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Docente: Estudiante:
Abg. Nelson Silva Regina Henríquez V-28.239.175
“Entre marido y mujer, si no hubiere convención en contrario, son comunes, de por mitad,
las ganancias o beneficios que se obtengan durante el matrimonio”.
La comunidad conyugal es el régimen al cual van a estar adscritos por imperativo de la ley,
en donde los intereses de los cónyuges están estrechamente vinculados a los efectos
económicos del matrimonio, siempre que no se haya establecido en el contrato previo de
capitulaciones matrimoniales, otro régimen distinto.
Los bienes adquiridos por Título oneroso durante el matrimonio, a costa del caudal
común, bien se haga la adquisición a nombre de la comunidad o al de uno de los
cónyuges.
Los obtenidos por la industria, profesión, oficio, sueldo o trabajo de alguno de los
cónyuges.
En este sentido, el autor patrio Abdón Sánchez Noguera, refiere lo que de seguida se
transcribe:
El artículo 768 del Código Civil consagra a favor del comunero el derecho de acudir a los
órganos jurisdiccionales para demandar la partición, en virtud del principio de que
La partición constituye por ello el instrumento a través del cual, de mutuo acuerdo o
mediante juicio, se hace posible la división de las cosas comunes para adjudicar a cada
comunero la porción de los bienes comunes. Así mismo, al referirse a quien está legitimado
para intentar y sostener un juicio de partición de comunidad, dicho autor sostiene lo
siguiente:
“…Legitimados, tanto activos como pasivos para proponer la demanda y para ser
propuesta en su contra, serán todas y cada una de las personas que sean titulares de los
derechos de cuya partición se trate. Sólo basta tener atribuida la condición de comunero
para que pueda obrar como demandante o ser llamado al juicio como demandado…”
En resumen, se desprende que el único requisito exigido por la Ley para demandar la
partición de una comunidad de bienes, es que ambas partes de la controversia, tanto el
demandante como el demandado, deben tener el carácter de comuneros de la comunidad
objeto.
Respecto al procedimiento a aplicar para dicha partición es el ordinario, al observar el
artículo 183 del Código Civil que establece que:
"La demanda de partición o división de bienes comunes se promoverá por los trámites
del procedimiento ordinario y en ella se expresará especialmente el título que origina la
comunidad, los nombres de los condóminos y la proporción en que deben dividirse los
bienes. Si de los recaudos presentados, el Juez deduce la existencia de otro u otros
condóminos, ordenará de oficio su citación."
a. Por herencia.
b. Por legado.
c. Por donación.
d. Por cualquier otra causa lucrativa (excepto las donaciones con ocasiones del matrimonio).
a. Por permuta.
b. Por retracto.
c. Por dación de pago.
d. Por causa anterior al matrimonio.
e. Por compra con dinero propio.
3. Los bienes o derechos personalísimos:
Gestión del activo común: en conformidad con lo dispuesto en los Artículos 168 y
169, C.C. cada conyugue administra por si solo los bienes de la comunidad que
hubiere adquirido con su trabajo personal o por cualquier otro título legítimo. Pero
para enajenar a título gratuito u oneroso o para agravar los bienes gananciales
cuando se trata de inmuebles, derechos o bienes muebles.
Se requerirá el consentimiento del otro cónyuge cuando uno de ellos pretenda
vender algún bien de la comunidad.
Salvo que sean bienes propios de uno de los esposos, obtenidos antes de casarse o
bien que sean bienes de donaciones o herencias entre otros. Cada uno de ellos puede
tener sus propias cuentas en los bancos y comprar motos, carros, bicicletas o
cualquier otro bien y los mismos queden a nombre de ellos o de manera individual.
Todos los gastos en que incurren los esposos durante la comunidad conyugal. Como
serán los pagos comunes de teléfonos, electricidad, colegios de hijos, alimentos,
medicinas, Médicos, Odontólogos, condominios, gastos recreativos entre otros.
Disolución y liquidación de la comunidad conyugal:
La nulidad del matrimonio
La ausencia declarada
La quiebra de uno de los cónyuges
La separación judicial de bienes.
Ahora corresponde analizar cómo opera dicha disolución, pues en el caso del divorcio o
muerte aplica de mero derecho. Pero en casos como la separación de bienes solicitada
durante la solicitud de la separación de cuerpos, implica un proceso judicial con sus
diferentes etapas, donde el juez verificará que el acuerdo no sea contrario al orden público,
las buenas costumbres o una disposición expresa de la ley; esto como regla general de
análisis a las homologaciones que se presentan en materia de protección de niños, niñas y
adolescentes.”
La Liquidación de la Sociedad Conyugal es aquel acto por el cual dos personas casadas
bajo dicho régimen inician el trámite de dividir por la mitad los bienes comunes que existen
en el matrimonio.
Luego, tras haber valorizado los bienes sociales, se puede dar inicio a la adjudicación de
dichos bienes según el valor que éstos tengan. Pero también está la posibilidad que se
liquiden de manera que sólo se reparta el dinero (y no así los bienes).