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Unidad 11 EL TEX TO HEBREO DEL ANTIGUO TESTAMENTO - I, INTRODUCCION Tas con conocer qué Ii preciso saber a el ibros ae a formar parte del canon biblico, es Sati eevee ea le los mismos ha llegado en buen estado de ae intencién “leliberad Fido cambios, bien por error involuntario 0 ican este estudio: a de los copistas. Dos hechos originan y jus- de los autores biblicos, — la pérdi pérdid; lida de los aut6grafos u «originales» las copias. ™~ | presenci neia di ‘ Ante estos . variantes, lagunas, glosas y errores en echo: ; s se plantean diversas cuestiones: El texto que ha Ih legado h: asta no: sotros responde fielmente a lo escrito por los media entre autor es bibli, lo licos? ¢ 5 ; Manuscritos ts posible reconstruir Ja historia que aa Boal eee y los autografos de cada libro biblico? * fiadidos y lagun, el texto original, depurado de todos los erro- objet aquellos hecho: as que lo han dafiado a lo largo de los siglos? ivos: s y estas cuestiones, la critica se — reconstrui ~ struir la histori Testaurar el . historia de la transmisiOn del texto, exto a su estadio original. El pri Prim jet Tefiere a] re ee se aborda en las Unidades luevo, El se, nnd Testamento, y en la Uni indo pertenece propiamente trata e n las Uni r espectivamenta des 16-17 para el Antiguo 741-13 por lo que se 74 en lo tocante a la critica textual y Se y el Nuevo Testamento 149 EL TEXTO S10 EXTO I. HISTORIA DE LA TRANSMISION DEL T DEL ANTIGUO TESTAMENTO 2 del cristia- istoria del texto biblico es la historia del indatsmorye® teoldgi- a me tanto los acontecimientos como ‘a8 discus * piblicos y €2 a alguna huella en las copias de los textos sin duda, is sus miltiples versiones, El iudaismo, mas con hebreos el crs estado més atento a la salvaguarda fiel del tex ‘0 a preccupaci6n a mo, llevado Por su mentalidad apocaliptica y s y a traducitlo ae sionera, ha estado mas atento a actualizar el ba 28,19; Le 24s a lenguas de todos los Pueblos de la tierra (cf. recensionést ej : Hch 1,8). Las traducciones y sus correcciones 0 La Biblia consti de ser parte importante de la historia del texto. has literaturas a la primera obra literaria que dio origen a nume (copta, armenia, cionales con SUS Propios sistemas de escritura eslava, Botica, etcétera), 1 Etapas en Ig transmision del texto biblico «La historia suel mas reciente, Si en inverso, Los investigad ceder en e] tiempo, Partie tado hasta acceder finalm, (Trebolle, 1998 © contarse de «19 al0 As antiguo Principio a fin, de lo mas a in embargo, de en oF la investigacién histérica ori y euro” Ores tienen que rehacer la a docume™ ndo de lo més reciente y me} s conocido ente a lo mas antiguo y meno sug, retro” ‘esiVOs “ *°0). Siguiendo, pues, un orden regr cediendo en el curso de la historia, estudiaremos: ) a . . derna); —la estabilizacién del texto impreso (época medieval la estabilizacién del texto vocilico (época nea romana)i De A Anti época 1 9 estabilizaci6n del texto consonantico p helenistica)- el estadio de fluidez textual (€poca persa y 2. Estabilizacign del texto impreso (siglos XVI-xx) 4) Primera $ ) 8S ediciones impresas onsecle La estabilizacign del texto by 1 error iné los inevitables mba mprenta, que eliminé los . an, SI it08 Me produjo las «erratas de es man ie uf «Po disponian de todos 0 de los mej impresion j Stancia de todas las variantes, La idad 3). texto hacia olvidar ademas «otros textos» (véase Un 150 EL TEXTO HEBREO DEL ANTIGUO TESTAMENTO 1456: El primer texto impreso fue la Biblia Latina de Gu- tenberg; 