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UNIVERSIDAD TECNOLÓGICA DEL PERÚ

FACULTAD DE HUMANIDADES

ESCUELA PROFESIONAL DE PSICOLOGÍA

CIUDADANIA Y REFLEXION ETICA

ALUMNO:

VASQUEZ ROBERTS, Julio Rodolfo.

PROFESOR:

HELBERT JULIO VALDIVIA GRANADOS

Nuevo Chimbote, 15 de noviembre de 2020


Analiza y responde a las siguientes preguntas

1. Teniendo en cuenta este acontecimiento, ¿qué puedes decir sobre la democracia


peruana? Fundamenta tu respuesta con los conceptos de la segunda unidad de
aprendizaje.
2. ¿Cómo podemos aplicar en este caso el concepto de Ciudadanía? Explica tu
respuesta.
3. ¿Cómo podemos entender este hecho desde la perspectiva de Estado y Sociedad?
Aplica los conceptos visto en la segunda unidad.
4. ¿Cómo podemos entender este hecho desde la perspectiva de Estado de Derecho?
Aplica los conceptos visto en la segunda unidad.
1) Sustento Teórico
Existen diversos tipos de democracias, como así también diversas formas de
valorarlas o juzgarlas. La RAE nos da varias definiciones interesantes respecto a esta:

Democracia
1. f. Forma de gobierno en la que el poder político es ejercido por los ciudadanos.
(…)
3. f. Doctrina política según la cual la soberanía reside en el pueblo, que ejerce el
poder directamente o por medio de representantes.
4. f. Forma de sociedad que practica la igualdad de derechos individuales, con
independencia de etnias, sexos, credos religiosos, etc.
5. f. Participación de todos los miembros de un grupo o de una asociación en la toma
de decisiones.

En resumen, un Estado democrático se caracteriza por el reconocimiento igualitario


de todos sus gobernados y por la participación de estos mismos en el ejercicio de poder de
sus gobernantes. En un estado democrático todos los ciudadanos escogen a sus representantes
y les otorgan legitimidad de poder mediante el acuerdo social que pactan.

Aun así, existen democracias de calidad y democracias mediocres, es decir,


funcionales y disfuncionales. Morlino (2008) citado por Pérez y Aragón (2011) nos propone
ocho dimensiones que refieren a la calidad democrática:

Las cinco primeras son procedimentales: el “rule of law”, accountability electoral,


accountability interinstitucional, participación y competencia partidaria. La sexta
dimensión se relaciona a los resultados: reciprocidad (“responsiveness”). Finalmente,
las dos últimas aluden a los contenidos: libertad e igualdad (p.31).

1. Estado de derecho
El estado de derecho se caracteriza por el principio de legalidad, la separación de
poderes y el respeto irrestricto de los derechos humanos. Morlino (2008) citado por Pérez y
Aragón (2011) expresa que el Estado de derecho presupone las siguientes cualidades:

Aplicación de un sistema legal para todas las personas, garantizando los derechos y
las libertades ciudadanas; la ausencia de una alta violencia y criminalidad; la ausencia
de la corrupción en las instituciones políticas, administrativas y judiciales; la
existencia de una burocracia civil, central y local, competente, eficiente y
universalista en la aplicación de las leyes; la existencia de fuerzas de policía eficientes
y respetuosas de los derechos y las libertades existentes y efectivamente garantizadas;
el acceso igualitario de los ciudadanos a la justicia en caso de un conflicto entre
privados o bien entre privados e instituciones públicas; la duración razonable del
proceso penal y de juicios civiles o administrativos; y la completa independencia del
juez o del jurado de cualquier influencia del poder político (p.32).

2. La rendición de cuentas electorales


Es una de las formas por la cual los ciudadanos ejercen un control sobre sus
representantes. Como he mencionado, el escogerlos y aceptarlos es legitimar su poder. Eso
sí, el autor destaca que este control sea eficaz los procesos electorales deben ser libres y
justos, debe haber libertad y transparencia en la organización y financiación de los partidos
políticos, y deben existir alternativas partidarias con cierta estabilidad de presencia electoral
(Santander y Kenney, p.130, 2015).

3. La rendición de cuentas inter-institucional


Aquí se habla del control que tiene el propio Gobierno sobre sí, es decir, el ejercicio
de poder que Instituciones gubernamentales ejercen sobre otras. Aquí se habla básicamente
del principio de controles y equilibrios, el cual alude a un sistema concebido para impedir
que ninguna de las tres ramas sobre las que se fundamenta la separación de poderes adquiera
excesiva primacía sobre el resto (Santander y Kenney, p.132, 2015).

