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Evaluación interna del IB

¿En qué medida la Crisis de los misiles en Cuba fue un punto de


inflexión en la Guerra Fría?

XXXX

Número de convocatoria del alumno: XXXXXXXXX

CPW 4U5

20 de febrero de XXXX

Recuento total de palabras: 2.197

24/54
Índice

Identificación y evaluación de fuentes 2

Investigación 4

Reflexión 8

Notas al final 9

Bibliografía 10

1
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A. Identificación y evaluación de fuentes

Esta investigación responde a la pregunta “¿En qué medida la Crisis de los misiles en Cuba fue

un punto de inflexión en la Guerra Fría?”. Las dos fuentes principales que he seleccionado las

escribieron personas que desempeñaron un papel importante en el acontecimiento: la primera la

escribió Nikita Khrushchev y la segunda, el embajador de Cuba ante las Naciones Unidas durante la

década de 1960.

Fuente A
Esta fuente es una carta que Nikita Khrushchev escribió a John F. Kennedy el 26 de octubre

de 1962 durante el período de la Crisis de los misiles en Cuba. Dado que la carta la escribió el propio

Khrushchev, constituye una fuente valiosa porque refleja la postura del entonces líder de la Unión

Soviética con respecto a la Crisis de los misiles de Cuba. La carta proporciona información acerca de su

pensamiento y su postura con respecto a John F. Kennedy y, puesto que la carta se envía en el punto

culminante de la crisis, también ayuda a entender ese momento tan importante. Las limitaciones de esta

fuente radican principalmente en su finalidad. La carta ofrece a su destinatario, John F. Kennedy,

condiciones para llegar a un acuerdo con el fin de acabar con la Crisis de los misiles y evitar una guerra

nuclear. Dado que Khrushchev busca una solución a la crisis, lo más probable es que su pensamiento y

su actitud no se reflejen totalmente en la carta y se guarde sus opiniones negativas con el fin de resolver

la crisis.

Fuente B

Esta fuente es el libro Cuba and the Missile Crisis, escrito por Carlos Lechuga en 2001. El

valor de este recurso reside en su origen, puesto que Carlos Lechuga fue el embajador de Cuba ante las

Naciones Unidas en la década de 1960, período en el que sucedió la Crisis de los misiles de Cuba. Esto

significa que posiblemente conociese de primera mano las relaciones durante esta crisis y las razones

por las que ocurrieron los acontecimientos. Eso significa también que conocerá en profundidad la

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mentalidad de los cubanos durante esta crisis. Sin embargo, que Carlos Lechuga sea cubano y

exembajador ante las Naciones Unidas podría ser una limitación potencial de esta fuente, puesto que

podría presentar a los Estados Unidos de forma negativa y a Cuba de forma más positiva. Asimismo,

que no escribiese este libro hasta 2001 implica que podría estar influenciado por todos los sucesos

posteriores y, además, que podría no recordar las cosas de forma totalmente exacta ya que ocurrieron

mucho tiempo antes.

Recuento de palabras: 419

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B. Investigación

El lanzamiento de las bombas atómicas en Hiroshima y Nagasaki durante la Segunda Guerra Mundial

inició la carrera armamentista nuclear y la Guerra Fría. La era de las pruebas nucleares había

comenzado y cada país trataba de alcanzar la superioridad nuclear. En la década de 1960 la Guerra Fría

estaba en su apogeo y habían surgido conflictos en todos los continentes1. Cuando las guerrillas

cubanas de Fidel Castro tomaron Cuba en 1959, surgió un problema2 pues este empezó a comerciar con

la Unión Soviética enviándole azúcar a cambio de petróleo y maquinaria3. Esto enfureció a EE.UU. y

el 3 de enero de 1961 el presidente Eisenhower rompió relaciones diplomáticas con Cuba4. Las

tensiones entre Cuba, EE.UU. y Rusia aumentaron cuando, el 17 de abril de 1961, EE.UU. organizó la

Invasión de Bahía de Cochinos, en la cual fuerzas anticastristas cubanas llegaron a la Bahía de

Cochinos con apoyo aéreo e intentaron expulsar a Castro del poder5. Sin embargo, Castro aplastó la

invasión y reforzó sus vínculos con la URSS6.

Poco después, Castro anunció el compromiso de Cuba con el comunismo7. Otro acontecimiento

que dio lugar a la Crisis de los misiles fue el despliegue en 1961 de los misiles Júpiter en Turquía por

parte de EE.UU. para impedir que la URSS extendiese allí su influencia comunista8. En 1962 se publicó

información sobre las armas nucleares de EE.UU. en la que se reveló que tenía 17 veces más armas

nucleares que la URSS9. Decidida a impedir la caída de Cuba, la URSS reforzó su colocación

estratégica de armas nucleares para contrarrestar la superioridad nuclear de EE.UU. 10. En la llamada

“Operación Anádir”, Khrushchev propuso que se colocasen misiles nucleares en Cuba, lo cual

desencadenó la Crisis de los misiles en Cuba.

El 28 de octubre de 1962, a las 10 de la mañana, se puso fin al enfrentamiento entre las dos

naciones cuando Khrushchev accedió públicamente a retirar los misiles de Cuba11. Kennedy, en

respuesta a una de las cartas de Khrushchev, describió cómo esta crisis supuso “un gran riesgo para la

paz mundial” 12. La mejora de las relaciones entre la URSS y EE.UU. se reflejó en la creación del

“teléfono rojo”, una línea telefónica directa que conectaba a Moscú y Washington 13. Las tensiones entre

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ambos países se redujeron cuando EE.UU. prometió no invadir Cuba, una promesa que han mantenido

todos los presidentes estadounidenses desde entonces14. Las tensiones se redujeron aún más cuando el

gobierno soviético, a cambio, prometió respetar la integridad de las fronteras y la independencia de

Turquía15. Anteriormente, los estadounidenses creían en la idea del equilibrio del terror, de Churchill: la

idea de que, para mantener la paz, EE.UU. debía mantener fuerzas nucleares adecuadas para impedir

cualquier ataque. Después de la crisis, EE.UU. entendió que el único camino hacia la paz era el

desarme16 e incluso empezaron a comerciar entre ellos ya que en octubre de 1962 EE.UU. vendió a la

URSS una gran cantidad de trigo subvencionado por el gobierno estadounidense17.

