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Unknown date Edenrique Blanco

FESTINA LENTE: OPERACIÓN ESCORPIÓN


II. TALASOCRACIA VS. EPIROCRACIA: ¿LAS
DOS CARAS DE LA GUERRA CIVIL GLOBAL?
FESTINA LENTE
Blog destinado a compartir información sobre política, losofía,
historia, prospectiva, geoestrategia y temas militares

viernes, 2 de octubre de 2015

OPERACIÓN ESCORPIÓN II. TALASOCRACIA VS.


EPIROCRACIA: ¿LAS DOS CARAS DE LA GUERRA CIVIL
GLOBAL?

Re exión acerca de Venezuela y Cuba y la crisis de los misiles de 1962


en una visión prospectiva

Koselleck (2006) ha expresado en su Begri sgeschichten que la


historia de la guerra ha orbitado entre la guerra civil y la guerra
interestatal usando como plano de referencia Las Guerras del
Peloponeso. Este enfrentamiento ha sido considerado, para este autor,
como paradigmático en dos sentidos: por una parte ha sido referente
para explicar la guerra civil inglesa en el siglo XVII como ha sido el caso
de Hobbes[1] y, consecuentemente, Agamben (2015) para  explicar que
el estado de guerra actual es una guerra civil global[2]. Por otra parte,
ha sido usado para explicar desde una perspectiva geoestratégica, sobre
todo a lo largo del siglo XX, el enfrentamiento entre potencias
continentales epirocráticas y potencias marítimas talasocráticas como
fue el caso del enfrentamiento anglo-francés entre los siglos XVIII y
XIX, anglo-alemán a principios del siglo XX, y soviético-
estadounidense en el período que se denominó la Guerra Fría y en el
período que se ha iniciado en fecha reciente a propósito del estallido de
la crisis en Ucrania. Esta doble perspectiva paradigmática de la guerra
que conmocionó los cimientos de la Grecia antigua, tal como la ha
indicado Tucidides, permite examinar el papel de una epirocracia en
operaciones de ultramar frente a una talasocracia en el pasado y en el
presente tomando como referente el ensayo denominado “Victoria
Soviética sin Poder Marítimo en Cuba” que analiza la crisis de los
mísiles en Cuba en el año 1962 y el ensayo denominado “Implicaciones
estratégicas de la diplomacia naval rusa en Venezuela” que hace una
evaluación de las actuales potencialidades rusas en el mar luego que sus
buques comenzaran a surcar de nuevo el ancho mar, con el n de
comprender la naturaleza de la guerra civil global según Koselleck,
Agamben y otros autores[3]. No obstante, antes de establecer el
derrotero de este estudio vamos a hacer una sucinta descripción de qué
fue, por qué se desencadenó, cómo se manifestó las Guerras del
Peloponeso y el resultado nal del mismo.

Según Tucidides (423 a.C./1984), las Guerras del Peloponeso fueron un


conjunto de enfrentamientos que se produjeron entre Atenas y la
denominada Liga de Delos y Esparta y la liga del Peloponeso. Estos
enfrentamientos se extendieron por alrededor de 28 años. Según este
estratego ateniense la guerra se desencadenó por el temor de Esparta de
que la potencia ateniense de acrecentara de una manera tal que
convirtiese a todo el mundo griego como sus súbditos (Ibíd.). La guerra
fue una guerra civil caracterizada, según Agamben (2015), por la
tendencia ateniense de hacer que la esfera privada subsumiese la esfera
pública, materializada en el desarrollo de la oikonomos (economía en
sentido moderno) como medio para incrementar el bienestar individual
y el esfuerzo espartano por re-politizar lo público de modo que fuese
posible mantener el carácter público de la (o las) polis griegas frente a
amenazas provenientes de territorios extranjeros[4]. Popper planteó
que la citada guerra fue una lucha de clases (2006:199). Esta lucha de
clases se planteó mayormente entre un partido oligárquico (espartano)
reacio al cambio y un partido democrático (ateniense) en expansión
política impulsada por el bienestar económico. El uso de la palabra
‘mayormente’ obedece a que no fue un enfrentamiento puro. Popper
(2006) destacó que en Atenas y en todas las demás polis dominadas por
los atenienses hubo un partido oligárquico que se resistió a la política
expansionista de los demócratas y favoreció a Esparta así como en la
Liga peloponesiaca hubo un partido democrático que conspiró contra
los lacedemonios[5].

Así pues, podemos indicar que la guerra se desencadenó por una


percepción de debilidad espartana que debía ser corregida antes de que
fuese demasiado tarde. El momento que consideraron los espartanos
para ello se produjo con la revolución de Corcira y la consecuente
guerra civil que se desencadenó para reinstaurar un gobierno
oligárquico[6]. Este intento, según Tucidides (Op. Cit.), produjo una
conmoción en el mundo griego debido a que en todas las ciudades los
jefes de los partidos oligárquicos y democráticos apelaron a la sabiduría
de la nobleza, en el caso de los primeros, y a la igualdad constitucional,
en el caso de los segundos, para lograr su propósito político. En este
contexto, continúa a rmando

“… recurrieron a todos los medios imaginables, cometiendo los


crímenes más atroces… Imperaba la muerte con sus caras in nitas…
Esta espiral atroz de la lucha civil [revolución] dio nacimiento a toda
suerte de delitos [en todo el universo griego]… en todas partes reinaba
la actitud del más pér do antagonismo. No había… ninguna palabra ni
juramento, por sagrados o terribles que fuesen [que fuese seguido o
respetado]… De los que todos estaban persuadidos por igual… era de
que nada se hallaba a salvo” (Ibíd.).

  

Se reconoce que generalmente la guerra tuvo tres períodos: el primero


conocido como Arquidámico, el segundo que comprende la expedición
de Siracusa hasta la recuperación ateniense en la batalla naval de Cicico
y el último período que comienza con la victoria naval ateniense de
Arginusa hasta su rendición después de haber sufrido una derrota
catastró ca en Egospotamos.

Si bien, esta guerra es rica en situaciones que pueden ser meritoria de


profundos análisis desde el punto de vista naval nos interesa destacar
de la primera fase los combates de An polis y Pilo por la relación
tierra-mar y su importancia para el esfuerzo de la guerra, de la segunda
fase la batalla de Siracusa por sus consecuencias político-estratégicas y
de la tercera fase las batallas de Cicico, Arginusa y Egospotamos por sus
efectos políticos.

La primera fase de la guerra se desarrolló desde la perspectiva


espartana como un ataque terrestre directo a la metrópolis ateniense y
acciones indirectas realizadas por mar por parte Atenas de modo que se
produjo un estancamiento que postergó la decisión con el agravante
que la peste desencadenada en Atenas limitó sus acciones defensivas
así como las acciones ofensivas espartanas para evitar el contagio. Este
estancamiento obligó a los atenienses a atacar las fuentes del poder
económico espartano y a su vez a los espartanos a hacer lo mismo con
los atenienses. Este fue el marco de Pilo y An polis. La pérdida de Pilo
por parte de los espartanos y de An polis por parte de los atenienses los
obligó a negociar y retornar al statu quo anterior al estallido de la
guerra. Este retorno, fue interpretado como una victoria ateniense
(Ibíd.).

