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HEM eee eRe Ree MLO S CM oR came ened ue og STOR Ua CMe Ren om Re Lame once nme ee oo @ a Un teremota tar fuerte que hasta rompié os insumentes ‘de mesure, As di un pensacor francés al Holocausio. Asi oodemos tal vex descr las consecueneis del auteri tarsmo y el terrorsmo de Estado en nvesio pas os jefes dela dictadura sabian que el ecuerda y el olvido son elementos fundacianales de una nacign. Por esa. en su interto por cambiar las bases de esta sociedad se planes ‘00 ura police de olvico, (Olsida no slo de lo que estaba sucediendo en ese momen: to —"olvidar el exerminia es parte del exterminio mis: mo". esribié Jean Bevdilerd: més que exo os miltres festahan cecicios a terminae con la memoria hstries que hocio transmit de generacién en genercin lo ideales de comunidad. de partcipacion y movilzacén politica La dictaura militar partié en pedazos nuesra historia, La hizo aticos. Fue un ruta intento por Lausurar ls cortimuidad de nves tee nacin y nuestro socied. Ese sucedehistérco que hace que cada generacgn narca marcaca por sus ancestos: hendecidle por $0 virkides y seleda por as erores Fl autostaismo claus el dilogo y el encuent, Nos le 16 de miedo. de sospecha, de tristeza Paseron casi vente af del final de le dima dictadura mit ltr em la Argentina Los bebés nacidos en coutiveric son yo selolescertes. Siguen todavia eberos os caminos dela Ver= ad y lo hstice, Peo ho comentada a aparecer la neces: dad de la memoria leg e momento de constr puentes uentes que alguna vex caye‘on bajo Las bombas del auto- niterisma y la violencia, uentes que una a las generaciones se convetan en es pacios de dilogo y de transmisién uentes para llega’ 2 oltos terior, habitados por otros Ciudadenos de este vaste pals de la memoria puentes. en fin. que nos pemitan paramos jesto en ol me dh, en este mincsculo momento preseate, para poder per= sa pasado el futuro al misma tempo. Staff —_ en Cat opi Seite Fovwgate owes ‘inte Gites Arab Hue, Nia ne er. ence Cos tec Jews Yang Gra Cnn Cw Cores ei Pn Gane Star | Sein Cannes Fes jae —" ete: Anca Cem ior a2 aseene Cate ses tna Baer Eee Caren Ae 00 fi ta Pat Tan a? Hemorepio St, inonteretehcon suMmario 3. editorial. 4. oidtogos en el pais del olvido 6, Memorias en conflicto, por Elizabeth Jelin. 14. ta cues 18. un mapa por trazar, por Hugo Verzetti n de Ie culpa, por Hilda Sabato. 5. ta Repdilica autista. 26, Pasado presente, por Gabriela Cerruti. 34, El camino de la verdad por Horacio Verbitshy, Ricardo Gil Lavedra, 38. una justicia que quiere saber. por Alejandra Correa, Horacio Catteni, Leopold Schifrin, Maria Elba Martinez y Hugo Cann, 46, Testimonio. por Laura Rojas. 48, ta solidaridad puede vencer a los genocidas. entrevista a Zygmunt Bauman. por Pablo Gianera. 52. El arte toma la posta. 5A. 1a casa, la calle, el estado... por Ludmila Da silva Catela. 64 -Y le contards a tu hijo...". por Abraham Huberman. TD, Las huellas del horror or Alicia Olivera. 78, Programa Memoria, Biblio- teca y Libreria, 80, cuando las piedras hablan, por James E. Young. 94, Haciendo memoria, actividades de la Comisién Provincial por la Memoria, 96. Pare que la historia no se repita, por Griselda Gambaro. editorial La imponided es hijo dela mala memovie. Eduordo Galeano Las dictadoras militares previeron que la continuidad det terrorism de Estado era el olvido. Que para ello era suf Adelina de Alaye, Madres ado por el Partido Justi de Plaza de Mayo calista, a Pata ‘Hugo Canon Fiscal Federal Sara Dovotes Senadora de Bahia Blanca, por el Partido Justiciaita, Estela Carlotto, Abuelas de Aldo Lichegoyen. Iglesia Plaza de Mayp. mmetodista, Asambiea Daset Geta, Diputade por 1 Frente Pais Solara, permanente poe los Derechos Humans. bien provocatvamente cada tanto como seslindonos que alli est, con poder. suficiente para ahogar e reclamo, Y ‘vestto trabajo, aun el mas igus cientico, est be ‘ado de nuestro deseo de que los genocids estén en lo ‘ca1ce. de que el Estado colabore con [a sci. tanto «om la nuestra come con la que en el mundo express un vance mundial en hacer cespetac los devechos hunanos. La reconstruccién de la memoria es une accion 90 sobre pasado: actda sobre el presente: no ests anguilosada, se esconde en museos. Es und memoria viva, dificil 2pasionada, porque al estin cuesias vidas. a de nue 1W0s hjos. nuestros nietos, nuestros companeros. los, los olidadoves, van a tratar de acalla la memoria, Tratarn de dvidida 0 romperla. Nosoios sequremos juntando retazos, verdades y relatos. Flos van seguir tratando de crear “consensos” para sho: (ar la justia, para que las vietimas no sigan contand y sefalando culpable. Nosotros defenciendo los ices por 1a Verdad contra timorates y cdmpices los van a defender y cobijerrepeesoves. Nosatros, acusar 2 ls verdogns. los dicen y dri “el mundo yo no es ef mismo.” ¥ onde ran adoptarse para Ser modernos. Nosotros iatenavemos Febelanos, para que el mundo cambie y ye 10 sea el los sequirancreyendose el todo y onmipotentes. Noso twos porte, parte de millones que siquen andando, parte e un pueblo que necesita que no le raben mis su histo: Fa. Que a pesar de os Videlas, Masseras, 0 los Ast2. 