JUSTICIA EN LA CALLE

cas hacia grupos sociales subalternos no explica satisfactoriamente este

proceso. Iba a ser decisivo que el Estado permitiera después de 1845
una organización caudillista de la Policía. Pr~cis~:nente en u~a- é~oca en
la cual se realizó en otras regiones una legahzac1on de la Pohc1a , hubo
en Guatemala un desarrollo retrógado. Entonces no ayuda la pregunta
sobre la responsabilidad del Estado o de la sociedad ante la ineficacia
policiaca para imponer el control de la violencia: la abolición de estruc-
turas burocráticas por un lado y la pérdida de competencia cultural para
ORDEN PÚBLICO EN EL CHILE DEL SIGLO XX:
tratar con esas estructuras por el otro fueron más bien procesos comple-
mentarios.
TRAYECTORIA DE UNA POLICÍA MILITARIZADA

Durante mucho tiempo las élites sociales y la opinión pública política Ernesto Aguila Zúñiga
de la capital observaban estos desarrollos sin intervenir. Hasta el aumen-
Carlos i'vlaldonado Prieto
to de poder titubeante de círculos "burgueses" durante el régimen liberal
después de 1871 llevó a que se impulsara la rápida modernización del Introducción
Estado y la reforma de la Policía. Pero fracasó u.na modernización de la
policía en el sentido burgués, es decir en el sentido de una racionaliza- En Chile se han generado históricamente dos fenómenos que han
ción cultural de la acción policiaca. La "modernización" de la Policía se marcado el desarrollo de la Policía: por un lado, las Fuerzas Armadas
realizó más bien en la medida en que se transformó desde los años han sido utilizadas, con una cierta regularidad a través de los años, en
veintes de nuestro siglo en un órgano del terrorismo estatal. En este tareas de represión policial contra la población civil, y, por otro, la pro- i,
contexto queda abierta la pregunta de si las tradiciones de una disposi- pia Policía ha sufrido la intervención de los militares en terrenos tan im- ¡•.
1'!
ción extralegal a la violencia que existían dentro de la Policía desde portantes como la instrucción de la oficialidad, la organización y desplie- !
1845 realmente se abolieron y domesticaron o si en la práctica estas gue de fuerzas y hasta en la propia dirección de la institución. Esta si-
tradiciones simplemente fueron dirigidas hacia un rumbo político nuevo, tuación ha provocado a la larga una tendencia a la militarización de la i,
fueron "legalizadas" y retiradas de esta manera de la crítica pública. Policía chilena y, en algunas circunstancias, no han faltado los intentos 1 : i'
:1 1
¡:
por absorber completa y definitivamente a la Policía dentro de las Fuer- 1 ,
1·
zas Armadas. ¡' ¡ ¡¡
• 1

En Chile -se estructuró, de manera definitiva en 1927 y luego de va- : '1 i¡¡ 1
rios intentos- un aparato policial centralizado y militarizado, a imagen y 1 .. ,• •
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semejanza de las Fuerzas Armadas, similar a países como España e Italia
que poseían una larga tradición latifundiaria y de instituciones políticas
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tradicionales . Muy diferente ha sido la situación de otras sociedades
·¡ :¡
1 ¡¡
64 Véase para el caso prusiano Funk, A. Po!izei und Rechtsstaat. Die Entwicklung
1 Diversos estudios han sostenido la existencia de una relación entre las sociedades i li
tradicionales, basadas en la agricultura, y un bajo desarrollo de instituciones de-
des staat!ichen Gewa!tmonopols in PreuBen 1848-1914, Frankfurt/ New York mocráticas. Una característica de esta dualidad es el surgimiento del militarismo
.! ¡
1
1986. como medio de sujeción interna y, eventualmente, de expansión territorial exter-

