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El Capital. Libro primero, vol. 1.

Una cosa puede ser útil, y además producto del trabajo humano, y no ser mercancía.Quien, con su producto, satisface su propia necesidad,
indudablemente crea un valor de uso, pero no una mercancía. Para producir una mercancia, no sólo debe producir valor de uso, sino valores de uso
para otros, valores de uso sociales.
El Capital. Libro primero, vol. 1., pg. 86-86

Para transformarse en mercancía, el producto ha de transferirse a través del intercambio a quien se sirve de él como valor de uso
El Capital. Libro primero, vol. 1., pg. 86-86

Notes: 1) Lo que no es una mercancia 2) Para que un valor de uso sea mercancía

En un comienzo, la mercancía se nos puso de manifiesto como algo bifacético, como valor de uso y valor de cambio.
El Capital. Libro primero, vol. 1., pg. 87-87

Notes: 1) El trabajo util como trabajo cooncreto 2) La mercancia bifacetica

Para producirla, se requiere determinado tipo de actividad productiva. Esta se halla determinada por su finalidad, modo de operar, objeto, medio y
resultado. Llamamos, sucintamente, trabajo útil al trabajo cuya utilidad se representa así en el valor de uso de su producto, o en que su producto sea un
valor de uso. Desde este punto de vista, el trabajo siempre se considera con relación a su efecto útil
El Capital. Libro primero, vol. 1., pg. 87-87

Se ha visto, pues, que el valor de uso de toda mercancía encierra determinada actividad productiva —o trabajo útil— orientada a un fin. Los valores de
uso no pueden enfrentarse como mercancías si no encierran en sí trabajos útiles cualitativamente diferentes. En una sociedad cuyos productos adoptan
en general la forma de mercancía, esto es, en una sociedad de productores de mercancías, esa diferencia cualitativa entre los trabajos útiles —los
cuales se ejercen independientemente unos de otros, como ocupaciones prívadas de productores autónomos— se desenvuelve hasta constituir
El Capital. Libro primero, vol. 1., pg. 88-88

Notes: 1) El trabajo util en la mercancia y la division social del trabajo

Se ha visto, pues, que el valor de uso de toda mercancía encierra determinada actividad productiva —o trabajo útil— orientada a un fin. Los valores de
uso no pueden enfrentarse como mercancías si no encierran en sí trabajos útiles cualitativamente diferentes. En una sociedad cuyos productos adoptan
en general la forma de mercancía, esto es, en una sociedad de productores de mercancías, esa diferencia cualitativa entre los trabajos útiles —los
cuales se ejercen independientemente unos de otros, como ocupaciones prívadas de productores autónomos— se desenvuelve hasta constituir un
sistema multimembre, una división social del trabajo.
El Capital. Libro primero, vol. 1., pg. 88-88

Como creador de valores de uso, como trabajo útil, pues, el trabajo es, independientemente de todas las formaciones sociales, condición de la
existencia humana, necesidad natural y eterna de mediar el metabolismo que se da entre el hombre y la naturaleza, y, por consiguiente, de mediar la
vida humana
El Capital. Libro primero, vol. 1., pg. 89-89

Notes: 1) El trabajo como necesidad natural

Si se prescinde del carácter determinado de la actividad productiva y por tanto del carácter útil del trabajo, lo que subsiste de éste es el ser un gasto de
fuerza de trabajo humana. Aunque actividades productivas cualitativamente diferentes, el trabajo del sastre y el del tejedor Eon ambos gasto productivo
del cerebro, músculo, nervio, mano, etc., humanos, y en este sentido uno y otro son trabajo humano. Son nada más que dos formas distintas de gastar
la fuerza humana de trabajo
El Capital. Libro primero, vol. 1., pg. 90-90

Notes: 1) El trabajo abstracto 2) El valor de la mercancia y el trabajo humano

Pero el valor de la mercancía representa trabajo humano puro y simple, gasto de trabajo humano en general.
El Capital. Libro primero, vol. 1., pg. 90-90