4. La competencia política
Se dice que esta existe cuando hay más de un actor político involucrado en los
procesos de toma de decisiones políticas. Morlino (2014) comenta que “hay competencia
dentro del sistema partidario, internamente dentro de los partidos, y entre distintos grupos de
intereses en escenarios diversos e interconectados” (p.47); es decir, hay tanto competencia
intra-partidaria e inter-partidaria. Además, menciona que “una condición de la competencia
vigorosa es el orden legal y constitucional, que es el Estado de derecho complementado por
una rendición de cuentas interinstitucional operativa” (p.49). Por ello, se habla de un
establecimiento de reglas y mecanismos que regulen la competencia, permitiendo que esta
sea justa y libre.

5. Participación
En primera instancia uno creería que refiere meramente a la participación de los
procesos electorales, más sin embargo, implica mucho más que ello, pues se trata del
participar activo para el sostén y mejoría de la sociedad, mediante reclamos y exigencias de
los cambios necesarios al Estado; ello significa ser un ciudadano políticamente activo.
Morlino (2014) define la participación como:
Conjunto total de comportamientos —convencionales o no convencionales, legales o
en el límite de la ley— que permiten a los hombres y a las mujeres, en forma colectiva
o individual, crear, revivir o fortalecer la identificación grupal, o tratar de influir en
el reclutamiento o en las decisiones de las autoridades políticas (representativas o
gubernamentales) para mantener o cambiar la asignación de los valores existentes
(p.47).

6. Igualdad
La igualdad en sociedad, como se divulga, refiere a la igualdad ante la ley, más si
somos exquisitos diríamos que la verdadera igualdad seria aquella de la que hablaba Marx,
la cual se cataloga actualmente como un objetivo utópico que no siempre es compartido por
los simpatizantes de la democracia. Respecto a ello, Morlino (2014) establece los conceptos
de igualdad formal e igualdad sustancial:

La primera (…) se infiere tanto la igualdad ante la ley como la prohibición de


discriminación por razones de sexo, raza, idioma, religión, opiniones, y condiciones
personales y sociales. La segunda (…) se refiere a la búsqueda de la igualdad
sustancial. Es decir, a levantar las barreras que limitan la igualdad social y económica,
y frenan, por lo tanto, «el pleno desarrollo de la persona humana y la participación
efectiva de todos los trabajadores en la organización política, económica y social de
un país» (p.51).

7. Libertad
El humano con toda la libertad de acción dentro de sus limitaciones físicas y mentales.
Sin embargo, luego del pacto social, este cedió parte de sus libertades a una entidad para que
esta lo gobierne, así pues, el Estado surgió como organización reguladora o supervisadora de
la sociedad. En tal contexto es que nacieron las leyes, las cuales organizan las actividades y
regulan el comportamiento de las personas, y las situaciones por las que atraviesan. Las leyes
ponen límites entre la libertad que cada persona tiene para actuar como más le guste y la
libertad de los demás. La ley en un Estado democrático debe proteger los derechos políticos,
sociales y civiles de todo humano.

8. Respuesta (responsabilidad)
Se refiere a la satisfacción general de los ciudadanos y de la sociedad civil, respecto
a cómo los representan sus Gobernantes. Respecto a la responsabilidad, Morlino (2014) nos
detalla dos formas de limitación en la capacidad de respuesta:
En primer lugar, los líderes electos no siempre buscan entender las percepciones y
posiciones de los ciudadanos o responder a ellas. (…) Los políticos sacan provecho
de la complejidad de los problemas y, evidentemente, de los cambios en las
prioridades políticas que se producen en el transcurso de un ciclo legislativo, periodo
que, en general, suele durar cuatro o cinco años. (…) El segundo orden de límites está
dado por los recursos que un gobierno tiene a su disposición para responder a las
necesidades de su pueblo. La limitación de recursos y las restricciones económicas
sobre el gasto público afectan la capacidad de respuesta incluso en países ricos (p.55).

1) Respuesta
Evidentemente el caso de Alan García demuestra numerosas irregularidades e
ineficiencias de la democracia peruana, dando muestra así de tambaleante calidad. Se tomó
a la constitución como un juego y la ultrajó para utilizarla únicamente a su repulsivo y egoísta
favor. El expresidente Alan García, como menciona Juan Manuel Robles, fue “el hombre que
encarnaba la impunidad”.