72 73

1
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JUSTICIA EN LA CALLE
más avanzadas en sus procesos de modernización interna, y donde han
primado, en general, un esquema de Policías descentralizad as, autóno-
2
mas y de carácter civil .
El objeto de estudio del presente trabajo es rastrear en la historia de
Chile del siglo XX los hitos y causas que dan cuenta y explican este fe-
nómeno de la militarización del orden público; y además, reur.ir antece-
dentes sobre la P olicía chilena, una de las instituciones del Estado más
involucrada e influyente en la vida cotidiana de los ciudadanos, y a la
vez una de las más invisibles y menos conocidas.
Antecedentes de la actuación del Ejército como Policía
El proceso de injerencia militar en los asu ntos policiales com ienza in-
cipientemente en el siglo pasado y C~dquiere toda su plenitud a comien-
zos de éste.
na . El caso alemán es uno de los ejemplos paradigmáticos más elocuentes. Véase
a Gordon A. Graig, Die preussisch-deutsche Armee 1640-1945. Staat im Staate,
Düsseldorf, 1960; Peter Bachmann y Kennt Zeisler, Der deutsche militarismus,
Berlín, 1971, 2 vols. y Otto Büsch, "Militarisierung von Staat und Gesellschaft
im alfen preussen ", Preussen. Beitriige zu seiner politischen politischen kultur,
Reinbeck, 1981, pp. 45-60. Para el caso español véase a Manuel Ba llbé, Orden
público y militarismo en la España constitucional, 1812-1983, Madrid, 1985.
2 Hay países donde ha primado el sistema descentralizado: en Gran Bretaña, por
ejemplo, existen 158 servicios policiales independientes, divididos en Policía de
patrulla y judicial, además de Scotland Yard. En los Estados Unidos hay 40.000
servicios policiales independientes. Jefe local es el "sheriff'', cargo que es llenado
por elección universal en cada condado por 2 a 4 años, destacando como un ca-
so único de democracia directa. También existen Policías estatales que dependen
directamente del gobernador y IC! Guardia Nacional de carácter militar para
emergencias.
En otras partes rige el sistema centralizado: en Suecia la Policía depende del
Ministerio de J usticia y en su consejo directivo hay C~utoridades civiles, incluso
parlamentarios. En Francia hay unC! Policía central dependiente del Ministerio del
In\erior que comprende seguridad pública, Policía judicial, Policía política y vigi-
lancia del territorio, y la Gendarmería Nacional. En Japón la Policía depende del
Primer Ministro. En José María Rico, "Sistemas comparados de Policía", Po li-
cía y sociedad d emocrática, Madrid, 1983, pp. 29-47.
1
74
J Mk Jid14!§3&S&C4 cm
ORDEN PÚBLICO EN EL CHILE DEL SIGLO )L'X:
TitA YECTORIA DE UNA POLICÍA MILITARIZADA
La primera actuación militar en actividades policiales se remonta a
1887 cuando el Escuadró n de Carabineros del Ejército comenzó a coo-
perar esporádicamente con la Policía de Santiago o G uardia Municipal.
Un segundo paso lo constituyó la creación, en 1893, de la Policía de
Ferrocarriles que se organ izó como una guardia especial en las estacio-
nes de los ferrocarriles del Estado. El artículo primero de su reglamento
3
interno le confirió expresamente carácter militar .
El bandolerismo rural fue un grave problema social y policial en el si-
glo pasado, acentuándose antes de la Guerra del Pacífico, y recrude-
4
ciendo al ténnino del conflicto annado • Su origen era la falta de traba-
jo y la sujeción a la tierra. Algunos elementos que estimularon e l bando-
lerismo fueron la existencia de una sociedad ganadera que permitía con
facilidad e l "cuatrerismo", la vida trashumante propia de este tipo de
explotación, las cantinas de los pueblos pequeños y la frontera -con su
5
sociedad indígena- que servía de refugio para los bandidos . En 1878,
el Partido Conservador denunciaba que "el bandolerismo recorre orga-
nizada e impunemente nuestros campos y alarma nuestras poblaciones".
Según el historiador Gonzalo Vial, la municipalización de la Policía exa-
6
cerbó el mal . Las Policías municipales, o eran impotentes para conte-
nerlo, o bien apenas se diferenciaban de los bandidos. No era raro que
éstos fuesen em p leados como gendannes comunales como recurso ex-
7
tremo, dirigido a mantenerlos bajo un relativo control .
¡
3 General inspector René Peri Fagersttrom, Apuntes y transcripciones para la
historia de la función policial en Chile, p. 283, Vol. !l. i ·1
1 '
4 Además, los delincuentes que habían combatido durante la Guerra del Pacífico y
que debían volver a cumplir sus condenas, se resistieron y se rebelaron yéndose a 1 !.1
1 '
los montes del sur. En Jorge lara Carmona, Trizano, el B úfalo Bill chileno,
Santiago, 1936, p. 40.
¡ 1·
5 En José Bengoa, Historia social de la agricultura chilena. B poder y la subordi-
¡
j t
nación, Santiago, 1988, pp.l13-114, vol. l. Recién el urbanismo y el auge de la
minería acabaron con este fenómeno. ' : 1
'. '
¡.
6 En 1881, luego de la guerra civil, en Chile se vivió una experiencia de municipali- 1 ¡i
zación de la función policial. Según la ley, cada municipalidad tenía su Policía
propia y el Presidente de la República elegía el prefecto de una tema. La expe- ": 1
! : 1!
riencia no fue exitosa, y este inédito intento en nuestro país de una Policía local y
descentralizada terminó en corrupción y descrédito ciudadano.
1: :il
;;¡
7 Gonzalo Via l Correa , Historia de Chl1e. Santiago, 1987, p. 754, vol !l.
75
•=
 ORDEN PÚBLICO EN EL CHILE DEL SIGLO X."<:
JUSTICIA EN LA CALLE TRAYECTORIA DE UNA POLICÍA MILITARIZADA