Así como los valores de uso chaqueta y lienzo son combinaciones de actividades productivas orientadas a un fin que se efectúan con paño e hilado, y
en cambio los valores chaqueta y lienzo sólo son mera gelatina homogénea de trabajo, también los trabajos contenidos en dichos valores no fienen
validez por su relación productiva con el paño y el hilado sino sólo como gastos de fuerza humana de trabajo.
El Capital. Libro primero, vol. 1., pg. 91-91

Notes: 1) Trabajo concreto y trabajo abstracto 2) 2

El trabajo sastreril y el textil son elementos constitutivos de los valores de uso chaqueta y lienzo merced precisamente a sus cualidades diferentes; son
sustancia del valor chaqueta y del valor lienzo sólo en tanto se hace abstracción de su cualidad específica, en tanto ambos poseen la misma cualidad,
la de trabajo humano.
El Capital. Libro primero, vol. 1., pg. 91-91

Por ello, si en lo que se refiere al valor de uso el trabajo contenido en la mercancía sólo cuenta cualitativamente, en lo que tiene que ver con la
magnitud de valor, cuenta sólo cuantitativamente, una vez que ese trabajo se halla reducido a la condición de trabajo humano sin más cualidad que
ésa. Allí, se trataba del cómo y del qué del trabajo; aquí del cuánto, de su duración
El Capital. Libro primero, vol. 1., pg. 92-92

Notes: 1) mas sobre trabajo concreto y abstracto

simultánea de su magnitud de valor. Este movimiento antitético


El Capital. Libro primero, vol. 1., pg. 92-92

Todo trabajo es, por un lado, gasto de fuerza humana de trabajo en un sentido fisiológico, y es en esta condición de trabajo humano igual, o de trabajo
abstractamente humano, como constituye el valor de la mercancía
El Capital. Libro primero, vol. 1., pg. 93-93

Notes: 1) Lo bifacetico del trabajo: abstracto y concreto

Todo trabajo es, por un lado, gasto de fuerza humana de trabajo en un sentido fisiológico, y es en esta condición de trabajo humano igual, o de trabajo
abstractamente humano, como constituye el valor de la mercancía. Todo trabajo, por otra parte, es gasto de fuerza humana de trabajo en una forma
particular y orientada a un fin, y en esta condición de trabajo útil concreto produce valores de uso
El Capital. Libro primero, vol. 1., pg. 93-93

Sin embargo, sólo son mercancias debido a su dualidad, a que son objetos de uso y, simultáneamente, portadoras de valor. Sólo se presentan como
mercancías, por ende, o sólo poseen la forma de mercancías, en la medida en que tienen una forma doble: la forma natural y la forma de valor
El Capital. Libro primero, vol. 1., pg. 94-94

vuelta y se manipule una mercancía cualquiera, resultará inasequible


El Capital. Libro primero, vol. 1., pg. 94-94

Notes: 1) La dualidad de la mercancia. Lo que es una mercancia

vuelta y se manipule una mercancía cualquiera, resultará inasequible


El Capital. Libro primero, vol. 1., pg. 94-94

No hay quien no sepa, aunque su conocimiento se reduzca a eso, que las mercancías poseen una forma común de valor que contrasta, de manera
superlativa, con las abigarradas formas naturales propias de sus valores de uso: la forma de dinero. De lo que aqui se trata, sin embargo, es de llevar a
cabo una tarea que la economia burguesa ni siquiera intentó, a saber, la de dilucidar la génesis de esa forma dineraria, siguiendo, para ello, el
desarrollo de la expresión del valor contenida en la relación de valor existente entre las mercancias: desde su forma más simple y opaca hasta la
deslumbrante forma de dinero. Con lo cual, al mismo tiempo, el enigma del dinero se desvanece
El Capital. Libro primero, vol. 1., pg. 95-95

Notes: 1) El dinero como expresion del valor de la mercancia 2) La forma simple del valor de la mercancia

La relación de valor entre dos mercancias, pues, proporciona la expresión más „simple del valor de una mercancla
El Capital. Libro primero, vol. 1., pg. 95-95

