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CIENCIA FICCIÓN

OLIVER BARONA

-¡No permitiremos que la corrupción empañe la visión que se tiene en el extranjero de nuestro país! –decía
fervientemente Ernesto Barreda Miramón, jefe de la contraloría de Ciudad Principal de la nación del Tequila y el
Mariachi, en el canal seis de la televisora americana, justamente cuando en la competencia se mostraba un
video donde recibía quinientos mil dólares para conseguir el permiso para un pequeño hotel en el centro de la
playa que le pertenece a los japoneses.

-Permítame mostrarle una imagen que nos acaba de llegar –le dijo el titular del noticiario de las diez. Barreda se
quedó tan pasmado que tardó más de dos segundos en recuperar su pose de político perfecto, esbozó una
sonrisa sin poder ocultar la sangre subida a su cara, esa por la que tantos proyectos se le habían venido abajo y
pronunció la más grave sentencia hacía el innombrable:

-¡Esto es obra de gobernación!, intentan poner fin a la prometedora carrera de mi jefe aniquilando a sus
cabezas. Es increíble hasta donde hemos podido llegar. El partido de las manos cortadas ha lanzado una
cruzada en nuestra contra. Sí, eso es lo que está sucediendo. ¿En qué tipo de país estamos viviendo?, la
presidencia utiliza medios federales para atacar a los políticos trabajadores que intentamos darle vida a un
nación podrida de corrupción. Es hora de que todos nos unamos y gritemos a viva voz nuestra verdad; no
podemos mantener la credibilidad en los votantes si se juega de una manera tan sucia. ¿Quién crees que paga
todo este numerito montado?, pues el pueblo, únicamente ellos son los que a cada escándalo pierden la
capacidad de compra. ¿No se supone que íbamos a crecer al siete por ciento anual? Ahí están las mentiras de
este gobierno federal ahogado en la inmundicia de los golpes bajos y absurdos.

-Lo que usted quiere decir es que este video es una farsa, me imagino, porque yo lo veo a usted claramente
recibiendo el dinero –le dijo el locutor envalentonado por la gravedad de la noticia, a lo que Barreda contestó
con otra diatriba para el gobierno federal y cualquier persona que se acercara a ellos.

Al enterarse de la noticia, Demóstenes Santa Magón, el gobernador de Ciudad Principal del país del tequila
adulterado y el mariachi con armónica, rompió en los sollozos habituales de las seis de la mañana. Como todos
los días, juró por la memoria de nuestra santa patria, que el mundo entero se había volcado en su contra.
Despidió a Barreda pidiéndole que le entregara a su chofer la parte del botín conseguido y le aseguró una plaza
en el gabinete federal pasados tres años. Para Demóstenes, los juegos sucios eran cosa de su pasado. Él había
pertenecido al partido eterno de la revolución tequilera, donde la política era el arte de comer mierda sin hacer
gestos. El video incriminador no le afectaba la popularidad conseguida a fuerza de cemento bien empleado. Era
el candidato favorito para ganar las lejanas elecciones, se había convertido en el “inigualable menos peor de los
candidateables”. Su más cercana competidora era justamente la esposa del innombrable, poca cosa para el
partido del olvido comunista, quienes en la sangre de sus compañeros asesinados cimentaban sus esperanzas
para dejar de ser el único partido importante en no obtener la presidencia una sola vez.

En la oficina del secretario de gobernación de la nación del tequila adulterado, agave pasado y mariachi con
armónica, desafinado; estaba Asesino uno, escuchando la llamada telefónica entre el secretario y el
innombrable.

-Si jefe, ya entregamos los demás videos, ahora si el partido del olvido comunista estará completamente
aniquilado. ¿Entonces qué jefe?, ¿si me va a dejar ser su seguro sucesor? Carajo, este cabrón me volvió a colgar
–le dijo a Asesino Uno. –Éste cabrón cree que me puede hacer su pendejo toda la vida. Yo hago todo su pinche
trabajo sucio y resulta que para ser presidente en este pinche país hay que dar las nalgas. Mira, yo te pensaba
contratar para asesinar al pinche tartamudo, pero estoy pensando que sería más fácil si al que matamos es al
innombrable. Le echamos la culpa a los pendejos del partido del olvido comunista y me voy derechito a la
grande. No le vayas a contar a nadie, pero una vez ya me senté en ella y de veras está bien rica.

-Pero, ¿y yo como voy hacerle para acercarme a él? y menos ahora que las cosas están tan calientes, no voy a
poder salir libre de ésta y yo no quiero convertirme en una réplica de mi mismo como le sucedió al que mató al
candidato del partido eterno de la revolución tequilera –dijo preocupado Asesino Uno.

-No seas maricón –le contestó el secretario de gobernación, mientras asesino Dos trataba de solucionar el
problema de audio de la cámara escondida para Asesino Uno.

Llegaron a montones los videos incriminadores de todos los partidos, a excepción de los del partido de las
manos cortadas, ya que los demás partidos apenas los estaban fabricando. Incluso hasta a los niños de la
primaria que jugaban a gobernar el mundo les llegaron sus incriminaciones. En el país del tequila adulterado,
agave pasado, importado y el mariachi con armónica, desafinado, borracho; no importaba si el protagonista de
las cintas era culpable o inocente, si aparecía en cualquier noticiario entonces era un corrupto empedernido.
Muchos ni siquiera recibían el dinero de los múltiples sobornos, incluso hubo uno que recriminó al sobornador
pidiéndole que hiciera sus operaciones de manera correcta. Aun así, él, como todos, fue despedido de su
partido y su cargo. Poco a poco el gobierno se fue quedando sin gobernantes. Inocencio PocoTiempo, un
adolescente que aspiraba a ser algún día el innombrable del futuro, tomaba nota de los acontecimientos. Al no
tener cámara, logró que el presidente de la mesa directiva le cediera el puesto a golpes. Soñaba todos los días
en poder llegar a la presidencia. Aunque agresivo por naturaleza, le interesaba en verdad cambiar a la
sociedad. Escuchaba diatribas y panegíricos por igual tomando de ellos lo que creía correcto. Era uno de esos
especímenes de nuestro pueblo que en verdad quería luchar por su pueblo y lo hacía. No soportaba la
corrupción y comenzó una lucha sin tregua para aniquilarla. Iba a las dependencias gubernamentales,
sobornaba a quien se dejara y gritaba a viva voz que tal por cual era un paria de la sociedad, para después
llevar una grabación al noticiero que le quedara más cerca. Lo que nunca comprendió es porque había tantos
videos y audios sobre el mismo tema en la televisión, pero los que él llevaba con sus propias manos nunca eran
exhibidos y eso que en los suyos si se escuchaba el delito claramente. Aún así no se desesperó y tomó partido,
el del olvido comunista. Curiosamente a partir de ese día, ya con cámara, todos sus videos fueron transmitidos
por televisión nacional.

