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Urgencias y Emergencias Hipertensivas: Tratamiento
Urgencias y Emergencias Hipertensivas: Tratamiento
NefroPlus 2009;2(2):25-35.
RESUMEN
Las urgencias hipertensivas incluyen a los pacientes con elevación aguda de la presión arterial (PA), pero sin lesión aguda
de ningún órgano diana. Las emergencias hipertensivas se definen por la elevación aguda de la PA, acompañada de lesión
aguda de uno o varios órganos diana. La evaluación inicial del paciente con elevación aguda de la PA está encaminada a
confirmar el aumento de ésta y a descartar la existencia de lesión en un órgano diana, para poder diferenciar las urgencias
de las emergencias hipertensivas. En las urgencias hipertensivas el objetivo será reducir gradualmente la PA, en un interva-
lo de horas a días, con reposo, control de los factores desencadenantes o tratamiento antihipertensivo por vía oral. El mane-
jo de las emergencias hipertensivas habitualmente suele requerir el ingreso en unidades de Cuidados Intensivos, descenso
rápido de la PA con tratamiento por vía endovenosa y monitorización intensiva de la PA y la lesión del órgano diana.
Palabras clave: Hipertensión arterial. Crisis hipertensiva. Emergencia hipertensiva. Urgencia hipertensiva. Tratamiento antihipertensivo.
25
REVISIÓN HTA
Figura 1
Conceptos de urgencia y emergencia hipertensivas.
Ausentes Presentes
Tabla 1 Tabla 2
Ejemplos de situaciones consideradas como emergencias Datos relevantes en la historia clínica del paciente con
hipertensivas crisis hipertensiva
Tabla 3
Fármacos habitualmente empleados para el tratamiento de las urgencias hipertensivas
Fármaco Dosis vía oral (mg) Tiempo de máximo efecto Semivida (h) Efectos adversos
Captopril 12,5-25 15-60 min 1,9 Insuficiencia renal en
pacientes con estenosis
de arteria renal bilateral
Labetalol 200-400 20-120 min 2,5-8 Broncoespasmo,
depresión contractilidad
miocárdica, bloqueo AV,
náuseas, elevación de
enzimas hepáticas
Furosemida 25-50 1-2 h 0,5-1,1 Depleción de volumen
Amlodipino 5-10 1-6 h 30-50 Cefalea, taquicardia,
flushing, edemas
Felodipino 5-10 2-5 h 11-16
AV: aurículo-ventricular.
de la HTA si persiste la elevación de la PA. En la tabla 3 se de un 20% en un plazo de minutos a horas, con precau-
incluyen algunos fármacos habitualmente empleados ción de continuar el descenso en las horas subsecuentes.
para el tratamiento del episodio agudo, siendo necesario En la mayoría de las emergencias hipertensivas, un rápido
un adecuado seguimiento en los días posteriores para descenso inicial de la PA es beneficioso, con excepción de
ajustar el tratamiento. En algunos casos, dependiendo de los accidentes cerebrovasculares (ACV), en los que se
la respuesta inicial al tratamiento y de la comorbilidad, recomienda una aproximación más cautelosa.
puede ser necesario el ingreso hospitalario del paciente.
Sin embargo, no se ha demostrado que la reducción rápi- Los fármacos empleados para el tratamiento de la emer-
da de la PA suponga un beneficio para el paciente, e gencia hipertensiva deben satisfacer los siguientes crite-
incluso en algunos casos podría precipitar la aparición de rios: posibilidad de administración intravenosa, comienzo
isquemia miocárdica o cerebral. La administración de rápido de acción, semivida corta que permita un uso fle-
nifedipino sublingual no se aconseja para el tratamiento xible y fácil dosificación. Debido a la farmacocinética
de las crisis hipertensivas, debido a que la respuesta no es impredecible cuando se emplean las vías sublingual e
previsible ni se puede controlar, y en ocasiones da lugar intramuscular, la administración de fármacos antihiper-
a bruscos descensos de la PA que pueden acompañarse tensivos por estas vías debe evitarse, debido a que pueden
de sintomatología isquémica9. inducir hipotensiones agudas de difícil manejo.
