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Johann Wolfgang Goethe ENSAYOS SOBRE AR’ LITERATURA Euici6n de Regula Robland de Langbehn Universidad de Malaga ANALECTA MALACITANA, (anMal) ANEJO.XXIK DE LA RENISTA DELA SECCION DE FLOLOGIA DE LA FACULTAD DEFILOSOFIA Y LETRAS ‘CONSEIO DE DIRECCION Directors Mast. Caso. itor: Tost Lat GARRIDO Secretario: Manvel. Gausort ‘Administradora: Lapis Tanne Coordinador de edicin: CristOval. Maclss Vuniatonos. ‘Traduccién de Regula Robland de Langbelin con la colaboracién de Miguel \Vedda, Juan C. Probst y otros. “Teas los derechos rese-vados. Queda prbibida la reproduce ol o parcial de este libro por cus uier método © pracedimieno (reprogétio, mecinice o elockGaico) si Ia debidaauiorzacién por exert de os lates del «Copyrighs. © Analecta Malacitana ‘Campus de Teatinos/ Universidad de Malaga 1.29071 Malaga/fax 952 134113 wwwcanmalamaes Mlespa@umacs © Regula Rohland de Langbehn ISBN: 8495073-11-0, Dopesito Legal: mas 2000 FotocomposiciOn: Anatecta MaLacrrasa TImprime: Ivrea Most CrHinesos. born Malaga Lmpreso en Espa — Printed in Spain INDICE PR6LOGO por Regula Roland de Langhehn Ibvrtonucc16y por Regula Rohlind de Langbehn INFLUENCIA DE LA FILOSOFIA RECIENTE, EL ENSAYO.COMO MEDIADOR ENTRE ORIETO Y SUIETO, \VERDAD ¥ VEROSIMILITUD EN LS OBRAS DE ARTE IbITTACION SIMPLE DE LA NATURALEZA, MANERA, ESTILO INTRODUCCION A LA REVISTA PROPHLAEN [EL ENSAYO DE DIDEROT SOBRE EL ARTE. TRADUCIDO ¥ ACOMPARADO DENOTAS EL LAQcooNTE, ‘SOBRE POESIA BPICA ¥ DRAMATICA, CON FRIEDRICH SCHILLER SUPLEMENTO ALA POSTHCA DE ARISTOTELES. IN EL DIA DE SHAKESPEARE SHAKESPEARE ¥ NO SE ACABA SOBRE EL SANSCULOTISMO LITERARIO Ginos 1promATICOS QUE EVITA FL ESCRITOR, ¥ QUE DEIA QUE ELECTOR INTRODU PARA JOVENES POETAS. RESPUESTA CORDIAL, ‘OTRA PALABRA PARA POETAS JOVENES ny 3 9° » 19 19 13 1 PROLOGO la seleccién de ensayos de Goethe que se escogieron para presentarlos en este breve conjunto obedecié al eriterio de Ia variedad: se trat6 de encontrar facetas de diferente tamaiioy colorido dentro de una labor muy extensa, orig ralmente dispersa, de gran amplitud en lo que se refiere al contenido y a lo Formal. Todos los ensayos incluidos tienen que ver con la tarea del artista; ello comieniza con lo que podriamos considerar Ia definicién del artista: en Goethe cl artista se define como conectado con el mbito cientifico pero enfrentado al de la filosofia. Entre una buena cantidad de trabajos por demas interesantes, la labor critica y ensayistica de Goethe también contiene muchos que serian de escaso atractive para el lector que no esté inmerso en la cultura getminica de la época clisica Presentar una mis ampli seleccién de aquellos ensayos que enriquecen nuestra visidn sobre el pensamiento teérico del poeta habria sido una tarea tentadora, sino fuese porque la cantidad de los mismos, unida a las dificultades inherentes alos textos, excede, por el momento, nuestras posibilidades. Los ensayos de Goethe por lo general son escuctos y su artificio sucle con- sistir en el aprovechamiento de la polivalencia semintica de los térmainos em- pleados. La brevedad no excluye la amenidad de la exposiciéa ni es obsticulo ppara que el autor exprese ccn nitide y claridad teérica ls lineas centrales de su ensamicato, pero el Inconismo expresivo choeas’ en algunas pasajes a los lec- tores de ln version taducida, dado que en castellano se acostumbra ser mis explicit, ante todo, en lo cue se zefiere a los nexos sinticticos. Pata entender «sta concisién es iil haber inchuido el breve trabajo sobre los «Giros idiomniticos» «que hace refecencia a este punto. 0% 10 [REGULA ROHLAND DE LANGBEHIN Se enumeran en la bibliografia las traducciones que pude ballar de los ensayos de Goethe. Se habia podido pedir a Javier Arnaldo su version de «Verdad y ve- rosimilitudy, pero ésta llep6 tarde a mis manos. Ea su libto hay, ademés, un breve ensayo, «Sobre cl simbolismo», algunas de las Maximas y rflexions,y una traduc- cidn fragmentaria de «De la arquitectura alemanay, ‘Tampoco conoct a tiempo I traduccién de textos goetheanos que se publicé en Cuaderas de Fibsfia 1, 1959, Notas Muchas de las notas se basan en aguéllas de los tomos J. W. Goethe, Werke. Hantburger Aucgabe, xis. Schriften sur Kunst. Scrifen zur Literatur, Maximen und Raflexonen, Wegnet, Hamburg, #1967; y xin. Schnften sur Naturssenscbaft, 5, ed Wegner, Hamburg, 51966, y en las de la edicién Insel 1989 (t. vi). En los tltimos aitos apareci6, ademés del libro de Peter Burgard —que se ocupa de los ensayos ‘como forma propia—, un nuevo instrumento de consulta sobre Goethe, el Gorthe Handbuch de la editorial Mevaler, de Stottgart, que contiene articulos dedicados ‘a «Bl ensayo de Diderot sobre la pinturm, «Ein el dia de Shakespeares, «Sanscu- lotismo literntion,«lmitacién simple de la naturaleza, manera, estilo a comienzos ‘de 1999 salid ademas el Sachwirterbuch Goethe de Geto von Wilpert, inés escueto y puntual, No se citan las deudas para con estas fuentes en las notas en cada caso para {que no tesulte tediosa la Iecrura, pero conste aqui esta importante deuda con Herbert von Binem, Hans Joachim Schrimpf, Dorothea Kuhn y los autores dl Goethe Handbuch, Desde luego hubo que hacer importantes reducciones y algunas adiciones, por azones de contextualizacién, para los lectores de habla hispiinica, yy pot otro lado, en ciertos easos, se pudo afadir informacién, ante todo on lo que se relaciona con el espacio cultural, diferente, al que se drige nuestra publicacién, Publicacién previa ‘Algunas de las tradueciones aqui reunidas ya fueron editadas anteriormente en las publicaciones siguientes; las notas ¢ introducciones que acompaiian estos textos han sido amoldaclas a la conveniencia del presente libro: «enitacion simple, imaneta, estilo», Inter Literas, 1, 19923 con Friedrich Schiller, Sobre Poesia épica y damiticas, Analita Malatana, xvn, 2, 1998 «Verdad y Verosimilitud en las obras de artor, Anata Matastana, Xx, 2, 1987. «Supiemento a la postien de Aristotcles» esti en impresin en el Homenaje a Eduardo Jerénimo Prieto que se esti reali- zando en Buenos Aires, Como homenaje a la labor de mis predecesores en In Catedra de literatura In SH, pigs. 19-786 prowoco u slemana de la Universidad de Buenos Aires incluyo una traduccion de Juan C. Probst del texto del joven Goethe «in el dia de Shakespeare», publicada en 1949 dentro de un ensayo con el titulo de «Goethe frente a Shakespeare. Algunos de los otros ensayos se han sometido a wna publicacién restringida, a los Materiales de las Catedras por la Facultad de Filosofia y Letras de la Uni- versidad de Buenos Aires y en la revista Confines 7, en 1999. Reconocimientos La traduccién de los trabajos ha sido revisada por diversos integrantes de su- cesivos grupos de investigaciGn desde que comencé con esta labor en 1990. Ante todo, ayudé de manera profesionalmente cada vez mis acabada Miguel Angel ‘Vedda en la elaboracién estiistca y en la version correcta de los términos que pertenecen al Ambito de la estética y la filosofia de arte. Agradezco también la colaboracién de Gustavo Beade, Marcelo Busello, Ana Maria Cartolano, Al- fredo Grieco y Bavio y Pabio Gianera, que contribuyeron en diferente medida cn Ia traduccion de uno o més de los siguientes ensayos: elmitacién simple, manera, estilo», «Verdad y verosimilitud en las obras de arten, «Sobre poesia épica y drazmética», «Shakespeare y no acabay, «Para jovenes poetas. Respuesta cordiab, «Otra palabra para 2oetas j6venes y «Sobre el sansculotismo literation. Me ayudé en lo técnico Roman Setton, a quien también doy las gracias. Referencias Se traducen todas las citas de bibliografiaen alemn, sin haceslo ver en cada lugar. Donde cito de traductiones, son sefaladas como tales. 