0 los Mactines de Hot, sequica mostrando y demostando _que sigue construyendo suefos. y que que hacer real dad sus recuerdos y verdades. Que no hay Nac sin historia, Uberiad conoid. Estela Carotto Alejandeo Mosquera Coordinadores Comisin Provincial por la Memoria Comisién Provincial por la Memoria Alberto Gordanelit. Uni Civica Radical Miguel Hesaype. Ex Obispo de Vieda Ls Lima. Presidente deta Universidad Nacional de La Plata Vicia: Mend, Asociacn Judicial bonaerense. Alejandro Mosquera. Vice presidente de la Camara de Diputados Addl Pees Esquivel Servicio de Par y istic Eluabeth Rives APM La Pata, Carlos Sancher Viamoate Universidad Nacional de La Pata Lenpoide Scifi, Cémara Federal de La Pata ‘Mauricio Tenemaaum Agrupacién Convergent, Debate: De qué hablamos cuando hablamos de memoria DIALOGOS EN EL PAIS DEL OLVIDO TLUSTRACIOMES El mundo asiste a una suerte de “explosion de la memoria’. HEAMENEGILOO SRBAT los menes optimists sostenen que se rata simplemente de tuna reaccin que surge como contacare de una época de cambios vetiginass yausencia de ances. nla Argentina, 2 mis de vein aos de la ita Dictadu- ‘alta, a memoria colectiva comienza a apaecer como un camino pendent, junto ala verdad ya la jstica.¥ surgen asi punto encuestin. Sila memoria colctva est 14 conlrmadainicamente por el relato de las vicimas y sus familiares ycudes serén ls sopores adecuades —eni- vesarios, monuments y ceremonias, para que se mani- ese El debate posible sobre la responsabilidad que le ca be ala sociedad argentina por ls hechos ocuidos en el pasado. fnalmente, la pregunta sobre cul sel rol del Estado al incorporar el conceplo de memoria colectiva al proceso de demecratizacié.Bizabeth Jeli, Hild Saba y Hugo Verzetti plantean aqui los ejes de un tema complejo {que exge el compromiso de un dilogo permanente. Debate: Entre el pasado y el presente MEMORIAS EN CONFLICTO POR ELIZABETH JOLIN Las rellesiones sobre la memoria colectivarequieren de um eserzo por defini los campos de aci, ls con- eps y las précias sociales en forno a su productién, Jelin analiza el reciente “boon” dela memoria y s€ planta cules son los origenes y ls alances del fen- sién social y politica que desperta esta voluntad de procesar el pasado reciente. os analstas cultural reconocen una “explosion de lo memoria” en el mundo occidental contemporaneo. que coesiste y se refverza con la valoracién de lo efier. fitmo rapido, la fragilidad y tanstoriedad de los hechos. de la vida. Las personas los grupos familiares, las comu ridades ¥ las naciones,nacran sus pasados. para si mis ‘mos y para otros otras. que parecen estar dispuestas 2 Visiter sos pasados. a escuchar y micar sus iconos y Fastros, a prequntar ¢ indagar Esta “cultura de la memo ria” es en parte una respuesta 0 reaccién al cambio pi: {do y a una vida sin ancajes 0 eices. La memoria tiene. entonces, un papel atamente significa tive como mecanisma cultural para fortalecer el sentido de pertenencia , a menudo, para construc mayor con fianza en unola mismofa (especialmente cuando se tate de grupos oprimidos,silenciados y discriminades). La memaria-olvdo, la cormemoracién y el recuerdo se tornan crucial cuando se vincuan a experiencia trau- imaticas colectvas de cepresion y aniquilacién. cuando se trata de profundas catésrofes sociales y stuaciones de sufrimiento coletivo, En un sentido potico, los debates acerca de la memoria de peviodos represivos y de violencia politica se plantean con relacion a la necesidad de constr Sedenes democrsticos los cuales los deechos humanos estén garaetizados pa ‘a todo ta poblacén, independientemente de su clase, “2 23", gfnero,orientacin ideoligica, cliidn 0 etnicidad Las luchas para define y nombrar fo que tuvo lugar du- Fante periodos de quera, violencia politica © terroismo de estado. asi como los intentos de honvar y homenajear 2 las vctimas © identifica a los responsables, son vstos como pasos necesarios para ayudar a que los horrores el pasado 00 se wuelvan a repeti munca mis. EL Cono Sur de América Latina es, en est tema, especial mente signfcativo: hay muchos otros lugaes en el mun “En cualquier momento y lugar es imposible encontrar tuna memoria, una vision y una interpretacién tnicas del pasado compartidas por toda una sociedad. Lo que hay e5 una lucha politica, y no pocas veces esa lucha es ‘concebida en términos