Una vez conseguido un adecuado control de la PA y con- encefalopatía desaparecen cuando desciende la PA, pero
trolada la lesión de órgano diana, puede iniciarse el trata- en ausencia de tratamiento la encefalopatía puede pro-
miento oral, reduciendo progresivamente el tratamiento gresar a coma, que puede ser mortal. Aunque la encefa-
parenteral. lopatía hipertensiva suele asociarse a hemorragias, exuda-
dos o edema de papila en el fondo de ojo, en ocasiones
puede aparecer en ausencia de retinopatía, por lo que un
EMERGENCIAS HIPERTENSIVAS ESPECÍFICAS fondo de ojo normal no descarta la presencia de este cua-
dro. La RMN cerebral muestra una leucoencefalopatía
La elección del fármaco inicial para el tratamiento de las posterior, predominantemente parieto-occipital, poten-
emergencias hipertensivas debe realizarse según el daño cialmente reversible tras el tratamiento rápido y efectivo.
del órgano diana (tabla 4). El objetivo inicial del tratamiento es reducir la PAD a 100-
105 mmHg en las primeras 2 a 6 horas, con un descenso
máximo inicial no superior al 25% de la PA inicial11.
Encefalopatía hipertensiva
Tabla 4
Fármacos aconsejados en situaciones de emergencia hipertensiva
En pacientes con hemorragia intracraneal, tanto hema- La disección aórtica debe ser considerada como un diag-
tomas intracerebrales como hemorragia subaracnoidea, la nóstico probable en pacientes con dolor torácico agudo y
aproximación al tratamiento de la HTA debe tener en elevación de la PA. Si no se trata, aproximadamente el
cuenta los posibles beneficios (reducir el riesgo de sangra- 75% de los pacientes con disección aórtica tipo A fallecen
do) y riesgos (disminuir la perfusión cerebral) del descen- en dos semanas por un episodio agudo, pero con trata-
so de la PA. En estos pacientes suele haber un incremen- miento adecuado la supervivencia a los cinco años es del
to en la presión intracraneal debido a la ocupación de 75%19,20. El objetivo del tratamiento es alcanzar una PAS
espacio por el sangrado. La perfusión cerebral depende inferior a 120 mmHg rápidamente (en 5-10 minutos) y
de la presión intracraneal y la PAM, de manera que en una PAM inferior a 80 mmHg19,21, y no sólo disminuir la
situaciones en las que se incrementa la presión intracra- PA, sino también reducir la fuerza del flujo pulsátil en la
neal, el aumento de la PAM es la única forma de pared aórtica para limitar la extensión del daño de la ínti-
mantener una presión de perfusión cerebral superior ma, debido a que la propagación de la disección es
a 60-70 mmHg, la necesaria para una adecuada perfusión dependiente no sólo de la elevación de la PA, sino tam-
cerebral. La medida directa de la presión intracraneal per- bién de la velocidad de eyección del ventrículo izquier-
mite controlar la PA lo mejor posible, manteniendo la pre- do19,21. En estos casos en los que la PA se reduce rápida-
sión de perfusión por encima de 60 mmHg. Actualmente, mente, es necesaria una monitorización neurológica para
poder detectar precozmente signos de hipoperfusión res o complicaciones locales de la cirugía, y requiere un
cerebral, como náuseas, cefalea, confusión o alteraciones manejo urgente25. A pesar del reconocimiento de la rele-
psicomotoras. La combinación de un antagonista vancia de la HTA aguda poscirugía, no hay un acuerdo
β-adrenérgico y un vasodilatador es el tratamiento entre los expertos para proporcionar una definición más
estándar19,21. El esmolol y el labetalol pueden emplearse precisa25. La HTA posoperatoria tiene un comienzo tem-
como antagonistas β-adrenérgicos y, aunque el nitropru- prano, a las 2 horas de la cirugía en la mayoría de los
siato se ha utilizado habitualmente como vasodilatador de casos, y suele ser de corta duración; la mayoría de los
elección, el nicardipino y el fenoldopam son alternativas pacientes requieren tratamiento durante menos de 6
igualmente efectivas y menos tóxicas. Todos los pacientes horas. Las complicaciones de la HTA poscirugía incluyen
con disección aórtica requieren evaluación de la indica- ACV hemorrágicos, isquemia cerebral, encefalopatía,
ción de tratamiento quirúrgico. A menos que haya comor- isquemia miocárdica, infarto agudo de miocardio, arrit-
bilidades que lo contraindiquen, el tratamiento quirúrgico mias, insuficiencia cardiaca congestiva con edema de pul-
está indicado en todos los pacientes con disección tipo A. món, dehiscencia de suturas vasculares y sangrado.
