Considerando el cambio estructural como el camino al desarrollo sostenible, la
igualdad es el horizonte de referencia y las políticas son los instrumentos para alcanzar ese objetivo. El cambio estructural implica transformaciones profundas, en las que la política tiene el papel de priorizar, orientar y concertar. En este sentido, y con el fin de plasmar esa visión en acciones y pasos concretos que concluyan hacia dicho horizonte estratégico, se requieren instituciones democráticas eficientes y el conjunto de herramientas de la planificación. En este último aspecto deben aprenderse las lecciones derivadas de los errores y aciertos de la planificación de los años anteriores, pero reconociendo que los requerimientos y circunstancias actuales hacen inviable una práctica idéntica de los planes y herramientas utilizados en esa etapa, para fortalecer la vigencia de la prospectiva y su atractivo político es necesario ilustrar las interacciones entre objetivos nacionales y factores mundiales de mayor influencia, a fin de detectar los temas que deben estudiarse con más profundidad y persistencia para definir estrategias y políticas eficaces