Asesino Uno asistió como invitado especial a una cena de la fundación Vamos país del tequila adulterado, de
agave pasado, exportado, rebajado y del mariachi con armónica, desafinado, borracho, caro; donde se
encontraría el innombrable. Tomó la copa y espero su arribo. Por fin llegó y pronunció su discurso:

-Hemos limpiado de alicatas el chiquero. Nos costó trabajo pero lo hemos logrado. Hemos desinfectado a este
país de todas las ratas de dos patas y lo hemos hecho rápido. Hemos asegurado seis años de permanencia en el
poder de la familia innombrable y como todos ustedes son unos borregos que ni siquiera están poniendo
atención a las pendejadas que estoy diciendo, entonces ni se dan cuenta. Ya cuando sientan a la innombrable
se van a percatar de su inutilidad. Les dimos con la bota en el trasero y siguen sin ponerme atención. Si vieran
la cara de idiotas que tienen todos sonriéndome y alabándome mientras yo me los estoy chingando –esto lo dijo
muy fuerte y algunas personas del público reaccionaron, él continuó –hemos logrado fortalecer al partido de las
manos cortadas por los medios más honrosos posibles. Asesino Uno fue el único quien se dio cuenta del
agraviante discurso del innombrable y hasta sintió gusto por el acto que estaba por realizar. Esperó a la serie de
abrazos acostumbrados para felicitar al jefe por las sabias palabras pronunciadas y al llegar su turno puso la
pistola en la sien del innombrable y frío, jaló el jatillo. Se escuchó el estruendo y los guardias pronto dejaron a
Asesino Uno irreconocible. Mientras, Asesino Dos tomaba un avión a Europa con el dinero que le había dado el
innombrable para salvar su vida. Pronto el jefe de la nación del tequila adulterado, de agave pasado, importado,
rebajado, con refresco de toronja sin gas y el mariachi con armónica, desafinado, borracho, caro, sin guitarras;
explicaba al teleauditorio lo sucedido.

-Estimados mexicanos grandes y mexicanos pequeños, hoy sufrí un atentado por parte de un grupo, para el
cuál, su único interés es desestabilizar a nuestro país. Por medio de mi muerte intentaban destruir todos los
resultados obtenidos por el trabajo arduo y esmerado de esta administración. Por fortuna, un mexicano grande,
honesto como toda la gente de este hermoso pueblo, me ha puesto sobre aviso y le ha cambiado los mortales
proyectiles al arma por simples balas de salva. Así es, mi salvador era amigo íntimo de mi asesino, pero fue más
fuerte su amor por la patria que su interés por el bienestar de este individuo. Alegrémonos todos, éste deberá
ser un día de fiesta y no de tristeza. Hoy hemos desarticulado a una banda de asesinos mochando la cabeza
-.Así habló el innombrable con el mejor uso de su limitado léxico, sabiendo que la población pone mucha
atención a lo que sucede en la televisión. Llamó en secreto a su secretario de gobernación, le informó como
habían sucedido las cosas, le ratifico en el cargo y le prometió que sería el jefe de campaña de la próxima
innombrable.

-Yo creí que ya le habían caído en la tranza –le dijo Inocencio PocoTiempo a Demóstenes Santa Magón en
broma.

-Y yo creí que te iba a apoyar en tu pluri –contestó –es hora de que conozcas como se trabaja en la política
mexicana. Estos trucos me los aprendí cuando estaba en la revolución tequilera. Número uno: la ingenuidad es
la mayor de las virtudes, Inocencio. No importa lo que suceda a tu alrededor, en este pueblo es mejor ser
pendejo a ser corrupto, sino, mira al innombrable. Número dos: No importa lo que suceda, mientras las chivas
ganen, o mejor dicho, el américa pierda, a la gente se le va a olvidar cualquier suceso, sin importar cuánto se
hayan robado. Y por último, y más importante de todos, y en el cuál estás más frito que Barreda: nunca digas
que te quieres convertir en el innombrable, si así ya me quieren matar, ahora imagínate como me iría si fueran
congruentes mis discursos con mis aspiraciones. Inocencio CadavezmenosTiempo escuchaba con atención
mientras su corazón sentía como todas sus ilusiones morían. Como cualquier adolescente de amplias
aspiraciones, creía en poder convertir al país del tequila adulterado, de agave pasado, importado, rebajado, con
refresco de toronja sin gas, rasposo y el mariachi con armónica, desafinado, borracho, caro, sin guitarras y
menos violines; en México, la legendaria nación que caminaba erguida al saberse el ombligo de la luna. Quería
poesía en su gente, encontraba en sus habituales paseos por el parque miles de tonalidades de verde, hasta
que Demóstenes le mostró la que más le gustaba y le llevó a su mamá sólo cien de los setecientos que le
habían dado “para que te vayas acostumbrando” le dijeron.
-¡Eeeesta noche, le deformamos la noticia!, decía el locutor del canal ocho. Barreda ha sido encontrado. El
exjefe de la contraloría de Ciudad Principal fue hallado no me va a creer donde: ¡en un orfanato! se cree que
intentaba ocultarse en algún sitio donde las autoridades nunca se les ocurriría buscar, nunca se imaginó que el
innombrable deseara tener un hijo más. Escuchemos al presunto y obvio culpable en vivo:

-Es claro que el dinero fue entregado a esta institución, a donde vine a esconderme porque seguramente ellos
tendrían la caridad de recibirme.