Los pacientes con disección tipo B y disección distal pue- Aunque la HTA poscirugía puede ocurrir en cualquier ciru-
den ser manejados con control intensivo de la PA, porque gía mayor, se asocia con mayor frecuencia con la cirugía
el pronóstico es similar con tratamiento médico o cirugía, cardiotorácica, vascular, de cabeza y cuello, y con los pro-
a menos que aparezcan complicaciones como roturas o cedimientos neuroquirúrgicos. Los mecanismos fisiopato-
alteración del flujo a órganos vitales19,21,22. lógicos no son bien conocidos. Sin embargo, la vía final
parece ser común, con activación del sistema nervioso
simpático. La alteración hemodinámica primaria observa-
Crisis hipertensiva por liberación de catecolaminas da en los pacientes con HTA poscirugía consiste en un
incremento de la poscarga y de la PAS y la PAD con o sin
Las crisis hipertensivas asociadas a la liberación de cateco- taquicardia.
laminas pueden aparecer en pacientes con feocromocito-
ma, en aquéllos en tratamiento con inhibidores de la No hay acuerdo sobre el manejo del paciente con HTA tras
monoaminooxidasa (IMAO) que ingieren alimentos ricos una cirugía no cardiaca. Frecuentemente es una decisión
en tiramina (queso fermentado, cerveza, hígado, plátano, individual, que depende de la PA basal del enfermo, las
chocolate, etc.), en pacientes que suspenden bruscamen- enfermedades concomitantes y el riesgo percibido de com-
te el tratamiento antihipertensivo con fármacos como la plicaciones. Por el contrario, en pacientes con cirugía car-
clonidina o los antagonistas β-adrenérgicos, o por consu- diaca, se recomienda el tratamiento cuando la PA es supe-
mo de drogas simpaticomiméticas (cocaína, anfetaminas rior a 140/90 mmHg o la PAM es mayor que 105 mmHg25.
o fenciclidina). En las situaciones clínicas que se caracteri- El dolor y la ansiedad son frecuentes y contribuyen a la
zan por una hiperestimulación simpática, debe evitarse la elevación de la PA; estos pacientes deberían ser tratados
administración de antagonistas β-adrenérgicos puros, ya antes de la administración de antihipertensivos. Otras
que facilitarían una mayor actividad β-adrenérgica y un causas potencialmente reversibles de HTA poscirugía
potencial incremento de la PA. De hecho, en las emergen- incluyen la hipotermia con escalofríos y temblores, la
cias hipertensivas inducidas por cocaína, el empleo de hipoxemia y la distensión vesical. Se aconseja el empleo
antagonistas α-adrenérgicos puede incrementar la vaso- de agentes de acción corta cuando no se identifiquen las
constricción coronaria y la PA, y reducir la superviven- causas tratables de hipertensión. El urapidilo, el esmolol,
cia23,24. Se consigue un buen control de la PA con antago- el labetalol y el nicardipino han demostrado que producen
nistas β-adrenérgicos como la fentolamina, asociando efectos beneficiosos en el manejo de la HTA poscirugía15,25.