Como la Policía no lograba éxitos tangibles en el combate al bando- "prusianización" del Ejército, dirigió personalmente en 1906 la opera-
lerismo, que ponía en peligro las explotaciones del nuevo frente produc- ción de fusión de los antiguos Gendarmes del sur y los del Ejército,
tivo que era la Araucania y las provincias más al sur, en 1896 se comi- constituyendo así el regimiento de Carabineros. Esta unidad militar co-
sionó al capitán Pedro Hemán Trizano, un veterano de la Guerra del menzó contando sólo con 1.500 hombres, con destacamentos en Anto-
Pacífico y ex Policía rural en la Araucania desde 1884 hasta 1890, para fagasta, Tocopilla, Taita!, Santiago y Malleco, y hasta su propia Escuela
11
fo rmar un "Cuerpo de Gendarmes de las Colonias" para servir de Poli- de Carabineros, abierta en 1908 . Según su reglamento, ya no se limi-
cía rural en Arauco, Malleco, Ca utín, Valdivia y Uanquihue. Este cuerpo taba a perseguir el bandidaje, sino que tenía jurisdicción en todo el país:
armado quedó supeditado al Ministerio de Relaciones Exteriores, argu- "el Cuerpo de Carabineros está destinado a velar por la seguridad p úbli-
'.
yéndose que estaba involucrada una gran cantidad de inmigrantes euro- ca y asegurar el mantenimiento del orden y la observancia de las leyes
peos que colonizaban la zona. Trizano reclutó a su gente entre ex oficia- en todo el tenitono de la República y en particular en los campos y ca-
les y ex suboficiales del Ejército. En este caso, sin embargo, el remedio minos públicos. Una vigJ/ancia activa, conanua y represiva constituye la
no fue mejor que la enfermedad, pues Trizano actuó en forma despia- eficiencia de su servicio" 12 .
dada y casi sin control. "Sus fusJ/amientos legales se sucedieron, a un
riúno de SO por año. Las ejecuciones sin proceso fueron bastante ·más El Cuerpo de Carabineros del Ejército fue organizado a semejanza de
numerosas, especialmente el año 1891, cuando Balmaceda hacía regir similares organizaciones militares que cumplían tareas policiales en Es-
la ley marcial". Según relata un testigo contemporáneo, en enero de paña e Italia; en el Perú ejerció tanta influe ncia este modelo, que la Po- 1 1
1891, con el expediente de la ley de fuga (i !), se masacró a 30 reos cerca licía incluso lleva el mismo nombre que en España: Bene mérita Guardia !.
8
de Temuco . Por este y otros motivos, principalmente los que se referían Civil.
a la actuación de los genda rmes en política co ntinge nte y elecciones
ii
i ·,
parlamentarias, Trizano fue llamado a retiro y sus tropas desmovilizadas. El crecimiento del Cuerpo fue vertiginoso. En 1914 éste tomó a su 11¡ 1
cargo la Policía de ferrocarriles, posteriormente se le confió el resguardo 1 '1 1
1 ' 1
En 1902 entró a tallar directamente el Ejército en este asunto, desti- de las fro nteras d el norte del país -en consideración de las tensiones con
13
nando un escuadrón d e Gendarmes, con efectivos de los regimientos de el Perú- y en 1923 se le encomendó el servicio especial de Aduanas .
caballería, cazadores, lanceros, dragones y guías, para combatir el ban- En 1921 Carabineros tenía ya nueve regimientos territoriales, un regi- 1
1
'
!1 ,'
1

dolerismo 9 . Al año siguien te se formó con estas tropas el Regimiento de
Gendarmes, cuerpo dependiente del Estado Mayor, para operar en el
norte y centro del país 10 . El propio General Emil Kómer, líder de la
miento ferrocarrilero y una sección de investigaciones, en la más perfecta
dualidad de funciones con la Policía civil. La jefatura de este cuerpo era 1 ¡
un peldaño fundamen tal en la carrera militar de ese período, demostra-
ción de la importancia que se le asignaba e n el Estado chileno . Por ,,
ejemplo, destacados personajes fuero n sus comandantes: el Coronel 1 1 . •

¡1
8 Gonzalo Vial Correa, op. cit., p. 754, vol. 11. Impresiona que la figura de Trizano !i i
haya ido ganando, lentamente en el tiempo y sobre todo en el sur, una aureola !1 11

i:¡ :¡¡
XX en Chile y el papel policial de las FFM. , Latinoamencka-Studien, vol. 25,
de guerrero heroico y de "cowboy" criollo. Franhfurt/Main, 1990, op.cit., p. 215.
9 Subprefectos Arturo Venegas S. y Alejandro Peralta R., Album histónco de la 11 Coronel Manuel Esca la Escobar, Vig/a permanente, Santiago, 1981. (Segunda
PohCía en Chile, Santiago, 1927, pág. 1141. edición de Prqceso evolutivo de las fuerzas policiales uniformadas chilenas:
10 Según las propias palabras del Ministro del Interior, el Cuerpo de Gendarmes es 1541-1974, Santiago, 1975), p. 127. ¡i ¡1
"semejante a la Guardia Civ11, que forma en España lo que pudiera 1/ama~e la l, 1 i
l
1
~
12 Subprefectos Arturo Venegas S . y Alejandro Peralta R. , op. cit., p. 1140.
Policía militar de las provin cias, reúne las ventajas que, para el descubrimiento y 1

aprehensión de los malhechores, puede prestar la educación militar". En Ferenc 13 Raúl González lnos troza , Retiros, montep/os y otros beneficios en Carabine- 1
! ·¡
1

Fls cher, "Las cárceles llenas: tensiones sociales en los primeros años del siglo ros de Chile, Concepción, 1950, p. 29 ..

