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ASIGNATURA:

DERECHO PROCESAL EN EL SISTEMA ACUSATORIO

CATEDRÁTICO:
D.D. ALEJANDRO GALLEGOS LEÓN

ALUMNO:
RIGOBERTO DE LA CRUZ HERNÁNDEZ

TEMAS:
LA INVESTIGACION, LAS MEDIDAS CAUTELARES,
LAS SALIDAS ALTERNAS AL PROCESO PENAL.

Tamulté de las Sábanas, Centro Tabasco, enero del año 2021


Contenido
INTRODUCCIÓN ............................................................................................................. 1

LA INVESTIGACION ...................................................................................................... 3

FASES DE LA ETAPA DE INVESTIGACIÓN. ............................................................. 4

Investigación inicial ....................................................................................................... 5

Investigación complementaria. ...................................................................................... 5

La argumentación jurídica. ............................................................................................ 5

DEL DESARROLLO DE LA INVESTIGACIÓN PENAL.............................................. 5

LAS MEDIDAS CAUTELARES .................................................................................... 10

¿Cuáles son las medidas cautelares? ............................................................................ 10

Consecuencias de desobedecer las medidas cautelares ............................................... 11

LAS SALIDAS ALTERNAS AL PROCESO PENAL ................................................... 11

CONCLUSION ................................................................................................................ 13

Bibliografía ...................................................................................................................... 14

I
INTRODUCCIÓN
Los múltiples rostros manifestados a lo largo de la historia por el derecho, la
justicia, la norma y la ley, han permitido, en esa evolución, transitar a una cada
vez más necesaria protección a los derechos de la humanidad. Sin embargo, en
todas las sociedades del mundo no ha sido siempre igual, sobre todo, por quiénes
han protagonizado el ejercicio de aplicarlos.
Guerras, revoluciones internas, dictaduras y conflictos políticos, continúan
siendo los obstáculos al ejercicio y defensa de los derechos humanos. Nuestro
país no queda al margen de este problema cuyo sistema jurídico apenas vamos
consolidando, a pesar de los esfuerzos de juristas y algunos gobernantes
visionarios que colocaron los cimientos constitucionales de una sociedad más
justa y de un transparente estado de derecho.
En esas historias, incorporamos el nacimiento y renacimiento de la
universidad, cuya misión privilegiada y vocación esencial es, y seguirá siendo, la
formación y transformación de la juventud, para entregarla a un mundo moderno
cuyas sociedades requieren hombres y mujeres con espíritu de solidaridad,
responsabilidad y justicia. El docente presta un servicio profesional de alta
trascendencia social. Sus responsabilidades principales son la investigación y la
docencia, pilares del quehacer universitario. De suerte que, si el profesor
actualiza sus conocimientos, cumple con la parte de responsabilidad que le
corresponde en esa función de vanguardia esencia de la vida universitaria.
El universitario que no actualiza sus conocimientos y deja la investigación de
lado, ni es buen profesor, ni es buen investigador, porque desde la impartición de
una asignatura no se puede lograr la formación integral de los alumnos.
El nuevo esquema de justicia penal requiere de cambios trascendentales para
su funcionamiento satisfactorio.
Los principios rectores, contenidos en parte en el artículo 20 constitucional
Apartado A, nos ayudan a entender el funcionamiento del nuevo esquema de
justicia. La oralidad, más que un principio, como medio de comunicación entre
las partes, la publicidad que brinda transparencia y legitimidad al actuar de los
operadores y brinda confianza a la sociedad sobre el funcionamiento del sistema

