BUSARDO

ENVEJECIMIENTO Y SEXO
EDICIÓN DE ZEISS SOBRE ORNITOLOGÍA DE CAMPO, VOL. 1

GEROLD
DOBLER
 Prólogo del editor

QUERIDOS LECTORES, Harriers siempre ha sido un tema difícil que

en cooperación con Zeiss, hemos producido esta desafió incluso a los ornitólogos experimentados.
edición especial sobre ornitología de campo sobre el Durante muchos años la atención se centró en la
envejecimiento y el sexado de los aguiluchos identificación entre especies, mientras que la
hembras, que adjuntamos gratuitamente a nuestros separación de los aguiluchos hembras de cola
lectores, como muestra de agradecimiento por su anillada siguió siendo una "patata caliente",
lealtad a largo plazo. tocada por muy pocos y no estudiada
exhaustivamente por nadie. Nunca antes se
No suele suceder que los nuevos hallazgos en habían comparado de forma tan detallada las
la identificación de aves logren correcciones marcas de campo de las hembras adultas con las
sustanciales de las doctrinas existentes y llenen de los machos y hembras juveniles.
los vacíos existentes en el conocimiento. La
literatura de identificación más reciente cuenta
con Se muestra el progreso realizado aquí
un nivel de calidad muy alto en comparación con los textos disponibles hace un paralelo con el mayor desarrollo de los dispositivos de observación
medio siglo. En ese momento teníamos que identificar una curruca de jardín óptica, que también se ha llevado a cabo durante los últimos 50 años. La
principalmente por su canto, porque solo había dibujos pobres en los libros calidad de imagen de un antiguo telescopio de níquel de aquellos tiempos y
disponibles en ese momento, y que, por ejemplo, realmente no dejaban claras la del reciente telescopio de Zeiss Harpia son polos opuestos. Lo que
las diferencias con una reinita de los pantanos. Hoy, tenemos la bendición de hemos experimentado anteriormente en astronomía y microscopía de forma
poder elegir entre toda una serie de excelentes libros de identificación que regular ahora también se ha transferido a la ornitología: un ejemplo de
incluyen varias buenas ilustraciones por especie. cómo los desarrollos ópticos recientes han facilitado sin problemas la
recopilación de conocimientos ornitológicos nuevos y esenciales,
establecidos por métodos científicos y corroborados por evidencia
En este contexto, es sorprendente que los resultados presentados aquí fotográfica.
hayan podido descubrir deficiencias y errores en casi toda la literatura
reciente sobre identificación de aves. Ciertamente, la identificación de la
cola anillada Walter Schulz, editor jefe Vögel-Magazine

IMPRIMIR

EDICIÓN ESPECIAL DE VÖGEL

Magazin für Vogelbeobachtung

EDITOR
dwj Verlags-GmbH, Rudolf-Diesel-Straße 46, 74572 Blaufelden, Alemania Teléfono +49 (0) 7953
9787-0, Fax -880
Correo electrónico info@voegel-magazin.de

EDITOR EN JEFE Walter Schulz

DISEÑO Markus Dierolf

IMPRESO POR Dierichs Druck + Media GmbH & Co. KG, Frankfurter Straße 168, 34121 Kassel, Alemania

ISBN 978-3-946429-39-5

© 2020 - ¡Está prohibida la reimpresión, incluso de pasajes individuales! Los derechos de autor y todos los demás derechos están reservados.

a la Editorial. No se permite la traducción, el almacenamiento, la duplicación y la distribución, incluida la transferencia a medios electrónicos como CD,
DVD, Internet, etc., sin el permiso previo del editor.

