Itinerario

MARE
Desarrollando competencias para la
Economía del Conocimiento

Propiciar un ambiente más

colaborativo

Por: Carlos Merino Moreno

 1 Propiciar un ambiente más colaborativo

La Economía del Conocimiento demanda una serie de

actitudes en los miembros de una organización y, por
tanto, pone de manifiesto un reto fundamental para
los directivos y gestores que desean potenciar la
calidad de sus servicios o productos.

Para el desarrollo de tales actitudes destaca un marco

de actuación caracterizado por la generación de un
“ambiente más colaborativo” en el que se potencia el
valor del conocimiento en el proceso de apreciación
que se produce en las dinámicas de intercambio.

La configuración de este ambiente es un factor esencial para detonar valores y

motivaciones favorecedoras de la gestión del conocimiento.
En este sentido, se consideran recetas apropiadas las siguientes:

a. Diseñar espacios físicos o virtuales propicios que incitan a la colaboración.

De esta forma, se vienen desarrollando proyectos de rediseño de oficinas, de
espacios de reunión, de espacios sociales, etc., donde prevalecen señales de
apertura (mayor luminosidad, ventanas, cristales, etc.), motivos o simbología
de significado colaborativo, etc. Plantear este escenario, utilizarlo (aunque
sea poco sofisticado), crear soluciones innovadoras para este propósito
podría ser una de las opciones que se seleccionarían para propiciar tal
ambiente más colaborativo.

b. En línea con la anterior receta se menciona la siguiente, a saber, la

configuración de una agenda con momentos, hitos y eventos que promuevan
la colaboración. Por ejemplo, la invitación a pensar sobre una solución a un
aspectos específico, el envío de

c. documentos o resultados a varias personas para pedir su aportación, etc. Si

estos momentos o eventos son recurrentes (incluso informales) y presentan
formatos diversos y atractivos, pueden contribuir a crear un “ambiente
colaborativo” potente. Crear o participar en este marco de acción puede ser
una opción a seleccionar.

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 d. Otra línea de trabajo se centra en un esquema de reflexión sobre la manera
en la que se dividen las tareas, es decir, considerar un reparto más
“inclusivo” donde haya un menor porcentaje de tareas individuales y un
mayor porcentaje de tareas en colaboración. Al contrario de lo que pudiera
parecer, en muchas ocasiones, diseñar pautas más abiertas en lo
colaborativo no tiene por qué incrementar el “desorden”. Esta opción puede
contar con una versión sencilla (entre compañeros/as, en un mismo
departamento) o más compleja tomando en consideración a la alta dirección
y una posible redistribución general de tareas. Configurar o promover esta
receta podría ser una alternativa muy conveniente.

e. Una receta similar a la anterior se vincula con la puesta en marcha de

nuevos proyectos, procesos, iniciativas, etc., para lo cual resulta útil el
pensar desde la óptica del “workflow”, teniendo en cuenta las dinámicas
participativas que generan desde el comienzo un protocolo colaborativo.
Por tanto, identificar las secuencias de tareas, los partícipes, los espacios y
momentos generarían un ecosistema de trabajo preparado conscientemente
para ser colaborativo. Esta opción puede resultar muy conveniente para
fomentar la colaboración desde la perspectiva de lo nuevo.

f. La penúltima receta se centra en el trabajo en equipo, cuestión que no es

tan sencilla como parece dado que es preciso saber y querer trabajar en
equipo. Ante esta opción es preciso no sólo generar competencias de
trabajo en equipo, sino también lo que viene denominándose “team
building”, al margen de establecer proyectos de actuación para dichos
equipos. Si se opta por esta vía se puede avanzar mucho en el ambiente
colaborativo tanto por el lado del impulsor como del partícipe o ambas.

g. Finalmente, y no por ello menos importante se encuentra una opción de

alta-media dirección vinculada con la explicitación de una serie de valores
que se comuniquen a toda la organización generando campañas de
sensibilización efectiva, trabajando señas de identidad, compromiso, clima,
etc. De ahí que se establezcan lo que se podrían denominar políticas
favorables al “ambiente colaborativo”. Obviamente es una alternativa de
importante calado en cuanto al nivel de compromiso directivo.

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Antes de continuar, reflexione y haga sus anotaciones.

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