2). W. Goethe, tn lide Shakespeate (ad J.C. Prob) 10, pg. 910, Fon pare de irabaio de JC. Probst Woete ene a Shakespeare publcado en Estoy Germ, 9, 190, pge i. lay ota ache, qu algo menor adc, wea por ©. Bali, Vs Pape 05 INTRODU ‘Como complemento de hs obras de creacién literaria y de lis conteibuciones cientificas' que definen la personalidad intelectual de Goethe durante las seis décadas de su vida produciiva, realiz6 también una amplia labor critica y de teoria de las artes figurativasy literati, de la que los ensayos que presentamos ‘en castellano forman sdlo una pequefia muestra, aunque en ésta logicamente se ba intentado integrar —de lo que no esté traducido hasta ahora— lo mis fa- moso y lo mis significative Goethe piensa que, en cuanto artista, se debate en tun campo en el que influye h filosofia pero que, en tanto artista, le es propio; en: riquece sus obras con conozimientos cientificos pero los utiliza en forma dife- rente y en contextos propios. Ademés existen varios campos en los que el ar- tista puede ejescer sus actividades: e arte plistico, a pintura, la escritura, la m sica, Los ensayos de Goetke varian poco si se considerani en funcidn del pi- blico al que los presenta: con la misma brevedad se dedica a la difusién ¢ ins- truccion que exige un piblico amplio, como lo suponemos para la Jenaische Allgemeine Literatur Zeitung, 0 se disige a un piiblico de entendidos, como en las Horas editadas por Schiller 0 en los Propylien. Practica para un piblico selecto Ia critica de obras de arte ccatemporiness y antiguas, de libros nuevos y de tra- 1 Véase sobre este tema y el sistems del pensamiento de Goethe el eNachwort»(Posfacic) de Cal Poedkich von Weizscher sl tomo de ercritos sobre cencis naraes, 1 pigs. 87-554, Tn inflvenrin del peneamiontaeientiien on muchas imagenes y pentamint de bs Sess pos seas gostneans ba sido caida en los tlimas ats por Albrecht Schéne, que ha io anaizando ‘su presencia ante todo en el Faw yvoled sus conacimientos en ls ediciones de la Dente Bote 1 de Insel dl Fai. In see de estos estos pestenece su nuevo ensayo «Das Kolletivwerk Faust. Mediziner und Natutwisesnschafter als Mitatbeier an Gocthes Weltspieb, publiado por tercera ver, natuealmene com cambio, en et Iie Adanach anf das fbr 1999. 03) 4 [REGULA ROHAND i LANG BENDS ducciones, o discute pensamicntos nuevos y criterios de valor, como la cuestiéa de cémo reconocer quién es un verdadero artista, quién un diletante, qué define 8 uno y al otro, y eémo Megan a adquitis los conocimientos necesarios para éjercer su arte o los criterios de un verdadero conocedor. En castellano tenemos un breve ensayo de 1959, Emilio Esti, «El mundo estético de Goethen, en el que se describe dicho mundo estético bajo los con. ceptos de desarrollo y renuiciamiento y se analizan las etapas del pensamiento goetheano, desde la ecuncién naturaleza=arte, pasando por la ecuacian arte-estlo ¥llegaado a la equiparacidn del arte con la ideaidad En €l se ven los puinipion de In polaridad y el acrecentamiento que el poeta considerd como fuerzas bi sicas en la naturaleza y que actian en la creacién artistica en la medida en que ésta es generada por la natutaleza: conceptos bisicos que vale la pena recordar a el momento de acercarnos mas particularmente a la labor de Goethe como exitico y pensador del arte y de la literatura La ensayistica goctheana y nuestra selecci6n Se ha intentado presentar en este libro tales textos cuya temvitica representa «l punto de vista de Goethe en discusiones vivas de la época, como et ensayo sobre el grupo plistico del Lanont los trabajos referidos ala épiea y la tragedia ¥ a Shakespeare, pero que tienden a centrarse en los principios del autor pata {que sitvan a ilustaar de mancra ejemplar su actitud, Por esto se reunieron ante todo algunos easayos centrales, por un lado el rapsddico trabajo juvenil en el dia de Shakespeator, a el que se ve ln actitud del Sturt and Drang, y, frente a esto, para la concepcién clasicista del arte, trabajos de la etapa de madurez, como el ensayo sdmitacién simple, manera, estilo» y Ia introduccidn a la revista Prpyien Otro grupo entre los trabajos aqui presentes permite una vision de la inser. cién personal de Goethe en la cultura, como el ensayo sobre la influencin de Kant en su formacién, o aquel en que se ocupa del experimento cientifico com. parado con el arte, pero también los breves ensayos ditigidos a los jovencs poctas y el importante ensayo breve en el que se expide sobre el valor actual de 11 poesia alemana en cl fin del siglo xvu, «Sob el sansculotismo liteation, Por lltimo he querico dar lugar a trabajos que formalmente son poco ortodoxos eto acogen peasamientos centrale a la teoria goetheana, como la traduccion e los dos primetos libros de Diderot acerca de la pintuta, en cuyo desarrollo mezcla su voz con la del autor francés, discutiendo paso a paso la postate preclisica del tatado que traduce, 0 el ameno didlogo «Verdad y verosimilitud enlas obras de arte, en el que defiende a sutonomia de la obra de ate, o también vrmopucct6 is la pequefia serie de expresiones suavizantes cuyo uso desaconseja a los poetas, que nos orienta contundentemente sobre el carfcter definido que encontramos en cualquier fragmento escrito por el autor. Estos trabajos, mis experimentales en lo formal, documentan en Ia presente seleccién la ocurrente picardia con ‘que Goethe fundamenta lo que le parece importante. Indiean que cl autor n0 cs sigido, ni iquiera en lo forrral, y muestran asf la continuidad con la genesacién joven de los roménticos, asf como él mismo lo expresa en dos breves textos disigidos a jévenes poetas Lamentablemente se han debido exchuir, por su extensidn y cantidad, trabajos de tanto peso como el importante texto dialogado «Fl astista y los suyos», los censayos sobre la iltima cena de Leonardo y sobre Winckelmann —este iltimo se encuentra en Ia edicién de Cansinos Assens—, o las «Reglas para actores>, que constituyen un repettorio para entender las innovaciones propulsadas por Goethe en su actividad como director del Teatro de Weimar (1791-1815) y se pueden leer como un manifesto de estilo clisico de la actuacién teatrl, También sc echari de menos el breve articulo sobre la mtxica que forma parte de las notas aque acompafan la teaduccién del Sabrina de Ranean, asi como la definicién de las formas naturales de poesia, que se encuentra en las notas al Dir Occidental Oriental. De estos textos se puede encontrar una versién en castellano en la edi- cién de Aguila. Los miltipls trabajos ensayisticos de Goethe referidos a textos especificos 0 cuestiones pasticulazes, no por ser breves carecen de un enfoque personal: el autor ha dedicado breves notas a la Divina Commedia y all Cantar de ‘as Nibelunges, a los testimonios de la literatura popular de diferentes pueblos, ante todo el folclore serbio, cuyos aspectos atrajeron su atencién en repetidas casiones, y se ha referido ¢ monumentos antiguos en suelo germénico, como el obeliseo tomano en la localidad de Igel que vio como pasticipante de la guerra con Francia en 1792, y otras mas recientes, sea del arte figurative o literario, ‘como los paisajes de Ruysdael 0 la novela Gabrive de Johanna Schopenhauer ‘Otros trabajos se ocupan deconceptos como el poema didictico, e diletantismo, Ja «Weltliteratur» (literatura mundial). Obviamos en la presente seleccién toda la labor propiamente critic. que dedicé Goethe, des abogado en Frankfurt hasta sus titimos afos, a resefiar libros de las mas di- vversas especialidades, entiqueciendo con sus contribuciones el diilogo cultural de su petiodo. Por cierto, si pensiramos en una traduccién completa, mucho Hate pequeiio trabajo forma una cutiosa sere con oteas colecciones seunidas por Goethe: sobce érmings valottivos wtados sor los cttcos lanceses (Weteowore fanatiizchee Kaien), yy