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ESTUDIO DE CASO

3.1 El ayuntamiento de Montevideo invierte en la creatividad


y la inclusión social

El acceso de los afrouruguayos a la vida cultural se ve limitado por la pobreza y la falta de infraestructura. Du-
rante 200 años, sin embargo, esta comunidad se ha identificado con la rítmica música de los bailes y la percu-
sión que se llevan a cabo durante el carnaval. Utilizando este canal, el ayuntamiento de Montevideo, con
ayuda del Fondo Internacional para la Diversidad Cultural (FIDC) de la UNESCO, se acercó a 150 jóvenes de la
comunidad norte de Maracaná, ayudándoles a cambiar sus vidas. A través de un centro cultural que ofrece ta-
lleres de música y baile, las actividades del proyecto fueron organizadas por la división uruguaya de la Facul-
tad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO), la ONG Servicio Paz y Justicia Uruguay, y la comparsa La
Clínica. La coordinadora del proyecto, Malena Lucero, recordó que al principio los jóvenes se mostraron rea-
cios a ir al centro cultural, pero a medida que disfrutaban cada vez más de las actividades organizadas, au-
mentó la participación. Los talleres impartidos incluían técnicas de percusión, ensamblaje y reparación de
tambores. El centro cultural también incluía talleres de danza africana y candombe, y ayudó a algunos de los
participantes a formar una comparsa que, al día de hoy, ha participado en tres desfiles de carnaval. El centro
ha sido mucho más que un espacio de formación, ya que ofrece a los jóvenes un espacio seguro para interac-
tuar y participar en actividades creativas. Sergio Silva, miembro de la comparsa, explica cómo participar en la
banda cambió su actitud ante la vida: “Me vi cambiar mi apariencia física, hablando con mis vecinos, ayu-
dando a mis amigos, dejando las drogas y volviendo al trabajo”, dijo. “Este programa cambió mi vida completa-
mente.” Y Sergio no fue el único: casi la mitad de los jóvenes que conforman la comparsa han encontrado
trabajo o regresado a la escuela. Blanca Lemos, coordinadora del centro cultural y figura central en la creación
de la comparsa, dijo: “La vida de muchas personas cambió gracias a la creación de una comunidad impulsada
con energía y confianza. La gente comienza a ver las cosas de manera positiva”. La identidad positiva creada a
través del reconocimiento de sus propias formas de expresión cultural y la adquisición de nuevas habilidades
han ayudado a mejorar la autoestima y la cohesión de los habitantes del norte de Maracana. Los miembros de
la comunidad dijeron sentirse alegres y orgullosos al ver hecho realidad “su viejo sueño” de formar una com-
parsa, y el vecindario entero lo celebró durante los desfiles.

Fuente: Fondo Internacional para la Diversidad Cultural (2012).

El papel no monetizado que desempeña la expresión cultural ernidad, y participar en formas comerciales y no comerciales
en el desarrollo es multifacético y sirve para mejorar el bien- de la economía. Esta energía es renovable y no sólo impulsa
estar y la autoestima individual y colectiva, aumentar el capi- el desarrollo, sino que es repuesta y amplificada por la
tal social, crear vínculos, apoyar dinámicas de diversidad y mejora de vidas, familias y comunidades.7
pluralismo, empoderar a la gente para gestionar la mod-

7 De Beukelaer, C. (2012).

42 Ampliando el horizonte
ESTUDIO DE CASO

3.2 Jóvenes indígenas adquieren competencias y encuentran


trabajo en el sector audiovisual en la Ciudad de Guatemala

Un nuevo centro de formación audiovisual en Guatemala ayuda a jóvenes indígenas a conseguir trabajo en las
industrias culturales. Los grupos indígenas forman parte del rico entramado cultural de Guatemala y represen-
tan aproximadamente la mitad de los 14 millones de habitantes que tiene el país. A pesar de ello, se enfrentan
a dificultades en la creación, producción, difusión y disfrute de sus diversas expresiones culturales. La organi-
zación guatemalteca sin fines de lucro IRIPAZ (Instituto de Relaciones Internacionales e Investigaciones para
la Paz) puso en marcha el proyecto con el apoyo del Fondo Internacional para la Diversidad Cultural (FIDC) de
la UNESCO. En colaboración con la Universidad de San Carlos (USAC), el proyecto estableció un centro de for-
mación y un curso audiovisual en la universidad. Gracias a ello, los participantes indígenas, de las etnias
maya, garífuna y xinca, aprendieron producción audiovisual, escritura de guiones, dirección cinematográfica,
iluminación y fotografía, uso de la cámara, edición y posproducción. También aprendieron acerca de los dere-
chos culturales indígenas, la equidad de género y el desarrollo de capacidades para la comunidad. A través de
pasantías en TV Maya, los estudiantes tuvieron la oportunidad de adquirir experiencia práctica. El centro de
formación continúa organizando pequeños talleres gratuitos sobre comunicación audiovisual intercultural. Los
graduados del centro de formación han podido obtener una carrera profesional, ya sea como directores gráfi-
cos de televisión, gestores culturales de las comunidades o animadores culturales en el Ministerio de Cultura.
Los equipos artísticos indígenas también producen cortometrajes y videos musicales acerca de sus culturas, y
los comparten a través de internet y redes sociales. Mientras que algunos alumnos del centro han iniciado sus
propios negocios de comunicación, la televisión local utiliza sus producciones audiovisuales. Nik’te Fernández
Saquick fue una de las 27 participantes del curso de formación audiovisual. Esta joven maya de 19 años dijo
de su experiencia: “He aprendido a mirar la vida desde otra perspectiva y uso los canales que tengo a mi dis-
posición para contar mi historia”. Nik’te es miembro del recientemente creado grupo artístico maya que tam-
bién realiza un videoblog y produce un anuncio publicitario para sensibilizar a los jóvenes sobre la importancia
de la cultura.

Los alumnos también produjeron Destinos Cruzados, la primera película realizada por indígenas guatemalte-
cos. La película se proyectó en el Festival de Cine Ícaro, en la Ciudad de Guatemala, en septiembre de 2012;
actualmente se trabaja en una versión más larga de esta película, incorporando cinco piezas musicales. El par-
ticipante Carlos Arana es ahora productor musical y realizador de videoclips con otros miembros de la comuni-
dad garífuna. El popular DJ comentó: “Mi comunidad se está beneficiando mucho del sector audiovisual. Por
ahora estamos centrados en la música, ya que éste era el medio que nuestros antepasados utilizaban para
promocionar nuestra cultura. Pero en el futuro, también queremos hacer documentales para ayudar a nues-
tros niños y jóvenes a aprender de dónde vienen, dónde están y a dónde van”. La gestora comunitaria Clau-
dina de la Cruz Santos añade: “…además de enseñarnos tecnología, los medios audiovisuales nos permiten
expresar nuestra identidad cultural… para mostrar la realidad de nuestras comunidades xinca, garífuna y
maya. Estamos comenzando y gracias a este proyecto hemos recibido una importante oportunidad formativa”.

Fuente: Fondo Internacional para la Diversidad Cultural (2012).

I N F O R M E S O B R E L A E C O N O M Í A C R E AT I V A 2 0 1 3 43

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