15 Pautas para convertirse en un buen instructor

 
1-filosofía de la escuela de formación: Las formas de enseñar y
presentar NW deben ser consistentes y coherentes con la filosofía de
la escuela de formación.

 2-Cada instructor que enseña es diferente: Para nosotros cada

instructor tiene sus puntos fuertes en la enseñanza. No queremos que
ningún instructor se sienta forzado a realizar la enseñanza de NW a un
estilo concreto, el instructor tiene que encontrar la formula de sentirse
feliz con lo que hace, esto redundará en mayores y óptimos resultados
en NW.

 3-¿Cuándo resulta un instructor más convincente?: Cuando realmente

se cree y ha interiorizado las ventajas de la actividad física que
enseña. Si estamos absolutamente convencidos de la bondad del bien
que enseñamos estaremos deseando compartirlo con el resto de las
personas. Como gran ventaja tenemos que lo que enseñamos es
salud, actividad física, equilibrio… En estas circunstancias resulta muy
fácil enamorarse de lo que se enseña. Nosotros recomendamos
siempre: ¡vende tu enseñanza a tus alumnos! ¡enamórales! Cuando
“los tengas en el bote” les va a resultar sencillo transmitir ese
entusiasmo por lo que tienen en las manos.

4- Instructores comprometidos: Otra gran ventaja de tener instructores

comprometidos con lo que enseñan es que no van a dejar que nadie
de un valor menor a lo que imparten. El instructor tiene toda la
información y preparación para desarrollar con gran eficacia el curso
NW.

5-Un instructor con ganas de seguir aprendiendo es un gran tesoro:

Un instructor con ganas de ser muy competente en lo que imparte
resulta muy interesante, ya que tiene una gran parte ganada: es capaz
de impresionar a sus alumnos con sus conocimientos, tiene que saber
marcar su territorio para sentirse imprescindible ante el grupo, debe
saber cuando mostrar todos sus conocimientos y cuándo merece la
pena utilizar un lenguaje más llano, que asuste menos.

6-Averiguar qué quiere el alumno: Cualquier persona que pase por

nuestro proceso de formación acaba sabiendo que nosotros no
enseñamos “papel mojado”. Nosotros enseñamos como ofrecer salud,
bienestar, autoestima… A cada uno nos interesa lo que nos va a servir
para nosotros mismos lo que vamos a aprender. ¿crees que la
persona que viene a nuestras clases le interesa una actividad que no
le aporte nuevos retos y al mismo tiempo le entusiasme? Seguro que
no. Si hubiera sido así se habrían apuntado a otra actividad. Pero ellos
han venido a nuestra clase para que les enseñemos, algo más, y
nuestro trabajo consiste en averiguar qué es lo que quieren… casi
antes de empezar a hablar con ellos. Sus ojos, su forma de vestir, su
forma de dar la mano, su tono de voz… un gran conjunto de factores
se estudian para ayudar a definir las necesidades de nuestros
alumnos y para que un buen instructor sepa como tratarlos.

7-Aprende a persuadir: Persuadir es conseguir que los demás vean las

cosas desde nuestro punto de vista. Un buen instructor es capaz de
prever las posibles objeciones de los alumnos: no tengo tiempo para
venir todas las clases, es una actividad muy complicada, ¡Te cansas
un montón! Hay que buscar la forma de que el alumno se sienta
recompensado a la hora de realizar la clase: el instructor ha sido
capaz de transmitir las bondades de la clase y el alumno las ha
interiorizado. Este instructor es capaz de mostrar al alumno las
ventajas en materia de salud y diversión. Pero un instructor de NW no
enseña solo actividad física, enseña

los beneficios de realizar esta actividad concreta, crea una diferencia

respecto a la competencia.

8-Genera un vínculo emocional: Crear este vínculo con el alumno sólo

puede beneficiarnos. Es mucho más sencillo cuando conoces los
gustos y aficiones del alumno al que estas enseñando. Esto resulta
especialmente importante a la hora de generar una buena relación, los
resultados serán mucho más beneficiosos.
9- No crear falsas expectativas: Hace unos años pude observar como
un experto instructor le decía a una persona mayor y con dificultades
de movilidad extrema que podía realizar una actividad de gran
impacto. Desde entonces digo a los futuros instructores un viejo dicho:
“antes se coge a un mentiroso que a un cojo”. No digas algo de lo que
te puedas arrepentir. Es preferible que digas la verdad y no crees
falsas expectativas a una persona porque luego se volverá contra ti.
Es bueno recordar que el 60% de las altas en las clases se producen
por referencias, si mientes estás acabando con La gallina de los
huevos de oro.