Así pues, si hablamos, en términos de Morlino, de calidad de democracia durante sus


años de mandato, podremos notar los efectos que tuvo sobre la población su inadecuado
gobierno. Solo basta con ver datos los que se obtuvieron en 2008, donde un porcentaje de
solo el 20% de los peruanos decían que tenían confianza en Ejecutivo, Congreso, Poder
Judicial, Tribunal Constitucional y Fiscalía, y el 56% expresaba confianza en la Defensoría
del Pueblo (Apoyo y Mercado, septiembre de 2008). Son los mismos actos de corrupción
durante el gobierno que llevaron a la población a desconfiar tajantemente de casi todo lo
referido a la política. Ello, de igual manera, lo demuestran los daros recogidos en 2008 y
2010, donde el pueblo peruano afirma que el principal problema del Perú es la corrupción
(Apoyo y Mercado, 2008, 2010). Aquellas experiencias, aquella falta de respuesta
responsable por parte de los gobernantes (En este caso Alan García y el APRA) lleva al
ciudadano a acostumbrase a la corrupción, y así a desinteresarse en la política, lo cual se ha
evidenciado, también, en el Perfil del Elector elaborado por el Jurado Nacional de Elecciones
en 2010, donde se mostraba que el 67% de los electores peruanos manifestaba el muy poco
o ningún interés por la política.

En conclusión, Alan García fue y será una de las tantas pruebas de la negligencia
política en el Perú, negligencia que denota su baja calidad democrática. Será recordado por
la mayoría como uno más de los que se enriqueció enormemente a costas del pueblo,
ignorando en el acto las necesidades y pensamientos del mismo.
2) Fundamento Teórico
Para clarificar lo que significa la ciudadanía, cito las definiciones de la RAE a estas
dos palabras:

Ciudadanía
1. f. Cualidad y derecho de ciudadano.
2. f. Conjunto de los ciudadanos de un pueblo o nación.
3. f. Comportamiento propio de un buen ciudadano.

Ciudadano
(…)
3. m. y f. Persona considerada como miembro activo de un Estado, titular de derechos
políticos y sometido a sus leyes.

La ciudadanía es la condición de los miembros de una sociedad. Implica el cumplir


su rol dentro de la sociedad y su política, el participar activamente para el sostén y mejoría,
reclamando y exigiendo los cambios necesarios; para ello, la persona debe sentir pertenencia
a una comunidad política y el reconocimiento de esta, de modo que adquiera así los derechos
y obligaciones del ciudadano.

Algunos pueden llegar a creer que el ser nacional de un país le adjunta


inmediatamente a uno la ciudadanía, pero en realidad esto es refutado por algunos
planteamientos teóricos. Así, Borja (2002) hace una diferenciación entre ciudadanía y
nacionalidad:

La nacionalidad es una especial condición de sometimiento político de una persona a


un Estado determinado, sea por haber nacido en su territorio, sea por descender de
padres naturales de ese Estado, sea por haber convenido voluntariamente en sujetarse
políticamente a él. La ciudadanía, en cambio, es la calidad que adquiere el que,
teniendo una nacionalidad y habiendo cumplido las condiciones legales requeridas,
asume el ejercicio de los derechos políticos que le habilitan para tomar parte activa
en la vida pública del Estado y se somete a los deberes que le impone su calidad
(p.177).

En tal sentido, la ciudadanía corresponde a quien es reconocido como un sujeto


político funcional. Por ello, existen personas dentro de una sociedad que no cuentan con
derechos políticos a pesar de contar con la nacionalidad (niños, adultos interdictos, personas
con trastornos mentales, etc.).

Sin embargo, el ciudadano es mucho más que una persona nacionalizada que cada
cierto periodo va a votar por obligación, más sino es un sujeto dinámico dentro de su
sociedad. Por ello, Zuluaga, y Amparo (2015) refieren:

El ciudadano es un ser político, pero también está conformado por una dimensión
social y moral. Lo anterior indica que la construcción de la ciudadanía no es el
aprendizaje mecánico de unas normas (jurídicas, legales y políticas), sino la
realización efectiva de una forma de vida y de convivencia entre los seres humanos
en sociedad. La ciudadanía, en esta dirección, implica una tarea activa en su defensa
y en la ampliación de sus límites, así como en el ejercicio mismo de sus atributos.
Una ciudadanía que no ejerce su condición de tal deja de serlo para convertirse en
otra cosa (p.88).

