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A veces basta con consultar el manual de la placa base, sin embargo esto no
siempre es suficiente, ya que muchos manuales sirven para varios modelos del mismo
fabricante. Otra solución puede ser abrir el ordenador e identificar el modelo que suele
venir marcado en la placa o en una pegatina.
Durante el proceso de arranque, en la parte inferior de la primera pantalla que
vemos aparecer durante el testeo de memoria, encontraremos un número de serie
largo compuesto por grupos de números separados por guiones. El citado código nos
indica el chipset instalado en la placa base, el fabricante y modelo de la misma, así
como otros datos varios como versión de la BIOS instalada. Si no podemos ver este
número, podemos utilizar programas, como por ejemplo CTBIOS, (o alguno que se
ejecuta desde la web) que, ejecutado en modo DOS, nos dice este número, así como
el fabricante y dirección de Internet donde encontrar la actualización. Esta dirección
no suele ser muy fiable, dado que las direcciones cambian a menudo.
Para hallar las equivalencias de estos códigos, puedes visitar la dirección
www.motherboards.org/mobocop/biosstringid.html para encontrar los detalles de las
principales BIOS. Y si esta dirección no fuera suficiente, puedes consultar
http://www.wimsbios.com/index.jsp.
Recuperación de la BIOS
Algunas placas base tienen un sistema de recuperación de la “Flash
BIOS”, basado en una doble BIOS, que permite recuperarla si durante el
proceso de actualización existiese algún problema, como un corte de
suministro eléctrico. Si la placa base no tiene esta característica, asegúrate
de no apagar el ordenador durante una actualización de la BIOS (por ejemplo
usando un SAI). Esto podría corromper el código de la BIOS, dejándola en un
estado irrecuperable.
En el manual de la placa base se explica el proceso completo para recuperar la
BIOS.
La BIOS y la pila
Como ya sabemos, la pila conserva los datos de la
BIOS cuando el ordenador está apagado.
Tiene una duración media de unos tres años, pero al
final se agota. Para cambiarla, se deben apuntar todos los
datos de la BIOS, desconectarla y sustituir la pila por una
igual.
Después se conecta todo, se arranca el ordenador, se
entra en la BIOS y se reintroducen todos los datos, ya que se
habrán borrado. Si no se han anotado todos, conviene cargar
los valores por defecto, y luego retocar los que se conozcan.
Las placas con pilas de botón son las que lo tienen más fácil a la hora de
realizar esta operación, aunque hay que tener cuidado de no partir las pestañas
metálicas que sujetan la pila a la placa.
• Hay que mencionar que hay ordenadores que aunque le quites la pila durante
mucho tiempo, no se borra la BIOS, pues es una memoria de tipo flash; caso
típico de inspectores de hacienda, bancos, etc., que consiguen que el ordenador
no pueda arrancar si no es con la clave de acceso adecuada.