de lucha contra el olvido.” do, desde Japén y Camboup a Arica del Sur y Guatemala En verdad, los procesos de demacratizacion post-dct duras militares no son sencills a files. Uno ver insta lados los mecanismos democraticos en el nivel de los ‘procedimientos formales, el desafo se traslada 2 su de ‘sarrllo y profundizacién, Las confrontaciones comien- zon a darse entonces con relacidn al contenido de la de- mocracia. Los paises de la reqyin confrontan enocmes Lficultades en todos los campos: la vigencio de 10s de: rechos econdmicos 4 sociales se restringe, hay casos reiterados y casi peemanentes de violencia poicia. hay olaciones de los derechos civiles mas elementales. las minorias enfreatan dscriminacinnes insiucionales sist imitias, Los obstculos de todo tipo paca la cal igen: cia de un “estado de derecho” estan @ la vista. A pesar de todo esto. no cabe dude de que la vide cotidiana en estas (rages democracias es sigiicativamente diferente de la vida durante los periodos represivos del pasado ‘eciene. Las desapariciones masivas, el asesinato de po- Ttcos de oposicién, la tortura, los encarcelamientos bitraios y vas formas de abusos son. afortunadamen te, fendmenos del pasado autoritaro. EL pasado reciente es, sin embargo, una parte central ‘el presente. Los esluerz0s por obtener jstcia para las Victimas de violacones a los derechos humanos han te ido poco éxito. A pesar de las protests de Las vitimas \y sus defersores, en toda la reid se promulgaron le= ‘yes que convalidan amoistis 2 los violadores, El conflicto social y politico sobre cémo procesar el pa ‘ado represivo reciente permanece, y a menudo se o9u diza, Para los deleasaves de los devechos humanos, el Nunca mis” involucra tanto un esclarecimiento comple: to de lo acontecido bajo las dictaduras como el corres: pondiente castigo a los vesponsables de las violaciones ‘de decechos. Otros observadares y actores, preocupa dos mis que nada con la estabilidad de las istituiones emocrsticas, estan menos dspuestos a ceabir las ex- periencis dolorosas de la tepresion autositavia, 4 poner f énfasis en La necesidad de abocarse » ls construccion de un futuro antes que 2 volver a visitar el pasado, Des de esta postura, se proaweven polticas de ovido 0 de reconeliacién Finalmente, hay quienes est dispues tos a visitar el pasado para aplaudir wy aforificar el "or sen y proqeeso” de las dictaduras. En todos los casos, pasado un cierto tiempo que pee te establecer un minimo de distancia ene ol pasado presente, las iterpretaciones allernativas (inclusive rivals) de ese pasado reciente y de Su memoria. co- sales y p cn la dif tarea de forjar sociedades democrticas. fas memorias y e505 interpretaciones son también ele ‘mentos clave en los procesos de (re)construcciin de identidades individuales y coletivas en sociedades que cemergen de peviodos de violencia y trauma En caalquies momento y lugar. es imposible en sion y una ater preta ‘6m Gnas det pasado, compartidas por todo una sociedad. Pueden enc: uaese momentos 0 perior ds historicos en os que cf consenso €5 mayor, et los que wn libreto snico de la memoria €5 ms _aceptado 0 hegemdnico. Noxmalmente ese libreto «5 1o.que cucatan los vencedoces de conflicts er 1 batallas hstricos. . er Siempre habrd oasis or torias, otras memoria e imterpetacionesalternati- vas. Lo que hay es un8 lucha politica activa acer «a del sentido de lo 0c ‘Fido, pero también acer a del sentido de la me- ‘moria misma El espacio de la memoria es enton ces un espacio de cho politica, y 90 pocas veces festa lucha es concebida en téminos de la lucha “contra el olvdo ec0" dar para no repei.Las consignas pueden en este pnt ser algo teamposas. La “memoria contra el be ‘ocupar un lugar central en los debates cult cos. Constituyen un tema pico inedible ‘olvido” 0 “contra el silencio” esconde lo que en ealidod una oposicién entre distintas memonas rivals, cada ‘una de ellasincorporando sus propiosolvidos. £5 en ver dad, “memoria coatra memoria Qué es la memoris? €De qué memoria hablamos? Pat ios de una nocidn de memoria como cancepto usado pa (3 etercoga Las manera en que la gente construye un ‘sentid del pasado. y cémo se enlaza ese pasado com el presente en el acto de remwemorarolviar. Esta sterroga in sobve el pasado es un proceso subjetivo: es siempre _2xtivo y construide socialmente. en dislogo ¢ nteraccibn. Esta noc de memoria contasta con lo que se sue ls mar memoria “habitat” 0 avtomstia, donde no hay elle ifn, Son Ios saberes adqueridos sobre hibios sociales bie ‘cos (desde cémo subir una escalera hasta si dar wn. dos 6 tres besos para salud. 