Un viernes común y corriente me encontraba en las afueras del colegio jugando,
conversando, riéndome con mis compañeros, ignorando completamente la idea de que el mundo estaba pasando por un difícil, un tiempo de oscuridad, enfermedad que a cualquier miembro de la institución educativa, nuestras familias, amigos o parejas sentimentales, también por otro lado Personas disgustadas con otras por una mínima discusión sin saber que esa podría ser la última vez en mucho tiempo, todo sin tener la mínima idea de que no nos volveremos a ver, abrazar en mucho tiempo. Después de las risas y juegos tomamos cada uno su bus individualmente, otros en grupo y seguir disfrutando del fin de la jornada para ir a casa y descansar después de varias horas sentados recibiendo clases, otros dictándolas, realizando exámenes y otro sin fin de responsabilidades.
Posteriormente estaba revisando las redes sociales, jugando, chateando; en la sala de
estar alrededor de las horas del mediodía, cuando sale un reportaje del noticiero en el que nos informaban en el que se empezaría un periodo de confinamiento, lo más curioso es que fue poca la importancia que le dimos a esta situación, cada uno en su interior se dijo: “Que sea lo que Dios quiera” y así fue… Algunos tomaron conciencia, empezaron a tomar las medidas preventivas, pero otros simplemente no lo hicieron y rompieron el confinamiento por distintas razones, algunos simplemente por irresponsabilidad u otros por necesidad.
La cuarentena ha impactado en la vida de todos de distintas maneras tanto
positivamente o negativamente, este ha sido un tiempo para recapacitar sobre nuestras acciones, que tan completos o felices nos sentíamos en el día a día, que tanto bien nos hacen las personas con las que frecuentábamos o lo más importante ¿nos brindamos el suficiente amor tanto a nosotros mismos como a nuestro prójimo? Estas preguntas han revoloteado por mi cabeza todos estos días y decidí cambiar aquellas cosas negativas. Paso más tiempo de calidad en familia, me he organizado más académicamente hablando, examino todas las noches que buenas y que malas acciones y decisiones tomé lo transcurrido del día, empecé una rutina de ejercicios y empecé a comer sano. Creo que a muchas personas como a mi esta situación ha sido de gran ventaja y una ayuda para ayudarnos a analizar lo verdaderamente importante