La segunda fase de la guerra se enfocó en la realización de una campaña


naval ateniense para extender su poder al oeste del mar Mediterráneo.
El obstáculo para lograr su objetivo lo representó Siracusa (Ibíd.). Como
esta polis logró resistir los asaltos iniciales de las fuerzas atenienses
comenzó a recibir ayuda de forma extensiva por parte de los espartanos
con el propósito de destruir la con anza sobre la cual descansaba el
poder ateniense, es decir, su ota. En este caso las líneas logísticas de
los atenienses se extendieron de forma signi cativa como le sucedió a
Napoleón y Hitler en Rusia por lo que se le hizo difícil recibir refuerzos
de forma sostenida resultando en una derrota catastró ca. Este hecho
desencadenó una crisis política en Atenas que no fue su cientemente
aprovechada por los espartanos generando el escenario que conduciría
a la batalla de Cicico.

La tercera fase de la guerra se inició con la victoria naval ateniense en


Cicico y nalizó con el sitio de Atenas después de la catástrofe naval de
Egospotamos. Cicico fue un punto de in exión en la guerra porque
colocó de nuevo la balanza en una posición de equilibrio entre la
epirocracia y la talasocracia luego que los atenienses produjeron una
derrota catastró ca a los espartanos, pero la crisis política ateniense
que hizo que cayera, por un relativamente breve período, la democracia
no estuvo dispuesta a retornar al statu quo del inicio de la guerra a
pesar de los esfuerzos espartanos y ello creo las condiciones de
posibilidad para que Esparta recibiera ayuda persa a n de reconstituir
su ota. Los atenienses lograrían derrotar de nuevo a la ota espartana
en Arginusa, sin embargo, como no pudieron destruir toda la ota
espartana como en Cicico se produjo una nueva crisis política que
signi có la ejecución de los estrategos navales más competentes para
defender Atenas. Por lo que se puede a rmar que las derrotas navales
espartanas no destruyeron su con anza ni la fuente de su poder, en
cambio las derrotas navales atenienses sí. Con este escenario, los
espartanos decidieron atacar las fuentes de suministros atenienses y
estos últimos se vieron en la necesidad de movilizar su ota sin sus
jefes experimentados. La resultante fue el desastre naval de
Egospotamos y la rendición de Atenas después de un año de sitio
(Kinder y Hilgemann, 1988).

Un año después de la victoria espartana, esta polis cayó derrotada por


los tebanos y posteriormente Filipo de Macedonia uni có todo el
mundo griego iniciando una nueva era que se conoció como período
helénico. A pesar de esta a rmación Popper expresó de forma
categórica que la democracia pudo reconstituirse en Atenas
demostrando que esta forma de gobierno poseía “una fuerza superior”
a pesar de las pruebas a que había sido sometida debido a que como
sociedad abierta, fue capaz de adaptarse a las circunstancias
cambiantes, no así Esparta que sucumbiría a las corrientes del cambio
histórico. Por ello agregó que

“El remedio no reside en la detención de las transformaciones políticas,


pues esa no puede procurarnos la felicidad… cuando más tratemos de
regresar a la heroica edad del tribalismo, tanto mayor será la seguridad
de arribar a la Inquisición, a la Policía Secreta y al gangsterismo
idealizado” (2006:216).

Con este marco histórico, a n de determinar la naturaleza y alcance de


la guerra civil global por intermedio del enfrentamiento entre una
talasocracia y una epirocracia, vamos a contextualizar, en primer lugar,
el enfrentamiento iniciado en el año 1945 entre Estados Unidos y la
Unión Soviética usando como referente las Guerras del Peloponeso, en
segundo lugar, vamos a analizar los encuentros navales que tuvieron
ambos países, en tercer lugar, vamos a interpretar cómo Rusia ha
asimilado las enseñanzas de los reveses del pasado y en cuarto lugar,
vamos examinar cómo se están presentando otros antagonismos al
margen de la relación tierra-mar. El esquema a seguir es el siguiente:

La Guerra Fría a la luz de las guerras del Peloponeso.


Los enfrentamientos navales de la Guerra Fría.
Las lecciones aprendidas por parte de Rusia en el campo naval.
Los antagonismos que han surgido dentro del marco de la relación
recíproca mar-tierra.

Por último, hay que tener presente que si bien, no se ha hecho mención
al espacio aéreo y el espacio electromagnético, el hecho que en estos
espacios el hombre sólo puede estar usando al efecto plataformas
adecuadas a tal n, vamos a incluir estos en los espacios marítimos
(como espacios abstractos) y terrestres  por la capacidad de proyección
estratégica (Blanco, 2010). El espacio ultraterrestre será considerado de
manera especial por el advenimiento de lo que se han dado en
denominar armas cinéticas ya que ha convertido a ese espacio en un
espacio de proyección[7]. El propósito nal de este estudio es
determinar el alcance del antagonismo civil global planteado en los
términos antes indicados para avizorar la potencial presencia de otros
antagonismos.
         1.-     La Guerra Fría a la luz de las guerras del Peloponeso.

         Hablar de la Guerra Fría como el enfrentamiento de una epirocracia


contra una talasocracia se agota con el n de la citada guerra. La Guerra
Fría fue un enfrentamiento que se inició para algunos autores con la
Conferencia de Potsdam en 1945 y para otros con la reticencia soviética
de retirarse de Irán o el bloqueo de Berlín y termina con la conferencia
de Malta en el año 1991. Esta confrontación se manifestó en su mayor
parte como guerras civiles y de liberación alrededor del mundo. Pero si
se considera este enfrentamiento como el de una epirocracia y una
talasocracia de forma pura, las indicaciones de Irak, la prolongación de
la guerra en Afganistán y la desmembración Georgia y Ucrania, por
citar sólo estos ejemplos, indican que la guerra civil global ha entrado
en una nueva fase. Así pues, si hacemos un cuadro comparativo de las
fases de las Guerras del Peloponeso con la guerra civil global tenemos lo
siguiente:

Atenas vs Estados Unidos vs. Rusia


Esparta
Espacio/tiempo Comprimido Dilatado / dilatado
/dilatado
Primera fase ·      Asedio de ·     Guerra de Corea
Atenas ·     Crisis de los misiles en Cuba
·      Batalla de Pilo ·     Guerra de Vietnam.
·      Batalla de ·     Invasión de Afganistán por parte
An polis de la URSS.
·     Guerra de Angola
·     Desintegración de la URSS.
Segunda fase ·     Somalia/Irak
·     Chechenia.
·     Activación de la 4° Flota.
·    
Irak/Afganistán/Georgia/Libia/Siria.
·     Ucrania.
Siracusa ¿?
Tercera fase Cicico / Arginusa ¿?
Egospotamos

         Este cuadro como se presenta abre la posibilidad de una polémica


en virtud de que estamos hablando de un enfrentamiento que no ha
terminado. La clave de esta a rmación nos las ha dado Fernández
Bolívar (1963/2009) y sus Principios matemáticos históricos…. Este
autor ha asociado el concepto de catástrofe al de derrota militar. La
derrota militar catastró ca es un cambio súbito y más o menos
repentino de las circunstancias político-estratégicas que puede indicar
el n de una confrontación. Con este criterio podemos a rmar que
Siracusa produjo un cambio de circunstancias como lo produjo la
batalla de Salamina con respecto a las guerras médicas anteriores a las
Guerras del Peloponeso, la batalla del Estrecho de Los Santos según
Mahan en relación al enfrentamiento franco-inglés dentro del marco
de la guerra de independencia estadounidense o la batalla naval de
Tsushima en relación con la guerra ruso-japonesa porque los
derrotados (persas, franceses, y rusos respectivamente) perdieron una
importante capacidad de proyección estratégica. Con este criterio, en la
primera fase de la Guerra Civil Global conocida como la Guerra Fría no
ocurrió una catástrofe militar, sino una serie de triunfos parciales que
la dinámica de las circunstancias diluyó en otro tipo de
acontecimientos. La caída del muro de Berlín, la desintegración del
Pacto de Varsovia así como la desintegración de la Unión de Repúblicas
Socialistas Soviéticas (URSS) pueden ser entendidas como catastró cas.