0 inguno). Ene momento de aclu, estos conocimientos. que venen de la memoria, se ‘manifiestan como ruins. casi sempre sin reflenin. Con rasta con las memorios narratwas inmersas en afectos y femociones. y es esto lo que las hace “memorables™ lo ue las hace intersubjetvas y con vgencia en el presente Es en este punto, al decie que la gente construye un sentido del pasado en funcion de su “experiencia pass da". que se impone una distincion entre dos sub-qrup0s sociales (que conforman “Ta gente” de la frase ical. Estan quienes vivieron un evento 0 experiencia, y para cllos. esa vivencia puede ser un hito central de su vida Si se trat6 de un acontecimiento taumatica, puede ser un hueco, un vacio, un silencio. o las huellas de ese lvauma manifests en conductas actuales (pocas veces, sin embargo, un simple “olvido?) Estan también quienes no tuvieron la “experienc pasa da" propa. Esta falta de experiencia los pone en une apacente otra categoria: son los “otra/as™ los que 10 lo ivieron en caene propia. Para este grupo. La memoria es una vision del pasado constirda como conocimiento cultural compartido por generaciones sucesivas y por diversos “otrofas” Es con relacion a este Sub-q-upo que se plantean las cuestiones de lo “ransmisiba”, EA qub se ceiere “la experiencia? Ein ol sentido comin, la experiencia se refiere a las viencis directas.inme: datas, subjetivamente captadas dela realidad. Pero una lexén sobre el concepto de “experiencia” adica que 4sta-a0 depende directa y linealmente del evento 0 acontecimiento. sino que esti mediatizads por et len ‘quaje y por ef marco cultural terpretativo en el que se ‘exptesa. se piensa. se conceptualize. Desde esta pers pectva, estamos hablando del proceso en el cual se construye la subjetividad. Pero el proceso 10 es sencilla lineal Qué importa de todo esto para pensar sobee [a mema- ‘ia? Primexo, importa el tener © 90 tener palabras paca cexpresar lo vivido, para constcuw la experiencia y la subjetividad a pac de eveatos y acontecimientos que 1908 “chocan”. Une de las caractristicas de las expecien as traumiticas es la masividad del impacto que pxovo: aa, creando un hueco en la capacidad de “ser hablado © contado, Se pi c2 un agusero en la capacidad de Faltan las palabras faltan los queda desarticuad y slo apa ‘patologias y silencios, co trav imatico altera la temporalidad de at-os procesos psiqui 05 4 la memoria no los puede tomar, no puede recope 2604 transit © comuicas lo vivido, En sequndo lugar. si toda experiencia estd mediads y 0 es “pura” 0 directa, xe hace necesario revisar La supues: ta distancia y dilecencia entve los dos sub-grupos de los que hablamos mas aciba los que viv acontecimiento deben. para poder transformarlo en ex penencia, encontrar las palabras, ubicarse en un marco cultural que haga posible la comunicacion y la Wansen ‘860, Esto lleva a reconceptualizar Io que en el sentido comin se denomina “iransmisin”, es deci el proceso por el cual se construye un conocimiento cultural com partido ligado a una vision del pasado Pensa en los mecansmos de tensmisi, en he 1 legados. en aprendizajes y en Io conformacién de te “Una de las caracerstcas de las experenciastraumti- cas es la masividad del impacto que provocan, creando tun hueco en la capacidad de ser hablado o contado. Se provoca un aguero en la capacidad de repesentacin ‘siquica. Faltan las palabras, faltan los recuerdos. La ‘memoria queda desarfculada y silo aparecen huelas dolorosas,patologias y silencio. lo traumatic alter la ‘emporalidad de otros procesos psiqucos y la memoria ‘no los puede tomar, no puede recuperar ni transmitir 0 ‘comunicat lo vivido (..) Ain aquellos que vivieron e| ‘acontecimiento deben, para poder translormarlo en ex: ‘periencia, encontrar las palabras. ubicarse en un marco cultural que haga posible la comunicacion y la transi sion, Eso lleva a reconceptualizar lo que ene! sentido comin se denomina transmisin.” Desaparecido = Olea «050 + 070 183, H. Sobor Tradiciones, se torna entonces en una trea analitica sig rifcaiva Esto cesuita importante pocque permite articular los nive= les individual y colectvo de la merriay la experiencia, Las memoras son simutinnamente indvidales y sociales 1 colectvas, ya que en la medida en que las palabras y la ‘comunidad de dscurso son coectvas, la experiencia tan bin los. Las vivencias indivduales no se tansforman en experiencas con sevtio sin la presencia de disccsos cl turaes, y éstos son siempre colectivs. su vez, la expe Ferco y la memoria indviales no existe en si, sno que se manifistan y se toxnan coletvas en el acto de compart. 0 sea la experiencia individual const co= imunidad en el acto nareativo compastido Sia embargo. n0 se puede esperar na relaciin lineal 0 deeta entie Io individual y lo colectivo, En la medida en ‘que la realidad es comple, mitiple y cotradictoria. y ‘qu las inscripciones subjetivas de la expecencia no so funcareejosespeculares de los acontecimientos pili 05, no podemos esperar encontrar uns “ineqeaciia” 0 “ajuste” entre memerias individuals y memocias pil ‘a8. 