Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
BLOQUEOS AURICULOVENTRICULARES E
INTRAVENTRICULARES
Responsables de la monografía:
Calle Herrera, Junior
Galvao Costa Leite, Dan
Gavidia Quispe, Abigail
Ginez Limachi, Gaby
Gonzalez Humpiri, Rocio
López Echevarría, Kevin
Olarte Durand, Mely
Pérez Vela, Laura
Asesor:
Dr. Marco Antonio Heredia Ñahui
Lima- Perú
Dedicatoria
Diagnóstico-. El diagnóstico preciso del tipo de alteración que causa la bradiarritmia es clave para
establecer el tratamiento y, especialmente, la urgencia con la que se debe establecer el mismo. La
correlación de los hallazgos electrocardiográficos con los síntomas que padezca el paciente es
también esencial en la evaluación de la decisión de la necesidad de tratamiento. Parte fundamental
del diagnóstico es la exclusión de causas de bradiarritmia potencialmente reversibles.
Manejo-. El manejo de las bradiarritmias está encaminado, a corto plazo, a prevenir que se produzca
una parada cardíaca. A largo plazo debe decidirse sobre la necesidad de implantar un marcapasos
definitivo en base al tipo de alteración y a la repercusión clínica para el paciente.
2. Introducción-.
El presente trabajo hace referencia a los bloqueos auriculoventriculares y las anomalías de
conducción intraventricular, los primeros clasificados como un tipo de bradiarritmias a causa de
trastornos de conducción con una frecuencia cardiaca < 60 lpm (según guía Americana de
cardiologia y la guía española de cardiología) , sin embargo estudios poblacionales consideran como
límite inferior de frecuencia cardiaca < 50 lpm y pausas sinusales >3 seg, estos trastornos de
conducción son una observación clínica frecuente, puede ser una reacción fisiológica en ancianos
sanos o atletas de largas distancias, o corresponder a diversos trastornos patológicos del ritmo, que
en el caso de los bloqueos AV hay una interrupción parcial o completa de la transmisión del impulso
eléctrico desde los atrios a los ventrículos; en cuanto a las anomalías de conducción intraventricular
incluyen los bloqueos de la rama derecha del haz de la rama izquierda del haz o el fascicular o
combinaciones de ellos, anomalías observadas con frecuencia en ancianos o de forma asociada a
una miocardiopatía dilatada.
Ante lo cual un diagnóstico correcto que incluya la correlación entre síntomas y ritmo cardiaco es de
suma importancia y generalmente se establece con exploraciones diagnósticas no invasivas. Este
trabajo es una recopilación de diversas guías calificadas en el tema de bradiarritmias y trastornos de
la conducción, se hablará de la fisiopatología, diagnóstico, pronóstico y todas las opciones de
tratamiento a cerca de los trastornos de conducción auriculo ventriculares.
3. Epidemiología-.
· Valvulopatía
La prolongación del intervalo PR o bloqueo AV de I grado ocurre con una frecuencia de hasta 5%
en pacientes de edad avanzada.
En pacientes con cardiopatía se reporta incidencia del 10%, en pacientes jóvenes sanos,
asintomáticos se reporta incidencia de 0,52%.
La incidencia del bloqueo AV de II grado en todos sus tipos llega a ser del 2,7% en pacientes con
cardiopatía estructural. Cerca del 80% de los casos de bloqueo AV de III grado ocurren en
pacientes mayores de 50 años. El bloqueo de III grado es excepcional en la población normal.
Una excepción es el bloqueo AV de III grado congénito (frecuencia aproximada 1 en 15.000 a
25.000 nacidos vivos). (1)
Los bloqueos AV de I y II grado tipo I (Wenckebach) son más frecuentes como resultado de un
trastorno a nivel del nodo AV. En estado de reposo, el balance simpático-parasimpático
manifiesta una influencia balanceada sobre el nodo AV. Sin embargo, en algunas situaciones (ej.
Atletas, sincope vaso-vagal y toxicidad digitálica) el control parasimpático es predominante y el
resultado puede ser el desarrollo de bloqueo AV de I y II grado tipo I o aun grados mayores.