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de justicia penal acusatorio, la inmediación, como contacto directo entre las
partes, la imparcialidad que permite que los jueces, y hasta la audiencia, sin
conocimiento previo de la causa puedan conocer directamente y de las partes
cada una de las pretensiones y resolver inmediatamente después, la igualdad
entre las partes, que ayuda a que ambas partes tengan el mismo contenido en
las respectivas carpetas de investigación y la misma oportunidad de expresar sus
diferentes manifestaciones, la concentración que da celeridad al sistema
acusatorio y que permite la realización del mayor número de actos en el menor
número de audiencias y que en la vida real en la aplicación del nuevo esquema
de justicia se pueden realizar por ejemplo, hasta cinco audiencias de la etapa de
investigación en una hora cuarenta minutos, la continuidad que permite evitar
dilaciones y que en todo caso, si hubiera una interrupción justificada, se puede
continuar una audiencia al día siguiente o subsiguiente sin dejar pasar un número
excesivo de días y así especificado en la legislación secundaria en donde aplica
el sistema acusatorio en México, para que se acorten los proceso y se dé mayor
rapidez en la respuesta a víctimas y a imputados o acusados en el
esclarecimiento de los hechos. La contradicción, por su parte da vida al sistema
acusatorio adversarial, toda vez que este es adversarial porque existen dos
partes que confrontan constantemente sus respectivas teorías del caso, por
ejemplo, a través de los contrainterrogatorios y recontrainterrogatoios y que
brindan la oportunidad valiosísima a los jueces de poder valorar las diferentes
refutaciones que se dan y emitir una resolución.

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LA INVESTIGACION
La investigación tiene por objeto que el Ministerio Público reúna:

• Indicios para el esclarecimiento de los hechos y,

• En su caso, los datos de prueba para sustentar:

• El ejercicio de la acción penal.

• La acusación contra el imputado y

• La reparación del daño

Indicio o evidencia: Son las huellas, los vestigios y demás elementos


materiales del hecho delictuoso, que puedan encontrarse en el lugar de los
hechos y/o lugar del hallazgo y que por sus características pueden tener alguna
relación con la comisión del delito que se investiga.
El esclarecimiento de los hechos implica que “el derecho penal acusatorio
trabaje metodológicamente, pues debe conocerse la verdad; y el conocimiento
de la verdad implica metodología, hipótesis y argumentación jurídica para hacer
viables los principios ontológicos jurídicos”.
El dato de prueba es la referencia al contenido de un determinado medio de
convicción aún no desahogado ante el Órgano jurisdiccional, que se advierta
idóneo y pertinente para establecer razonablemente la existencia de un hecho
delictivo y la probable participación del imputado.
Resulta de particular importancia que los indicios para el esclarecimiento de
los hechos y los medios de prueba para sustentar la acción penal y en su
oportunidad la acusación se recabe de acuerdo a la ley procesal.
Uno de los requisitos exigidos por la doctrina jurisprudencial para que la
prueba pueda llegar a ser prueba, es que fuese constitucionalmente válida,”33
ya que de no hacerse así se corre el riesgo que los imputados o acusados puedan
argumentar la ilicitud de los medios de prueba que lleve a la exclusión o nulidad
de esos medios de prueba.

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De acuerdo al CNPP se considera prueba ilícita “cualquier dato o prueba
obtenidos con violación de los derechos fundamentales, lo que será motivo de
exclusión o nulidad.
Para que la prueba pueda llegar a ser prueba además de ser
constitucionalmente válida es que “hubiese sido obtenida por medios legítimos
respetando las garantías para tal fin establecidas en la ley procesal”. “El requisito
de legalidad para la validez de las pruebas aparecen en todos los tratados de los
juristas y jurisprudencia de tribunales nacionales y supranacionales” y concluye
que “Sólo pueden ser utilizados como medios probatorios aquellos que no hayan
infringido derechos fundamentales ni las leyes procesales”.
Por lo anterior si se solicita la nulidad de prueba por ilícita y la autoridad judicial
se pronuncia considerándola como tal y si, además, esos medios de prueba son
fundamentales para el proceso, el imputado podrá salir en libertad sin que se le
castigue por haber cometido el hecho que la ley señala como delito, lo que
generará impunidad. En este aspecto la trilogía investigadora deberá tener la
preparación necesaria en forma especializada y continua que le permita cumplir
adecuadamente con sus respectivas atribuciones.
Además de que se les imparta la información teórica se debe complementar
con un perfil adecuado y con muchas practicas antes de atender un caso. En este
aspecto las prácticas pueden ser interinstitucionales entre el Ministerio Público,
policías, peritos, defensores y jueces de control y Tribunal de Enjuiciamiento. Las
instalaciones y personal de las universidades pueden ser aprovechados para
realizar esas prácticas en un ambiente académico teórico y práctico.
Además, se debe dar seguimiento a las personas a las que se les ha
proporcionado capacitación para conocer sus fortalezas y debilidades en el
desempeño de sus actividades y otorgarles estímulos y elementos para su
permanencia en la institución en el caso de los servidores públicos a los que se
les haya financiado la capacitación.

