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Gustavo Va lle y Pa blo E .

C h ac ó n

ENTREVISTAS CON
César Aira y Rodolfo Enrique Fogwill
Vasos comunicantes
De estéticas e ideas divergentes, Aira y Fogwill tienen en común Ahí se da una dialéctica de continuo y
discontinuo que se resuelve en una fuga
ser dos autores centrales de la narrativa argentina contemporá- autobiográfica. La acumulación es un
nea. Entrevistados por separado sobre su concepción de la litera- recurso para suspender la síntesis, o para
postergar la muerte.
tura, sus libros y proyectos, descubrimos, en la incierta lucidez del
cierre de edición, vasos comunicantes que unen a ambas entrevis- Pero mientras haya lectores esa muerte se pos-
terga ad infinitum. El lector toma el testigo
tas, y decidimos publicarlas juntas. El resultado es este arriesgado de la continuidad y parece multiplicarlo todo...
diálogo mudo cuyo leit-motiv es la ironía. Muchas veces me han preguntado, y
me he preguntado, por el papel que un
escritor le da al lector. No sé qué harán
César Aira: truir la Argentina, en todos sus detalles, otros escritores, pero en mi caso puedo
El dominio de la cuando la Argentina ya no exista. Qui- aplicar ese viejo chiste sobre los vice-
imperfección zá parezca un gesto de megalomanía, y presidentes norteamericanos, que “no
quizá lo sea. Pero me refiero más a la pueden masticar chicle y caminar al

M adrid-Buenos Aires-Madrid.
Trayecto de ida y vuelta. El he-
raldo cibernético corre, atra-
viesa el charco y entrega a César Aira mis
preguntas. Las respuestas las recibo a los
desaparición que a la reconstrucción, a
esa especie de nostalgia de la realidad
que uno siente cuando trata de aprehen-
derla, o representarla.
mismo tiempo”. Escribir se me hace un
trabajo full-time. No me deja tiempo pa-
ra pensar en la operación de la lectura, a
tal punto que el lector se me afantasma,
y cuando alguien me dice que ha leído
pocos días. Envío más preguntas, recibo Su obra se caracteriza por la invención recu- un libro mío no puedo evitar la sospecha
más respuestas, y así. Mi buzón Yahoo rrente y la acumulación de sucesos. En su en- de que me está mintiendo.
fue testigo y cómplice. A quince mil sayo sobre Copi cita a Jasper Johns: “el arte es
millas de distancia, charlé (es un decir) hacer una cosa, después otra cosa, después otra Hacer un diccionario de escritores latino-
con un César Aira tan amable como cosa”. ¿Podría explicar esta noción de acumu- americanos es otra forma de acumulación. Creo
brillante. lación y continuidad en su obra? Y por otra recordar que en Cumpleaños comenta lo que
parte, ¿la brevedad de sus novelas no sería, sería su proyecto ideal: la escritura de una
Sus obras más conocidas, como La liebre, El paradójicamente, una especie de obstinado enciclopedia. ¿Puede comentar algo acerca de
vestido Rosa o Ema, la cautiva, recrean discontinuo? estos proyectos ciclópeos?
grandes temas de la historia argentina. ¿Cómo La gracia y la eficacia del continuo está La consecuencia natural de la pasión por
se sitúa frente a esa historia, que también es en crearlo con piezas heterogéneas, in- los libros es el proyecto de ponerlo todo
literaria? congruentes o por lo menos diferentes. en forma de libro. Aunque no sé si la pa-
La Historia es una especie de gran su- Y en el proceso creativo la única dife- labra es “proyecto”. Yo diría más bien “en-
permercado de temas; pero cuando un rencia que cuenta es la de lo viejo y lo soñación”. Creo que a los escritores no
novelista empieza a buscar temas, está nuevo. A mí lo único que me importa al deberían pedirnos cuentas de nuestros
acabado. Me parece más saludable que escribir es hacer algo nuevo. No me im- proyectos, porque nunca los realizamos.
un escritor descubra el tema de su nove- porta la calidad, ni la profundidad, ni el
la una vez que la terminó de escribir. Esos sentido. Creo haberme liberado de esas La memoria y el olvido es un tema recurrente
tres libros míos que usted menciona fue- supersticiones, y siempre estoy dispues- en su obra. Para acercarnos al tema quiero echar
ron ejercicios, de los que no me siento to a sacrificarlas por la invención de al- mano nuevamente de un pasaje de su ensayo so-
muy orgulloso; espero no reincidir. go nuevo. Por supuesto, lo nuevo es muy bre Copi: “aquel inventor que pasó años perfec-
Querría que mi relación con la historia fugaz, y por definición no puede bene- cionando una aleación de grafito y goma para
argentina fuera distinta: me gustaría que ficiarse del impulso adquirido. La última lograr un lápiz que escribiera y borrara a la vez”.
mis novelas pudieran servir para recons- novedad vuelve vieja a la penúltima. Creo que nuestra civilización sobrevalo-

