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Tanto conservador como liberal son palabras muy genéricas, esta úl-
tima salvo en su acepción de la doctrina ortodoxa de la economía. 1
El adjetivo "conservador" se aplica a la persona que se adhiere al sta-
tus quo, y representa la valoración de lo viejo, lo probado, lo fami-
liar, lo seguro, en oposición al movimiento, la experimentación y la
aceptación de lo nuevo y no probado. 2 La palabra "liberal" la
adoptó por vez primera el Partido Progresista Español en 1812, mien-
tras que Chateaubriand acuñó el adjetivo "conservador" en 1818.
Posteriormente Edmund Burke se convirtió en uno de los grandes
teóricos del conservadurismo por su severa crítica a la Revolución
francesa. 3 Como es sabido, éste influyó muy notablemente en Lucas
Alamán. 4
El ideal político de Alamán en los años veinte del siglo XIX fue
Inglaterra, donde encontraba el lento pero seguro desenvolvimiento
de la tradición en un sentido progresista, y una combinación de con-
trapesos de conservadurismo y liberalismo. 5 Tal vez por esto se ha
dicho que fue "liberal-conservador", expresión inexacta por dos ra-
zones. La primera, porque en todo caso debería llamársele conser-
[215)
pues no puede darse este nombre al conjunto de todas las personas res-
petables por su fortuna, educación y conocimiento que hay en una na-
ción y a quienes ligan el peligro común y que no llevan más mira que
conservar (cursivas de MGN) el orden público y los principios fun-
damentales de toda asociación política. 6
Santa Anna derrocó a Anastasio Bustamante en 1832. Valentín
Gómez Farías y el doctor José María Luis Mora realizaron así la pri-
mera reforma. Cuando Santa Anna derrocó a su vicepresidente, se
inició el tránsito a la Constitución de 1836. En la elaboración de ésta
no interviene ni directa ni principalmente don Lucas sino Francisco
Manuel Sánchez de Tagle, rara combinación de poeta teñido de vago
romanticismo (al decir de Julio Jiménez Rueda) y sabio jurista. Ade-
más del centralismo, dos son las novedades principales de esta consti-
tución frente a la federalista de 1824: el establecimiento por vez pri-
mera de un amplio catálogo de derechos del mexicano y la creación
del Supremo Poder Conservador. Al igual que Alamán, Sánchez de
Tagle se inspiró en Burke y, además, en el jurista inglés W. Blacksto-
ne; por tanto, también es acérrimo enemigo de la Revolución france-
sa. Desde luego rechaza como "vértigos demagógicos" los derechos
del hombre propugnados por aquella porque no hay igualdad física,
natural, social ni legal, y alguna vez aceptó que lo más que podía ha-
cerse era disminuir la desigualdad. 7
El Supremo Poder Conservador pasa por ser la creación más im-
portante de esa constitución y el complemento natural de los derechos
8 /bid., p. 247.
9 El Universal, 12 de febrero de 1846.
10 González Navarro, El pensamiento . .. , pp. 126-127.
11 /bid., pp. 123-125.
11
24 /bid., p. 43.
25 /bid., IV, p. 69.
26 /bid., VIII, p. 28.
27 /bid., IV, p. 46.
28 Moisés González Navarro, La pobreza en México, México, El Colegio de Mé-
xico, 1985, p. 51.
29 Sierra, Obras ... , IV, p. 175.
30 !bid.' p. 272.
3l !bid., p. 257.
32 /bid., p. 259.
!bid., p. 261.
3J
!bid., p. 266.
34
35 !bid., V, p. 29.
36 Leopoldo Zea, Apogeo y decadencia del positivismo en México, México, El
Colegio de México, 1944, p. 27.
37 !bid., p. 30.
38 !bid., p. 46.
39 !bid., pp. 49 y 230.
40 Sierra, v, p. 31.
41 !bid., pp. 32, 46 y 82.
42 Zea, Apogeo . .. , p. 35.
43 !bid., p. 53.
44 !bid., p. 57.
45 !bid., pp. 36 y 208.
46 !bid., p. 45.
47 Sierra, Obras . .. , v, pp. 125, 133 y 141.
ser más un grupo director que explotador puro: ésta es cuestión que el
desenvolvimiento económico sumado con la educación general, resolve-
rán lentamente; valdría la pena precipitar esta evolución, sería la honra
del partido liberal chileno, tan inteligente, de tan noble sentido práctico. 52
48!bid., VII, p. 12
49!bid., p. 67.
50 !bid., p. 190.
51 !bid., p. 407.
52 !bid., p .. 220.
53 !bid., p. 221.
54 Moisés González Navarro, "La Reforma y el Imperio", en Historia Docu-
mental de México, México, Universidad Nacional Autónoma de México, 1974, II,
pp. 387 y 388.
55 Moisés González Navarro, "La era moderna", en Historia Documental de
México, México, Universidad Nacional Autónoma de México, 1974, pp. 398-400.
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Ninguna sociedad parte de nada para construirlo todo: hay cimientos in-
destructibles, piedras angulares que sólo un afán suicida pretendería de-
moler, porque sustentan la razón misma del ser nacional y otorgan al
ciudadano cauce y garantía para sus libertades.