La crisis conllevó el desarme de ambas naciones pues esperaban que esto redujese las

posibilidades de una guerra. El primer acuerdo entre EE.UU. y la URSS para reducir las armas fue el

retiro de misiles en Turquía y Cuba18. Khrushchev habló de “un olor a quemado en el aire” en un

discurso dado en diciembre de aquel año19, lo que indica lo cerca que estuvo el mundo de la guerra

nuclear. El 5 de agosto de 1963, EE.UU., Reino Unido y la URSS firmaron en Moscú un tratado de

prohibición parcial de los ensayos nucleares bajo el agua, en la atmósfera y en el espacio exterior. Este

fue solo el primer desarme pues la crisis dio lugar a posteriores desarmes, como las conversaciones para

la limitación de los arsenales estratégicos entre EE.UU. y la URSS que finalizaron el 26 de mayo de

1972 y que resultaron en el Tratado sobre Misiles Antibalísticos y el Acuerdo Interino para la

Limitación de Armas Estratégicas Ofensivas20. El Tratado sobre Misiles Antibalísticos incluyó una

regulación de los misiles antibalísticos y la limitación de su instalación a una sola zona de

lanzamiento21. El Acuerdo Interino para la Limitación de Armas Estratégicas Ofensivas duró cinco

años y congeló el número de misiles balísticos al nivel existente en 197222.

Un factor que influyó mucho en la postura y las acciones de EE.UU. que provocaron la Crisis

de los misiles fue la “Teoría del dominó”. EE.UU. se volvió paranoico por el establecimiento del

comunismo en Cuba, puesto que lo veía como una amenaza a su estilo de vida democrático. Castro

incluso empezó a limitar la libertad de expresión en Cuba23, y EE.UU. no podía arriesgarse a que el

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comunismo se extendiese a zonas próximas a él o pronto llegaría a sus costas. En un intento de expulsar

a Castro del poder, el gobierno de EE.UU. organizó la Invasión de Bahía de Cochinos, que fracasó

después de que Kennedy anulase el envío de más apoyo aéreo24. Aunque la URSS sabía de antemano

que EE.UU. estaba descontento con la toma del poder de Castro en Cuba, tras esto entendió que

EE.UU. usaría la fuerza militar. Cuando se desveló que EE.UU. tenía muchas más armas nucleares que

la URSS, Khrushchev perdió la capacidad para intimidar a Occidente y temió que EE.UU. utilizase su

ventaja para recuperar Cuba. La colocación de misiles nucleares en Cuba por parte de Rusia le

proporcionó una defensa frente a EE.UU. y con ella igualó la ventaja de la ubicación estratégica de

misiles a la de los Júpiter en Turquía. Durante la Guerra Fría había una gran tensión y los países no

temían amenazarse con armas nucleares.

Después de que la crisis casi terminara en guerra, EE.UU. y la URSS decidieron esforzarse por

mejorar sus relaciones y evitar otro conflicto como la Crisis de los misiles. Ningún país podía

arriesgarse a un holocausto nuclear y eso les hizo actuar con precaución24. El teléfono rojo supuso un

símbolo del vínculo entre ambas naciones, puesto que podían llamarse y resolver los conflictos

pacíficamente25. Al darse cuenta de que la idea del equilibrio del terror de Churchill no funcionaría,

crearon una vía que redujese la posibilidad de una guerra26. Las promesas de estadounidenses y rusos

de no invadir ni Cuba ni Turquía respectivamente abrieron el camino para el primer acuerdo de

desarme al que llegarían EE.UU. y la URSS. Carlos Lechuga, en su libro Cuba and the Missile Crisis,

menciona que el comercio que se inició entre ambas potencias en octubre de aquel año puede

considerarse un símbolo de la mejora de las relaciones27. Esto puso de manifiesto la disminución de las

agresiones y de la hostilidad entre los dos países e incluso mostró que se podían beneficiar mutuamente.

El comercio entre ambos países y el teléfono rojo demuestran que están aprendiendo a coexistir y que

algún día podrían ser aliados en lugar de enemigos en la Guerra Fría.

La mejora de las relaciones creó una mayor confianza entre ambos que hizo posible el desarme

nuclear. Khrushchev, en su carta del 26 de octubre de 1962 a Kennedy, manifestó que esperaba

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“...hacerle un buen regalo a la gente [y] que se alegrase con la noticia de que se ha llegado a un acuerdo

para prohibir las pruebas nucleares”28. Esta carta de Khrushchev a Kennedy fue significativa, pues

mostró que ambos países y líderes podían colaborar para resolver problemas importantes y que esta no

sería la última vez que estos dos países cooperarían con el objetivo de tener seguridad y paz. También

fue una muestra de que las políticas de ambos países tenían interés en evitar la guerra y en un futuro

desarme, ya que querían evitar la guerra. El desarme con el SALT I demostró que la Crisis de los

misiles en Cuba inició un movimiento hacia el desarme que continuaría hasta principios de la década

de 1970. El control y la limitación del número de misiles demuestra que los países habían pasado de

una posición ofensiva a una defensiva en la que esperaban evitar el conflicto y el aumento de las armas

nucleares. La crisis desencadenó el punto clave de la Guerra Fría en el que, en lugar de una carrera

nuclear, hubo un desarme.

La crisis de los misiles en Cuba fue clave en la Guerra Fría. Antes de esta crisis aumentaron el

armamento y la tensión, mientras que tras la Guerra Fría los líderes empezaron a intentar reducir estas

tensiones y a construir mejores relaciones para disminuir el riesgo de guerra y otros enfrentamientos

peligrosos. Otro indicador de este punto clave de la Guerra Fría, además de la mejora de las relaciones,

fue el desarme nuclear. Se propuso intentar hacer el mundo menos peligroso y, por esto, la Crisis de los

misiles en Cuba puede considerarse un punto de inflexión en la Guerra Fría.