CUBRIR
H
2en | S.SarernieH inaglea.nGdöspepxiinnggen, enero de 2019. Gerold Dobler
r. aJurrvieerni – leagfeem
 Aguilucho gallo (Circus cyaneus):
Envejecimiento y sexado
GEROLD DOBLER
La identificación de Harriers "ringtail" siempre ha sido un desafío y un tema importante
en la observación de aves. Es comprensible que durante muchos años se dio
prioridad a la identificación de especies, mientras que el sexado y el envejecimiento
de las colas anilladas apenas se abordaron, principalmente debido a la falta de
conocimiento. De hecho, incluso hoy en día, solo tenemos un conocimiento
rudimentario de las diferencias entre los machos juveniles, las hembras juveniles y las
hembras adultas. Forsman 1999 y 2016 recomienda el color de ojos como un buen
personaje, pero señala que es "sorprendentemente difícil de ver en el campo". Las
características relevantes no se han elaborado de forma exhaustiva, lo que deja una
ambigüedad considerable en la separación de los aguiluchos hembras de cola
anillada. Incluso las fotos de hoy en sitios web de observación de aves actuales como
Ornitho identifican erróneamente a las hembras adultas,
Figura 1: Hembra adulta. Tenga en cuenta los detalles típicos de las coberteras mayores y axilares, la amplia banda terminal negra de las secundarias y las coberteras debajo de la cola punteadas
(Riedlingen 2/2020 GD).
Una publicación de VÖGEL - Magazin für Vogelbeobachtung | 3
machos y hembras jóvenes. Todas las guías de campo recientes cubren solo de
manera aproximada las diferencias entre hembras adultas y juveniles, dejando
completamente sin considerar las diferencias de sexo entre los juveniles.
Vinicombe y col. 2014 muestran una 'hembra juvenil' que carece por completo de
la mancha malar oscura esencial y diagnóstica. Jiguet & Audevard 2017 explican
las diferencias entre un aguilucho aguilucho juvenil y una hembra como simples
variaciones en el plumaje de las hembras juveniles. Clark & Davies 2018
presentan una foto de un aguilucho macho identificado erróneamente como
hembra adulta y que en realidad es un macho juvenil. El mismo error también
ocurrió en Hume et al. 2019.
La principal razón del desconocimiento que condujo a esta situación es,
ante todo, el hecho de que las diferencias entre
Mientras que los machos y las hembras juveniles son casi imposibles de detectar
desde la distancia, y siguen siendo un desafío cuando se observan de cerca.
Definitivamente hay algo de superposición en la mayoría de las características, y
las diferencias son sutiles, exigentes habilidades visuales y experiencia de
observación de aves en un nivel avanzado. Einstein 2000 mencionó que durante
los estudios realizados desde 1957, y su trabajo intensificado del censo entre
1975 y 1991 sobre Hen Harriers en “Federsee” (30 millas al norte del lago de
Constanza en Alemania), nunca se habían registrado machos en plumaje de
transición. Sin embargo, "Federsee" alberga una de las mayores concentraciones
de aguilucho lagunero de Europa, con hasta 170 aves en el invierno de
2019/2020, y representa uno de los puntos de observación de aves más
importantes del sur de Alemania, desde donde los observadores de aves
informan sus observaciones de aguilucho con bastante frecuencia. .
MÉTODO
Inicialmente iniciada por mis observaciones personales de Hen Harrier durante
los últimos 40 años que parecían no corresponder con los dibujos y descripciones
en las guías de campo, mis estudios mejoraron cuando Zeiss lanzó una serie de
nuevos instrumentos ópticos de gran angular innovadores y de alta calidad. Para
explicar brevemente, utilicé los modelos de alcance gran angular Zeiss Harpia 22-65
x 85 y 23-70 x 95 junto con los binoculares gran angular Zeiss SF 32. Sus grandes
campos de visión no solo permiten un período de estudio prolongado y más cómodo
de las aves voladoras, especialmente de las aves que vuelan a través del campo de
visión, para verificar diferentes características, sino que también permiten al
observador determinar diferencias de tamaño y proporción corporal a través de uno
al lado del otro. comparación, cuando los pájaros se acercan unos a otros.
Todos los resultados de este estudio, tanto fotográficos como de texto,
se basan en períodos intensos de observación de más de 500 Aguiluchos
Gallinas diferentes durante un período de 6 años (2015 a 2020)
principalmente en Alemania, Austria y Hungría, y algunos en Gran Gran
Bretaña y Francia. Durante los años 2019 (enero-abril y octubre-diciembre)
y 2020 (enero-marzo) más de 100 Hen Harriers
RESULTADOS
Forma y estructura
Los aguiluchos machos son más pequeños que las hembras y no hay
superposición en la longitud del cuerpo, la longitud de las alas o el peso corporal
(Glutz v. Blotzheim et al. 1971, Cramp & Simmons 1980). Los mismos hechos se
aplican al aguilucho norteño (Circus hudsonius) en América del Norte (Dunne 2017
Como la frecuencia de batir de alas de los machos es más alta que la de las hembras,
parecen más ágiles y menos pesados que las hembras en vuelo. Las alas de los machos
son más estrechas en la base y la mano.
4 | Hen Harrier - envejecimiento y sexado
Al principio de este proyecto, el progreso fue lento porque, aunque tenía
instrumentos de buena calidad, ni los binoculares ni los telescopios tenían
campos de visión lo suficientemente amplios como para permitir la
observación de los aguiluchos mientras volaban a través de ellos sin
paneo. Descubrí que la panorámica no era satisfactoria ya que no
proporciona una imagen lo suficientemente estable como para permitir el
examen de los detalles necesarios. Sin duda, otros observadores han
tenido dificultades similares. La situación cambió cuando Zeiss comenzó a
desarrollar los nuevos binoculares SF gran angular y un telescopio ultra
gran angular completamente nuevo, el Harpia. Con las pruebas de campo
de los primeros prototipos del Zeiss Harpia, y más tarde, los prototipos de
los nuevos binoculares gran angular SF 32 en Federsee y sus alrededores
desde 2016 hasta 2019, ya no tenía excusas para el lento progreso.
han sido fotografiados y examinados en el sur de Alemania. También se
han considerado fotografías adicionales de diferente origen. Este estudio
se limita a algunas de las características de identificación más importantes
relevantes en el campo para lograr un alto nivel de precisión, pero sin
pretender una exhaustividad total. La variación entre los individuos es
significativa, y hay bastante superposición entre la mayoría de las
características, lo que exige una familiaridad sustancial con estas
características que he trabajado arduamente para impartir mediante la
documentación fotográfica completa de este artículo.
Me gustaría agradecer a Dominique Gest y especialmente al Prof. Dr.
Matthias Helm por su gran apoyo en la preparación de la documentación
fotográfica para este artículo. Agradezco sinceramente a Richard Porter por
su gran apoyo en la preparación de este documento, incluidas las discusiones
profesionales sobre la definición de los términos. Muchas gracias a Otto por
revisar el manuscrito y las muchas y fructíferas discusiones sobre óptica y
observación de aves. También me gustaría agradecer a Roger Riddington y
Paul French por leer el manuscrito y sus constructivos comentarios.
(las primarias que se extienden en las puntas de las alas), para comparación
directa, vea la Fig. 2, y en combinación con sus aleteos más rápidos, parecen más
elegantes y parecidas a un charrán. No es una coincidencia que los machos sean
cazadores de aves más intensivos que sus hermanas más pesadas y, por lo tanto,
los machos juveniles a veces se confunden con azor o gavilán cuando se les ve
volando rápido a lo largo de setos y campos. Las alas de los machos juveniles son
relativamente estrechas (Fig.5, 8, 18), su cuerpo es corto y compacto, mientras
que las hembras juveniles parecen más largas en general debido en parte a un
cuello y una cabeza más pequeña que sobresale y más puntiaguda (Fig. 6, 9,
10). En vuelo, a veces se asemejan a la silueta de una hembra de azor,
mientras que los machos juveniles parecen tener el cuello corto y una cabeza
más grande y redondeada (Fig. 8, 11, 15) que las hembras juveniles. Aún
más de cuello ancho y con apariencia de búho son las cabezas de las
hembras adultas (Fig. 7, 28, 53), especialmente las de más de 2 años. Para
entonces, también han desarrollado un cuerpo poderoso (Fig. 20, 41). Sin
embargo, en algunas hembras mayores esta apariencia de búho y de cuello
ancho parece reducida en cierta medida (Fig. 49). En resumen, podemos
decir que los aguiluchos hembras marrones con un cuerpo pesado, alas
anchas y redondeadas y cabezas bastante grandes son típicamente hembras
adultas (Fig. 7, 34). Aves de cuello largo, de cabeza pequeña y esbelta, con
alas menos redondeadas y puntiagudas, son hembras juveniles (Fig. 6, 10,
17) y las aves de alas estrechas, cuello corto y cabezas grandes y
redondeadas suelen ser machos jóvenes (Fig. 5, 8, 11, 18). Debe enfatizarse
que se necesita una experiencia significativa para reconocer estas
diferencias en el campo.
Color de ojos
El color de ojos de los machos juveniles durante su primer invierno a partir de
octubre varía de gris pálido a amarillo brillante, aunque el rango normal es de
amarillo grisáceo a amarillo limón. En la mayoría de las hembras juveniles el color
de los ojos aparece oscuro (predominantemente marrón), aunque hay un número
considerable de hembras juveniles que muestran un iris gris pálido (Fig. 6) o
incluso amarillo (Fig. 16, 22, 24, 43, 45). Hay una superposición significativa en
esta característica que debe tenerse en cuenta al envejecer y sexar a los
aguiluchos hembras. El color del iris de los machos mayores de un año es
principalmente amarillo (Fig.38,
39). Las hembras del segundo invierno muestran principalmente un iris de color
marrón, aunque para entonces un número considerable ha desarrollado un iris de
color ámbar o incluso amarillo. Los individuos solteros parecen mantener un iris de
color ámbar al menos durante algunos años. Por ejemplo, una mujer adulta
regresó
Una publicación de VÖGEL - Magazin für Vogelbeobachtung | 5
a su territorio invernal durante al menos 3 años consecutivos en Federsee
sin cambiar notablemente su iris de color ámbar en absoluto. No obstante,
debemos mencionar que algunas hembras adultas con al menos 3 inviernos
detrás todavía muestran un ojo de color marrón oscuro (Fig. 13, 19).
Según estos hallazgos, el envejecimiento y la determinación del sexo de los aguiluchos solteros
en el campo basándose únicamente en el color de ojos no es lo suficientemente confiable.
Patrón facial
Los patrones faciales comprenden varios componentes que juntos proporcionan un
alto grado de confiabilidad para envejecer y sexar a los aguiluchos hembras.
Las hembras juveniles se caracterizan por un marcado contraste entre el
supercilio blanquecino y la mancha subocular, en contraste con la corona oscura y
el contorno de la cara (Fig. 3). El contorno oscuro de la cara es de color marrón a
marrón grisáceo, pero puede parecer casi negro en algunos individuos (Fig. 35).
Forma una unidad entre la mancha malar oscura típica debajo de la base del pico y
la mancha de la oreja igualmente oscura conectada por un puente un poco más
pálido pero aún más oscuro y más estrecho en el medio. Tenga en cuenta que el
borde de bordes afilados entre blanco y oscuro, combinado con la forma afilada en
forma de gancho del contorno de la cara oscura, a menudo deja una especie de
patrón facial 'diabólico' en las hembras juveniles, especialmente cuando se ve de
lado (Fig. 26, 50).
La mancha blanca debajo del ojo en las hembras juveniles muestra una forma
aproximadamente triangular en la mayoría de los individuos, lo que hace que la parte
media del contorno de la cara oscura se estreche y se aclare ligeramente en esa
sección, creando el ya mencionado puente más estrecho y ligeramente más pálido
entre el malar. mancha y mancha de la oreja, dejando la forma de "gancho" del
contorno oscuro de la cara (Fig. 3, 6, 22, 26). En condiciones normales de luz, la
mancha malar y la mancha de la oreja oscurecidas son reconocibles en el campo
(Fig. 3, 43, 55), aunque el contraste a veces se desvanece significativamente en
condiciones extremas de luz deslumbrante (Fig. 9).
Figura 2: Las interacciones intraespecíficas con frecuencia permiten la comparación lado a lado:
hembra juvenil persiguiendo a un macho juvenil que lleva presas. Nótese el tamaño más pequeño, el
ala más estrecha y el vientre pálido del macho. La cabeza puntiaguda relativamente pequeña de la
hembra se compara con la cabeza grande y redondeada del macho (Memmingen 12/2019 GD).
 Parche de nuca
Collar
Supercilium
Boa
Antifaz negro Punto de la oreja} Borde oscuro de las mejillas
Mancha malar
Mancha subacuática
Fig. 3: Topografía. Hembra juvenil. Membrana nictitante extendida (Riedlingen 2/2020 GD).
Los machos jóvenes muestran menos contraste en el patrón de la cara. La
mancha malar no es reconocible en la mayoría de los individuos, ya sea porque
no se destaca contra el contorno de la cara de color uniforme (Fig. 8, 18, 27, 33),
o porque no existe en absoluto (Fig. 11 , 32). Aunque algunos muestran manchas
malares y malares visibles pero bastante indistintas (Fig. 23, 47), el porcentaje de
aquellas con manchas malares y malares bien marcadas similares a las hembras
juveniles es muy pequeño. Los machos también desarrollan una especie de
forma ganchuda del contorno oscuro de la cara, especialmente hacia la segunda
mitad del invierno, pero la mancha malar se transforma en una franja angosta e
incolora, que llega a la base del pico (Fig. 15, 18).
Algunos machos muestran un contorno facial bastante oscuro (Fig.33,
44) pero la coloración es uniforme y la mancha pálida debajo del ojo es más
pequeña y más redondeada que triangular, formando un contorno facial
oscuro de ancho constante que crea el patrón de cara redondeada de
apariencia “amigable” (Abb. 27, 33, 54) de machos juveniles. En combinación
con el contorno del ojo negro (Fig. 3), el patrón de la cara de algunos machos
se asemeja al de un búho de orejas cortas (Fig. 33). los
6 | Hen Harrier - envejecimiento y sexado
El contorno interno del ojo negro, en promedio, es más prominente en los machos
juveniles (Fig.44) que en las hembras juveniles (Fig.
6, 30). Las hembras adultas muestran con frecuencia un contorno ocular negro reducido
(Fig. 7, 41, 49, 53). Aparte de unas pocas excepciones, los machos juveniles pueden
identificarse por un patrón de cara mucho menos contrastante de una forma más
redondeada en lugar de con bordes, y por lo tanto se ven bastante similares a las
hembras adultas. Las hembras juveniles sin una mancha malar sobresaliente son raras
(Fig. 25) pero aún pueden identificarse por la estructura con bordes del contorno oscuro
de la cara.
La corona de las hembras juveniles es de color marrón o gris pardusco
(oscuro) (Fig. 29, 35) con algunas rayas pálidas cortas y finas. Los machos
juveniles en promedio muestran rayas pálidas más fuertes (Fig.15) pero no tanto
como las hembras adultas (Fig.7) aunque la variación es considerable: la Fig.34
muestra una hembra en al menos su cuarto invierno con un color negro pardusco
casi uniforme corona y contorno de la cara.
Los parches típicos de la nuca de las rapaces son prominentes en los juveniles,
sobre todo en las hembras juveniles (Fig. 24, 25, 35). La gran mayoría de las
hembras adultas tienen nuca reducida.
 4 5