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ra la memoria. Es como si hubié- ramo, el protagonista escribe en un rap-
ramos vuelto la mirada al pasado, to nocturno un poema fundamental.
y nos dedicáramos a retocarlo, co- ¿Qué representan para usted la veloci-
rregirlo, recombinarlo; el posmo- dad y la genialidad?
dernismo parece ser eso, nada más. Galois pudo escribir toda su obra
Por mi parte, siempre pensé que si en una noche porque la matemá-
la literatura tiene una ventaja, es tica usa un lenguaje cifrado. Una
la libertad; y a la libertad no puedo novela no puede escribirse en una
ubicarla sino en el presente, que noche, porque... ¿por qué? Des-
es un epifenómeno del olvido. pués de todo, la literatura también
es un lenguaje cifrado. Pero pare-
En Cumpleaños comenta su agota- ce usar una cifra extensa, como los
miento con respecto a la ficción, parti- mapas de Borges que son del mis-
cularmente en lo que hace a la invención mo tamaño del territorio. No sé.
de los llamados “rasgos circunstancia- Es un asunto que me intriga.
les”. Pero sin rasgos circunstanciales no
hay novela. ¿Cómo enfrenta esto? Usted ha dicho que el relato está
Los rasgos circunstanciales, por químicamente libre de explicaciones.
ejemplo decir de qué color era la Esto parece invalidar toda crítica.
corbata de un personaje, terminan ¿Habiéndola practicado años atrás,
pareciendo una puerilidad. Ade- qué papel le otorga actualmente a la
más de que se vuelven una conde- crítica?
na. Pero en realidad no tengo por Me refería a la explicación inter-

Ilustraciones: LETRAS LIBRES / Gutiérrez Goñi


qué “enfrentarlo”. La literatura na, la de los móviles de la acción.
no es obligatoria. Si me aburre, o Es una idea de Benjamin, que ad-
deja de resultarme fácil, puedo judicaba la decadencia del relato
dejar de escribir. a la propensión a explicar por qué
pasan las cosas que se cuentan.
Entonces, ¿no “sólo lo difícil es estimu- El sabor del viejo relato clásico se
lante”?, para jugar con las palabras de logra dejando que los hechos su-
Lezama... cedan porque sí, sin causa, como
Es cierto que uno se inventa difi- en la realidad. Ese es un defecto
cultades, con ánimo de juego y de curio- excede los ciclos de la vida y la muerte, y muy desagradable de mis libros: que es-
sidad. Pero creo que el verdadero estímu- al ser hecha por el artista la obra entra tán recargados de explicaciones, reflexio-
lo viene de lo fácil, no de lo difícil. El des- en esos ciclos. nes, teorizaciones. Lo siento como una
prestigio en que ha caído “la pendiente maldición, que me arrastra en contra de
del menor esfuerzo” tiene bastante de hi- Usted ha dicho: “el que ha aprendido a domi- mi voluntad y de mis mejores intencio-
pocresía. Después de todo, esa pendien- nar la imperfección puede hacerlo todo, nada le nes.
te es la que nos lleva a lo más auténtica- está vedado”...
mente nuestro. “Dominar la imperfección” es una con- En el ensayo, esa maldición puede convertirse en
tradicción en los términos, y por eso ha- lo contrario: su texto sobre Copi es una exce-
Sospecho que los universos teratológicos lo sedu- cerlo es tan raro y milagroso. Controlar lente prueba de ello. ¿Cuál es su relación con la
cen. ¿Qué representa lo monstruoso para César una esfera es posible y relativamente fácil, escritura ensayística, si vemos el ensayo como
Aira? como lo demuestran tantos futbolistas. el espacio privilegiado del sondeo y de lo tenta-
El monstruo es la especie que consta de Pero una masa amorfa, nunca se sabe para tivo?
un solo individuo; es la especie sin la qué lado va a rebotar. La realidad es así He ido acercando solapadamente mis no-
posibilidad de reproducirse. Único por de intratable. Supongo que escribí esa velas al ensayo. O quizás, ahora que lo
toda la eternidad, absolutamente históri- frase pensando en el mandato de realismo pienso, utilicé la novela para obtener
co, “absolutamente moderno”, el mons- que para mí es inseparable del trabajo del legitimación como escritor, y poder es-
truo es una especie de mediador entre el novelista. cribir ensayos... Empezar con los ensayos
artista y la obra. El artista es un hombre habría sido más difícil, porque se ha-
biológico, la obra es una particularidad Evariste Galois escribió en una noche una obra bría esperado que dijera verdades, que
histórica, pero al hacer su obra el artista fundadora de la matemática moderna. En Va- acertara, que fuera inteligente. Y no creo