-Pero la Madre Superiora dice que usted amagó a todas las monjas para poder permanecer dentro de esta
institución –dijo el entrevistador.

-Era sólo un juego

-¿Y él dinero? Ellas dicen nunca haber recibido nada.

-Pues mire… -y mientras los policías festejaban el arresto mandando saludos a sus familias por medio de la
cámara, Barreda emprendió la huída sin que nunca pudiera ser localizado. Mientras algunos decían que se
encontraba en Las Vegas, otros decían que había escrito un libro sobre el movimiento guerrillero-literario de un
estado del sur y, que por medio de metáforas, se había escondido en lo más recóndito de su casa en cierta zona
residencial.

-Próxima innombrable –decía el innombrable –¿qué ya no me quieres? ¿Por qué ya no me das besitos?, en serio,
¿Ya no me quieres?

-Eres un idiota, por tu culpa iba a perder las próximas elecciones, afortunadamente se me ocurrió la idea de los
videos, porque si por ti fuera, ya estaríamos perdidos todos los del partido.

-No tenías que hacer esto, mira, el próximo año vamos a crecer al siete por ciento, no te digo que en quince,
pero en veinte minutos voy a acabar con el problema del movimiento guerrillero-literario, y voy a aumentar la
capacidad de compra de todos los mexicanos los grandotes y los chiquitos –dijo con lágrimas en los ojos y el
corazón en la mano.

-Ya déjate de lloriqueos, necesito que mañana vayas a un evento de la fundación Vamos país del tequila
adulterado, de agave pasado, importado, rebajado, con refresco de toronja sin gas, rasposo, sin añejar y el
mariachi con armónica, desafinado, borracho, caro, sin guitarras, menos violines, botonadura de plástico; es
importante para quitar la mala imagen que gracias a tus incompetencias tenemos -dijo la innombrable con un
látigo con punta de pata de gallo.

Demóstenes lloraba en su cuarto, se daba cuenta como había corrompido a un joven con esperanzas, con
sueños puros como los había tenido él hacía muchos años. “Pero él ya golpeaba a sus compañeros en la escuela
para obtener poder” pensaba tratando de justificar su acto “si no hubiera sido yo, otro le hubiera entregado
menos dólares y el resultado sería verlo de candidato contrincante en el futuro, hice bien” Y así terminó de
romper el dique que le impedía soltar toda la desesperación que le causaba su situación. Hacía muchos años, a
él también lo habían comprado, no habían sido dólares, sino promesas como se hacía anteriormente –ahora los
jóvenes ya no se creían de nada –Las promesas fueron cumplidas pero a golpe de tortura ajena, de matar al
Demóstenes honesto, “tengo que aprender el sistema para poder cambiarlo cuándo llegue al máximo nivel” se
decía ingenuamente, pero ahora que estaba a punto de llegar tenía tantas deudas, tantos favores para pagar,
que era imposible salir impoluto de tanta mierda. Él no quería convertirse en el nuevo abuelo del partido del
olvido comunista, así que se olvidó de su moral y utilizó a su nuevo alumno como un paliativo que esperaba no
utilizar. El plan era sencillo, en caso de perder las próximas elecciones, haría que Inocencio
YacasinadadeTiempo, con su tremendo carisma, rompiera fingidamente con él y llegara a ser el innombrable
para el siguiente lapso de poder absoluto. Esta práctica había sido utilizada desde tiempos inmemorables por el
partido de la eterna revolución tequilera y cada vez había tenido gran éxito. Así que inmediatamente comenzó
su plan teniendo tal aceptación que a los pocos meses de darle gran fuerza a Inocencio como el gran liberador
del país –algunos hasta les hubiera gustado como innombrable para este periodo, pero no cumplía con la edad –
de tal manera que se olvidaron de él, lo que le aseguraba su triunfo y la continuidad de un nuevo maximato.
¡Miel sobre hojuelas para el olvido comunista!

-Necesito que regrese de su viajecito y cumpla algunas de las órdenes que me dieron y son de verdadera
urgencia –le dijo el innombrable por teléfono a Asesino Dos, quien pensaba en jamás regresar, pero las maletas
llenas de dinero y la promesa notariada de que nunca sería filmado en ninguna de sus actividades lo
convencieron.

- Pero, ¡no cree que matar a Inocencio es demasiado duro?, podría revertírsele y todos perdemos.
-Tú quédate callado y realiza tu trabajo. Yo tengo plena confianza en la astucia de la innombrable… perdón, en
mi sabiduría política.

-¡Eeeesta noche le deformamos la noticia de nuevo! –Anunciaba el noticiero del ocho -Inocencio SinTiempo, el
nuevo caudillo del partido de olvido comunista murió asesinado hace unos minutos. Todo indica que fueron
algunos miembros de su propio partido los que cometieron el ultraje. La cacha de la pistola que se encontró
tenía una calcomanía de su partido y había propaganda para la votación de Demóstenes Santa Magón. Pero
veamos qué es lo que dice el propio Demóstenes.

-Es absurdo que digan que fuimos nosotros, es obvio que todas estás supuestas pruebas fueron plantadas.
Estoy demasiado consternado para seguir con la entrevista, pero si quiero decir algo, y que quede muy en claro,
las elecciones son en quince días y recuerden que: ¡yo soy el rayo sagrado del sol! -Curiosas declaraciones de
quien hace unos momentos iba en lo más alto de las encuestas y ha caído estrepitosamente. Pero vayamos con
nuestro reportero que se encuentra en estos momentos con el innombrable -Estoy aquí montando la guardia de
honor por un cuadro de un partido contrario al nuestro que parece que pensaba honradamente, al igual que
nosotros, ya que parece que sus propios compañeros no lo tenían en muy alta estima. Después de dos años de
gobierno, la innombrable reinstauró la reelección en el país del tequila adulterado, de agave pasado, importado,
rebajado, con refresco de toronja sin gas, rasposo, sin añejar, provocador de cirrosis colectiva y el mariachi con
armónica, desafinado, borracho, caro, sin guitarras, menos violines, botonadura de plástico y cantando las
eternas golondrinas.