sobre fils de grafias debidas 9 eficiencias audicons, de escrtur 0 de imprenta (Hor, Sena nnd Drake, * Las traducciones de R.Cansinas Astens quais no sasbicen todas ls exigenias de exseinad steel oxi, peo hay que respete la intencibn de hacer asian ba an extens como la de Goethe en los cuatto tomos de ea edicin, 16 [REGULAROHLAND DE LANGREHN iis que lo hecho es lo que queda por hacer. De las Masimac y mflxions, tan con- tiguas en su temitica con los ensayos, ya se encuentran traducciones®. Tampoco incluimos ensayos refesidos a la labor propiamente cientifica de Goethe Comienzos de la trayectoria de Goethe como ensayistay critica Vuclto a Frankfurt después de recibirse de doctor en leyes en Bsteasburgo, el joven Goethe compuso en octubre de 1771 su discurso «lin el dia de Shakespeare, ensayo en el que, como dice Juan C. Probst: Goethe sinde homenaje, como poeta novel, a su maestso y le da las gracias por la luz que encendié en su alma. Aun reconociendo la dife- rencia de dimensién que separa a él, un pequetio Peometeo, de Shakes- peare, el gran Prometco, le trata de igual a igual, pues siente dento de {el mismo impulso de genio creador que admira en aquél. El oxigen y el tema de su discurso es, en realidad, ia impresi6n que Shakespeare le produjo, el efecto subjetivo expesimentado por él, mientras que su mentor y amigo de aquellos afios y en este tema, Herder, [J trataba de revelar I esencia del poeta inglés y descubrir sus cualidades objetivas Le antecede el primer esbozo del ensayo «Sobre la arquitectura alemana», ded ‘ado a la catedtal de Fstrasburgo. Entre marzo y diciembre de 1772 publie6 varias resefias en la revista Frankfurter Gelerien Anzeien, fundada en 1736, que durante laiio 1772 fue disigida por Jobann Heinrich Merck (1761-1791), amigo del poeta, La labor propiamente teériea de Goethe comienza con el apéadice a la tra- uecién realizada por Heinrich Leopold Wagner, del tratado Du Titre on nowsed sta sur Part dramatiqus, escrito en 1775 con el titulo Aus Goetes Brefasche y pe bilicado el ao siguiente. En este trabajo el joven Goethe todavia profesa aquella hostilidad contra las regias que ya habia hecho conocer en el ensayo «fin el dia de Shakespeare>. Dice, en su postfacio al tratado de Mercier: 1A ate campo dec en 1967 E. Robert Gu un eno en lq clon ana obras de Cone con tos res “ee eee Tas uaduciones de Maina mf xt co gia, ph 3-48, Vase aris ‘la Nailer. Aformos exestrente MAS (ead de Schtbey 90. “La Ts deo ree complet en Ags, 9, pig 27, Eat adem 4 inion ad dP. Son, 7 as ds as en]. C. Probst, 18, pigs. 97-98 vrmopuccron ” [a] ya es hora de que se deje de hablar sobre la forma de las obras dramatieas, sobre su lorgitud o brevedad, sus unidades, sobre su pri: cpio, su desarrollo y su final, o como se denominaban todas esas cosas [oA pesar de ello existe una forma que se diferencia de aquella otra al ‘gual que el sentido interior se distingue del sentido exterior 6 superficial, tuna forma que no puede asise con la mano, sino que necesita ser sen- tida, Nuestzo expitina debe abarcar lo que puede contener otro espiritu, nuestro coruz6n debe sentir lo que ha de colmar a otx0 corz6n. De la rombinacién de replas no resulta I iberaidad y, aunque el ejemplo pueda ser peligroso, en el fondo es mejor hacer una obre confusa y no una cobsa fi, Oposicién contra el aftancesamiento Goethe fue un gran conocedor de Ia literatura y en general de la cultura francesa, que admitsba, de la que traducia —se le deben traducciones de textos de Mme. de Staél y de Voltaire, ademas de Ia trachuccién del Sobrino de Ramea, ke Dideror, de poco impacto en sus dias pero famosa ahora— y en cuyo ambi sabia acogico desde el gran éxito francés del Wertler. Pero esto no impidié que se enfreatara a los franceses en un asunto que le tocaba de cerca, que es: st las leteas alemanas tienen un valor propio y un desarrollo visible frente a les del pueblo vecino. Se ha perdido un diflogo que en 1781 compuso Goethe como réplica al tra- tado de Federico Il, De (a itéature allemand. ste foe objeto de una extensa con. twoversia en Alemania», destinada a defender el creciente amor propio de los autores germénicos ante la influencia francesa apoyada por las grandes cortes alemanas, afrancesamiento cue més de un decenio antes Gotthold Ephriim Lessing haba intentado combatic a lo largo de la Dramaturgia de Hambrrgo (1766-1767, sin que ello 0 la publieacién de sus piezas teatrales y de las primeras obras del Starm und Drang —sote las que figuraban el Goetx von Berlcbingen y cl ‘ois ist endlich einmal Zeit, dab man aufgehce bat, ber die Form deamatiseher Sticke su reden, uber ihre Linge und Kine, live Pisheiten, ihren Anfang, iar Mitel und Ende, ved wie das Zeug ale bib [.J- Deswegen gis doch cine Form, die sich von ener unterscheldet wie der inmere Sinn vom allern, die nicht mit Hinden gegeiffen, die gefuhle Sein wil. Uaser Kopf eu Thertshen, wae ein andeer Kopf fame learn: unser Hee mull empfinden, was ein andes flea ‘mag, Das Zosammenwerfen der Regeln gibe keine Ungelnindenheit, und wenn ja das Bespiel gefahlich sein sole, so it's dock im Grunde besser, ein verwormes Stick machen, als ein Keates» (sn sn, 2 1976, pp. 9, tea. de EL. W, ong » Documentada en el comito de HI. Steinmetz, 1985, que contiene algunas de las reaciones al taste que Goethe relizd en ea comsspondencia (pgs. 181-145), nue 9 documenta el hecho de ave posterormente algunos ous ensayos de Gocthe se eonectan con esta tracicién. Sobre el sans Clotismo bterrion documenta en muestiaSlecein est tom, 18 [REGULA ROHLAND DE ANDERS Werther torciera la conviceién del monatca ilustrado. Sin darse por entendido del hecho de que ya existian numerosas obras innovadoras, el rey de Prusia pu blicd en 1780 su tratado, escrito a mediados del siglo, como si en los treinta atios de atraso desde su redacci6n nada hubiera sucedido, Proclama Ia necesidad de tuna educacién mejor para lograr en Alemania una literatura nacional. [a res- puesta al rey de Prusia forma un faterexto implicito en ensayos posteriores de Goethe, que se relacionan con la superncién del afrancesamiento literario, ante todo «liber den literarschen Sanseoulotismus» (Sobre et sansculotismo literario, 1795, replica a un ensayo de Daniel Jenisch) y «Pir junge Dichter. Woblgemeinte Enwiderungy y «Noch cia Wort fir junge Dichter» (Para jévenes poetas. Res- puesta cordial, y Otea palabra para poetas jSvenes)!* —ambos de 1832—, cuyo tema es el alto desarrollo al que ha Hegado en In vejez de Goethe Ia poesia na- cional alemana y la situnci6n dificil que esto define para quien sienta un impulso creativo. Cuando se lean estos ensayos conviene recordar la situacién que el autor presenta de sus afios mozos en Poeria_y verdad, con sus vacilaciones pet- sonales entre las miitiples influencias que lo impulsaban y las ejercitaciones « las que se sometia el joven poeta, El viejo Goethe puede sentir orgullo de haber integrado un enorme acervo cultural en su vida y sy labor, de haber desarrollado cen pleno su personalidad y de haber realizado Gonteibuciones decisivas a la constituciéa de un lenguaje poético en su idioma. Las artes figueativas sltivado el dibujo a la par de la escsitura durante muchos aiios, y sélo reconocié que el arte figurativo no era su campo cuando, durante su estadia €a Italia, traté de cerca al grupo de pintores germanorromanos, los Deutscher, entre los que se encontraban Johann Heinrich Wilhelm Tischbein, con quien ya habia tenido un contacto por cartas, el paisajista Phillip Hackert y Angelika Kauffmann. A ellos también se habia asociado Kael Philipp Moritz, tan im- portante pata la formulacién de los ideales clisicos en la formacién teérica de Goethe, Después de su viaje 2 Tala (1785-1788) vertié Goethe sus conocimientos del arte figurativo y de sus