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G u s tavo Va l l e y Pa b l o E . C h ac ó n : E n t r e v i s tas c o n A i ra y f o g w i l l

que hubiera podido hacerlo. Ahora me del cigarrillo. Igual le pasa a los
he ganado una cierta libertad. ministros de economía sudame-
ricanos. Pero vos sugerís como
Usted ha dicho: “La novela es lo que pasa y el paradoja que un personaje con-
cuento lo que pasó”... funda el hacer de la técnica con
No hay mucho misterio, y no creo que el azar o con la suerte. Y no es
la idea sea mía, aunque no recuerdo de una paradoja: justamente la
dónde la saqué. El cuento se refiere a un magia o la superstición son res-
hecho completo, que ya terminó cuando puestas técnicas a la incertidum-
se lo empieza a contar. La novela esta más bre sobre el devenir. En una
abierta a los cambios de intención, a las constelación técnica, nuestro
improvisaciones. Se puede empezar a destino está escrito en los astros
escribir una novela sin saber cómo va a que, sin saberlo, fuimos crean-
terminar, y de hecho creo que siempre se do durante cuatrocientos siglos.
hace así.
Si es así, ¿por qué ubicas, en los tres
Usted se dedica profesionalmente a la traduc- casos, el tiempo de la narración en un
ción. Los principales textos de Occidente (la espacio ya dominado completamente
Biblia, por ejemplo) son leídos en traducciones, por la técnica pero cuyos beneficiarios
así como muchas de nuestras lecturas. Ante no terminan de entender su lógica, al
esta situación, ¿resulta ilusorio seguir mante- punto que algunos de ellos hablan, por
niendo el culto a la lengua original? ejemplo, de “alienación”, o aparecen,
Creo que la cuestión entra en el juego más de manera oblicua, las figuras de la
amplio del malentendido y el sobreenten- divinidad o la conspiración?
dido. Es un asunto bastante sutil, por no Parecemos condenados a pensar
decir resbaloso. Por ser traductor profe- que estamos en un espacio do-
sional, yo nunca leo traducciones. Soy minado absolutamente por la
como esos fabricantes de salchichas que técnica y eso nos impide ver que
comen cualquier cosa menos salchichas, siempre los hombres habitaron
porque saben cómo se hacen. ~ En tus tres últimas novelas publicadas (La ex- en un espacio técnico. La dependencia
– Gustavo Valle periencia sensible, En otro orden de co- técnica, como la verdad, no tiene gradua-
sas y Urbana), es muy notable la presencia de ciones. Se depende o se es libre. Y el libre
Rodolfo Enrique Fogwill: la técnica como el dispositivo que organiza el se condena a un estado de naturaleza
La técnica como poder mundo y la experiencia, en todas sus dimensio- que es peor que la dependencia técnica,
nes, incluso más “primitivas”; es como si fuera porque para el homo sapiens, en cualquier