2. Respuesta
Alan García, debo admitir, fue una persona de intelecto destacable, dado que se
aprendió las reglas del sistema legal para así realizar sus actos inescrupulosos con completa
serenidad y maestría. Él estaba orgulloso, sabía lo complicado que resultaría atarlo de manos,
y así fue, pues se tuvieron que pasar una gran cantidad de años para por fin sentenciarlo (pese
a no llegar a completarse este acto). Como destaca Juan Manuel Robles “pasaría a la historia
por haber puesto al Perú al día con la tecnología más avanzada para la coima indetectable”,
aludiendo a su enorme capacidad de ocultar sus actos de corrupción. Si revisamos la
definición de ciudadano de la RAE, rápidamente notaremos que el expresidente fue titular de
derechos, más no fue adecuadamente sometido por las leyes. Es decir, adquirió los derechos
de ser un ciudadano del que habla Borja, pero se puso por encima de sus deberes, lo cual se
mostró tajantemente en su último acto para huir de la ley, el suicidio.

3. Sustento Teórico
El Estado se trata de una organización socio-político-jurídica constituido por
instituciones burocráticas que monopolizan las fuerzas, es decir, la soberanía que se aplica a
una población en un determinado espacio territorial. Sabemos que el pueblo delega al Estado
el poder de gobernar y desempeñar funciones económicas, sociales, políticas y sociales; el
pueblo confía en que sus representantes van velar por su bienestar, es decir, que van a estar
constantemente pensando en la mejoría de la calidad de vida del peruano. Así, Llatas (2014)
refiere que:
El Estado es una sociedad política autónoma y organizada cuya función es estructurar
la convivencia de las personas que integran la sociedad y satisfacer las necesidades
afines con la supervivencia y el progreso común, bienestar general o bien común. El
Estado no solo constituye una dimensión política sino una fuerza social que determina
la existencia de relaciones coexistenciales jerárquicas entre gobernantes y gobernados
(p.177).

En tal sentido, el Estado, con los impuestos del pueblo, invertiría en lo que permita la
autorrealización del hombre (aquella que se involucra los 5 niveles de la pirámide de
Maslow), a decir, centros sanitarios, educativos, recreacionales y culturales, infraestructuras
de la propia ciudad (avenidas, puentes, etc), medios de transporte, pensiones, servicios
públicos, alcance de servicios privados, etc. De hacer lo correcto para el pueblo, este legitima
el poder del Estado, llegando así a reelegirlo quizás; pero, en caso de violar los derechos de
los ciudadanos, descuidar sus necesidades o incluso concentrar el poder político (como en el
caso actual del Perú) el propio pueblo puede deslegitimizar al estado y así exigir su salida.
Por ello, Latas (2015) comenta:

El poder, dentro de un Estado democrático, tiene su origen en la llamada soberanía


popular, en virtud de la cual la colectividad delega, en instituciones políticas, la
función de ejercer legítimamente el poder con subordinación al orden jurídico. (…)
El poder político no sólo consiste en la distinción de gobernantes y gobernados, sino
en el consentimiento dado por los gobernados. Este consentimiento legitima un
gobierno de derecho, porque ese consentimiento significa que el poder se ejerce en
interés de aquellos a quienes se dirige (p.180).

3. Respuesta
En el caso de nuestro ya tan mencionado Alan García, sabemos de sobra que a pesar
de llevar a cabo proyectos, debajo de sus actos hubieron tremendos casos de corrupción,
como lo son el cobro de coimas, lavado de activos y pago de sobornos, todo ello sin poder
ser enjuiciado, lo que demuestra la baja eficiencia que tuvo el sistema legal del Estado
peruano para poder juzgar al expresidente por sus actos, como también la inmoralidad de sus
burócratas. Por último, diría que durante sus años de mandato no ha sido un foco de identidad
colectiva, pues el mismo ha golpeado a su pueblo con la hiperinflación, la cual, cabe destacar,
tiene el segundo puesto dentro de las peores en la América Latina contemporánea.

4. Sustento Teórico
Respecto a las condiciones para un Estado Derecho, Llatas (2014) explica que las
principales son tres:
Presencia del imperio de la ley, es decir, de un ordenamiento jurídico racional y justo
que sea la expresión de la voluntad popular a la que se someten por igual los
gobernados y los gobernantes. (…) distribución del poder estatal en órganos distintos
a través de la separación de poderes y la creación de órganos constitucionales. (…) el
ordenamiento jurídico del Estado de Derecho implica el respeto y garantía de los
Derechos Humanos (p.188).