A la primera mercancía le corresponde un papel activo; a la segunda, uno pasivo. El valor de la primera mercancía queda representado como valor
relativo, o sea, reviste una forma relativa de valor. La segunda mercancía funciona como equivalente, esto es, adopta una forma de equivalente
El Capital. Libro primero, vol. 1., pg. 96-96

Notes: 1) La forma relativa y equivalente del valor

Sólo la expresión de equivalencia de mercancías heterogéneas saca a luz el carácter específico del trabajo en cuanto formador de valor, reduciendo de
hecho a lo que les es común, a trabajo humano en general, los trabajos heterogéneos que se encierran en las mercancías heterogéneas."bis
El Capital. Libro primero, vol. 1., pg. 98-98

Notes: 1) El trabajo humano le da valor a la mercancia

La fuerza de trabajo humana en estado líquido, o el trabajo humano, crea valor, pero no es valor. Se convierte en valor al solidificarse, al pasar a la
forma objetiva. Para expresar el valor de la tela como una gelatina de trabajo humano, es menester expresarlo en cuanto "objetividad" que, como cosa,
sea distinta del lienzo mismo, y a la vez común a él y a otra mercancía. El problema ya está resuelto.
El Capital. Libro primero, vol. 1., pg. 99-99

Notes: 1) La fuerza de trabajo crea valor pero no es valor

La forma de valor, pues, no sólo tiene que expresar valor en general, sino valor, o magnitud de valor, cuantitativamente determinado. Por consiguiente,
en la relación de valor de la mercancía A con la mercancía B, del lienzo con la chaqueta, no sólo se equipara cualitativamente la clase de mercancía
chaqueta, como corporización del valor en general, con el lienzo, sino que a una cantidad determinada de lienzo, por ejemplo a 20 varas de lienzo, se le
iguala una cantidad determinada del cuerpo que es valor o del equivalente, por ejemplo 1 chaqueta.
El Capital. Libro primero, vol. 1., pg. 101-101

Notes: 1) Sobre la forma relativa de valofr

Si comparamos los diversos casos comprendidos en I y II, tendremos que el mismo cambio de magnitud experimentado por el valor relativo puede
obedecer a causas absolutamente contrapuestas. Así, de que 20 varas de lienzo =-- 1 chaqueta, se pasa a: 1) la ecuación 20 varas de lienzo = 2
chaquetas, o porque aumentó al doble el valor del lienzo o porque el de la chaqueta se redujo a la mitad, y 2) a la ecuación 20 varas de lienzo = 1/2
chaqueta, sea porque el valor del lienzo disminuyó a la mitad, sea porque se duplicó el de la chaqueta.
El Capital. Libro primero, vol. 1., pg. 103-103

Notes: 1) El cambio de magnitudes del valor

Como hemos visto, cuando la mercancia A (el lienzo) expresa su valor en el valor de uso de la mercancía heterogénea B (la chaqueta), imprime a esta
última una forma peculiar de valor, la del equivalente
El Capital. Libro primero, vol. 1., pg. 104-104
Notes: 1) La forma equivalente del valor

Es, pues, una segunda peculiaridad de la forma de equivalente, el hecho de que el trabajo concreto se convierta en la forma en que se manifiesta su
contrario, el trabajo abstractamente humano
El Capital. Libro primero, vol. 1., pg. 108-108

Notes: 1) Equivalente

La forma de equivalente general es una forma de valor en general. Puede adoptarla, por consiguiente, cualquier mercancía. Por otra parte, una
mercancía sólo se encuentra en la forma de equivalente general (forma III) porque todas las demás mercancías la han separado de sí mismas, en
calidad de equivalente, y en la medida en que ello haya ocurrido. Y tan sólo a partir del instante en que esa separacián se circunscribe definitivamente a
una clase específica de mercancías, la forma relativa unitaria de valor propia del mundo de las mercancías adquiere consistencia ob jetiva y vigencia
social general
El Capital. Libro primero, vol. 1., pg. 121-121

Históricamente, ese sitial privilegiado lo conquistó una mercancia determinada, una de las que en la forma II figuran como equivalente particular del
lienzo y en la forma III expresan conjuntamente su valor relativo en el lienzo: el oro
El Capital. Libro primero, vol. 1., pg. 121-121

