Está en la página 1de 8

UNIVERSIDAD NORORIENTAL PRIVADA

“GRAN MARISCAL DE AYACUCHO”


FACULTAD DE DERECHO
NÚCLEO – CENTRO CIVICO PTO ORDAZ
SECCIÓN: 3T3P

Docente: Estudiante:
Abg. Nelson Silva Regina Henríquez V-28.239.175

Ciudad Guayana, Diciembre 2020


Tema 12. Unidad III: Comunidad conyugal.

Comunidad conyugal o comunidad de gananciales:

Es un régimen patrimonial del matrimonio que normalmente las legislaciones establecen


supletoriamente a la voluntad de los contrayentes y consiste en que durante su vigencia sólo
uno de los cónyuges administra los bienes comunes, pero al término de la sociedad se
dividen los gananciales por mitad.
Mediante la sociedad de gananciales se hacen comunes para los cónyuges las ganancias o
beneficios obtenidos por cualquiera de ellos, después de contraer matrimonio. Cuando la
sociedad de gananciales se disuelva, se atribuirá a cada uno de los cónyuges la mitad de los
bienes que forman parte de la sociedad de gananciales, denominados normalmente bienes
gananciales.

El artículo 148 del código civil venezolano; establece:

“Entre marido y mujer, si no hubiere convención en contrario, son comunes, de por mitad,
las ganancias o beneficios que se obtengan durante el matrimonio”.

La comunidad conyugal es el régimen al cual van a estar adscritos por imperativo de la ley,
en donde los intereses de los cónyuges están estrechamente vinculados a los efectos
económicos del matrimonio, siempre que no se haya establecido en el contrato previo de
capitulaciones matrimoniales, otro régimen distinto.

Características de la comunidad conyugal:

1. La comunidad de bienes o comunidad conyugal; Es régimen supletorio a la voluntad


de los contrayentes.
2. El haber común de los esposos está limitado en principios a las ganancias o beneficios
adquiridos a título oneroso por cualquiera de los cónyuges o por ambos durante el
matrimonio. Los bienes adquiridos antes del matrimonio corresponden al adquiriente.
El de la esposa; El del esposo; Y el común de ambos. Estos en realidad no forman una
entidad patrimonial distinta a la del marido y la mujer y los bienes que la integran
deben estar a nombre de uno o de otro; Y a cada uno de ellos le pertenece la mitad de
esos bienes.
3. Articulo 149 Código Civil Venezolano: Esta comunidad de los bienes gananciales
comienza precisamente el día de la celebración del matrimonio cualquiera
estipulación contraria seria nula.
4. Los bienes de la comunidad en común. Se disuelve únicamente por las causas
taxativamente determinadas por el legislador y es absolutamente nulo todo pacto en
contrario.

Bienes de la comunidad y bienes propios de los cónyuges:

Son bienes de la comunidad:

 Los bienes adquiridos por Título oneroso durante el matrimonio, a costa del caudal
común, bien se haga la adquisición a nombre de la comunidad o al de uno de los
cónyuges.

 Los obtenidos por la industria, profesión, oficio, sueldo o trabajo de alguno de los
cónyuges.

 Los frutos, rentas o intereses devengados durante el matrimonio, procedentes de los


bienes comunes o de los peculiares de cada uno de los cónyuges”.
Acerca de esta Comunidad Conyugal o Patrimonio Común la doctrina compilada en
la obra Código Civil de Venezuela, editada por la Universidad Central de Venezuela
(p.355; 1996), expresa:

“En el régimen patrimonial matrimonial de la comunidad de gananciales, al lado de


los bienes propios o exclusivos del respectivo cónyuge adquiriente, existen otros que
pertenecen en común de por mitad a ambos esposos, independiente de cuál de ellos
los haya habido. Son esos los bienes gananciales”.
“Se consideran comunes en principio y por regla general, todos los bienes que los
esposos adquieren conjunta o separadamente durante el matrimonio, por actos a
título oneroso (López Herrera, supra 34, p.465)”.

