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Tema: APROVECHA TU JUVENTUD

Pasaje Bíblico: Eclesiastés 11:9


Introducción.
 Según la realidad, la vida es como el día que tiene una mañana hermosa que es la
juventud, un mediodía que es la edad adulta, una tarde que es la ancianidad, y una
noche que en palabras de Jesús: “…la noche viene, cuando nadie puede
trabajar” (Juan 9:4b).  
 Y a través de las Sagradas Escrituras se enfatiza suficientemente que la juventud es la
edad a partir del cual se puede trabajar y se puede dar lo mejor de uno mismo para
servir a Dios.
 “Alégrate, joven; (en tu juventud, RV60) aprovecha tu juventud” (Eclesiastés
11:9 RVC), palabras con las que Salomón enfatiza la libertad y responsabilidad de
aprovechar la juventud, obviamente, haciendo solamente lo que es agradable a Dios
para evitar tanto las consecuencias temporales como las eternas que conllevan todas las
acciones humanas.
 Esta tarde les compartiré la enseñanza de que todo joven debe aprovechar su juventud
dedicándose al servicio a Dios.
 ¿Qué razones nos aporta la Escritura para indicarnos que se debe aprovechar la
juventud en el servicio a Dios?
 Utilizando algunos pasajes bíblicos que les iré indicando paso a paso, encontraremos
las razones por las se debe aprovechar la juventud para servir a Dios.
 La primera razón por la que cada joven debe aprovechar su juventud para servir a Dios,
es:

I. PORQUE DIOS LLAMA A LA JUVENTUD PARA SERVIRLE.


- Un caso mencionado en la Escritura es el caso de Samuel un jovencito cuya historia
dice de la siguiente manera: “El joven Samuel ministraba a Jehová en
presencia de Elí; y la palabra de Jehová escaseaba en aquellos días; no
había visión con frecuencia.  /  […].  /  Y vino Jehová y se paró, y llamó
como las otras veces: ¡Samuel, Samuel! Entonces Samuel dijo: Habla,
porque tu siervo oye” (1 Samuel 3:1,10).  Estoy seguro que en aquel entonces,
habían en Israel más personas como Elí, mayores de 30 años (edad que Dios
estableció para que alguien entre en un ministerio).  Dios podía llamar, santificar,
utilizar el servicio de otra persona que pudiera demostrar más madurez en aquel
momento, pero no fue así, Él quiso llamar a un jovencito para ser uno de los profetas
que por la influencia de su servicio llego a ser de los más destacados en toda la historia
de Israel.
- Otro caso mencionado en la Escritura es el caso de David, otro jovencito cuya historia
dice de la siguiente manera: “E hizo pasar Isaí siete hijos suyos delante de
Samuel; pero Samuel dijo a Isaí: Jehová no ha elegido a éstos.  / 
Entonces dijo Samuel a Isaí: ¿Son éstos todos tus hijos? Y él respondió:
Queda aún el menor, que apacienta las ovejas. Y dijo Samuel a Isaí:
Envía por él, porque no nos sentaremos a la mesa hasta que él venga
aquí.  /  Envió, pues, por él, y le hizo entrar; y era rubio, hermoso de
ojos, y de buen parecer. Entonces Jehová dijo: Levántate y úngelo,
porque éste es” (1 Samuel 16:10-12).   Aunque no se dice el nombre de David en
este relato, sin duda, se trata de él.  Él tenía otros hermanos mayores de edad, grandes
en estatura, fuertes físicamente, etc…, pero Dios quiso escoger para un servicio muy
especial a este que apenas era un jovencito, que sería el segundo rey de Israel durante
los siguientes cuarenta años.  Aunque el texto bíblico relata que “era rubio,
hermoso de ojos, y de buen parecer”, no fue esta la razón por la que fue
escogido, sino porque estaba desarrollando un corazón conforme al corazón de Dios,
pues Dios no mira la apariencia de una persona sino el corazón.
- Un caso más, entre otros, mencionado en las Escrituras del Nuevo Testamento, es el
caso de Timoteo, un joven (como muchos más) convertido a la fe cristiana, a quien el
apóstol Pablo, le escribió en una ocasión: “Ninguno tenga en poco tu juventud,
sino sé ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor, espíritu, fe
y pureza.  /  Entre tanto que voy, ocúpate en la lectura, la exhortación y
la enseñanza.  /  No descuides el don que hay en ti, que te fue dado
mediante profecía con la imposición de las manos del presbiterio.  / 
Ocúpate en estas cosas; permanece en ellas, para que tu
aprovechamiento sea manifiesto a todos.  /  Ten cuidado de ti mismo y
de la doctrina; persiste en ello, pues haciendo esto, te salvarás a ti
mismo y a los que te oyeren” (1 Timoteo 4:12-16).  De esta historia de Timoteo
aprendemos que en la iglesia, la juventud es bastante útil para el servicio a Dios, dado
que la juventud cristiana también tiene la capacidad de ser el vivo ejemplo de cómo se
vive la fe salvadora en Jesucristo.
- Amados jóvenes reunidos hoy en esta iglesia, Dios no solamente llamó a su servicio a
jóvenes de hace 3,000 años como Samuel y David, sino que desde hace casi 2,000
años llama jóvenes como Timoteo para que dediquen su edad al servicio de Cristo y su
iglesia.  Hay una tarea grandísima en este mundo, en este país, así como en esta
ciudad, que consiste en propagar el mensaje del evangelio, y la juventud es muy
apropiada para ello.  Como joven quizá te sientas no preparado para una tarea que
requiere tiempo, esfuerzo, santidad, y consagración; quizá haya otros con más
experiencia que tú en el servicio a Dios; o quizá actualmente tienes muchas
ocupaciones en la escuela o trabajo (o en ambas cosas al mismo tiempo) y ves difícil
dedicar tu juventud para servir a Dios; por lo que debes considerar también la palabra
que leímos antes de comenzar este mensaje, que dice: “El da esfuerzo al cansado,
y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas.  /  Los muchachos se
fatigan y se cansan, los jóvenes flaquean y caen;  /  pero los que esperan
a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas;
correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán” (Isaías 40:29-
32).  Es claro, no necesitas experiencia previa, pues Dios promete que te va a dar las
fuerzas necesarias cuando llegue el momento de tu servicio.  Probablemente pienses o
sientas que no puedes más, porque te fatigues, te canses, flaquees, o caigas en el
desánimo o frustración, pero Dios promete que “los que esperan a Jehová
tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y
no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán”.  Es su único requisito.
- La segunda razón por la que cada joven debe aprovechar su juventud para servir a
Dios, es:

II. PORQUE LA JUVENTUD TIENE MAS FUERZAS PARA SERVIR.


- Regresando a la historia de David, y trasladándonos a la escena cuando un filisteo
gigante llamado Goliat estaba retando a que alguien de los israelitas se atreviera a
luchar contra él, la historia del caso nos dice que un muchacho llamado David, el cual
no era guerrero sino solamente un cuidador de ovejas, se atrevió a decir que él estaba
dispuesto a luchar contra Goliat.   El rey Saúl de Israel no pudo imaginarse que Dios
usaría a este muchacho, por lo que: “Dijo Saúl a David: No podrás tú ir contra
aquel filisteo, para pelear con él; porque tú eres muchacho, y él un
hombre de guerra desde su juventud (1 Samuel 17:33).  Pero prestemos
atención al testimonio de este muchacho: “David respondió a Saúl: Tu siervo
era pastor de las ovejas de su padre; y cuando venía un león, o un oso, y
tomaba algún cordero de la manada,  /  salía yo tras él, y lo hería, y lo
libraba de su boca; y si se levantaba contra mí, yo le echaba mano de la
quijada, y lo hería y lo mataba.  /  Fuese león, fuese oso, tu siervo lo
mataba; y este filisteo incircunciso será como uno de ellos, porque ha
provocado al ejército del Dios viviente.  /  Añadió David: Jehová, que me
ha librado de las garras del león y de las garras del oso, él también me
librará de la mano de este filisteo. Y dijo Saúl a David: Ve, y Jehová esté
contigo” (1 Samuel 17:34-37).  Obviamente, la edad no es determinante porque
finalmente Dios puede usar para el mismo fin tanto a un niño como a un anciano, pero
las fuerzas de un joven también son útiles cuando se consagran al servicio de Dios.  La
historia nos dice que gracias a la grande y profunda confianza que el muchacho David
tenía en Dios enfrentó y venció al gigante Goliat hasta dejarlo muerto, solamente por
enfrentarlo en el nombre de Dios.
- Pero muchos años más tarde, cuando evidentemente ya no era un jovencito, dentro de
la historia de las muchas guerras que los filisteos hicieron contra David y los Israelitas,
se nos dice que: “Volvieron los filisteos a hacer la guerra a Israel, y
descendió David y sus siervos con él, y pelearon con los filisteos; y David
se cansó.  /  E Isbi-benob, uno de los descendientes de los gigantes, cuya
lanza pesaba trescientos siclos de bronce, y quien estaba ceñido con una
espada nueva, trató de matar a David;  /  mas Abisai hijo de Sarvia llegó
en su ayuda, e hirió al filisteo y lo mató. Entonces los hombres de David
le juraron, diciendo: Nunca más de aquí en adelante saldrás con
nosotros a la batalla, no sea que apagues la lámpara de Israel” (2 Samuel
21:15-17).  La historia es clara.  Aquel héroe juvenil de Israel que derrotó al gigante
Goliat, ahora ya de más edad no pudo contra el gigante Isbi-benob, pues le pasó lo que
es más fácil que ocurra en un adulto mayor que en un joven: “David se cansó”. 
Tuvo que ser Abisai quien en esta ocasión “llegó en su ayuda, e hirió al filisteo
y lo mató”.   Desde entonces, el ejército de David fue sabio en decirle a su rey
que “Nunca más de aquí en adelante saldrás con nosotros a la batalla, no
sea que apagues la lámpara de Israel”.  En otras palabras, no es lo mismo ser
joven que cuando los años ya han pasado sobre uno.  Es evidente que cuando uno es
joven hay más fuerzas para servir, y aunado a la fortaleza de Dios, las fuerzas se
multiplican, y los resultados también.
- El himno que compara las etapas de la vida con los tiempos del día, dice: “Pronto la
noche viene, tiempo es de trabajar; los que lucháis por Cristo no hay que
descansar; cuando la vida es sueño, gozo, vigor, salud, y es la mañana hermosa de
la juventud”.  Tiene mucha razón el himnólogo, cuando dice que la juventud es la
mañana de la vida, done hay ilusiones, gozo, vigor y salud; pero algunas de estas cosas
como el vigor y la salud disminuyen con el paso del tiempo, por eso la juventud es la
edad muy apropiada para luchar incansablemente por Cristo.
- Amados jóvenes, sin menospreciar el esfuerzo que los creyentes adultos y adultos
mayores realizamos para la obra del Señor, hoy más que nunca, cada uno de ustedes
debe aprovechar su juventud para el servicio a Dios, pues ustedes todavía tienen
mucho más que dar.  Ninguno de ustedes posponga su servicio a Dios para más
adelante, porque se van a llevar la sorpresa de que ya no podrán hacer lo mismo que
ahora que están en la plenitud de su vida.  En una ocasión, después de un culto
evangelístico, alguien la preguntó al predicador cuántas personas entregaron su vida a
Cristo, a lo que el predicador dio una respuesta interesante, diciendo: “2 vidas y
media”.  El que había hecho la pregunta se quedó pensando y preguntó de nuevo: “Ah,
¿entregaron su vida dos adultos y un niño?”, y otra vez la respuesta fue más
interesante y clara al mismo tiempo, ya que la explicación fue: “No, entregaron su vida
a Cristo, dos jóvenes y un adulto, pues los jóvenes consagraron toda su vida a Cristo, y
el adulto solamente lo que le queda de vida (quizá hasta menos de la mitad de lo que
ha vivido)”.   Por eso amados jóvenes, sirvan a Cristo y su Iglesia ahora que pueden
dedicar toda una vida con todas sus fuerzas para dicho objetivo.
- La tercera razón por la que cada joven debe aprovechar su juventud para servir a Dios,
es:

III. PORQUE PRONTO PUEDE QUE YA NO PODRÁS HACER NADA.


- El profeta Moisés, en el Salmo 90 nos recuerda de manera retórica acerca de la vida
que “pronto pasa y volamos” (Salmo 90:10d).  San Pablo también considerando
cómo el transcurrir del tiempo hace que pronto se agote la vida que a cada quien nos
corresponde, exhortó a los Efesios diciéndoles “Mirad, pues, con diligencia
cómo andéis, no como necios sino como sabios,  /  aprovechando bien el
tiempo, porque los días son malos” (Efesios 5:15,16).  Eso implica que la
juventud debe aprovechar bien el tiempo en servir a Cristo, antes que se agote el
tiempo de gracia en el que hay vigor y salud, pues después que la condición física
cambie puede llegar a tu vida el momento cuando ya no podrás hacer lo que ahora sí
puedes hacer por Cristo y su Iglesia.
- Como ejemplo, voy a compartirles una experiencia familiar que está viviendo mi señor
Padre, quien desde sus 16 años durante más de 75 años fue agricultor, panadero,
sastre, y predicador del evangelio en comisarías de varios municipios del cono sur del
estado.  Hoy, por su edad cercana a los 100 años, y por la falta de salud, lleva como 6
años que ya no tiene posibilidades de realizar ninguna de sus pasiones de servicio. 
Cada día tenemos que escuchar en casa, su petición de que lo llevemos a trabajar a
lugares donde él quisiera estar, pero la realidad es que ahora ya no puede, pero es
gratificante escucharle decir que se siente satisfecho de haberse esforzado en predicar
a Cristo cuando pudo y a dondequiera que él iba.  Razón tenía Jesús cuando le dijo al
apóstol Pedro: “Cuando eras más joven, te ceñías, e ibas a donde querías;
mas cuando ya seas viejo, extenderás tus manos, y te ceñirá otro, y te
llevará a donde no quieras” (Juan 21:18).
- Amados jóvenes, ahora es el tiempo de ofrecer a Cristo sus mejores años.  Es el
tiempo, como dice otro himnólogo, de “Dar lo mejor al maestro”.  El tiempo pronto
pasa, y nuestra vida es realmente breve.  No ocupes todos los días de tu juventud en
cosas que solamente beneficien tus deseos y ambiciones personales.  No desperdicies
los años de tu vida en cosas que no sean agradables al Dios que nos creó y nos ha
salvado por medio de su Hijo Jesucristo. 
- Hoy que todavía estás lleno de vigor y salud, invierte en la obra del Señor, tu tiempo,
esfuerzo, y dones que sin duda Dios ha puesto en tus manos para que le sirvas
exitosamente.

Conclusión: 
 Aprovecha tu juventud, PORQUE DIOS LLAMA A LA JUVENTUD PARA
SERVIRLE.   
 Aprovecha tu juventud, PORQUE LA JUVENTUD TIENE MAS FUERZAS
PARA SERVIR.   
 Aprovecha tu juventud, PORQUE PRONTO PUEDE QUE YA NO PODRÁS
HACER NADA.
 ¿Qué lo voy hacer? ¿Cuándo lo voy a hacer? Y ¿Cómo lo voy a hacer?

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