antagonistas β-adrenérgicos sólo cuando se haya conse-
guido un adecuado bloqueo β-adrenérgico. Otros agentes
empleados en estos casos son el nitroprusiato sódico, el Preeclampsia y eclampsia
nicardipino y el fenoldopam en combinación con benzo-
diazepinas24. Estas últimas son frecuentemente un trata- La preeclampsia hace referencia a un síndrome caracteri-
miento adyuvante efectivo. zado por el comienzo de HTA y proteinuria a partir de las
20 semanas de gestación, en pacientes previamente nor-
motensas. La eclampsia se define como la aparición de
Hipertensión arterial posoperatoria convulsiones o coma en el contexto de una preeclampsia
y en ausencia de otras condiciones neurológicas. Estas
La HTA posoperatoria ha sido definida como la elevación manifestaciones clínicas pueden aparecer en cualquier
significativa de la PA en el periodo posoperatorio inmedia- momento desde el segundo trimestre al puerperio. A
to; puede conducir a lesiones neurológicas, cardiovascula- pesar de los avances en el diagnóstico y tratamiento, la
preeclampsia/eclampsia continúa siendo una causa fre- versible. Los métodos actuales para la monitorización de
cuente de morbilidad materna. la toxicidad por cianuro son poco sensibles. La medición
de las concentraciones de cianuro en los hematíes puede
Tradicionalmente, la administración de hidralazina intra- ser un método más fiable para detectar la intoxicación
venosa ha sido considerada como tratamiento de primera por cianuro31. Una concentración de cianuro en los
línea en pacientes con HTA grave (por preeclampsia o por hematíes superior a 40 nmol/ml ocasiona cambios meta-
HTA crónica); sin embargo, actualmente se desaconseja bólicos; niveles superiores a 200 nmol/ml se asocian con
su empleo26, al observarse una mayor incidencia de com- síntomas clínicos graves, y niveles superiores a 400
plicaciones perinatales27. El labetalol administrado por vía nmol/ml son considerados letales31. La duración del tra-
intravenosa sería una alternativa adecuada para el trata- tamiento debe ser lo más breve posible, y la tasa de infu-
miento de la emergencia hipertensiva, y en ocasiones el sión no debería ser superior a 2 µg/kg/min. En aquellos
nitroprusiato sódico, aunque administrado con extrema pacientes que reciban dosis superiores de nitroprusiato
precaución y durante cortos intervalos de tiempo, debido (de 4 a 10 µg/kg/min), se debería administrar también
al riesgo de intoxicación por cianuro. tiosulfato32, debido a que tasas de infusión superiores a
4 µg/kg/min durante 2-3 horas pueden conducir a nive-
les de cianuro considerados tóxicos31. Dada la potencial
FÁRMACOS EMPLEADOS EN EL TRATAMIENTO DE toxicidad grave del nitroprusiato, esta droga debería ser
LAS EMERGENCIAS HIPERTENSIVAS empleada únicamente cuando otros agentes antihiper-
tensivos intravenosos no están disponibles, y sólo en
Los fármacos habitualmente empleados en el trata- situaciones determinadas en las que las funciones renal
miento de las emergencias hipertensivas se relacionan y hepática de los pacientes son normales.
en la tabla 5.
Labetalol
Nitroprusiato sódico
El labetalol es un bloqueante β1-adrenérgico selectivo y
El nitroprusiato sódico es un vasodilatador arterial y β-adrenérgico no selectivo, con un ratio de bloqueo de
venoso que disminuye tanto la poscarga como la precar- 1:7. El efecto antihipertensivo del labetalol comienza de
ga, por lo que es especialmente útil en crisis hipertensi- 2 a 5 minutos después de su administración intraveno-
vas acompañadas de insuficiencia cardiaca. El nitropru- sa, alcanza un pico de acción a los 5-15 minutos, y su
siato es un potente agente, con un comienzo de acción efecto dura entre 2 y 6 horas. Debido a sus efectos β-
de segundos, una duración de la acción de 1 a 2 minu- bloqueantes, la frecuencia cardiaca está conservada o
tos y una semivida en plasma de 3-4 minutos28. Debido ligeramente reducida, y mantiene el gasto cardiaco33.