         En la primera fase de la guerra, como se puede observar del cuadro


anterior ni los estadounidenses y ni los rusos atacaron las bases
económicas de su poder debido a que ambos países poseen recursos
Ilimitados. Lo que hicieron fue atacar las bases de producción de
subjetividad cuya consecuencia es minar la con anza[8]. Los rusos por
intermedio de la ideología en aquellos lugares donde aún había
resistencia a EE.UU. y Occidente, y los estadounidenses (y Occidente) al
intentar (con éxito) de introducirse en el medio de la forma en cómo
lograban satisfacer sus necesidades los países que se encontraban en la
esfera soviética. Así pues, si se observan los hechos más relevantes de la
Guerra Fría que indicamos en el cuadro anterior, se evidencia que estos
fueron periféricos y no comparables con las principales acciones
desarrolladas por los atenienses y espartanos en la fase arquidámica a
no ser que se consideren desde la perspectiva de la producción de
subjetividad. Así pues la guerra de Corea afectó la con anza en el orden
impuesto en San Francisco como consecuencia del n de la Segunda
Guerra Mundial y se materializó en la Organización de las Naciones
Unidas. El quiebre de la con anza afecto el sistema de creencias de una
parte de la humanidad creando las condiciones de posibilidad para que
surgiera una tercera opción conocida como el movimiento de los no
alineados. La crisis de los misiles en Cuba, además de hacer que el
riesgo de una nueva guerra mundial fuese real hizo que a la pérdida de
la con anza se uniera una relación oscilante de miedo y terror que hizo
además que la confrontación entre talasocracia y epirocracia se
mantuviera de forma indirecta como aconteció en Vietnam, Angola y
Afganistán y se extendiera a otros planos del quehacer político
(económico, diplomático, comunicacional, psicológico, etc.).  

Si bien, puede entenderse la desintegración de la Unión de Repúblicas


Socialistas Soviéticas como una catástrofe, la realidad es que ocho años
después Rusia, en primer lugar, impidió el colapso de Serbia en la
guerra por Kosovo y ese hecho ha colocado esa área de los Balcanes
como una zona de tensión donde en cualquier momento se puede
desencadenar un con icto, en segundo lugar, ha sometido a los
separatistas chechenos, en tercer lugar, ha logrado establecer estrechas
relaciones con Suramérica dentro de un cambio hacia la izquierda
iniciado en Venezuela desde el año 1999 y, en cuarto lugar, ha
recuperado su esfera de in uencia en Asia central. Aquí puede
a rmarse que la disolución del Pacto de Varsovia es equiparable con el
giro a la izquierda de gran parte de Suramérica entre 1998 hasta la
activación de la 4° Flota estadounidense (2008)[9] y la concreción de la
denominada Alianza del Pací co (2011)[10]. Ambas han marcado el
límite de avance de la izquierda en el continente. 

El momento de inicio de la nueva fase de la guerra que han enfrentado a


una epirocracia (Rusia) con una talasocracia (EE.UU) se produjo con la
crisis en Georgia en el año 2008 y se ha intensi cado con las crisis en
Siria e Ucrania. En Siria, después de la situación que casi lleva a una
guerra entre Rusia y EE.UU, ambos países combaten a las fuerzas
islamistas del Estado islámico[11]. En Ucrania, la recuperación de la
península de Crimea por parte de Rusia y la acción de los separatistas
ucranianos pro-rusos le han dado a la guerra civil global una nueva
dimensión. Como se puede observar, así como la epirocracia y la
talasocracia se apoyan mutuamente en Siria frente al denominado
Estado islámico (EI) se enfrentan en Ucrania. Este es un indicador de la
complejidad de la Guerra Civil Global actual que hasta el presente
ningún país ha reconocido de forma abierta con la excepción del
vaticano en la persona del Papa Francisco I. Esta complejidad se agrava
por las acciones emprendidas por Turquía contra las fuerzas kurdas que
luchan contra el EI, el caos político en Libia y el enfrentamiento
indirecto iranio-estadounidense en Yemen a pesar de que ambos países
se apoyan frente al EI en Irak.

         La guerra civil ucraniana, muestra el interés ruso en recuperar o no


perder espacios políticos de in uencia y la guerra civil siria, la
insurgencia kurda y la inestabilidad en Irak y Afganistán son los
indicadores que muestran el interés de Occidente y en especial de
Estados Unidos de modi car el mapa del Cercano y Medio Oriente.
Veamos un poco qué ello signi ca.

En relación con Rusia, la crisis ucraniana se ha manifestado como un


enfrentamiento este-oeste pero que en la práctica se ha presentado
como un enfrentamiento que tiene un eje norte-sur que recuerda la
Gran Guerra del Norte librada entre Suecia y Rusia a inicios del siglo
XVIII y signi có la decadencia sueca. El sur ha tenido como escenario el
mar Negro y el norte el círculo polar Ártico. La gramática de
confrontación se ha presentado mediante la diplomacia naval y si se
quiere aeronáutica en muy baja intensidad. Con respecto a Siria y, en
general el nivel de inestabilidad que ha alcanzado el Cercano
Oriente[12], tiene sus orígenes con la disolución del imperio Otomano
en el año 1918. Después de ese año se crearon un conjunto de entidades
políticas, si se quiere arti ciales (a imagen y semejanza de Occidente),
que no han satisfecho las necesidades de la población. Pero dado el
carácter estratégico de la región dirigentes políticos de Occidente han
tratado de redibujar su mapa para satisfacer sus intereses. Aquí se
observan dos tendencias: una la de conformar un EI árabe rodeado de
un conjunto de Estados menores de acuerdo con el pensamiento de T.
H. Lawrence (Ashbrook, 2013) y la otra que sigue los criterios del
departamento de Estado estadounidense y el Foreign O ce británico
que apunta a la creación de un nuevos Estados siguiendo, más o menos,
los criterios westfalianos de la libre determinación de los pueblos,
según Nazemroaya (2006), para obtener ventajas en la región. Ambos
casos suponen una alteración del statu quo en perjuicio de todos los
Estados de la región incluyendo Turquía. A continuación se muestran
unos mapas indicativos de los proyectos de reordenamiento del
Cercano Oriente

