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sistemas frigoríficos
La importancia de evitar la entrada de gases no condensables en los sistemas frigoríficos.
Los gases no condensables, tal como su nombre implica, no son capaces de condensarse dentro
del condensador de un sistema de refrigeración o aire acondicionado a diferencia de los
refrigerantes. Esto puede tener un serio impacto en las condiciones de operación de un sistema,
eficiencia energética, y tiempo de vida de la unidad. En este artículo técnico exploraremos posibles
fuentes de origen de gases no condensables, los efectos indeseables de los mismos y las maneras
de prevenirlo y quitarlo de un sistema frigorífico.
Los gases condensables más comunes con los que nos podremos encontrar son, el oxígeno,
nitrógeno, argón y tal vez dióxido de carbono. Estos gases tienen puntos de ebullición tan bajos
que para cualquier condición práctica permanecerán en estado gaseoso en un sistema frigorífico.
El aire ingresa al sistema desde la atmósfera que lo rodea cuando una unidad frigorífica
permanece abierta. El aire también puede filtrarse al interior de un sistema frigorífico cuando
existe una fuga por el lado de baja presión (el aire nunca debe ser presurizado en una unidad
dado que el oxígeno contenido en el aire puede generar una mezcla explosiva a altas presiones
Cuando un sistema frigorífico debe ser presurizado, por ejemplo para realizar la búsqueda de una
pérdida, generalmente se utiliza nitrógeno o argón. Estos gases inertes son además purgados a
través de las tuberías cuando se realiza la soldadura de las mismas, con el objeto de reducir la
oxidación que se produce en el interior de la tubería.
Nunca se debe estimar de manera automática que se tienen gases no condensables en un sistema
frigorífico por el hecho de obtener una alta presión de descarga. Existen otras causas
potencialmente peligrosas que provocan el mismo síntoma:
Recién entonces, cuando se han descartado estos posibles orígenes como provocadores de alta
presión de descarga, podemos comenzar a sospechar de la presencia de gases no condensables
en el condensador. Se deberá aislar el refrigerante en el condensador, apagando el compresor y
encendiendo el ventilador del condensador durante suficiente tiempo, como para que la
temperatura del refrigerante se iguale a la del medio de condensación, que en este caso es el aire.
Luego, se mide la temperatura del aire y la presión del refrigerante que se encuentra en el
condensador. Si los valores coinciden con los estipulados en la Tabla Presión Temperatura para
el refrigerante de la instalación (colocar enlace a este artículo!!!!!!), entonces podemos afirmar que
no existen gases no condensables en el sistema frigorífico. Si la presión del refrigerante es un poco
mayor a lo expresado en la Tabla, es probable que existan gases no condensables.
Luego de que un sistema frigorífico ha sido abierto durante su servicio, la mejor manera de eliminar
los gases no condensables es realizando un buen vacío. Además, la evacuación es necesaria para
la eliminación de la humedad que pueda haber ingresado mientras el sistema se encontraba
abierto. Durante tareas de servicio, se deben purgar las mangueras de carga antes de introducir
refrigerante a la unidad.