la patria ese mismo impulso extraño, espere- de ser el mismo que prescribe Claudio Bernard al médico en su
mos que dentro de poco podamos echar los cimientos de una Introducción al estudio de la medicina experimental; y afirma
literatura nueva, expresión de la sociedad nueva que compo- que en todo y por todo se refiere a las doctrinas del gran fi-
nemos, toda de verdad, como de verdad es nuestra sociedad, siólogo, limitándose a escribir novelista donde él puso médico.
sin más reglas que esa verdad misma, sin más maestro que la […] Pero hay más todavía: cuando se demuestre que el cuerpo
naturaleza, joven, en fin, como la España que constituimos. del hombre es una máquina, cuyas piezas, andando el tiem-
po, monte y desmonte el experimentador a su arbitrio, será

es
Libertad en literatura, como en las artes, como en la indus-
tria, como en el comercio, como en la conciencia. He aquí forzoso pasar a sus actos pasionales e intelectuales, y enton-
la divisa de la época, he aquí la nuestra, he aquí la medida ces penetraremos en los dominios que hasta hoy señorearon

ill.
con que mediremos; en nuestros juicios críticos preguntare- la poesía y las letras. […] Podemos vaticinar, sin que quepa
mos a un libro: «¿Nos enseñas algo? ¿Nos eres la expresión error, la hora en que serán formuladas a su vez las leyes del
del progreso humano? ¿Nos eres útil? Pues eres bueno». No
reconocemos magisterio literario en ningún país; menos en
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pensamiento y de las pasiones. Igual determinismo debe regir
la piedra del camino que el cerebro humano. […] Tocamos
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ningún hombre, menos en ninguna época, porque el gusto es con la mano el vicio capital de la estética naturalista. Someter
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relativo; no reconocemos una escuela exclusivamente buena, el pensamiento y la pasión a las mismas leyes que determinan
porque no hay ninguna absolutamente mala. Ni se crea que la caída de la piedra; considerar exclusivamente las influen-
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asignamos al que quiera seguirnos una tarea más fácil, no. cias físico-químicas, prescindiendo hasta de la espontaneidad
Le instamos al estudio, al conocimiento del hombre; no le individual, es lo que se propone el naturalismo y lo que Zola
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bastará como al clásico abrir a Horacio y a Boileau y des- llama en otro pasaje de sus obras «mostrar y poner de realce
preciar a Lope o a Shakespeare; no le será suficiente, como la bestia humana». Por lógica consecuencia, el naturalismo
al romántico, colocarse en las banderas de Victor Hugo y se obliga a no respirar sino del lado de la materia, a explicar
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encerrar las reglas con Molière y con Moratín; no, porque el drama de la vida humana por medio del instinto ciego y la
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en nuestra librería campeará el Ariosto al lado de Virgilio, concupiscencia desenfrenada. Se ve forzado el escritor riguro-
Racine al lado de Calderón, Molière al lado de Lope; a la par, samente partidario del método proclamado por Zola a verificar
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en una palabra, Shakespeare, Schiller, Goethe, Byron, Víctor una especie de selección entre los motivos que pueden deter-
Hugo y Corneille, Voltaire, Chateaubriand y Lamartine. minar la voluntad humana, eligiendo siempre los externos y
tangibles y desatendiendo los morales, íntimos y delicados: lo
Rehusamos, pues, lo que se llama en el día literatura entre cual, sobre mutilar la realidad, es artificioso y a veces raya en
nosotros; no queremos esa literatura reducida a las galas del afectación, cuando, por ejemplo, la heroína de Una página de
decir, al son de la rima, a entonar sonetos y odas de circuns- amor [novela de Zola publicada en 1878] manifiesta los gra-
tancias, que concede todo a la expresión y nada a la idea, dos de su enamoramiento por los de temperatura que alcanza
sino una literatura hija de la experiencia y de la historia y la planta de sus pies.
faro, por tanto, del porvenir; estudiosa, analizadora, filosófi-
ca, profunda, pensándolo todo, diciéndolo todo en prosa, en 2> ¿Qué rechaza Emilia Pardo Bazán de la concepción na-
verso, al alcance de la multitud ignorante aún; apostólica y turalista de la novela según Zola?
de propaganda; enseñando verdades a aquellos a quienes in-
3> Este texto es de tipo argumentativo. ¿Cuál es su estruc-
teresa saberlas, mostrando al hombre no como debe ser, sino
tura argumentativa?
como es, para conocerle; literatura, en fin, expresión toda de
la ciencia de la época del progreso intelectual del siglo.
1> En esta concepción de la literatura, ¿qué pervive aún
de la Ilustración?, ¿qué hay de Romanticismo?, ¿qué
anticipa la literatura realista?
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