6 7

Figura 4: 2. La hembra de invierno muestra un contraste facial decreciente, iris de color ámbar, Figura 5: Varón juvenil. El vientre blanquecino muestra finas rayas. Contraste de rostro débil

coberteras debajo de la cola con manchas pero coberteras mayores sin puntos en la parte inferior pero cuello prominente. Puntos pálidos en axilares marrón anaranjado (Federsee 3/2020 GD).

del ala (Ehingen 2/2020 GD).

Figura 7: 3. Winter + La hembra muestra un patrón de cara típico de búho, alas anchas con

Figura 6: Hembra juvenil. Cabeza puntiaguda que muestra un fuerte contorno de ojos oscuros puntos semicirculares típicos en las coberteras mayores, puntos y barras irregulares a lo largo

acorralados. Tenga en cuenta el iris gris pálido (Göppingen 1/2019 GD). de los flancos (Biberach 3/2019 GD).

parches Fig.7), aunque algunas hembras del segundo invierno todavía pueden mostrar
signos de ellos.
El patrón facial de las hembras adultas varía sustancialmente, pero todas ellas
han reducido las manchas malares y las orejas que sobresalen (Abb. 37, 49) a
medida que envejecen. El contraste obvio y la forma afilada del contorno de la cara
oscura del plumaje juvenil se reducen sustancialmente, especialmente en aves en
su tercer invierno y mayores. Algunas aves del segundo invierno todavía muestran
un patrón intermedio (Fig. 4), mientras que otras pierden considerablemente el
contraste (Fig. 51). Mientras que el contorno facial oscuro se aclara gradualmente y
se vuelve menos distintivo en la mayoría, se conserva en algunos individuos, pero el
paso desde el marco del ojo brillante al contorno facial oscuro es suave y la
diferenciación del campo de la mancha malar y la mancha de la oreja es
generalmente se pierde (Fig. 34). Como resultado, el contorno de la cara oscura
tiene un color más uniforme y asume una forma menos angulada y redondeada
de ancho mayormente constante, lo que a menudo resulta en una expresión
facial de búho similar a los machos juveniles. La alta variabilidad del contorno
oscuro de la cara en las hembras adultas no solo afecta su forma, sino también
su coloración, desde marrón muy oscuro o gris-negro (Fig. 34) a pálido claro o
marrón óxido (Fig. 49). De cerca, podemos ver que el contorno oscuro del rostro
está iluminado por finas y largas rayas pálidas (Fig. 1, 7). El mismo principio se
aplica a los machos jóvenes (Fig. 15).
La forma y el brillo del collar varían mucho y, en promedio, es el más
notable en algunas hembras juveniles (Fig. 17, 24, 26, 30, 45). En algunas
hembras juveniles