10- Interiorizar el procedimiento. Escuchaba a un profesor en uno de

sus cursos contar que sólo cuando un instructor interioriza
completamente la clase puede realmente impartir esa clase
correctamente pues ya no está pensando en lo que viene después
sino en lo que sus alumnos necesitan de él, en como transmitir el
entusiasmo para generar ese momento único del que tanto se habla.
Pues bien, hay que intentar transmitir esa misma filosofía a los
alumnos. Conoce bien todos los temas que tratas, conoce todos los
puntos al dedillo y entonces podrás dedicarte a conocer al alumno en
toda su extensión, a conocer sus puntos débiles, sus necesidades y
como adaptar tus enseñanzas a lo que realmente necesitan.

11- ¿Sentido del humor? Respecto al sentido del humor que muchos
instructores utilizan, siempre recomendamos que sea tratado con
sumo cuidado. Es cierto que una broma a tiempo puede ser muy
divertida y romper la barrera de lo racional para entrar en el
maravilloso mundo de lo emocional. Pero una broma de mal gusto
puede echar por tierra todo el trabajo de siembra que ha estado
haciendo el instructor. Por esta razón recomendamos que sólo si el
alumno se demuestra abierto al tema se utilice el humor; y siempre
que se gaste una broma ha de ser positiva, nunca negativa (racista,
sexista…).

12-La importancia de saber planificar el tiempo: Puede parecer

simplista pero me gustaría reforzar la idea de que un instructor que se
planifica su tiempo adecuadamente tiene gran parte del trabajo ya
hecho. Ordena el tiempo para lograr su máxima eficacia. Todo ha de
estar planificado para que el instructor sólo tenga que preocuparse de
realizar una clase eficaz, el resto ya lo tiene organizado.

13-Ver y escuchar: Un instructor comienza su enseñanza desde el

momento en que ve o escucha al alumno. Su apariencia, sus gestos,
su lenguaje… influyen a la hora de generar confianza o desconfianza
al alumno. La mejor sonrisa y las palabras más cordiales hacen que la
persona que empieza la clase se sienta acogida.

14-Colocarse en el lugar del alumno: Aprende a ponerte del otro lado,

tienes que ser consciente en cada momento de las necesidades del
alumno. El alumno tiene que sentirse perfectamente atendido por el
instructor y transmitir sensaciones de seguridad y “unicidad” sin
realizar un trabajo excepcional. Cuando seáis capaces de abstraeros
del resto de los asuntos que os ocupan y centraros en la enseñanza,
las posibilidades de éxito se multiplicarán.

15-Unas pequeñas notas: Las posibilidades que tiene nuestro equipo

de instructores de NW de mejorar son muy positivas e incluso nosotros
mismos como lideres del grupo. La gestión de este equipo es tan
importante como para que de él dependan en gran medida los
resultados del NW, no se puede dejar al azar. Para lograr fidelizar a
las personas que requieran nuestras clases lo óptimo es tener un buen
equipo de instructores motivados y perfectamente cohesionados, que
tengan la definición del NW bien asumida sin errores ni dudas.
Creemos que es imprescindible tener un sistema de enseñanza que
sea la partitura sobre la que sonará la orquesta que es el equipo de
instructores. Cuando las notas están claras y todos los músicos están
bien dirigidos, la orquesta tiene muchas más probabilidades de sonar
bien. Lo malo es cuando a alguno de los músicos se le olvida la
partitura o a otro se le ha emborronado… entonces es cuando vienen
los problemas. Me gusto leer que cuando el Papa Juan XIII asumió el
pontificado, en su primera intervención con la prensa un joven le
preguntó: “santidad ¿Cuántas personas trabajan en el Vaticano?”. El
Papa respondió: “Aproximadamente la mitad…