Está en la página 1de 3

DEBILES EN LA IGLESIA Y COMO TRATARLOS

MILENA VELASQUEZ
CC 65 828 790

PRESENTADO AL MAESTRO: ISIDRO PERILLA

CATEDRAL DE VIDA IBAGUE


SEMINARIO
IBAGUE
13 julio de 2020
DEBILES EN LA IGLESIA Y COMO TRATARLOS
Romanos 14 y 15

Así como en la vida cotidiana y natural podemos decir que hay algunas
personas más fuertes o grandes que otras, unas con más talentos que
otras así mismo en la vida espiritual existen personas más débiles que
otras; todas con procesos en sus vidas que las han hecho muy fuertes
para soportar la diversas situaciones o muy débiles para siempre
depender de la opinión de los demás o de las circunstancias.

Pablo en estos capítulos 14 y 15 nos insta a ser fuertes en la fe “ Así


que, los que somos fuertes debemos soportar las flaquezas de los
débiles, y no agradarnos a nosotros mismos” fortaleza de espíritu que
nos debe hacer más humildes para soportar e incluso en algunos
momentos bajar la cabeza ante situaciones que puedan llegar a ser un
obstáculo para que personas débiles en la fe o que tal vez estén
empezando a trasegar la vida cristiana y repercuta en que se aleje de
Dios, es decir no ser piedra de tropiezo para nadie que se quiera acercar
a Dios. Pablo nos da ejemplos muy básicos como las preferencias en la
comida; ¿diríamos pero que tiene que ver esto con la espiritualidad?,
mucho; ya que aclaran como debería ser un seguidor de cristo que es
fuerte en la fe y es que pone las necesidades de los demás sobre las
propias siempre y cuando no valla en contra de la soberanía Dios.
Por las diferentes culturas siempre encontramos diversas formas de
concebir los alimentos, algunos comemos unas cosas que nos parecen
agradables pero que para otras personas no lo son; no por ellos
debemos centrarnos en discusiones que no llevan a ningún acuerdo, por
lo contrario, crea desafines entre si, cuando los más importante para
Dios son las personas y no su pecado o preferencias. Pero si yo soy más
fuerte debo poner mas esfuerzo en comprender a los demás por que el
reino se debe comenzar a vivir en la tierra con las personas con que
convivimos. Así que un fuerte en la fe no juzga por que sabe que todos
lo que ha recibido ha sido de parte de Dios, muchas veces en lo que
juzgamos es en lo que caemos; pero el fuerte Dios lo sostiene para
hacerle estar firme en Cristo, el fuerte da gracias en todo cuando hay y
cuando no hay, sabiendo que no somos dueños de nada, ni si quiera de
nuestra propia vida.

Todos somos iguales ante Cristo y todos independiente de los gustos en


la alimentación compareceremos ante el tribunal de Cristo y daremos
cuenta de nuestras acciones, así que procuremos no juzgar para no ser
juzgados, es la mejor manera de no ser piedra de tropiezo para otras
personas ya que el reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia,
paz y gozo en el Espíritu Santo.

También podría gustarte