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—¿Cuál es el nombre?

—La novela tiene un título provisorio, de mera referencia para mí.


Prefiero no darlo a conocer mientras continúe en esta condición.

—¿Cómo fue el proceso de escritura?


—Hace un par de semanas terminé la primera versión. Ahora, estoy en la
revisión de aquella. Esta etapa, a la que le sobrevendrá otra revisión, y
luego otra, la considero una etapa de escritura de la novela. Tal cual. En
mi caso, el resultado de las revisiones, sobre todo de la primera, es crucial.
Son muchas las modificaciones, incluidos episodios enteros, pero en
especial, a nivel de lenguaje literario. Me exige mucha concentración.
Puede parecer algo farragoso, pero a mí me encanta esta etapa. De hecho,
disfruto más de las revisiones que de la escritura de la primera versión.

—¿Es cierto que existe la posibilidad de ver El Paso Del


Diablo en pantalla grande?
—Hace algunos años trabajé en una adaptación de mi novela, El Paso del
Diablo, en un guión literario para el cine. Es decir, su adaptación a otro
lenguaje, o algo así. A unos amigos de Valparaíso se les ocurrió la idea de
hacer de esta novela una película, y me pidieron que colaborara con ellos.
Hasta entonces no había trabajado en guión alguno. Me gustó hacerlo,
quiero decir que no se me hizo difícil, tomando en cuenta que trabajé
sobre una escritura propia, pero, además, disfruté el acotar los diálogos,
precisarlos, darles otros énfasis, como así también, indicar gestos,
actitudes o intenciones, en golpes de imágenes, a los personajes. La
película creo aún está en la cabeza de estos amigos de Valpo. Pero hace
tiempo que no sé nada de este proyecto. Tampoco me quita el sueño.
Continúo con lo mío, escribir novelas.

—En general, ¿en qué consiste tu proceso de escritura? ¿Cuánto


tardaste en escribir El Paso del Diablo, por poner un ejemplo?
—Una novela me implica trabajar en ella durante meses. Escribo una
primera versión, luego viene una primera revisión, y después, una tercera.
Y una cuarta y quinta, también ¿por qué no? Entonces, puedo estar cerca
de un año. El Paso del Diablo me llevó 8 a 10 meses. Fue mi primera
novela, por tanto, todo tenía un sentido más experimental, de mayor
incertidumbre. Hasta la tercera revisión, me gusta el proceso. Luego las
otras se vuelven cada vez más pesadas, aunque más breves, por supuesto.
Pero el tema, los personajes, el lenguaje comienzan a saturarme.
Entonces, la dejo ir; quiero decir, la entrego a la editorial.

—¿Cómo surgió tu interés por escribir?


—Mi interés por la literatura llegó por su puerta lógica: la lectura. En un
primer y lejano tiempo, a través de algunos pasajes y personajes de la
mitología griega. Entonces, tenía unos 12 años. Pero también por las
canciones (Víctor Jara, Serrat, Violeta). Al menos, mis primeros poemas
surgieron motivados por estos efectos: lectura y canciones.

—¿Qué prefieres escribir: narrativa o poesía?


—No sé si, en mi caso, se trate de una preferencia. Comencé escribiendo
poesía. Durante 20 años escribí sólo poesía. A partir de 2001 o 2002
comencé con los relatos, luego la novela. Desde entonces, y hasta ahora,
se me da con mucha más facilidad escribir narrativa. Continúo siendo,
creo, un buen lector de poesía, pero a la hora de escribir, siento que existe
una distancia con respecto al lenguaje y el tono poéticos. Por lo demás, no
fui un poeta prolífico. Escribí poca poesía. Sin embargo, continúa siendo
el género base.