1477: Primera edicién de los Salmos en hebreo (Bolonia)s 1482: Primera edicién del Pentateuco (Bolonia); 1585-1586: Primera edicién de los Profetas (Soncino); 1486-1487: Primera edicién de los Escritos (Napoles); 1488: Biblia Hebrea completa, sin comentarios (Soncino). Tres ediciones tuvieron una importancia excepcional: la de Son- cino (1494), la Poliglota Complutense (1514-1517) y la segunda Bi- blia Rabinica (1524-1525). Las diferencias entre ellas se deben a los Manuscritos que cada editor pudo colacionar, a la mayor 0 menor atencion a la puntuacién y notas masoréticas, y a la adaptacién a un publico judio, catélico o protestante al que iban dirigidas. Las edicio- nes que siguieron a estas tres recensiones ofrecen un texto «mixto», que de un modo u otro, depende de aquéllas. b) Las Poliglotas cristianas — La Poliglota Complutense (Alcala de Henares, 41514-1517). El primer volumen, dedicado al Pentateuco, distribuye el texto en cinco columnas, tres superiores y dos inferiores: en el centro la Vulgata latina, en el exterior el texto hebreo, en el interior la de los LXX griega con traduccién latina interlineal; en el pie de la pagina la versién aramea del Targum Ongelos acompaiiada de una columna con su traduccidn latina. Los voltimenes If-IV con- Uenen los libros del Antiguo Testamento segtin el orden de ‘a Vulgata, distriboidos en ores columnas: Vulgata latina, LX con traduccién latina interlineal y texto hebreo; los libros dew terocandnicos esta reproducidos en columnas latina y griega. El volumen V, dedicado al Nuevo Testamento (griego y latin), i dic- Contiene un diccionario griego-latino. El volumen VI es un die cionatio hebreo-latino, con interpretacidn de nombres prop’ os Ifonso de Zamora. 4 indice latino y una gramatica hebrea de AI i Poliglota fue patrocinada por el cardenal Cisneros y en ¢lla Intervinieron hebraistas como Pablo Coronel, Alfonso de ae mora y Alfonso de Alcald; helenistas y latinistas, MY cello Demetrio Ducas, Hernan Nitfiez de Guzman, Diego de Zitiiga y Juan de Vergara. Antonio de Nebrija comenz6 el trabajo, Pere abandoné pronto el equipo. La peculiaridad de esta edicién tadica en el hecho de estar basada directamente en Ia tradicion Manuscrita, sin apoyo alguno en ediciones impres® anteriores: 151 EL TEXTO iblia cristiana Es la primera edicién impresa completa de nee imprest (Antiguo y Nuevo Testamento), primera ee Ongelos. Pudo del texto de los LXX y del Targum arms evo Testament, haber sido Ia Primera edici6n impresa del pu se retras6 hasta Pero, aunque acabada en 1514, su pubficacién asmo (1516)- 1520, apareciendo entre tanto la edicién de Er: secciones fue La division masorética del texto hebreo “i en las Biblias Sustituida por la divisién en capitulos, incest veentaacidn y latinas por Stephen Langton en el siglo xu. La la reproduc: vocalizaci6n es irregular y carece de masora, ae sto base de cién del texto consonantico es muy cuidada, ete de Madrid. Pentateuco parece ser el Codex 1 de la Universi ae Biblia Re- — Poliglota de Amberes (1569-1572), también llama‘ ‘or Cristé- Sia. Preparada por Benito Atias Montano e aeevenio de FeliPe foro Plantino en ocho voltimenes, bajo el patrons afiade 104 IL Respecto a la Poliglota Complutense esta edici6n 2 (eradue traducci6n interlineal del texto hebreo y los TN Jarina. ciones arameas) del] Antiguo Testamento con su ae y muy Es «una especie de segunda edicién revisada, correg fmpliada» (Alonso Schékel, 1987) de la Complutens> tt = iglota de Paris (1629-1645) reproduce el texto i marl ‘atio de la de