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EVOLUCIÓN DE LA INTENSIDAD ENERGÉTICA EN ESPAÑA Y

COMPARACIÓN INTERNACIONAL
La mayoría de los países de nuestro entorno son conscientes de la importancia de la
eficiencia energética como parte integrante de los procesos productivos y de las condiciones
de confort y bienestar de la población. Además, el hecho de que la Unión Europea y los
restantes países de la OCDE posean un grado de dependencia elevado (entre el 50% y el
80%) de las importaciones energéticas del exterior, hace imprescindible la búsqueda de
métodos de reducir el consumo por unidad de actividad económica o por nivel de confort,
con la finalidad de mejorar la competitividad global de la economía mediante un uso
eficiente de la energía.
También tiene una incidencia directa en el objetivo de desarrollo sostenible, que parte de
considerar que la mejora de la competitividad de la economía en el mundo y la protección
del medio ambiente son objetivos compatibles, por lo que todas las actuaciones
medioambientales deberán concretarse mediante un análisis coste-beneficio y teniendo en
cuenta la mejora de la eficiencia energética y el impulso de las energías renovables.
Por ello, los distintos países industrializados están adoptando, por sí mismos o en
organizaciones supranacionales, diversas medidas que fomentan el ahorro y la mejora de los
índices de intensidad energética.
Dentro de las acciones de la Unión Europea cabe destacar el Libro Blanco de la Energía
("Una Política Energética para la Unión Europea"), aprobado en diciembre de 1995 y
desarrollado, entre otros, en los documentos Libro Verde Hacia una Estrategia Europea de
Seguridad de Abastecimiento Energético, publicado en 2001 y el Programa “Intelligent
Energy for Europe”, aprobado en 2002.

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