Una publicación de VÖGEL - Magazin für Vogelbeobachtung | 7

 8 9
Figura 8: Varón juvenil a la luz del atardecer. Cabeza redonda relativamente grande y
alas estrechas. Entorno facial oscuro de anchura y distribución de color constantes. Las
primarias están prohibidas de manera uniforme y distintiva. Vientre notable pálido con
pocas rayas (Federsee 2/2018 Matthias Helm).
puede ser tan pronunciado que los observadores de aves sin experiencia identifiquen
erróneamente al ave como Aguilucho pálido. En las hembras adultas el collar se
reduce significativamente (Fig.1, 13, 49) y desaparece en algunos ejemplares más
viejos (Fig.19, 20, 28,
34) casi por completo. A diferencia de las hembras adultas, los machos juveniles
muestran un collar amplio y distinto, lo que ayuda a distinguir entre los dos.
Parte inferior del cuerpo
Las hembras juveniles se distinguen por una parte inferior del cuerpo a menudo
blanda y sin rasgos distintivos con una coloración básica de color blanco sucio pero
generalmente de beige claro a oxidado, que a menudo se vuelve un poco más brillante
hacia la parte trasera. Detrás de la boa densamente rayada, las hembras juveniles
muestran algunas rayas oscuras y estrechas ampliamente espaciadas hacia la parte
posterior, y estas se vuelven más delgadas y más largas en las coberteras inferiores de
la cola, donde finalmente se estrechan a rayas del eje muy finas, apenas perceptibles
incluso desde una distancia cercana (Figuras 3, 17, 26, 55). En los flancos debajo de los
axilares, las rayas suelen ser más fuertes (Fig.14, 16, 29, 45, 55) y, en casos raros, ya
vemos indicios de barras irregulares típicas de las hembras adultas (Fig.16,
8 | Hen Harrier - envejecimiento y sexado
Figura 9: Hembra juvenil de tipo oxidado en luz intensa. Note el patrón turbio en la parte
inferior del vientre y las coberteras debajo de la cola. Banda secundaria terminal oscura de
ancho constante (Federsee 12/2019 Matthias Helm).
30, 43). Las hembras juveniles ocasionalmente muestran una estructura de plumaje
de aspecto nublado que se asemeja a un Savi's o River Warbler a lo largo de los
flancos así como en las coberteras debajo de la cola (Fig. 9). De todos modos, la
variedad de tipos de colores básicos de las hembras juveniles abarca desde
especímenes muy brillantes con rayas apenas reconocibles en la parte inferior
detrás de la boa (Fig.17), pasando por aquellas con rayas fuertes en la parte inferior
relativamente oscura (Fig.22) hasta beige oscuro u oxidado individuos de color (Fig.
16). En cualquier caso, el patrón corporal detrás de la boa de las hembras juveniles
parece fundamentalmente sin rasgos para el observador.
Los machos jóvenes tienen en promedio una parte inferior más brillante que las
hembras, con una coloración básica de beige claro a blanquecino y rayas
relativamente cortas, pero más fuertes de marrón a negro-marrón que se asemejan
en cierta medida a las hembras adultas. En algunos, sin embargo, se produce una
coloración de color beige óxido, que se ve muy similar a la de algunas hembras
jóvenes, especialmente desde la distancia, pero el color de fondo más claro del
vientre se abre paso en la mayoría de esos casos (Fig. 8). La boa es estrecha o
ancha, en el último caso a menudo aparece grisácea debido a la mezcla de rayas
cortas negruzcas a marrón grisáceo sobre un fondo pálido. Esto da como resultado
una
10
Figura 10: Hembra juvenil: Cabeza pequeña puntiaguda que muestra un fuerte contraste facial.
Cuerpo alargado que muestra una boa ancha, blanquecina por debajo con largas vetas oscuras y
franjas obvias en las coberteras inferiores de la cola. La banda terminal oscura de las secundarias
se estrecha marginalmente hacia el cuerpo en este individuo. (Federsee 1/2020 GD).
contraste visible con la siguiente zona del vientre blanquecina y escasamente
rayada. Muchos individuos también se caracterizan por un tinte anaranjado que se
origina en la parte posterior de los flancos que cubren las coberteras inferiores de
la cola (Fig. 5, 31, 44). En general, esto nuevamente se parece al patrón de la
hembra adulta. En estos, las rayas cortas de la boa y el pecho son de color marrón
a negruzco, mientras que las manchas en los flancos hasta las coberteras debajo
de la cola a menudo muestran una coloración de color oxidado, rara vez de color
marrón grisáceo y, por lo tanto, indican una similitud distante con muchos jóvenes.
machos. Por lo tanto, los machos jóvenes a menudo parecen más variados, más
“coloridos” (Fig. 31, 32), y en casi todos los casos más brillantes debajo (Fig. 5, 8),
en comparación con las hembras juveniles sin rasgos distintivos. Mientras que la
coloración básica de las hembras jóvenes varía desde el blanco (sucio) (Fig.17)
hasta un tono a menudo beige (Fig.3, 45, 55) a herrumbre (Fig. 16), los machos
jóvenes muestran un tono básico significativamente más blanquecino y sólo
ocasionalmente beige, que no tiende al herrumbre como las hembras juveniles,
sino más a tonos y tintes anaranjados. En casos raros, toda la parte inferior
blanquecina de los machos juveniles puede teñirse de naranja, tanto que toda la
parte inferior del ave parece naranja al observador distante. Sin embargo, brillante
Una publicación de VÖGEL - Magazin für Vogelbeobachtung | 9
11
Figura 11: Macho juvenil: Cabeza grande y cuerpo compacto. Contraste facial débil y
mancha malar faltante. Blanco por debajo mostrando finas rayas a lo largo del vientre y
rayas más anchas en las coberteras infracaudales. La banda terminal oscura de
secundarios muestra un ancho constante (Federsee 1/2020 GD).
machos jóvenes con una coloración blanca constante (Fig.
21, 40) son más comunes. Aún más comunes son los que aparecen grises en el
pecho (como resultado de una boa con rayas negruzcas sobre un fondo pálido),
blanquecinos y con pocas rayas a lo largo del vientre, pero con rayas o puntos más
anchos en las coberteras debajo de la cola, a menudo teñidas de naranja, que
causan conjuntamente una envés más contrastado (Fig. 5, 18, 31) que el de las
hembras juveniles. Ocasionalmente, registramos individuos juveniles de colores
muy brillantes de ambos sexos, que aparecen blancos después de la boa oscura
estrecha y sin apenas rayas perceptibles hacia las coberteras inferiores de la cola
(incluso más pálidas que la Fig. 17).
Las hembras adultas, especialmente a partir del tercer invierno en adelante, se
caracterizan por una coloración básica de beige claro a predominantemente blanca,
que es más brillante en comparación con su plumaje juvenil. Como resultado, las
rayas y manchas cortas de color marrón rojizo, marrón, grisáceo o negruzco se
destacan más claramente que en las aves jóvenes. En los flancos a lo largo de la
base de las alas, aparecen elementos característicos de barrido irregular en casi
todas las hembras adultas (Fig. 1).
Los axilares de las hembras adultas (Fig.1, 46) y de los machos juveniles
suelen ser de color marrón rojizo a marrón anaranjado.
12 13

Figura 12: Primera hembra adulta con plumaje que muestra ojos claros, coberteras debajo

de la cola punteadas y coberteras mayores con manchas pálidas. Las secundarias internas

retenidas del plumaje juvenil forman una banda terminal más pálida y más estrecha en esa

sección (12/2019 Bad Buchau GD).

Figura 13: 3. Invierno + mujer mostrando ojos oscuros. Bajos muy marcados. Manchas en

forma de maza en las coberteras debajo de la cola y barras incompletas a lo largo de los

flancos (Riedlingen 1/2020 GD).

Figura 14: Hembra juvenil. Bandas pálidas de secundarias reducidas. Boa oscura
contrastante y axilares marrón grisáceo sin marcar (Federsee 1/2020 Matthias
Helm).

14

(Fig. 31, 32), con menos frecuencia pardo grisáceo (Fig. 21) con manchas
blanquecinas. El tinte naranja a menudo solo se reconoce con luz directa,
especialmente cuando las aves giran de lado en vuelo de caza (Fig. 31, 32). Aparte
de los individuos de color herrumbre (Fig. 16), las hembras juveniles muestran
axilares de color marrón a gris escasamente manchados o sin manchas (Fig. 30).
Debajo del ala
Las bandas oscuras y estrechas a lo largo de la mano a menudo muestran un
patrón incompleto en muchos machos juveniles (Fig.23)
mientras que las hembras jóvenes tienden a mostrar un bloqueo más regular y
completo, pero hay una superposición sustancial (Fig. 8), lo que le da a esta
característica una confiabilidad limitada en condiciones de campo.
Más confiables, especialmente bajo condiciones de luz cambiantes, son las
diferencias en el patrón de los secundarios. Las hembras juveniles muestran una
banda terminal de color marrón grisáceo oscuro o blanqueado marrón claro a
través de las secundarias. Sin embargo, por lo general mudan sus secundarias
hasta el comienzo del segundo invierno, mostrando a partir de entonces la
banda terminal negra mucho más ancha característica de