También el bloqueo AV de I grado es un hallazgo frecuente de adultos jóvenes sanos y más
común en adultos mayores. Los bloqueos AV mediados por aumento del tono vagal son en
general benignos, aunque en casos aislados de bloqueo AV de II grado por vagotonía puede
asociarse a pre-síncope o síncope.
Otra causa común es la acción de diferentes fármacos con efecto directo o indirecto sobre en
nodo AV o sobre el sistema nervioso autónomo o ambos. Es característico el efecto de la
digoxina por incremento del tono vagal o los beta-bloqueadores por disminución y bloqueo del
tono simpático. Ambos grupos pueden causar bloqueo AV de I y II grado tipo I. los calcio-
antagonistas y antiarrítmicos clase IC actúan disminuyendo directamente la conducción en el
nodo AV.
Los beta-bloqueadores, calcio-antagonistas y otros antiarrítmicos a dosis convencionales
raramente se asocian con el desarrollo de bloqueo AV completo de novo. Pero, en casos de
enfermedad preexistente del nodo AV puede ocurrir un bloqueo AV completo o transitorio
inducido por estos fármacos.
Los trastornos metabólicos (enfermedad de Addison) y electrolíticos (hiperpotasemia,
hipermagnesemia) condicionan retraso y bloqueo a nivel nodal.
La causa más común del bloqueo AV adquirido es la fibrosis idiopática progresiva, aún en
ausencia de una cardiopatía estructural y puede considerarse que está relacionada con esclerosis
del esqueleto del corazón relacionado con la edad. Se produce cierto grado de fibrosis y
esclerosis como parte del proceso normal de envejecimiento, y la prevalencia aumenta
progresivamente con la edad con un predominio masculino: femenino de aproximadamente 2: 1.
[2]
El bloqueo AV de II grado tipo II Mobitz es menos frecuente que el tipo I de Wenckebach y se
asocia frecuentemente con enfermedad significativa del sistema de conducción (bloqueo de rama
o bifasicular) y tiene una gran tendencia a evolucionar a bloqueo AV de III grado. El bloqueo AV
de conducción 2:1 es un caso especial y puede ser el resultado de enfermedad nodal o
infranodal.
El infarto agudo de miocardio puede condicionar cualquier grado de bloqueo AV y se relaciona
con isquemia del nodo AV, liberación de adenosina y/o aumento del tono vagal. La cardiopatía
isquémica representa alrededor del 40% de los casos de bloqueo AV. [3].
La conducción puede verse alterada con cardiopatía isquémica crónica o durante un infarto agudo
de miocardio (IM) [4]. Hasta el 20% de los pacientes con un IM agudo desarrollan algún grado de
bloqueo AV, con la probabilidad y la gravedad relacionadas con el área y el alcance de la
isquemia / infarto [4-5].
Las alteraciones de la conducción intraventricular (IVCD, por sus siglas en inglés), que incluyen
bloqueos fasciculares y de haces, también ocurren en 10% a 20% de los casos de IM agudo [6-7].
El bloqueo de rama izquierda (LBBB) y RBBB con bloqueo de fascículo anterior izquierdo son los
más comunes.
Por otra parte las anomalías de la conducción intraventricular incluyen el bloqueo de la rama
derecha del haz, de la rama izquierda del haz o el fascicular o combinaciones de ellos. Se
observan con frecuencia en los ECG periódicos de pacientes ancianos, pero pueden darse
también en pacientes de menos edad como observación aislada o de forma asociada a una
miocardiopatía dilatada. Su incidencia se ha estimado en un 11% en los varones y 5% en las
mujeres de más de 60 años, según un análisis del estudio de Framingham, y está aumentando
con la edad.
