Mientras estudiábamos e investigábamos sistemas con distintos métodos de tratamiento de agua
residuales, pero en concreto los humedales de flujo subsuperficial y las lagunas de estabilización, notamos que ambos tienen tanto ventajas como desventajas, el primero no genera malos olores, lo que implica que no haya insectos, ya que en su mayoría son atraídos por estos, el segundo al igual que el primero son de bajo costo, y fácil de mantener y operar, lo que los hace especialmente métodos altamente recomendables para sitios rurales con grandes áreas despejadas e incluso para países en vías de desarrollo, el casi nulo consumo energético y su alta efectividad en la reducción de microorganismos patógenos. Además, ambos tienen muchas similitudes en cuanto a parámetros de diseño, pero su forma de cálculo es distinta y además que la obtención de datos tanto como caudales de entrada, carga orgánica y dbo5 son fundamentales en ambos casos para poder obtener un diseño óptimo. Claramente si una zona rural o un pequeño país que necesite eliminar sus aguas residuales, lo ideal es utilizar algunos de estos dos métodos, ya que una planta de lodos activos no se justificaría, por lo costoso que es tanto la construcción como la mantención y también porque para tan baja cantidad de población no tiene sentido una planta como esta.