técnicas en sus contribuciones al Teutscher Merkur, editado por Christoph Martin Wieland, Entre éstos el ensayo «mitacién simple de la naturaleza, manera, estilo», publicado en 1789, constituyé, como piensa Emil Staiger In epiedra angular de la estéticn elécicn de Goethes (1953, pag. 123), ya que presenta una base programitica para los trabajos que le suceden en Ia misma revista, sobre las experiencias de arte que lo habian enriquecido en Italia ' Que forman serie con otxos ensayos breves como «Eipochen der deutschen Litertuo» (poet dea itesatur alemans), space der forcierten Talent (Epoca de ls talentosforzados), ‘Neueste deutsche Pocsien (La mis seciete poesia alernana, rwopucerow 9 A Goethe, como constata Vietor Lange! le parecié fundamental mantener Ja separaciéa entre los distintos géneros artisticos, y su meta fue cultivar la mo- dalidad especifica de cada uno de ellos. Los pensamientos adecuados para cl arte figurativo, especialmente el concepto de lo bello, no se adecuaban, segiin él lo veia, a Ia poesia. Por esto, utiliza pata las definiciones de su ensayo tan s6lo cconceptos derivados de la teotia del arte figurativo. Esta delimitacién se basa en Ia diferencia entre los medios en que las artes sc realizan, segiin habia esta- blecido Lessing en su Lavcoon (1760), pattir de los medios de que disponen y de su desarrollo en el tiempo o en el espacio. Von Finemts define los tres conceptos citados en el titulo, ‘mitacién simple’, ‘maner’, ‘estilo’, que constituyen el eje central del ensayo, cada uno desde una tradicion diferente. ‘Imitaciér: de la naturaleza’ ¢s un concepto fundamental de la teoria del arte desde Ia antigiiedad clisica, Renovado en el renacimiento, se mantiene vivo hasta el siglo xvii: Batteux, Sulzer, Mengs, Reynolds y otros. A partir de Giorgio Vasari se habian distinguido tres geados de imitacidn: el pri- mero, torpe y estrecho; el segundo, que representa la verdad en un estudio exacto; el tercero, que se eleva sobre la realidad. Estos grados cambian en la discusién siguiente, llegando a tener un matiz psicol6gico en la teoria de Kasl Philipp Moritz. Su ejemplo: WV ange, 98, "Las eopsepos dabondor pot Goethe te wolves a enconksr aos mista en el Pelogo 4 La nna Masa, Sobre el empleo del coco en la ragedian, donde Shier en un conerio lnerdo,anigoctheano en la medid en que tansplans los Conceptos dla le Mestre vas el xquemndickendo:sCusnde a natcaezs a dado na comprension extant ‘into into adceuo,rehusano el don dena fase ceador, pinta feline loves se epresentatin con vetdad los fnenonacldentaes, pot tanto, el epta de la atu ice en verde damos la ibertad que apetecernor, aos aa peaosinete al cca eseecho 4 welga dn eealdad Agua quien fx tocado en sese, pore contao, vim rn fat, eosin caieter sin seninicato se preospar poco de endl y mucho del mundo exer Je pron fn slo open pr xa y baton de os combos ome ca su ob es expu yvasuapaencia, nos dvr lgunos instante, pesos Seat nel inimo nate sci y darble [Amis condones se contadicen tn por, en fet, Suc, ames bien, son una sla eign, pore el arte slo lo ex cuando eneia por com Piet lo sel yse hace en todo ide Ta aba natraesa es uo iea del eit, spe D9 ac Bajo el domino de los sentidos. Halas ocala entre lor fenenoe, nance ve presenta Slo alan idea x permnitido,o mejor dcho, solo xe ka bandonad ese domino [.] el ss to bade emplen wn slo elemento dl alla, tl como eniste[-] su orm ha de serie fe todas sus pare, rico medio de qu sen fod real est de acerda con a atten Schltdl. pg, 1619,Nloderaio las gratin SS a pigs. 657 20 [REQULA ROHLAND DE LANGHEIN Fl necio imita las acciones de Séerates, el actor lo parodia, el sabio inmita su actitud Goethe mantiene los tres niveles, pero aplica el concepto de imitacién tan s6lo al nivel inferior. “Maniera’ es otro concepto de la critica de arte italiana, pri- ‘mero en sentido amplio y no valorativo (manna buona, cattina, antca moderna), ris adelante, en el clasicismo bartoco, aparece como término absoluto. En vez de ad- jetivo se torna en sustantivo: dpingere di manera es ‘representar de memoria’ y no frente a la natusaleza. Asi el concepto manicm ze apropia el sentido peyorativo de lo amanerado que es el que conserva hasta auesttos dias. Goethe lo usa en el sentido de alpngere di manera —'de memoria’—, pero subraya que lo usa en sen Lido alto y respetable, sin darle el matiz peyorativo de la preceptiva clasicista Este concepto se amplia en la novela corta «Der Sammler und die Seinigeno (El coleccionista y los suyos). ‘Estilo’ viene de la retérica antigua, que distinguia sts sublimic, medves, bul. Los mismos preceptores que devaluaron el concepto de ‘maniera traspasaton este concepto dela ret6rica y poética ala teoria del ate, par dhtle el sentido que antes tenia ‘manier”. Ea Alemania lo introducen Winckelmann y Mengs. En un trabajo anterior explicaba von Finem's las telaciones del con- eepto con la teoria de arte de Goethe, constatando que mis tarde se aparta de este esquema, pues cita el siguiente pasaje del autor En los tiempos mis remotos el arte servia siempre a la religibn, for mando ciertas nociones rigidas, opacas, extras y violentas. Por ello el arte nunca comenzé con Jo natural, sino en todas pastes surpid con algo como sentido y gusto primitive. El arte no comenzatia, entonces, en perspectiva antropolgica, con una imi- tacién de la naturaleza, sino con ideas que estin lejos de lo natural, y s6lo len tamente se acerca a la natusaleza. Esta vision se encuentra en los pensadores 10- mnticos, pero, segtin von Hinem, la teoria del arte la llev6 a sus consecuencias sélo en el siglo xs En 1798 creé Goethe con los Prypylien una revista propia, dedicada casi excla- sivamente al arte plistico. Colaboraban con él sus amigos, ante todo el gran co- nocedor ¢ historiador del arte Heintich Meyer, y mis ocasionalmente el filélogo lisico, docente de la universidad de Halle, Friedrich August Wolf, el poeta, f- WK, Ph Merits, 1902 pigs 668 (es patieass. 1s Bn un nuteido anialo dedicado « la evolucién del pensumiento goetheano sobre el art, Gocthe und die bildende Kuast en HL von Pinem, 182, pigs. 113-17, en especial ig 170 y sigs 1s wa 8, pigs, 14-437. «Nee Unteshaltngen aber verschiedene Gegenstinde der Kunst (Nuevos entretenimientos sobre dversos objetos del ate, publicado en 188) rropuccion 2 lésofo ¢ historiador Friedrich Schiller, y, desde Paris, el humanista Wilhelm von Humboldt y su mujer Carolina. Esta revista, editada por Ia casa editosial Cotta, tno subsistio’ mas que por tres afios, con un total de seis nimeros. Corsié ast tuna suerte parccida a Die Hons, editada por Schiller (1794-1797), cuyo perfil idea- lista habia gozado de tan poca aceptacibn como fue efimero ahora el éxito de las ideas clasicistas goetheanas. Y hubo buenas causas: en 1798 también comenzd a aparecer la revista de la joven generacién romantica, Arhenium. El clasicismo de Weimas fue propulsado por los dos amigos, Goethe y Schiller, entre 1794 y 1805, en. miltiples empresas Comunes que tealizaron al margen de varias grandes obras. Fistas son el IValénsein y los dramas tardios de Schiller, y el Wein Meister, Hermann y Doroea y el Fausto Ide Goethe; las empresas menotes fueron el con- junto de baladas, los Xenias 0 epigeamas criticos, diversas traducciones, la labor teatral en Weimar y miltiples lecturas y temas que trataron en sus conver- saciones orales y en su cosrespondencia. El estilo clasicista que promovian no pudo mantenerse frente « las tendencias innovadoras del somanticismom™. Ello no sélo se debe a que el clasicismo es superado desde afuera por el romanticism, sino al revés; I ironia inherente a la conciencia poética de Goethe prepara cl terreno para una nueva etapa en su desarrollo. Se debe observar que si el cle sicismo se define como sisteraa cerrado, que