Notes: 1) Dinero equivalente general 2) El oro como dinero

El progreso consiste tan sólo en que ahora la forma de intercambiabilidad general directa, o la forma de equivalente general, se ha soldado de modo
definitivo, por la costumbre social, con la específica forma natural de la mercancía oro
El Capital. Libro primero, vol. 1., pg. 122-122

Notes: 1) Lo particular de la forma dinero/oro 2) El oro se hizo equivalente general

Al igual que todas las demás mercancias, el oro funcionó también como equivalente, sea como equivalente singular en actos de intercambio aislados,
sea como equivalente particular junto a otras mercancías que también desempeñaban ese papel. Poco a poco, en ámbitos más restringidos o más
amplios, comenzó a funcionar como equivalente general. No bien conquista el monopolio de este sitial en la expresión del valor correspondiente al
mundo de las mercancías, se transforma en mercancía dineraria, y sólo a partir del momento en que ya se ha convertido en tal mercancla dineraria, la
forma IV se distingue de la III, o bien la forma general de valor llega a convertirse en la forma de dinero
El Capital. Libro primero, vol. 1., pg. 122-122

La mercancía que funciona como medida del valor, y por consiguiente, sea en persona o por medio de un representante, también como medio de
circulación, es el dinero. El oro (o bien la plata) es, por ende, dinero. Funciona como dinero, por una parte, allí donde tiene que presentarse en su
corporeidad áurea (o argéntea) y por tanto como mercancia dineraria; o sca ni de modo puramente ideal, como en la medida de valor, ni siendo pasible
de representación, como enel medio de circulación. Por otra parte, funciona también como dinero allí donde su función, la desempeñe en persona o a
través de un representante, lo fija como figura única del valor o única existencia adecuada del valor de cambio, frente a todas las demás mercancías en
cuanto simples valores de uso
El Capital. Libro primero, vol. 1., pg. 193-193

Notes: 1) El dinero/oro

Pero el dinero mismo es mercancía, una cosa exterior, pasible de convertirse en propiedad privada de cualquiera. El poder social se convierte así en
poder privado, perteneciente a un particular
El Capital. Libro primero, vol. 1., pg. 196-196

Notes: 1) El dinero acumulable

La circulación de mercancías es el punto de partida del capital. La producción de mercancías, la circulación mercantil a y una circulación mercantil
desarrollada, el comercio, constituyen los supuestos históricos bajo los cuales surge aquél
El Capital. Libro primero, vol. 1., pg. 214-214

Notes: 1) Le génesis historica del capital

Todo nuevo capital entra por primera vez en escena —o sea en el mercado: mercado de mercancías, de trabajo o de dinero— siempre como dinero,
dinero que a través de determinados procesos habrá de convertirse en capital.
El Capital. Libro primero, vol. 1., pg. 215-215

Notes: 1) El dinero y capital

La circulación mercantil simple comienza con la venta y termina en la compra; la circulación del dinero como capital principia en la compra y finaliza en
la venta. Allí es la mercancia la que constituye tanto el punto de partida como el término del movimiento, aquí, el dinero. En la primera forma es el
dinero el que media el proceso global, en la inversa, la mercancia.
El Capital. Libro primero, vol. 1., pg. 216-216

Notes: 1) M-D-M/D-M-D

El ciclo D - M - D, en cambio, parte del extremo constituido por el dinero y retorna finalmente a ese mismo extremo. Su motivo impulsor y su objetivo
determinante es, por tanto, el valor de cambio mismo
El Capital. Libro primero, vol. 1., pg. 218-218

Notes: 1) Ciclo d-m-d


Por consiguiente, el proceso D - M - D no debe su contenido a ninguna diferencia cualitativa entre sus extremos, pues uno y otro son dinero, sino
solamente a su diferencia . cuantitativa.
El Capital. Libro primero, vol. 1., pg. 219-219

Notes: 1) El extremo final de d-m-d debe ser dinero incrementado 2) El incremento de dinero

