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AUTOR:
JONATHAN GALLARDO
ASIGNATURA:
DOCENTE:
EDUARDO PAUCAR
2019-2020
Tema: Guía de investigación
1. Objetivo
2. Procedimiento
2.1. En diez líneas sintetice cuál es el contenido fundamental de cada Encíclica y cite la fuente
de dónde sacó la información. Del mismo modo, escriba el contenido fundamental de las
Conferencias Generales del Episcopado Latinoamericano y cite la fuente correspondiente. Por
favor aplicar norma APA.
Encíclicas:
Rerum Novarum
Fuente:
Quadragesimo anno
Ante los diversos males que la ambición y la avaricia, “tristes consecuencias del pecado
original”, traen a la sociedad y la economía, el Papa Pío XI pide que sean los valores, las
virtudes y la doctrina cristianas las que imbuyan a fondo estas realidades poniendo en el
primer lugar a Dios y considerando lo demás como medios. El Papa Pío XI da una gran
importancia en su encíclica a la restauración del principio rector de la economía, basado en la
unidad del cuerpo social. Esta unidad no puede basarse en la lucha de clases, como el orden
económico no debe dejarse a la libre concurrencia de fuerzas, que cae fácilmente en el olvido
de su propio carácter social y moral. La solución al desorden actual está para Pío XI en la
cristianización de la vida económica y la aportación de la caridad cristiana; el camino no es fácil
y necesita de la gracia de Dios y la colaboración de todos.
Fuente:
Pacem in terris
11 de abril de 1963 Argumento: Sobre la paz entre todos los pueblos que ha de fundarse en la
verdad, la justicia, el amor y la libertad. Es la última encíclica de las ocho escritas por el Papa
Juan XXIII. 53 días antes de fallecer el pontífice. Hablar de la Pacem in Terris es hablar de los
Derechos del Hombre. Como antecedente podemos mencionar que el 26 de agosto de 1789 la
Revolución Francesa condujo a la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano. Se
inspiraba en la declaración norteamericana, que encarnaba en el siglo XIX los ideales liberales
de la sociedad. Pío XII se preocupó durante la Segunda Guerra Mundial de la reconstrucción y
desarrollo de los pueblos. 1963 era el año en que se celebraba el Concilio Vaticano II. Plantea 4
principios fundamentales para alcanzar la PAZ: 1ro. La Verdad: Fundamento de la justicia 2do.
La Justicia: Marco de la Paz 3ro. El Amor: Motor de la Paz 4to. La Libertad: Clima de la Paz.
Fuente:
Populorum Progressio
Fiel a la reflexión del Concilio Vaticano II y escuchando las voces de los pueblos más pobres,
Pablo VI publicó la encíclica Populorum progressio, como un valiente “manifiesto” sobre el
humanismo del progreso integral. La observación de los signos de los tiempos y la fidelidad al
mensaje evangélico hacen que esta encíclica pueda ser leída como una amplia catequesis
sobre la caridad social y, mejor aún, como una voz profética para nuestro tiempo. Pablo VI
concluye su encíclica Populorum progressio con unos párrafos vibrantes de pasión que nos
recuerdan muchas de las mejores páginas de su magisterio. En esta ocasión dirige un vigoroso
llamamiento a los católicos de los países más favorecidos, a los cristianos y a los creyentes no-
cristianos y finamente a todos los hombres de buena voluntad conscientes de que el camino
de la paz pasa por el desarrollo, a los hombres de Estado, a los pensadores y a los sabios (PP,
81-86).
Fuente:
Laborem exercens
El trabajo humano 90 años después de la “Rerum Novarum”. Esta encíclica está dedicada al
trabajo humano, al hombre en el vasto contexto de esa realidad que es el trabajo humano. El
trabajo nutre el espíritu. Los adelantos tecnológicos, el avance económico y político influirán
en el mundo del trabajo y de la producción. Lo que significará un aumento en el desempleo,
disminución o crecimiento menos rápido del bienestar material para los países más
desarrollados, pero podrán también proporcionar respiro y esperanza a millones de seres que
viven hoy en condiciones de vergonzosa e indigna miseria. Todo trabajo está unido
inevitablemente a la fatiga. El sudor y la fatiga, que el trabajo necesariamente lleva en la
condición actual de la humanidad, ofrecen al cristiano y a cada hombre, que ha sido llamado a
seguir a Cristo, la posibilidad de participar en el amor a la obra que Cristo ha venido a realizar.
Fuente:
Humanae Vitae
Esta encíclica subraya que el matrimonio cristiano es válido solo bajo los fundamentos de la
unión, el amor, la fidelidad y la fecundidad. Por ello, el acto conyugal no puede separar los dos
principios que lo rigen: el unitivo y el procreativo. De esta forma, la Iglesia católica se opone a
todo tipo de anticoncepción, sea cual sea su naturaleza. Aun así, cuando existen serios
motivos, la encíclica propone como lícito el uso de los métodos naturales para espaciar
temporalmente los nacimientos, limitando las relaciones conyugales a los períodos naturales
de infertilidad de la esposa. La encíclica reconoce que tal vez, las enseñanzas que intenta
diseminar no serán aceptadas por todos, pero que la Iglesia católica no puede declarar ciertos
actos como morales cuando en realidad no lo son. El obispo Wojtyła defendió la posición
tradicional de la iglesia desde un punto de vista filosófico en su libro Amor y responsabilidad,
publicado en 1960.