FASES DE LA ETAPA DE INVESTIGACIÓN.


La referida etapa de investigación comprende las siguientes fases:
investigación inicial e investigación complementaria.

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Investigación inicial
La investigación inicial82, como así lo refiere el Código Nacional de
Procedimientos Penales, “comienza con la presentación de la denuncia, querella
u otro requisito equivalente y concluye cuando el imputado queda a disposición
del Juez de control para que se le formule imputación”.
Investigación complementaria.
El Código Nacional de Procedimientos Penales señala que esta fase de
investigación denominada complementaria “comprende desde la formulación de
la imputación y se agota una vez que se haya cerrado la investigación”.
La argumentación jurídica.
“Este elemento jurídico es fundamental, en tanto que se establecen palabras,
no solo elocuentes, sino con sentido teleológico y con la estricta razón que se
exige para poder darle tal naturaleza,” lo anterior señala este mismo autor es para
“conceder o negar alguna pretensión por parte del órgano jurisdiccional, pero
también que contemple la resolución, ya que en principio no puede ser falaz o
sofista, sino epistemológica, y que cumpla con todos los estándares de la razón.”
Y agrega que:
“Las manifestaciones de las partes deben ser con tal grado de razonamiento,
que el juez de control o tribunal oral se convenzan de que lo que pretendemos
está fundamentado, y atiende un actuar con bases epistemológicas al cien por
ciento”.

DEL DESARROLLO DE LA INVESTIGACIÓN PENAL.


Como hemos visto, una de las principales características de un sistema
acusatorio es la separación entre las funciones de juzgamiento y las de
investigación – persecución de los delitos–. En este sentido, el artículo 21 de
nuestra Carta Magna es muy claro al establecer lo siguiente:
“La investigación de los delitos corresponde al Ministerio Público y a las
Policías, las cuales actuarán bajo la conducción y mando de aquél en el ejercicio
de esta función. El ejercicio de la acción penal ante los tribunales corresponde al
Ministerio Público. La ley determinará los casos en que los particulares podrán

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ejercer la acción penal ante la autoridad judicial. La imposición de las penas, su
modificación y duración son propias y exclusivas de la autoridad judicial…”
Del texto anterior se deprenden las dos funciones del Ministerio Público; la
primera, la actividad investigadora se traduce en una búsqueda constante de
pruebas para acreditar la existencia de los delitos, así como la responsabilidad
de los participantes. Es en esta primera etapa donde el Ministerio Público tratará
de recabar todas las evidencias necesarias para comprobar la existencia de los
delitos y estar en aptitud, en su momento, de acusar a los individuos ante los
tribunales. La segunda, el ejercicio de la acción penal, es el derecho –obligación
de perseguir los delitos ante los órganos estatales, función que será analizada
en el apartado de actos procesales.
En el Sistema Acusatorio la etapa de investigación se encuentra dividida en
investigación desformalizada (desjudicializada) y formalizada (judicializada). En
la desformalizada, el órgano investigador puede realizar todo tipo de actuaciones
de investigación, con completa libertad, siempre y cuando esas actuaciones no
se traduzcan en actos de molestia o privación hacia los gobernados; por
excepción, existirán actos de investigación que necesiten del control judicial sin
que ello se traduzca formalmente en una audiencia. La formalización de la
investigación se da a partir de que el Ministerio Público formula imputación y
solicita vinculación a proceso que, en caso de decretarse la misma, la actividad
del órgano de investigación estará bajo control judicial respecto de actos de
privación y molestia hacia los gobernados; muestra de ello es la determinación
del plazo de cierre de investigación por parte del Juez de control.
En virtud de lo anterior, los actos de investigación sin control judicial no se
traducen en actos procesales ya que no ha surgido ninguna relación jurídica
procesal; una vez judicializada la investigación se realizan actos en audiencia,
que constituyen ya una relación jurídica procesal.
Para lograr resultados eficientes en la etapa de investigación de los delitos
ésta, debe llevarse a cabo de manera inmediata, eficiente, exhaustiva,
profesional, imparcial, libre de estereotipos y discriminación, encaminada a
explorar todas las líneas de investigación que permitan lograr la identificación de