El bloqueo AV de segundo grado tipo Mobitz II siempre es patológico Los pacientes podrían
no experimentar síntomas o presentar mareos, presíncope o síncope de acuerdo con la
relación entre los latidos conducidos y los bloqueados
El BAV de segundo grado tipo II se define por la aparición de una sola onda P no conducida
asociada a intervalos PR constantes antes y después de un solo impulso bloqueado (los
intervalos PP y RR son constantes). La pausa que engloba la onda P bloqueada es igual a
dos ciclos P-P [13]. Es clásica la aparición del bloqueo de segundo grado tipo II en la zona
distal o inferior (infra) del sistema de conducción de His, a menudo se acompaña de retrasos
de conducción intraventriculares (como el bloqueo de rama del haz) y con mucha frecuencia
origina grados más altos de BAV que el bloqueo tipo I de segundo grado. El bloqueo de
segundo grado (en particular el tipo II) puede acompañarse de varias ondas P no conducidas,
situación llamada BAV paroxístico, y denota notable afectación del sistema de conducción y
constituye la indicación para colocar un marcapasos permanente [14].
Figura. Bloqueo auriculoventricular de segundo grado tipo II
a) Una relación en la historia (es decir a sus antecedentes) y el examen físico de los
pacientes con sospecha de bradicardia o con trastorno de la conducción.
b) Evaluaciones no invasivas, entre ellas tenemos:
i) Electrocardiograma en reposo con sospecha de bradicardia o trastornos de
la conducción. En pacientes con sospecha de bradicardia o trastorno de la
conducción, se recomienda un ECG de 12 derivaciones para documentar el
ritmo, la frecuencia y la conducción, y para detectar enfermedades cardíacas
estructurales o enfermedades sistémicas. El ECG en reposo es un
componente esencial de la evaluación inicial de aquellos con bradicardia o
trastorno de la conducción conocidos o sospechados. Un ECG
adecuadamente cronometrado durante un episodio sintomático puede
proporcionar un diagnóstico definitivo. Para aquellos en los que el examen
físico o el monitoreo de telemetría sugieren bradicardia o alteración de la
conducción, un ECG de 12 derivaciones es útil para confirmar el ritmo y la
frecuencia, la naturaleza y el alcance de la alteración de la conducción, y
para documentar otras anormalidades sugestivas de enfermedad cardíaca o
sistémica estructural ( p. ej., hipertrofia ventricular izquierda, ondas Q
diagnósticas, intervalo QT corregido prolongado, hallazgos sugestivos de
hipercalemia).
ii) Pruebas electrocardiográficas de ejercicio en pacientes con sospecha de
bradicardia o trastornos de la conducción. Las pruebas electrocardiográficas
de ejercicio son parte integral del diagnóstico de incompetencia cronotrópica,
una condición ampliamente definida como la incapacidad de aumentar la
frecuencia cardíaca en proporción con el aumento de las demandas
metabólicas de la actividad física . La incompetencia cronotrópica, a menudo
considerada como la imposibilidad de alcanzar el 80% de la frecuencia
cardíaca máxima predicha por la edad, pero en la práctica es mucho más
difícil de definir, particularmente en presencia de comorbilidades, puede
contribuir a la intolerancia al ejercicio y connota un pronóstico adverso .
Aunque las estimaciones de prevalencia varían ampliamente de 9% a 89%,
parece ser común en individuos con enfermedad cardiovascular, incluido un
tercio de aquellos con insuficiencia cardíaca congestiva.
.
Figura 1. Evaluación del algoritmo de bradicardia y enfermedad de conducción: Los colores
corresponden a la clase de recomendación en la Tabla 2. Consulte la Sección 4 en la guía de texto
completo para su discusión. Las líneas discontinuas indican posibles estrategias opcionales basadas
en la situación clínica específica. * Bradicardia sinusal, ritmo auricular ectópico, ritmo de unión, pausa
sinusal. † Consulte la Sección 3.3.2. Figura 2. ‡ Consulte la Sección 3.3.2. Figura 3. § Consulte la
Sección 6.1. Figura 8. choice Elección del monitor según la frecuencia de los síntomas. AV indica
atrioventricular; y ECG, electrocardiograma / electrocardiográfico.
Intervalo PR Constante
5.2.2.1. MOBITZ I
I. ELECTROCARDIOGRAMA
Encontraremos la prolongación progresiva del intervalo PR durante varios
latidos cardíacos.