10 | Hen Harrier - envejecimiento y sexado

15
Figura 15: Macho juvenil: El contorno oscuro de la cara muestra filetes estrechos y pálidos. Tenga en cuenta la cabeza relativamente grande y redondeada (3/2020 Ehingen GD).
hembras adultas. Para simplificar, llamamos a esta banda negra, porque
aparece negra en el campo, aunque en realidad es gris muy oscuro.
Debemos considerar que las hembras reproductoras en su segundo año
calendario a veces interrumpen la muda a favor del cuidado de los padres y el
éxito reproductivo (Fig. 36) reteniendo remiges durante ese período. Estos
individuos pueden retener al menos algunos de sus remiges hasta el segundo
invierno y algunos individuos incluso hasta la segunda primavera. La banda
terminal negra en las secundarias del plumaje adulto es mucho más ancha y
oscura que la banda terminal comparativamente más clara, de color marrón
grisáceo oscuro de las hembras juveniles (para comparación, ver Fig. 12). Esta
banda terminal negra se ensancha continuamente hacia el cuerpo y se destaca en
contraste con la banda pálida brillante frente a ella, lo que facilita su
reconocimiento desde las distancias de observación habituales. Esta banda
sub-terminal brillante llega al cuerpo, mientras que la segunda banda pálida frente
a él no lo hace. porque está cada vez más cubierto por axilares y coberteras
mayores a medida que se acerca al cuerpo. En la gran mayoría de los casos, esta
banda no forma una banda pálida continua, sino que aparece como una línea de
puntos brillantes (Fig.7,
13, 34). Un patrón relacionado ocurre en las hembras jóvenes (Fig. 30) pero también en los
machos (Fig. 31) ocasionalmente. Solo unas pocas hembras adultas muestran una banda
de luz en gran parte ininterrumpida (Fig. 28), como es típico de los machos juveniles, en
aquellos que normalmente llegan más abajo del cuerpo.
La mayoría de las hembras adultas poseen una banda terminal oscura a lo
largo de las 5 primarias internas (P1-5), que es más clara y más estrecha que la
banda terminal secundaria, lo que genera una banda más (Fig.1, 19, 20, 34, 42)
o menos (Fig.7,
28, 46) paso bien pronunciado en el límite entre
Una publicación de VÖGEL - Magazin für Vogelbeobachtung | 11
brazo y mano. Solo unas pocas aves se caracterizan por una banda terminal
primaria tan oscura como la banda terminal secundaria (Fig. 41) y el paso entre
la mano y el brazo no está presente debido a un cruce continuo (Fig. 37, 41).
Para las hembras con plumaje adulto, podemos proponer la regla básica de que
el ancho de la banda terminal primaria interna (por ejemplo, P1) es
significativamente más estrecho que el área media de la banda terminal
secundaria (por ejemplo, S6).
Los juveniles no presentan la banda terminal secundaria negra que se
ensancha continuamente, característica de las hembras adultas, pero si las
bandas secundarias pálidas se destacan claramente y contrastadas, sin mucho
estrechamiento hacia el cuerpo y por lo tanto parecen casi paralelas (Fig.5, 18,
40). ) entonces tenemos un indicador bastante fuerte para un macho juvenil. En
las hembras juveniles, las bandas secundarias pálidas se estrechan
continuamente entre las primarias y el cuerpo (Fig. 10, 17, 26) y también a
menudo se oscurecen tanto que las bandas claras prácticamente desaparecen
cerca del cuerpo (Fig. 26, 55). Los individuos con secundarios extremadamente
oscuros que dejan solo pequeños restos de las bandas pálidas no son
realmente raros (Fig. 14).
Desafortunadamente, esta característica también muestra una superposición
en el campo, por lo que las dos bandas secundarias brillantes de machos
oscuros se estrechan con bastante fuerza y se oscurecen hacia el cuerpo sin
alcanzarlo (Fig. 44). Por otro lado, vemos hembras juveniles bastante
blanqueadas en primavera, cuyas bandas secundarias pálidas se estrechan
relativamente poco y se oscurecen solo de manera insignificante hacia el cuerpo.
En algunos casos, esto puede estar tan bien desarrollado que estas aves son
prácticamente indistinguibles del patrón típico de los machos juveniles,
especialmente a una distancia mayor.
dieciséis
Figura 16: Hembra juvenil de tipo oxidado. Nótese el ojo amarillo, un contraste facial muy
fuerte pero un cuello estrecho e indistinto (Riedlingen 2/2020 GD).
En claro contraste con las hembras adultas, la banda terminal secundaria oscura de
los machos juveniles (Fig. 5, 8, 11, 18) no se ensancha significativamente hacia el
cuerpo, pero a veces se vuelve casi negra (Fig. 11). La banda terminal negra de las
hembras, desde el primer plumaje adulto en adelante, se ensancha continuamente
desde la mano hacia el cuerpo (Fig. 46). Sin embargo, las hembras del segundo
invierno con un primer plumaje adulto incompleto podrían causar cierta confusión
con las aves juveniles si solo se considera esta característica.
Las coberteras secundarias mayores de las hembras juveniles son de color marrón con
un margen beige y carecen de manchas pálidas (Fig. 55). Las hembras adultas,
generalmente a partir del segundo invierno, pero ciertamente a partir del tercero a más
tardar, tienen coberteras secundarias mayores con manchas pálidas o semimanchadas
(para un patrón detallado ver fig. 1, 28).
Por lo general, las coberteras marginales inferiores de las alas de los aguiluchos
hembras juveniles son de color beige liso (Fig. 16-18, 21), mientras que las de las hembras
adultas, aparte de algunos ejemplares pálidos
12 | Hen Harrier - envejecimiento y sexado
17
Figura 17: Hembra juvenil. Blanquecino pálido por debajo. Tenga en cuenta los detalles
característicos de las coberteras mayores (Riedlingen 2/2020 GD).
(Fig. 20), suelen mostrar finas rayas oscuras sobre un fondo claro (Fig. 7,
34, 46).
Coberteras debajo de la cola
Las coberteras inferiores de la cola de las hembras juveniles son de color de
blanco a beige pálido a color óxido con vetas oscuras del eje muy finas, a
veces apenas visibles (Fig.3, 55), y con un veteado más o menos turbio (Fig.
9), parecido a la curruca de Savi. Las rayas del eje ligeramente más anchas en
las hembras juveniles son raras (Fig. 10). Las rayas finas y largas del eje, que
son muy típicas de las hembras jóvenes, son muy raras en los machos, porque
generalmente muestran rayas o manchas oscuras más amplias en
comparación con el vientre con rayas finas y escasas. Un número significativo
tiene manchas (Fig.
27) casi idénticos a los de las hembras adultas. Las rayas, manchas o rayas
del eje a menudo se alinean en una fila a los lados de las coberteras debajo
de la cola en los machos juveniles.

18
Figura 18: Varón juvenil. Alas estrechas y vientre escasamente rayado que contrastan
con coberteras debajo de la cola más marcadas (Riedlingen 12/2019 GD).
(Fig. 31, 40, 44), hembras juveniles (Fig. 3, 30, 45) y hembras adultas (Fig. 1,
46). Mientras que el color básico en las hembras juveniles varía de blanco a
beige pálido (Fig.30) a herrumbre claro (Fig.9, 16), los machos jóvenes
muestran, además del blanco y el beige, a menudo una tendencia a un tinte
anaranjado, que a menudo corre desde los flancos traseros hasta las
coberteras inferiores de la cola (por ejemplo, Fig. 31, 44). Especialmente los
machos pálidos (Fig. 40) con un envés casi blanco puro, ocasionalmente
desarrollan finas rayas oscuras, que son casi tan delgadas como las de las
hembras jóvenes. Curiosamente, las hembras del segundo invierno muestran
coberteras debajo de la cola al menos parcialmente manchadas (Fig.4),
mientras que el patrón de su cara todavía se parece en gran medida al de las
hembras juveniles y es posible que algunas de sus remiges aún no se hayan
mudado al primer plumaje adulto, como ya se mencionó anteriormente. .
Para las hembras adultas,
Una publicación de VÖGEL - Magazin für Vogelbeobachtung | 13
Cola superior
Forsman (2016) y Clark (1999) mencionan un tono grisáceo en la cola superior
de los machos juveniles, que también está presente en algunas hembras adultas.
De hecho, no todos los machos juveniles desarrollan este tono grisáceo y
algunos lo muestran tan levemente que es casi imposible de detectar,
especialmente en condiciones de luz difíciles, por lo que a menudo es imposible
reconocerlo en el campo.
Ala superior
La coloración del ala superior es variable y las aves jóvenes no son
fundamentalmente más oscuras que las hembras adultas, como suele decirse en
la literatura actual. Las hembras adultas varían de marrón grisáceo claro (Fig. 49)
a marrón grisáceo (muy) oscuro (Fig. 34, 48) casi tanto como los machos y
hembras juveniles, aunque estas últimas pueden tender a oscurecerse un poco
más. El patrón de bandas secundarias de la parte inferior del ala, descrito
anteriormente, también se representa en el ala superior básicamente de la misma
manera. El "panel más prominente y más rufo arriba en el ala interior"
mencionado con frecuencia por diferentes guías de campo como una marca de
campo para los juveniles es engañoso. En primer lugar, la variación del panel es
muy alta en los juveniles de ambos sexos y aún considerable en las hembras
adultas. Los machos (Fig.47) parecen tender un poco más hacia el rojizo en
promedio que las hembras juveniles, aunque muestran paneles rojizos y
blanquecinos al menos tan pálidos como los de las hembras adultas. Las
hembras juveniles muestran una gran variación en el tamaño del panel, desde
muy pequeño y apenas visible hasta bastante grande, pero muchos de sus
paneles son al menos tan pálidos (Fig. 24) como los de las hembras adultas (Fig.
48, 49).
Con pocas excepciones, las manchas pálidas en las coberteras secundarias mayores
forman una línea manchada más (Fig. 49, 53) o menos (Fig. 48) continua a lo largo del
ala de las hembras adultas. La mayoría de los machos juveniles muestran un patrón
similar, aunque no tan obvio y generalmente menos completo (Fig. 47), mientras que las
hembras juveniles normalmente muestran solo unas pocas manchas (Fig. 50) o ninguna
de ellas. Se han observado hembras jóvenes con coberteras secundarias mayores
ampliamente punteadas, pero son relativamente raras. Por lo tanto, existe una pequeña
tendencia para esta característica, pero también una superposición considerable con el
manchado limitado visto con más frecuencia.
Basándome en las observaciones realizadas durante el extenso trabajo de campo que
se prepara para este estudio, debo advertir que las "puntas pálidas a las coberteras
superiores del ala más grandes", como se menciona en varios libros, ya no se pueden
recomendar como marca de campo para los aguiluchos hembras juveniles (Fig. 50 , 47)
porque esta característica también está presente en mujeres mayores (Fig. 48, 49) y, por
lo tanto, es engañosa en el campo (compare Fig. 52 con 53 y 54).
Según mis observaciones hasta ahora, la identificación basada en una
combinación de varias de las características presentadas puede proporcionar un
resultado bastante confiable.
 Breve guía de campo para
Identificación Ringtail
Para el 95% de las colas de anillo voladoras que ve, solo necesitará lo siguiente:
1. El ala ancha y redondeada muestra una banda terminal negra ancha
claramente contrastante en las secundarias que se ensancha hacia el cuerpo,
patrón de la cara sin contraste, sin cuello prominente, pálido pero con
manchas oscuras debajo, con barras irregulares en los flancos y coberteras
debajo de la cola manchadas: Hembra adulta del segundo invierno y
mayores.
Aves sin una banda terminal negra ancha claramente contrastante en las
secundarias:
2. Patrón facial muy contrastante con mancha en la oreja y mancha malar oscura
típicamente, cuello distintivo, estampado uniforme en la parte inferior con
coberteras debajo de la cola finamente rayadas, bandas pálidas de secundarias
estrechas y más oscuras hacia el cuerpo: Juvenil Femenino 1er invierno.
3. Rostro de aspecto redondo con cuello distintivo, patrón poco contrastante que
carece de una mancha oscura pronunciada e iris amarillento, dando una
expresión facial de búho. Patrón contrastante en la parte inferior con vientre
pálido y con pocas rayas, con barrotes casi paralelos en las secundarias y
coberteras debajo de la cola con rayas anchas o incluso con manchas: Primer
macho juvenil de invierno.
Machos en plumaje adulto
Dado que el patrón facial de los aguiluchos gallinas se describe aquí en
detalle por primera vez, me gustaría explicar brevemente la situación de los
machos en el segundo plumaje de invierno. Aunque ya visten el inconfundible
plumaje adulto gris-blanco-negro, se les puede distinguir de los individuos
mayores por el "sillín" oscuro formado por plumas de color gris pardusco
oscuro en la espalda y el hombro. Desde no muy lejos podemos reconocer
más restos del patrón facial del plumaje juvenil (Fig.39): el supercilio blanco,
así como la mancha blanca debajo del ojo que rodea la máscara oscura, aún
brillan a través de la cara gris del adulto, y el cuello pálido todavía se destaca
como una línea de puntos muy estrecha. Pequeñas manchas de color óxido a
marrón grisáceo en la coronilla y el cuello, a veces con restos de grandes
parches en la nuca, son características del plumaje del segundo invierno. así
como pequeñas manchas en el pecho, flancos y vientre. Ocasionalmente, se
conservan algunas remiges blanqueadas, en su mayoría secundarias en lugar
de primarias. El desarrollo posterior de los individuos mayores es diferente,
pero durante el tercer invierno algunas aves todavía muestran restos de la
silla oscura, así como algunos rasgos faciales antes de que estos
desaparezcan sucesivamente en el plumaje gris adulto durante los años
siguientes (Fig.38).