77 1
76 1'
1
 ·----. ·-- --------- ----
JUSTICIA EN LA CALLE
Alfredo Ewin~, entre 1921 y 1924, y el Coronel Carlos lbáñez, entre
1925 y 1927
4 rumores de que la tropa se negaría a disparar contra los huelguistas de la
Sin embargo, durante el período de la crisis oligárquica que culminó
precisamente con la intervención militar de 1924, aumentaron conside-
rablemente los conflictos sociales y, por ende, también la represión. En
el aspecto de orden y seguridad pública, la situación se hizo complicada,
sobre todo en el norte del país, pues el número de delitos y de huelgas
creció enormemente. En 1902, por ejemplo, la provincia de Tarapacá se
ubicó en el primer lugar por su número de reos por habitante con 6.550,
o sea el 6,4 por ciento de ·la población provincial, y Valparaíso con
15
9.456, el 3,8 por ciento _ Frente a esas emergencias, el gobierno de la
época echó mano de las Fuerzas Armadas para asegurar el orden inter-
no que, según se creía, estaba seriamente amenazado.
Los movimientos huelguísticos de 1903 en Valparaíso, de 1905 en
Santiago y de 1907 en !quique -precisamente las provincias más comple-
jas- tuvieron como saldo represiones sangrientas por parte de las fuerzas
militares con miles de muertos y heridos. Esta situación afectó profun-
damente la moral de las instituciones armadas, sucediéndose desde en-
tonces numerosas advertencias de los jefes castrenses a las autoridades
civiles contra el uso indiscriminado de militares en actividades policia-
les16. Los sucesos de diciembre de 1907 son un fiel ejemplo de lo ex-
14 En general, este regimiento estaba bien conceptuado en algunos círculos. "Esta
institución... ha prestado valiosísimos servicios. La misión principal consiste en el
perseguimiento de Jos delitos y en general sus funciones son de Policía preventi-
va, pesquisando además Jos delitos consumados. Vigilan Jos campos y las pro-
piedades, cumplen las órdenes judiciales, etc. El Cuerpo de Carabineros se ha
~xtendido por todo el territorio, dividido en destacamentos y éstos en piquetes y
parejas. Los beneficios se han hecho sentir sobre todo en la frontera". En Fran-
cisco Busta mente Bascuñán, Estudio sobre la Policía en Chile, Concepción,
1918, (memoria), pág. 29.
15 Ferenc Fisher, op. cit., pág. 212.
16 El General Komer decía en 1902: "... una vez más, Señor Ministro (de Guerra),
me pennito hacer presente a Uds. la inconveniencia de que se empleen las fuer-
. zas del Ejército en servicios de Policía, desquiciadores de la disciplina militar...
En la Primera Zona el Regimiento Húasares, empleado durante todo el tiempo
que duró el acuartelamiento de Jos reclutas, en comisiones ajenas a su servicio,
no pudo tenninar la instrucción de los reclutas... " En Ferenc Fischer, op. cit.,
78
W QiJlq
ORDEN PÚBLICO EN EL CHILE DEL SIGLO XX:
TRA YECTORlA DE UNA POLICÍA MILITARIZADA
puesto: el informe del cónsul alemán en !quique afirma que hubo fuertes
Escuela Santa María; otra fuente -el cónsul británico en la ciudad, Char-
les Noel Clarke- asegura incluso que dos marineros de la "Esmeralda" se
17
habrían cambiado de bando, pero fueron muertos en el intento .
De militares policías a la militarización de la Policía
La terrible experiencia de la represión militar contra los huelguistas en
los primeros años de este siglo -sumada a hechos posteriores como las
masacres de San Gregario , en 1921 , y La Coruña, en 1925, esta última
con un saldo de cientos de muertos-, hizo cada vez necesario abandonar
el intento de asignarle a las Fuerzas Armadas tareas policiales e imple-
mentar una segunda variante: militarizar a la Policía para cumplir las
misiones que los militares se resistían crecientemente a realizar.
Una de las primeras medidas fue poner a la Policía de Santiago bajo
las órdenes de jefes militares. En 1906 se nombró al comandante de la
Escuela Militar, Teniente Coronel Jorge Barceló Lira, en reemplazo del
prefecto civil Joaquín Pinto, quien desempeñó el cargo desde 1899
hasta 1906, inaugurando así el período de prefectos castrenses. Le siguió
en 1907 el Mayor del Ejército Enrique Quiroga Roger. Entre 1908 y
1916 fue jefe el Coronel Nicolás Yávar J iménez. El Coronel del Ejército
Guillermo Chapa rro White fue jefe de la Policía en 1916. Entre 1916 y
1921le sucedió el Teniente Coronel Rafael Toledo Tagle. Entre 1921 y
1922 los prefectos fueron el Mayor del Ejército Bernardo Gómez Solar y
el Capitán de Fragata Silverio Brañas; la designación del civil Julio Bus-
tamante, hombre de confianza de Arturo Alessandri, marcó una momen-
tánea variación. En 1925, instalados los militares en el poder, se nombró
p.220. Por su parte, el Jefe del Estado Mayor, General Pedro Charpín, aconse-
jaba en 1915, que "si el Estado quiere conservar, con evidente provecho, el gran
poder del Ejército como instrumento educador, debe evitar, has/a donde sea
posible, el colocarlo frente al p ueblo, que es su generador". En Carlos Ma ldo-
na do Prieto y Patricio Quiroga Z. , El prusianismo en las Fue/'ZiJs Annadas
chilenas. Un estudio histórico, 1885-1945, Santiago, 1988, p. 101.