Seguido de una onda P no conducida. Después del latido que no conduce el
siguiente intervalo PR es más corto
Con cada siguiente impulso generado el intervalo PR se prolonga
progresivamente hasta que una onda P no conduce.
5.2.2.2. MOBITZ II
I. ELECTROCARDIOGRAMA
A. Tienen intervalos PR constantes generalmente son de duración
normal pero pueden prolongarse.
B. Seguidos del bloqueo de una o más ondas P que no llegan a los
ventrículos.
Intervalo PR Constante
BLOQUEO DE 3° GRADO
Onda P Las ondas P están presentes y son normales, no están relacionadas con los
complejos QRS.
5.4. Tratamiento-.
En el tratamiento de los bloqueos auriculoventriculares, se debe abordar de un punto de vista
diferente a cada paciente. En el caso de un paciente com bloqueo AV de primer grado, en el
caso de que se encuentre el bloqueo en un paciente asintomático, en un primer momento el
paciente no debe recibir ningún tratamiento. La historia clínica del paciente debe ser
estudiada a fondo para encontrar algún fármaco que pueda estar causando el bloqueo y
suspender su uso. Se debe dejar en observación y controlar el avance del cuadro. Los
pacientes que presentan síntomas, entre ellos, hipotensión, síncope, disnea y síntomas de
hipoperfusión cerebral se debe usar medicamentos beta agonistas para disminuir los
síntomas y abordar más de cerca el caso para saber si es un candidato para implante de
marcapasos.
En el caso de bloqueo AV de segundo grado Mobitz I, en pacientes sintomáticos estables, se
debe en primera mano analizar la historia clínica para buscar causas reversibles que para
dicho bloqueo y tratar las causas reversibles de forma directa. Si no es posible identificar
causa reversible el paciente es candidato a marcapasos permanente. En el caso de pacientes
que presenten síntomas de inestabilidad hemodinámica, que puede variar desde una caída
leve de la presión arterial, hasta síntomas de shock hemodinámico, de primera mano
debemos usar atropina IV en dosis de 0.5 mg, pudiendo llegar hasta los 3 mg. Si el paciente
permanece inestable se debe implementar un marcapasos transcutáneo. Si alguno de los
síntomas no cede se debe abordar de forma sintomática. En el caso de seguir con
hipotensión se le puede administrar dopamina IV con dosis de carga de 2-20 mcg/kg/minuto
hasta una dosis de máxima de 50 mcg/kg/minuto. O en el caso de síntomas de falla cardiaca
se le puede administrar dobutamina IV en dosis inicial de 0.5 mcg/kg/minuto pudiendo llegar
hasta dosis de manutención de 20 mcg/kg/minuto en pacientes cardíacos crónicos. Si el
paciente sigue con síntomas, se pueden utilizar las almohadillas de estimulación
transcutáneas para una resincronización activa.
Los pacientes que presentan bloqueo AV segundo grado, Mobitz II el abordaje es muy similar
al mobitz I, debemos inicialmente buscar por causas reversibles, en la ausencia de causas
reversibles, a los pacientes estables son candidatos para resincronización cardiaca con
almohadillas transcutáneas. En el caso de pacientes inestables se le debe administrar de
primera mano atropina, en las dosis ya citadas, si no cede algún síntoma, se debe tratar de
forma sintomática con dobutamina y dopamina IV en infusión para los síntomas ya citados. El
las bloqueos AV de segundo grado, todos los pacientes que persistan con el bloqueo deben
ser sometidos a cirugía de marcapasos permanente porque en el caso de agravamiento del
bloqueo puede progresar a Bloqueo AV completo de tercer grado.
En el caso de los bloqueos AV completos de tercer grado si el paciente se encuentra estable
debemos implementar las almohadillas de estimulación transcutáneas. Si los pacientes
presentan inestabilidad hemodinámica, se debe administrar atropina en las dosis ya citadas,
si permanece sintomático, se tratan los síntomas de forma individual y se aplica las
almohadillas de estimulación transcutáneas. Después de haber controlado al paciente se
deben someter a cirugía de marcapasos ventriculares.