A dicho incremento, o al excedente por encima del valor originario, lo denomino yo plusvalor (surpius value). El valor adelantado originariamente no
sólo, pues, se conserva en la circulación, sino que en ella modifica su magnitud de valor, adiciona un plusvalor o se valoriza. Y este movimiento lo
transforma en capital
El Capital. Libro primero, vol. 1., pg. 219-219

La reiteración o renovación del acto de vender para comprar encuentra su medida y su meta, como ese proceso mismo, en un objetivo final ubicado
fuera de éste: el consumo, la satisfacción de determinadas necesidades. Por el contrario, en la compra para la venta, el principio y el fin son la misma
cosa, dinero, valor de cambio, y ya por eso mismo el proceso resulta carente de término
El Capital. Libro primero, vol. 1., pg. 220-220

Notes: 1) Uno acaba con la satisfaccion de una necesidad y el otro se perpetua

El término de cada ciclo singular en el que se efectúa la compra para la venta, configura de suyo, por consiguiente, el comienzo de un nuevo ciclo. La
círculación mercantil simple —vender para comprar— sirve, en calidad de medio, a un fin último ubicado al margen de . la circulación: la apropiación de
valores de uso, la satisfacción de necesidades. La circulación del dinero como capital es, por el contrario, un fin en sí, pues la valorización del valor
existe únicamente en el marco de este movimiento renovado sin cesar. El movimiento del capital, por ende, es carente de medida.6
El Capital. Libro primero, vol. 1., pg. 221-221

Notes: 1) Vendee para comprar y comprar para vender

Pero el dinero mismo sólo cuenta aquí como una forma del valor, ya que éste tiene dos formas. Sin asumir la forma mercantil, el dinero no deviene
capital. El dinero
El Capital. Libro primero, vol. 1., pg. 223-223

Pero el dinero mismo sólo cuenta aquí como una forma del valor, ya que éste tiene dos formas. Sin asumir la forma mercantil, el dinero no deviene
capital. El dinero, pues, no se presenta aquí en polémica contra la mercancía,
El Capital. Libro primero, vol. 1., pg. 223-223

Notes: 1) Dos formas del dinero 2) Dos formas del dinero

El valor, pues, se vuelve valor en proceso, dinero en proceso, y en ese carácter, capital. Proviene de la circulación, retorna a ella, se conserva y
multiplica en ella, regresa de ella acrecentado y reanuda una y otra vez, siempre, el mismo ciclo." D - D', dinero que incuba dinero —money which
begets money—, reza la definición del capital en boca de sus primeros intérpretes, los mercantilistas
El Capital. Libro primero, vol. 1., pg. 224-224

Notes: 1) Mas sobre d-m-d

Por ende, la modificación sólo puede surgir de su valor de uso en cuanto tal, esto es, de su consumo. Y para extraer valor del consumo de una
mercancía, nuestro poseedor de dinero tendría que ser tan afortunado como para descubrir dentro de la esfera de la circulación, en el mercado, una
mercancia cuyo valor de uso poseyera la peculiar propiedad de ser fuente de valor, cuyo consumo efectivo mismo, pues, fuera objetivación de trabajo, y
por tanto creación de valor. Y el poseedor de dinero encuentra en el mercado esa mercancía específica: la capacidad de trabajo o fuerza de trabaja.
El Capital. Libro primero, vol. 1., pg. 238-238

Notes: 1) Para que el dinero se incremente el valor de uso de la mercancia que compra debe producir valor

Para que su poseedor la venda como mercancía es necesario que pueda disponer de la misma, y por tanto que sea propietario libre de su capacidad
de trabajo, de su persona
El Capital. Libro primero, vol. 1., pg. 239-239

Notes: 1) El poseedor de su fuerza de trabajo

La segunda condición esencial para que el poseedor de dinero encuentre en el mercado la fuerza de trabajo como mercancía, es que el poseedor de
ésta, en vez de poder vender mercancías en las que se haya objetivado su trabajo, deba, por el contrario, ofrecer como mercancía su fuerza de trabajo
misma, la que sólo existe en la corporeidad viva que le es inherente.
El Capital. Libro primero, vol. 1., pg. 240-240

