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LA ÉTICA EN EL LUGAR DE TRABAJO

CAPÍTULO 1
El establecimiento de una base sólida de carácter
La palabra carácter es una parte normal de nuestro vocabulario cristiano, se menciona
pocas veces en la biblia, con el desafío de aplicarlo en un mundo que habitualmente no
aprueba nuestra definición. El carácter es una parte arraigada de nuestra personalidad
mientras que otros dicen que fluye y cambia todo el tiempo.
Sus acciones en el trabajo son una demostración clara y precisa de su carácter y fe antes
los ojos y los oídos de los demás. “y todos lo que hacéis, sea de palabra o, de hecho,
hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él.
Nuestro carácter nos persigue a donde vayamos. El carácter no debería cambiar según la
situación o el medio ambiente. Es un mito común el creer que tenemos un “carácter
profesional” separado de nuestro carácter “carácter personal”, el verdadero carácter
permanece con nosotros. El carácter proporciona un sostén moral y ético que nos
ampara en momentos donde hay conflictos. El saber que nuestro carácter permanece
con nosotros a pesar de nuestra situación nos ayuda a darnos cuenta que la felicidad se
puede obtener a pesar de las dificultades.

CAPÍTULO 2
Integridad cultural
La integridad es el pegamento que sostiene a nuestro carácter unido. No podemos tener
un buen carácter sin integridad. La integridad total se concentra en equilibrar a todas las
áreas de nuestra vida. Usted tiene integridad en todas las áreas de su vida incluyendo sus
relaciones, su vida espiritual, su matrimonio, su comportamiento, y en otras áreas
también. Dios ve cada parte de nosotros. Él juzga toda nuestra existencia. Dios desea
que seamos íntegros, completos, sin que nos falte nada. Él desea que tengamos
integridad total. Usted puede ser una persona honesta, pero si llega continuamente tarde
al trabajo, su integridad se ve disminuida. Si mostramos falta de disciplina en un área, le
demostramos a los demás que no somos confiables y que no consideramos como
nuestras acciones pueden afectarlos.

CAPÍTULO 3
La ética de trabajo de Dios en el mundo moderno
Dios quiere que pensemos de una manera diferente. Como con muchos sentimientos que
tenemos, no son siempre el mejor indicador de lo que Dios verdaderamente desea para
nuestra vida. Ya sea que amemos u odiemos a nuestro trabajo. Dios desea que nosotros
lo veamos como una oportunidad para realizar la obra del señor. Un día de ardua labor
proporciona la oportunidad de crear y demostrar disciplina y carácter en formas que no
son siempre factibles en el hogar. Dios reconoce que el hombre obtiene gran
satisfacción y autoestima de su trabajo. No es solamente una forma de obtener dinero,
sino que es una parte de nuestro servicio a Dios. El principio de “un día honesto de
trabajo para un jornal honesto” es universal. Cuando trabajamos, no solo producimos
algo de valor para nuestro empleador, sino que también mostramos nuestro propio valor
como miembros productivos de la sociedad. Éste es el rol que Dios desea para nosotros.
El término “ética de trabajo” proviene de la antigua frase “ética de trabajo protestante”.
Esta frase se refiere a una clase de ética de trabajo dura, de arremangarse, demoledora.
Es absolutamente critico que enfoquemos el trabajo e una forma seria. Mientras que
existen grandes virtudes en esta clase de ética de trabajo dura, necesitamos entender que
el trabajo es más que el simple acto de realizar una tarea. La ética de trabajo es “un
conjunto de valores que se basan en las virtudes morales del trabajo arduo y de la
diligencia”. “El trabajo no es lo que hacemos para ganamos la vida sino lo que hacemos
con nuestra vida”