si explicamos como finito el sis tema poetolégico clasicista, no lo podemos hacer coincidir con una imagen coherente del poeta. Asi, aun cuando todavia en la importante biogratia de Conrady leemos que Goethe ha querido «codificar en su programa artistico smaximas gencrales que prescribian el modelo clisico del arte a todos los artistas, el mismo Conrady comenta poco més adelante que [J una imitacién al pie de la letra no era la meta. Antes bien se trataba de encontrar los principios segin los que habian procedido los maestros antiguos, levatlos a Ia concienciay llegar a ser productivo en el mismo seatido que ellos. No era, por ende, imitaciéa, sino adopeién de lo ejem- pli y transformacién al proceso de creacién propio”. a difecencia teérica entre los ambitos attistcos, que en la generacién de los rominticos se hizo borsosa, pacecia a Goethe ser un fundamento de salud. Como ‘vemos en el presente libro én la eintroduccidn ala revista Prpylivm, donde dice: ‘Una de las ands importaates sedales de la decadencia de las actes ¢s Ia smezcla de las diferentes cases que las conforman, "CE HE von Binem, nota introduetoria a «Binlecung in die Propyliens i, pigs 580-58 1 Véase por eempla K. O. Conte, 198, pig. 2. KO. Conrady, 198, pig. 2 2 [REGULA ROMLAND DE LANGE asi como también se opone a la mezela entre la naturaleza y el arte que el an- ciano Goethe de Poesia y verdad caracteriza como ela principal enfermedad de ‘nuestro siglon=. Esta consideracién esti en la base de su exftica de las obras de la generaciin tomzntica, Pero él mismo adopta en sus tltimas grandes obmas formas y procedimientos roménticos, dejando atris, consciente del anacronismo que implica zestituir un arte clisico, las teorfas en las que se fundamentaba el in- tento de sus afios de madurez Diderot Goethe respeta dichos limites y se cierne al tema del arte figurativo, en sus comentarios a Sobre la pintura de Diderot. Ha meditado profundamente esta di- ferencia, como muestra el final del ensayo sobre el Lanwoonte. La conexién de Goethe con Diderot es famosa por su tiaduecién del Sobrino de Rameau, ya que Ja versi6n realizada por Goethe, si bien tuvo poca repercusién en el mercado, fue por muchos aiios el Gnico texto accesible de esta novela. La otra traduccion realizada pot Goethe, de dos capitules del Ensayo sobre la pintura, definié du- raate el siglo xtx la recepcién de Diderot como teérico del arte en Alemania y constituye, como dice Roland Krebs: [--] un importante eslabéa en la concepeién del atte neoclisico de Goethe, tal como se expresa en el proyecto de los Proplien En las notas con las que Goethe discute las proposiciones que traduce y, en segundo capitulo, al texto reordenado que presenta, enriquece desde una pers- peetiva de gran connaiseur el ensayo bienintencionado pero no en todas partes profesional de Diderot, Goethe aborda el texto que traduce con sumo respeto Y sus notas, igual que los comentarios de Lessing a sus traducciones de Diderot (po ejemplo en los fasciculos 85:89 de la Dramaturia de Hamburg), reflejan el profundo interés que tiene en hacer valer todo lo que puede aceptar de la pos- tura del original francés. Utiliza su propia postura pata fundamentar su teoria de corte ncoclisico a fin de que en ésta pudiera basarse cl artista figurativo, sca para el dibujo, fa escultura o para la pintura. Son centrales los conceptos del arte que no imica la naturaleza sino que erea como la naturaleza y de la obra de arte auténoma. Una vez que los primeros dos capitulos de Diderot le hhan dado pie para desattullat sus idews, los otros cuatto quedaron sin traducir. Se observari que las anotaciones de Goetie al primer eapitulo sirven para de- CE Hi. von Hinem, 1952, pig. 147. La cia de Poin edad 6, wht 2,16, 2 CE dlanticulo eDideroo de R. Keebs en Gate Hat i, 997, pigs sb St A la biblio gifs mencionada en este atculo convendsia agregar I. Schlésses (100, pigs. 86-36), que ya ci, ‘gual que H. Dieckmann 1982, ls miss earas aH. Meyee ya Schill co ls que se ocupa Krebs, vrnopuccion 23 fender los estudios de las ciencias naturales y las anotaciones al segundo, para introducie al Ambito de la teorfa de los colores. De este modo el ensayo cubre cestos dos importantes aspectos de lx actividad goetheana desde la teoria misma del arte EI Laocoonte Goethe se refiere en un ensayo propio a la famosa obra descubierta en 1506 en las Termas de Tito, en Rema, realizada hacia 50 a. C. por los escultores he- lenisticos Hagesandros, Polydoros y Athenodoros. Esta obra ha ocupado un lugar excepeional en el pensumiento sobre el arte, ante todo durante el siglo xvin. Winckelmane inaugura un nuevo periodo de este pensamiento cuando ‘en 1755, en su primer ensayo «Reflexiones acerca de la imitacién de las obras priegasy, promueve los idenles de la «noble simplicidad y serena tomando a esta obra como ejemplo, y oponiéndole un pasaje de la Eneida (n, pigs. 199.224), el mismo que vuelve a discutir Goethe en el final de su ensayo. Se opuso a esta interpretacin Lessing en su tratado «Sobre los limites entre la pintura y Ia poesia», que lleva precisemente el titulo de Lavon (1760), en el que analiza las diferencias en los medios utilizados por las dos artes que compara {€l desazrollo en el tiempo contra la expansién en el espacio). La disputa se extendié al adversario de Lessing, Klotz; a Herder, en el primero de sus Kritische Walder (Sitvas cxiticas), y también Schiller volvi6 a discutir Ia obra en su ensayo (Uber das Patbetische (Sobte lo patético) de 1793, considerindola como parangén del patles. Volvié asi a una cimensién que desde el siglo xv! ya habia estado presente en las discusiones dz la obra. Un trabajo del anticuario Aloys Hirsch sobre el grupo, publicado por Schiller en los Hore en 1797, fue Ia ocasién in- mediata del ensayo goetheano, ya que Hirsch defendia la identidad de lo bello yo verdadero, «Ia que Goethe también habia suscrito en su juventud pero que ahora contradecia. Ademas de con Hirsch, a cuyo trabajo responde el de Goethe en manera directa, su mayor deuda es con Winckelmann®: Histéricamente se explica la admiraci6n de las obras helenisticas, « las que pertenece el Laovoonte, a partir de la falta de obras ckisicas propiamente dicha el descubrimiento de los eginetas, del Partenén, de Phigalia (al que Goethe dedicé més tarde otro ensayo) pertencce a los primeros decenios del siglo xix Goethe todavia vio estos deseubrimientos, los salud6 con entusiasmo y realizé cambios en su pensamiento sobre lo clisico, Pero no dejé de estimar el grupo aqui discutido, que en lo sucesivo fue eclipsado para la opinién general por agquellas oteas obras. grandeza», 12 Véanse ls piginas que dedica a este ensayo Hl von Binem, que analiza lae deudas con Winckelmana y con Higchs 143, pgs 584586 24 [REGULA ROFLAND DELANGRESIN Goethe conocié un yeso de la cabeza del Laocoonte del grupo durante su es- tadlia en Leipzig (1767), y pudo ver un yeso completo en sus estadias en Mannheim (1769 y, probablemente, 1771). No menciona en su Vigi a Italia la impresién gue le produjo el original, porque, como manifesta al comienzo de esta obra, sélo deseaba dedicarla a aquello que fuera totalmente nuevo para él. Peso cits, a propésito de visitas realizedas en conjunto, el ensayo de Meyer sobre la con- templacién de obras plisticas a la luz de antorchas, en que se mencionan ésta y otras obras famosas conservadas en el Museo Capitotino, ubicadas en lugares escasamente iluminados®s. Goethe realiza en este ensayo tina forma de repre- sentacién centrada en el principio de la organizacién, muy lejos del esquema ordenador que él mismo habia elaborado en conjunto con Mayer, presentando una interpretacién orgiinica de lo que es causa y efecto, cuales son los afectos bisicos y emo se expresan en sus itimas consecuencias a los