La guerra contra el EI, un movimiento antiwestfaliano surgido a raíz de


la serie de eventos acaecidos en la región desde la segunda Guerra del
Golfo, comparado con las Guerras del Peloponeso plantea la diferencia
que en el pasado no apareció un tercero que se opusiera entre los
contendientes a la guerra en un esfuerzo en común[13]. En este sentido,
Agamben (2015) indicó que la no asunción de un partido signi caba la
exclusión política. Formar parte de un partido, en caso de derrota,
suponía el perdón como aconteció con Atenas después de ser derrotada
por Esparta. En la actualidad, en la fase de la guerra en que nos
encontramos eso todavía no está planteado, pero si se considera la
interpretación que hacen Hardt y Negri (2004) de la Guerra de los
Treinta Años pareciera existir un tercero que se opone a la citada guerra
como un movimiento anti-Estado que más allá del perdón, lo que
persigue es la destrucción del orden existente. Por ello es que en
Venezuela y la máquina de guerra islámica (Blanco, 2014b) a rmamos
que en la actual confrontación global hay tres movimientos anti-
Estados, uno conformado por el Foro de São Paulo, el otro conformado
el EI en todas sus manifestaciones y el otro por grandes empresas
transnacionales que han adquirido la capacidad de hacer la guerra y
operan más allá de los Estados usando al efecto los otros movimientos
anti-Estado.
Si entendemos la conclusión hecha por Aron (1989) acerca de la
tendencia a la bipolaridad en las relaciones internacionales siguiendo la
guerra griega narrada por Tucidides, esta bipolaridad supone la
exclusión de terceros. De ahí la exclusión indicada por Agamben (2015),
pero entendida como la no aceptación de otra opción en la guerra. La
campaña de Noruega en 1940 es un ejemplo de ello. La campaña se
inició por la invasión simultánea de británicos y alemanes y el esfuerzo
noruego de expulsar a los invasores: duelo de tres. Después los
noruegos se unieron a los primeros para combatir a los alemanes,
duelo. Lo que no ha sucedido es que un tercero saque a los invasores o
usando el ejemplo noruego que este país haya logrado expulsar a los
dos invasores... Esto nos coloca en el tema de la neutralidad. Según
reconocidos autores, el derecho de la guerra ha existido para regular
esta frente a terceros estados. Con la Organización de las Naciones
Unidas (ONU) se acabó la neutralidad para los países que han decidido
formar parte. El no cumplimiento de lo estipulado por alguno de los
Estados puede desembocar en guerra civil dentro de la esfera de la ONU.
De ahí se rati ca la existencia de una Guerra Civil Global desde otro
ángulo si se observa el enfrentamiento de la epirocracia y la
talasocracia. Pero los estados no son entidades monolíticas. Por ello la
guerra civil dentro de los Estados ha sido expresión de la ruptura que se
produjo en la ONU otorgándole a esta un carácter global. La
manifestación de esta guerra fue, en primer lugar, la liberación de los
grandes imperios coloniales y, en segundo lugar, la subversión en
aquellos espacios estrechamente relacionados con los principales
antagonistas.

Ahora bien, si volvemos a examinar la primera y segunda fase de la


Guerra Civil Global nos encontramos que la otra cara de la guerra, es
decir, la vertiente marítima sólo se presentó con gran intensidad con la
crisis de los misiles en Cuba bajo la gura de diplomacia naval
coercitiva. Este hecho nos obliga a examinar los enfrentamientos
navales durante la guerra fría con espacial atención a la crisis cubana
para determinar los riesgos de ocurrencia de una situación similar
como se presentó en Siria en el año 2013.

2.-     Los enfrentamientos navales de la Guerra Fría.

         Entre 1945 y 1991 la Guerra Fría en el mar se manifestó como una
diplomacia naval coercitiva en su mayor parte. Las grandes acciones
navales estuvieron representadas por el desembarco de Inchon en la
Guerra de Corea, el apoyo naval a tierra durante la Guerra de Vietnam y
una serie de encuentros menores enmarcados en eso que los
estadounidenses llaman acciones reivindicativas. La excepción la
constituye la Crisis de los misiles en Cuba que colocó a la epirocracia y
la talasocracia frente a una confrontación directa de alcance global.

         En tema de conversación planteado por el Grupo Versalles en una


mañana caraqueña nos topamos con un sugerente ensayo titulado
“Victoria Soviética sin Poder Marítimo en Cuba”. En esa conversación
se indicó que sesenta y tres años después de ese acontecimiento "la
burocratización inmediata del poder militar de Estados Unidos luego de
la Segunda Guerra Mundial; y su fracaso de mantener in uencia en el
continente [dentro del marco de la Alianza para el progreso], [facilitó la
entrega de] Cuba al dominio comunista, con reales consecuencias hasta
el presente”. A esta a rmación respondí que Corbett, en esta situación
localizada, le daba crédito a la acción soviética, pero si seguimos la
línea de argumentación que hemos llevado en este ensayo la crisis
cubana fue un acontecimiento dentro de una cadena de eventos
acaecidas desde que comenzó la Guerra Civil Global con lo cual
podemos a rmar de suyo que esa victoria soviética ha tenido el mismo
peso que tuvieron las campañas de Noruega y de Creta realizadas por
Alemania durante la Segunda Guerra Mundial frente al Reino Unido. De
las discusiones hechas en el grupo hay que agregar el papel jugado por
el Almirante Sergéi Geórgievich Gorshkov en el desarrollo de la armada
soviética después de la citada crisis, no obstante, se puede extraer como
tema de análisis lo siguiente: la crisis en sí y sus consecuencias.

         Sobre la crisis en sí se puede a rmar, siguiendo a Carles Pamies


(2015) que esta se inició por el interés soviético de establecer un
equilibrio estratégico frente a EE.UU. aprovechando la oportunidad
dada por el fracaso de activistas cubanos con apoyo estadounidense de
invadir Cuba y derrocar el régimen castrista. A tal efecto se instrumentó
la “Operación Añadyr” que consistió, citando el mismo documento
Victoria Soviética…, en el despliegue en Cuba de

“… 24 plataformas de lanzamiento, 42 cohetes R-12, unas 45 ojivas


nucleares, 42 bombarderos Ilyushin Il-28, un regimiento de aviones de
caza que incluía a 40 aeronaves MiG-21, dos divisiones de defensa
antiaérea soviéticas, cuatro regimientos de infantería mecanizada, y
otras unidades militares, alcanzando a unos 47.000 soldados en
total…”[14].

Esta operación además contemplaba el establecimiento de una base


para submarinos en Cienfuegos. Como se sabe, la URSS no estaba en
condiciones, desde el punto de vista naval, de enfrentar a EE.UU.; desde
la perspectiva nuclear los europeos estaban en desventaja, de ahí la
decisión de implantar un sistema balístico intermedio en la isla
caribeña, pero la incapacidad de los servicios de inteligencia
estadounidense de descubrir las intenciones soviéticas o de plantearse
la posibilidad de una acción de semejante naturaleza supuso una
oportunidad para actuar decididamente con importantes consecuencias
políticas.   

         Como se sabe, Venezuela junto con Argentina y República


Dominicana participaron en las operaciones desarrolladas por EE.UU.
dentro de una fuerza combinada internacional para impedir que por
mar llegaran más pertrechos a Cuba. Sobre este tema Maita (2015)
desarrolló una tesis denominada  “Los destructores de la clase Nueva
Esparta” donde reseña la participación del destructor ARV “Zulia” y
ARV “Nueva Esparta” en la citada crisis. Según Maita, los buques
venezolanos operaron en el espacio de mar adyacente a las Antillas
menores entre los pasos interoceánico ubicados alrededor de Grenada y
que hoy corresponde a nuestra Zona Económica Exclusiva y realizaron
un total de 71 “observaciones” de buques que transitaron por el área
(Ibíd.:122).   

