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La idea que inspiró el presente trabajo no fue la de refrescar los conceptos procesales ya
estudiados en otros textos de doctrina, sino facilitar la integración del conocimiento
teórico, informativo, obtenido a partir de la norma, con la práctica. Por eso, y a modo de
reflexión, aquí van algunos apuntes elementales relacionados con el tema del epígrafe.
Antes de iniciar una demanda, recordamos la regla general: el trámite que se imprime a
las demandas laborales es el correspondiente al juicio ordinario (título IV, capítulo I, de
la ley Nº 18.345 según decreto 106/98) salvo que se tratara de ejecuciones especiales,
ejecuciones de convenios o de sentencias incumplidas (ver capítulo II de la ley Nº
18.345 según decreto 106/98 y art. 26 de la ley 24.635 según decreto 461/96).
Por desconocimiento del trámite, uno de los errores más frecuentes (o imprudencias)
que se puede llegar a cometer como asesor de la empresa (actora), es pensar que con
el sólo hecho de interponer una demanda de consignación judicial se libera al cliente
de cualquier discusión posterior. En realidad, al imponerse el trámite ordinario al
expediente, se debe posibilitar el ofrecimiento de prueba a la parte contraria por el
mismo término de diez días que se dispone para contestar el traslado de la demanda
(art. 68 ley 18.345)[iii]. Si bien la clave está en el intercambio telegráfico prejudicial,
de todos modos advertimos, que podría darse el caso que la parte demandada –
trabajadora- gustara en retirar el dinero depositado a su favor, sin perjuicio de
continuar la discusión sobre el fondo de la cuestión[iv].
En cuanto a los requisitos formales de la demanda -alejándose del texto del art. 330 del
CPCCN- el inc. 7° del art. 65 L.O. impone la “constancia de haber comparecido y
agotado con carácter previo la instancia conciliadora”. Esto significa que el letrado
deberá acompañar adjunto al escrito de demanda, el “acta de cierre” con resultado
negativo que libra el conciliador designado por el S.E.C.L.O. o S.E.C.O.S.E. (Por
imposibilidad de acuerdo, por finalización del término legal previsto para el trámite, o
por ausencia reiterada de la requerida). “Además, cuando un trabajador demande a un
empleador, se deberá indicar la edad y profesión u oficio del actor, la índole de la
actividad, establecimiento o negocio del demandado y la ubicación del lugar del
trabajo”. Esta parte final del art. 65 inc.7° merece la confección de un acápite especial
en el texto de la demanda que incluya -junto con algunos otros datos relevantes de la
relación laboral- las acotaciones exigidas por la norma. Se lo podría intitular
“cumplimiento de requisitos” o “recaudos formales” y ubicar a continuación del
párrafo dedicado al “objeto”. Los datos imprescindibles (que no pueden faltar) de la
relación laboral son: fecha de ingreso y del despido, remuneración (con las
explicaciones pertinentes en caso de que se efectúen reclamos por diferencias
salariales), categoría laboral, convenio colectivo aplicable[viii], horario de trabajo
(jornada, cantidad de horas suplementarias laboradas) y tareas desempeñadas. Datos
accesorios, pero que casi siempre son solicitados de oficio por el juzgado, son: número
de documento de identidad, fecha de nacimiento y estado civil del actor. (Estos datos
son incluidos en el acta de conciliación laboral).
II. El objeto
Todavía no podemos desviar la atención de la lectura del art. 65 L.O. sin antes
referirnos al monto reclamado, puesto que la norma laboral citada nada dice sobre el
particular. Podría surgir la duda acerca de si “la cosa demandada, designada con
precisión” (art. 65 inc.3° L.O., art. 330 inc.3° del C.P.C.C.N.) prevé la obligatoriedad
de consignar un importe total que fuera producto de la suma de los distintos rubros
reclamados (indemnización por despido, preaviso…; etc.). A modo de ejemplo, veamos
este fallo: “Debe rechazarse la pretensión de cobrar diferencias salariales por diversos
rubros -en el caso, horas extras, comidas, refrigerios, reemplazos y tiempo de traslado-
por recálculo del "valor hora", si no se clarificó en qué consiste cada ítem y su
mecánica de cálculo, no pudiendo incurrirse en la simplificación de que todos los
rubros deben integrar dicho valor por la sola circunstancia de su naturaleza laboral, lo
que no satisface el principio de congruencia ni la carga de afirmación que exige el art.