17 /bíd, p. 230, y Pedro Bravo Elizondo, "Santa María del Salitre: recuperación
de una historia obrera", Jquique , 1989, p. 35.
79
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--·
JUSTICIA EN L\ CALLE
nuevamente a un uniformado: el Coronel del Ejército Bartolomé Blan-
che. Sin embargo, como se ha visto más arriba, las cosas no cambiaron
sustancialmente en las filas policiales, pues los jefes rotaban constante-
mente -muy al estilo de la "República Parlamentaria"- y se carecía de un
plan coherente de organización.
Un primer intento de militarización se materializó en 1916, cuando el
Presidente Sanfuentes reorganizó las Policías de la República como
reacción a una ola de críticas de la ciudadanía. Se ordenó el escalafón,
los sueldos y los viáticos, se establecieron modos de reclutamiento, etc.
Pero la principal reforma, que implicaba unificar los Carabineros cas-
trenses y las Policías civiles bajo el mando del Ejército, no se concretó
por falta de acuerdo en el Parlamento. Por su parte, el nuevo Prefecto
Chaparro White trató de reorganizar la Policía a mediados de 1916, pero
- t"
el gobierno fina 1mente se d es1s 1018.
Recién los trascendentales cambios políticos que sacudieron al país en
1924 debido a la intervención militar que separó del gobierno al Presi-
dente Alessandri e hizo aprobar una nueva Constitución Política, produ-
jeron un cambio radical en la estructura de la Policía chilena. Ese año se
unificó manu militari a todas las Policías del país, se creó una escuela
policial y se estructuró un escalafón único, lo que constituyó el ;>aso de-
finitivo hacia la futura unificación de Policías y Carabineros. En esta
decisión del a lto mando castrense tuvo importancia capital el modelo
19
italiano .
18 Waldo Urzú a Álvarez, Las instituciones policiales de Chile. Reseña his:órica
escrita en cumplimiento a una comisión de la Dirección General de Carabmeros
de Chile, Santiago, 1936, p. 191.
19 El agregado militar chileno en Roma había propuesto en 1921 que Carabiner?s -
como órgano policial- dependiera del Ministerio de Guerra y fuese un aux1har
del Ejército en caso de guerra, tanto como destacamento montado como de In-
fantería. Este oficial chileno en Italia elaboró un detallado informe sobre los
"Carabinieri" requerido por el Estado Mayor en 1921, que fue entregado en
1923 y editado por el Ministerio del Interior precisamente en 1927. En Mayor
Otto Naschold, Sobre organización y servicio de los Carabineros Reales del remo
de Italia, Santiago, 1927.
80
ORDEN PÚBLICO EN EL CHILE DEL SIGLO XX:
TR.~ YECTORlA DE UNA POLICÍA MILITARIZADA
Cuatro días después de iniciado el pronunciamiento militar el Con-
greso aprobó la ley que unificó las Policías. Se creó la Dirección General
de Policías y se fijaron 5 zonas policiales. El reglamento de la ley, del 29
de septiembre de 1924, dividió a Carabineros en tres secciones -de or-
den, seguridad o investigaciones, e identificación-. Éste "daba también al
Director General las facultades propias del director de un cuerpo armado
Y establecía la atribución disciplinaria de arresto hasta por 30 días, de/e-
gab/e en los comandos secciona/es suba/temas" 20 . Su primer Director
General fue el General de Brigada del Ejército Aníbal Parada Pacheco
quien precisamente había ocupado el cargo de Comandante del Cuerp~
de Carabineros del Ejército de Santiago.
1927: N ace Car abineros de Ch ile
Sólo ~estaba un paso para consumar la definitiva militarización de la
Policía. Este se produjo definitivamente en abril de 1927 por iniciativa
del entonces todopoderoso caudillo militar Coronel Carlos Ibáñez en su
triple calidad de Comandante del Cuerpo de Carabineros del Ejército y
de Ministro de Guerra e Interior 21
La unión definitiva de las Policías fiscales -conocidas como "azules" o
"pacos"- y el Cuerpo de Carabineros dependiente del Ejército -llamados
"verdes o básicos" -, y su carácter militar se consagraron en la Ley Or-
gánica de Carabineros del 23 de diciembre de 1927. Ésta señalaba, en
su artículo primero, que "Carabineros de Chile es una insfjfución mJIJfar
a cuyo cargo estarán en todo el territorio de la República, el manteni-
20 Subprefectos Arturo Venegas S. y Alejandro P er alta R. op. cit., p. 189.
21 Es interesante resaltar el hecho de que el modelo de Carabineros cundió en otras
partes. Por ejemplo, en el Ecuador, país de estrechas relaciones militares con
Chile, el general Enrique Gallo creó en los años 1937-1938 una Policía militari-
zada Y centralizada, los "Carabineros" o Policía Nacional, "tratando de imitar el
modelo chl'leno del general!báñez'', separando las funciones represivas y cas-
trenses. En Fernando Bustamante, "Revisión histórica comparativa del tem-
prano desarrollo institucional de las Fuerzas A!Tlladas del Educador y Colom-
bia", Documentos de Trabajo FLASCO, W395, Santiago, 1989. pp. 134 y 169-
170. La relación con el Ecuador se incentivó con el envío de una misión policial
chilena en los años 1956-1957. Además existen Carabineros en Bolivia y Co-
lombia.
81
1
..:.r:md!J.