         En relación con las consecuencias, esta crisis culminó con un


compromiso “de EE.UU., de no invadir Cuba, retirar los misiles
estadounidenses de Turquía, crear una línea de comunicación directa
entre Washington DC y Moscú a través del teléfono rojo”. Pero este
resultado, que en el documento Victoria Soviética… es señalado como
una victoria a pesar de que generalmente se reconoce como una victoria
estadounidense debido a que los misiles en Turquía iban a ser retirado
debido a el desarrollo de vectores de mayor alcance lanzados desde
submarinos estadounidense, se pueden destacar dos hechos a tener en
consideración: una relacionada con Cuba y la otra con la URSS. El
régimen cubano logró supervivir, como ya indicamos, gracias a un
acuerdo soviético-estadounidense. Cuba hizo fermentar la guerra civil
en Suramérica después de la crisis de los misiles bajo la creencia que se
podía reproducir la experiencia isleña, pero con la excepción de
Colombia, cuyo con icto civil se inició mucho antes de la instauración
del régimen castrista y de Chile, que a pesar de caer en la esfera
castrista, logró revertir la situación implantando una férrea dictadura
de derecha, fueron derrotados de forma contundente especialmente en
Argentina, Uruguay, Paraguay, Bolivia, Brasil y Venezuela[15]. En Perú
hubo que esperar a que se concretara el colapso soviético. La regresión
que permitió posteriormente la entrada en la región de la in uencia
cubana se produjo, en primer lugar, por la crisis de la democracia
representativa que ha afectado a todo Occidente y en especial a
Iberoamérica y, en segundo lugar, al interés de Occidente de implantar,
bajo este esquema de representación, un modelo económico que
generaba más desequilibrios sociales en la región. Por ello, es que se
puede a rmar que a la disolución del pacto de Varsovia siguió la pérdida
de in uencia de EE.UU en Iberoamérica espacio que lograron llenar, de
forma notoria, Cuba, Rusia, China e Irán. En la actualidad, Cuba se
encuentra en un proceso de entendimiento con EE.UU aunque lucha por
mantener su in uencia sobre el régimen venezolano. Rusia se ha
focalizado en sus espacios de interés adyacentes en Siria, Ucrania y el
Ártico, China enfrenta un proceso de desaceleración de su crecimiento
económico e Irán se encuentra en un proceso de entendimiento con
EE.UU. aunque se enfrentan indirectamente en Yemen.

         En relación con la URSS, la crisis cubana le enseñó que la única


manera de enfrentar a EE.UU con su misma gramática era
desarrollando su poder naval y nuclear. Por lo demás, tal como se hizo
patente en las discusiones realizadas dentro del grupo Versalles, el líder
soviético Nikita Jrushchov, quien dirigió la crisis sería depuesto de su
cargo dos años después por el Comité Central del Partido por sus
desaciertos en política exterior (Kinder y Hilgemann, 1988)[16].
Gorshkov, según Huckabey, (2014), logró en este sentido capitalizar las
debilidades soviéticas en la crisis cubana e impulsó el desarrollo del
poder naval de su país. El crecimiento de su poder naval y su poder
nuclear en una década fue espectacular, pero ello signi có dedicar más
del 10 % de su PIB en gastos de defensa lo cual supuso un agotamiento
de su modelo económico y su posterior colapso cuando tuvo que
enfrentar la carrera armamentista que impuso EE.UU. en la década de
los años ochenta del siglo XX[17]. Sobre este proceso nos vamos a
dedicar a continuación.

         3.-     Las Lecciones aprendidas por parte de Rusia en el campo


naval.

         La carrera por la supremacía marítima comenzó en los astilleros


navales de la epirocracia y la talasocracia luego de la crisis cubana.
Como se sabe, la URSS fue derrotada. En el ensayo Implicaciones
Estratégicas de la Diplomacia naval Rusa en Venezuela (Blanco, 2013b)
se hizo un examen de cómo los rusos asimilaron esta derrota y cómo
han actuado a partir de sus enseñanzas. Se puede a rmar que Rusia
salió nuevamente al mar a mediados de la primera década del siglo XXI.
La gura ha sido la de la diplomacia naval, pero por si sola no está en
capacidad de desa ar al poder naval estadounidense por lo que su papel
corresponde en la actualidad al usado, en el pasado, por Francia frente
al Reino Unido, es decir, la estrategia del eet in being a n de usar sus
medios navales como medio de negociación en crisis internacionales
como ya lo vimos en Siria. Este hecho nos coloca frente a la necesidad
de examinar, siguiendo con nuestra línea discursiva, el enfrentamiento
entre la epirocracia rusa frente a la talasocracia estadounidense,
teniendo como marco referencial las Guerras del Peloponeso.

         En el cuadro mostrado en el parágrafo 1, colocamos en signo de


interrogación un acontecimiento semejante a Siracusa porque éste no
ha ocurrido. La semejanza en este caso está dada por el hecho
catastró co en sí indiferentemente del quien pudiera ser derrotado. Un
evento de esta naturaleza no ha ocurrido debido a que ambos saben que
no están en condiciones de embarcarse en una campaña riesgosa
dentro de un contexto signado por una fragilidad económica y por la
ocurrencia de otros procesos políticos y sociales que han limitado la
capacidad de acción de las entidades políticas enfrentadas. No obstante,
están ocurriendo una serie de hechos que marcan unas tendencias en
función de la presencia de potenciales situaciones con ictivas. Estos
hechos son: la relación marítima chino-rusa, el desarrollo naval chino,
hindú, japonés y vietnamita, la reducción de las capacidades de
proyección naval de Occidente, en especial de España y el Reino Unido y
la situación con ictiva presente en el mar de China y en la península
coreana. El más notorio de estos acontecimientos es, según Singh
(2015), la entente naval chino-rusa observada en ejercicios navales
combinados en el océano Pací co en el año 2014 y en el mar Negro y
Mediterráneo en el año 2015, debido a que está cristalizando una
coalición en el mar desde el punto de vista inter-operativo que nosotros
creemos es similar a la espartano-siracusana. Por supuesto que su
efectividad actual se presenta en el plano diplomático naval, pero,
como en el caso de la epirocracia espartana, esta es capaz de soportar
en el mar una derrota debido a que su mayor fortaleza está en tierra, el
juego estratégico chino-ruso pareciera apuntar a jar medios navales
en las propias áreas de in uencia de la talasocracia. Las áreas de
potencial aplicación de la cooperación naval chino-rusa ya la indicamos
previamente[18]. Estas son: en el Mar Caribe, en función del eje
Nicaragua-Cuba-Venezuela, el Mar Mediterráneo debido a la situación
en Siria, el Mar Negro en función de la crisis ucraniana, el círculo Polar
Ártico, por recursos y el mar de China por recursos y soberanía en
espacios marítimos. A continuación se muestra un grá co ilustrativo de
dichas áreas 
         Como se puede observar del grá co, la coalición ruso-china
pudiera operar desde una posición central desde la masa continental
euroasiática. No así con respecto al Mar Caribe. El juego que estuviera
planteado en la región, como ya indicamos, es obligar a Occidente a
distraer recursos necesarios para mantener la presión estratégica en el
resto de las áreas de confrontación. Mientras la guerra no escale, el
papel chino-ruso va a ser similar al de eet in being usado por los
franceses entre los siglos XVIII y XX. Si escala, la costa occidental del
océano Pací co va a convertirse en la principal área de operaciones
navales.

Una coalición epirocrática ruso-china basada en concepto de eet in


being plantea, en este sentido, una situación con ictiva en dos
dimensiones: en una el antagonismo es simétrico desde el punto de
vista cuantitativo haciendo que el con icto se presente en el plano
diplomático y, en otra, el antagonismo se presenta de manera
asimétrica desde la perspectiva cualitativa en el plano cualitativo, en sí,
y productivo. Cualitativo en relación a la calidad de los medios de
combate de Occidente que les da cierta ventaja a su favor en lo
concerniente a la relación precisión de las armas (talasocracia)
capacidad de recibir castigo (epirocracia) y productivo en el sentido que
la capacidad político-económica de Occidente está más condicionada
por factores internos constituyendo ello una ventaja para la citada
coalición en el sentido que puede producir medios de guerra con menos
limitaciones en el sector interno. 