—¿Sientes que te despides de los poemas una vez que los has
terminado?
—De algunos poemas que escribí todavía no me despido, por razones
prácticas. Me refiero a que aún me invitan, en ocasiones, a lecturas
poéticas, sobre todo en la Patagonia argentina. De modo que debo recurrir
a ellos, cada tanto. Recuerdo que al escribir un poema, luego le daba
vueltas y más vueltas, versión tras versión, hasta dar con una definitiva.
Entonces sí me despedía de él, en el sentido que comenzaba a pensar en
otro. En fin, buscar otro tema. Con las novelas también mantengo esta
costumbre.
«LEER MUCHO MÁS DE LO QUE ESCRIBES Y ESCRIBIR MUCHO
MÁS DE LO QUE PUBLICAS»

—¿Qué consejo le darías a alguien que quiere ser escritor?


—Una vez que ha tomado la decisión de ser escritor, y ya nada le persuade
de lo contrario, en mi opinión, debe mantener cierta proporción en el
trabajo, esta es: leer mucho más de lo que escriba y escribir mucho más de
lo que publica.

—¿Crees que los escritores tienen una responsabilidad social en


lo que escriben?
—Creo que los escritores, a través de sus obras, cumplen con una labor
social, aunque no quieran. Es cosa de pensar en que trabajamos con el
material más común, más colectivo de todos: el lenguaje. En
consecuencia, la literatura no puede ser otra cosa que un producto social.
Y si es social es histórico. Y si es histórico es político. Y así hasta llegar al
átomo. Nadie escribe para sí mismo, al menos, quien publica. Se escribe y
publica buscando a otro. Provocar algo en otro. Hablarle. Comunicarse.
Toda literatura es social. Por lo tanto, la responsabilidad social de la
literatura no depende del escritor; simplemente es parte de su esencia, de
la materia prima. Y esto va más allá y más acá de causas temporales, de
manifiestos o de doctrinas.

—¿Te sientes influenciado por algún tipo de arte, aparte de la


literatura?
—Por supuesto que debe haber, en mi trabajo, alguna influencia de otra
expresión artística, como en el de cualquiera. Por ejemplo, del cine. De la
música. Pero me considero un bicho eminentemente literario. La
literatura, influencia total.

—¿Crees en la inspiración?
—Creo que cuando se habla de inspiración, en literatura o en el arte, se
pretende otorgarle un origen divino, o más bien de soplo divino o algo
parecido, pero pienso que en esta labor se debiera hablar de un estado de
alerta, y luego de una predisposición al trabajo cotidiano, cuando se
pueda. Al menos en mi experiencia como escritor, el estado de alerta es
permanente, en cuanto a la detección de temas, en la construcción de
personajes; más tarde: escritura, escritura y escritura, como cualquiera
que se empeñe por hacer bien su trabajo.

—¿Con qué autores te sientes identificado?


—César Vallejo y John Fante. Hay otros, claro, pero los nombro a ellos. De
una.

—¿Qué opinas de Pablo Neruda?


—La obra de Neruda es muy vasta. Quizás, demasiado. Tiene la vastedad
de los poetas del llamado Siglo de Oro. Pero me quedo con el Neruda
de Residencia en la Tierra, por nombrar una de sus tantas provincias, o
territorios. Con un gran poeta como él, es imposible abarcarlo todo, o
siquiera la mitad, o un cuarto, por decir algo.

—¿Todavía piensas, como escribiste alguna vez, «Vivo en la


Patagonia, debo morir en ella»?
—En cierto modo, uno siempre va a morir donde ha nacido, aunque en los
hechos sea a miles de kilómetros del lugar. Suena un tanto rebuscado,
pero siento que es así. Sin embargo, desde un tiempo a esta parte, me
gusta la idea de vivir y morir en el Río de la Plata; sea del lado argentino o
uruguayo.El Guillatún

Poemas de Pavel Oyarzún

CAZADORES DE INDIOS

La vida siempre está en la mira


y la rompe un tiro.

La muerte es un círculo nocturno


que se aleja de su centro.
La lluvia quiebra el silencio.

Un dedo que jala el gatillo quiebra la lluvia


y a los hombres que contiene el agua.

Dentro de una herida de bala


Hay un grito inmóvil.

Los cazadores nunca vieron a Cristo


entre los muertos.

Los cazadores aseguraban que en el Paraíso


aún vivía el todopoderoso que los redime.
(del libro La Cacería)

LOS NIÑOS DEL PARQUE

Ellos no tienen buenas costumbres.