Muda
Los aguiluchos jóvenes machos comienzan a mudar al final del año de su
nacimiento. De manera regular, vemos aves con plumas de la cola grises
parcialmente desarrolladas en diciembre y plumas de la cola completamente
desarrolladas desde enero en adelante (Fig. 31, 33). Algunas plumas individuales
grises del cuerpo a menudo ya están presentes a partir de enero. Durante todo el
período de estudio, se encontraron machos juveniles en plumaje de transición de
manera regular durante los meses de invierno, particularmente hacia la
primavera. Desafortunadamente, no puedo contribuir a la pregunta de hasta qué
punto las hembras siguen la misma estrategia o no, pero las hembras
reproductoras de 1 año pueden interrumpir su muda al menos en cierta medida y
retener remiges juveniles durante los meses de verano (Fig. del cuidado parental
y el éxito reproductivo. Al menos algunas de estas aves también retienen remiges
juveniles durante el invierno siguiente hasta la segunda primavera, pero no puedo
comentar sobre el desarrollo posterior después de su llegada a la zona de
reproducción. En los machos, las remiges individuales se retienen a veces hasta
el tercer año calendario, pero no más.

Las hembras adultas en ocasiones no han completado su muda anual cuando

llegan a sus cuarteles de invierno durante octubre o noviembre, probablemente
debido a la intensa actividad reproductiva durante los meses de verano. Los 19
primarios con muda incompleta (Fig. 37) pueden entonces potencialmente llevar
a confusión con el Aguilucho pálido o Aguilucho montagu por parte de Figura 19: Hembra adulta que muestra ojos oscuros (iris marrón). Nótense los axilares de color

observadores inexpertos. marrón anaranjado pálido punteado y las manchas en forma de maza en las coberteras

infracaudales (Laupheim 1/2019 GD).

14 | Hen Harrier - envejecimiento y sexado

20 21

Figura 20: Pálido 3. Invierno + hembra que muestra cuerpo macizo, contraste de cara Figura 21: Macho juvenil que muestra un contraste facial excepcional, pero sin mancha

débil, boa prominente pero cuello extremadamente reducido. En el caso de individuos malar. Blanco por debajo con vientre escasamente rayado, pero considerables rayas en

muy pálidos, pueden faltar los elementos de las bandas en los flancos (Federsee 12/2018 las coberteras debajo de la cola (Federsee 12/2018 Matthias Helm).

Matthias Helm).

22 23

Figura 22: Hembra juvenil: Rayas fuertes debajo, patrón típico de cara con Figura 23: Macho juvenil que muestra una mancha malar y malar oscura bien marcada, con

bordes y un iris amarillo. (Memmingen 1/2019 GD). forma de cabeza redonda y un patrón de cara típicamente redondeado (Riedlingen 1/2020

GD).

Una publicación de VÖGEL - Magazin für Vogelbeobachtung | 15

24

Figura 24: Hembra juvenil. Individuo pálido con blanco debajo, panel con manchas blancas en el ala superior e iris amarillo (Riedlingen 2/2020 GD).

25

Figura 25: Algunas hembras juveniles muestran manchas malares oscuras reducidas, pero la mayoría de ellas aún pueden identificarse por el borde oscuro de su cara típicamente marcado

(Riedlingen 2/2020 GD).