sentidos. El Laocoonte fae una de las obtas que se cedieron a Francia en el tratado de Tolentino, pero todavia no estaba exhibida en Paris cuando Goethe redacté el ensayo. Pademos observar en varios de los ensayos, ante todo en la introduecién a los Prapyien, una mencién del traslado y de la destruccién realizada por los fran- ceses con los tesoros del arte italiano, entre los que el Lavevonte slo constinuye tun caso memorable. Se refiere a esto en la catta a Schiller del 17 de enero de 1758, donde menciona el daiio que el traslado ocasioné en algunas de las obras, y cali- fica en ella los ensayos que se estaban dedicando al grupo del Laocaonte como de ‘charlatanerias’ 0 ‘habladurias’, En efecto, la manera de comprender la obra desde los inherentes resortes psiquicos de los personajes y su determinacién por lo técnico y mecinico, construyendo asi una motivacién pars todo lo que apa rece en la superficie, muestra la particular intensidad y la insaciable cutiosidad que caracterizaba a Goethe como receptor de las obras de arte. Por esto, st trabajo dedicado al grupo del Lagoon constituye un hito en In historia de la deseripcidn de las obras de arte Goethe y Aristételes: Conciliacién y redondeo frente a la catarsis, En su tiltima etapa productiva Goethe se expide en el breve «Suplemento a la Poética» sobre una de las proposiciones de la Poétca de Aristteles que mis problemas ha generado, desde que en el siglo xvi comenzé Ia discusién acerea de este texto. 25). W. Goethe, late Rese (Viaje a Talia), 1, noviembre de 1787, WA, 38, pigs. 148-150 21 nk selon de 3 passes sobre I aan que teased y texduo V. Garcia Yebra (124 pgs. 352579), slo elim, de W. Schadewalk,y el nimero 25, de G. B. Lessing, pertenecen al fenbsto lemn; este panorama de taducciones se deberi entiqucps pr lo senos con frageentos dle clos intéspretes de relive, comma lo son Herder y Goethe srropuceson 25 1a larga historia de la especulaci6n sobre la Poftca de Aristoteles, desde su traduceién tenacentists®s y los comentasistasitalianos, ala que se suma Alemania Gon la taduccién y cl comentario de 1753 por Michael Consad Curtius, fue dis- Eutida por Lessing en 1767 y 1768 en su Dramaturgia de Hamburgo=. Lessing se pasa ea numerosas fuentes y en intensas discusiones con sus contemporincos, capecialmente sus amigos Moses Mendelssohn y Friedrich Nicoki, con quienes habia realizado un intercambio de correspondencia sobre el tema en ais ante- Hotes. Su concepcién del texto aristotéico, si bien hoy se considera como exrénea tn lo que se refiere al entendimiento textual, ha sido por lo mis fructifera por muchos afios en Alemania, Coasideré que Atistételes habia tratado el tema con total coherencia, aunque solo desde el punto de vista escogido (el de la ragedia), de manera que obras de otros géneros pueden set evaluadas tomando como base este sistema. Entre sus formulaciones se destaca una definicién del efecto de In tragedia que involuera la catarsis. La considera como basada en Ia compa- sién por el héroe en tanto es similar a nosottos (los espectadores) y en el miedo de que al héroe sucedan vivencias que nosotros no descariamos pasar. Es el principio de la identificaci6n. La definicidn de Lessing constituy6 un vivo es- timulo para la discusidn en les afios siguientes, y deben ser estas influyentes formulaciones las que, pos ejemplo, forman la base de las definiciones realizadas por Schiller en su ensayo «Sobre el arte trigicon de 17822. Schiller hace caso ‘omiso de uno de los dos eoneeptos del binomio miedo (0 Jer) y compas, larga- mente discutido pot Lessing, Sin discutir su fuente, Schiller pasa por alto el miedo ‘que, al constituir nada mis que una vatiante del sentido de compasin, en cicrta me- dida resulta redundante en el sistema. Ademis se desentiende totalmente de la calarsis, que reemplaza por la onmocin (Riibrang). Su ensayo rofuerza asi ln es- tética dl efecto que también habia defendido Lessing, Goethe se opondsi a otro de los conceptos de Lessing, el de I eatatsis La concepcién de la tragedia y el concepto de ‘eatarss’ goetheano y su rela- cién con la filosofia del momento son discutidas por Botho Markwazdt (1971, 1, pigs. 100-103) y Max Kommerell (1970, pags. 60-62). Se subordinan a la idea de Ia conciliacién y del ‘redondeo? que encontramos ea la poética desde Herder hhasta Holderlin, Markwardt ecosidera que en la aplicacién de los conceptos del 2 Vase la histosia del arstotelismo en Ia Intcoduccidn a la Pola de Assteles de Gain ‘Yebra, ange ita en realidad se oeipa con las tradueciones- AIK no se encuentran mencionados ni Herder, i Gootbe 2 G.E, Lessing 1998. Con referersa al teors de Lessing, encontmimos ua hetmoso capitulo cen M, Menéndle2 j Pelayo, 1943, pigs. 38-98 cere de wSobve elastetrigioor vase I tinducion de W. Liebling en F Siler, 19 Schiller se vale al de todo el apatato conceptal de Pai aistotlca aunque cl ator ia estudiar este tratado solo en 177, cuando Goethe le presto su ejemplar del mismo. 26 [REGULA ROMLAND DELANGMEAN ‘redondeo” y de la ‘conciliacién’ a la eatarss se hace patente la tendencia clisica, ‘puesta al desgartén de lo propiamente teigico-Ea el ensayo «Shakespeare j ‘0 se acaba» de 1813-1816 leemos que, a diferencia de la tragedia antigua, el drama modemo puede llegar a esta conciliacién porque su héroe no se somete, como el antiguo, al die, sino que su relacién con el mundo se determina por el querer. Bl autor vuelve a aludir a este tema en el «Suplemento». Mis tarde defendis Goethe su interpretacin en vista de sus propias necesidades creadoras, haciendo coincidis lo verdadero con lo que para él es fructifero (B. Markwardt, 21971, 11, Pag, 101). Sobre esto afirma Kommerel: Goethe no sélo ha sefislado con toda perfeccién su propio procedi- rmieato como poeta trigico, para lo que hemos de considerar menos el Tasso y el Fausto que las Afinidades cctv, sino que ha aclarado con ti exactitud que otros la opinidin aristotélica cuando la rechazé tan deci- didamente como antiaistotéica (1970, pig, 61) Goethe rechazé toda estética del efecto porque para él la obra de arte es parte del [.] procedimiento morfoldgico, que entiende las ms clevadas acciones bbumanas mismas como simil 0, més exactamente, como otra forma de la accién de fx naturaleza (Kommerel, 197, pig, 2) La base de Ia definicién aristotélica segiia Kommerell es un pensamiento di ‘simico: la tragedia seria una capacidad del hombre que se realiza en la eatarsis, asi como la capacidad visiva se realiza en el acto de ver Atistételes no tiene en vista por un lado una obra, por el » por el otro wa efecto, ni tiene en vista este efecto solo, sino que se refize a un obsar por medio del efecto, el proceso vital de Ia conmocién tragica realizada en Ja tagedia, que ‘naturalmente es la conmocién de los espectadores (0970, pag. 62). Goethe, en cambio, clabota una visién estitica, ve la tragedia como objeto del arte dentro del cual se tiene que producie la compensacién. Se puede ver en esi, con Kommerell, un malentendido productivo y decit que Goethe, si bien xo intezpreta con la meticulosidad correcta de un filélogo el texto de la Pattca, Jn explica desde un fundamento «completamente aristotélico», ya que entiende el objeto de arte, realizado como auténomo y sin miras en el efecto sobre el piiblico, dentro de las leyes de la naturaleza, como parte de la mista, Sobre los malentendidos productivos y cémo tienen su cottelato necesario en la segunda rmopUcetO a waste del Fausto, podemos leer en un articulo de Jost Schillemeit (1981) que Goethe, en vistas a los problemas que tenia que resolver cuando su personaje culpable y casi aniquilado debe resurgir y encaminarse hacia un final concliador, hhubiera malentendido las tieglas antiguas. Sin embargo, podemos reconocer un tratamiento irdnico en el final