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ESCUELA DE EDUCACIÓN
ASESORAMIENTO
SEMESTRE VI
Decisión Vocacional
PROFESOR:
Alumno:
Raymond García
C.I:25.003.461
CIUDAD GUAYANA, ENERO 2021.
Corría el año de 2016 me encontraba cursando el cuarto semestre de Gestión
Ambiental e la Universidad Bolivariana de Venezuela, aunque ya iba en el cuarto
semestre y la verdad no me iba nada mal en cuanto a desempeño estudiantil, pero
siempre me surgía muchas dudas, y preguntas como, ¿Es esto lo que quiero
hacer el resto de mi vida? ¿estoy perdiendo el tiempo en algo que no me llena
vocacionalmente? ¿Pero si dejo esta carrera que hare?
Algunos de los profesores que conocía que eran parte de esta iniciativa, (que por
cierto eran egresados de la UCAB) veían el entusiasmo y la dedicación que
demostraba y me aconsejaron que estudiara educación, al principio no les preste
mucha atención, pero estés cuestionamiento se hacía más y más recurrente en
quienes me conocían, pero yo decía, una cosa es ser voluntario en algo puntual
otra es hacerlo toda tu vida. Pero pensé, hay que intentar y ver si este es mi
camino entonces pasadas las vacaciones, me propuse seriamente estudiar
educación, pero para ello primero hable con la directora del colegio parroquial par
que me tibiera en cuente como suplente cuando un profesor faltara, con la
finalidad de verme en un salón de clases y proyectar esta labor como profesión. yo
que creía que esto de ser súplete seria esporádico, la cosa fue que era más
recurrente y yo me encismaba daca vez más, y con la practica me empecé a
proyectar haciendo esta labor el resto de mi vida.
En este tiempo que era suplente recurrente, la misma directora me mando a llamar
y me comento que la UCAB estaba dado becas para educación, era providencial,
la oportunidad que esperaba, ya que en el transcurso de las suplencia busque en
varias universidades la carrera de educación pero nunca se daba la oportunidad, y
la verdad la UCAB nunca estuvo en mis planes por la fama de su costo, además
por el complejo que mi familia tenía contra dicha institución, como que es la
universidad de los oligarcas y ricachones superficiales de la ciudad.
Lo cierto fue que contra todo pronóstico opte por la beca, además ese mismo año
mi familia migro al Brasil y les conté de mi decisión cuando ya estaba inscrito y no
les quedó más remedio que apoyarme. De este modo fue que descubrí me
vocación a la educación, ya con 24 años justo la edad tope para optar para la
beca, pero mejor tarde de nunca.