Oliver Barona
Celaya, México

CON LA CRUZ A CUESTAS


DAVID W. MARTÍNEZ

Haciendo la señal de la santa cruz sobre la cabeza del muchacho, doña María, entristecida por lo sucedido a
Juan Carlos su hijo mayor, le bendice y despide. Él, campesino de oficio jornalero, enfermo y abatido parte de su
rancho, cargando como posesión personal una botella de plástico llena de agua, pantalón roto, camisa
desaliñada, y los zapatos, por el uso que les da los tiene tan desgastados que las suelas presentan agujeros.
Junto a su madre y seis hermanos menores, Juan Carlos vive en un rancho escondido de la civilización moderna.
Caminará ocho kilómetros, desde la Cooperativa Los Horcones, lugar de donde procede hasta el caserío San
Simón, esperando llegar a tiempo a donde el promotor de salud para ser tratado de una infección bacteriana de
su pierna derecha. La enfermedad se le desarrolló de una herida que se hizo con el machete al cortar caña de
azúcar.

Es jueves y de costumbre, en la asamblea, los legisladores seguramente aprobarán el aumento al presupuesto


general de la nación. Se habla de una cifra astronómica, más de dos mil millones de dólares, y ningún partido
político, dizque representantes del pueblo quiere quedarse sin su tajada. Harán cualquier tipo de componendas
con tal de lograr sus objetivos financieros... Los hermanos menores de Juan Carlos, de muy de madrugada se
hallan pescando en las riberas del río Lempa. Posteriormente, cercano a la carretera Panamericana, venderán al
más bajo precio lo pescado. En el botiquín del promotor de salud del caserío no hay medicina para el
tratamiento de la infección que padece Juan Carlos, solamente le higienizan la parte afectada, pues la cruel
infección le carcome los huesos y se le ha metido por un costado, y como una dama implacable le acompañará
hasta la muerte. Desde el lugar donde se encuentra, Juan Carlos emprende una caminata de otros ocho
kilómetros para arribar a la autopista principal. En la carretera busca abordar el primer medio de transporte a su
vista, desplazándose a la clínica del pueblo más cercano. En el momento que parte a buscar la clínica, el
presidente de la república, sin nada de gracia y con un discurso politiquero que aprendió en las escuelas de alta
gerencia estadounidense, justifica en una improvisada conferencia de prensa que del aumento al presupuesto
nacional una gran parte será para incrementar en un cien por ciento la partida secreta de casa presidencial a
más de ochocientos millones de dólares... A los hermanitos de Juan Carlos les han pagado un dólar por todo el
producto que pescaron en el transcurso de la mañana

En la clínica del cantón no pueden hacer nada por Juan Carlos, repitiendo el tratamiento que antes hizo el
promotor de salud del caserío. De tomar le dan antibióticos para tratar de detenerle la fiebre. Por la tarde, la
flamante esposa del presidente de la república, celebrará un aniversario más del parque tristemente llamado
De la Familia. Solamente al gobierno se le ocurrió hacer un parque pequeño, donde hoy se paga por entrar, en
medio de un bosque inmenso, donde antes paseaban gratuitamente los capitalinos. Para su construcción,
equipamiento y mantenimiento, se desembolsaron veinte millones de dólares, sin tomar en cuenta lo gastado
ocultamente... Con el dólar que han ganado sus hijos menores, la señora se alista para ir a la tienda del cantón
a realizar sus comprados. Del lugar en el que se encuentra, Juan Carlos aborda con dificultad un camión de
carga, viajando diez kilómetros en calles empedradas hasta el pueblo de Mercedes Umaña. Al llegar a la Unidad
de Salud presenta más de cuarenta grados de temperatura. Aunque intentan auxiliarle, los enfermeros del lugar
no pueden hacer nada por él y se limitan a entregarle una referencia para que sea atendido de emergencia en
el hospital San Pedro de la ciudad de Usulután. En esa misma localidad, la Asociación de Ciudadanos
Distinguidos de Usulután, inaugura la primer feria nacional de caninos. Hay exhibición de las más vistosas razas
de perros del mundo, desfilarán especies caninas del tamaño de caballos, sólo que mejor cuidados que
cualquier compatriota campesino. El gobernador de la ciudad, gerente de tal asociación, en su discurso se jacta
que para ejecutar tan magno evento no han gastado demasiado dinero, únicamente requirieron de cien mil
dólares... El perro aguacatero de Juan Carlos, al que ya se le contaban las costillas, se murió de un bocado que
ingirió al vagar por las callejuelas del caserío. El Ministerio de Salud se ha dado a la campaña de eliminar a
todos los perros aguacateros que deambulen por las calles, pues según el señor ministro del ramo, tales perros
no van con la imagen de ciudad moderna que quieren presentar para los XIX Juegos Deportivos
Centroamericanos y del Caribe, evento que se realizará prontamente. Son los juegos deportivos más
importantes de la historia del país, se manipularán más de ochocientos millones de dólares en prestamos,
dinero que los mismos paisanos pagarán a cincuenta años plazo.

En el hospital San Pedro, Juan Carlos es atendido por una amarga secretaria, quien lo manda a esperar a la sala
de pacientes externos. Después de minutos de espera, un ordenanza le dice que donde se encuentra no es el
sitio, que mejor se vaya a la unidad de emergencia, que en ese lugar tal vez le atiendan. Al estar en la sala de
emergencia, una enfermera al verlo con el rostro demacrado y con la cabeza baja, se muestra un poco
condescendiente y le toma inmediatamente sus datos personales. Enseguida le explica que tendrá que esperar
mientras el médico en turno se desocupa. Desconsolada le confiesa que por falta de un adecuado presupuesto
al hospital, solamente tienen un doctor para atender todos los pacientes de la unidad de emergencia... A la
madre de Juan Carlos, no le alcanza el dólar para pagar todo lo que debe en la tienda y regresa a su rancho con
las manos vacías. Volverá a cocinar sopa de hojas de mora para sus hijos.

