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(Salmo 17)
INTRODUCCIÓN
Hoy en día como en los tiempos de David, el hombre ha tenido que luchar por mantenerse fiel
a los valores del reino de Dios. La lucha es indescriptible. Es permanente. Pero gracias a
nuestro Padre él nos muestra el camino que debemos transitar en esta vida. Transitar una vida
consagrada a Dios nos exige caminar en la integridad y en el camino de la salvación con todos
sus beneficios para así alcanzar por fin la meta esperada por todos que es: contemplar el
rostro de Dios. En el salmo 17 David nos ayuda a entender que significa caminar por las
huellas de nuestro Padre.
1. INTEGRIDAD
1. “Señor, oye mi justo ruego; escucha mi clamor; presta oído a mi oración, pues no sale de
labios engañosos.
3. Tú escudriñas mi corazón, tú me examinas por las noches; ¡ponme, pues, a prueba, que no
hallarás en mí maldad alguna! ¡No pasarán por mis labios
4. palabras como las de otra gente, pues yo cumplo con tu palabra! Del camino de la
violencia
- El salmista escribe este salmo recurriendo a la forma de un juicio. Se dirige a Dios como su
defensor que ve con sus ojos la justicia de su hijo.
- Pero llama la atención que David se presente en este juicio con tanta seguridad sobre su
integridad. Suena poco modesto cuando se refiere así mismo. Pero bueno, es probable que
en esta ocasión realmente se sienta justo en comparación con los que le hacen daño.
- Pero lo importante es que se acerca a Dios con la confianza de un hijo que está luchando
contra los injustos que le hacen daño.
- Él con toda razón se puede ver como una personas íntegra delante de Dios. Y le pide que le
escuche porque su causa es justa. Y en este salmo invoca a Dios que le atienda y lo hace
de tres formas: Oye mi ruego. Escucha mi clamor. Presta oído.
- Tres formas para decir lo mismo pero que indican un énfasis especial (Una figura literaria de
los hebreos que es muy común). Es como cuando decimos “te lo voy a decir tres veces para
que no se te olvide”.
- Dios siempre atiende la voz de sus hijos porque sabe que es íntegro de corazón. Vr.1
- Pero también defiende las causas del justo, siempre y cuando estas causas sean justas. No
sabemos con seguridad qué estaba pasando en su vida que pide que Dios defienda su
causa. Probablemente lo estaban injuriando, pero confía en Dios porque todo lo ve. Vr.2
- Y con esta oración pidiendo a Dios que lo defienda por ser íntegro, le prepara un camino de
paz y seguridad. Un camino para transitar con firmeza. Vr.3-5
Aplicación:
- Cuando oramos a Dios para que nos escudriñe, nos examine, y nos pruebe para ver si hay
maldad o violencia en nuestra vida, es para que nosotros también nos examinemos y
veamos nuestra propia realidad que es tan difícil discernir.
- La única forma de transitar el camino con integridad, es con la ayuda del Espíritu Santo, y la
gracia de nuestro señor Jesucristo.
2. SALVACIÓN
7. Tú, que salvas con tu diestra a los que buscan escapar de sus adversarios, dame una
muestra de tu gran amor.
8. Cuídame como a la niña de tus ojos; escóndeme, bajo la sombra de tus alas,
- Y le pide que demuestre su amor por el, defendiéndolo de sus enemigos. Dame una
muestra de tu amor “cuidándome como a la niña de tus ojos y protegiéndome bajo tus
alas”. El cuidado de David depende del amor de Dios por él. Esto lo sabe muy bien David ya
que en varias ocasiones Dios lo salvó de sus enemigos. Vr.7
- Fueron tantas las veces que Dios salvó a David, que él describe esta protección como el
cuidado de la niña de sus ojos, algo supremamente sensible y delicado y la protección de
los polluelos del ave que bajo sus alas los protege.
- Dos lindas metáforas del cuidado de Dios que nos describen a un Dios que por su amor
cuida y protege a los justos. Vr.8-9
- El ministerio de Jesús se centró en el hombre, (si Dios es el sujeto del evangelio, el hombre
es el objeto de éste). No hay evangelio sin Dios y no hay evangelio sin hombre) ambos son
importantes en el mensaje de las buenas noticias. Por eso nos dice Juan: “que de tal
manera amó Dios al mundo, que entregó a su único hijo”. Dios da y el hombre recibe.
- Dios salva al mundo de sus diferentes necesidades. Siempre estuvo sanando y salvando de
diferentes clases de condenaciones. Salvó de la vergüenza a la mujer con el flujo de sangre,
salvó de la culpa a la mujer samaritana, salvó de la esclavitud del pecado a Zaqueo, de las
dolencias físicas al paralítico, de las dolencias emocionales y sociales a las prostitutas.
Todos estos enemigos tratan de lastimarnos y condenarnos y es por eso que nos protege
como a la niña de sus ojos. Es por eso que nos defiende cobijándonos bajo sus alas.
Aplicación
13. ¡Vamos, Señor, enfréntate a ellos! ¡Derrótalos! ¡Con tu espada rescátame de los malvados!
14. ¡Con tu mano, Señor, sálvame de estos mortales que no tienen más herencia que esta vida!
Con tus tesoros les has llenado el vientre, sus hijos han tenido abundancia, y hasta ha
sobrado para sus descendientes.
- La descripción de los injustos las describe David con dos metáforas: son personas “cierran
su corazón”, para no ser sensibles a las injusticias que cometen a los humildes, y en
segundo lugar dice que “son como leones” que tienden emboscadas a los demás, para que
caigan como presa para devorar.