En el bloqueo AV y los bloqueos de rama, el tratamiento siempre debe buscar un tratamiento
a corto plazo, que en la mayoría de los casos será farmacológico o un tratamiento a larga
plazo que buscará el uso de un marcapasos permanente para evitar que el individuo llegue a
descompensarse.
En el tratamiento agudo debemos buscar cuasar reversible como la hipokalemia, la
intoxicación por fármacos antiarrítmicos, como la digoxina y los antagonistas de calcio, donde
el tratamiento va a depender de la gravedad de los casos, pudiendo emplearse, anticuerpos
antidigoxina en el caso de intoxicación por digitálicos. También en pacientes que sufren de la
enfermedad de lyme, en el caso de emplearse el tratamiento antibiótico adecuado, es raro el
caso que se necesite de terapia para el bloqueo a largo plazo.
En algunos casos que el paciente presente síntomas más graves como la síndrome de
marcapaso o síntomas de falla cardiaca, se puede usar atropina en infusiones de 05-1mg,
pudiendo llegar a una dosis máxima de 3 mg. la aminofilina y la metilxantina demostraron ser
eficientes al ser antagonistas de adenosina. En algunos paciente que se hace necesario se
podría emplear el marcapaso transvenoso en el caso de bloqueo de segundo y tercer grado.
En el tratamiento a largo plazo, en pacientes con bloqueo AV de segundo o tercer grado,
siempre se debe buscar el uso de marcapasos de doble cámara. Pero en el caso de
pacientes que presenten bloqueo AV primer grado asintomático, bloqueo AV segundo grado
mobitz I se puede trabajar de una forma más conservadora y no siempre se necesitará una
terapia invasiva como el implante de marcapasos permanente. Este solo será necesario en el
caso de bradicardias por el bloqueo AV o ritmos de escape
El bloqueo AV fue la primera indicación de marcapasos y hoy sigue siendo uno de los motivos
más frecuentes para su implantación, esta decisión se basa en gran medida en la presencia
de síntomas relacionados directamente con la bradicardia causada por bloqueo AV.
Según estudios no aleatorizados el marcapasos permanente puede mejorar la supervivencia
de los pacientes, especialmente en pacientes con episodios de sincope.
En cambio, la estimulación desde el septo ha de ser más útil en vista de los resultados de
algunos estudios; a mediano y a largo plazo conservan mejor la función VI, siendo de utilidad en
pacientes con QRS estrecho; este modo de estimulación es factible y seguro, puede mejorar los
parámetros funcionales y hemodinámicos en el seguimiento a largo plazo.
El tipo 1 de Wenckebach es muy similar al BAV grado 1 cuando se da en personas sanas y/o
jóvenes.. El de tipo II se caracteriza por una tasa elevada de progresión a bloqueo AV
completo, presentando una tasa de supervivencia a 5 años significativamente inferior a la de
los pacientes a los que se ha implantado un marcapasos para un bloqueo AV de segundo
grado. En pacientes con bloqueo auriculoventricular de segundo grado Mobitz tipo I, los
complejos QRS caídos con frecuencia pueden provocar síntomas atribuibles a la pérdida de la
sincronía auriculoventricular, incluso en ausencia de bradicardia.
- Completo (BCRDHH):
A. Duración RS ≥120 ms
B. Onda S empastada en DI y V6
C. Patrón RSR’ en V1 donde R’>R
D. rsr ′, rsR ′, rSR ′, o raramente un qR en las derivaciones V1 o V2. La desviación R 'o r'
es generalmente más ancha que la onda R inicial. En una minoría de pacientes, se
puede ver un patrón de onda R amplio y a menudo con muescas en el cable V1 y / o
V2.
E. Onda S de mayor duración que la onda R o> 40 ms en derivaciones I y V6 en adultos
F. Retraso de la activación intrinsecoide en V1 y V2 > 0.05 s
G. El eje puede ser normal
- Incompleto (BIRDHH): Los mismos criterios de morfología del QRS que el RBBB
completo pero con una duración del QRS entre 110 y 119 ms
Figura. Bloqueo completo de rama derecha
- Completo (BCRIHH):
- Incompleto (BIRIHH):
El complejo QRS ensanchado (>120 ms), pero sin la morfología típica del
bloqueo de rama derecha o izquierda.