La sala de emergencia se halla repleta de personas gravemente enfermas esperando ser atendidas. Juan Carlos
se sienta al lado de un señor maduro, que lee el periódico del día y que afanadamente busca los resultados del
fútbol español. En una de las páginas principales de la sección deportiva se lee que el representante legal de la
federación de fútbol, informa que la selección nacional ha batido el récord de gastos en su preparación y
mantenimiento de los jugadores, ciento noventa millones de dólares aproximadamente fueron los desembolsos
incurridos. Concluye diciendo que a pesar de no haber clasificado a nada, han ganado otra nueva experiencia...
Como no tienen nada que comer, los hermanitos de Juan Carlos se entretienen jugando fútbol con una pelota de
trapo que ellos mismos han elaborado. Momentáneamente tratan de olvidar el hambre.

El señor que se encuentra al lado de Juan Carlos es llamado para ser atendido. Al levantarse para acudir al
llamado deja olvidado el periódico en la silla. En el delirio de fiebre alta que Juan Carlos tiene, escucha a lo lejos
una emisora que anuncia la desaparición más de mil quinientos millones de dólares. El comentarista afirma que
el principal dirigente empresarial del partido político gobernante, con un grupo de confidentes amigos, ha sido
descubierto desfalcando al sistema financiero nacional tal cantidad millonaria... Doña María, como suele hacer
todos los días, corta hojas del huerto casero vecino, pues en el patio suyo ya ni hojas hay. Preparará un plato de
sopa, así engañará a las tripas un día más, pues éstas ya comienzan a devorarle partes internas de su cuerpo.
Desde el lugar donde se encuentra sentado, Juan Carlos puede leer claramente en la portada principal del
periódico, que al banco principal del país se le conceden de parte del gobierno de la república doscientos
millones de dólares para su recuperación financiera. Eso le llama la atención y coge el diario que el señor olvidó
en su asiento y comienza a hojearlo. Pero las fuerzas de sus manos se desvanecen y convulsiona todo su
cuerpo. Sus ojos se le apagan para nunca más volvérseles a animar. Con los ojos abiertos su cabeza se dobla
sobre la silla que está al lado. El periódico queda entre sus piernas, desplegado exactamente en las páginas
científicas que anuncian un aniversario más de la entrega del Premio Nóbel de Medicina al científico inglés
Alexander Fleming, por su aporte a la ciencia y por haber descubierto hacía muchas décadas la vacuna contra el
bacilo que produce la infecciosa enfermedad de la que Juan Carlos falleció. Al momento, la enfermera llama a
gritos a un tal Juan Carlos, para atenderlo de emergencia... Mientras tanto, doña María, que nada sabe de lo
ocurrido a su hijo mayor, prende una vela a la imagen de la Virgen de la Paz, patrona de los desamparados,
rogándole que le dé fortaleza para sobrellevar la cruz que diariamente lleva a cuestas.

D´ marti
Ilopango, El Salvador

ESO SÍ
PEDRO ZUBIZARRETA

Mención honorífica del «Concurso de Cuento Corto Latinoamericano» convocado por la Agenda
Latinoamericana'2004, otorgado y publicado en la Agenda Latinoamericana'2005

El Cholito se muere. El Cholito se va. La enfermedad lo atraviesa de lado a lado. Cinco años tiene. Cinco escasos
años y la vida ya lo quiere dejar. Ahora no sufre. Ahora no. Está medio dormido, eso sí. Es por la medicación que
le dan los doctores para sacarle el dolor. Junto a la cama del Cholito están los padres derramando lágrimas que
se abrazan y corren juntas. El Cholito tiene la panza hinchada y le cuesta respirar. Cuando el Cholito empezó
con el dolor en la pierna les dijeron que no era nada. Varios médicos lo miraron. Lo miraron un poco por encima,
eso sí. Pero qué puede uno hacer, si los hospitales están sin recursos y el papá del Cholito perdió la seguridad
social cuando se quedó sin trabajo. Lo llevaron a un médico privado, que sólo lo atendió cuando reunieron el
dinero para pagar la consulta por adelantado. El médico privado tampoco lo examinó demasiado. Diagnosticó
“dolores del crecimiento”, eso sí. Todo crecimiento va acompañado de dolor, todos menos justamente el que
aludía el facultativo. El crecimiento de los huesos no duele. Pero qué puede saber un padre que apenas
completó tres años de la enseñanza primaria. Qué le puede exigir a un médico que pasó por una universidad y
salió de ella más miope y egoísta que cuando entró. Nada, sólo agacha la cabeza y acepta. Aunque el Cholo se
haya seguido quejando, sin poder dormir a la noche, eso sí. El tiempo fue pasando y el dolor en aumento,
acompañado por hinchazón en la rodilla. Artritis, les dijeron. El “güesero” del pueblo le quiso acomodar la
rodilla, pero se le fracturó el fémur en el intento. Entonces llegó el momento de viajar a la gran ciudad. El
Cholito en un grito con cada cimbronazo del autobús. El viaje largo. La llegada a Buenos Aires, con su multitud
anónima hirviendo en la Terminal de Ómnibus. Finalmente llevaron al Cholo al Hospital grande. Los médicos
estaban serios, mirando placas radiográficas de la rodilla y del tórax. Le practicaron una biopsia. Después vino
un médico a hablarles de la enfermedad, que era maligna y se había desparramado por los pulmones. No
respondió al tratamiento de quimioterapia y el Cholo empeoró. La pierna se hinchó como un zapallo.