- Todas estas personas injustas tienen en común que no son sinceros en sus corazones,
engañan, son solapados, desleales, y quieren que otros tropiecen para caerles encima, son
ventajosos, están al acecho para aprovecharse de los demás.
- El salmista sabe que pelear contra ellos es difícil, por eso transfiere el caso a Dios para que
haga justicia y los enfrente, que él sea el que los derrote en los tribunales, que Dios sea el
que rescate su alma de estos engañadores.
- Y la descripción que hace David es que estos injustos son personas a las que Dios les ha
dado tesoros, abundancia y herencias para sus hijos. Dios los bendice, pero ellos obran con
injusticia.
- Los enemigos de David, de los que ha venido hablando, son personas poderosas y ricas.
Personas a las que Dios les ha llenado el vientre, a sus hijos los han tenido en abundancia y
hasta ha quedado para los herederos.
- Pero a pesar de todas esas riquezas que Dios le dió, “No tienen más herencia que esta
vida”. Qué lástima. En lugar de escoger la justicia y la integridad como un motivo de
agradecimiento a Dios por las riquezas que les ha dado, prefieren elegir la injusticia sobre
los más débiles. Sólo les queda la herencia de las riquezas que Dios mismo les ha dado.
Aplicación:
- Hermanos, que tristeza que Dios dé tantas riquezas a los hombres, si al final esa riqueza va
a ser su única herencia.
- Muchos creen que la prosperidad material es el resultado de la integridad. Pero que tan
equivocados están. Sí. Dios da las riquezas, a justos y a injustos, pero muchos terminan
amando más las bendiciones que al que bendice.
- Indiscutiblemente hay un peligro con las riquezas que Dios nos da. Con ellas podemos
honrar a Dios o con ellas podemos deshonrar a Dios.
- La historia del joven rico en el evangelio, nos enseña lo engañoso que son las riquezas.
Estas personas no despertarán para ver a Dios porque despertaron sólo para ver sus
riquezas.
En cuarto lugar David nos muestra que el tránsito por el camino de la integridad y de la
salvación nos llevan a...
15. Pero yo en justicia contemplaré tu rostro; me bastará con verte cuando despierte.”
- La recompensa para el justo será contemplar el rostro de Dios. Para él transitar por las
huellas de su Padre es caminar en integridad a pesar de los que son insensibles y los que le
atacan injustamente.
- El salmista tiene toda la seguridad de que a pesar de todas las persecuciones e injusticias,
tarde que temprano va a contemplar el rostro de Dios y eso es su mayor herencia.
- No desea nada temporal, ni riquezas, ni fama, ni poder. Su premio por transitar en las
huellas de su Padre, es contemplar su rostro.
- El largo camino transitado con tantos obstáculos y persecuciones, no fueron para David una
disculpa para no anhelar llegar a la meta y disfrutar de ver el rostro de su Padre. Ni sus
riquezas, ni su poder como rey, ni su fama por su reinado ni por sus famosas canciones le
dañaron a David su corazón. Disfrutó de muchas riquezas, pero nunca le nublaron la vista
para ver la meta de su carrera.
- Transitó sobre las huellas de su Padre con muchos altibajos emocionales y espirituales,
contra muchos enemigos incluyendo sus familiares, sus amigos y los enemigos de su
pueblo.
- Pero siempre supo que lo único que podía satisfacerlo plenamente era poder contemplar a
Dios cuando despertara.
CONCLUSIÓN:
- ¿Cómo podríamos transitar sobre las huellas de nuestro Padre para que podamos decir
como David: “Me bastará con verte cuando despierte”.
- Sólo podemos hacerlo sumergiéndonos en el amor y la gracia de Dios. Dios nos ama y ha
demostrado su amor enviando a su Hijo para morir por nosotros para ser justificados,
santificados y adoptados como sus propios hijos.
- Aprendemos que todas las acciones de Dios por nosotros son evidencia de su amor. Es en
este contexto del amor que estamos aprendiendo a enfrentar las áreas de nuestra vida que
todavía necesitan renovación y restauración.
- Todos tenemos áreas guardadas en nuestras vidas que están encerradas. Puede ser por
causa de nuestro temor y desconfianza, falta de claridad de quién es Dios y de su gracia o
de temor frente a los demás.
- Encerramos las experiencias, las memorias, las dudas, lo temores, los pecados que no
podemos enfrentar, encerramos todas aquellas cosas que nos avergüenzan produciendo en
nuestro interior un estrangulamiento de nuestra vida espiritual y oscureciendo nuestra visión
de Jesús.
- Y es por eso que debemos transitar íntegramente sobre las huellas de nuestro Padre.
Caminando sobre la integridad, la salvación, separarnos de la injusticia para así llegar a la
meta del camino y contemplar su rostro cuando despertemos.
- Recordemos las palabras de Pablo a los filipenses 3:12-14: “No es que ya lo haya
conseguido todo, o que ya sea perfecto. Sin embargo, sigo adelante esperando alcanzar
aquello para lo cual Cristo Jesús me alcanzó a mí.
- “Hermanos, no pienso que yo mismo lo haya logrado ya. Más bien, una cosa hago:
olvidando lo que queda atrás y esforzándome por alcanzar lo que está delante, sigo
avanzando hacia la meta para ganar el premio que Dios ofrece mediante su llamamiento
celestial en Cristo Jesús.”
- El premio que alcanzaremos en este camino trazado por los pies de nuestro padre y que
seguimos gracias a las huellas que él ha dejado, tiene nombre propio: Jesús. Él es nuestra
riqueza aquí y nuestra herencia allá.
Oración:
1. El camino de la Integridad
2. El camino de la Salvación
3. El camino de la Justicia