Notes: 1) Segunda Condicion del trabajo como mercancia 2) La mercancia del capitalista

Para la transformación del dinero en capital el poseedor de dinero, pues, tiene que encontrar en el mercado de mercancías al obrero libre; libre en el
doble sentido de que por una parte dispone, en cuanto hombre libre, de su fuerza de trabajo en cuanto mercancia suya, y de que, por otra parte, carece
de otras mercancias para vender, está exento y desprovisto, desembarazado de todas las cosas necesarias para la puesta en actividad de su fuerza de
trabajo
El Capital. Libro primero, vol. 1., pg. 240-240

La naturaleza no produce por una parte poseedores de dinero o de mercancías y por otra personas que simplemente poseen sus propias fuerzas de
trabajo. Esta relación en modo alguno pertenece al ámbito de la historia natural, ni tampoco es una relación social común a todos los períodos
históricos. Es en sí misma, ostensiblemente, el resultado de un desarrollo histórico precedente, el producto de numerosos trastocamientos económicos,
de la decadencia experimentada por toda una serie de formaciones más antiguas de la producción social.
El Capital. Libro primero, vol. 1., pg. 241-241

Notes: 1) El caracter historico del capitalismo 2) Lo historico de la mercancia 3) Lo historico del dinerfo

Para convertirse en mercancía, el producto no ha de ser producido como medio directo de subsistencia para el productor mismo. Si hubiéramos
proseguido nuestra investigación y averiguado bajo qué circunstancias todos los productos o la mayor parte de ellos adoptan la forma de la mercancía,
habríamos encontrado que ello no ocurre sino sobre la base de un modo de producción absolutamente específico, el modo de producción capitalista
El Capital. Libro primero, vol. 1., pg. 241-241

, si consideramos el dinero, vemos que éste presupone que el intercambio de mercancias haya alcanzado cierto nivel. Las formas dinerarias
particulares —mero equivalente de las mercancías, medio de circulación, medio de pago, tesoro y dinero mundial— apuntan, según su diversa entidad
y la preponderancia relativa de una u otra
El Capital. Libro primero, vol. 1., pg. 241-241

función, a estadios muy diversos del proceso social de producción


El Capital. Libro primero, vol. 1., pg. 242-242

Notes: 1) 2 2) La condicion historica del capital

Sus condiciones históricas de existencia no están dadas, en absoluto, con la circulación mercantil y la dineraria. Surge tan sólo cuando el poseedor de
medios de producción y medios de subsistencia encuentra en el mercado al trabajador libre como vendedor de su fuerza de trabajo, y esta condición
histórica entraña una historia universal. El capital, por consiguiente, anuncia desde el primer momento una nueva época en el proceso de la producción
social.
El Capital. Libro primero, vol. 1., pg. 242-242

El capital C se subdivide en dos partes: una suma de dinero, c, que se invierte en medios de producción, y qtra suma de dinero, v, que se gasta en
fuerza de trabajo; c representa la parte de valor transformada en capital constante, v la convertida en capital variable
El Capital. Libro primero, vol. 1., pg. 290-290

Notes: 1) Capital variable y constante

Partíamos del supuesto de que la fuerza de trabajo se compra y se vende a su valor. Tal valor, como el de cualquier otra mercancía, se determina por
el tiempo de trabajo necesario para su producción. Por consiguiente, ái la producción de los medios de subsistencia que cada día consume el obrero,
término medio, requiere 6 horas, éste habrá de trabajar 6 horas por día, de promedio, para producir diariamente su fuerza de trabajo o reproducir el
valor obtenido mediante la venta de la misma
El Capital. Libro primero, vol. 1., pg. 312-312

Notes: 1) El valor de la fuerza de trabajo

Pero sobre la base del modo de producción capitalista el trabajo necesario no puede ser sino una parte de la jornada laboral del obrero, y ésta nunca
puede reducirse a ese mínimo
El Capital. Libro primero, vol. 1., pg. 313-313

Notes: 1) Sobre el trabajo

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