Fuente:
Con “Sollicitudo rei socialis” (Preocupación por los asuntos sociales), promulgada el 19 de
febrero de 1988, Juan Pablo lI se proponía tres cosas. Quería conmemorar el vigésimo
aniversario de la encíclica social de Pablo VI “Populorum progressio” y poner al día la doctrina
social de la Iglesia a la luz de la búsqueda acelerada de la libertad que se vivía en todo el
mundo, y de la nueva demografía del catolicismo planetario, dominada por el Tercer Mundo. El
tercer objetivo era burocrático: lograr que la curia romana aceptara su visión
posconstantiniana del papel de la Iglesia en el mundo como desarrollo legítimo del Vaticano II.
La primera meta no planteó la menor dificultad. Resultó difícil combinar los otros dos
objetivos. El resultado fue una encíclica que parecía ser obra de una comisión, con algunas
partes que distraían la atención de la originalidad del análisis del Papa y los principales temas
públicos de su pontificado.
Fuente: Cfr. BIOGRAFÍA de JUAN PABLO II. TESTIGO DE ESPERANZA. GEORGE WEIGEL. PLAZA &
JANÉS EDITORES, S.A., Barcelona 1999.
Centesimus annus
Fuente:
La encíclica Deus caritas est es mucho más que una reflexión sobre el amor cristiano. A través
de un lúcido análisis de la cuestión del amor en las fuentes de la civilización occidental,
muestra cuánto ha perdido el pensamiento moderno que ha dejado de lado lo que le ofrece la
revelación. En continuidad con las encíclicas que abordaron anteriormente la cuestión social, la
nueva encíclica señala la necesidad de que la justicia social del Estado no se haga ciega a las
exigencias intrínsecas de la fe revelada. En un mundo en el cual a veces se relaciona el nombre
de Dios con la venganza o incluso con la obligación del odio y la violencia, éste es un mensaje
de gran actualidad y con un significado muy concreto. Por eso, en mi primera Encíclica deseo
hablar del amor, del cual Dios nos colma, y que nosotros debemos comunicar a los demás. El
amor de Dios por nosotros es una cuestión fundamental para la vida.
Fuente:
Laudato Si
Fuente:
Amoris Laetitia
Fuente:
Fratelli Tutti
El Papa Francisco ha afirmado que las cuestiones relacionadas con la fraternidad y la amistad
social han estado siempre entre sus preocupaciones, por lo que quiso recoger muchas de las
intervenciones donde lo ha manifestado, y situarlas en un contexto más amplio de reflexión (la
Carta Encíclica ‘Fratelli tutti’). El Papa ha observado tendencias que desfavorecen la
fraternidad universal, principalmente la manipulación de la libertad, la justicia, la democracia y
la unidad. Ante lo cual señala un camino de cercanía, una cultura del encuentro que luche
contra las causas estructurales de la pobreza y la desigualdad. La Carta Encíclica está
compuesta por ocho capítulos y 287 numerales, un documento donde el Papa asegura que no
pretende “resumir la doctrina sobre el amor fraterno, sino detenerse en su dimensión
universal, en su apertura a todos”.
Fuente:
Fuente:
II Conferencia de Medellín
La II Conferencia General fue convocada por el Papa Pablo VI y, más tarde, inaugurada
personalmente por él en agosto de 1968. Se reunió del 26 de agosto al 6 de septiembre. Si
ponemos atención a la fecha, nos damos cuenta que esta Conferencia fue realizada con
posterioridad al Vaticano II, por ello, fue la ocasión propicia para acoger el impulso suscitado y
proponer pistas de trabajo para la renovación cristiana de América Latina a la luz del Concilio.
Fue un acontecimiento de la mayor trascendencia para el Pueblo de Dios en el continente
latinoamericano que marcó el inicio de una nueva etapa en la autoconciencia de la Iglesia y en
el compromiso evangelizador. De ahí que la temática escogida fuera: La Presencia de la Iglesia
en la actual transformación de América Latina, a la luz del Concilio Vaticano II. El acento estuvo
puesto en la necesidad de impulsar el desarrollo integral de la persona y la vida social.
Fuente:
La III Conferencia General del Episcopado Latinoamericano fue inaugurada por Juan Pablo II el
27 de enero de 1979 en la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe. La reunión comenzó un
28 de enero, con 356 participantes, para reflexionar sobre el tema: La Evangelización en el
presente y en el futuro de América Latina. 9. El contexto en que se da esta Conferencia está
marcado por los precedentes Sínodos de los Obispos (sobre la evangelización en 1974 y sobre
la catequesis en 1977), de Pablo VI a través de la Exhortación apostólica Evangelii nuntiandi,
del Concilio Vaticano II y de Juan Pablo II, principalmente a través del Discurso inaugural. A
continuación, fragmentos que hablan de temas cruciales. Se reunieron Obispos de toda
América Latina con una importante representación de sacerdotes, religiosos y religiosas, y
laicos, para reflexionar sobre el tema: La evangelización en el presente y el futuro de América
Latina.
Fuente:
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V Conferencia de Aparecida
La V Conferencia General del Episcopado LA, se llevó a cabo entre el 13 y el 31 de mayo del
presente año, en Aparecida, Brasil. Esta conferencia fue inaugurada por S. S. Benedicto XVI, y
el tema central fue ser Discípulos y Misioneros de Jesucristo, para que los pueblos de
Latinoamérica, en Él, tengan Vida. El documento conclusivo ya se encuentra circulando, desde
agosto. Las conferencias generales del episcopado latinoamericano han sido experiencias
fundamentales en la historia de nuestra Iglesia Latinoamericana, momentos de revisión, de
reflexión, y análisis de los desafíos pastorales concretos que le toca enfrentar en atención a la
realidad histórica de nuestros pueblos. La tarea ahora es conocer las luces que nos entrega
para poder iluminar nuestra vida cristiana, estas Conferencias han suscitado mucha vida en la
Iglesia Latinoamericana.
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Teología de liberación
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