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A DESMENTIR
DETOX.
Hay pocos conceptos que, como nutricionista, me enfaden más que la palabra
“DETOX”. No existen alimentos que te ayuden a eliminar toxinas. Ningún
alimento per sé tiene cualidades “detoxificantes”. Los únicos elementos capaces
de desintoxicar tu cuerpo son los órganos encargados de ello: el hígado y los
riñones. Y con “desintoxicar” no hablamos de eliminar toxinas, sino de
metabolizar los nutrientes, que consiste en realidad en transformarlos para que
el cuerpo utilice las partes que necesita y deseche las que no.
Además de que es una idea errónea que no funciona para tal fin, hacer una
semana “detox” siguiendo las indicaciones de según qué gurús alimentarios, es
considerablemente peligroso, por no hablar de hacerlo durante mayores
periodos de tiempo.
Esta es fácil: NO. Come fruta, cuando quieras, pero come fruta. De verdad que no
sé de dónde ha salido la preocupación de si es mejor comerse la fruta antes o
después de comer. Ni fermenta, ni tiene importancia. Su contenido en nutrientes
es muy similar al de las verduras frescas, y no veo a la gente empeñada en saber
si la ensalada es mejor dejarla para el postre...
3. La soja es perjudicial.
La soja ni es la panacea ni es peligrosa. Se estuvo hablando mucho de que la soja
tiene efecto estrogénico (afecta a las hormonas) por su contenido en isoflavonas,
que son fitoestrógenos de origen vegetal.
Lo cierto es que todo este revuelo surgió de un estudio (del siglo pasado, todo
sea dicho) que se hizo en el cual se propició unas altas dosis de isoflavonas
concentradas a un grupo de ratones de laboratorio, que acabaron por desarrollar
cáncer de mama. Este es uno de los temas controvertidos que se discutirán
hasta el fin de los tiempos. Las dosis de isoflavonas que se ofrecieron a los
ratones eran tan elevadas que jamás alguien que consuma soja de forma
habitual y proveniente de fuentes naturales (es decir, soja en formato tofu,
tempeh, soja texturizada, bebida de soja, etc., y NO en suplementos de
isoflavonas de soja concentrada) podría alcanzar a consumirlas.
Encima, sí que hay bastantes estudios que confirman los beneficios de consumir
soja para paliar los síntomas de la menopausia, también otros que corroboran
que la soja es una excelente fuente de proteínas completas, colina, ácidos grasos
esenciales y fibra, así como otros que incluso llegan a afirmar que la soja puede
ayudar a prevenir la aparición de diferentes tipos de cáncer, no solo por las
propias cualidades de la misma, sino porque su consumo podría desplazar la
ingesta de otros alimentos pro-cancerígenos (como, por ejemplo, las carnes
procesadas).
Sí que es cierto que en algunos casos particulares hay que ser cautos. Con
problemas de tiroides hay que controlar su consumo en el caso de los niños y
moderarlo en adultos correctamente tratados. Hay que vigilar también que no
haya intolerancia a la soja. De resto, podríamos consumir soja a diario sin ningún
tipo de problema.
Junto dos mitos en uno porque hacen referencia a una misma idea: que lo
importante es adelgazar, “quemar grasas” y no importa de qué forma lo
logremos. Pues ni es verdad (hay salud en todas las tallas), y encima la forma
que tengamos de mejorar la composición corporal (que NO “adelgazar”) SÍ
importa.
El limón con agua tibia en ayunas por las mañanas puede sentarte bien, puede
que te guste el sabor, puede que sea una forma estratégica de beber más
agua...pero no quema las grasas. Y, de hecho, si te pasas y consumes agua con
limón de forma sistemática y concentrada todos los días, podrías dañar el
esmalte dental debido a la acidez (como ocurriría también al fumar o al beber
cocacola).
Los productos “light” por otra parte, no son más que la versión acalórica, sin
azúcar, sin grasa o sin lo que sea que normalmente encontramos en productos
altamente procesados y totalmente innecesarios para el organismo. Véase:
queso light, refrescos light, yogur sin azúcar (pero con mucho edulcorante),
yogur sin grasa (pero con mucho azúcar), aguacates light (en serio???)...
Come comida real, materia prima e integral de calidad (lácteos enteros si los
consumes, cereales integrales, frutos secos con su grasa original...), productos
que no necesiten ser transformados en “light”.
5. El desayuno es la comida más importante del día.
Acabamos con uno de mis mitos favoritos: el de las cinco comidas. No está
demostrado que comer cinco veces al día sea más saludable, sirva para mejorar
la composición corporal o nos mantenga más saciados a lo largo del día. Mucho
menos que dicha afirmación sea aplicable a todas las personas.
Sí, es cierto que en algunos casos dividir las ingestas en menor cantidad y mayor
frecuencia ayuda, especialmente en aquellas personas con tendencia a picar
entre horas. Sin embargo, también ocurre que existen personas que se obligan a
desayunar cuando no tienen por qué.
No, los lácteos no son necesarios. No, un zumo de fruta comercial (con o sin todo
su azúcar añadido) nunca será comparable a una fruta entera. No, los cereales de
desayuno no cuentan como ración de cereales (tienen muchísimo azúcar y no
proporcionan los micronutrientes y la fibra presente en los integrales).