P oeta, narrador y polemista feroz,


el argentino Rodolfo Enrique Fog-
will, que a fin de año estará publi-
cando su quinto libro en la península –ya
hay editados uno de cuentos y tres nove-
un personaje más, cuyos efectos, paradójicamen-
te, algunos de los protagonistas suelen confundir
con el azar o la suerte.
Eso lo planteaba Aira comentando una
novelita mala e inédita que le di a leer en
momento de su breve historia en el uni-
verso, liberarse de lo técnico hubiera sig-
nificado la muerte. Por eso casi se puede
pensar la técnica, pero no vale la pena
pensar contra la técnica. Y en efecto, es
las–, sostiene que “descubrió” la literatu- 1981, o 1982. Entonces me hizo pensar que acertada la idea de divinidad: el estado
ra cuando abandonó la sociología, sin sería un buen programa de trabajo: tratar de naturaleza, tal como lo concibe la ver-
olvidar que frecuentó la lírica y la músi- a los humanos como cosas y a las cosas co- sión vulgar del pensamiento antitécnico,
ca desde muy joven. En esta entrevista, mo entidades humanas. Pero tardé años se funda en una imagen de paraíso que
que tuvo lugar en un barrio de Buenos en advertir que eso es lo que estuvo ha- depende –causal y ¡técnicamente!– de un
Aires, el autor de Vivir afuera se explaya ciendo la humanidad durante todo el poder divino. Y la idea de conspiración
sobre la técnica como poder e incubado- tiempo. Y que parece acentuarse desde es igual: una suerte de paraíso invertido,
ra de vasallajes diversos, sobre la natura- que ha prosperado la conciencia de que donde el poder operaría como un Dios.
leza, la divinidad, la conspiración y la la “técnica no es algo técnico”... Una idea Pero la construcción humana de un pa-
sexualidad, y sobre su transformación en muy del siglo veinte. Con estas nociones raíso, que pondría al hombre en un rol
una persona socialmente amable: todo sin pasa como con el descubrimiento de la divino, precisamente por ser una idea, es-
nombrar ni criticar o ponderar a casi dependencia: más advertido está uno de to es, por ser humana, ya sería técnica y
ninguno de sus colegas. su dependencia nicotínica, más necesita se agregaría al universo técnico, que es in-