Existe como consecuencia del Matrimonio una comunidad de gananciales y en virtud de


esta, una presunción de existencia de ella sobre los bienes adquiridos por los cónyuges a
título oneroso, ya sea de forma conjunta o separadamente, al respecto observamos que la
citada obra precisa que (p.355):

“A falta de toda convención rige la comunidad legal; los bienes adquiridos


durante el matrimonio se presumen que pertenecen a la sociedad conyugal y ésta
es una presunción legal de copropiedad. De modo, que si no consta la anterior
procedencia de los bienes al matrimonio o su adquisición durante éste, pro
donación, herencia o legado, éstos pertenecen de por mitad a los esposos en el
concepto de bienes comunes o gananciales (Castillo Amengual, supra 26, p.
235)”

Aunado a lo anterior, precisa la doctrina en análisis de la normativa sustantiva al respecto,


cuales son los bienes que pertenecen a la comunidad patrimonial conyugal, precisando que
(pp.355-356):

“Se habla de una comunidad de gananciales, porque en ella se incluyen no sólo


las adquisiciones hechas durante el matrimonio a expensas del caudal común
(art. 156, ord. 1º), sino también las hechas o producidas por el trabajo, profesión,
industria o arte de cualesquiera de los cónyuges (art. 156, ord. 2º) o las derivadas
de los frutos, rentas e intereses de cada cónyuge (art. 156, ord. 3º), así como las
donaciones hechas con ocasión del matrimonio (art. 161).

Siguiendo el mismo orden de ideas, dispone el artículo 768 del Código Civil, lo siguiente:

“A nadie puede obligarse a permanecer en comunidad y siempre puede cualquiera de


los partícipes demandar la partición.”

En este sentido, el autor patrio Abdón Sánchez Noguera, refiere lo que de seguida se
transcribe: 
El artículo 768 del Código Civil consagra a favor del comunero el derecho de acudir a los
órganos jurisdiccionales para demandar la partición, en virtud del principio de que

“A que nadie puede obligarse a permanecer en comunidad”.

La partición constituye por ello el instrumento a través del cual, de mutuo acuerdo o
mediante juicio, se hace posible la división de las cosas comunes para adjudicar a cada
comunero la porción de los bienes comunes. Así mismo, al referirse a quien está legitimado
para intentar y sostener un juicio de partición de comunidad, dicho autor sostiene lo
siguiente: 

“…Legitimados, tanto activos como pasivos para proponer la demanda y para ser
propuesta en su contra, serán todas y cada una de las personas que sean titulares de los
derechos de cuya partición se trate. Sólo basta tener atribuida la condición de comunero
para que pueda obrar como demandante o ser llamado al juicio como demandado…” 

En resumen, se desprende que el único requisito exigido por la Ley para demandar la
partición de una comunidad de bienes, es que ambas partes de la controversia, tanto el
demandante como el demandado, deben tener el carácter de comuneros de la comunidad
objeto.
Respecto al procedimiento a aplicar para dicha partición es el ordinario, al observar el
artículo 183 del Código Civil que establece que:

“En todo lo relativo a la división de la comunidad que no esté determinado en este


Capítulo, se observará lo que se establece respecto de la partición”.

El procedimiento de partición, por su naturaleza, es un juicio que se rige bajo la normativa


jurídica contenida en el Capítulo II, Título V, Libro Cuarto del Código de Procedimiento
Civil.
Al efecto el artículo 777 del Código de Procedimiento Civil, dispone que: 

"La demanda de partición o división de bienes comunes se promoverá por los trámites
del procedimiento ordinario y en ella se expresará especialmente el título que origina la
comunidad, los nombres de los condóminos y la proporción en que deben dividirse los
bienes. Si de los recaudos presentados, el Juez deduce la existencia de otro u otros
condóminos, ordenará de oficio su citación."

Son bienes de cada cónyuge:

Bienes propios de cada conyugue (Arts. 151 al 153 C.C.):

I. Todos los bienes habidos antes del matrimonio:

a. Título gratuito (excepción: donaciones con ocasión del matrimonio)


b. Título oneroso.

II. Ciertos bienes habidos en el matrimonio:

1. Todos los adquiridos a título lucrativo:

a. Por herencia.
b. Por legado.
c. Por donación.
d. Por cualquier otra causa lucrativa (excepto las donaciones con ocasiones del matrimonio).

2. Los adquiridos a título oneroso por subrogación de otros bienes propios:

a. Por permuta.
b. Por retracto.
c. Por dación de pago.
d. Por causa anterior al matrimonio.
e. Por compra con dinero propio.
3. Los bienes o derechos personalísimos:

a. Indemnizaciones por hecho ilícito


b. Indemnizaciones por seguros de vida, daños personales y accidentes.
c. Derechos de uso y habitación.
d. Derechos de autor.