Al respecto del mismo, Morlino (2014) explica:

El Estado de derecho no sólo es el imperio efectivo de las normas jurídicas. También


connota el principio de la supremacía de la ley, es decir, la máxima ciceroniana legum
servi sumus; y, al menos, implica la capacidad —aunque sea limitada— de hacer que
las autoridades respeten las leyes, y de tener leyes que sean de conocimiento público,
universales, estables, inequívocas y no retroactivas (p.41).

El Estado de derecho tiene una serie de subdivisiones que Morlino (2014, pp. 41-42)
describió:

1) Seguridad individual y orden civil; énfasis en el derecho a la vida, a salvo del miedo
y de la tortura; seguridad personal y derecho a la propiedad privada; todos ellos
garantizados y protegidos en todo el país.
2) Poder judicial independiente y sistema judicial moderno; énfasis en los
mecanismos de establecimiento de un sistema judicial independiente, profesional y
eficiente que permita un acceso igualitario a la justicia, sin presiones indebidas ni
imposición de decisiones.
3) Capacidad institucional y administrativa para formular, aplicar y poner en vigor las
leyes; énfasis en el sistema de gobernanza (presidente, parlamento y gobierno), capaz
de asegurar la producción de leyes de buena calidad y la aplicación en todo el
territorio nacional de un proceso transparente para la formulación de políticas con
participación de la sociedad civil, y la presencia de una burocracia estatal eficiente,
profesional, neutral y sujeta a la rendición de cuentas.
4) Integridad o, en su defecto, lucha eficaz contra la corrupción, la ilegalidad y el
abuso de poder por parte de los organismos estatales; énfasis en la existencia y la
aplicación de marcos jurídicos integrales para evitar o combatir la corrupción.
5) Fuerzas de seguridad respetuosas de la ciudadanía y bajo el control civil; énfasis
en los mecanismos de control civil sobre las fuerzas de seguridad, y en la existencia
de fuerzas policiales eficientes, incorruptas y disciplinadas, respetuosas de los
derechos humanos y políticos.
4. Respuesta
Hablando de su estadía en el Gobierno, podemos decir que ni antes ni después se
estuvo próximo al Estado de derecho, pues se violaron derechos humanos (motivo de la
hiperinflación), hubo concentración de poder (para tapizar los actos de corrupción) y el
principio de legalidad fue más que vulgarizado. De las 5 subdivisiones especificadas por
Morlina, el Sr. García ha incumplido con 3, las cuales son: seguridad individual y orden civil
(fue cuando estallo el terrorismo), poderes independientes (imposición de decisiones por
sobornos), integridad (ni evito, más bien practico la corrupción, él y su partido) y,
evidentemente, capacidad de formular e aplicar leyes (sus proyectos de leyes de mala fama
y su burla a la constitución).
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Llatas, L. (2014). Noción de Estado y los Derechos Fundamentales en los tipos de Estado.
Lex - Revista De La Facultad De Derecho Y Ciencias Políticas, 9(8), pp. 175-194.
Recuperado de http://revistas.uap.edu.pe/ojs/index.php/LEX/article/view/402

Zuluaga, G y Amparo, G. (2015). Ciudadanía: aprendizaje de una forma de vida. Educación


y Educadores, 18 (1), pp. 76-92. Recuperado de
https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=83439194005

Real Academia Española. (2019). Diccionario de la lengua española (23a ed.). Recuperado
de https://dle.rae.es

Pérez, C. y Aragón, J. (2011). Calidad de la democracia, gobernabilidad democrática y


gobierno de la ley. Politai: Revista de Ciencia Política, 2(2), pp. 28-36. Recuperado
de https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=5496031

Santander, C. y Kenney, C. (2015). La calidad de la democracia en el Perú. Sociedade e


Cultura, 18(2), pp. 129-147. Recuperado de
https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=70346854011

Morlino, L. (2014). La calidad de las democracias en América Latina. IDEA Internacional.


Recuperado de
http://www2.congreso.gob.pe/sicr/cendocbib/con4_uibd.nsf/0725631EFEA2C1CC05257D
D2005C13E8/$FILE/2.http___www.idea.int_publications_sod-in-latin-america_loader.pdf

Borja, R. (2002). Enciclopedia de la política, Fondo de Cultura Económica.


(3ed. Vol. 2). México, Fondo de cultura económica.

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