CAPÍTULO 4
Seguir las reglas
La ética es básicamente seguir las reglas. Algunas reglas son muy importantes, mientras
que otras solo parecen ser estorbos. Antes de discutir los problemas asociados con el
quebrantamiento de las reglas. El problema en seguir todas esas reglas es que podemos
abrumarnos con la tarea de tener que constantemente elegir moralmente si obedecerlas o
no, las elecciones que tenemos no son siempre claras. La moralidad se define como:
a) La cualidad de estar de acuerdo con las normas de la conducta buena o correcta
b) Un sistema de ideas sobre la conducta correcta o incorrecta: moralidad religiosa
o moralidad personal
c) Conducta virtuosa o
d) Una regla o elección en conducta moral.
La moralidad es un tema critico en nuestra cultura y, en el mundo empresarial, es
necesario encarar eso. Tengamos parámetros morales altos o no, la mayoría de nosotros
no deseamos sentir que la moralidad de los demás se nos es impuesta. La mayoría de la
gente no desea habar acerca de la moralidad porque es definirla o discutirla significa
que nosotros corremos el riesgo de que nuestra moralidad se vea de alguna manera
desafiada o cuestionada. Somos personas morales o inmorales. Esto es algo muy difícil
de discutir fuera del mundo religioso, el cual tiene su código moral perfectamente
definido. Somos responsables de demostrar por medio de nuestras acciones que nuestra
obediencia a Dios es la razón por la cual obedecemos los códigos morales en el trabajo
u en otras áreas de nuestra vida. La importancia de los códigos morales y éticos,
miremos a algunos de los códigos morales y éticos sirven para proteger a todas las
partes involucradas, como le fijan límites, y cómo aclaran su toma de decisiones.
CAPÍTULO 5
Ética de situación y racionalización
Necesitamos ser capaces de discriminar y tomar decisiones de forma natural. La ética de
situación se define como, la clase de ética que evalúa lo que hacemos a la luz de la
situación y no por absolutos morales, por o general esto no es bueno. Porque nuestro
absoluto moral es la palabra de Dios y nos estaríamos alejando de la devoción de
cumplir con la misma.

CAPÍTULO 6
Verdad y mentiras
Existen dos verdades fundamentales que necesitamos entender antes de ir más lejos.
Primero, somos todos mentirosos. Segundo, Dios absolutamente odia la mentira. El
problema en nuestra cultura es que muchas mentiras potenciales no están claramente
definidas. Una mentira es una declaración falsa presentada deliberadamente como
cierta.
Aparte de las implicancias espirituales negativas de mentir, el daño a las personas e
instituciones que nos rodean es igualmente devastador. la deshonestidad es muchas
veces la raíz de los problemas éticos del lugar del trabajo, el mentir es incorrecto y
quebranta las normas morales de la sociedad, la verdad casi siempre atiende a las
necesidades personales y empresariales mejor que la mentira, que casi siempre produce
consecuencias negativas.
Las mentiras pueden ser moralmente justificables si satisfacen las exigencias y pueden
ser consideradas verdaderamente triviales, hacen que alguien se sienta mejor con el fin
incorrecto, a su vez pueden ser exageraciones, también sacarnos de un problema para
meternos en uno peor.

CAPÍTULO 7
Como lidiar con los dilemas de situación
El lidiar con dilemas éticos en el trabajo puede ser una lucha muy personal, las
presiones personales se acumulan, surgen viejas tentaciones, la confusión y la
incertidumbre nublan nuestro buen juicio. Es importante hallar áreas de concordancia,
porque la mayoría de dilemas éticos del lugar de trabajo caen en una zona intermedia.
La ética debe de ser utilizada en todo momento en nuestro lugar de trabajo debido a que
existen reglas, que pueden parecer un estorbo, pero están allí por una buena razón.
El mundo nos está mirando, nuestras acciones de todos los días pueden tener
consecuencias eternas para nosotros y para los que nos rodean, el sí mismo y la duda
creados por el comportamiento no ético de un cristiano puede endurecer el corazón de
un no creyente para siempre hacia las cosas de Dios debemos recordar quienes somos y
porque Dios nos puso en nuestro puesto de trabajo.
El problema surge cuando parecen existir dos tipos de límites, la regla establecida
oralmente y una expectativa común expresada en forma tácita. Siempre se debe recordar
que si no está seguro donde está el límite, pregunte.
El conocimiento de que algo está mal puede no ser suficiente para ayudarnos a resistir la
tentación de hacerlo la clave para reducir los dilemas de situación es hacer las preguntas
fundamentales: ¿Por qué hacemos lo que hacemos? ¿Qué hace que algo sea demasiado
tentador como para resistirlo? Tomar conciencia de nuestras necesidades es un paso
inicial muy importante para reducir las tentaciones.

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