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el o los participantes de un delito; esto se logra a través de la colaboración directa
que existe entre el Ministerio Público, los agentes policiales de investigación, los
peritos y demás auxiliares, los cuales deben conducir la investigación atendiendo
los siguientes principios:
Certeza: se traduce en un conocimiento seguro y claro de algo, podemos
referirlo a las obligaciones y facultades del Ministerio Público relacionadas con la
investigación; respecto a las Policías, deben tener un manejo profesional de
indicios encontrados y garantizar que las pruebas no sean contaminadas (cadena
de custodia), así como en la detención de personas hacerlas constar en el
Registro Administrativo de Detenciones del Centro Nacional de Información del
Sistema Nacional de Seguridad Pública para tener seguridad sobre el momento
de detención, autoridad que la realiza, condiciones en que se ejecutó y lugar
donde se encuentra detenido.
Legalidad: Este principio establece que la actividad policial debe realizarse
conforme a los establecido en la Constitución y las demás leyes aplicables en el
ejercicio de sus funciones, atendiendo a las formalidades establecidas para ello,
tanto en la subordinación funcional del Ministerio Público, y a sus actuaciones
autónomas siempre y cuando respete, en todo momento, las disposiciones
jurídicas a favor de los imputados, las víctimas y ofendidos, así como en la
búsqueda de la verdad histórica del delito y la custodia de la evidencia, sin
exceder las atribuciones que le confieren las leyes aplicables.
Por otra parte, la legalidad determina que una vez promovida la persecución
penal de un hecho con características de delito, el Ministerio Público está
obligado a investigarlo y, si existe fundamento suficiente, debe formular la
correspondiente acusación contra la o las personas probablemente responsables
sin que se pueda suspender, interrumpir o hacer cesar su curso salvo en los
casos previstos en la propia ley.
Objetividad: Se refiere a la búsqueda de la verdad histórica del delito y la
responsabilidad del imputado, bajo la conducción del Ministerio Público, sin
importar a que parte procesal favorezca la información o evidencia encontrada;86
así mismo, los encargados de la investigación deben realizar sus funciones con

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absoluta imparcialidad y sin discriminación alguna,87 observando siempre la
correcta aplicación de la ley, investigando con diligencia los hechos y
circunstancias del caso sin importar que sirvan de base para la acusación del
imputado o que le favorezcan.
Eficiencia: En el caso de la Policía, esta deberá actuar de manera oportuna
en las funciones de investigación que le confiera el Ministerio Publico, así como
en su actuación autónoma; basándose en los lineamientos legales y llevando a
cabo sus actuaciones con cautela en el caso de evidencia, preservación y
custodia de la escena del crimen, así como la prontitud en las detenciones,
diligencias, apoyo y protección que se le requiera, entre otras.
Respecto al Ministerio Público la eficiencia se traduce en: a) la administración
de los recursos y bienes públicos y, b) en el cumplimiento o desempeño de sus
funciones. Lo anterior implica la obligación de encaminarse a la unidad y
coordinación de las acciones, evitando la duplicación o interferencia de funciones
tanto en la ejecución de actuaciones y diligencias como en la distribución de
casos.90 En general, las actividades y procedimientos que se realicen deben ser
prontos y expeditos, sin mayor formalidad de la que la ley indique, con el objeto
de la simplificación y rapidez en las actuaciones.
Profesionalismo: Para cumplir a cabalidad este principio se debe establecer
un servicio civil de carrera policial para el mejor desempeño en sus actividades
en el sistema de justicia penal, para lo cual es necesario que el miembro de la
Policía esté actualizado en el empleo de métodos de investigación que garanticen
la recopilación técnica y científica de evidencias y la utilización de los protocolos
de investigación y cadena de custodia adoptados por la corporación.
Un policía profesional tiene el deber de preservar la secrecía de los asuntos
que conozca en el desempeño de sus funciones, así como honrar a las
instituciones mediante la abstención de conductas que desacrediten su persona
o la imagen de las instituciones policiales, observando en todo momento un trato
respetuoso con todas las personas y sometiéndose a las evaluaciones periódicas
para acreditar sus requisitos de permanencia y certificación respectiva.