65 de la ley orgánica de la Justicia del Trabajo -18.345” [ix]
En el caso del código procesal civil y comercial, la cuestión es clara porque existe un
párrafo entero dedicado a la cuantía del reclamo[x]. Sin embargo, la ley de forma
laboral guarda silencio, y nos brinda una solución muy distinta[xi]: “Los tribunales
podrán fallar ultra petita, supliendo la omisión del demandante. La sentencia fijará los
importes de los créditos siempre que su existencia esté legalmente comprobada, aunque
no resultare justificado su monto” (art. 56 LO). Sobre esta solución Pose afirma: “El
legislador ha considerado razonable conferir al magistrado laboral la potestad para
fijar el importe del crédito en aquellos supuestos en que la prueba rendida fuera
insuficiente para tener por cierto uno u otro de los valores denunciados por las partes
en defensa de sus posiciones contradictorias” (Pose, Carlos, “Ley de Contrato de
Trabajo”, 2da. edición, Bs. As., Edit. David Grinberg, 2004, p.103).
A fin de ser más claro, al comienzo se puede listar los ítems que componen el monto
total de la indemnización (por antigüedad –art. 245 LCT-, sustitutivo del preaviso – art.
231 LCT-, S.A.C. proporcional – art. 123 LCT-, entrega de certificados de trabajo –art.
80 LCT-; etc.) sin desagregar los subtotales. En el acápite referido a la liquidación, se
repetirán los rubros y además, sus importes. Obviamente, el monto total del reclamo
consignado en el párrafo dedicado al “objeto” debe ser idéntico al que aparece en la
“liquidación”.
El art. 67 L.O. trata del examen previo de oficio de la demanda laboral y brinda la
posibilidad a la parte actora de corregir defectos de forma, omisiones o imprecisiones.
El término para ajustar la demanda según las observaciones efectuadas por el juzgado,
es de tres días, bajo sanción de archivo de la causa[xiv].
En ambos procesos, el actor podrá modificar la demanda antes que ésta sea notificada
(art. 70 L.O y 331 CPCCN.)[xv].
“…El art. 65 de la ley nacional 18.345 impone al accionante la carga de precisar los
presupuestos de hecho y de derecho de cada una de las pretensiones. La inclusión de
un rubro en la liquidación, o la enunciación de una suma como correspondiente a un
concepto determinado, carecen de sentido si no tienen sustento en un relato
circunstanciado de todos los antecedentes fácticos….Todo reclamo por diferencias
salariales requiere, como punto de partida y de modo indispensable, pautas mínimas
suficientes para que el sentenciante pueda pronunciarse sobre la validez del pedido,
exigencia insoslayable aun cuando el trabajador no esté inscripto en los libros y
registraciones laborales del empleador porque la presunción iuris tantum a favor de
sus afirmaciones como la inversión del onus probandi sobre el monto y cobro de las
remuneraciones, no operan cuando dichos montos sólo son objeto de reclamo global
por lo que corresponde confirmar la sentencia de grado que rechazó el reclamo de
horas extras ya que el actor omitió el cumplimiento de éstas exigencias. Ni siquiera
especificó la jornada normal de trabajo que cumplía y los recargos legales que debería
adicionársele según los días y horarios en que se habrían cumplido tareas en exceso de
la misma y cuyas diferencias salariales reclamaba…” (“Orellana Raúl César c/
Danone S.A. s/ despido”, Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo Sala I, 12-06-
2007, MJJ14272).
Las posibilidades tácticas que ofrece este artículo no deberían ser desaprovechadas
por el abogado litigante, quien, en el ámbito nacional, puede ofrecer prueba después de
leer el escrito de contestación de demanda. En otras jurisdicciones judiciales, por
ejemplo la de la Provincia de Buenos Aires, – conf. Ley 11.653- esta posibilidad se ve
acotada.