Recuento de palabras: 1.461

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C. Reflexión

Esta investigación me enseñó varios métodos que utilizan los historiadores al realizar este tipo

de trabajos, así como los problemas que pueden enfrentar al hacer sus investigaciones. Un método que

empleé en esta investigación, y que los historiadores utilizan en las suyas, fue analizar fuentes primarias

para extraer y procesar la información. Con todo, las fuentes primarias tienen grandes limitaciones tales

como la posibilidad de que sean propaganda de un país o que intenten fomentar determinado punto de

vista y, por tanto, presentar la situación de forma que favorezca a una de las partes. Los historiadores

deben determinar qué tipo de información contiene su fuente primaria y si esta información es verídica.

Lo mejor que puede hacer un historiador para reducir la influencia de los prejuicios es obtener fuentes

que provengan de tantos puntos de vista y partes implicadas como pueda. Esto le permitirá visualizar

los sucesos en su totalidad teniendo en cuenta los argumentos de ambos lados.

Los desafíos a los que se enfrenta un científico o un matemático difieren en gran medida de los

de un historiador, puesto que los experimentos científicos y las ecuaciones matemáticas se pueden

repetir para comprobar su validez. Para un historiador, en cambio, los acontecimientos solo ocurren una

vez y, cuando llegan a su fin, los historiadores solo pueden obtener información de fuentes o, si

estuvieron presentes, de la memoria. Las limitaciones son aún mayores si el historiador no estuvo

presente, pues toda la información que obtendrá acerca del acontecimiento no será de primera mano,

sino que vendrá de fuentes primarias y secundarias. Por ello, es fundamental comprender el origen de la

fuente y analizarla en consecuencia. Los historiadores están sujetos a muchas incertidumbres y sesgos

al emplear fuentes, y la capacidad de un historiador se distingue por su habilidad de analizar

críticamente las fuentes. Por esto, la asignatura de Historia está sujeta a muchos debates y a opiniones

contrapuestas.

Recuento de palabras: 317

8
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Notas al final
1
Lechuga, Carlos. Cuba and the Missile Crisis (Melbourne: Ocean, 2001), p. 1
2
Stern, Sheldon M. The Week the World Stood Still: Inside the Secret Cuban Missile Crisis. (Stanford,
CA: Stanford UP, 2005), p. 14

3
Clare, John D. "The Cuban Missiles Crisis 1962". Web. 03 de octubre de 2013.

4
Stern, p. 15

5
Ibíd, p. 16

6
Ibíd., p. 16

7
Ibíd., p. 16

8
Ibíd., p. 2

9
Ibíd., p. 2

10
Carter, E. J. The Cuban Missile Crisis (Chicago: Heinemann Library, 2004), p. 4

11
Griffiths, John. The Cuban Missile Crisis (Vero Beach, FL: Rourke Enterprises, 1987), p. 21

Kennedy, John F. “Letter From President Kennedy to Chairman Khrushchev, October 27, 1962”.
12

Cuban Missile Crisis: Letters. Oracle Foundation. Web. 10 de noviembre de 2013.

13
Eubank, Keith. The Missile Crisis in Cuba (Malabar, FL: Krieger Pub, 2000), p. 103

14
Eubank, p. 103

Khrushchev, Nikita. “Letter From Chairman Khrushchev to President Kennedy, October 26, 1962”.
15

Cuban Missile Crisis: Letters. Oracle Foundation. Web. 10 de noviembre de 2013.

16
Eubank, p. 103

17
Lechuga, p. 160

18
Eubank, p. 103

19
Hilsman, Roger. The Cuban Missile Crisis: The Struggle Over Policy (Westport, CT: Praeger, 1996),
p. 131

20
"SALT I and II". Cold War Museum. Web. 23 de enero de 2014.

9
33/54
21
Ibíd.

22
Ibíd.

23
Stern, p. 16

24
Hilsman, p. 143

25
Ibíd., p. 147

26
Ibíd., p. 151

27
Lechuga, p. 160

28
Khrushchev, Nikita. “Letter From Chairman Khrushchev to President Kennedy, October 26, 1962”

Bibliografía

Carter, E. J. The Cuban Missile Crisis. Chicago: Heinemann Library, 2004.

Eubank, Keith. The Missile Crisis in Cuba. Malabar, FL: Krieger Pub, 2000.

Griffiths, John. The Cuban Missile Crisis. Vero Beach, FL: Rourke Enterprises, 1987.

Hilsman, Roger. The Cuban Missile Crisis: The Struggle Over Policy. Westport, CT: Praeger, 1996.

Lechuga, Carlos. Cuba and the Missile Crisis. Melbourne: Ocean, 2001.

Stern, Sheldon M. The Week the World Stood Still: Inside the Secret Cuban Missile Crisis. Stanford,
CA: Stanford UP, 2005.

Sitios web

Clare, John D. "The Cuban Missiles Crisis 1962". Web. 03 de octubre de 2013.

Kennedy, John F. “Letter From President Kennedy to Chairman Khrushchev, October 27, 1962”.
Cuban Missile Crisis: Letters. Oracle Foundation. Web. 10 de noviembre de 2013.
http://library.thinkquest.org/11046/sitroom/letters.html

10
34/54
Khrushchev, Nikita. “Letter From Chairman Khrushchev to President Kennedy, October 26, 1962”.
Cuban Missile Crisis: Letters. Oracle Foundation. Web. 10 de noviembre de 2013.
http://library.thinkquest.org/11046/sitroom/letters.html

"SALT I and II". Cold War Museum. Web. 23 de enero de 2014.


http://www.coldwar.org/articles/70s/SALTIandII.asp

11
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“¿En qué medida las políticas económicas de Porfirio Díaz contribuyeron al inicio de la

Revolución Mexicana?”

