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Fernando Manresa
VIVIR EN EL ESPÍRITU
Pistas para los ocho días de Ejercicios
VIVIR EN EL ESPÍRITU
PISTAS PARA LOS OCHO DÍAS DE EJERCICIOS
Fernando Manresa
Presentación ...................................... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3
Introducción. La entrada en Ejercicios ............................................. 5
Principio y Fundamento ......................................................................... 7
Primera Semana ....................................................................................... 10
Segunda Semana ................................. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 14
Tercera Semana ................................ . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 23
Cuarta Semana .................................... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 27
Fernando Manresa (1934-2020). Jesuita. Doctor en teología y profesor durante años
en la Facultat de Teologia de Catalunya. Estuvo muy vinculado a la formación y al
acompañamiento espiritual tanto en Cataluña como en Bolivia, país en el que pasaba
largas temporadas. A pesar de su amplia actividad docente y pastoral, apenas llegó a
publicar, pues acostumbraba a rasgar sus escritos una vez utilizados para sus clases,
ya que consideraba que Dios y la teología eran algo vivo, que no podía quedar atrapa-
do en ningún manual. Dentro de la colección de cuadernos de Cristianisme i Justícia
publicó en 1986 D. Bonhoeffer a los 40 años de su ejecución (Cuadernos nº 14). La
editorial Sal Terrae publicó en 1989 Una larga marcha. Aprendizaje de la vida religiosa
(Colección Servidores y Testigos nº 41). Y finalmente la colección EIDES publicó su
reflexión espiritual La oración. «Con el sentimiento de una presencia» (EIDES nº 18,
1996).
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PRESENTACIÓN
El texto que tenemos entre las manos es una adaptación del mes de Ejercicios que el
jesuita y teólogo Fernando Manresa propuso de forma personalizada a una religiosa
en Cochabamba (Bolivia), en el año 1997. Hubo quien le solicitó una copia de los pun-
tos que ofrecía y los pasó a máquina de escribir. Así llegaron a Edil Calero, jesuita bo-
liviano, en aquel entonces escolar y actualmente maestro de novicios en Ecuador. A él
agradezco profundamente el hecho de que hayan podido llegar a mis manos. Simple-
mente he adaptado ese inmenso material para que cupiera en el reducido espacio de
este cuaderno, reconvirtiéndolo en un proceso de ocho días de ejercicios, respetando
la integridad del texto original, con algunas correcciones sintácticas. Y todo ello con la
esperanza de que pueda ayudar a ejercitantes y ejercitadores facilitando un encuentro
personal con el Dios “siempre mayor”.
El 6 de abril del 2020 Fernando nos dejó. Tal vez ahora mira este intento con una
tierna sonrisa. En cualquier caso, quiere ser un sincero agradecimiento hacia aquel
que con tanta sabiduría existencial acompañó durante su vida a tantas personas por
las sendas del Espíritu ayudándolas a seguir a Aquel que es camino, verdad y vida
hacia el Dios siempre mayor; un Dios cuya incomprensibilidad se nos ha acercado
para hacer camino juntos en un creciente proceso de comunión.
Los Ejercicios son un camino mistagógico cuyo objetivo es ayudar a vivir de manera
concreta y personal esa comunión en lo real del peregrinaje cotidiano. Por eso, por un
lado, se adaptan a quien los recibe y, por otro, quien los ofrece puede dejar impreso
algo de su sello personal; y ello porqué el Espíritu siempre conduce personalmente.
Quien haya conocido a Fernando, descubrirá fácilmente ese sello personal y encon-
trará también unas pistas que pueden ayudarle a trabajar y trabajarse para así poder
vivir una fe cada vez más gozosamente desnuda, una esperanza tenazmente sosteni-
da y un amor bondadosamente ofrecido.
Acabo citando a Josep Mª Rambla quien, en la preciosa necrológica que escribió con
motivo de la muerte de Fernando, nos recordaba una oración con la que a menudo
concluía sus reflexiones y tareas: «Señor, haz que, en fin, este esfuerzo se pierda
anónimamente –como una gota de agua en el mar– en el tejido de una vida social y
eclesial más verdadera, más justa y más esperanzada».