Amberes, afiadiendo el Pentarence or ext0 ‘ano y su targum arameo con Sirfaco y arabe de — La Poligh Parada py tament, version latina, asi com Jatinas- | Antiguo Testamento con versione eta, pre ota de Londres (1657-1659) fue la més coh gat or Brian Walton, aitade fragmentos de la Ve A targumi cor ersa fope y P' ™ Completos Y partes de las versiones etiop ae hebreo Su traducci6n latina, Presenta el texto en siete leng drab ebreo. Samaritano, ara " 4 Meo, griego, latin, siriaco ¥ ©) Las Biblias rabinicas 516-1519 — La Primera Biblig Rabinica, impresa en went’ is conve Por el impresor p, Bomberg, fue preparada por e!) or eratats de 1 Pratensis. Tuvo el imiprinante papal Pere del pa de la obra de un converso y por la propia ae - encontré dificultades Para difundirse entre los ju ‘tambié La Segunda Biblia Rabinica (Venecia, en Hayy" ‘ ~ Pomberg, fue editada por Jacob rva, mag quien acompang el texto biblico de sus masoras 4 ‘ones de | finalis, asi ©omo de los gere-ketib y otras puntuact 1ucO, sseribas (cf. infra). El volumes I, dedicado al Pentate 152 EL TEXTO HEBREO DEL ANTIGUO TESTAMENTO pora el Targum de Ongelos y los comentarios de Ra’i € Tbn ‘Ezra; el volumen II, dedicado a los Profetas Primeros, incluye el Targum de Jonatén y comentarios de D. Kimhi, Ralbag y Raii; el volumen III, dedicado a los Profetas Posteriores, inclu- ye el Targum y los comentarios de Kimhi e Ibn ‘Ezra; en el volumen IV, dedicado a los Escritos, se afiade el Targum de Daniel, Esdras-Nehemias y Crénicas, y diversos comentarios a todos los libros, En un apéndice, en 65 folios de 4 columnas, se reproduce la masora magna. Estas caracteristicas (targumim, masora, gere-ketib y puntuaciones de escribas, comentarios an- tiguos) son las que le dan el cardcter genuinamente rabinico y su propio nombre de Biblia Rabinica. La edicidn se convirtié en el textus receptus de las comunidades judias, una y otra vez reedi- tado hasta hoy. d) Las ediciones de la Ilustracién Las ediciones impresas expuestas anteriormente se basaban en ma- nuscritos medievales de época muy reciente y de escaso valor critico. El siglo xvi se caracteriza por la preocupacién de recoger todas las variantes posibles de los manuscritos conocidos. Es una labor enci- clopédica, propia de la época, que da lugar a obras monumentales: — Kennicott, Vetus Testamentum Hebraicum cum variis Lectiont- bus (1776-1780). 1784 arma, r — De Rossi, Variae Lectiones Veteris Testamenti (P: 1788; reimpresién en Amsterdam, 1969-1970). Estas obras colacionaban todas las variantes de los snariascritos \ t m $ medievales conservados y ponfan la base para las posteriore Nes criticas, e ee ) Ediciones contemporaneas A . i anteriores, apare- pee en el minucioso trabajo de generaciones ¥8 ediciones que pueden Ilamarse criticas: 08 = burg (1 {as de Y. Baer-Delitasch (1869-1892) ¥ C. D. Ginsbure € basan en la Biblia Rabinica. : iciones de la R. Kittel (1906 y 1912) publicé sus dos primeras cond Biblia famosa Biblia Hebraica, siguiendo el texto _ mopuest le F. abinica; la tercera edicién de 1937 sigue ? AG 9 San Peter- Kahle, el texto del manuscrito B19a de Leningra' 153 EL TExTO sburgo, que incluye una amplia seleccién de masora y un apara- to critico con variantes y conjeturas. El manuscrito de Leningrado es también el texto base de la Biblia Hebraica Stuttgartensia (Stuttgart, 1967-1977), editada por L. Elliger y W. Rudolph, con masora a cargo de G. E. Weil. El aparato critico incorpora variantes de Qumran y no recurre a conjeturas tanto como las ediciones de Kittel, Es hoy Ia