A: Identificación y evaluación de fuentes

La pregunta de investigación es “¿En qué medida las políticas económicas de Porfirio

Díaz contribuyeron al inicio de la Revolución Mexicana?”. La primera fuente que he

seleccionado es una fuente secundaria de un profesor de Historia, para proporcionar información

sobre las políticas de Díaz y sus efectos a largo plazo sobre la economía y la calidad de vida de

México. La segunda fuente es una entrevista con el propio presidente Díaz, para proporcionar

información sobre las motivaciones de sus acciones, así como sobre su opinión personal respecto

a su mandato y el futuro de México.

Fuente A: Miller, Robert Ryal. Mexico: A History. University of Oklahoma Press: 1985.

Esta fuente la escribió en 1985 Robert Ryal Miller, historiador estadounidense y profesor de

Historia en la Universidad Estatal de California especializado en Historia mexicana. El origen de

esta fuente le da valor porque se escribió muchos años después de la presidencia de Porfirio

Díaz. Esto implica que se escribió con la perspectiva del tiempo y que el análisis se puede

beneficiar de información que haya salido a la luz años después de los acontecimientos. El

contenido de esta fuente incluye datos y análisis con respecto a la agitación económica y política

en México durante el período previo a la revolución, lo cual también le otorga valor porque nos

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permite comprender mejor el México de aquella época. Una posible limitación de esta fuente

está relacionada con su origen porque Miller es estadounidense y no involucra a Estados Unidos

ni habla de su apoyo al régimen de Díaz, por lo que la fuente proporciona una visión unilateral

de la Historia mexicana.

Fuente B: Creelman, James. Historical Text Archive, Porfirio Diaz.

El origen de esta fuente es una entrevista a Porfirio Díaz en 1908 por parte de James Creelman,

reportero estadounidense de prensa amarilla. El propósito de esta fuente es ver cómo el propio

presidente Díaz expresa su mentalidad, motivaciones y objetivos. La finalidad de esta fuente le

otorga valor porque el presidente Díaz está a cargo de México y sus acciones tienen una gran

repercusión en su gente y en las naciones extranjeras que han invertido en el país. El contenido

de la fuente también le aporta valor, porque incluye los pensamientos y opiniones del propio

Porfirio Díaz durante el tiempo de su presidencia previo a la revolución. Una posible limitación

de esta fuente tiene que ver con su origen, pues Creelman es un reportero sensacionalista. La

prensa amarilla desestima las noticias bien documentadas a favor del sensacionalismo y la

exageración para vender más periódicos. Por tanto, Creelman podría estar motivado por el dinero

y no por la divulgación de noticias totalmente legítimas.

Recuento de palabras: 440

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B: Investigación

Porfirio Díaz llegó al poder en México en 18761. México no estaba industrializado y estaba

económicamente atrasado respecto al resto del mundo debido a la anarquía militar y guerra civil

previas2. Había una gran brecha entre ricos y pobres especialmente predominante en las

haciendas, plantaciones donde cientos de obreros trabajaban para familias pudientes3. Cuando

Díaz llegó al poder, puso fin al conflicto interno mexicano matando o desterrando a quien se

opusiese a él. Proclamó que orden y progreso eran inseparables4 y también creía que la

modernización del país ayudaría a protegerlo de la injerencia estadounidense5.

Díaz pensaba que la inversión extranjera modernizaría México6. Bajo su mandato, las

funciones de la administración pública crecieron un 900%7. Una ley del suelo de 1888 permitía a

las compañías extranjeras deslindar los terrenos baldíos, tierras vacías mexicanas que a menudo

habitaban personas pobres8. Como compensación, las compañías recibían un tercio del área que

deslindaban9. Las vías férreas aumentaron de 617 km en 1876 a casi 25.000 km en 191010.

Durante el gobierno de Díaz, Estados Unidos y México disfrutaron de una lucrativa relación

mientras los pobres de México sufrían11. Entre 1883 y 1884, una quinta parte de México

pertenecía a compañías privadas pero menos del 3% de la población rural poseía alguna tierra12.

El censo de 1910 mostraba que había 834 hacendados que poseían el 90% de la tierra fértil, y 10

millones de campesinos sin tierra13. Los trabajadores de las plantaciones eran a menudo

analfabetos14. En las ciudades, los obreros de las fábricas ganaban de 6 a 8 pesos por semana

trabajando entre 12 y 15 horas diarias15. Pese al sufrimiento de las clases bajas, México prosperó

económicamente. De 1877 a 1910, el valor de las importaciones y exportaciones creció de 50

millones de pesos a 500 millones16. La ambición de Díaz causó un fuerte progreso económico a

costa de los mexicanos. Tras años de pobreza bajo el mandato español, Díaz quería que México

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fuese respetado en todo el mundo. En la entrevista con Creelman, Díaz declara que los

mexicanos piensan demasiado en sí mismos en vez de en los derechos de los demás17. No

obstante, la decisión de Díaz de abrazar la influencia extranjera pese al sufrimiento de su pueblo

condujo a México a la revolución. Miller observa que una quinta parte de México pertenecía a

compañías privadas mientras que muchos campesinos no poseían ninguna tierra18. Gran parte de

la clase baja de México no pudo prosperar en la economía revitalizada del país. Esto contribuyó

a la revolución porque la brecha entre ricos y pobres aumentó. Otra minoría afectada fueron los

pueblos indígenas mexicanos. Turner indica que, en 1904, el gobierno arrebató a los indios las

tierras de Quintana Roo, que pertenecían a estos19. Como los campesinos, los indios sufrían la

represión del gobierno. Además, los indios también se enfrentaban a la asimilación, y el deseo de

proteger su cultura los motivó para unirse a los campesinos en la revolución. Los mexicanos más

pobres y los pueblos indígenas fueron quienes más sufrieron las políticas económicas de Díaz.

Muchos mexicanos consideraban que Díaz apreciaba más a los extranjeros que a ellos. Como

resultado, iniciaron la revolución.