-- - - --------
JUSTICIA EN L\ CALLE
miento de la seguridad y el orden y la vig!lancia del cumplimiento de las
leyes y demás disposiciones de carácter general". Seguidamente se esti-
pulaba una directa tutela militar sobre el nuevo cuerpo, cuando se afir-
maba, en el artículo segundo, que "Jos Carabineros dependerán direc-
tamente del Ministerio de/Interior, pero, cuando el Presidente de la Re-
pública Jo estime conveniente, podrá ponerlos temporalmente a disposi-
ción del Ministerio de Guerra". Del mismo tenor era el artículo noveno,
por el cual "el Presidente de la República podrá designar para que pres-
ten sus servicios en Carabineros, en forma excepcional, a oficiales del
Ejército o de la Armada, especialmente capacitados para el mando de
fuerzas de Carabineros o la enseñanza de ramos de su especiahdad''. El
artículo undécimo confería al personal de Carabineros el goce de fuero
militar quedando sometido, en materia de jurisdicción penal, civil y dis-
22
ciplinaria, al Código de Justicia Militar .
Mediante el artículo décimo se creaba la Escuela de Carabineros para
formar oficiales y agentes para Carabineros de Investigaciones, que lue-
go se eliminó al organizarse la Dirección General de Investigaciones. La
Escuela se dividió en los cursos de aspirantes a oficiales de guerra y de
administración. El artículo tercero de su reglamento interno confirmaba
el carácter militar de la institución al considerarla, para efectos prácticos,
como un regimiento: "El régimen de la Escuela es el internado y su índo-
le, militar; por lo tanto, se ceñirá a las leyes y reglamentos sobre discipli-
na que rigen para el Ejército" 23 .
Carabineros quedó facultado, además, para la vigilancia y seguridad
territorial de las fronteras terrestres, la costa interior y el tráfico aéreo
.
22 Repertorio de legislación y jurisprudencia chl'lenas. Leyes administrativas sobre
Fuerzas Armadas y Carabineros, compiladas por Mario Bemaschina, Manuel
Daniel y Raúl Ojalvo, Santiago, 1956, pp. 217-218. Por la especificidad de los
delitos de los Policías, se debió agregar en 1932 al libro IV, el título II De los deli-
tos especiales relativos a los Carabineros de Chile. Delitos propios de Carabine-
ros son ebriedad en el servicio, abandono de servicio, deserción, maltrato de
obra a Carabineros en servicio, amenazas u ofensas a Carabineros en servicio.
En Carlos Barrientos Monje, Carabineros de Chile ante el derecho y la juris-
prudencia, Santiago, 1962, (memoria), pp. 211 y 222-230.
23 Carabineros de Chile. Regimiento Escuela. Reglamento para el curso de aspiran-
tes a oficiales de Carabineros de Chile, Santiago, 1928, p.4.
82
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ORDEN PÚBLICO EN El CHILE DEL SIGLO XX:
TitA YECTORIA DE UNA POLICÍA MILITARIZADA
nacional e internacional. Asimismo debía cumplir el servicio de Prisiones
y de Investigacionei4 .
Sin embargo, los inicios del nuevo Cuerpo de Carabineros en 1927
no fueron muy auspiciosos. Su primer jefe fue nuevamente el General
Aníbal Parada, quien, pecando de un excesivo celo, militarizó la Policía
hasta un grado excesivo. De este modo, incluso las antiguas denomina-
ciones debieron ceder paso a los flamantes nombres castrenses.
En Santiago, por ejemplo, la Policía pasó a co ntar con S regimientos
o unidades, un grupo de investigaciones, un grupo de fuerza móvil y un
grupo de tránsito. El regimiento N° 1 comprendía las ex comisarías S0 ,
9° y 10° del área norte y oriente; el regimiento N° 2 eran las ex comisa-
rías 1°, 3°, 7° y l S0 y correspondía al centro dP. la ciudad; el regimiento
N° 3 cubría las ex comisarías 2°, 6°, ll 0 y 14° del sector poniente y
oriente; el regimiento N° 4, las comisarías 4°, 8°, 12° y 13°, en la zona
oriente, ~ el regimiento N° S, los escuadrones 1° y
2
y subcomisarías zo
rurales . Pero estas denominaciones de la jerga militar produjeron re-
chazo en la comunidad -un símbolo de los tiempos que se vivían bajo el
poder de Ibáñez-, terminándose por consolidar el término "comisaría".
Por ello hubo necesidad de volver a la terminología antigua y abandonar
los nombres militares, hecho sancionado por decreto supremo N° ll24
de S de mayo de 1928.
Un autor de la institución plantea que hubo verdadera "desorien-
tación y desconcierto en los servicios (recién unificados) ... ; se hizo notar
especialmente en Santiago, donde el público pudo comprobar sin dificul-
tades, un descenso en la eficacia de los servicios de vigilancia. Ello, sin
embargo, fue una consecuencia lógica y natural de la situación produci-
da. Al frente del Cuerpo Santiago, es decir, de la Policía que desde 1921
venía siendo dirigida porjefes formados en la práctica diaria del servicio,
se colocó a un General de Ejército, distinguido y lleno de buenas inten- ·
24 Luis Raúl Álvarez Argel, Carabineros de Chile, Valparaíso, 1968, p.3, vol. l.
25 Teniente Pedro Ossa Escobar, Patriotismo y el Cuerpo de Carabineros de
Chile, Santiago, 1927, pp. 38-39.
83
1
1 !SI!Eilt.!d4f#4Q NA"Cit·G ZN iUQWSU:L 4-