¿En qué medida es necesario demostrar que los hechos denunciados están subsumidos
en la norma? Se podría decir que los artículos de la ley de contrato de trabajo y de los
convenios colectivos de trabajo aplicables al caso, (siempre que estos últimos sean
citados en forma expresa en el texto de la demanda o su contestación), no requieren
argumentación por parte del abogado (atento al aforismo iura curia novit). Sin
embargo, en los litigios en que se critica el encuadramiento convencional o se reclama
por diferencias de categoría laboral, esta tarea de relación (directa e inmediata entre
la norma y los hechos), es inevitable. Incluso, esta cuestión adquiere trascendencia en
los pedidos de declaración de inconstitucionalidad de normas, planteos que en el
ámbito laboral se ven muy a menudo.
VI. Colofón
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[ii] Adviértase que para ordenar el trámite de la primera instancia, la ley Nº 18.345
(según dec.106/98 y modif. de la ley 24.635) utiliza como técnica legislativa la
introducción de una sección primera que engloba todos los institutos procesales que,
en el código procesal civil y comercial están separados mediante libros, títulos y
capítulos: demanda, citación del demandado, excepciones previas, contestación de
demanda y reconvención, prueba, alegato y plazo para la sentencia. Se puede acudir a
cualquier obra de derecho procesal civil o código procesal comentado para estudiar
las diferencias de estructura. Téngase presente que el título V de la ley Nº 18.345 (art.
155) versa sobre la aplicación expresa de ciertos artículos del código procesal civil y
comercial.
También se debe tener presente que, de la lectura de los seis incisos del art. 2º de la ley
24.635 (que instituye el procedimiento de conciliación laboral nacional), no se advierte
la exclusión del trámite prejudicial para las acciones de pago por consignación
judicial.
[v] Nótese que el art. 155 de la ley Nº 18.345 autoriza la aplicación de los arts. 321
inc. 2° y 498 del CPCCN. Estos artículos del CPCCN vigente, han sido impuestos
según el texto de la ley Nº 25.488 -art. 2°-, es decir, en forma previa al dictado de la ley
24.635, circunstancia que dio origen al acto interpretativo de la Cámara Nacional de
Apelaciones del Trabajo. A continuación, citamos la norma en cuestión: Acta de la
CNAT 2359 (B.O. 15/05/02). -Incidencia de las Reformas al Código Procesal en la Ley
18345-. La Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo RESUELVE: 1º) Los
artículos del Código Procesal Civil y Comercial reformados por la ley 25.488 que se
indican a continuación resultan aplicables al procedimiento de la ley 18.345 en los
términos del art. 155 primer párrafo de la misma, dado que no colisionan con normas
expresas de esta ley: art. 6 incisos 4) y 5), art. 12; 34 incisos 2), 4), 5) y 6); art. 35; art.
36 (con excepción del inciso 4) “b” en cuanto alude a los “consultores técnicos”); art.
38; art. 45; arts. 79, 80, 81, 82, 83 y 84; art. 96; art. 118; art. 125; art. 134; art. 145;
art. 166 incisos 1), 3), 4), 5) y 7); art. 167; art. 321 inciso 2); art. 322 (está incluido en
el art. 20 último párrafo ley 18345); art. 324 (se aplica con exclusión de la referencia a
“acta notarial”); art. 326; art. 328; art. 333 segundo párrafo; art. 356 (está incluido
en el art. 71 de la ley 18.345); art. 498 en los casos en que resulte aplicable el proceso
sumarísimo. 2º) Los artículos del Código Procesal Civil y Comercial reformados pro al
ley 25488 que se indican a continuación no resultan aplicables al procedimiento de la
ley 18345 en los términos del art. 155 primer párrafo de la misma dado que en su
nueva redacción colisionan con normas expresas de esta ley; art. 34 inc. 1) primer
párrafo; art. 36 inc.4) “b” en cuanto alude a los “consultores técnicos”: art. 133; art.
