Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
*Cambios considerables en los patrones de sueño (incapacidad para dormirse, permanecer despierto
o levantarse por la mañana)
Los adolescentes que están deprimidos también pueden manifestar otras señales de
advertencia o síntomas. Pueden aumentar sus problemas escolares debido a inasistencias, falta de
interés o motivación, o concentración deficiente y baja energía mental a causa de la depresión.
Algunos adolescentes directamente abandonan la escuela, ya que suponen que van a fracasar a
causa de sus problemas.
Acciones suicidas: Para muchos, los años de la adolescencia son los más difíciles de la
vida. Sus cuerpos sufren cambios; las relaciones con otras personas se vuelven complejas; se
comienza a aprender papeles sociales; y más que nunca, se espera que crezcan de pronto. Estos
cambios y exigencias pueden dejar al adolescente indefenso, confundido y con una visión pesimista
de su futuro.
Algunas veces, circunstancias problemáticas tales como el divorcio de los padres, el abuso
de drogas, la violencia familiar o el abuso sexual, complican y hacen más dolorosos estos "dolores
del crecimiento". La adolescencia ya es difícil de por sí. Cuando otros problemas se agregan a la
mezcla, la vida puede volverse insoportable para el adolescente causando sentimientos de
depresión, comportamientos destructivos que incluso pueden llevarlo al suicidio.
El suicidio no es causado por ningún factor individual, sino más bien, por una combinación
de factores. Frecuentemente el suicidio es el resultado de la depresión, la falta de autoestima o la
incapacidad para visualizar un futuro mejor. Algunos factores que contribuyen son, entre otros:
o El abuso de drogas
o El divorcio de los padres
o Depresión
Factores biológicos:
El alcohol es una sustancia que no aporta ningún nutriente, sólo calorías vacías (7,1
kilocalorías por gramo), y tiene efectos nocivos sobre el apetito, el aparato digestivo, el hígado y el
sistema nervioso. La ingestión incluso moderada (equivalente a dos vasos de vino o botellines de
cerveza diarios) tiene una repercusión importante sobre el equilibrio nutricional y, en consecuencia,
sobre el crecimiento y el desarrollo.
Este efecto perjudicial se da sobre todo a través de dos mecanismos: reducción en la ingesta de
alimentos y modificaciones en la biodisponibilidad de vitaminas y minerales como el ácido fólico,
la vitamina B12, la tiamina o B1, la riboflavina o B2, la niacina o B3, la piridoxina o B6, el cinc, el
magnesio, el calcio y las vitaminas, A, D, K y C o ácido ascórbico. El consumo de alcohol perjudica
la absorción o estimula la destrucción de dichos nutrientes.
El consumo de alcohol también está asociado a un déficit cognitivo que empeora a lo largo
del tiempo, sobre todo si dicho consumo prosigue hasta la adolescencia tardía. Es algo que se ha
constatado en pruebas de memoria verbal y no verbal, en las cuales las personas bebedoras obtienen
unos resultados significativamente peores que las abstemias.
Entre las causas del consumo de alcohol en jóvenes, las más comunes son:
o Para desinhibirse y "quitarse vergüenzas" que les permita hacer cosas que de otra manera no
harían.
o Muchas veces inciden los problemas familiares (malas relaciones dentro de la familia),
sociales (necesidad de pertenecer a un grupo de iguales), escolares (problemas en la escuela
que me llevan a beber para olvidar)... en la existencia del alcoholismo.
Pero en caso de que los jóvenes presenten los siguientes signos, es conveniente solicitar ayuda
profesional para controlar a tiempo el problema:
o Cuando han perdido interés en sus actividades y aficiones normales.
o Cuando quieran aislarse, alejarse de la familia y estar solos todo el tiempo.
o Cuando estén irritables y manifiesten mucha ansiedad.
o Cuando sin motivo disminuyan sus calificaciones escolares.
o Cuando tomen dinero de los padres o las botellas de alcohol desaparezcan de la despensa.
o Cuando lleguen tarde durante varias veces y con aliento u olor a alcohol.
o Cuando descuiden su higiene y presentación personal.
o Cuando comenten y presuman por su aguante al tomar bebidas alcohólicas.
Uso de Drogas: el uso de drogas corresponde a un afán de huir de la realidad. Las drogas
proporcionan una vía de escape, un alivio temporal a los problemas personales, familiares o
sociales. También son una puerta de salida frente al vacío existencial presente en el interior de la
persona, el cual la lleva a volcarse en búsqueda de salidas ilusorias que llenen dicho vacío.
Algunos factores que favorecen el fenómeno de la drogadicción pueden ser clasificados del modo
siguiente:
Factores de tipo familiar: Los hijos de padres fumadores, bebedores o toxico dependientes
son más proclives a tomar drogas que los hijos de padres que no lo son. Un ambiente familiar
demasiado permisivo, donde no exista disciplina o control sobre los hijos; o demasiado rígido,
donde los hijos se encuentren sometidos a un régimen demasiado autoritario o se encuentren
sobreprotegidos, puede también fomentar el consumo de drogas. La desatención de los hijos por
parte de los padres, las familias divididas o destruidas, las continuas peleas de los cónyuges frente a
los hijos, la falta de comunicación entre hijos y padres, todos éstos son factores que contribuyen a
crear un clima de riesgo, donde la droga puede convertirse fácilmente en una válvula de escape.
Se ha comprobado que el uso de drogas por parte de los jóvenes es menos frecuente cuando
las relaciones familiares son satisfactorias.
Las drogas no solamente tienen consecuencias negativas para quienes las usan. También se ven
afectadas las personas que rodean al drogadicto, especialmente las de su entorno más cercano, como
familiares y amigos. No es sólo la vida del drogadicto la que está en juego.