Más allá de lo hasta aquí indicado, se observa, como aconteció en las


Guerras del Peloponeso que el territorio, con la excepción de las
campañas dirigidas directamente contra Atenas, en el pasado, y en el
presente contra Rusia, el espacio de maniobras lo constituyen los
espacios marítimos y en general en aquellos donde el hombre sólo
puede estar por intermedio de plataformas adecuadas a tal n (Blanco,
2010), debido a que, en primer lugar, desde estos espacios es posible
proyectar el poder de hacer daño sobre un territorio o un espacio
especí co y, en segundo lugar, posibilita la capacidad de elegir los
medios a emplear dentro de un abanico de opciones estratégicas.
         Teniendo presente lo antes indicado, la posibilidad de una moderna
Siracusa puede provenir por el cometimiento de un error de cálculo en
el proceso de toma de decisiones o por la desestabilización de un área
realizada de forma deliberada. Sobre el primer caso, se puede destacar,
por una parte que China ha alertado a EE.UU. sobre el riesgo de
involucrarse en el con icto chino-japonés por las islas Senkaku
pertenecientes a Japón y en el con icto en el mar de China por las islas
Spratley y Parecel entre Filipinas, Vietnam, Indonesia y China y, por la
otra, el con icto se ha presentado, de forma directa, entre la
talasocracia y la epirocracia en el ámbito económico, nanciero,
comunicacional y diplomático. Así pues, la talasocracia se enfrenta, en
primer lugar, a la epirocracia rusa en el mar Mediterráneo, en el Mar
Negro y en el Ártico mediante demostraciones de fuerza militar-naval
y, a la epirocracia china en los otros ámbitos del poder. Con respecto a
la relación chino-estadounidense no se sabe hasta ahora si se han
usado armas no convencionales como las armas cinéticas o la
modi cación climática aunque en relación con la primera se ha
indicado que las recientes explosiones ocurridas en el puerto de
contenedores de Taijing (Beijing), podría haber sido causada por una
bomba de tungsteno en respuesta al hackeo por parte de China de
sistemas de seguridad estadounidenses[19]. Con respecto a la
desestabilización deliberada de áreas especí cas vamos a tratar en el
siguiente parágrafo.

         4.-     Los antagonismos que han surgido dentro del marco de la
relación recíproca mar-tierra.

A raíz del cierre de la frontera con Colombia por parte de Venezuela, las
deportaciones masiva de colombianos y del abandono del país de cerca
de dos decenas de miles de extranjeros, el jefe de la clase dirigente
venezolana ha planteado la necesidad de crear “una frontera de paz”.
La causa de esta a rmación, según la dirigencia venezolana, es la
acción emprendida por grupos oligárquicos materializada en el
contrabando de extracción y la acción de grupos paramilitares
colombianos en nuestro territorio sin mencionar que en la misma
frontera operan varios frentes guerrilleros de las Fuerzas Armadas
Revolucionarias de Colombia (FARC). Esta “frontera de paz” si se
considera lo indicado en Venezuela y su Historicidad Marítima…,
Blanco (2013b), la Operación Escorpión… (Blanco, 2014a) y Venezuela y
la Máquina de Guerra islámica… (2014b), permiten señalar una serie de
eventos que están acaeciendo para develar sus probables causas y unos
patrones que pudieran indicar también una intención con
consecuencias estratégicas.
En relación con la ocurrencia de eventos que se han presentado en el
continente americano y tienen como foco a Cuba debido a la transición
política que se vive en la isla es de destacar la relación que existe entre
las conversaciones de paz realizadas en la Habana entre el gobierno y la
guerrilla colombiana y el deterioro de la situación política en Venezuela
producto del fracaso en implantar un nuevo modelo de desarrollo tal
como ha reconocido el propio jefe del gobierno venezolano en fecha
reciente. En días pasados, luego de la visita del papa Francisco I a la
Habana y de los desencuentros colombo-venezolano que culminaron
parcialmente con la reunión de Quito por el tema fronterizo se ha
anunciado la posibilidad de concretar un acuerdo de paz que ponga n a
la guerra civil colombiana en seis meses y que la apertura de la frontera
colombo-venezolana se podría realizar de forma progresiva teniendo
como horizonte también seis meses. Que coincidencia! Hay tres
aspectos a destacar: Primero, las elecciones legislativas venezolanas
son dentro de dos meses, de gobernaciones dentro de un año y la clase
dirigente se encuentra en desventaja. Segundo las elecciones
presidenciales en Colombia son en el 2018, por lo que, operativamente
cualquier acuerdo de paz luego de concretarse debe pasar por el
congreso, el tribunal supremos de justicia colombiano y un referéndum
aprobatorio antes de su hipotética instrumentación. Tercero, para la
dirigencia cubana eso es mucho tiempo si se considera que el
entendimiento con EE.UU. tiene una fecha tope con las elecciones en
este último país son en el año 2016. Estos tres hechos permiten suponer
que hay una sincronía entre las conversaciones de paz de la Habana, el
estado de excepción fronterizo decretado por la clase dirigente
venezolana y el entendimiento cubano-estadounidense.

Así como la sincronía tiene un tiempo de expiración para Cuba y


Colombia, también la tiene para la clase dirigente venezolana. El único
espacio de maniobra que ha logrado conseguir esta clase dirigente ha
sido mediante la invocación al nacionalismo frente a la mani esta
incapacidad de lidiar con los problemas fronterizos del país en todo el
espacio geográ co nacional debido al carácter ideológico que le han
dado a su política exterior y su esfuerzo en implantar un modelo de
desarrollo de naturaleza epirocrática a pesar de la alta dependencia
marítima de Venezuela. En este contexto, la propuesta de la frontera de
paz es un esfuerzo por adelantar los procesos para la conformación de
una máquina de guerra que permita extender el período de
supervivencia del régimen y el proyecto político continental que se han
empeñado en realizar.

El concepto de máquina de guerra, como abordamos en Venezuela y su


historicidad marítima se basa en la conformación de unidades
productivas cuyo proceso de producción e intercambio genere otra
forma de relación política y destruya el orden estatal (westfaliano)
existente desde 1830 entre Colombia y Venezuela. El adelanto obedece,
como ya lo indicamos, a la fragilidad de la sincronía colombo-cubano-
venezolana y al deterioro del régimen venezolano y su pérdida de
in uencia en la región. También se pueden agregar otras dos causas: en
primer lugar, en el continente se está produciendo una regresión
ideológica, como se observa en Brasil, Argentina, Bolivia, Ecuador y
Uruguay que pareciera indicar el n del proceso político iniciado en el
año 1998 en nuestro país y, en segundo lugar, el régimen cubano se va a
jugar el todo por el todo para garantizar su supervivencia política
después de la era castrista. Es decir, las concesiones que han apuntado a
la apertura en Cuba vienen acompañadas con la desestabilización del
norte de Suramérica. En Colombia hay una guerra civil y el gobierno
venezolano también ha amenazado con una sí no logra mantenerse en
el poder. La forma en que ésta se presentaría, si ocurriese, sería similar
a aquella que vivieron ambos países en el año 1901. Pero nos inclinamos
a pensar en la ocurrencia de una crisis grave que se materializaría de
forma violenta pero sin obtenerse resultados concretos para ninguna de
las partes.