0 la presencia de una memoria ica. Hay contadic- Clones, tensiones,silencis, conflctos, hvecos. disynco “{Cuales son los objetos materiales o los lugares liga- dos con acontecimientos pasados? Monumentos, pla- cas recordatoria y otras marcas, son las maneras en ‘que actores oficiales y no oficiales tratan de dar ma- terialidad a las memorias”. nes, asi como lugares de encuentro y aun “integracign” La realidad social es contractor, lena de tensones 4 conlictos La meme ‘i no se calfica lo anterior, podramos estar frente 3 Una perspective que cent sobre el discurso, sobre la narracion y el “poder de las palabras”. No es ésta la perspectiva que queremos ade- Lanta. El poder de las palabras no es en las palabras rmismas. sino en la autoridad que cepreseatan y en los Dprocesosligados 2 las instituciones que las legitiman, La memoria como constxccién socal narrative implica et estudio de as propiedades de quien narra. de la sat cin que le otorge 0 niega poder y lla autorza a pro: runcar las palabras. Supone también examinar los pro: ces0s de constaxccién del reconocimiento legitimo oto ado sociaimente por el grupo al cual se drige En resumen, la "experiencia" es vivida subjetivamente, es culturalmente compactida yo compatible. Es la agencia humana la que activa el pasado, corporizada en los contenidos cultural (discusos en sentido ampli). La memoria, entonces. se produce en tanto hay sujetos ‘que comparten una cultura, en tanto hay agentes socie les que iotentan corporizar estos sentidos del pasado en diversos productos culturalesvistos como vehicules de la memoria, tales como libros, muses, monumentos, peliculas, libros de historia, etc no e8 una excepcién ‘Algunos vehicuos: Fechas. conmemoraciones y lugares ECbmo estudiar estos vehiculos de la memoria? Una pr: mera ruta paca explora los vehiculos de la memoris consste en mica las fechas, ls aniversariosy las con: ‘memoraciones. Algunas fechas tienen siqrificados muy amplios y generalizados en una sociedad. como el 1) de setiembre en Chile 0 el 24 de marzo en Argentina, Otras pueden ser sigificativas en un nivel cegional 0 local, y fotras pueden ser sigificativas en un plano mis personal © privado: el aniversario de una desaparicin, la fecha de cumpleatios de alguien que ya no ests En la medida en que hay diferentes intepretaciones so cals del pasado. las fechas de conmemoracion publica estas sujetas a conflictos y debates. Qué fecha ems que algunos vebiculos pueden ser mas ficientes en una u ota dieccda (los jos para la pamera, los rmemodisles y monumentos paca la sequnda, los mUSe0S y Imatriles educativos pac la trce'). En todos ests 3 505. lo dominante es la etencin, la voluntad la acc estralégica onentads a este tople objetivo. Transmision hevencias y legados (como cose dejada 2 alguien en tes ramento) suponea la inscripcin de sents nn mensa> 4 Cn [a itencion de preservacion. Estas tes intencionaidades han estado presentes ea el ‘accionae del movimiento de derechos humanos durante los itimos quince aos. El veclamo de justia esto Dresente desde el momento iicial de la Wansicin. Las conmemoraciones, los homenajes 2 través de places 4 ‘monvmentos han estado presents. con “caletammientos” \y“enfriamientos”. a lo largo de la lima década. La Aiscsion sobre museos, archivos 4 Una politica de vestigaiin académica Constituyen en este marco lo nue- v0, lo que esta ala orden del dia en la actuatidad Pero hay ot nivel en el que debe ser estudiadas las rmemorias del pasado. No tanto en la intencionaidad de los actores sino en el reqisco de aprendizayes uy restos practcas y erientaciones que “estan alli” cayos ovige nes pueden rasirearse de manera mis conlusa pero 40 menos significativa en los periodos de cepresion y Hane ‘icin ecientes, Son fs aprendizajes implicitos. pero también las repeticiones rtualizadas, las nostalgias e sdealizaciones. os quicbres y fsuras. los cetazos y so bras de distito tipo. Quizas lo mas notorie €0 auestas sociedades actuales sean los miedos, el sndividslismo y las desconfianzas, Pero también nuevos seatidos de La soliaridad a indignacion frente 2 aS apropiaciones sociales del propio sentido de la no om de derechos humanos y el repudio alas wolencas. ones. y nue eDbade y como ubicas estas procesos de transmit / le (924 /hevedar/cecibic /resignticar/ aprender? €COmo ‘corporat. ademas de la dimensién de la dentificacion 1y la pertenenca, las cuestianesligadas 2 la responsabi Iidod por el pesado? Se puede parti de sujetos colet vos de diferente ampli: desde un indviduo 0 4°p0 de victrias 0 sobvevivientes, hasta —en el limite uaa fhumandad que se concbe 2 sf misma como paticipe 4 