Si sospechas que un hijo adolescente esté consumiendo drogas, hay algunos cambios de
comportamiento o hábitos que nos pueden servir como pista. No obstante, es importante subrayar
que ver en tu adolescente una o más de estas señales no significa que su hijo sea consumidor de
drogas. A veces la propia adolescencia u otro tipo de problema que nada tiene que ver con el las
drogas puedan ser la causa de un cambio de comportamiento o actitud específico.
Por otra parte, si crees que tienes motivo para preocuparte, y si durante un tiempo notas algunos
de los cambios de personalidad, apariencia o comportamiento listados a continuación, es
conveniente que hablas con tu adolescente y que busques ayuda profesional.
o Objetos raros en su habitación como: papel de fumar, pipas, discos de cristal, bolsitas de
plástico...
o Excesivo rebeldía
o Cambia de amigos
Riesgos sexuales:
Enfermedades de Transmisión sexual: son bastante frecuentes en el adolescente y adulto
joven por las siguientes razones:
o Los adolescentes están teniendo relaciones sexuales cada vez con mayor precocidad.
o Tiene una tendencia a cambiar de pareja con mucha frecuencia.
o Muchas veces están contagiados y no tiene síntomas, lo que los hace portadores de la
enfermedad
La mayor parte de las ETS son tratables, pero todavía no se cuenta con tratamiento eficaz
contra el virus de la inmunodeficiencia adquirida (SIDA) y, tarde o temprano, la muerte se presenta
en la mayoría de los casos.
Aunque es posible contagiarse con el VIH por el uso de agujas contaminadas o, en raras
ocasiones, por transfusiones sanguíneas, es más común que se transmita por contacto sexual. El
virus, que está presente en el semen y en las secreciones vaginales, entra en el cuerpo a través de
pequeños desgarros de la mucosa vaginal o rectal durante la actividad sexual. La transmisión del
virus sólo tiene lugar por el contacto íntimo con la sangre, semen o secreciones vaginales
infectadas. Se han descrito casos de VIH transmitido a trabajadores de la salud mediante la punción
de aguja.
La única forma segura de prevenir las ETS y el SIDA es a través de la abstinencia sexual o
que las relaciones sexuales tengan lugar exclusivamente entre dos personas no infectadas. En caso
de contar con varios compañeros sexuales o que uno de ellos este infectado, el individuo está en alto
riesgo de contraer una enfermedad de transmisión sexual.
En cualquier caso, una vez que ya existe el embarazo, lo mejor es que la adolescente pueda
contar con su familia y que se busque la mejor manera de que, a pesar de asumir su responsabilidad
adquirida, en caso de que opte por tenerlo y ser madre, pueda continuar su desarrollo personal y
educativo lo más normalmente posible. Esto irá en beneficio no sólo de la futura madre, sino
también del hijo que está por llegar.
Trastornos de la conducta alimentaria
La alimentación es clave durante la adolescencia. Se trata del período de mayores
necesidades nutricionales, tanto desde el punto de vista energético como cualitativo. Para hacer
frente a los cambios, los requerimientos nutricionales son muy elevados.
Las necesidades nutricionales de los adolescentes vienen marcadas por los procesos de
maduración sexual, aumento de talla y aumento de peso, característicos de esta etapa de la vida.
Hay que tener en cuenta que en esta etapa el niño gana aproximadamente el 20% de la talla que va a
tener como adulto y el 50% del peso. Estos incrementos se corresponden con aumento de masa
muscular, y masa ósea. Toda esta situación se ve directamente afectada por la alimentación que
debe estar dirigida y diseñada para cubrir el gasto que se origina y así evitar situaciones carenciales
que puedan ocasionar alteraciones y trastornos de la salud.
Es por eso que es tan importante preocuparse de los diversos trastornos y desórdenes
alimentarios, que además se encuentran en el tercer lugar de las enfermedades de los adolescentes,
después de la obesidad y el asma. Los más conocidos son la anorexia y la bulimia, que son
problemas diferentes pero que en muchos casos se desarrollan juntos.
Anorexia es la obsesiva búsqueda de adelgazamiento mediante una dieta progresivamente
restrictiva. Los principales síntomas de la anorexia son:
o Rechazo a mantener el peso corporal por encima del mínimo adecuado para la estatura,
llegando a situaciones de delgadez extrema.
o Miedo intenso a engordar, incluso cuando el peso es muy bajo.
o Sensación de estar gordo/a en general o en algunas partes del cuerpo, como nalgas, muslos,
abdomen. Tienen una percepción de su cuerpo que no es real. Aunque estén realmente
delgados/as, su espejo les dice que siguen estando gordos/as.
o Aparecen otro tipo de problemas físicos que acompañan la desnutrición, como es en el caso
de las mujeres la retirada o el retraso de la menstruación.
o Ejercicio físico excesivo.
o Conducta alimentaria extraña: come de pie, corta los alimentos en pequeños trozos.
Se calcula que un 0.5 a 3 por ciento de adolescentes y mujeres jóvenes tiene anorexia
nerviosa y estas cifras aumentan al doble cuando se incluyen adolescentes sanas con conductas
alimentarías anormales o con preocupación anormal por el peso corporal. La edad promedio es de
13,75 años y se desarrolla mucho más en mujeres, con una proporción de 9 a 1. En el caso de la
bulimia, se estima que de un 0.6 a un 13 por ciento padecen el trastorno, también en mayor medida
las mujeres mayores de 18 años.
No existe una causa única, por eso es necesario un tratamiento a cargo de un equipo
multidisciplinario donde participen nutricionistas, sicólogos, psiquiatras e incluso en algunos casos
ginecólogos.