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Honradez: Si bien este principio nos atañe a todos y en mayor medida a los
funcionarios públicos, adquiere principal relevancia en las funciones del policía,
esto implica que deben abstenerse de solicitar o aceptar compensaciones,
pagos, gratificaciones o cualquier tipo de dadiva que no estén previstas
legalmente; deberá oponerse a cualquier acto de corrupción y, en su caso,
denunciarlo de manera inmediata. El policía es el primer contacto que tiene el
ciudadano con el sistema de justicia, es por ello que debe ser un sujeto digno de
confianza para aquél.
Imparcialidad: En nuestro país el Ministerio Público ha sido considerado,
históricamente, como el representante social; como ya vimos su función debe ser
objetiva sin importar si su investigación favorece o no al imputado. Hoy más que
nunca el Sistema Acusatorio necesita que el Ministerio Público encuentre una
forma de organización que le permita obtener la máxima independencia
funcional. La tendencia universal avanza en dirección a definirlo como una “parte”
procesal que actuara en la igualdad de armas con los defensores.
Lealtad: Normalmente se refiere a la etapa procesal, pero puede ser referido
a la actividad y trabajo coordinado, así como el compromiso interinstitucional
entre el Ministerio Público, policía, peritos y demás auxiliares, en donde
asumiendo cada uno su rol se podrá llegar a consensuar soluciones prontas
sobre la base de la buena fe y la coordinación, donde ninguno de los sujetos
esconda, altere o desaparezca información.
Respeto a los derechos humanos reconocidos en la Constitución y en
los instrumentos jurídicos internacionales: Son un límite a la actividad
investigadora del Ministerio Público con auxilio de las Policías, traducido en un
deber de abstención total de infligir o tolerar, según sea el caso, actos de tortura,
tratos crueles, inhumanos o degradantes. Lo anterior con independencia de si se
tratare de una orden superior o de circunstancias especiales, tales como la
amenaza a la seguridad pública, urgencia de la investigación o cualquier otra; en
estos casos se deberá denunciar de manera inmediata ante la autoridad
competente.

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LAS MEDIDAS CAUTELARES
Las medidas cautelares son, como su nombre lo dice, las medidas que toma
una autoridad dentro de un procedimiento penal para asegurar bienes o pruebas,
mantener ciertas situaciones sin alterar, para evitar posibles daños al interés
general o también para evitar posibles daños al interés general o al patrimonio
del Estado, para proteger personas, para garantizar la reparación del daño o para
evitar que los acusados se den a la fuga, aunque de acuerdo a la ley estas se
dictan para: asegurar la presencia del acusado en el juicio, mantener seguras a
las víctimas, ofendidos y testigos, y evitar la obstaculización del juicio (artículo
153 del Código Penal Federal). Estas se ordenan una vez iniciado el juicio contra
el acusado (artículo 154 del Código Penal Federal).
¿Cuáles son las medidas cautelares?
El artículo 155 del Código Nacional del Procedimientos Penales establece 14
medidas cautelares distintas, estas son:
1. La presentación ante el juez cada cierto tiempo o ante otra autoridad que
este designe.
2. El pago de una garantía económica.
3. Un embargo
4. El congelamiento de cuentas bancarias y otros valores que formen parte
del sistema financiero (acciones/bonos).
5. Que se prohíba al acusado abandonar cierta área geográfica.
6. La orden de someterse al cuidado de una persona o institución
determinada.
7. La prohibición de ir a ciertos lugares.
8. La prohibición de tener contacto con ciertas personas incluyendo a
víctimas, ofendidos y testigos.
9. Ser retirado de su domicilio.
10. Suspensión de su empleo si fuere un servidor público
11. Suspensión de su profesión u oficio.
12. La colocación de localizadores electrónicos.
13. El tener que permanecer en su domicilio.

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14. La prisión preventiva.
Consecuencias de desobedecer las medidas cautelares
Si existiera incumplimiento de alguna de las medidas que no sean la prisión
preventiva y el pago de la garantía, la primera consecuencia será la revisión por
parte de la autoridad judicial de las medidas cautelares impuestas.
Ahora que, si se trata de las que consisten en la prohibición de salir de un área
geográfica determinada, o de la prohibición de acercarse a personas, o lugares,
la separación del domicilio, la colocación de un dispositivo electrónico o el
resguardo domiciliario, la consecuencia inmediata será el arresto del acusado.