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INTRODUCCIÓN. LA ENTRADA EN EJERCICIOS
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PRIMERA SEMANA
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SEGUNDA SEMANA
1. Durante estos días de Ejercicios, b) Segundo tipo: [EE 154]. Lc 9,59 ss.
al compás de la contemplación de los (los que querían seguir con condi-
misterios de la vida de Jesús, suele ir ciones)
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También ve con claridad lo que de- las notas que hayas ido tomando en
bería elegir. Pero «¡así no!». Hay días anteriores, qué es lo que hasta aquí
tal vez otro modo de solucionar su parece que el Espíritu te está diciendo.
situación; hacerlo con radicalidad
no tiene tanta importancia, tal vez
no serviría para nada. Así, todo Séptimo momento:
se le va difuminando en esta per- Recapitulación
manente vacilación e irresolución.
Hecho para la claridad, se queda en 1. Se trata de “repetir”, de distintas
la insinceridad y los disimulos le maneras, los momentos fuertes de esta
enredan más y más. De tal manera segunda semana, con el objetivo y el
que queda, poco a poco, insensibili- deseo de reconocer haber vivido inte-
zado al paso del Espíritu del Señor riormente con intensidad algo seme-
por su vida, separado de los demás jante a lo que recordaba San Juan en
y alejado de aquella autenticidad su evangelio (Jn 1,35-39). Se trata de
que vive de pequeñas opciones que recordar esta semana que... «eran las
van concretando oportunamente la cuatro de la tarde».
opción fundamental... Todo esto va
desapareciendo del horizonte. 2. Las tres maneras de humildad
[EE 164-168]
c) Tercer tipo: [EE 155]. Lc 1,26-38
(María) Son tres caminos hacia el fondo evan-
gélico de la vida. No son tres estados,
Lo que en el fondo le sitúa en la son «tres modos de caminar por el de-
verdad no es tal o cual cosa, sino sierto», son «tres modos de esperar y
vivir abiertamente y sin condicio- resistir» que van variando según nues-
nes ante el Espíritu que le llama y le tra capacidad de amar, según dónde
atrae. Esto es lo que le interesa y no esté nuestro corazón.
otra cosa. Le interesa ese «ahora» y
no el después porque su preferencia a) Primera manera de humildad. Uno
y su urgencia no es otra cosa que responde a la llamada del Señor, pero
la voluntad de Dios que se le mani- responde con esfuerzo. De tal mane-
fiesta «así» y «ahora». ra que subraya más el trabajo y des-
prendimiento personal que le supone
3. Nota final su respuesta que la gracia que tal
llamada representa para él. De este
Es bueno en este momento de los Ejer- modo, sigue a Jesús con disponibili-
cicios detenerse en alguna contempla- dad, pero también algo voluntarísti-
ción anterior en la que hayas sentido camente. Le sigue «dejando la piel en
más vivamente que algo se movía por ello», vacilando de vez en cuando y
dentro; o recordar algún momento de con la nostalgia de lo que ha dejado.
los Ejercicios –aun fuera de la oración– Le sigue o bien siempre matizando,
en el que has sentido el paso del Señor o bien solo intencionalmente, como
de alguna forma; o ir repasando, con partido en dos por dentro. En el fon-
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do, aunque le sigue, continúa siendo c) Tercera manera de humildad. Uno
el protagonista de su vida: mirándose va descubriendo que todo lo que
a sí mismo, esperando ser bien pon- hace es desproporcionado respec-
derado, satisfecho de los propios lo- to a lo que podría y debería hacer.