Biblia de uso en los estudios académicos, — Otros proyectos en curso: la edicién del Pentateuco del British Museum Or. 4445, por A. Dotan (Universidad de Tel Aviv); el C6dice de Profetas de El Cairo: siete voliimenes publicados por el Consejo Superio’ t de Investigaciones Cientificas (Madrid, 1979-1997); Isaias y Jeremias del Cédice de Alepo (Universidad Hebrea de Jerusalén, 1995 y 1997), proyecto iniciado por M. ‘ins Josué-Jueces, Samuel, Reyes, Isaias y Gé- nesis I del Cédice de Alepo, edicion dirigida por M. Cohen (Universidad de Ramat Gan, Israel, 1992-). 3. Estabilizacién del texto vocdlico y de la masora (época medieval) Los editores e impresores de la Edad vocalizado por obra de los masoret: de la Edad Media el texto hi nantes y las anotaciones de | Moderna recibieron un texto ya ‘as medievales. Hasta comienzos ebreo se transmitia sélo con sus conso- i Antico, 0 acaso ; “ions y el hebreo biblico dejé de ser lengua hablada, el sistema Consonantico puro se prestaba a una gran ambigiiedad y confusién: [as eos una u otra manera \ Sonsonantes poxtian vocalizatse de : dando Nigar a siawie See (refer, cy ele Wine A MtaRGadoy, Xetanente a Di i ely se b ie aqetido», 0 Dawid, «De rl Weds | tise erakab, sbendicién», o berekab, «alberca”s . 7 0s ‘bas Ptirab, «lagarn o Doreb, «fértil», etc.). Ya desde ant we > €scribas hicieron intentos Para precisar la pronunciacién Ys ©! a daa ttemente, el sentido de Ie Palabras; tal fue el uso de deter™ >” 'S Consonantes Como matres lectionis, és decir, como meras voce 154 EL TEXTO HEBREO DEL ANTIGUO TESTAMENTO Es lo que se llama vocalizacion lineal, ya presente en el texto biblico y especialmente en los textos de Qumran y rabfnicos. Hubo de esperarse hasta el siglo vill d.C. para que se desarrollara todo un sistema de vocalizacién respetando el texto consonantico re- cibido. Se ided primeramente un conjunto de signos (fundamental- mente matres lectionis estilizadas) colocados sobre las consonantes para sefialar la pronunciacién de las silabas (sistema supralineal babi- lonico), que aparece en los textos yemenies y en ediciones del targum. Este sistema tiene antecedentes en un procedimiento elaborado por los cristianos sirios en el siglo Iv (masora sirfaca oriental nestoriana), que seria elaborado ulteriormente en las academias rabinicas orientales y acabaria de ser perfeccionado por los judfos de Babilonia. Otro sistema utilizado entre el 700 y 850 fue el palestinense, también supralineal, emparentado con la puntuacién samaritana. Entre el 780 y el 930 florecié en Tiberias una escuela de «pun- tuadores» (naqdanim), liderados por la familia de los Ben Aer, que elaboraron el sistema llamado tiberiense. Este consta de unos signos y puntos colocados, con una sola excepcién, bajo las consonantes (puntuaci6n sublineal). Contempordanea de la familia de los Ben ASer es la de los Ben Neftalf, que usaron un sistema similar, acaso mas rigido y consecuente. Los grandes cédices hebreos medievales (Ale- po, Leningrado, El Cairo) tienen vocalizacion tiberiense de los Ben ASer, aunque los especialistas detectan también lecturas de Ben Nef- tali y de otro tipo conocido como Pseudo-Ben Neftali. De los tres sistemas de vocalizacion se impuso el tiberiense en el judaismo occidental por la autoridad de Maimonides. Es el que hoy se utiliza en las Biblias hebreas y se ensefa en las gramaticas de hebreo. Ademas de las vocales, el sistema dispone de una serie de signos para la acentuacién y cantilacién, que ayudan a entonar co- rrectamente la lectura con acentos y tonos, y 4 precisar la estructura sintactica del texto. Este sistema, rico y complejo, ¢s de gran ayuda para la exégesis. 