324 en cuanto alude a “acta notarial”. 3º) Los artículos del Código Procesal Civil y
Comercial reformados por la ley 25488 que se indican a continuación son aplicables al
procedimiento de la ley 18345 en los términos del art. 155 último párrafo de la misma,
en forma supletoria y por resultar compatibles con el procedimiento reglado por la ley:
art. 5 primer párrafo primera parte; art. 5 incisos 3) último párrafo y 5); art. 6 incisos
1), 4), 5), 6) y 7): art. 38 bis; art. 38 ter; art. 138; art. 141; art. 146; art. 148; art. 321
inciso 3); art. 336; art. 359 en lo que se refiere a la declaración de puro derecho; art.
398; art. 415. 4º) La remisión efectuada por el art. 62 ley 23551 a las normas del
“proceso sumario del Código Procesal Civil y Comercial de la Nación” debe
entenderse referida al proceso ordinario previsto en el Título IV Capítulo I de la ley
18345 (T.O. dec. 106/98).
[vi] Art. 66 de la ley 20.744 -Facultad de modificar las formas y modalidades del
trabajo-: El empleador está facultado para introducir todos aquellos cambios relativos
a la forma y modalidades de la prestación del trabajo, en tanto esos cambios no
importen un ejercicio irrazonable de esa facultad, ni alteren modalidades esenciales
del contrato, ni causen perjuicio material ni moral al trabajador. Cuando el empleador
disponga medidas vedadas por este artículo, al trabajador le asistirá la posibilidad de
optar por considerarse despedido sin causa o accionar persiguiendo el
restablecimiento de las condiciones alteradas. En este último supuesto la acción se
substanciará por el procedimiento sumarísimo, no pudiéndose innovar en las
condiciones y modalidades de trabajo, salvo que éstas sean generales para el
establecimiento o sección, hasta que recaiga sentencia definitiva. (según mod. art. 1º de
la ley Nº 26.088, B.O. 24/04/2006.)
[vii]No emitimos aquí juicio acerca del acierto de dicha asimilación, pero adelantamos
desde ya que el hostigamiento laboral conlleva la vulneración psicológica del acosado.
Existe abundante bibliografía para consultar sobre el tema. Simplemente y a modo de
sencillo comentario, resaltamos que en la práctica judicial y en general, en los
supuestos casos de acoso laboral, no hay constancia de que la dirección letrada, haya
aprovechado el procedimiento sumarísimo previsto en el art. 66 de la LCT (según mod.
art. 1° ley Nº 26.088). Muy por el contrario, pareciera que la tendencia judicial de los
casos por mobbing siguen el cauce del tradicional proceso ordinario por despido
(indirecto) con más el pedido adicional de daño moral. Esta última circunstancia nos
hace reflexionar sobre el tratamiento legislativo que debiera darse a la figura de acoso
laboral: es decir, en caso de incluírsela en el subsistema de la seguridad social o en el
subsistema del derecho de daños.
[x] Art. 330 CPCCN: “La demanda será deducida por escrito y contendrá:….el monto
reclamado, salvo cuando al actor no le fuere posible determinarlo al promoverla, por
las circunstancias del caso, o porque la estimación dependiera de elementos aún no
definitivamente fijados y la promoción de la demanda fuese imprescindible para evitar
la prescripción de la acción. En estos supuestos, no procederá la excepción de defecto
legal. La sentencia fijará el monto que resulte de las pruebas producidas.
[xi] Leandro A. Ardoy, (El principio de congruencia, DJ 2007-II, 319) explica que el
principio de congruencia se ha clasificando por sus violaciones, es decir, por las
distintas maneras de dejarlo de lado. Así se ha llamado "ultra petita", cuando la
sentencia concede más de lo pedido; "extra petita", cuando otorga algo que no ha sido
pedido; y "citra petita", cuando la decisión judicial omite decidir alguna o algunas de
las cuestiones planteadas por las partes.
[xii] Se puede consultar: Rubio, Valentín “Práctica Laboral”, Rubinal ***i Editores,
Santa Fe, 1999, 240 págs.