Ellos no tienen buenos instintos.
Ellos no aman a la patria,
ni respetan el himno nacional.
Ellos no creen realmente en la virgen María,
ni en su hijo Jesucristo.
Ellos no creen en la familia,
ni en la propiedad privada.
Ellos mean en la calle,
y les sacan la madre a cualquiera.
Ellos están al margen de la ley.
Ellos tienen metido a Dios
en una bolsa de plástico.
Ellos tienen la cabeza llena
de destellos y extrañas figuras,
que les dan risa.
Ellos no sienten vergüenza…
Ellos sienten náuseas
casi todo el tiempo.
(del libro La jauría desquiciada)

REVELACIONES Y UTOPÍAS

Habrá un día en el que


el amor y el alma de los muertos
caerán sobre la tierra
como una lluvia bienamada.

Habrá un día en el que


reinará la dulzura de muertos luminosos
en todas partes.
Sobre toda criatura y todo espacio.
Sobre toda flor y toda aldea.
En todo terminal de buses.
Y en todas las miradas.

Habrá un día que será hermoso y plácido


como las muchachas que se paseaban
por las calles de Tenochtitlán,
en los tiempos de la sangre sagrada.

Habrá un día en el que


se escucharán de nuevo
los antiguos himnos,
tal como cuando
se cumplió la profecía de los tiempos,
y dejaron allí su verso y su ritmo;
sobre las piedras labradas
de los palacios prohibidos,
o sobre el blindaje de los bunkers,
como espectros de la esperanza.
Los himnos que alguna vez
invadieron los valles,
las selvas,
las plazas y los cementerios,
las aguas del Río Grande,
o el desierto de Atacama,
o la quebrada de Yuro:
anunciando la aparición de la felicidad
que venía con ellos,
así fuera en la tierra como en la muerte.

Habrá un día
en el que la gran redención será cumplida:
ilustres muertos abrirán las memorias.
Y donde hubo oscuridad,
se hará la luz y el milagro.
Entonces cada promesa,
cada pacto de sangre y cada juramento,
cada resurrección del alma y de la carne,
cada herida de espada o de bala,
se harán recuerdo y movimiento.
Y ningún olvido será cometido sobre la tierra
ese día.

Habrá un día en el que


se verán las imágenes
de todas las revelaciones que trajeron
los poetas al mundo.

Habrá un día para César Vallejo y para Roque Dalton,


para Rimbaud, el niño vidente de la Comuna,
y también para Armando Rubio.
Y para todos los que dejaron
algún rastro de su canto
entre la tierra y la luna.
Habrá un día en el que,
por fin,
será revelada la existencia real del amor
en la historia de la muerte.

Habrá un día en el que


los muertos bienamados
volverán a este mundo,
como recuerdos
del Paraíso.
(del libro La jauría desquiciada)
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Temas: literatura, poesía

Mijaíla Brkovic

Periodista titulada en la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso. Actualmente


cursando posgrado de Estudios Literarios, en la Universidad de Buenos Aires,
Argentina.

Comentarios (1)

Manuel
27-Abr-2017 a las 6:15 pm | #
Acabo de descubrir a Pavel y estoy leyendo su novela “Krumiro “ya me considero su admirador.
La entrevista estubo exelente, felicitaciones.

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Comentarios


Luisneidys Azuaje
5-Jun-2020 | #
Siempre presentí que había una explicación para ello puesto a que al preguntarle a otras personas, no
lograban comprenderme. Desde…


Jorge
14-May-2020 | #
Donde puedo encontrar esta pelicula... o donde la puedo ver? He buscado online, pero no la encuentro.
Gracias


Ricardo Menares
1-May-2020 | #
Excelente artículo, aprendí y me emocioné. Quizás se pueda agregar que las composiciones para guitarra
de Violeta Parra han sido…


Esperanza Plazola
30-Nov-2019 | #
Exelente artículo mu actual y valioso para reflexionar Hoy y a Futuro... Gracias.


MariaEugenia Meza
3-Oct-2019 | #
Conocer a tu madre siempre fue un milagro y un regalo. Le doy gracias a la 

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