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Las palabras crean realidades...

asi empezaba un post anterior, en el que hablaba un poco del doble filo
de nuestro lenguaje. Acá va otro.

¿Qué es el optimismo "tóxico"?

En pocas palabras, es forzar un estado de felicidad y optimismo, minimizando, negando e invalidando la


experiencia emocional real que se está viviendo. Se parece mucho a evitar o negar cualquier cosa que
nos pueda generar una emoción diferente a la felicidad.

¿Y por qué sería "tóxico" si nos alienta a sentirnos "felices"?

* Muchas veces nos aleja de la realidad.

Esta caracteristica se convierte en problematica cuando no tiene base en la realidad. Pensar que TODO
SIEMPRE va a salir bien o que vamos a estar bien, es mentirse. Seguramente es mejor, o al menos más
funcional, aceptar que existirán dificultades y prepararse estratégicamente para estas.

* Al replicar mensajes de este tipo en nuestro entorno podemos terminar no validando verdaderamente
su experiencia, y disminuirla a una irrealidad: tener que ser SIEMPRE feliz o positiv@.

* Reproducir la idea de que "la felicidad depende unicamente de vos" deja implicito que, de la
misma manera, el sufrimiento tambien.

Así estamos olvidando no sólo la importancia del contexto, tanto individual/personal como el
social, sino la gran verdad de que muchas veces la voluntad o las ganas no son suficientes.

* Otro, es caer en etiquetar ciertas emociones como "negativas" o "malas", tendiendo a evitarlas
o negarlas. Si bien muchas pueden no ser placenteras, son una parte (importante) de nuestra
experiencia.

Esta mirada casi omnipotente de ver la vida, tambien nos hace negar una verdad indiscutible: las
cosas no van a salir siempre como quisiéramos... a pesar de "meterle onda", "buena energía" o
"voluntad".

Son palabras bonitas, aceptadas socialmente (exprimidas) y dichas sin malas intenciones, sin
dudas. Lo necesario es atender que muchas veces pueden ser incoherentes y tener un efecto
contrario al que se busca.

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