JUST ICIA EN L\ CALLE
ciones, pero totalmente desconocedor de las modahdades policia-
les... ' 26 .
Caída de Ibáñez, "reacción civilista", y
la situación de Carabineros
Durante la "reacción civilista" -fenómeno de principios de los años
treintas en Chile caracterizado por una fuerte reacción antimil itar de la
sociedad civil y política a partir del derrumbe del régimen de lbáñez-, la
suerte de Carabineros no fue mejor. La caída del caudillo autoritario fue
acompañada por inusitadas y poco corrientes muestras de violencia po-
lítica. Se produjeron enfrentamientos armados en Santiago, Concepción
y Valparaíso entre man ifestantes callejeros y piquetes de Carabineros, de
los cuales resultaron una veintena de muertos y un centenar de heridos
por ambos bandos. La Policía tuvo tres bajas morte~les. Le! ira conl~nida
de muchos opositores al régimen depuesto se volcó contra su principal
instrumento represivo, la Policía uniformada.
Las nuevas autoridades civiles terminaron abruptamente con la de-
pendencia directa de Carabineros por parte del Ejército al nombrar a l
Coronel Manuel Concha Pedregal en reemplazo del General Ambrosio
Viaux como Director General de la Policía, un hombre cercano a lbáñez.
Concha había pertenecido a la Policía de Santiago, constituyéndose en
el primer jefe policial sin antecedentes castrenses. Junto a Viaux salieron
27
todos los jefes militares que había en diversas reparticiones y unidades .
Carabineros se convirtió de este modo en el instrumento más impor-
tante para asegurar el éxito del reordenamiento político del país y el re-
encauzamiento de las Fuerzas Armadas, sobre todo del Ejército, a sus
tareas profesionales. La Policía unifqrmada constituía de hecho una po-
dero.sa fuerza armada. LC!s guardias civiles que se formaron como pro-
ducto de las tensiones políticas y sociales del período de "reacción civilis-
26 Waldo Urzúa Álvarez, op. cit., pp. 312 y 319. Las nuevas autoridades llegaron
al extremo de ordenar que Carnbineros patrullaran las calles con carabinas, pro-
quciendo el natural desconcierto de la población.
27 Coronel Querubían Muñoz Sepúlveda, El oficial de Carabineros y su misión,
Santiago, 1964. 2da. ed., pp. 337-339 y 427.
84
ORDEN PÚBLICO EN EL CI-!ILE DEL SIGLO X..X:
TRAYECTORIA DE UNA POLICÍA MIUT ARIZ.-\DA
ta" -sublevación de la Marinería, la Navidad trágica de 1931 en Copiapó
y Vallenar, la "República Socialista '', etc.-, pudieron contar con el apoyo
decidido del gobierno civil y, por ende, de Carabineros que facilitó sus
. - para que es
com1sanas - t as se organizaran
. y armaran 28 .
Para asegurar completamente este tránsito del régimen militar al go-
bierno civil, la ciudadanía, instigada principalmente por la derecha polí-
tica, organizó la Milicia Republicana, un cuerpo paramilitar de cerca de
50.000 hombres en armas. La Milicia recibió el apoyo público de la Po-
licía y la Armada. Era común que se realizaran periódicas confraterniza-
cienes entre unidades milicianas y el personal de las comisarías de Ca-
rabineros tanto en Santiago como en provincias, contrastando profun-
damente con la animadversión que éstos provocaban sólo meses antes.
Éstas tuvieron un carácter más enérgico y solidario con motivo de los
sucesos de Ranqu il en el invierno de 1984, donde se produjeron enfren-
tamientos armados entre campesinos y Policías. Los jefes del grupo ar-
mado civil consideraron la actuación d e Carabineros como una gesta
contra el comunismo . A su vez, los milicianos juntaron fondos para los
deudos de los Policías muertos y para donar premios a aquellos carabi-
. . 29
neros que sob revivieron .
En este período la Policía uniformada quedó supeditada férreamente
a l poder civil, representado por el Ministro del interior.
En 1938 Carabineros debió actuar en la asonada golp ista organizada
por el Movimiento Nacional Socialista. A causa de ella fue masacrada
una cincuentena de jóvenes nazis al interior del edificio del Seguro Obre-
ro. La orden de asesinarlos, después de q ue se habían rend ido, se expli-
28 La lealtad de la Policía con el nuevo régimen civil se reflejó también en su ac-
tuación en los dramáticos hechos de Vallenar. Después del asalto de civiles iz-
quierdistas al regimiento "Esmeralda" de Copiapó en la Navidad de 1931, el
resto de los asaltantes huyó a la vecina ciudad de Vallenar, donde se produjo un
encuentro con Carabineros. Luego de algún tiempo, la Policía ubicó a los pre-
suntos asaltantes y los fusiló sumariamente en el desierto. La masacre fue ocul- •
lada por varios días temiendo posibles repercusiones. En Leonidas Bravo Ríos,
Lo que supo un auditor de guerra, Santiago, 1955, p. 41/42.
29 Carlos Maldonado Prieto, La Milicia Republicana. Histona de un Ejérr:ito civil
en Chile, 1932-1936, Santiago, 1988, pp. 67-68 y 77.
85
 - - -. .J .JIIIJI_.ai_ _ _ _ __