Los pacientes con RBBB o retraso de la conducción intraventricular en el ECG también tienen
un mayor riesgo de disfunción sistólica del ventrículo izquierdo en comparación con aquellos
con ECG completamente normales, aunque el rendimiento es menor que aquellos pacientes
con LBBB. La ecocardiografía puede identificar diversas anomalías cardíacas estructurales
subyacentes a la alteración de la conducción, que incluyen cardiomiopatía, enfermedad
cardíaca valvular, anomalías congénitas, tumores, infecciones, procesos infiltrativos,
afecciones mediadas inmunológicamente y enfermedades de los grandes vasos y el
pericardio.
6.3. Tratamiento-.
En un paciente con síncope, la presencia de bloqueo de rama en el ECG es un predictor de
propiedades de conducción anormales identificadas en EPS. Sin embargo, para los pacientes
con bloqueo de rama, la causa subyacente del síncope puede estar relacionada con
mecanismos vasopresores en lugar de bradicardia mediada por bloqueo cardíaco. Se puede
usar un EPS para evaluar la conducción auriculoventricular e identificar la presencia y
extensión de la enfermedad infranodal. Se ha recomendado la estimulación permanente
para pacientes con síncope e intervalos HV ≥70 ms o bloqueo infranodal franco.
El bloqueo de rama ramificado alterno (complejos QRS con morfologías LBBB y RBBB
alternadas) implica una enfermedad de conducción inestable en ambos haces de conducción,
y los pacientes con este patrón electrocardiográfico deben recibir un marcapasos debido al
alto riesgo de desarrollar bloqueo auriculoventricular completo.
En 1 estudio retrospectivo de 1436 pacientes con FEVI de 36% a 50% y LBBB que fueron
emparejados con un grupo de pacientes sin enfermedad de conducción, LBBB se asoció con una
mortalidad significativamente peor (HR: 1,17; IC 95%: 1,00-1,36) y una disminución de la FEVI a
≤35% (HR: 1,34; IC del 95%: 1,09–1,63). PROSPECT (Predictors of Response to CRT Trial) incluyó
pacientes con FEVI de ≤35%, intervalo QRS> 130 ms e insuficiencia cardíaca de clase III / IV. En un
análisis post hoc, los pacientes con una FEVI> 35% (cuando fue evaluada por el laboratorio central)
tuvieron respuestas clínicas y ecocardiográficas similares a la TRC en comparación con los pacientes
con una FEVI de ≤35%. En el ensayo REVERSE (Resynchronization Reverses Remodeling in Systolic
Ventricular Disfunction), los pacientes podrían inscribirse si tenían síntomas de insuficiencia cardíaca
de clase I / II de la New York Heart Association y una FEVI de <40% (aunque la FEVI media fue del
27%). Los pacientes con prolongación QRS y morfología LBBB fueron marcadores de un beneficio
clínico con CRT (terapia de resincronización cardiaca).
Sobre la base de la alta incidencia a corto plazo de bloqueo AV, una estrategia aceptable en
pacientes con síncope, bloqueo de rama y un tiempo normal de conducción HV sería la
implantación de un marcapasos, en lugar de utilizar el Holter de larga duración (clase IIa;
grado C).
Por último, recuérdese que, en pacientes con enfermedad neuromuscular y bloqueo fascicular
de cualquier grado, con o sin síntomas, podría estar indicada la implantación de marcapasos,
ya que la progresión de las alteraciones de la conducción AV es impredecible.
6.5. Evolución y pronóstico-.
El bloqueo de rama del haz (en especial el BRIH) y el bloqueo bifascicular se asocian
generalmente a una mortalidad superior a la de los controles igualados por edad y sexo, pero
algunos trastornos como el bloqueo de rama derecha del haz aislado se consideran benignos.