La fecha que se puede usar como marco referencial para que se


desencadenen las acciones políticas antes indicadas la representa las
elecciones legislativas venezolanas indiferentemente de su resultado.
¿Qué papel puede jugar la alianza epirocrática chino-rusa en este
escenario? Esta alianza, en el plano naval podrá realizar acciones
diplomáticas expresivas siempre y cuando pueda sostenerse el régimen
cubano y no se produzca una escalada en otros necesarios que
signi quen una guerra abierta[20]. Como se sabe, Rusia ha
incrementado su presencia militar en Siria y ello pudiera ser un
indicador de que la situación en el Cercano Oriente tiende a
complicarse[21]. De igual forma es de mencionar que, más allá de la
presencia de asesores rusos y chinos en el país, la última presencia
conocida de buques rusos en el mar Caribe se produjo de forma abierta
en el año 2013 y de forma discreta en el año 2014 dentro del marco de
las protesta en Venezuela. Es probable que buques de guerra rusos y
chinos, que en fecha reciente ejecutaron maniobras combinadas en el
Mar Mediterránea, visiten la región para brindar apoyo simbólico a los
regímenes cubano y venezolano, pero ya no va a ser como aconteció con
la crisis de los misiles en el año 1962 debido a que en esa fecha no había
voluntad por parte de la talasocracia y la epirocracia de embarcarse en
una guerra ni existían otros actores que pudiesen patrocinarla. Hoy en
día parece que sí en lo concerniente a los grupos anti-estados.

Con respecto a los patrones comunes que se han presentado en este


estado de Guerra Civil Global se encuentra el tema de los refugiados,
desplazados y/o deportados. La diferencia es la dirección de esos ujos
humanos, es decir, el blanco del ataque. Por una parte es Europa, en
especial Alemania y en Suramérica es Colombia, un estrecho aliado de
Occidente. ¿Qué se persigue con esta acción? Reducir la capacidad de
maniobra política de las regiones blanco[22]. Producir un ujo humano
hacia un lugar determinado persigue vaciar un espacio de personas que
perdieron o le han sido arrebatados sus derechos políticos. Agamben
(2015) al respecto señaló que en la guerra civil en la Grecia antigua se
debía tomar un partido. Los que no lo hacían eran excluidos de la vida
política quedando sólo limitados a las actividades privadas si no eran
desterrados. Desterrar, en este caso, es, en primer lugar, arrebatar los
derechos políticos de sujetos y/o grupos que anteriormente los gozaban
por alguna u otra razón y, en segundo lugar, negarlos a pesar de la
situación en que estos individuos se encuentran. En Siria, Libia e Irak
ocurre una guerra civil. Si seguimos a Popper (2006), es una lucha de
clases entre un partido que quiere volver al pasado (el EI) y otro partido
que acepta el cambio político, pero no es capaz de mantenerse por sí
solo.

El estado de excepción decretado en la frontera occidental venezolana y


el consiguiente ujo humano hacia Colombia que ello provocó indican
que Venezuela se encuentra al menos en una situación crítica como el
mismo decreto indica. Pero lo que se evidencia en esta situación
excepcional no es una lucha de clases, a pesar de que el gobierno
venezolano ha planteado el con icto de esa manera, debido a que los
que se vieron obligados a abandonar al país forman parte de la clase que
el gobierno venezolano está defendiendo indiferentemente de la
nacionalidad que estos, ahora desclasados, se encuentran. Los ujos
provocados en Venezuela por una decisión política permiten inferir que
los ujos dirigidos hacia Europa han tenido un origen similar si se los
observa desde una perspectiva anti-Estado. En ambos casos son
personas que de alguna u otra manera perdieron sus derechos políticos
y viven una vida natural (nuda) en el sentido agamberiano del término,
es decir, son homo sacer (hombres sacri cables) (Agamben, 2010).

El caso es que en ambas situaciones se está enfrente a movimientos


anti-Estados y estos movimientos presentan la Guerra Civil Global
desde otra perspectiva puesto que plantea la existencia de un tercer
actor político en la medida en que sea capaz de producir daño. Teniendo
esto presente, se puede a rmar la ocurrencia de una Guerra Civil
Mundial entre una talasocracia y una epirocracia, ambas de talante
global y junto con esta guerra pareciera estar ocurriendo otra que
enfrenta a los movimientos anti-Estados contra las epirocracia y
talasocracia globales en un mismo tiempo. En este triángulo es donde
se observa la relación recíproca mar-tierra. Como los movimientos
anti-Estados operan desde un territorio, el mar se ha convertido en el
espacio de maniobra de las epirocracia y talasocracia globales con lo
que se puede pensar en un escenario similar a Siracusa donde ambas
podrían verse empeñadas en una campaña de desgaste desastrosa al
intervenir en un con icto civil localizado. De ahí que es muy difícil que
una coalición chino-rusa considere exponer a una parte importante de
sus fuerzas navales en el Mar Caribe en las condiciones actuales y es
probable que en una escalada global producida por de alguna u otra
manera se intente usar este espacio geográ co para jar fuerzas de la
coalición talasocrática siguiendo al efecto un tipo de guerra practicado
por Alemania en la Primera Guerra Mundial y el Reino de los Países
Bajos dentro del marco de la Guerra de los Treinta Años. Volver sobre el
tema de la guerra civil alemana del siglo XVII nos es pertinente debido a
que Hardt y Negri (2004) han hecho semejanzas de la citada guerra con
la actual guerra civil global.   

En el siglo XVII, el Reino de los Países Bajos a pesar de estar en una


situación de desventaja geográ ca con respecto a España, obligó a este
país a destinar importantes fuerzas para recuperar la salina de Araya,
Recife y Salvador de Bahía[23]. Dentro de la campaña naval realizada al
efecto los españoles se vieron obligados a distraer importantes fuerzas
que fueron necesarias para sostener el frente de Flandes. El resultado
fue la derrota naval de Las Dunas, la batalla que marcó formalmente el
declive de la hegemonía española en el mar[24]. Este escenario es el que
podría visualizarse si se compara con la crisis de los misiles en Cuba. El
escenario más importante de la Guerra Fría se encontraba en Alemania
y por ello fue fácil llegar, en ese entonces, a un acuerdo. En la actualidad
a los movimientos anti-Estado eso no le es posible porque amenazaría
su propia existencia. De ahí que aspirar a un apoyo lejano por parte de
los movimientos anti-Estado en Suramérica, como se evidencia del
escrito “Victoria Soviética sin Poder Marítimo en Cuba”, parece
tendencioso.

         5.-     Re exión Final.

         Cuando se produjo la serie de protestas en Venezuela en el año


2014, el periodista Walter Martínez anunció en su programa televisivo
que un portaaviones ruso y otro chino se estaban acercando a nuestras
aguas para apoyar al régimen político venezolano en el poder. Como se
sabe, el buque ruso estaba empeñado en el Mar Mediterráneo oriental y
el buque chino se encontraba en alistamiento y fase de pruebas, por lo
que se puede presumir que la falsa información tenía un propósito
especí co, es decir, levantar la moral de la clase dirigente venezolana y
de los grupos que los apoyan. Creemos que el documento “Victoria
Soviética sin Poder Marítimo en Cuba” ha tenido el mismo propósito
pero su n desinformativo estuvo dirigido a un público más
especializado en el sentido de tratar de explicar en términos navales un
evento histórico que convirtió a la isla caribeña en un satélite soviético.
Es muy difícil hablar de victoria naval después de sacri car a una parte
importante de la población cubana por más de medio siglo a no ser que
el objeto sea crear las condiciones de posibilidad de sacri car más
sujetos para preservar un régimen político. La crisis de los misiles en
Cuba estalló por la colocación de unos misiles, no por la naturaleza del
régimen cubano. Si se quisiese hablar de victoria, en un plano
ideológico, se debería haber enfocado en la fracasada invasión de playa
Girón ocurrida unos meses antes. Por ello quise enmarcar la crisis de
los misiles en Cuba dentro de un contexto global de forma similar a la
actual situación política mundial que, como ya hemos indicado, se
asemeja a una guerra civil. Si le creemos al papa Francisco I y a los
autores que hemos usados en esta re exión debemos pensar más en
tratar de solucionar nuestros problemas como venezolanos que esperar
que un apoyo lejano venga a sostener un régimen político para
mantenerse en el poder debido a que ello va signi car traer la guerra
extranjera, en una manifestación más concreta, a nuestro territorio.