El caos institucional caracterizaba al sistema político de Díaz, quien incitaba al conflicto

entre otros burócratas para mantener el poder supremo20. El Presidente conocía todos los rumores

de México debido a su control sobre todas las personas21. Díaz también controlaba los medios de

comunicación y hacía falsas promesas a instituciones como la Iglesia para obtener su apoyo22.

Sus subalternos en el sistema judicial tenían órdenes de procesar únicamente los casos con

suficientes pruebas, porque el sobreseimiento provocaba que su sistema pareciese débil23. Para

afianzar su régimen, el 21 de diciembre de 1890 Díaz modificó la Constitución para eliminar el

límite de elecciones a la Presidencia a las que podía presentarse24. El término Pax Porfiriana

describía su sistema político25. Las elecciones eran una mera formalidad24. Quienes no estaban

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de acuerdo con Díaz estaban sujetos a la Ley Fuga, que permitía al ejército privado de Díaz, los

rurales, disparar a fugitivos que “intentaban escapar” 26. La manipulación por parte de Díaz de

las instituciones y el pueblo lo hicieron impopular entre la población y la élite. Díaz nombró a

gobernadores de los estados para controlar todo el país con marionetas que respondían ante él27.

Esto provocó el descontento en las clases bajas mexicanas porque no podían elegir a sus líderes

municipales o estatales28. Sin embargo, también enfadó a algunos aristócratas, como los políticos

liberales rivales de Díaz, ya que nunca llegarían al poder29. Dicha situación dio a muchos

ciudadanos de clase baja y alta un enemigo común. Foster menciona que Díaz se convirtió en

dictador vitalicio cuando este modificó la Constitución para eliminar el límite de mandatos30.

Todo ello motivó al pueblo a intentar destituirlo y poner fin así a su opresión. En una entrevista

de James Creelman con el Presidente, Díaz declara que él considera que la democracia ha

crecido en México31. Esto recalca la personalidad de Díaz como alguien que no se responsabiliza

de sus actos y solo se preocupa de consolidar su propio poder. Las ideas revolucionarias como el

liberalismo se expandieron entre las clases bajas32. Mientras que las ambiciosas políticas

económicas provocaron el sufrimiento de muchos mexicanos, la manipulación del sistema

político por parte de Díaz empujó a todos sus ciudadanos a rebelarse contra él.

En cuanto a los factores sociales, Díaz quería que México tuviese influencia europea33.

Acciones económicas como vender tierras a extranjeros promovían la influencia extranjera34. Un

dicho común entre los mexicanos dictaba que México era “la madre de los extranjeros y la

madrastra de los mexicanos” 35. El ejército nacional reprimía las revueltas y los rurales oprimían

al pueblo36. La opresión de Díaz empeoró la vida de los pobres, quienes a menudo sufrían

malnutrición37. El alcoholismo y el analfabetismo eran habituales y, en 1895, el 64,1% de los

mexicanos eran analfabetos38. Los intentos de expandir la educación no podían seguir el ritmo

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del crecimiento demográfico. En 1910, había 12.000 escuelas con un millón de estudiantes, pero

solo uno de cada tres niños entre 6 y 12 años estaba matriculado en el colegio39. Debido a los

esfuerzos de Díaz por urbanizar México, la población se duplicó en apenas 100 años40. La

población indígena estaba en riesgo de asimilación y quería proteger su cultura41. El estilo de

vida mexicano se desprestigiaba a favor de las tradiciones estadounidenses42. Las corridas de

toros se rechazaban y se fomentaba el béisbol43. El deseo de Díaz por obtener inversión

extranjera lo llevó a maltratar a su propio pueblo. Su decisión de desacreditar las tradiciones

mexicanas en favor de las estadounidenses y europeas muestra hasta qué punto deseaba la

influencia extranjera en México. Miller destaca los problemas económicos de las clases más

bajas, lo cual significaba que había muchas personas sin hogar. Burke menciona que Díaz

ordenaba retirar a los sin techo de las calles frecuentadas por turistas, para que México resultara

más atractivo para los extranjeros. También lo hacía para esconder sus carencias como líder,

pues esas personas eran las más oprimidas44. Al prohibir las corridas de toros y las danzas

tradicionales y favorecer actividades como el teatro europeo, Díaz hizo que los mexicanos se

sintieran rechazados para promover las tradiciones foráneas45. Aunque su preferencia por la

influencia extranjera estaba en parte motivada por sus objetivos económicos, el desprecio de

Díaz por el estilo de vida mexicano provocó que sus habitantes se sintieran traicionados y los

empujó a la rebelión.

Las políticas económicas de Porfirio Díaz fueron responsables del comienzo de la

Revolución Mexicana en cierta medida. Aunque la obsesión de Díaz por modernizar México

mejoró la economía del país, muchos mexicanos no pudieron participar de esta prosperidad. Esto

incitó a las clases bajas a rebelarse. Además de sus objetivos económicos, el egoísmo político de

Díaz y su actitud calculadora lo hicieron impopular entre ricos y pobres porque no podían elegir

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a sus propios líderes ni conseguir ningún tipo de poder. Tanto las clases altas como las bajas

deseaban igualdad de oportunidades y libertad política, pero nada de esto era posible con Díaz en

el poder, lo cual los condujo a la rebelión. Asimismo, la decisión de Díaz de favorecer el estilo

de vida extranjero sobre el tradicional de su propio pueblo llevó a los mexicanos a creer que

apreciaba más a los foráneos que a sus ciudadanos. Esto provocó el rechazo de los mexicanos

hacia su líder. Mientras las políticas económicas de Díaz oprimían a los pobres de México, la

avaricia del Presidente por el poder político y la influencia extranjera llevó a muchos mexicanos

a querer comenzar una revolución, ya fueran granjeros o aristócratas.