16 | Hen Harrier - envejecimiento y sexado

 DISCUSIÓN
Hasta ahora, cualquier intento de envejecimiento y sexado de los aguiluchos hembras
ha tenido que depender de Forsman (2008 y 2016) y Clark (1999, 2018). Sin embargo,
estos textos realmente buenos revelaron algunas lagunas de conocimiento más
pequeñas:
- Los dibujos de las axilas de machos y hembras juveniles en Clark (1999)
no son perfectos, y solo dan una impresión general de la realidad.
- No se proporcionó una revisión e ilustración holísticas de la parte inferior de la carrocería
masculina juvenil.
- La banda terminal negra en relación con la banda pálida anterior en la parte
inferior del ala de la hembra adulta en la imagen es demasiado estrecha,
obviamente debido a la confusión generalizada entre la hembra adulta y el
macho juvenil mencionada en la introducción, que obviamente también afecta
las imágenes en Ferguson- Lees & Christie 2016: La parte inferior del ala del
dibujo de la "hembra adulta" es más similar a la de un macho juvenil que a la
de una hembra adulta. Varias guías de campo de identificación parecen haber
mezclado las características de los machos juveniles con las de las hembras
adultas y, a veces, incluso de las hembras jóvenes, debido a la falta de
conocimiento en el pasado. En algunos casos, las descripciones de hembras
juveniles mal identificadas se atribuyeron incorrectamente a machos juveniles
(cf. Gensbol 1997, Svensson et al.
1999, Vinicombe et al. 2014, Khil 2019). La parte inferior de las aves juveniles se
describía a menudo como "de color ocre, marrón amarillento o amarillo rojizo", lo
que de hecho se aplica a la mayoría de las hembras juveniles, pero no a la
mayoría de los machos juveniles (Fig. 5, 11, 15, 21 , 27, 40). Del mismo modo, el
contorno oscuro de la cara contrastante atribuido a todos los juveniles (Lontkowski
1995), solo se puede aplicar a las hembras juveniles, no a la mayoría de los
machos juveniles, y como he mostrado, las manchas en las coberteras debajo de
la cola no se limitan a adultos. hembras.
Contribuyendo al problema fue la descripción parcialmente incorrecta del
color de ojos. Según Clark 1999 y
2018, los machos juveniles tienen ojos de color gris pálido a marrón grisáceo que se
vuelven amarillos en la primavera, mientras que las hembras juveniles tienen ojos
marrón chocolate que se vuelven de color amarillo claro a los 4 a 6 años.
Refiriéndose a Ferguson-Lees & Christie 2005, los ojos de ambos sexos son de color
marrón a los 3-4 años. De todos los autores, Forsman (1999, 2016) se acerca más a
la realidad, ya que describe los iris de las hembras jóvenes como de marrón a marrón
oscuro, y los de los machos jóvenes a partir de septiembre del primer año calendario,
como amarillos. Lo último es correcto, lo primero no estrictamente, porque la
proporción de menores
Una publicación de VÖGEL - Magazin für Vogelbeobachtung | 17
las hembras con iris amarillo es simplemente demasiado grande para considerarse
fuera de la variación normal. Aunque el color del iris amarillo de algunas hembras
juveniles tiende a un amarillo más oscuro que el de los machos juveniles, hay
algunas hembras en su mayoría brillantes que muestran un iris amarillo limón
brillante, que no se puede diferenciar en el campo del de un macho juvenil. Según
mis resultados, el color de los ojos de las hembras de aguilucho pálido está sujeto a
una alta variabilidad, mientras que el color amarillo del iris de los machos jóvenes
durante el primer invierno es una marca de campo importante y confiable para
ellos.
Por supuesto, una guía de campo debe priorizar la ilustración de aves
que son representativas de la gran mayoría de la población antes de
mostrar ejemplares anormales o excepcionales.
Un resultado clave de este estudio es el hecho de que los aguiluchos gallinas
marrones en el campo deben identificarse mediante una combinación de varias
características, ya que la mayoría de ellas muestran diversos grados de
superposición. Aparte del tamaño corporal, que es difícil de confirmar en el campo, la
amplia banda terminal negruzca a lo largo de las secundarias de las hembras adultas
es una marca de campo confiable para ellas, aparte de las que retienen las
secundarias juveniles. Hasta ahora, solo he visto a una hembra adulta sin estas
características, mostrando en cambio secundarias extremadamente oscuras sin
ninguna banda terminal visible. Probablemente se trataba de juveniles secundarios
retenidos de un ave similar a la Fig. 14, pero esto es especulación. Existen aves
anormales, pero estimo que su proporción está muy por debajo del uno por ciento.
Sin embargo, El envejecimiento y el sexado fiables de los aguiluchos gallinas
requieren condiciones de observación adecuadas o buena documentación fotográfica
y, a menudo, algo de suerte, ya que los aguiluchos son básicamente tímidos y evitan
a los humanos, al igual que muchas otras especies de aves. Dicho esto, no tiene
sentido intentar construir criterios de identificación basados en documentación
fotográfica deficiente o incompleta.
El otro resultado de este estudio es la sorprendente e intrigante similitud entre
hombres jóvenes y mujeres adultas, lo que ha provocado errores generalizados
en las guías de campo y bastante perturbación en las plataformas de datos de
Internet. Si bien los polluelos de ambos sexos no parecen diferir mucho
(Forsman 1999, 2016), los machos obviamente desarrollan características antes
y durante el primer invierno, lo que los hace parecerse mucho a las hembras
adultas, antes de que comiencen a mudar al primer plumaje adulto en parte en
invierno. pero principalmente durante el verano de su segundo año calendario.
Esto plantea la pregunta sobre una explicación biológica de esta curiosidad.
 Figura 26: Hembra juvenil. Cabeza relativamente pequeña con patrón facial
"diabólico" de bordes contrastantes. Axilares marrones sin manchas (Federsee
4/2019 GD).

Figura 27: Varón juvenil. Patrón de cara redonda similar a un búho con un contorno de cara

marrón grisáceo. Observe las manchas oscuras en las coberteras debajo de la cola (Memmingen

1/2019 GD).

Figura 28: 3. Invierno + hembra que muestra un patrón de cara grisáceo como un búho y un

cuello muy reducido. Obsérvense las bandas incompletas a lo largo de los flancos y los axilares

marrón oxidado con manchas pálidas (Memmingen 1/2019 GD).

26

27 28

18 | Hen Harrier - envejecimiento y sexado

Figura 29: Hembra juvenil: De color uniforme en la parte inferior, patrón de la cara con Figura 30: Hembra juvenil que muestra la parte inferior típica con rayas y colores
bordes contrastantes, rayas más fuertes a lo largo de los flancos (Memmingen 11/2020 GD). uniformes. Tenga en cuenta las grandes coberteras sin manchas rodeadas de beige
(Riedlingen 2/2020 GD).

Figura 31: Los machos juveniles suelen mostrar una parte inferior variada. Tenga en cuenta las 3 Figura 32: Macho juvenil en acción de caza: axilares de color marrón anaranjado pálido, vientre

plumas de la cola completamente desarrolladas del primer plumaje adulto (Federseeried 3/2020 blanquecino y coberteras anaranjadas en las coberteras inferiores de la cola (Ehingen 3/2020 GD).

GD).

29 30

31 32

Una publicación de VÖGEL - Magazin für Vogelbeobachtung | 19

33

Figura 33: El iris amarillo combinado con un contorno de ojo negro se asemeja a un búho de orejas cortas. Este macho fue registrado el 23 de diciembre de 2019 con cinco de las primeras

plumas de la cola del plumaje adulto que ya habían crecido a 2/3 de su tamaño completo (Riedlingen 2/2020 GD).

Figura 34: Oscuro 3. Invierno + hembra que muestra el contorno de la cara

marrón grisáceo oscuro distintivo. Muy marcado por debajo con bandas

incompletas a lo largo de los flancos (Memmingen 11/2019 GD).

34

20 | Hen Harrier - envejecimiento y sexado

35

Figura 35: Hembra juvenil. Parches obvios en la nuca. Tenga en cuenta la mancha triangular blanca debajo del ojo en relación con el borde oscuro del contorno de la cara (Riedlingen 2/2020 GD).

36 37

Figura 36: 2. Cría de hembras CY con éxito. La muda de remiges obviamente Figura 37: Muda 3. Invierno + hembra. Observe las alas anchas y los puntos contrastantes en

se ha detenido a favor del cuidado materno (Francia 6/2008 Dominique Gest). el contorno de la cara muy reducidos en las coberteras debajo de la cola (Memmingen 11/2019

GD).

Una publicación de VÖGEL - Magazin für Vogelbeobachtung | 21

 Figura 38: 4. Aguilucho macho adulto CY +. El patrón
facial juvenil desaparece sucesivamente con la edad y
los machos mayores ni siquiera muestran restos del
collar. Las manchas marrones en la corona y el cuello
se reducen por completo (Anton Luhr).

38

Figura 39: 2do macho de invierno. Las aves en el primer

plumaje adulto muestran restos de plumaje juvenil: motas

parduscas en la corona y nuca, así como manchas oscuras

irregulares en el pecho, el vientre y los flancos. Aún se pueden

reconocer los rasgos faciales de los juveniles, como la mancha

debajo del ojo, el contorno de los ojos oscuro y los restos del

collar (Bad Buchau 1/2020 GD).

39

Figura 40: Varón juvenil. Observe el ancho constante de

la banda terminal oscura en las secundarias, las bandas
casi paralelas en el frente y las franjas ligeramente más
anchas en las coberteras inferiores de la cola en orden
sucesivo. Falta la mancha malar oscura, pero se ve un
collar distintivo (Federsee 12/2019 GD).