         Así pues, podemos a rmar que la guerra civil es el enfrentamiento


cruento y violento entre diversas concepciones del mundo dentro de
una misma sociedad y su carácter global se debe a que el mundo, como
lo conocemos, cada día se hace más pequeño. Y dado que nuestro país,
en cierta forma ha estado inmerso dentro de esta confrontación, la
solución de nuestros problemas persigue evitar que nuestro territorio
se convierta en campo de batalla de las principales fuerzas
antagónicas... 

BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA

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[1] Hobbes fue un estudioso de la Guerras del Peloponeso. A tal punto,


Agamben (2015) señaló, que su obra Behemoth que trata de cómo salir
del estado de guerra civil en que se había sumergido Inglaterra. Sobre
Behemoth, ver al respecto: Hobbes (1899).
[2] Francisco I, en su reciente visita a Cuba señaló que el mundo en la
actualidad vive una nueva guerra mundial. Esta guerra mundial, según
él, se ha estado presentando en etapas, pero no ha indicado su
naturaleza. 
[3] Si bien Hardt y Negri (2004) han a rmado que desde 1945, todos los
con ictos bélicos se han presentado como guerra civil, el concepto de
guerra civil mundial fue introducido por Paul Válery, según Koselleck
(2006), Hannah Arendt (1967) en "Sobre la revolución" y Schmitt
(1966) en "La teoría del partisano". Para Hardt y Negri la imagen de la
guerra civil global es semejante a la Guerra de los XXX años con la
denominada Guerra contra la Terrorismo.
[4] Según Agamben (2015), ‘Stasis’ en la Grecia Clásica signi caba
guerra civil. Esta expresión proviene de la palabra ‘istemi’, es decir,
levantarse. La guerra civil era en la Grecia antigua una relación
sangrienta entre familias.
[5] Según el lósofo austriaco Tucidides “si bien no pertenecía… al ala
extrema de los grupos oligárquicos atenienses que conspiraron durante
toda la guerra con el enemigo, perteneció ciertamente al partido
oligárquico y nunca fue amigo ni del pueblo ateniense, el demos que lo
había exiliado ni de su política imperialista” (Ibíd.:194).
[6] La revolución es entendida aquí en sentido arendtiano, es decir, la
vuelta a un origen que en este caso estaba dado por la existencia de un
gobierno tribal dirigido por un clan (Arendt, 1967). El retornó al origen,
en este caso visto según Popper (2006) se debió a la resistencia de parte
de la población de Corcira a los cambios sociales y políticos que había
generado el desarrollo del comercio marítimo.
[7] Las armas cinéticas han sido utilizadas en Afganistán si se tiene en
consideración este reportaje publicado por Reuters del 10AGO2011: “Un
bombardeo de la OTAN mata a los responsables del derribo del
helicóptero en Afganistán”. Ver al respecto:
https://es.noticias.yahoo.com/bombardeo-otan-mata-responsables-
derribo-helic%C3%B3ptero-afganist%C3%A1n-135537415.html El
bombardeo cinético consiste en el uso de barras de tungsteno o
wolframio a velocidades increíbles en dirección al blanco que pueden
ser lanzadas desde el espacio para dañar blancos especí cos a bajo
costo. Ver al respecto: Elbasheer (2014).
[8] La subjetividad es entendida como la forma en que una
organización de poder produce a un sujeto dentro de un contexto
político determinado. La producción está relacionada con la visión-del-
mundo que los condiciona. Ver al respecto: Deleuze y Guattari (2008).
[9] Ver al respecto: http://www.public.navy.mil/comusnavso-
c4f/Pages/default.aspx
[10] Ver al respecto: https://alianzapaci co.net/
[11] Un Estado islámico es un Estado teocrático regido bajo la gura de
lo que se conoció como Califato. Ver al respecto: Blanco (2014b).
[12] Y norte de África por una parte, en relación con Libia y, por la otra,
con respecto a Túnez y Egipto cuyos procesos políticos constitutivos
está estancado. Con respecto a la disolución del imperio Otomano esta
comenzó antes de la Primera Guerra Mundial y se evidenció con la
guerra italo-turca que signi có para el segundo la pérdida de Libia.
[13] Una excepción a esta a rmación no las indica la obra Lisistrata de
Aristófanes. Pero la forma de protesta que se muestra en la obra fue un
esfuerzo que no varió ni el curso ni el resultado del con icto.
[14] Ver también: 
http://rusopedia.rt.com/personalidades/politicos/issue_137.html
[15] En el caso venezolano, desde el punto de vista naval se destaca la
captura del pesquero cubano “Alecrín” y el remolcador ruso “Idonovon
Gromovoy Daecca no.727, en el año 1968. Ver al respecto: Blanco
(2004). Desde el punto de vista terrestre se destaca las operaciones
militares desarrolladas luego del desembarco cubano en Machurucuto
que signi caron la derrota de la incursión cubana. Ver al respecto en
facebook: historia naval en imágenes.
[16] Junto a la retirada de los misiles en Cuba, Jrushchov apoyó el
acuerdo sobre la suspensión de pruebas nucleares que provocó la
ruptura con China (Ibíd.)
[17] El elemento más paradigmático de la carrera armamentista de los
años ochenta fue lo que se conoció como la Iniciativa de defensa
Estratégica más conocido como el sistema “guerra de las galaxias”. Un
proyecto desarrollado por EE.UU. para garantizar una superioridad
operacional frente a la URSS valiéndose al efecto del espacio
ultraterrestre. Un hijo de esta guerra fue el arma cinética.
[18] Ver: Blanco (2013).
[19] Ver al respecto: Adams, (2015). Por otra parte, el empleo de estas
armas se hizo visible, luego de que EE.UU., Rusia y China demostraron
sus capacidades para destruir satélites desde tierra o mar.
[20] Nicaragua, en este sentido no cuenta aún con facilidades logísticas
para recibir buques de esa alianza epirocrática. Habría que esperar
tener conocimiento del avance de las obras de construcción del canal
interoceánico nicaragüense para tener una idea de sus capacidades.
[21] Ver al respecto:
http://www.bbc.com/mundo/noticias/2015/09/150915_siria_rusia_apoyo_militar_analisis_aw
[22] En el caso alemán es de destacar la crisis en una de sus empresas
más emblemática, es decir, la Volkwagen, debido al coincidencial y
público descubrimiento de un fraude en la venta de sus productos en
EE.UU. la coincidencia se produce dentro de un contexto de crisis de
refugiados y de restricciones económicas producto de las sanciones
impuestas a Rusia con motivo de la crisis ucraniana.
[23] No así Aruba, Curazao y Bonaire, a pesar de los esfuerzos
realizados desde Caracas para recuperar las citadas islas
[24] Después de la batalla de Las Dunas, el único camino que le quedó a
los españoles para sostener el Flandes era la ruta que pasaba por el mar
mediterráneo, seguía Genova, Milano y la ruta del río Rhin, pero esta
ruta fue cortada cuando las fuerzas imperiales fueron derrotadas por la
coalición franco-sueca. La fuerzas españolas, ante la imposibilidad de
recibir refuerzos fueron derrotadas en Racroi por las fuerzas francesas
y este hecho marco el n de la hegemonía mundial española. 

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