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Reseña La Ventana Indiscreta
Reseña La Ventana Indiscreta
las redes
Desde este punto de vista, la exposición del film, Jeff tiene por pareja una
elegante y sofisticada modelo, Lisa, quien quiere contraer matrimonio con este,
el cual se niega ante la idea ya que va en contra de su perspectiva de la vida
aventurera que lleva, a la par, en el edificio de en frente, no ve más que
acciones que ilustran los problemas de pareja y del matrimonio; está la mujer
solterona, que no logra conseguir amante; los jóvenes casados que hacen el
amor todo el día; el músico soltero que se emborracha; la pequeña bailarina
que los hombres desean; la pareja sin niños, que ha puesto todo su afecto en
un perrito, y, sobre todo, la pareja casada, cuyas peleas son cada vez más
violentas, todo estos dramas dialogan con el espectador, como un espejo ante
todos esos mundos. Aquí ya tenemos el primer gran conflicto que se genera a
nivel general (el dilema del amor entre Lisa y Jeff) y que al final del filme se ve
resuelto ya que Lisa logra conquistarlo atrayendo su atención, se interesa en su
voyerismo2 cuando empieza a atar cabos de un crimen que se presume por el
comerciante y esposo – Raymond Burr - de la pareja casada, esto es una gran
característica del cine de narrativa clásica, que no solo este caso se resuelve si
no otros conflictos que nuestro protagonista observa como él de la señora
solitaria que al escuchar el cancón del pianista desiste ante la idea de suicidio.
En “La Ventana Indiscreta” un fotógrafo – James Stewart – tiene la pierna enyesada por
un accidente y se encuentra inmóvil y aburrido en su apartamento. Pasa el rato
acompañado por su novia – Grace Kelly – y, sobre todo, cotilleando el vecindario desde
su bien situada ventana desde dónde asiste a los actos cotidianos de sus vecinos, una
gimnástica y bella chica que no para de bailar, unos recién casados que se dedican a su
gimnástica afición amorosa o al menos eso se insinúa con mucha clase pues tienen la
persiana permanentemente echada, , un compositor de inspiración esquiva, un escultor
con problemas de audición y un marido que pone fin a su matrimonio por el expeditivo
método de mandar a su esposa al otro mundo
2
La cámara siempre esta con Jeff, un mundo restringido a la visión del
personaje acompañado de interpretaciones que se muestran a través de sus
conversaciones con su compañera Lisa y la señora que le ayuda en la casa, en
donde se muestra la psiquis del personaje analizando la situaciones que ha
observado, lo mismo que el espectador visto y ha deducido antes de que el
protagonista las nombre, nos volvemos un investigador como él, con esto se
lleva al espectador activo que analiza las mismas situaciones sociales que Jeff
y ver como se entrelazan sin que los mismos personajes dentro del film se den
cuenta, el personaje se lo muestra a su pareja explicándole como están las
cosas como este interviene en este y saca un sinfín de deducciones desde su
perspectiva, Lisa siempre le muestra la de ella mostrando un nivel de
conciencia como personas de los personajes característica del cine de arte y
ensayo.
Extrapolando hacia la era virtual, porque como dice Boudrillard, hoy nosotros
no pensamos lo virtua, lo virtual nos piensa, como el mismo concepto de
campo, nos vemos inmersos en una realidad virtual que no vemos que internet
es como esa barriada abierta a una “ventana indiscreta”, como un “extra
campo” no suscitado, desde donde gente menos simpática que nuestro amigo
fotógrafo Jeff, puede acceder a nuestras fotos y a nuestros allegados, a
nuestros datos personales, a nuestras comunicaciones, a nuestras opiniones, a
todo lo que ponemos en un ordenador o dispositivo equivalente conectado a la
red de redes. Todo porque ya no podemos develar a una ética de lo virtual,
porque la ética se esfuma en esta explosión de acceso. Pero no sólo a lo que
acabamos de poner sino a lo que pusimos desde que comenzamos a compartir
nuestra vida de manera electrónica. Está disponible no sólo nuestro presente,
sino que pueden ser dueños de nuestro pasado, quién quita que de nuestro
futuro. Parafraseando a Boudrillard, podemos decir que atientas a esta
inconsciencia del mundo virtual, y esa ilusión de “apertura a lo virtual” y de la
cual no nos podemos detener en la imaginería porque se confunde con la
realidad, sino que también el tiempo, del pasado y del futuro.