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Autor : Tí t ulo

controlable, no totalmente pensable y recerá hacia fines de este año, transcu- Philippe Sollers decía que hay muy poca gente
sujeto a una lógica opaca pero llena de rre en un par de días del año 2001, y la que entiende la literatura, y mucha menos que
evidencias de su rigor e inexorabilidad... última, Runa, en el neolítico. Las últimas escribe literatura. Decía también que para en-
décadas del siglo no fueron para mí años tender la literatura no alcanza con el ejercicio
La sexualidad “loca” o “distinta” del persona- de transición y podría discutir la idea de de leer, que el costado industrial de la literatu-
je que acompaña a los hijos del matrimonio de que el despliegue de la técnica se haya ra no afecta a sus emisiones, misteriosas, incog-
La experiencia sensible en su excursión a acelerado en este periodo. En las dos noscibles. ¿Qué pensás al respecto?
los Estados Unidos, ¿no representa una reac- primeras décadas del siglo veinte hubo La idea de que son pocos los que entien-
ción contra esa incertidumbre ontológica que la cambios tecnológicos mucho más inten- den la literatura no es pertinente como
técnica no puede cerrar? sos en sus efectos sobre la humanidad diagnóstico del público, pero es acertada
Esa sexualidad no es otra que la nuestra. que en las cuatro últimas. La aparente como juicio sobre la crítica en todos sus
Si se quiere, perfeccionada por la per- aceleración es un efecto publicitario es- ramos, tanto en la prensa masiva como
versión de ese personaje, pero no muy timulado por la industria del consumo. en los medios especializados y académi-
distinta de la nuestra. En el mundo hay cos. Parece increíble que gente que lee
un exceso de conciencia sexual, y esto pa- En otro orden de cosas es una novela mucho tanto y que sabe tanto entienda tan poco
rece resolverse humanamente, median- más “política” que otras que se declaran explí- sobre el sentido de las obras, pero ocurre
te tecnologías del placer y, en ciertos ca- citamente “políticas”. en otros oficios: las chicas cuentan que
sos, de técnicas de producción no sólo Lo dice el personaje de la novela: “Todo como amantes los ginecólogos suelen
del placer, sino del deseo mismo. De mo- es una cuestión política”. ¿Hay acaso decepcionar. En cuanto a la idea de que
do que si se va a usar el sexo para sortear un texto más político que el “Deutches lo que la industria cultural hace con la li-
lo que llamás “incertidumbre ontológi- Requiem” de Borges? teratura no afecta a su centro de emisión,
ca” se terminará convirtiendo a la sexua- me parece también acertada aunque no
lidad en otro espacio de incertidumbre. En otro orden de cosas es un texto de gran comparto sus fundamentos y mucho me-
velocidad, los acontecimientos se suceden por nos las conclusiones a las que quienes lo
Escribís poesía, novela, cuento, ensayo, estás sustracción, hasta la calma final. ¿Es posible afirman quisieran arribar. La noción
graduado en sociología... ¿Cómo definirte? lograr ese efecto, digamos, “político”, en la romántica de “un centro de emisión in-
No sé cómo. Descubrí la poesía en la composición poética? cognoscible” presta un valioso servicio a
infancia. La sociología, mucho después Escribiendo, mi problema es exactamen- la industria cultural y fortalece una
de graduarme en la universidad. Recién te inverso: ¿cómo alcanzar el éxtasis concepción de “autor” que parece indis-
pude escribir poesía después de “gra- rítmico que se consigue en el poema en pensable para mercar libros y cautivar al
duarme” como autor, y esto a causa del una historia llena de soldados, lesbianas consumidor. Pero algo hay de cierto: el
pequeño éxito de algunos intentos na- y marquesas que parecen mirar el reloj poder nuclear cambió el carácter de la
rrativos y, más que por ellos, por sus efec- para salir a las cinco de la tarde en el guerra en cualquiera de sus manifestacio-
tos de prensa. Como músico fracasé des- siguiente párrafo? En la poesía todo es nes, desde las conflagraciones internacio-
de el comienzo: pésimo ejecutante, y mejor y resulta más fácil. nales hasta la lucha callejera, pasando por
cantante, en el fondo, naif e intensamen- la guerrilla campesina y las políticas de
te indisciplinado. En cambio, como so- Una vez contaste lo que te había costado comité de barrio o de lobbying empresa-
ciólogo, mi fracaso fue deliberado. Yo lo escribir un cuento: el del tipo que sale en un rio. La industria de la alimentación, que
decidí cuando descubrí que podía hacer yate solo, rumbo a Río de Janeiro. La dife- hoy en el mundo se concentra en una
sociología. Si yo podía hacerlo, entonces rencia entre escribir ese cuento, “Japonés” y decena de corporaciones, cambió radi-
era algo que no debía valer la pena. “Muchacha punk”, por ejemplo, para vos era calmente desde las maneras de sembrar
Narrar, pensar o crear poemas es otra co- notable. ¿Qué tipo de problemas formales se y cosechar, hasta los hábitos de abaste-
sa: justamente vale la pena porque se tra- ponen en juego para lograr esa combinación cerse y cocinar de las familias y los gus-
baja sobre lo que no se puede hacer. Y a de efectos? tos culinarios de la gente. En cambio la
menudo sobre lo que no se debe hacer. “Japonés” costó mucho porque, en efec- industria cultural, incluyendo al cine y la
to, es un cuento que obedece a un pro- televisión junto a los monstruos edito-
Otra vez las tres últimas novelas. Parecieran es- grama. En cambio “Muchacha...” –que riales y la prensa, no ha tenido el menor
tar ubicadas en un tiempo inmediato anterior tal vez no sea un cuento– es una logo- efecto sobre el menú de los verdaderos
a la explosión tecnológica. ¿Por qué elegís esa rrea sociopática cuyo único encanto es artistas: siguen consumiendo lo mismo y
suerte de transición entre dos mundos? el de la voz del narrador, que coincide cocinando con los mismos ingredientes
Bueno, esas tres novelas (que no son las con la del personaje, que a su vez no y los mismos utensilios que hace dos mil
últimas) sólo casualmente transcurren difiere mucho de lo que era el autor en quinientos años. ~
entre 1971 y 2000. La siguiente, que apa- el momento de escribirlo. – Pablo E. Chacón

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