esponsable de todo lo humane. En e! medio. y de mar ‘era mas concreta, actores sociales especiticos tales, co ‘mo los ligados al movimento de derechos humanos (con su dferenciacon wterna de “afectados divectos” y “no afectades), 0s actores y moinientos que intor ‘duce en sus preacupaciones (os seatides propios de la memoria de lo ditadura y la tvansicdn (el movimiento {estudianti 0 sindcal. por ejemplo) Hay otto plano, especialmente significative en este te ima, Se trata de las iastituciones estates. La pregunta aqui es céma el Estado y sus institeciones meorporan Interpretaciones del pasado en los procesos de demo ‘<1ai2308. Use prequata adicional: en qué medida asu- ‘men la responsabilidad por el pasado 0 plantean un ‘quicbre entve Io actual el réqimen denocratico~ y el ‘pasado, que "90 10s pertenece”, El siseme educative el dmbito cultura. el aparato judicial, son algunos de los espacios que pueden llevar adelante wna esteateqa ‘de corporacion de ese pasado. Que lo hagan, de que ‘manera, y con qué resultados, es sempre parte de los procesos de luche social y politi a Debat Testigos, complices y participes LA CUESTION DE LA CULPA ABAT Cada sociedad narra, selecciona y ordena los hechos del pasado, de una forma particular. No siempre celige profundizar sobre las causas o plantearse que responsabilidad le cabe como protagonista y testigo de crimenes atroces. En Argentina, cuando se trata de pensar lo sucedido durante la ultima dictadura mili: ‘ar, la revision del pasado y la responsabilidad que ‘como sociedad nos cabe frente @ lo acontecido, es tuna pieza clave para la construccion del futuro, Que recueela, como secuerda wn grupo humane deter ‘minado? éCamo selecciana, orden y naa fos hechos el pasado que intents cescalar dl oid & que estan Condenados la mayor parte de ellos? En suy “Rell ‘nes sobre el olido™ Yosel Yerushalmy sostiene que Lo memoria colectiva de cualquier Grupo human Se cans: wae rescatando aquellos hechas que se constletan cepomplaces para dor sentido ta tentided 4 el desing de ese grupo Aunque teida de cevto esenciasmo connntonsta, este defiicion Ven la ventajs de que pone en pramer plano ‘una cuestion central af bordel tema de la memoria colectiva: la constavcson de la memoria es una ape ‘cn cultral que se funda sobre valores. tt pasado se converte en cantera pata la recuperacion de materiales \ experencias ordenaitos coma velalo que entarnan & la vez que buscan wstiuie un cecuerde ejemplar para ti grape humano Que pasa cuando ese grup human €S tne NACON? Lo ame’ lugae. como ha sefatado Hugo Verzetts en un Trabajo veciente, “dado que lx sociedad 0 #5 conc le como un detor colectx0 fromagereo y no hay on Fuadamenta eseactl permanente, caensten menor 4 Iraciones diferentes” que ~aQreqp Yo cee & onstelacones de valor también distionas Com el fa del site nacional e! pasado se ha abiero 8 apropiacones e wterpretaciones diversas. que han dado lugar 2 confentaciones tan cargadas com las que 0 dean ala exist dl pasado te Vichy en Francia 6 as renovadas polémicas sobre la Shoah Sav embargo. ests fivalidad de memes, qe se considera wn 9g fund mental de toda sociedad pluraisa. no ests oseaurads ‘came alerta Olwer Mong vertise ea esencialista,totalizadora, cuando Grupos que bo memoria puede cow “Estén, por una parte, quienes quieren subsumir la historia en la memoria, entendiendo a esta itima co- ‘mola dinica que remite ala vvencia auténtca,y per- rite recuperar el pasado sin mistcismos. Otros, en cambio, insisten en la oposcién ene ambes, para proteger ala historia de las trampas de la memoria Finalmente, estan quienes entienden ala relaciénco- ‘mo suplementara, como la base de una intreccién ‘mutuamente cvestionadora oun intercanbiodiaéct- 0 abierto que nunca termina de cerarse’ propugnen una identiod fuerte, sustanca, intentan furdar dogmaticamente el futuro a partic de la vemisin 2 un pasado estable depositavio de valores de tradi- ‘669, Los ejemplos na fatan. Por esta via, hasta el ‘or puede llegar a legitimarse invocando “la memoria cultural, nacional y eligiose” EEs imposible, entonces. pensar en una memoria cole va nacional, que ao aplase la diversdad, que asequre cf pluralismo? Aqui entramos en un teritorio en dspula porque la ides misma de nacién y de la identidad nacio fal lo esta, Se pueden sin embargo, ensayer algunas slides. Jirgen Habermas, por ejemplo. he propuesto ‘una identidad nacional basade en cirtas concepciones tniversaes y en lo que llama “patviotismo consitucior ‘nal La base comunitaia dela nacion estaria, en ese caso, en el pacto politico democratico que consituiri et principal lazo solidario entre sus habitants, mais alla de Sus diferencias en otros planos. Se tata de una pro: puesta muy discutida y discutble. Lo atractvo de este planteo para nuestro debate es que permite pensar en ‘una comunidad nacional no esencialisa, capaz de alber- (98 grupos culturalmente hetesogéneos. St la construce 60 de la memoria es —como dijimos~ una operacion cultural fundads sobre valores, podemos postular un trabajo de memoria centrado en la recuperacion de he: chos que permitan consolidar valores tales como Ia de feasa de los derechos humanos ¥y las lbertades demo: alicas, que son constitutives de una ientidad colecti va en el sentido mencionado aviba La memoria se vincula explicitamente con la construc 6 de identidad, o mejor, de formas demttarias que aunque cambiantes y heterogéneas, dan cohesion a grapes humanes. 