Cholo, Cholito, no te morís solamente de cáncer, también te morís de analfabetismo, de miseria, de


desnutrición, de marginalidad. Te morís de injusticia. Te morís de deuda externa. Te morís de anonimato. Te
morís de tan pequeño. Te morís aplastado en las vías del desarrollo. Te morís de intereses ajenos. Te morís de
extremo sur. Te morís, eso sí.

Pedro Alberto Zubizarreta


Buenos Aires, Argentina

UNA SEMANA SIN MUJERES


SILVIA CANTO
Lunes
Lo advertimos con tiempo. Va en serio lo de la igualdad y equidad de las mujeres. Cuando en la madrugada
tomamos los templos y catedrales del país nadie imaginó la organización que teníamos. Ni aún nosotras
mismas. Hasta las legionarias quisieron participar. Están hartas de sostener con sus oraciones y con su trabajo
de limpieza una Iglesia que no las toma en cuenta, ni siquiera para las homilías. Si hacemos cuentas, ¿quién es
la Iglesia? Los obispos hablan siempre en nombre de “la Iglesia” pero en realidad hablan en nombre suyo, de
sus propios intereses, desde la visión de su género, ¿o a quienes consultan para hacer declaraciones en los
periódicos?, ¿a quiénes consultan para prohibir tal o cual cosa?

Como dijo Cristina “en el momento que dejemos de limpiar y construir los templos con nuestro sudor y esfuerzo,
en el momento que dejemos de participar en las misas, nomás una semanita, en ese momento se darán cuenta
que tratan con mujeres no con niñas”. La gente de los grupos que fuimos visitando, primero nos veía con
asombro. Preguntaban: - ¿Acaso enloquecieron? ¿Quieren cambiar algo imposible de cambiar? – pero ya les
habíamos sembrado el entusiasmo de por lo menos ver una vez la cara desencajada de los curas. Un disgustito
por tantos que les han causado a ellas. Por eso estamos aquí, a las puertas de la catedral, invitando a la gente a
que no entre durante esta semana a las misas, ni que de limosna en esta semana del diezmo.

Martes
Ayer por la tarde llegaron los jóvenes de la pastoral juvenil de la comisión episcopal. Muchachas y muchachos
que pretendían disuadirnos.
Decían: - ¿Qué va a pensar la gente de las otras religiones? Van a aprovechar este problema para llevarse a
muchos católicos a sus iglesias.

- Que piensen que esto que inició en la iglesia católica va a pasar en todas las iglesias cristianas y en la judía y
en la musulmana, si siguen manteniendo a la mujer en el rango de subordinación – exclamó con firmeza
Cristina. Los periodistas anotaron todo. Y hoy vemos la fotografía en las primeras planas. “¡Dios, qué buena foto
les tomaron!” comentó Augusto uno de los sacerdotes de la red de apoyo. La juventud católica no fue la única
que nos visitó, casi a media noche llegaron los jóvenes en resistencia alternativa, juventud posmo que creen en
Jesucristo pero “nos da hueva la Iglesia”. Sabemos que en muchas diócesis están apoyándonos. Han organizado
brigadas de defensa porque temen que la mayoría de los obispos pidan a los gobiernos estatales la fuerza
pública para desalojarnos de los atrios.

Acaban de llegar dos camionetas, escoltadas por patrullas, ¿quiénes son?

Miércoles
Una delegación de monjitas, enviadas del arzobispo primado, llegó a “dialogar” con nosotras. Los amigos
sacerdotes que estaban por aquí participaron en la paraliturgia de la tarde, la que hemos organizado en todas
las iglesias y capillas del país. Aunque algunos de ellos son parte de la organización nuclear les pedimos estar
fuera de los diálogos.

Así que al diálogo con las “enviadas” estuvimos las religiosas y las laicas mitoteras.

- Lo que ustedes piden, que los consejos parroquiales sean presididos por laicas y laicos es difícil de modificar,
eso sólo Roma lo puede hacer – expresó con cara hipócritamente compungida la monja naranjita. Edel tomó la
palabra: – Mire, hermana, usted y yo sabemos que cuando se quieren modificar las cosas se modifican, no hay
tradición eterna. Con el rostro molesto la monja verdecita dijo: – La propuesta que las congregaciones religiosas
femeninas tengan a su cargo parroquias es inadmisible dado que no son sacerdotes – volvió la mirada hacia mí
y amenazó – recuerden que las mujeres no podemos ser sacerdotes porque Jesús fue hombre y sólo los
hombres pueden ser sacerdotes.

“¿Esto lo dices por cuenta tuya o alguien te lo ha dictado?” terció Isabel.

La monja rojita dio un puñetazo en la mesa y gritando le dijo a sus once compañeras:

- ¡Se acabó el diálogo, estamos hablando con el mismísimo demonio, ya lo decía el arzobispo primado, están
enfermas de poder!

- Todas tenemos poder. Sólo que oficialmente sólo los varones pueden ejercerlo – dijo Cristina serenamente
cuando salían precipitadamente de la casa de campaña improvisada para la ocasión. La monja rojita volvió
sobre sus pasos con los puños cerrados e inquirió con ojos morados de la rabia – ¡Tu, y todas ustedes, y todos
los que les apoyen con sólo el pensamiento, van a ser excomulgados! Los policías corrieron tras las monjas,
que cerraban las puertas de las camionetas con un estruendo que animó a los que estaban por ahí a despedirlas
con aplausos. Hoy todavía seguimos reflexionando sobre la amenaza de la excomunión. En realidad es una
amenaza psicológica fuerte, que atenta contra una necesidad básica como lo es la pertenencia. A mí me
preocupa poco, pero mujeres de le edad de mi abuela ya están pensando volver al redil. Está por concluir el
tercer día y siento que son siglos. Nos llegan correos electrónicos de todo el mundo, en apoyo al movimiento, y
tratamos de distribuirlos lo mejor que podemos hasta la última capilla de la última ranchería del país. Así
mantenemos el ánimo de las que ya van teniendo miedo. Curiosamente las comunidades indígenas son las más
entusiastas de esta nueva manera de construir la iglesia, tal vez porque la evangelización les fue impuesta.

