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ESPERANZA

Sonó el timbre.

Maria dejo de limpiar los boquerones y secó sus manos en el bambillo.

Buscó las monedas para pagar al chavea de la Ràpida.

Su Juan siempre decía que le estaban haciendo el gato pero ella volvió a poner el número
junto a la estampita de la virgen del Carmen.

- Sabes que no pido "na pa mi". Dijo.

Sonó el teléfono. LLamaban del "Carloshaya". Tenían un posible donante para su Juan y
debía firmar los papeles.

La ráfaga de aire al cerrar la puerta hizo caer el número y la estampita.

Los boquerones se quedaron en el fregadero.

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