LAS SALIDAS ALTERNAS AL PROCESO PENAL


El Código Procesal Penal reconoce la posibilidad de otras respuestas estatales
frente a la comisión de hechos punibles, que se traducen en un menor nivel de
represión, buscándose privilegiar una solución al conflicto que representa el
delito, más que la imposición de una sanción penal. Ellas son las salidas
alternativas, que se dividen en la suspensión condicional del procedimiento y en
los acuerdos reparatorios. Las salidas alternativas son soluciones al conflicto que
anticipan el término del proceso y evitan que el caso llegue a juicio oral, siempre
y cuando se cumpla con los requisitos establecidos para este tipo de casos. Una
vez iniciada la investigación se puede llegar a las siguientes salidas
alternativas: suspensión condicional, que se aplica cuando el delito es de escasa o
mediana gravedad, cuando el imputado no posee antecedentes anteriores y
cuando el fiscal, con el acuerdo del imputado, solicita al juez de garantía que
suspenda temporalmente el proceso y éste acepta.
Durante este período, que no podrá ser inferior a un año ni superior a tres, el
imputado deberá cumplir con ciertas condiciones por el juez. Puede aplicarse
esta salida cuando la pena no exceda de tres años y siempre que no haya sido
condenado anteriormente por crimen o simple delito.
El acuerdo reparatorio se aplica cuando con la aprobación del juez de garantía.
La víctima y el imputado acuerdan una manera de resolver el conflicto que puede
ser la reparación patrimonial del daño causado o cualquier otra forma en que la
víctima se sienta compensada. Incluso la expresión pública de disculpas

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constituye, en muchos casos, una manera suficiente de satisfacción a los
intereses de la parte afectada.
En la discusión parlamentaria, durante la tramitación de la reforma procesal
penal, quedó claramente establecido que lo relevante era que estos acuerdos
versen sobre bienes jurídicos disponibles, quedando excluidos aquellos que
afectan la vida y la integridad corporal. En los demás casos víctima e imputado
pueden convenir con mucha libertad en la resolución del conflicto y no
corresponde ni al ente persecutor ni a los tribunales poner trabas allí donde es
más importante respetar la voluntad de la víctima por sobre un interés difuso de
persecución penal por parte del Estado.

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CONCLUSION
El sistema de justicia penal en México ha sido modificado gracias a las
reformas aplicadas en 2008, trascendiendo de un sistema inquisitivo a uno
acusatorio oral y adversarial, teniendo como objetivo principal la tutela de los
derechos humanos de las victimas u ofendidos y de los imputados en el proceso,
y así, minimizar la impunidad y aumentar la legalidad partiendo de los principios
rectores contenidos en el Código Nacional de Procedimientos Penales siendo útil
para dirigir nuestro Nuevo Sistema de Justicia Penal Acusatorio Oral y adversarial
en el Estado mexicano.
Una visión general de lo investigado nos lleva a desarrollar respuestas más
efectivas y eficientes para los conflictos sociales, al mismo tiempo que se
descongestiona el sistema, permitiendo que más y mejores recursos humanos y
materiales se destinen a inteligencia policial, la investigación criminal científica,
los peritajes y la captura y reclusión de responsables de delitos violentos y
graves, entre ellos el crimen organizado.
El nuevo sistema de justicia busca antes que nada disminuir el índice de
impunidad, otorgar rapidez y seguridad jurídica a los procedimientos penales,
contra las resoluciones judiciales justas, y la más importante de todas que se
recupere la credibilidad de la ciudadanía hacia las instituciones de sistemas de
justicia penal. Esto lleva a deducir que el objetivo de la reforma es la de mejorar
la justicia para los ciudadanos, favorecer su acceso y restaurar la confianza en
ella.

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Bibliografía
Carlos, D. G. (2006). Principios Generales del Juicio Oral Penal. México: Porrua.

Código Nacional de Procedimientos Penales. (s.f.).

Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. (s.f.).

Mihael, E. B. (2018). METODOLOGIA GENERAL DEL ESTUDIO DEL DISEÑO DE LA

INVESTIGACION CRIMINAL Y ESTRTATEGIAS DE LITIGACION DENTRO DEL

PROCEDIMIENTO PENAL ACUSATORIO. INACIPE.

Nación, S. C. (2008). El sistema penal acusatorio en México. Estudio sobre su

implementación en el. México: SCJN.

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