[xiii] Se puede consultar, entre otros: “La actualización dispuesta por el art. 276 de la
ley de contrato de trabajo, responde a un claro imperativo de justicia, cual es el de
eliminar los efectos perjudiciales que la demora en percibirlos ocasiona a los
trabajadores, atento a que las prestaciones de esa especie tienen contenido alimentario
y las indemnizaciones laborales se devengan, generalmente, en situaciones de
emergencia para el trabajador”. (Ríos, Carlos A. c. Kion S. A, Cámara Nacional de
Apelaciones del Trabajo, sala VII • 28/02/1990, DT 1990-B, 1632 - DJ 1990-2, 959)
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Promueve demanda por despido (*)
Señor Juez:
NN, abogado, Tº XX Fº XXX CPACF, con DNI Nº XXXX, inscripto al monotributo, cuit
Nº XXXX, por la representación que más abajo se justifica, constituyendo domicilio a
los efectos procesales, en la calle NN (Zona XX), se presenta y a V.S. respetuosamente
dice:
I. PERSONERÍA.
II. OBJETO.
D.N.I. 11.111.111
Nacionalidad: argentina.
Profesión: empleado.
SOBRE LA RELACIÓN.
Remuneración: $XXXX
CCT 130/75
IV. HECHOS.
El trabajador ingresó a laborar para NNN con fecha dd/mm/aa, desempeñando tareas
administrativas…
La demandada –una de las injurias- abonaba a la actora menos horas que las
realmente prestadas, y le pagaba sus haberes de doble manera: por sistema “en
blanco” (con el duplicado de ley y depósito bancario), y “en negro”, (en infracción a
la ley de contrato de trabajo y la ley 24.013).
Desde el dd/mm/aa, y en forma simultánea a los insistentes reclamos por parte del
actor dirigidos a la cancelación de la deuda por diferencias de horas suplementarias
no liquidadas, la demandada NN comienza a pronunciar ofensas verbales y
extralimitarse en las órdenes impartidas, asignándole al actor tareas inferiores a su
categoría: limpieza de vidriera y baños, reposición de mercadería, compras en
supermercados; etc. Estas órdenes arbitrarias y vejatorias –claramente en represalia a
los justos reclamos- tenían por objetivo provocar el cansancio y renuncia del actor. De
este abuso del poder jerárquico hay prueba sobrada, hasta documental con grafía
perteneciente a NN.
A mediados del mes de mayo de 2007, el maltrato era total, la carga de trabajo
excesiva y la relación insostenible, razón por la cual el actor remite a su empleador el
telegrama Nº XXXX cuyo texto dice:
IV. DERECHO.
Fundo el derecho de mi parte en los artículos 242, 245, 232, 233 y concordantes de la
ley de contrato de trabajo y jurisprudencia del fuero. Especialmente es procedente el
incremento de la condena en base a adicionar los conceptos propios de la ley 24.013:
arts. 10 y 15, en tanto los testigos ofrecidos declararán el registro defectuoso del actor
y pagos fuera de recibo legal. También debe acogerse la indemnización prevista en el
art. 2° de la ley 25.323, toda vez que se encuentran cumplidas las exigencias previstas
en la norma: 1) intimación del actor a fin de que se le abonen las indemnizaciones
propias del distracto; 2) el trabajador se vio obligado a litigar judicialmente para
perseguir el cobro de las indemnizaciones referidas debido a la conducta de reticencia
a abonar dichos conceptos asumida por la demandada.
Eventualmente también S.S. debe hacer lugar a la indemnización del art. 80 LCT -por
cuanto se encuentra cumplido el requisito formal de cursar la intimación epistolar para
que se le entregue la documentación aludida, y el demandado no lo hizo personalmente
o mediante consignación judicial-. Ello sin perjuicio de las sanciones conminatorias y
la confección del certificado de trabajo por el juzgado.
VI. LIQUIDACIÓN.
Indemnización por antigüedad
Vacaciones no gozadas
SAC proporcional
Art.80 LCT
TOTAL
Son pesos XXXX con más intereses y costas, y para el supuesto de desvalorización
monetaria, la pertinente actualización.
VII. PRUEBAS:
A) Instrumental:
1) Acta Poder
5) Un manuscrito de NN.
B) Confesional:
A la segunda:…que el actor recibía antes del día diez de cada mes, la suma de $XX
fuera de recibo.
C) Informativa:
D) Testimonial:
E) Pericial caligráfica:
IX. PETITORIO:
PROVEER DE CONFORMIDAD
SERÁ JUSTICIA