Recuento de palabras: 1.439

42/54
C: Reflexión

Los historiadores mencionados en esta investigación utilizaron varios métodos, como consultar

documentos del gobierno (como antiguos censos), y entrevistas con figuras prominentes del

gobierno mexicano. Aunque dichos métodos fueron efectivos para obtener información respecto

al estado de México previo a la revolución, la investigación demostró que las técnicas que

utilizan los historiadores siguen teniendo limitaciones. Por ejemplo, la fiabilidad de los archivos

gubernamentales puede ser limitada, especialmente si el gobierno sesga la información que

contienen con el fin de satisfacer sus propios fines. Además, las entrevistas también son

potencialmente problemáticas, porque su calidad depende de los motivos y preguntas del

entrevistador.

En este aspecto, los historiadores se enfrentan al desafío de encontrar información a partir de

diversos puntos de vista, así como de ser imparciales ellos mismos. Las fuentes con las que los

historiadores tratan están a menudo mucho más influenciadas por las emociones humanas y la

política que la información con la que trabajan los científicos y matemáticos. En Ciencias y

Matemáticas, la obtención de información es mucho más inductiva, y las normas generales y

leyes se determinan después de realizar una serie de observaciones. Sin embargo, los

historiadores se centran en un acontecimiento específico y después analizan los detalles sobre

dicha situación, como las causas, prácticas y efectos, para llegar a una conclusión.

Esta investigación me hizo ver que la objetividad puede ser difícil en Historia, y que la propia

Historia a menudo está sesgada a favor de los grupos en el poder y hace caso omiso a algunos

grupos que no tienen ese poder. A menudo se dice que “la Historia la escriben los vencedores”;

en otras palabras, las figuras y gobiernos que obtienen el poder establecen qué acontecimientos

43/54
son históricamente importantes. Por tanto, gran parte de la información histórica disponible

puede tener una fuerte influencia de aquellos que están en el poder y puede dejar de lado, o

prestar mínima atención, a aquellos que no lo están.

Recuento de palabras: 321

44/54
Notas al final

1
Michael Burke, Mexico: An Illustrated History. (Nueva York: Hippocrene Books, 1999), p. 104.

2
Ibíd., p. 104.

3
Ibíd., p. 104.

4
Robert Ryal Miller, Mexico: A History. (University of Oklahoma Press, 1985), p. 260.

5
Ibíd., p. 260.

6
Lynn V. Foster, A Brief History of Mexico. (Nueva York: Infobase Publishing, 2010), p. 146.

7
Miller, p. 260.

8
Ibíd., p. 272.

9
Ibíd., p. 272.

10
Ibíd., p. 272.

11
John Kenneth Turner, Barbarous Mexico.

12
Miller, p. 272.

13
Ibíd., p. 272.

14
Ibíd., p. 272.

15
Ibíd., p. 272.

16
Foster, p. 147.

45/54
17
James Creelman, Porfirio Diaz.
18
Miller, p. 272.
19
Turner.
20
Burke., p. 104.

21
Paul J. Vanderwood, Disorder and Progress: Bandits, Police and Mexican Development.

(Wilmington: Scholarly Resources Inc., 1981), p. 81.

22
Ibíd., p. 83.

23
Ibíd., p. 83.

24
Ibíd., p. 83.

25
Ibíd., p. 84.
26
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27
Michael J. Gonzalez, The Mexican Revolution: 1910-1940. (University of New Mexico Press,

2002), p. 13.
28
Ibíd., p. 13.
29
Ibíd., p. 12.
30
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31
Creelman.
32
John Mason Hart, Revolutionary Mexico: The Coming and Process of the Mexican Revolution.

(Los Ángeles: University of California Press, 1985), p. 7.

33
Donald J. Mabry, Diaz, Porfirio.
34
Ibíd.

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35
Ibíd.
36
Ibíd.
37
“Labour Conditions in Mexico,” The New York Times.
38
Ibíd.
39
Miller, p. 272.
40
The New York Times.
41
Ibíd.
42
Burke, p. 108.
43
Ibíd., p. 108.

44
Burke, p. 104.
45
Ibíd., p. 104.

47/54
Bibliografía

Burke, Michael. Mexico: An Illustrated History. Nueva York: Hippocrene Books, 1999.

Foster, Lynne V. A Brief History of Mexico. Nueva York: Infobase Publishing, 2010.

Gonzalez, Michael J. The Mexican Revolution: 1910-1940. University of New Mexico Press, 2002.

Hart, John Mason. Revolutionary Mexico: The Coming and Process of the Mexican Revolution.
Los Ángeles: University of California Press, 1985.

Miller, Robert Ryal. Mexico: A History. University of Oklahoma Press, 1985.

Vanderwood, Paul J. Disorder and Progress: Bandits, Police and Mexican Development.
Wilmington: Scholarly Resources Inc., 1981.

Fuentes de Internet

Creelman, James. Historical Text Archive, Porfirio Diaz.


Consulta: 14 de noviembre de 2013.
http://historicaltextarchive.com/sections.php?action=read&articid=138

“Labour Conditions in Mexico”. The New York Times, March 16, 1902.
Consulta: 13 de noviembre de 2013.
http://query.nytimes.com/mem/archive-
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Mabry, Donald J. Historical Text Archive, Diaz, Porfirio.


Consulta: 14 de noviembre de 2013.
http://historicaltextarchive.com/sections.php?action=read&articid=336

Turner, John Kenneth. Historical Text Archive, Barbarous Mexico [Excerpt] by John Kenneth
Turner.
Consulta: 14 de noviembre de 2013.
http://historicaltextarchive.com/sections.php?action=read&articid=164

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Evaluación interna de Historia: Ejemplo de una sección de reflexión.

(La pregunta de investigación para esta investigación fue: “¿Cuál fue el método más importante que empleó
Stalin para conseguir el poder?”).