conciliador de Ia obte, posibilidad que Schillemeit no tuvo en cuenta pero que incide en la interpretacion que se da al ‘redondeo’ ‘Andreas Thomasberger, quien muestra en mayor detalle los documentos goetheanos, afiadié a esta discusidn importantes detalles sobre Ia aceptacién de fh obra de arte como mundo en si completo —la acepcidn clésica de la auto- omia— por Wilhelm von Humboldt en su ensayo sobre el Hermann y Dorothea de Goethe (1798) y por Schelling en su Fibsfla de! are, y discute la opinién ci vergente de Hegel. En cambio no se refiere a las etapas de la telacién entre Goethe y Herder, cuando habla de la autonomia de la obra de arte. Sin embargo, y ante todo en lo que respeia el concepto especifico de la catarsis, el pensa- miento tardio de Herder —que para explicar este concepto tampoco ha sido analizado por Matkwardee\— es muy cercano al de Goethe y lo antecede por iis de veinte agios. Herder habia propuesto en su revista Adrastea, fasciculo Iv/10, de 1801 (1802), una revisibn del mismo pasaje de Aristételes que Goethe tea- ‘uciria en sw ensayo de 1827. La definicién herderiana realza mis cada uno de los miembros de Ia explicacién, pues dice que, segiin se sabe, Aristételes definié Ie tragedia como: Imitacin de una secién completa que tiene magnitud y es ejecutada laboriosameate, en wn diseurso formado y ameno (cuyas formas particu- lares actiaa cada una en dmbitos separados), y no mediante un anuncio © narzacién, sino por conmiseraci6n y miedo, y realiza de'esta Forma la purgacién de tales pasiones». Lo que une el pensamiento de Goethe con el de Herder es un elemento que ‘no se manificsta en la traduczidn del pasaje sino tan s6lo en el comentario, me refiero a que, frente a los teSricos del efecto, Lessing y Schilles, aquellos dos eatienden que la purgacién es parte de la accién representads y Ia absorben en ella. Esto es lo que sorprende, en la formulacién tardia del ensayo de Goethe, y lo que se puede ver en la explicacién de varios ejemplos en In AAdrastea Esta circunstancia no ha sido comentada, dentro de lo que conozco, en la bibliogratia, 2 Lo que sigue lo debo a dscusones con M. A. Vedda y A. Grieeo y Bavio. 2» «Nachihiog einer emsighexicbnen, vollsindyen, Grachabenden Handlung, in cine anna gebiideten Rede (deten jade Fotm fir sich in sbgethelten Schranken werkt) vad Zar nicht durch Verkindiguag oder Rezahlung, sondern durch Erbarmen und Furcht, ie [iuterung soleheleiLeidenschatten vollendends (Herdes, 1994, xx, pig. 38). 8 [REGULA ROMLAND DELANBEHN sea referida a Goethe o a Herder. Solo Wolfgang Diising, en su asticulo de 1987, destinado ante todo a defender 2 Herder como pensador histérico y, en lo pecifico, a dar relevancia a la teotia de la némesis —con euya actuacién se de- betia conciliar el espectador (1987, pag. 49)—, aventura marginalmente la tesis de que Herder, que del resto dependeria de Ia interpretaci6n que Lessing habia propuesto del texto aristotélico, [1] tefieze la catarsis no s6lo a los espectadores, sino también a los personajes del drama (1989, pag, 212). Herder explica con lt expresi6n repetida Vrsitmung o Vollndung (coneiliacion’ « ‘perfeccién’) las acciones de vatias teagedias de Euripides: el Promizoencadenado, los Siete contra Thebas, el Fidipo; se trata de una conciiacién producida, como ‘muestra su referencia aI acci6n, dentro de ésta (Herder, 1994, xx, pags. 352-360) Herder comenta el uso de la purgacién diciendo: [oo] qué caracteres, por ejemplo, debe escoger [el poeta], cSmo ha de cenfientarios con su destino y cémo ha de encontrar la medida de! ‘mismo, y la de nuestra compasi6n con ellos, de nuestro miedo por no: sotzos mismos?[..] La tragedia se presenta precisamente con la finaldad. de representar con la mayor claridad el destino que amenaza al héroe, y para acompafiarlo en cada uno de los pasos de su proceso con una ad- vertencia o un pedido, con el comentario, el miedo, el consejo o el consuelo (Herder, 1996, Xxilt, pig, 358), Por otro lado en el texto de Goethe encontramos la referencia al final de la Politica de Axistételes, donde este filésofo habla del poder de la misica sobre las dims. En Herder ya leemos una referencia a este pasaje: en la Adhastea se dis- ccute la miisiea no sélo en tanto ejerce poder sobre las animas conmocionadas, sino también como vehiculo que conduce a I sacra perfecciéa de las pasiones (Herder, 1994, xx, pigs. 355.35). La teoria de Goethe sostiene la autonomia de la obra de arte y busca fun damentarla en las ideas de la antigiiedad clisiea sobre el arte y en la priictica artistica de los griegos, pero fundamentalmente se destina a resolver los pro- blernas del agitado periodo que tocd vivir al autor. Goethe y Aristoreles. Bpiea Afios después del fracaso de los Popylien volvié Goethe a editar una revista de arte, Ober Kunst and Altertum (Sobre el arte y la antigiedad)», redactada pric- >» De x sei secon en dy 8c omorcompueston eda uno pores ucicls yun ultimo fasciculo aislado en 1832. = rwopucetoN 29 tieamente por él solo y dedicda, a pesar de su titulo, a todos los simbitos de la cultura, Ea esta revista fueron impresas por primera vez algunas muestras de la cotzespondencia entre Schiller y Goethe y s¢ edité el trabajo «Sobre poesia épica y dramitica, realizado en conjunto con Schiller. El tema de este ensayo se relaciona con otro importante ambito de los inte- reses te6ricos de Goethe. Como sabemos de Poesia y Verdad, Parte i, libro 12, segiin se documenta con sts cartas y diarios, Goethe ya se habia ocupado de fa Pottica de Aristoteles en los periodos 1765-1768" y en 1797, y volvié a realizar lecturas conectadas con este tema entre 1824 y 1830. A un binomio de con- ceptos aristotélicos se alude con el titulo del dilogo «Verdad y verosimilitud cea las obras de arten, y aunque el texto de Goethe tiene mucho que decir sobre | naturaleza representada y asi parece apartarse de la discusién sobre la poética, cl planteamiento central se dadica a la mimesis y la organizacién de la obra de arte. Tales pensamientos volverin a discutirse en el tmbajo realizado en con- junto con Schiller, «Sobre poesia épica y dramética, que, compuesto en 1797, se publicé treinta atos después en Uber Kuntt und Alertum. También se discuten cen los ensayos «Shakespeare y no se acaba» de 1813-1816 y, como ya mencionamos, en el eSuplemento a la Poética de Arist6teles» de 1827 «Sobre poesia épica y draméticay se relaciona muy directamente con los “trabajos poéticos realizados por Goethe en la segunda mitad de los afios no- venta, en los que eseribi6 el >0ema Hermann und Dorothea y tenia planes para ‘otros poemas épicos. El intercambio con Schiller sobre estos temas se docu- menta en dos grupos de cartes de su correspondencia, el primero de los cuales data de abril-mayo de 1757 y culmina con la discusi6n de Ia Poética de Arist6- tcles en In carta de Schiller del 5 de mayo de 1797. Goethe mandé el ensayo a Schiller el 23 de diciembre del mismo aito y dedicd sus cartas del 23 y 27 de di- ciembre a este tema, siendo :espondido con ls misivas de Schiller del 26 y 29 de diciembren En estas cartas Goethe se refiere al género de la novela y destaca aquellas caracteristicas que acercan este nuevo género al dramitico, Describe la novela 11 Elo menciona en una cata a Schiller del 6 de mayo de 1797. De las lecrras de ls iia sos exstentestimonios en sus dos y a ln contespondeoca, ante todo con su amigo el isieo Cad Frednich Zeltee 12 Uno de los textos goetheancs mis taducdos al castellano, pues tenemos versiones de Aguado de Léear (véanse JW. Goethe, Olvar stata, Ateneo, Buenos Aires, 149); R. Cuesta, ‘Araujo, Buenos Aires, 1939; 1- Fernindez Anlavia, Emecé, Buenos Aives, 1942, A. Gallant, Espase Calpe, Buenos Aires México, 1951 (Austral, 128) J, en conjunto con poesia, una eraduecién con