La mayor mortalidad se explica más por la cardiopatía asociada, sobre todo de enfermedad
coronaria, que por las anomalías de la conducción. Sin embargo, el BRIH puede ser de por sí
una causa o un factor agravante de la insuficiencia sistólica ventricular izquierda a causa de
la reducción de la función de bombeo producida como consecuencia de la activación eléctrica
asincrónica de los ventrículos en el BRIH. En algunos casos, el BRIH puede ser el primer
signo del desarrollo de una miocardiopatía dilatada latente.
● Dada la baja incidencia de bloqueo AV completo, los pacientes asintomáticos con un bloqueo
aislado de rama derecha, izquierda o bifascicular, con o sin bloqueo AV de primer grado, lo
que a menudo se denomina erróneamente bloqueo «trifascicular», no requieren un
marcapasos cardiaco permanente.
● Según guía de la ESC y AHA, se debe implantar un marcapasos cardiaco a los pacientes con
un bloqueo trifascicular verdadero (es decir, un bloqueo alternante de las ramas del haz), un
bloqueo bifascicular crónico o un bloqueo AV de segundo grado Mobitz II o un bloqueo AV
completo intermitente.
8. Referencias bibliográficas-.
1. Michaelson M, Engle MA.1972 y Camm AJ, Bexten RS 1984.
2. Khurshid S, Choi SH, Weng LC, y col. Frecuencia de anomalías del ritmo cardíaco en medio millón
de adultos. Circ Arrhythm Electrophysiol 2018; 11: e006273.
3. ZOOB M, SMITH KS. LA ETIOLOGÍA DEL BLOQUEO CORAZÓN COMPLETO. Br Med J 1963; 2:
1149.
4. Simon AB, Zloto AE. Bloqueo auriculoventricular: historia natural después de estimulación
ventricular permanente. Am J Cardiol 1978; 41: 500.
5. ROWE JC, BLANCO PD. Bloqueo cardíaco completo: un estudio de seguimiento. Ann Intern Med
1958; 49: 260.
6. Killip T 3rd, Kimball JT. Tratamiento del infarto de miocardio en una unidad de cuidados coronarios.
Una experiencia de dos años con 250 pacientes. Am J Cardiol 1967; 20: 457.
7. Godman MJ, Lassers BW, Julian DG. Bloqueo completo de rama-rama que complica el infarto
agudo de miocardio. N Engl J Med 1970; 282: 237.
8. Harris A, Davies M, Redwood D, et al. Etiología del bloqueo cardíaco crónico. Una correlación
clínico-patológica en 65 casos. Br Heart J 1969; 31: 206.
11. Vogler, J., Breithardt, G., & Eckardt, L. (2012). Bradyarrhythmias and conduction blocks. Revista
Espanola de Cardiologia, 65(7), 656–667.
12. Third degree atrioventricular block - UpToDate. (n.d.). Retrieved June 22, 2020
13. Second degree atrioventricular block: Mobitz type I (Wenckebach block) - UpToDate. (n.d.).
Retrieved June 22, 2020
14. Second degree atrioventricular block: Mobitz type II - UpToDate. (n.d.). Retrieved June 22, 2020
15. First degree atrioventricular block - UpToDate. (n.d.). Retrieved June 22, 2020
16. Kusumoto, F. M., Schoenfeld, M. H., Barrett, C., Edgerton, J. R., Ellenbogen, K. A., Gold, M. R.,
Goldschlager, N. F., Hamilton, R. M., Joglar, J. A., Kim, R. J., Lee, R., Marine, J. E., McLeod, C. J.,
Oken, K. R., Patton, K. K., Pellegrini, C. N., Selzman, K. A., Thompson, A., & Varosy, P. D. (2019).
2018 ACC/AHA/HRS Guideline on the Evaluation and Management of Patients With Bradycardia and
Cardiac Conduction Delay: A Report of the American College of Cardiology/American Heart
Association Task Force on Clinical Practice Guidelines and the Heart Rhythm Society. Circulation,
140(8), e382–e482.
17. MacGraw-Hill Interamericana,Harrison Principios de Medicina Interna 20º edición tomo 2, pág
1473 (4)