Por la noche llegarán algunos obispos amigos.


Edel sigue en la computadora y yo quisiera darme un baño.

Jueves
Algunos empresarios católicos han acordado no pagar el diezmo este año pues lo que hemos compartido con su
delegación les ha parecido sensato. Hay otros que han pagado desplegados y anuncios para difamarnos, por ahí
se ha ido el diezmo. Lo cierto es que a los obispos y arzobispos ya les estamos “tocando la conciencia”. Y los
laicos que están asesorándolos les dicen que es necesario mantener la mano firme. Las mujeres se acercan a
contar sus penas ocurridas en el servicio a la Iglesia. Algunas de las jóvenes mujeres que llegaron el lunes, para
persuadirnos de desistir en esta aventura, son las que están documentando casos. Por la tarde llegarán, en
peregrinación, grupos parroquiales que piden que también las congregaciones religiosas femeninas dirijan
parroquias. De los pueblos más remotos salieron desde el lunes para llegar a la catedral y a la basílica. Las
comunidades más pobres son las que piden esta locura. Claro, hay pocos sacerdotes ya, pero la curia vaticana
sigue con la terquedad de que los hombres sean los únicos ordenados y sean la piedra fundamental en la que
está organizada todo el conjunto de la iglesia.
Cristina me ha dicho que lo que más le agrada de todo esto es la fiesta que se suscita cada noche. A cada
parroquia o capilla llega gente a cantar, a bailar, se comparte la comida y la bebida. Vecinos que no se
hablaban entre sí se han encontrado por primera vez. Dios Madre, Ruah, Jesús, María, son personas que van
adquiriendo otra consistencia, se van volviendo más cercanos para la gente que es parte del movimiento. A los
individuos que pasan y se solidarizan con nosotras les da curiosidad saber en lo que creemos.

Viernes
El consejo de ancianas nos ha llamado a una junta urgente. Ellas se reunieron con políticos y algunos
gobernadores esta semana, incluso con miembros del ejército. De cada diócesis se tuvo que desplazar gente
para venir aquí. Hoy habrá una gran asamblea. El equipo de liturgia ha preparado esa asamblea como una gran
eucaristía presidida por mujeres. Hemos acordado con los varones que esta es nuestra semana. Y para la
siguiente es necesario hacer más visible la equidad, que es el objetivo que queremos.

Sacerdotes casados también se han unido, ellos también desean plantear sus sueños.
Isabel está preocupada. Me he acercado para platicar con ella y prefiere no hablar sino hasta la asamblea. Los
obispos amigos también están inquietos, sólo uno ha permanecido con nosotras desde hace varios días.
Después de esto, tal vez lo “reduzcan” a algo peor que a laica.

Sábado
Fue una asamblea eucarística larga. Llena de flores y cantos. Se gritaron consignas de alegría y esperanza. El
ambiente se sentía como si las comunidades eclesiales de base estuvieran revitalizándose. Aunque hubo siete
obispos, por primera vez ellos no presidieron sino que fuimos nosotras las mujeres. Ejercimos el sacerdocio real
y consagramos realmente de manera comunitaria: laicas, laicos, religiosas, religiosos, sacerdotes casados,
sacerdotes y obispos. La homilía fue iniciada por Isabel con palabras de esperanza. Después vino el reporte del
consejo de ancianas sobre la amenaza que se cernía sobre el movimiento: no sólo seríamos excomulgadas, si
no abandonamos los atrios de las iglesias y las capillas y dejamos la libre circulación de la gente, hoy sábado
seríamos desalojadas por la policía y el ejército a garrotazos y balas.

Cierto que no en todos los estados sería igual, pero corríamos el riesgo que en la mayoría el movimiento sería
tratado brutalmente.

Hubo consulta por pequeños grupos. Y se concluyó la homilía con las resoluciones de los mismos. Este día ha
habido una tensa calma. Las liderezas de algunos partidos políticos se han dedicado a circular por las
parroquias para amedrentarnos. Hoy es día de oración permanente y estamos en espera de la llegada del
nuncio con información del vaticano. Él accedió a ser un interlocutor entre la jerarquía romana y esta feligresía
rebelde. El nuncio y los obispos quieren que todo esté restablecido el domingo, “Día del Señor”, como recordó el
Papa, así que tienen la consigna de que todo esté purificado para la fiesta del diezmo. En los periódicos sólo han
aparecido notas pequeñas de esto que vivimos, sólo los periódicos más críticos anuncian la amenaza de
desalojo por invasión de “edificios públicos”. Radio y televisión nada han reportado hoy.

Cristina me dice: - Tensa calma, el huracán se avecina.

Domingo
A todas las iglesias pudieron entrar los curas y obispos y arzobispos y arzobispo primado. Oficiaron la misa
solemne del día del diezmo con sus sacristanes y acólitos. La feligresía estuvo completada por los políticos
varones, miembros del ejército y alguno que otro borrachito despistado. Nosotras y nosotros estamos aquí en
los estadios, curándonos las heridas y esperando la cárcel a la que cada quien será asignada. El ejército llegó
anoche a los campamentos improvisados, lanzaron gas lacrimógeno a través de helicópteros. Luego la policía
estatal nos rematada a garrotazos, para que no opusiéramos resistencia. Nos fueron lanzando como bultos a los
camiones militares para depositarnos desmayadas y desmayados en los estadios deportivos.

Un tercio de la población del país está detenida.

A Cristina, a Augusto y a mí nos enviaron al mismo estadio, el de baseball; el resto de las compañeras del
núcleo organizador están en otros lugares. No sabemos dónde quedaron ni Edel ni Isabel. Estamos organizando
junto con todas las personas de este estadio la celebración dominical. La juventud prepara cantos para
animarnos. Es lo que hemos hecho esta semana en los atrios de cada capilla, de cada parroquia, de cada
catedral, de cada basílica.