Administración de unos a otros:

 Gestión del activo común: en conformidad con lo dispuesto en los Artículos 168 y
169, C.C. cada conyugue administra por si solo los bienes de la comunidad que
hubiere adquirido con su trabajo personal o por cualquier otro título legítimo. Pero
para enajenar a título gratuito u oneroso o para agravar los bienes gananciales
cuando se trata de inmuebles, derechos o bienes muebles.
 Se requerirá el consentimiento del otro cónyuge cuando uno de ellos pretenda
vender algún bien de la comunidad.

 Salvo que sean bienes propios de uno de los esposos, obtenidos antes de casarse o
bien que sean bienes de donaciones o herencias entre otros. Cada uno de ellos puede
tener sus propias cuentas en los bancos y comprar motos, carros, bicicletas o
cualquier otro bien y los mismos queden a nombre de ellos o de manera individual.

 Esos bienes forman parte de la comunidad conyugal y si desean venderlos


requerirán la autorización del otro cónyuge y en caso de divorcio a cada uno le
corresponde el 50% de los bienes adquiridos durante el matrimonio.

Carga de la comunidad conyugal:

 Son todas las deudas y obligaciones contraídas por cualquiera de los cónyuges,


siempre y cuando pueda obligar a la comunidad conyugal.

 Los intereses que se venzan durante el matrimonio.

 Las reparaciones menores y de conservación durante el matrimonio en los bienes


propios de cada uno de los cónyuges.

 Todos los gastos en que incurren los esposos durante la comunidad conyugal. Como
serán los pagos comunes de teléfonos, electricidad, colegios de hijos, alimentos,
medicinas, Médicos, Odontólogos, condominios, gastos recreativos entre otros.
Disolución y liquidación de la comunidad conyugal:

Según el Diccionario de Ciencias Jurídicas, Políticas y Sociales de Manuel Ossorio, la


partición puede definirse de la siguiente manera:

"Partición. El concepto genérico conocido es el de división o reparto en dos o más


partes o entre dos o más partícipes. II Más en especial en el mundo jurídico, la
distribución o repartimiento de un patrimonio -singularmente la herencia o una masa
social de bienes- entre varias personas con iguales o diversos derechos sobre el
condominio a que se pone fin."

Entendiéndose la partición de bienes comunes, como el proceso de separación de éstos que


tiene por finalidad otorgar a cada una de las personas, que tiene derechos sobre los bienes
indivisos, la parte material o porción que realmente le corresponde.

“Por tanto, las únicas causas legales que permiten la disolución y liquidación de la


comunidad de gananciales, son:

 La nulidad del matrimonio
 La ausencia declarada
 La quiebra de uno de los cónyuges
 La separación judicial de bienes.

De lo contrario, los cónyuges no pueden voluntariamente disolver y liquidar la comunidad


de bienes, mientras no quede ejecutoriada la sentencia de divorcio. En el presente caso, nos
encontramos bajo la figura de la separación judicial de bienes.

Ahora corresponde analizar cómo opera dicha disolución, pues en el caso del divorcio o
muerte aplica de mero derecho. Pero en casos como la separación de bienes solicitada
durante la solicitud de la separación de cuerpos, implica un proceso judicial con sus
diferentes etapas, donde el juez verificará que el acuerdo no sea contrario al orden público,
las buenas costumbres o una disposición expresa de la ley; esto como regla general de
análisis a las homologaciones que se presentan en materia de protección de niños, niñas y
adolescentes.”

Causas y efectos de la liquidación:

La Liquidación de la Sociedad Conyugal es aquel acto por el cual dos personas casadas
bajo dicho régimen inician el trámite de dividir por la mitad los bienes comunes que existen
en el matrimonio.

En caso de que la liquidación proceda como consecuencia de la muerte de uno de los


cónyuges, la otra mitad pasará a los herederos del cónyuge fallecido.
Para realizar la Liquidación de la Sociedad Conyugal se debe, en primer lugar, valorizar
cada uno de esos bienes (cosa que pueden hacer de común acuerdo los cónyuges o también
por haberlo ordenado el juez).

Luego, tras haber valorizado los bienes sociales, se puede dar inicio a la adjudicación de
dichos bienes según el valor que éstos tengan. Pero también está la posibilidad que se
liquiden de manera que sólo se reparta el dinero (y no así los bienes).

También podría gustarte