prdlogo de B. Motales Sin Manin, Tos, Buenos Altes, 1933. °s Aforranadamente, ests carte se encventran taducidis en el tomo redlizado por F. Paleos cn 19, que comprende la covtespendencia hasta fines del af 1777, 30 [REGULA ROWLAND DE LANODENN con los mismos parimetros del ensayo, aunque éste fuera dedicado a la épica En las cartas se hace referencia ala resefia de August Wilhelm Schlegel a Hermann y Dorothea, Vl hermano de este autor, Friedrich Schlegel, un aio antes habia planteado la diferencia entre el pocma épico y el deamitico con términos milares en su Gescbichte der grechischen Literatur (Historia de la literatura griega) y cen el ensayo «lIber homerische Poesie» (Sobre la poesia homériea). Los ele- ‘mentos comunes son numerosos: el joven Schlegel considera la épica el géne: ia simple en la presentacién de sus temas y habla de un ‘redondeo” de! disefio, mediante ef que se logra una unidad sensual observa que el poema épico con tiene una masa indefinida de eventos y que alrededor del pessonaje central hay otros personajes y grupos de relieve de modo que brinda una «imagen cos pleta de todo el mundo ciecundante» (124). August W. Schlegel vuelve a insistir en estas diferencias entre los géneros, aun donde se valen de procedimientos similares, como el didlogo. Explica Hermann and Dorothea aplicando los raspos que considera, igual que su hermano, como centtales de la épica en Homero: 1 pablico sosegado mediante la representacién de detalles; el idioma sosegado por el ritmo del hexémetro; la evolucién continua de lo aaerado; la riqueza is iegradora de imagenes, desde las discursivas hasta los similes homéricos; y con. cluye que, modificando lo que era necesario pata salvar la distancia historia, Goethe loge un perfecto poema épico. Se opone a otros teéricos que habrian definido et ‘género pragetico’como especie tinica™. La resefia de Hermann y Dorotea es Ia ocasién ante la que Goethe y Schiller discuten sus ideas sobre ia diferencia entre el poema épico y dramAtico, cuyos resultados se codifican en cl breve ensayo que traducimos. liste, segtin resulta evidente, no se puede en- tender sin las definiciones previas de Friedrich Schlegel. Ba efecto, el pens miento de los hermanos Schlegel por un lado y de Schiller y Goethe, por el ‘otto, se opone a tod la tradicin que, desde por lo menos el temprano Herder, ve en el poema épico un texto susceptible de una representacién mimética Una vez formuladas estas ideas, Goethe encuentra, como vemos en las cartas, 3A. W. Schlegel, 1962, pgs. 42-68, Schlegel, 197, pags. 1 2 Hsia diferencia pda temontarse @ Batewx, cuyo tatadlo forma parte de la dscusiéa ea ‘Alemania desde su traduccion parcial por Gotteched, Ange ant dr Hern Bats (.]. Sion Keine [o), Brsithopt, Leipsig, 15. Leemos uw ct de este eaduccign ea I. Behrens, 94, pig. 185 «Tal como ve iita en la poesia epics y deamicca las accionesy costumes, se canta tla inc las sensacioneso pasiones imitadas» (taducciin suesta del sles). esto también se ppodsia remontar la diferencia de la que habla W. von Hambolde en w\sthetische Versuche», |, Braunschweig, 170, en nota 226; ef T. Behrens, 194, pig. 188 «Unstcig aber wie es besser alle Poesie in plastische und lyrische, und die erstere wieder in epische und dramatische (.] abzutheilens (Sin dda sesfa mejor dividic toda la poesia en plistica fen e sentido de miméxca representtival y lise, y subdiviir la primera de ellas en pica y deamdtica), rnopuccioy 31 {que su poema comparte sasgos que quedaron definidos como dimmiticos y que, segin él, son el cje central ée toda Ia poesia moderna. Por consiguiente de- fiende la modernidad de su poema frente a A. W. Schlegel. El aspecto de lo mo- ‘demo es considerado por éste ante todo con referencia al contenido, pues lo aplica para justificar a elecciOn de la fibula y del trasfondo histérico, tanto como Ia de los personajes. Ea el nivel del estilo observa A. W. Schlegel como rasgos de modernidad del poema de Goethe la falta de reduplicaciones épicas y la parquedad en similes, pero ao construye, como Io hace Goethe mismo, paralelos con los principios eonsiderados caracteristcos para el género dramatico fi se ocupa de las caracteristicns de los géneros como tales, Goethe y Shakespeare [Las etapas de esta relaciéa y su trasfondo estin representados en el aticulo de Probst ya mencionado, aqui basta con remitir a este trabajo. Se tratan alli Jos comienzos del joven autor y Ia influencia que su amigo Herder ejercia sobre Glas diferencias entre La mitin tatal de Wiel Meister y el extenso tratamiento del tema en el libeo 1v de los Aas de qprendizaje de Wilbeln Meister Ya fase Gtitna en el ensayo que tradujimos como «Shakespeare y no se acaba» (Probst pto- puso: «Shakespeare, un cuento de munca acaban) y discute por tltimo algunos pasajes de las Conversacones con Eckermann y de la correspondencia. La relacion entre los testicos del Sturm sad Drang referida al tema de Shakespeare esti ex- puesta en J. Schmidt (1985), en cuyo capitulo me basé para las notas de «Ein el dia de Shakespeare» La obra de arte en si conclisa Ess en eVerdad y verosimilitud> donde Ia concepcién de la poética se pre senta como un miceocosmos organizado segiin sus propias leyes, reclaborando asi pensamicntos que, desde lejanas rafces en Leibnitz, haban sido acogidos cen Ia poética por Gottsched y Lessing (Dramaturia de Hambingo, 1767), ¥ que fueron elaborados, en estrecha conexién con Goethe durante la estadia en Italia, pot Kael Philipp Moritz. Cuando éste publicé en 1788 su bro Uber die bidende Nachahmung des Schiven (Accra de la imitacién plistica de lo bello), Goethe lo reseii6 en la revista Der Tentiche Merkur, en julio de 1799, con extensas citas y parifrasis de las tesis de Moritz y un Lieve vomentatio que semie a uno de los problemas que Goethe considera centrales: que para ser cabal Ia critica nece- sita de ua profundo conocimiento del objeto criticado, JG. Gotsched, 190, pigs. 14126 G. B. Lessing, fasciulos 35 y 79 de la Dramatis dt Hemi, 199, pigs. 38 y 82 8 Véase en K. Ph, Most, 162, pigs. 69, 32 REGULA ROHILAND DELANGDERIN La concepeién clisica a la que habia legado Goethe en Italia, mediante la contemplacidn de las obras y el contacto con artistas plisticos, peto también ca la amistad con Moritz, y en la reelaboracién de sus obras comenzadas, reper- cute en la mayoria de los ensayos de mayor eavergadura de Goethe, ya que Gite intentd durante algunos afios, en conjunto con sus amigos en Weimar, edi- ficar una teoria que contuviera la disolucién que veia como amenaza de la hu manidad, aunque sea en el ambito de Ins artes. La propia veta creadora de Goethe, sin embargo, lo levé a obras como el Fausto, el Dinin, el segundo Wilheln Meiser y las Méximasy rflexiones que muestean la eaducidad de la intuicién tedrica. Lo que si vio como adquisicién permanente —lo vemos en sus palabras dieipidas 4 los jévenes poetas— es In maleabilidad y expresividad del alemin como idioma literatio, y la riqueza de textos que, en el curso de su vida, habian hecho de Ia literatura slemana una expresi6n de vanguardia. Y hasta su dima expre- si6n forma él parte de esta posicién de avanzada, Siglas wn: Werke, Weimarer Ausgabe, Bahlau-Verlag, Weimar, 1887-1910 1a: Hamburger Anggab, comos x1 (ed, de W. Weber y H. J. Schtimp!), Wegner, Hamburg, 6, 1967, y xt (ed. de D. Kuha y R. Wankmiilles, Wegner, Hamburg, 5, 1966. Aguilar Johann Wolfgang Goute (obra, trad. ¢ inttod. de R. Cansinos Assens), Aguilar, Madrid, 1945 (primero 2 tomos, después 4), y sucesivas ediciones. Goethe Handbuch (ed. de B. Witte, Th. Buck, H. D. Dahnke, R. Otto y P. Schmidt), Metzler, Stattgar/ Weimar, 1996-1998 Insc J. WC. Goethe. Werke, Jubilimncauabe (ed. de F. Apel et al), vt, Schriften, Versepen. 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