a su potencia, rapidez de acción y desarrollo de taquifi- Reduce las resistencias vasculares sistémicas sin dismi-
laxia, es aconsejable la monitorización intraarterial de la nuir el flujo periférico vascular, manteniendo las perfu-
PA durante su empleo. Además, requiere un manejo siones coronaria, cerebral y renal. Su perfil de seguridad
especial para prevenir su degradación por la luz. Sin clínica es adecuado, aunque presenta las contraindica-
embargo, tiene desventajas, como la disminución de la ciones generales de los β-bloqueantes. Se puede emplear
perfusión cerebral y el aumento de la presión intracraneal; en la mayoría de las emergencias hipertensivas, incluido
efectos particularmente perjudiciales en pacientes con el embarazo, debido a que atraviesa la placenta en
encefalopatía hipertensiva o que han sufrido un ACV29. escasa proporción, excepto en la insuficiencia cardiaca
En pacientes con enfermedad coronaria, se puede pro- aguda33.
ducir un robo coronario30. Otros efectos adversos debi-
dos al nitroprusiato son la ototoxicidad y un aumento
del shunt intrapulmonar. Además, el nitroprusiato sódi- Esmolol
co contiene cianuro31, liberado de forma no enzimática y
metabolizado en el hígado a tiocianato31; para ello El esmolol es un agente bloqueante β-adrenérgico car-
requiere tiosulfato31,32. El tiocianato, que es 100 veces dioselectivo, de acción ultracorta34-36. La acción de este
menos tóxico que el cianuro, es excretado por los riño- fármaco se inicia en 60 segundos, con una duración
nes. Por tanto, la eliminación del cianuro liberado del efecto de 10-30 minutos34-36. El metabolismo del
requiere que la función hepática, la función renal y la esmolol consiste en una rápida hidrólisis por esterasas de los
biodisponibilidad de tiosulfato sean las adecuadas. La hematíes y no es dependiente de la función renal o hepáti-
toxicidad por cianuro ocasiona parada cardiaca, coma, ca. Debido a sus propiedades farmacocinéticas, algunos
encefalopatía, convulsiones y focalidad neurológica irre- autores lo consideran como el «β-bloqueante ideal» para
Tabla 5
Fármacos empleados en el tratamiento de las emergencias hipertensivas
Clevidipino Hidralazina
Puntos clave
1. La elevación aguda de la PA ocurre en un 1% de los pacientes con HTA crónica.
2. Las urgencias hipertensivas se definen como elevación aguda de la PA sin lesión de órgano diana.
3. El manejo de las urgencias hipertensivas consiste en un descenso progresivo de la PA, que se puede
lograr de forma ambulatoria y con tratamiento por vía oral.
4. Las emergencias hipertensivas se definen como la elevación aguda de la PA acompañada de lesión
aguda de órgano diana.
5. El manejo de las emergencias hipertensivas consiste en el descenso rápido de la PA hasta niveles
considerados seguros, dependiendo de la patología de base, con ingreso habitualmente en
unidades de Cuidados Intensivos y tratamiento antihipertensivo por vía parenteral.
6. La evaluación inicial de los pacientes con elevación aguda de la PA consiste en confirmar los valores
de PA y detectar la presencia de lesión aguda de órgano diana.
7. Como fármacos para el manejo de las emergencias hipertensivas se han empleado nitroprusiato
sódico, labetalol, nitroglicerina, urapidilo, esmolol, nicardipino, enalaprilato y furosemida.
8. La elección del fármaco antihipertensivo dependerá de la gravedad de la clínica y del tipo de
afectación orgánica asociada.
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