2 comunidades culturales. incluso & las naciones. Pero dque es, entonces, lo que la diferen ca de la historia? Memoria historia La histona se he desgajad hoy de ese papel legtiman: te del estadernacién que la lev a la aor, Con el fin de la novela nacional, desapavece también ese movi miento histérico que asequraba “el deslizamiento desde paseo hacia el futuro por ta medhacién del presen te donde el futuro aparecia como novedad, pero tam bien como destino (nacional). Esto no ha significado, sin embargo, el fin de la historia como discipliva, Ella flocece, desprendida de sus imperaivos teleol6gicos y de sus obligacioges idenitarias (propias de la era de _2uge de los estados nacion): se ha autonamizado como saber Esta situacion ha generado une fuer tormo 9 las relaciones entre historia y memoria colecti= va. Estin, por una parte, quienes quieren subsumir la historia en la memoria, entendiendo a esta ultima como la Grice que remite a la “y permite recuperar el ‘pasado sin misticismos, (OW0s, en cambio, 19s ten en la oposicién en {we ambas. para prote- fer 2 le historia de las trampas de la memoria Finalmente, estan qui res entionden 2 la cela controversies ‘ion como suplementa fia, como la base de “na iteraccion motu mente cvestionadora 0 ‘un iotercambio dialect 0 abierto que nunca termina de cerrarse” Por cierto que el tema fs demasiado complejo, Mis all de la velacion centre amas construc clones =a de Ia histo ria y la de la memo: Fia— vale la pena, sin ‘embargo, reflexionar sobre el papel de los histoviadoves y de la Investigacion vstice by “Seria importante, sin embargo, crear un consenso ampli, basic y que seré sin dudainestable en la interpretacién del terror, de manera tal que se cons- tituya en un nicleo compartido colectivamente por ‘quienes se identifican con la Argentina como comu- nidad democratica’. en los trabajos de memoria. Daniel Levy considera 2 los historiadores como “actores importantes que. investidos de la legitimidad impartida por su carécter de expertos. coninibuyen a forjar la identided colectiva vincutando ‘pasado y el presente, proporcionando contimidades y lun repertorio de memoria”, materiales 2 los que |a co- ‘munided nacional puede recucrr para autodefinise He sido precisamente la autonomizacién de a historia con respecto los mitos nacional, lo que ha abierto cl camino para [a disputa por los simbolos y los hechos del pasado a incorporar a le memoria colectiva y alos procesos de formacion de ideatidades. En ese marco, el discurso historiogyatico cicula en la esfera publica y los historadores se han convertido con frecuencia en ‘actores importantes de ese espacio. El debate entre cellos, ademis, trasciende muchas veces los limites de Le academia y aimenta las discusiones polticas y culturs- les mis amplias. irgen Habermas ha hablado del “uso iiblico de la historia”. en ocasién del famoso debate de los historiadores —el Histoikrsireit— desatedo en Alemania hacia fines de los ‘Bo. Y han sido historiado= res revisonisas de distin cuno quienes, en varios paises, han contibuido recientemente de manera decis va al cuestionamiento de las identidaces heredadas, de los motivas fundantes de las memovias nacionales. La investigacin histérice puede entonces, actuar contra las cristalzaciones de la memoria individual y colectiva abrilas 2 a interrogacién, cuestionar el conformismo, luchar contra la complaciente “memoria-habito” “Nuestra” memoria Estamos aqui para contribuir a cescatar del olvido fu turo, el pasado de horror y terror de la dictaduca mis sangrienta de nuestra historia incorporarla a nuestra memoria colectiva. La palabra “nuestra” introduce de inmediato un interragaate: questca éde quién? Reto ‘mando la idea de nacién mencionada anteriormente, si ppensamos en la Argentina nacién, entendida como co- rmunidad politica democratica, serén los valores de la democracia los que deberin fundar el proceso de construccia cultural de la memoria dela dictadura Por cierto que hay diferentes versiones de ese pasado 'y que la lucha por dar sentidos especifics a los con tenidos de la memoria