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LA GLOBALIZACION Y EL COVID-19

¿Qué es la globalización?
La globalización es un fenómeno basado en el aumento continuo de la interconexión
entre las diferentes naciones del mundo en el plano económico, político, social y
tecnológico. El uso de este término se utiliza desde los años ochenta. Y por esta
razón, el fenómeno tiene tantos defensores como el Fondo Monetario Internacional o
el Banco Mundial como detractores. En este proceso se da una interdependencia
económica, donde las empresas y los mercados sobrepasan las fronteras nacionales y
alcanzan una dimensión mundial.
El mercado de bienes y servicios viaja libremente hacia cualquier país del mundo,
debido a la gran apertura que se ha dado en el sector del comercio y la inversión. En
la actualidad los factores de producción como son capital, trabajo y tecnología fluyen
de un país a otro con gran facilidad, gracias al proceso de la globalización. Ya que, en
la actualidad es posible que dos personas puedan mantener una comunicación a
tiempo real con la otra; es posible llegar de un día a otro al extremo más alejado del
planeta tomando un avión; así como un producto producido en Asia puede ser
exportado a América con cotidianidad. Todos estos procesos si bien parecen muy
comunes hoy en día, la verdad es que hace unos años no eran tan simples. Las
fronteras que antes tantas limitaciones representaban, con más frecuencia tienen
menos relevancia.
Este proceso, obviamente ha afectado también a la política. La noción de que las
naciones no están solas en el mundo, ha provocado que determinadas decisiones de
carácter global deban ser tomadas en consenso entre todos los países, a través de los
organismos designados. La globalización ha logrado que los mercados se
internacionalicen, esto implica que cualquier productor compite con todos los
productores del mundo.

Las implicancias de la globalización en los negocios en la


situación actual que vivimos como sociedad con el COVID 19
Hoy, la pandemia del coronavirus Covid-19 nos está mostrando una nueva cara de los
riesgos asociados a la construcción de una sociedad global Esta nueva crisis que aún
está en desarrollo, nos dejará muchas lecciones. A diferencia de los riesgos
asociados a los desastres naturales y humanos, así como al funcionamiento de los
mercados financieros, la sociedad global no se ha preparado correctamente para lidiar
con las pandemias, no solo en términos de la atención de los riesgos sanitarios en sí
mismos, sino también de las consecuencias derivadas de las medidas de contención.
La primera es la relacionada con la política económica. La problemática generada por
la pandemia ha creado un escenario en el que las herramientas tradicionales de las
políticas monetaria y fiscal, resultan insuficientes. En este ámbito, la llamada es a
repensar los instrumentos de política económica, los cuales -no parece haber
alternativa- deben alejarse del ámbito nacional y comenzar a situarse en la
construcción de instrumentos de alcance global.
Y la segunda arista tiene que ver con los sistemas sanitarios. A lo largo de las últimas
décadas, a medida que ha avanzado el proceso de transición demográfica hacia el
envejecimiento de la población global, el deterioro en la efectividad de los sistemas de
salud ha sido casi una constante. La crisis que vivimos ha demostrado que uno de los
elementos clave en la contención de la pandemia está precisamente en la existencia y
efectividad de los sistemas de atención de la salud en los diferentes países. Parece
claro que aquellas naciones con sistemas sanitarios mejor estructurados y eficaces
podrán reducir los efectos perniciosos -tanto sociales como económicos- de la
pandemia. Y si esto es cierto entre los países más avanzados, lo será también en las
naciones menos desarrolladas, en donde la pandemia no ha alcanzado todavía niveles
críticos y en donde, por desgracia, la realidad del deterioro de los sistemas de salud es
un hecho más evidente. El asunto ha dejado de ser una cuestión taxonómica que
clasifique a los países en uno u otro grupo; es la pescadilla mordiéndose la cola,
porque las deficiencias de uno, tarde o temprano, terminarán golpeándonos a todos.
Pero esto no se ha dado porque existan más firmas chinas involucradas en el
comercio internacional sino porque las compañías mundiales trasladaron algunas
partes de sus líneas de producción a China. Es debido a la globalización.
Esta es la diferencia entre el antiguo comercio internacional y la globalización. Con la
globalización, las firmas multinacionales han extendido sus líneas de producción
alrededor del mundo, aprovechando la ventaja de mano de obra más económica y
menos impuestos. Ahora los legisladores y empresarios se cuestionan si los riesgos
de una producción globalizada sobrepasan sus beneficios. Seguro, la globalización
reduce costos, lo que hace que los productos sean más asequibles para más
personas, Sin embargo, todo se derrumba literalmente por el virus que ocasiono una
pandemia mundial.

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