40

22 | Hen Harrier - envejecimiento y sexado

 Figura 41: 3. invierno + hembra con banda terminal
extraordinariamente oscura y ancha en las primarias
internas. Patrón de la cara sin contraste, cuello toro,
cuerpo robusto, alas anchas y barrado incompleto a lo
largo de los flancos (Memmingen 1/2020 GD).

41

Figura 42: 2. Hembra de invierno. Contraste facial intermedio. La

mancha malar oscura sigue siendo prominente mientras que la

mancha oscura de la oreja se reduce. Los ojos son de color

ámbar, el cuello comienza a desvanecerse (Federseeried 2/2020

GD).

42

Figura 43: Hembra juvenil. La banda terminal oscura de las

secundarias se ensancha hacia el cuerpo en este individuo.

Tenga en cuenta el patrón de cara típico, pero el iris amarillo

(Riedlingen 2/2020 GD).

43

Una publicación de VÖGEL - Magazin für Vogelbeobachtung | 23

 44 45

Figura 44: Varón juvenil. La cabeza redonda muestra un contorno facial oscuro invariable

de ancho constante y una mancha blanca redondeada. Vientre todavía pálido en este

individuo oscuro. Tono anaranjado en los flancos traseros y coberteras debajo de la cola

con manchas oscuras (Memmingen 12/2019 GD).

Figura 45: Hembra juvenil con parte inferior del cuerpo de color uniforme detrás del

cuello pronunciado y boa angosta y bien definida. Axilares marrones sin manchas y

coberteras mayores sin manchas rodeadas de beige. Cabeza pequeña en

comparación con el cuerpo. Tenga en cuenta el iris amarillo (Bad Buchau 2/2020 GD).

Figura 46: Hembra adulta que muestra alas típicas anchas y redondeadas, coberteras

debajo de la cola manchadas y puntos pálidos en axilares de color marrón oxidado. La

mancha malar oscura todavía es reconocible, pero la mancha de la oreja se ha desvanecido.

Banda terminal secundaria oscura que se ensancha hacia el cuerpo. Los ojos son amarillos

(Ehingen 3/2020 GD).

46

24 | Hen Harrier - envejecimiento y sexado

47

50

Figura 47: Macho juvenil que muestra manchas pálidas típicas en varias coberteras

secundarias mayores que forman una línea corta en el ala superior (Federsee

10/2019 GD).

48 Figura 48: 3. Invierno + mujer. Manchas inusualmente indistintas pero puntas pálidas

obvias en coberteras secundarias mayores (Memmingen 12/2019 GD).

Figura 49: 3. Invierno + hembra mostrando manchas pálidas típicas así como puntas

pálidas en coberteras secundarias mayores (Federseeried 2/2020 GD).

Figura 50: Hembra juvenil. Las coberteras secundarias mayores muestran solo puntos

pálidos individuales. Tenga en cuenta la expresión diabólica de la cara causada por el

contorno de la cara oscura enganchada (Memmingen 2/2019 GD).

49

Una publicación de VÖGEL - Magazin für Vogelbeobachtung | 25

51 52
Figura 51: 2. Hembra de invierno. Cuerpo macizo, cabeza pequeña que muestra un contraste
facial reducido, iris de color ámbar, línea de puntos indistinta pero visible en las coberteras
mayores (Ehingen 11/2019 GD).
Figura 52: Hembra juvenil. Patrón facial contrastado con una mancha malar
prominente y un cuello pálido obvio. Coberteras mayores sin manchas pálidas
(Riedlingen 2/2020 GD).
RESUMEN
Rara vez se ha estudiado en detalle el envejecimiento y el sexo de los aguiluchos
hembras, y esto ha dado lugar a errores informados en la literatura publicada. No
obstante, los juveniles de ambos sexos pueden separarse de manera confiable
entre sí, así como de las hembras adultas en el campo, utilizando una combinación
de varias características.
Se ha encontrado que el patrón facial, la coloración y el patrón de las partes
inferiores, incluidas las coberteras inferiores de la cola, así como el patrón de las
secundarias y las coberteras mayores, son marcas de campo útiles, aunque existe
cierta superposición en la mayoría de las características. Los machos juveniles
comparten muchas más similitudes en el plumaje con las hembras adultas que con las
hembras juveniles. En cuanto a las hembras adultas, los machos juveniles muestran un
patrón facial menos contrastante y una parte inferior más contrastante y variada que
las hembras juveniles.
La sorprendente semejanza entre los machos juveniles y las hembras adultas
ha causado una confusión generalizada, así como errores en las guías de campo
actuales durante un largo período de tiempo, y esto también plantea la cuestión
fundamental de un trasfondo biológico para este fenómeno.
Dirección del autor: Dr. Gerold Dobler, Carl-Zeiss-Straße 22, D-73447 Oberkochen
26 | Hen Harrier - envejecimiento y sexado
53 54
Figura 53: Hembra adulta. Cuerpo pesado. Cara de búho que muestra el contorno de la cara
descolorido. Las coberteras mayores muestran una línea de puntos pálidos. (Ehingen 3/2020 GD).
Figura 54: Varón juvenil. Gran cabeza redondeada y bajo contraste de cara. Coberteras
mayores con manchas pálidas. El blanco debajo muestra un tono anaranjado en los flancos
traseros (Ehingen 2/2020 GD).
LITERATURA
Clark WS y R. Davies (2018): Rapaces africanas. Helm, Londres.
Clark WS 1999: Una guía de campo para las aves rapaces de Europa. Prensa de la Universidad de Oxford,
Oxford.
Cramp, S. y Simmons, KEL (1980): Manual de las aves de Europa, Oriente Medio y
África del Norte. Vol II (Halcones a Avutardas). Prensa de la Universidad de Oxford, Oxford
Dunne P. (2016): Aves de presa. Houghton Mifflin Harcourt. Nueva York. Einstein J.
(2000): Zug, Überwinterung und Verhalten der Kornweihe (Circus cyaneus) am Federsee
(Süddeutschland, Oberschwaben). Orn. Jb Bad.-Württ. 16, 2000: 13-32
Ferguson-Lees J. & D. Christie (2016): Rapaces del mundo. Christopher Helm.
Londres.
Forsman D. (1999): Las rapaces de Europa y Oriente Medio. T & AD Poyser.
Londres.
Forsman D. (2016): Identificación de vuelo de rapaces de Europa, África del Norte y
Medio Oriente. Christopher Helm. Londres.
Gensbol B. (1997): Greifvögel. BLV Verlag München.
Glutz v. Blotzheim, ONU, KM Bauer y E. Bezzel (1971): Handbuch der Vögel
Mitteleuropas, Bd. 4 (Falconiformes). Akademische Verlagsgesellschaft, Frankfurt.
Hume R., R. Still, A. Swash, H. Harrop y D. Tipling (2019): Britain´s Birds. Prensa de la
Universidad de Princeton.
Jiguet F. y A. Audevard (2017): AVES. Princeton.
Khil L. (2018): Vögel Österreichs. Franckh-Kosmos. Stuttgart. Lonkowski J. (1995): Die
Unterscheidung von Korn- Wiesen und Steppenweihe. Limicola 9-5
Svensson L., PJ Grant, K. Mullarney, D. Zetterström (1999): Collins Bird Guide.
Harper Collins, Londres.
Vinicombe K., A. Harris y L. Tucker (2014): The Helm Guide to Bird Identification.
Christopher Helm, Londres.
55

Figura 55: Hembra juvenil. Ojo oscuro como la mayoría. Patrón de cara contrastante con un distintivo contorno de cara oscuro y una mancha oscura en la oreja, así como una mancha malar Nótese el

patrón característico de las coberteras mayores y las rayas del eje muy finas en las coberteras debajo de la cola (Riedlingen 2/2020 GD).

Una publicación de VÖGEL - Magazin für Vogelbeobachtung | 27

Confirma todos los detalles.
Con un realismo
calidad de la imagen.

NUEVO: ZEISS Victory SF 32

No se pueden hacer concesiones cuando se trata de identificación de

aves: los detalles finos deben reconocerse en segundos para una

identificación precisa y confiable. Con el nuevo ZEISS Victory SF 32, el

rendimiento óptico se ha maximizado con un concepto UFL mejorado,

que ofrece la máxima resolución y fidelidad de color. Esto permite al

usuario dominar los escenarios de observación de aves más exigentes,

asegurando que cada momento precioso se capture con absoluta

claridad.

zeiss.com/morediscoveries