gros y triste por los propios fracasos. Y lo que hace no es otra cosa que
En fin: se sitúa frente a Jesús. acoger agradecidamente el don que
b) Segunda manera de humildad. Uno se le ha ofrecido. Así, vive libre-
siente que su disponibilidad para mente. El «siempre algo más» no
seguir a Jesús le complica la vida. es un deseo meramente abstracto,
Acentúa el carácter de sacrificio sino que se concreta en todo aque-
personal que el seguimiento a Jesús llo que uno recibe y que comparte
supone. El seguimiento de Jesús, del todo. Su respuesta aparece ante
sentido y vivido desde este grado uno como una locura desproporcio-
de disponibilidad, es un seguimien- nada y se siente acogiendo el don
to que tiene un carácter más moral de la libertad como el principio que
que auténticamente gratuito y libre. da alegría a su vivir. Así, una nueva
En tal situación, difícilmente pue- sensibilidad, un tierno amor huma-
de afirmar que está gozosamente nizante, va creciendo dentro de uno
centrado con su misión, o que di- mismo.
cho gozo le brota del ejercicio de
su misión humillada. Uno respon- 3. Algunos textos para la oración: Mt 5;
de de puertas hacia fuera, pero esa Mt 6,19-21; Mt 9,10-13; Mt 10,34-42;
respuesta no va creando en uno una Mt 11,16-19; Mt 11,25-30; Lc 9,56;
nueva sensibilidad porque no res- Gal 2,20. Sin olvidar la petición de
ponde desde dentro de uno mismo. aquello que ando buscando: conoci-
En el fondo, todo sigue dependien- miento interno de Jesucristo para po-
do de la propia capacidad. der dejarme llevar más por su llamada.
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TERCERA SEMANA
b) Segunda etapa: Los apóstoles (Mc Aquellos que fueron curados por
14,66-72), el tribunal de la soledad Jesús, prefieren a otro. Se olvidan
de ti, ¡y no por culpa suya! La vida
Jesús se queda solo, abandonado es así. Pasamos y ya nadie nos re-
por los suyos. Se le alejan. Pedro cuerda. Nos vamos quedando atrás.
sigue a Jesús, pero desde lejos. Nos dicen amablemente que nos
Ello provoca en Jesús soledad. El apartemos. Hemos dejado la piel
grupo se deshace. Lo reunido se allá donde estábamos y ahora senti-
separa. Lo que estaba lleno se va mos con dolor que no nos han agra-
vaciando. La fidelidad se convierte decido lo que hemos hecho.
en abandono y traición. Algo pare-
cido te ha podido ocurrir en algún 3. Envidia, soledad, egoísmo, frivoli-
momento de tu vida. Poco a poco dad, ingratitud... He ahí el conjunto de
fuiste tomando conciencia de que pasividades externas en medio de las
estabas solo. que vives. Y no está en tu mano con-
trolarlas ni evitarlas. Cuando intentas
c) Tercera etapa: Pilato (Jn 18,28-40), evitarlas, todavía te sientes más sumer-
el tribunal del egoísmo gido en todo ello. ¿Qué hacer?, ¿des-
conocerlo ingenuamente?, ¿luchar a
No es mala persona. Teme. Ante- brazo partido contra ello?, ¿hacerte el
pone sus intereses ante Jesús. Es invulnerable?, ¿responsabilizar indis-
el egoísmo. Tal como alguna vez criminadamente a todos aquellos que
también te ocurre, otros se aprove- producen en ti tales pasividades? Todo
chan de tu trabajo, otros hipotecan ello es tan frecuente que, en caso de
tu misión, otros sacan provecho no saber qué hacer o cómo reaccionar,
para ellos de lo tuyo, otros triunfan pierdes una densa ocasión de aceptarte
a costa tuya... vulnerable y aprender a ser llevado por
la vida tal como Jesús fue llevado por
d) Cuarta etapa: Herodes (Lc 23,8- ella: su fuerza ante tales pasividades se
12), el tribunal de la frivolidad enraizaba en su confianza en el Padre.
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CUARTA SEMANA
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«Ayudar» es el verbo con que Ignacio de Loyola expresó
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modestamente su gran deseo de hacer el bien a los otros.
Bajo este lema de servicio y sencillez,
la Escola Ignasiana d’Espiritualitat (EIDES)
ofrece esta serie de materiales ignacianos.
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