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Teleología

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La teleología (del griego τέλος, fin, y λογία, discurso, tratado o ciencia)1 es la rama
de la metafísica que se refiere al estudio de los fines o propósitos de algún objeto
o algún ser, o bien literalmente, a la doctrina filosófica de las causas finales. Usos
más recientes lo definen simplemente como la atribución de una finalidad, u
objetivo, a procesos concretos.

Índice

 1Historia
o 1.1Origen del término
o 1.2El uso en la Edad Media
o 1.3La crisis en la Edad Moderna
 1.3.1La selección natural
o 1.4Usos contemporáneos
 2Teleología en la ciencia
 3Véase también
 4Referencias
o 4.1Bibliografía
o 4.2Enlaces externos

Historia[editar]
Origen del término[editar]
El origen del término puede rastrearse hasta la Grecia Antigua. Aquí es donde
encontramos una caracterización de las cuatro clases de causas existentes,
planteadas por Aristóteles:2

 Causa material: aquello de lo que está compuesto algo.


 Causa formal: aquello que da el ser a un objeto. 2
 Causa eficiente: aquello que ha producido (causado) un objeto.
 Causa final: aquello para lo que existe un objeto.
Tanto para Aristóteles como para muchos otros autores antiguos
(Epicuro, Diógenes de Apolonia, entre otros), la causa final era la más importante
en cuanto a la explicación de la Filosofía Práctica, aunque no se debe olvidar que
eran necesarias las cuatro causas para la explicación completa del universo.
El uso en la Edad Media[editar]
Tras la configuración del cristianismo tal y como se conoce en la actualidad
después del Concilio de Nicea (siglo IV), la explicación por causas finales empezó
a considerarse la única explicación que podría servir para acceder a los misterios
divinos. Esto es producto de la introducción de la filosofía clásica en contextos
filosóficos y teológicos (en la Edad Media eran prácticamente indistinguibles)
primero a Platón y luego a Aristóteles. Este movimiento se llamó Escolástica e
intentaba comprender la revelación divina con estas herramientas. [cita  requerida]
La crisis en la Edad Moderna[editar]
En la Edad Moderna se inicia un cambio de tendencia. Se considera que la
explicación por causas finales era antropomórfica, pues del hecho de que el
hombre conozca por causas finales no se deriva que el universo funcione con este
principio. Es por ello que surge un movimiento, el mecanicismo, que intentará
explicar el mundo por causas eficientes. Esto es lo que posibilitará el nacimiento
de la ciencia moderna.
La selección natural[editar]
Cuando Charles Darwin escribe El origen de las especies una revolución
comienza. La tesis básica en su texto apuntaba a que la diversidad de la vida
sobre la tierra tal y como la conocemos (no su origen), es producto de la selección
natural actuando durante largos períodos. Para llegar a tal conclusión se basó
principalmente en los textos de Charles Lyell sobre geología en conjunción con
una idea de Thomas Malthus en su Ensayo sobre el principio de la
población sobre demografía. Podemos parafrasear a Darwin utilizando una
terminología más actualizada diciendo que postuló el principio de que «los
individuos de una especie que obtienen de una serie de rasgos aleatorios
(mutaciones) una superior capacidad adaptativa (eficacia biológica) que otros
miembros de la misma especie con los cuales compiten por el alimento, serán los
que transmitirán su carga genética a las siguientes generaciones, logrando así, a
lo largo de mucho tiempo, la variación de las especies sobre la tierra».
Como puede verse, la explicación de Darwin es naturalista y eficientista. No
explica la diversidad y adaptación biológica con base en unos fines o propósitos
de un intelecto. Esto iba en contra de la doctrina creacionista de las religiones
abrahámicas, lo cual provocó el rechazo desde este ámbito.
Dado el éxito de la visión evolutiva en tanto que conocimiento científico, iglesias
como la anglicana y la católica eventualmente cambiaron sus posturas
creacionistas clásicas a formas conciliatorias, conocidas como creacionismo
evolutivo. El Magisterio de la Iglesia Católica establece que la dimensión inmutable
e inspirada por Dios en el hombre es la espiritual, mientras que la dimensión física
está sometida a constantes cambios, dentro de los cuales cabe la explicación
darwinista, como la de cualquier otra teoría, mientras esta no intente deformar el
origen sagrado y divino del alma. Por su parte, la ciencia cognitiva pretende dar
explicaciones naturalistas de la dimensión espiritual o mental, y en gran medida
las observaciones hechas por la neurociencia parecen indicar que todas las
capacidades de la psique también son fenómenos naturales no diseñados.
Usos contemporáneos[editar]
Hoy en día muchos grupos o doctrinas siguen utilizando las explicaciones
teleológicas de tipo sobrenatural en biología (el ejemplo que quizás pueda ser más
conocido es el famoso diseño inteligente) para intentar dar alternativas a las
explicaciones neodarwinistas ya que las consideran erróneamente adoptadas por
la ciencia moderna por ser la única explicación que no implica una causa exógena
a la naturaleza. La excepción naturalista es la teoría científica de Lamarck, que
hoy se considera superada, en la que habría en los organismos vivos una
teleología a corto plazo para la evolución de los órganos según su funcionalidad.

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