El día después
El Papa está consternado por lo que sucedió en nuestro país, ya que nuestro ejemplo se va multiplicando en
otras naciones. Han decretado una semana sin mujeres en otras latitudes católicas. El Papa ha desechado su
idea de la excomunión: “¿Cómo excomulgar a las tres cuartas partes de la feligresía de Cristo?”, se lamentaba.
“En realidad, los miembros de la jerarquía son los excomulgados”, comentó Cristina sobre el lamento papal,
mientras vamos organizando los nuevos ministerios en nuestro cautiverio.

Silvia Canto
México

EL CHIPOPOTE
MARTÍN HUMBERTO GONZÁLEZ LÓPEZ

A Hélder, mi hijo, por darme la idea sobre el Chipopote.

Los conservantes para algunos productos son buenos, pero no para todo, mucho menos para el fascinante
caudal de La Vida: nuevas y refrescantes aguas nos trae cada instante y rotundas novedades cada día. Así
desde siempre, desde que la razón y la memoria están prendidas y resembradas en toda la comarca.
Pero hay unos señores rechonchos que hasta al correr de La Vida le quieren aplicar conservantes. Su lema es:
“Detengamos la corriente”, o “Si algo cambia en la corriente es para que siga igual nuestro beneficio”. Son los
que hasta ahora han llenado de represas la comarca buscando contener el caudal inmenso de La Vida (como se
le llama por acá al río que recorre la comarca). Pero todo tiene un límite, y hasta el aguantar de los niños llega
un día a desbordarse:

- “Te va a salir El Chipopote”, molestos y cansados los niños ahora amenazan.

Las cejas arqueadas, las manos hechas puño, los brazos curvos y el cuerpo esponjado prueban que la amenaza
va en serio. Los niños reunidos de pie frente al financiero de una represa más, ahora quieren hacer oír su voz

- “Nos dejarás sin agua en el río” dice el morenito más pequeño y de ojos lechosos.
- “Sin lugar donde bañarnos y divertirnos”, agrega el flaco de en medio, alargado como una saeta.
- “Nos dejarás sin risas ni alegría y a las mamás sin donde ir a lavar”, agrega La Chongos mostrando sus
disparejos molotes. Y atrevida como es, reafirma: “¡Pues, te va a salir El Chipopote!”.

Sin embargo, tomando el suceso como cosas de niños el financiero Fregoso continuó con su obra y no volvió a
acordarse de aquellas amenazas. Las máquinas seguían haciendo su ruido infernal, se oían sonidos de silbatos,
de martillos y de voces de mando: “más arriba”, “por el otro lado”... “ahí está”...

La máquina buldózer parecía endiabladamente incontenible, abría el terreno en un extremo por la mañana y por
la tarde ya andaba al otro lado de la cañada; el lunes se miraba allá abajo y hacia el fin de semana ya andaba
arriba por la ladera. Hasta que un día, sin saber por qué, apareció dormida y aflojerada recargada contra el
paredón. Pasaron tantos días que hasta llegó a figurarse una máquina enferma y abandonada. El chofer salió
huyendo sin dar explicación a nadie y el financiero Fregoso no encontraba otro voluntarioso chofer. Lo mismo
pasó con el trascabo, y luego dos volteos... y cinco... y más volteos.

Fregoso se fue quedando sin empleados y no había a la redonda gentes disponibles de donde echar mano. El
tiempo de la obra se fue alargando, los costos duplicando y la inversión adelgazando. “Bola de miedosos –se
decía hacia dentro, totalmente molesto, el financiero Fregoso-, veremos como sacamos este trabajo”. Y es que
la empresa ya no se miraba tan fácil, tantas gentes huyendo del lugar era de tomarse en serio. Y los
comentarios en la comarca eran de que algo espantoso todos habían mirado: “Así parece”... “Así lo dicen”..

No paró ahí la cosa. El material de la represa provisional que se colocó para permitir el trabajo en la cañada
comenzó a sufrir fisuras. Al principio eran pequeñas y desperdigadas, pero en un momento llegaron a ser tan
grandes que atravesaban de arriba abajo y de lado a lado toda la represa provisional. Fregoso tuvo que mandar
hacer trabajos de reparación... y luego de evacuación de maquinaria y herramientas. Las fisuras parecían como
si algo intencionalmente las hubiera provocado, alguien con herramienta filosa y fuerza descomunal. Pero
mientras arriba todo se cuarteaba, un caudal del río empezó a fluir como nacimiento por una ancha y profunda
fosa que de la noche a la mañana apareció abierta en el rincón más hondo de la cañada. ¿Quién pudo tener la
fuerza y las herramientas para abrir tamaña fosa y en tan poco tiempo?. Aquello entonces ya era irreversible.
Los niños nuevamente prepararon sus baldes y sus palas para volver a jugar en el río, las mamás volvían a
hacer sus nudos de ropa para cuando regresara el caudal de agua y los hombres se fueron al monte para volver
a bajar los animales ahora que inevitablemente regresaría el caudal imperioso de La Vida. Y sucedió lo
esperado.

Muchos fuereños ahora han venido para confirmar los rumores. Se acercan a los ancianos que reposan en las
hamacas colgadas en los sauces al borde del río y escuchan la repetida respuesta: “Fue El Chipopote”.
Preguntan a las mujeres que lavan sobre las piedras chapaleando libremente el fresco caudal de agua, y “El
Chipopote” también es su respuesta. Pero “¿Es enorme? ¿Tiene garras? ¿Traga gente? ¿Es peludo?... ¿Dónde
habita?...” Son las insistentes interrogantes de los fuereños.

La Chongos se acerca presurosamente y levantando el dedo de su mano izquierda sólo advierte:


- “Mucho cuidado para los que pretendan frenar nuevamente el caudal inmenso de La Vida, porque El Chipopote
ya anda libre en la comarca”. Y se regresa aprisa como llegó, introduciéndose alegremente al río hasta perderse
entre la multitud de niños bañándose y las mujeres desperdigadas cada una sobre su piedra de lavar.

Martín Humberto González


Ciudad Guzmán, México

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