6) La anotacin marginal del texto: 1a masora sata ae cigeute! Sr = Eterna masora es wn vocal hebreo ety le dle va ae ° msr = «transmitir». Los dos sentidos aparecetl uf ee eradi- cid semantico que la palabra ha adquirido: conservaciOr y do 16n, cuidado en transmitir fielmente la tradicién. «En st ae nano, el término es usado para denominar el corpus comalico» (M: S marginales que son transmitidas junto con el tex artin Contreras, 2002, p. 147). técni 155 EL TEXTO Sus autores son denominados «masoretas», que no Neleron hae continuar la obra que ya habian comenzado los soferim. Estos ayes fijado un texto consondntico ¢ introducido correcciones por mo textuales 0 teoldgicos (cf. infra). Los masoretas respetaron ya nae pulosamente el texto consonantico, de forma que sus observac! - se anotaron fuera del texto biblico, en los margenes exteriore: y entre las columnas (masora Parva), y en los margenes superior i i id scrito, inferior (masora magna); al final de cada libro, secci6n o manuscrito, afiaden también listas divers concisamente, generalmente con abreviaturas y en lengua aramea; te la masora Parva, al mismo nivel de la linea donde se encuentra palabra anotada, la cual es sefialada con un obelo o asterisco. el Texto masorético es, Pues, el texto de una Biblia que incluye a “aparato» de los masoretas, el cual consta de observaciones sobre ; correcta grafia de las Palabras, relacién de palabras que aparecen ol sola vez en el texto, ntimero de veces que aparece una determinada palabra o expresion, vocalizacién alternativa, variantes textuales, etc. He aqui unos ejemplos: — EnLv8,8 una i . . . ie nota marginal dice: «Este versiculo es la mitad d la Tord», En Ly 11,42 la letra w de la especialmente resaltada en los ta: «[estamos en] |; — Al final del libro d Palabra ghwn («vientre») esta manuscritos y al margen se ano- ja mitad de las letras de la Tora», lel Génesis, tras Gn 50,26, se anota: «La suma de los versiculos del Génesis son 1.534», — En Is 43,21 la expresién ‘am zo («este > y en el margen se escriby Un recurso muy usado. Por los Masoretas es el designado con los Gen gere-ketib, > pe 0 Iegendum script, et referencia a lo que esta “Escrito al teXta WOH +. hay que lee™ 4 : TEX " we shay qu Sent Ls Vocals de tex attic ya lo que eM , tes. toy la anotacién marginal de consonan' Palabra afectada se marca ¢ no le corresponden e . les qui on un obelo y se vocaliza con vocal: 3 al mar deben Ben Se sefialan las consonantes que 156 EL TEXTO HEBREO DEL ANTIGUO TESTAMENTO leerse con la vocalizacién propuesta en el texto. Parece que buena par- te de estas propuestas de lectura pertenecen a variantes textuales ante- riores a la unificacion del texto consonantico o a tradiciones orales de lectura, sin descartar que otras también se deban a eufemismos y co- trecciones de palabras arcaicas 0 incorrectas. Sélo tres ejemplos: — En Rut 3,3 el ketib conserva las consonantes de una forma arcaica de la segunda persona femenina (w-Smty, «Y pondrds») y el gere propone una actualizacién al hebreo estandarizado Posterior (tv-Samt). — En Is 44,24 se lee: «Despliego los cielos yo solo, extiendo la tierra, équién conmigo? (my ‘tty)». El gere propone la lectura de me’itt?, «por mi mismo», testimoniada por numerosos ma- nuscritos. — En Job 13,15, «aunque me mate, xo (I’) temblaré>, el qere de la masora sefiala que se lea «a él» (/w), con lo que puede leerse «a él esperaré» (las consonantes de «temblar» y «esperar» se pres: tan a esta confusién). Existe un gere perpetuum que no lleva ninguna anotacién margi- nal, slo la vocalizacién propuesta bajo el texto: es el caso del nombre de Yhwh que lleva la vocalizacion de adonay, sin que este nombre se sefiale en el margen; 0 el nombre de Yrwslm, que se deberfa leer Yeru- Salem, pero estd vocalizado de forma que se lea YerSalayims 0 el pronombre masculino hw’, cuando ha de ser lefdo hi’ (femenino). En conclusi6n, cabe decir que el minucioso trabajo de los maso- retas termin6 de fijar el texto, su pronunciaci6n, su recitado y, @ veces, también su interpretacién, todo con el propésito de una fiel transmision (cf. Fernandez Tejero, 1984). 4. tig 5 Estabilizacién del texto consondntico (época romana) Lo: cate Hithe $ Masoretas se encargaron de puntuar un texto consonantico fija ‘ i mek . to anteriormente, que respetaron con escriipulo. La fijacion del tes Consonantico habia sido comenzada por los escribas del templo Y i fi de Yabné, donde se ore AY: é E 0 - ohn tras la destruccién del templo (70 d.C.), bajo la direecion te ont Ben Zakkai, con el fin de reconstruir el judaismo sor p qT "4 escrita y la oral. El programa de Yabné esté expresado en osefta Eduyor: é dijeron: «Vendra un Cuand 5 . lo los sabios entraron en la vifia de Yabnt £ za en la Tord y no la tie . = ™po en que un hombre buscara una ensefian! 157 EL TExTO hallara, una norma de los escribas y no la encontraré [...] De forms que un precepto de la Tord no seré igual a otros», Y declararon: «iComencemos con Hillel y Sammai!» (TosEduyot 1,1). Es muy significativo que los manuscritos biblicos del Wadi Muraba‘at y Nahal Hever, de la época de la segunda revuelta iui (132-135 d.C.), presentan ya un texto consondntico muy préximo a que puntiian los masoretas. Con esta revuelta se asocia la figura de R. Aquiba, maestro de una escuela exegética caracterizada por la imPortancia que atribuye a todos los detalles del texto, incluidas las modalidades de escritura de las le} ‘ente a quienes consideraban irrelevantes algunos detalles del texto, formas del «lenguaje de los humanos» (R, Yismael), . Como fue fijado el texto consondntico? La tradicién rabinica menciona que en el templo se guardaban tres rollos de la Tora y que en caso de diferencias de lectura se aceptaba la refrendada por dos de los rollos (Talmud de Jerusalén Ta‘anit 4,2). La Misna atestigua la practica de corregir sobre el rollo conservado en el templo: «No sé Pueden escribir libros, filacterias y los textos que se colocan sobre las peias en los dias intermedios de fiesta, ni tax siquiera se puede anit, wna sola letra, incluso en el Libro del dent (Misnd Mo'ed Qatan 3,4); el «Libro del Atrio» se efiere indudablemente al depo- sitado en el templo, que era leido solemnemente por el Sumo Sacer- dote el dia de la Expiacion (Misng Yoma 7,1); algunos manuscritos cambian la palabra «atrion (4 (‘ezra’), conside- rando que el libro del templo era el Proclamado por Esdras (Neh 8); modelo para todas las copias. En todo caso, la revisién sistematica de los rollos era hecha Por escribas pagados Por las autoridades deltem- ple «Los revisores de los libros en Jerusalén recibian su salario de Cae iia (Neimeros Rabbah 11,3; Talmud de Babilonia La coincidencia entre el f2 by texto consonantico de los ian se Cae) a uae i servado en el templo no bode ** Preba que el rollo cansery ie Ae la slogan hime Ae lat eats, 8° Aes ah ihe de YeXt eittke varios (ct. infra). ate: 8 esctiba: Se atribuyen también determinadas 2 Faciones del tex