Reflexión

Uno de los métodos que empleé en esta investigación fue el estudio de los documentos de los
archivos rusos posteriores a 1991 recientemente publicados. Los libros que consulté sobre la vida de
Stalin escritos por autores como Shukman, Kuromiya, McCauley y Maass contienen información
desconocida antes de 1991, por lo que posiblemente describan de forma más exacta esa época de la
Unión Soviética. La disponibilidad de estos documentos podría ser útil para los historiadores que
estudian a Stalin, pero también podría aumentar los desafíos de estos historiadores debido al uso de
propaganda por parte de los soviéticos. Es posible que Stalin y otros dictadores hayan intentado
reescribir la historia para que esta los favoreciese, por lo que puede que algunos documentos
soviéticos se manipulasen y se y reescribiesen. Por tanto, el historiador tiene que localizar múltiples
documentos creados tanto desde la perspectiva soviética como desde la no soviética para tratar de
confirmar algunos sucesos que tuvieron lugar y asegurarse de su exactitud a la hora de analizarlos.

Así pues, tal y como hacen los historiadores, al hacer mi investigación intenté consultar varias
fuentes, en lugar de fiarme demasiado de un único relato o fuente de información. Por ejemplo, al
analizar sucesos clave como la ocultación del testamento de Lenin y el discurso de Stalin en el funeral
de Lenin, consulté relatos acerca de los sucesos en libros pertenecientes a diferentes marcos
temporales (De Kadt, anterior a 1991, y Shukman, posterior a 1991). El hecho de que De Kadt
mencione este suceso antes de que se publicasen los archivos soviéticos me proporcionó un punto de
vista, mientras que el libro de Shukman me proporcionó otro puesto que lo escribió cuando los
archivos ya se habían publicado. Esto me enseñó la importancia de que los historiadores utilicen
diversas fuentes y sean conscientes del origen y la finalidad de las fuentes que utilizan.
No creo que los sucesos históricos se puedan describir de un modo completamente imparcial.
Sin embargo, los testimonios de distintas fuentes con puntos de vista diferentes y que cuentan los
mismos detalles de un suceso histórico son una buena prueba para creer que dicho suceso ocurrió de
ese modo. Esto hizo que me diese cuenta de la importancia que tiene para la Historia examinar
diferentes perspectivas y del desafío al que se enfrentan los historiadores al ser conscientes de esas
perspectivas. Por ejemplo, al acabar mi investigación, rápidamente me di cuenta de que tenía mi
propia perspectiva y mis propias suposiciones acerca del tema puesto que daba por hecho que un
gran problema para los historiadores sería reconocer la propaganda soviética. Durante mi
investigación me di cuenta de que para De Kadt y otros historiadores anteriores a 1991 la propaganda
occidental también podía suponer un problema a la hora de escribir sus libros. De este modo, aunque
yo era consciente de que los archivos soviéticos podían contener propaganda, solo después me di
cuenta de que los documentos occidentales también podían haberse escrito a favor de la cultura
occidental y presentar a los soviéticos de manera errónea.

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Evaluación interna de Historia, ejemplo de una sección de reflexión.

(La pregunta de investigación para esta investigación fue: “¿En qué medida participó Canadá

en la Guerra Fría durante su fase inicial entre 1945 y 1959?”).

Reflexión

Al llevar a cabo mi estudio sobre la participación de Canadá en la Guerra Fría, pude

experimentar muchos de los desafíos a los que se enfrentan los historiadores cuando analizan

sucesos ocurridos en el pasado. Los desafíos a los que yo me enfrenté han hecho que sea más

consciente de la labor de los historiadores y, sobre todo, más consciente de la importancia de

cuestionar las fuentes que utilizo en una investigación histórica. Un historiador debe tener en

cuenta la fiabilidad de las fuentes que utiliza. Al analizar el origen, el propósito, el valor y la

limitación de las fuentes, me he vuelto muy riguroso con respecto a las fuentes que utilizo al

investigar sobre temas históricos concretos. Esto muestra que una cuestión importante para los

historiadores es investigar la credibilidad del autor de la fuente, para qué se creó la fuente en

primer lugar, cuándo, etc.

Al realizar esta investigación también me di cuenta de que tengo mi propia perspectiva de los

acontecimientos históricos y esto me enseñó la importancia de que los historiadores sean

conscientes de su propia perspectiva de los acontecimientos y de sus posibles sesgos. En mi

opinión, todo el mundo tiene su propia visión de cómo ocurrió un suceso histórico antes del

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proceso de investigación. Sin embargo, es la investigación la que puede cambiar la actitud de la

persona y su visión del acontecimiento en sí. Aprendí esto de primera mano, puesto que antes de

realizar mi evaluación interna, creía que Canadá apenas había participado en la Guerra Fría y que

todos los acontecimientos que habían ocurrido habían sido consecuencias del miedo que había en

Estados Unidos. Tras realizar mi investigación, entendí que la participación de Canadá fue más

allá de abordar la ansiedad estadounidense.

Al completar mi investigación, también recordé que las investigaciones que realizan los

historiadores son muy diferentes a las que hacen los científicos o los matemáticos. Según había

aprendido en Biología y Matemáticas del IB, normalmente estos problemas tienen una solución

definitiva y hay menos espacio para la variabilidad si el investigador quiere mantener su estudio

dentro de unos estándares razonables y aceptables. Al analizar la Historia, la variabilidad es

mucho mayor debido a que un historiador analiza las razones por las que los humanos deciden

llevar a cabo determinadas acciones. Un historiador tiene que analizar los factores internos y

externos como por qué un gobernador, un estado o incluso una nación entera decide aplicar una

ley, entrar en guerra, etcétera, así como tener en cuenta las reacciones de las otras partes que se

verán afectadas. A partir de aquí, el historiador tiene que elegir y seleccionar en qué cosas se

centrará y cuáles deben descartarse, simplemente porque hay demasiada información que

analizar. En este sentido, mi evaluación interna de Historia me ha proporcionado conocimientos

acerca de cómo los historiadores llevan a cabo sus investigaciones y de los desafíos a los que se

enfrentan.

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Evaluación interna de Historia: Ejemplo de una sección de reflexión

(La pregunta de investigación para esta investigación fue “La causa de la Guerra Fría fue el
miedo, no la agresión. ¿En qué medida esta opinión explica el desarrollo de la Guerra Fría
entre 1945 y 1949?”).