se multilican y sequirén mul: plicindose Seria importante, sin embargo. crear un consenso — amplio, Bisco. y que ser sin duda inestable— en la imterpretacin del terror. de manera tal que se consti 1p en un ndcleo compartde colectivamente por quienes se identifican con la Argentina como comunidad demo: catia, No estamos partiendo de cero. Existe ya un punto de farrangue, un piso para trabajar sobre esa construc in, Me refiero al Jucio alas Juntas y et informe de la CONADEP. Ambos constituyen hechos decisivos y teaseendentes de la historia argentina cuya importan- cia ética y politica no puede exagerarse. Representan un momento clave en la consteuecién de la memoria colectva, Afectaron ls cimientas de nuestra identidad fem la medida en que recuperaron hechos hasta enton- ces “olvidados” para convertcios en materia de nves ‘a memoria No se trate solamente de la revelacion pica del ho- ‘ror de los cximenes cometidos por el poder militar pues en realidad buena parte de ese iformacién estaba disponible antes del juici, Los argentinos habianelegi- do no entecarse: ny las declaraciones de los organismos de derechos humanos. ni las denuncias internacionales, 1 ls reclamos pos la vide dramaticamente reiterados por las Madves de Plaza de Mayo. habian alcanzado para perforar la sordera de una parte nada desdenable e avesta opinién pablica. El gesto del jicio y de in forme introdujo, en ese terreno. un cambio fundamen: tal: colocé el tema de los derechos humanos en la base misma de la institucionalidad democrtica. Ese tema se insaurd de manera totalmente novedoss en Ia sociedad acgentina, como aspecto fundador y constitutive de la Comunidad politica que comene6 2 organiza en tor 0 de sus principio. La vevisién del pasado det terro- cismo de estado se conwirtié en una insancia clave pa: sa la construcciba de futuro ‘Se defini asi un piso consensual de memoria colectva Inestable sin dada, sujeto 2 controversia, pero un piso 2 fin, undad sobre valores que no necesariamente hhabian formado parte de la ideatidad argentina ante- ‘ior. Lo que vino después, sin embargo, no fue una afirmacién 0 profundizacion de la senda que marcaba ‘ese gest inaugucal, sino una alternancia de hechos y Desaparecdo «Oleo - 051 ¥ 065 + 1985. H Saat ‘momentos. bastante mas confusos en cuanto al proceso {e construccién de la memoria colectiva, Obediencia ebida, punt final, indulto y oteos retrocesos no a canaaon sin embargo para clausurar la bisqueds. Los twabajos de memoria continian en muchas y vaviadas iecciones, Profundizar el consenso social en torno al pasado & partir de esos valores demaceiticos que hoy gozan de aprobacion colectiva -l plralismo, el antiautortaris: ‘mo, la iqualdad y la libertad: requiere continuar con la rewsion. peco también abordar algunas cuestiones que hasta e! momento han sido escasamente exploradas. Voy 2 mencionar aqui slo una de esas cuestiones: la pregunta acerca de fo que se ha llamado, en el cas0 alemin, “a responsabilidad colectiva por ef contexto ‘ment y cultural en que ios crimenes fueron posibles” No me refiero aqui a l culpa 0 ala responsabilidad ju Fidica, sino @ la dimension social del cima de Weas predominate durante esos afos de terror. Existen, por certo, exploraciones individusles e invest ‘gaciones historicas de ese dificil terreno, pero todavie no se ha generado un clima colectivo de autorefiexion sobce ese pasado. Frente a las revlaciones del Nunca Mas 0 del Jucio@ las hntas, «a las que Sigueron 2 lo largo de todos estos afios. buena parte de los argent- os respondimos como espectadores que desc asombran y condenan los crimenes y alos criminales, ‘ero en ningin momento se incluyen en la escena. Sin fembarqo. como nos muestran los histariadores sin com: placencias. todos y cada uno de nosotros formabamos parte de ella. Es sobre esto lugar en la escena que debemos, también, iterrogarnos, para rescatar del ol- vido hechos que hoy permanecen todavie acultos, “a: idados” ven, se Debate: El territorio de la memoria social UN MAPA POR TRAZAR POR HUGO UEZTENN El Juicio a las Juntas pinto escenas en el imaginario nacional. Algo prometia quedar arés para siempre y prelendiainaugurar un nuevo ciclo hstric, & 16 afios 4e aquel momento, la contruccién de un relat sobre el pasado es parte dele narracin de la democracia, Bajo el sign de lo que no debe repetise el tertoio 4e la memoria es, para los argentins, mpreciso. Las ‘ceremonia, filmes, monuments, anivesarios y lugares son apenas hitos en este mapa. EL tema de la memoria social estivo muy presente en es: tos ditimos afies. como una forma de aludi 2 lo que se fia una recuperacin de la experiencia del pasado Por ‘momentos s¢ tiene incluso la impresion de cierto exceso

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