ntico, que deben provenir de época é gua, probablem, or al 70, pues estan ya admitidas °° S (soferimn) ‘© consonai lente anteri, 158 EL TEXTO HEBREO DEL ANTIGUO TESTAMENTO texto comentado por los rabinos tannaftas (siglos Hl d.C.). Entre estas alteraciones figuran: a) La inclusién de un nun (letra n) invertido en nueve pasajes del texto hebreo. Seguin el midrds Sifré Nitmeros (siglo m1), el nun invertido indica que un versiculo esta fuera de su lugar. Cuando el midrds interpreta asi el mum, es porque ya estaba incluido en el textus receptus. b) La inclusién de puncta extraordinaria sobre quince palabras de la Biblia hebrea, diez en la Tord y el resto en Profetas y Escritos. También pertenecen a época antigua, pues estén atestiguados en Sifré Nrimeros y Abot de Rabbi Natdn. Lo més probable es que estos puntos marquen palabras dudosas y tengan relacién con una incipiente critica textual. c) Los tiqqune soferim, 0 «correcciones de los escribas», son die- ciocho pasajes del texto biblico que la tradicion rabinica mas antigua (Sifré Niimeros, Mekilta, Midrds Tanhuma) reconoce que han sido alterados por motivos teolégicos. d) Los ‘itture Soferim, «omisiones de los escribas»: cinco casos en los que debe leerse una palabra que ha sido omitida (cf. Talmud de Babilonia Nedarim 37b). 5. Estadio de fluidez textual (época persa y helenistica) Hasta los descubrimientos de Qumran los manuscritos hebreos bibli- cos mas antiguos eran los de los masoretas: el Cédice de Profetas de El Cairo (895 d.C.), los Cédices completos de Alepo (primera mitad del siglo x d.C.) y de Leningrado o San Petersburgo (1008 d.C). De €poca anterior s6lo contabamos con fragmentos, la mayoria proce- d.C.). Todos coinciden dentes de la Geniza de El Cairo (siglos V-vi" ee aessl? {undamentalmente en el texto consondntieo De época a texts tae el Papiro Nash (siglo I! a. el aman sino uno mixto de Ex 20 y Dt 5 (lo Eee ido del «Escucha, Israel». Sobre la historia de travas 2 @ €poca medieval sdlo se tenia informaci6 ves de conjeturas, del texto biblico n indirecta 0 4 ‘bli ose Gai 0 2 Sm 22 . Gi Biblia Presenta en ocasiones pasajes paralelos come = atovetl ar 18; Sal 14 = Sal 53 y otros, con diferenciss acta liceraria Y edaccién como en la transmision del texto (CHES criti i erior nO es a textual). Ello hacia suponer que «la uniformidad Pensions “¢_ binarian, pues antes de la fijacién del canon existi difere: nites del texto biblico (Pérez Castro). jan re 159 EL TEXTO La informacién indirecta procedia de la versién de los LXX y sus recensiones, de las versiones antiguas (Vulgata, Vetus Latina, Sirfaca), del texto del Pentateuco Samaritano, de los targumim, de las trans- ctipciones de Origenes en sus Hexapla, de las citas biblicas de los rabinos y del Nuevo Testamento y de los qere-ketib de los masoretas. El Pentateuco Samaritano, cuyo manuscrito es del siglo x1 d.C., contiene 6.000 variantes respecto del texto masorético; 2.000 de ellas comportan una variacién de sentido del texto. Descartando las citas del Nuevo Testamento; se teafirma, que existfa un texto biblico distinto del LXX y otras versiones antiguas, rético, podria pensarse en tradi Por tanto, la conviccién de masorético. Respecto a los que a veces divergen del texto maso- Los descubrimientos del mar Mu biblicos cuya antigiiedad supera en 1 cos, confirmando asf la hipotesis de |. textos. La mayoria de los manuscritos biblicos un texto muy préximo al masorético ° 60% en la estimacién de Shifm: coincidentes con el hebreo sul LXX y al Pentateuco Samaritano, el 20% Tepresenta