Reflexión
Creo que el papel de un historiador es el de interpretar sucesos del pasado y explicar por
qué ocurrieron o cómo afectan a nuestro presente. Para esta investigación me centré en dos
fuentes primarias (el largo telegrama de Kennan y el telegrama de Novikov) y en el papel del
miedo y de la agresión para explicar el desarrollo de la Guerra Fría. Mi conclusión incluyó tanto
el miedo como la agresión. Había demasiadas pruebas de la existencia de ambos al mismo
tiempo, por lo que no pude evitar sostener que una fue causa de la otra. Más concretamente, que
el miedo causó las acciones agresivas que inevitablemente dieron lugar a la Guerra Fría. Gracias
a mis fuentes primarias, descubrí que tanto Kennan como Novikov estaban infundiendo
sentimientos de odio y desconfianza en sus receptores (el pueblo estadounidense y Stalin
respectivamente). Sin duda, esas emociones provocaron miedo y, como respuesta, se tomaron
medidas agresivas, concretamente el crecimiento acelerado de las armas militares y nucleares
tanto en EE.UU. como en la URSS y de espías para obtener información en ambos lados.
Una de las dificultades a las que me enfrenté al escribir este trabajo fue la de reducir el
número de fuentes que mejor pudiese analizar. Teniendo eso en cuenta, me hice la siguiente
pregunta: “Con la reciente difusión de los medios sociales, ¿cómo van a interpretar los
historiadores todos esos feeds de noticias de Twitter o todas esas publicaciones de Instagram o
Tumblr?”. A medida que escribía mi investigación, me imaginaba cuál habría sido el resultado
de la Guerra Fría si por aquel entonces hubiese existido algo como Twitter: lo rápido que se
habrían difundido las noticias sobre las nuevas incorporaciones a la creciente “colección” de
armas nucleares de EE.UU. o de la URSS. Entonces me di cuenta de que posiblemente uno de
los mayores desafíos a los que se enfrentan los historiadores sea seleccionar qué documentos
sobre un acontecimiento del pasado analizar y, a continuación, interpretarlos. Algunos
historiadores pueden tener el problema de no encontrar suficiente información sobre el suceso en
concreto que estén investigando, pero también algunos historiadores pueden tener el problema de
que haya tanta información que les resulte difícil seleccionar qué fuentes analizar. La cantidad de
información disponible en la red en la actualidad debe dificultarles esto más a los historiadores
que escriben sobre sucesos históricos más recientes.

Recuento de palabras: 391

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Evaluación interna de Historia: Ejemplo de una sección de reflexión
(La pregunta de investigación para esta investigación fue: “¿Qué importancia tuvieron los factores
económicos en las causas de las diversas guerras árabe-israelíes entre 1948 y 1978?”).

Reflexión
En mi investigación utilicé fuentes primarias y secundarias para explicar las causas de las diversas
guerras árabe-israelíes entre 1948 y 1978. Las fuentes primarias pueden tener limitaciones
importantes, por ejemplo, que el autor intente convencer a un grupo de personas de su punto de
vista para promover sus propios objetivos. Esta fue la limitación de la fuente escrita por Theodor
Herzl, un judío que a través de su panfleto trataba de convencer a los europeos de que era necesario
un Estado judío independiente.

De manera similar, las fuentes secundarias tampoco están libres de limitaciones, puesto que pueden
contener puntos de vista provenientes del origen o del objetivo del autor. Estas limitaciones dan
muestra de los problemas a los que se enfrentan los historiadores, ya que es casi imposible
establecer de forma fiable cuál de las versiones es “verdad”. Lo mejor que puede hacer un
historiador es consultar tantas fuentes como le sea posible para tener muchos puntos de vista,
teniendo en cuenta las diversas limitaciones de cada fuente estudiada.

Los historiadores, a diferencia de los matemáticos y los científicos, no pueden depender de la


observación o de la experimentación hechas en el presente; simplemente deben utilizar la palabra
escrita u oral de documentos primarios o de personas que vivieron en la época. Al hacer esta
reflexión, uno piensa en la expresión “marcos de referencia”, es decir, el conjunto de experiencias,
conocimientos y valores propios que toda persona posee. Toda historia proviene originalmente de
las personas que vivieron en la época del acontecimiento y, por tanto, el estudio histórico es
limitado, pues todo el mundo posee unos marcos de referencia propios a través de los cuales se
moldea su perspectiva histórica. A diferencia de las pruebas científicas o matemáticas, las pruebas
históricas no se pueden reproducir, lo cual supone un desafío para los historiadores y afecta a los
métodos que pueden emplear.

Los historiadores también se enfrentan al problema de que en ocasiones dos fuentes diferentes
contienen información contradictoria. Cuando esto sucede, los historiadores deben aceptar el relato
que tenga las pruebas más legítimas y que, además, esté presente en la mayor cantidad de fuentes.
Se deben reconocer los otros lados de la historia, pero no aceptarlos necesariamente como “verdad”.
Este método de aceptar el relato con la mayor cantidad de pruebas legítimas y simplemente
reconocer los otros relatos es lo más similar al método científico que pueden tener los historiadores,
por lo que es el mejor método para dar con la “verdad” en Historia. Por ejemplo, los negacionistas
del Holocausto afirman que el Holocausto nunca ocurrió y que fue una historia que crearon los judíos
para justificar un Estado judío independiente, conocido hoy en día como Israel. Sin embargo, pruebas
abrumadoras indican que el Holocausto sí que ocurrió y esto permite a los historiadores aceptar el
Holocausto como un suceso real y reconocer la existencia del otro punto de vista.

(480 palabras)

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Evaluación:

Los resultados son como siguen:

Para ¿En que medida la crisis de misiles en Cuba ...


Evaluación de fuentes 05 investigación 07 y reflexión 02

Para el caso de las políticas económicas de Porfirio Díaz.

Evaluación de fuentes 5
Investigación 9
Reflexión 3

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