un ti i ferto han dado a conocer textos -000 afios a la de los masoréti- Proto-masorético, hasta un ann, un 10% se Teparte entre textos copiados alli, sino d s €n Massada, Wadi Murabba‘at y Nahal Hever Provenian, en sy Mayor parte, de otras na del mar Muerto Por ser el aa Por tanto, los manuscri- en el que se transmitian los Ultimo reducto en las guerras contra Ry tos revelan el estado de fluidez textual libros biblicos en Palestina, El tipo Proto-masorético, Sima eeao ya seguramente reconocido por entonces en el templo, fy " - do en la Tanak o Biblia de los rabinos, > fue el asumi Remontandonos a los origenes de tales difer, fi encias, las cuestiones de critica textual se entrecruzan con las de crit ston‘ tica literaria yu . . e y les en determinadas piezas y libros no se trata ya de variantes de ee 160 oo EL TEXTO HEBREO DEL ANTIGUO TESTAMENTO texto, sino de dos textos o ediciones diferentes. Las teorias clasicas al respecto son las siguientes: a) Antes de los descubrimientos del siglo xx, P. Lagarde (1863) suponia que los manuscritos hebreos se remontaban a un ejem- plar tinico palestino, al igual que los griegos procedian de uno egipcio. Mas alla de estos dos textos slo cabfa hacer conjeturas. b) P. Kahle, tras el estudio de los manuscritos de la Geniza de El Cairo, propuso la tesis opuesta: el tipo proto-masorético judio, el samaritano y el de los LXX derivan de un esfuerzo de un cacién realizado respectivamente por judios, samaritanos y cris- tianos a partir de textos vulgares anteriores. El proceso es com- parable al de los targumim populares palestinos, que finalmente fueron uniformados en un targum oficial. ©) F.M. Cross elabor6 la teorfa de los «textos locales», basada en el estudio de los manuscritos del mar Muerto. La diversidad de textos que circulaban en la época de Qumran puede reducirse a tres tipos, desarrollados entre los siglos v-1a.C. en los tres gran- des centros del judafsmo: Palestina, Egipto y Babilonia. _ _ Otra explicacién supone que sdlo se conservaron los textos que judios, samaritanos y cristianos consideraron propios, mientras que otros no ligados a ningtin grupo social acabaron por desaparecer (Talmon), Por otra parte, se ha insistido en el caracter individual de cada texto e incluso de cada manuscrito, irreductible a cualquier tipologia textual (Tov). En los tltimos zis ve han estudiado: . Modo especial numerosos textos para-biblicos, fronteri70s ic biblico ris no biblico, como el Rollo del Templo (11QT) 0 Ia Rand frasis del Pentateuco (4QPP = 4Q364-367), que presentat emsiones Y cambios de orden respecto al texto de las recensiones. Fats prob a Matica va mas alla de la de los tipos textuales y_ del am! toe - critica textual para introducirse en el de la critica literate sea ‘ Cusiones respecto al proceso de edicién de la Biblia pr Pre-cristiana, } pp ley MW Ww wy fo c 0 Sc CHOKE i Aiea gaa “lon Baby: 1B, Bibi HEL egy > “La Poliglota de A } Humamsino © e le Alcala en e) Hut 7 iM tictin facsimile de la Biblia Poliglota Complutense pe “Paftola/Universidad Complutense, Valencia, 1987, PI Editions iver o> Btu p . , _ sitainey ites histoire du texte de VAncien Testanten”s 'o>g “Vandenhoeck & Ruprecht, Pribourg/Gartinge 161 EL TEXTO Cross, F. M. Y S. TALMON, Qumran History of the Biblical Text, Harvard University Press, Cambridge/London, 1975, . Ditz MACHO, A., Manuscritos hebreos y arameos de la Biblia, Agostiniane, Ror 1971. ; | : FERNANDEZ Marcos, N. y E. FERNANDEZ TEJERO, Biblia y humanismo. 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