ORDEN PÚBLICO EN EL CHILE DEL SIGLO X.'<:

JUSTICIA EN LA CALLE TRA YECTORlA DE UNA POLICÍA MILITARIZADA

ca por el temor del Gobierno de Alessandri ante una posible interven-
ción militar en su contra. En 1940, Pedro Aguirre Cerda amnistió y ex-
carceló al ex Director General de Carabineros, General Humberto Arria-
gada, por considerar que sólo había cumplido órdenes.
ración en honor del jefe nazi Wilhelm Gustloff y del general Erich Lu-
dendorff, el cumpleaños de Hitler, la fiesta del NSDAP -partido nazi- con
motivo del 1° de mayo, el Día del Soldado del Club Militar Alemán, e
incluso en el recibimiento de Willi Kohn, jefe del partido, a su regreso del
Congreso de Nuremberg de 1936.

La influencia germana sobre la Policía chilena en el
período previo a la 2• Guerra Mundial
Pese a la distancia que se estableció entre Carabineros y las F-Jerzas
Armadas, y sobre todo con el Ejército a la caída de Ibáñez, la Policía no
escapó a la dinámica que vivieron las instituciones de la defensa respec-
to de la influencia militar alemana. La doctrina del "prusianismo" no
sólo fue inculcada por los jefes militares que dirigieron a Carabineros en
el período de "militarización de la Policía" hasta 1931 -quienes a sü vez
habían sido adiestrados en la propia Alemania-, sino que se realizó por
una relación directa de la Policía con instructores alemanes. Durante el
Precisamente el Coronel Otto Zippelius, instructor de Carabineros, era
un connotado miembro del Partido Nazi alemán -así como otros de sus
colegas- y, en esa calidad, dirigía el Club Militar Alemán, una organiza-
ción que tenía por objeto hacer confraternizar a uniformados alemanes y
chilenos en tomo a los postulados de admiración hacia Alemania y sus
instituciones militares. Fue corriente que, con motivo de actos públicos
organizados por los instructores alemanes, se realizara activa propagan-
da a favor de la "nueva Alemania" y se analizara la posición de los uni-
formados chilenos a favor de Alemania en la guerra que se iniciaba. No 1
solamente altos oficiales de las Fuerzas Armadas -y sobre todo del Ejérci-
to, en retiro y en servicio activo-, sino que también personal de Carabi- 1 !

gobierno de lbáñez fueron intensos los contactos con Berlín y por lo me- neros eran asiduos visitantes de dichos eventos, mt.:chos de los cuales se .¡ 1
nos dos instructores policiales alemanes, Paul Schmitz y Karl Pfeffer, realizaban en los propios cuarteles y regimientos chilenos 31 . 1

vinieron al país 30 .También varios jefes de Carabineros viajaron a Euro- ' 1

1
pa, concentrando sus visitas en Alemania e Italia. Asimismo, el Coronel . i
La consolidación de Carabineros 1 1
Otto Zippelius, uno de los líderes de los instructores alemanes del Ejérci- ! '
to, fue profesor de la Escuela de Carabineros y del Instituto Superior de Se puede afirmar que la verdadera consolidación de Carabineros se :i
! :
Carabineros, creado en 1939, hasta el año 1941 -iniciada ya la guerra-, logró hacia fines de los años cincuentas, al iniciarse el Gobierno de Jorge
cuando pasó a retiro. Alessandri. Coincide este desarrollo con la asunción del General Inspec-
: 1 i
tor Arturo Queirolo Femández a la jefatura de la Policía uniformada, . \ 1'
¡. 1

Pese a profesar públicamente la prescindencia política, el influjo ger- 1.

ocurrida el 20 de noviembre de 1958. Queirolo fue precisamente el pri-
mano parece haber sido incontrarrestable. De otro modo no se explica la mer Director General formado íntegramente en las filas institucionales y
activa participación de Carabineros -sobre todo su Orfeón- en actos que desligado completamente del Ejército, marcando con ello un muy impor-
organiza~an los nacionalsocialistas alemanes en Chile, representados por tante cambio generacional. La administración Alessandri significó para el
los funcionarios de la embajada, las instituciones que agrupaban a la cuerpo policial un crecimiento en sus medios y campos de acción y un
colonia alemana avecindada -casi completamente identificada con el significativo ajuste en su concepción institucional. ! ¡· .
1 •
nazismo- y los propios instructores teutones. No parece explicable como 1 ·'
muestras de simple hospitalidad y menos de neutralidad, la presencia 11:
sistemática de Carabineros, por ejemplo, en las festividades del plebiscito ·¡1
del Sarre, el aniversario de la toma del poder por los nazis, la conmemo- 31 Más detalles en Carlos Maldonado Prieto, La Prusia de América del Sur: acer-
ca de las relaciones militares germano-chilenas, 1927-1945", estudios Sociales, ;! l.
'1
Corporación de Promoción Universitaria (CPU), N•73, Trimestre 3, Santiago, i 1
• 1
1992, pp. 75-102.
30 Waldo Urzúa Álvarez, op. cit., p. 327.

86 87

i!
1 1'
 - · - - · · · - - - - - - -- -
JUSTICIA EN LA CALLE
El crecimiento corporativo se vio expresado en la creación de una se-
rie de nuevas reparticiones que modernizaron la actividad policial. Entre
1959 y 1963 se crearon varias dependencias nuevas que mejoraron el
nivel técnico: se organizó una Brigada Aeropolicial sobre la base del
Club Aéreo de Carabineros de 1948, contándose e n 1964 con 8 aviones
y 12 pilotos; se crearon la SIAT -Sección de Investigaciones de Acciden-
tes de Tránsito-, la Brigada de Policía Forestal y la Brigada Femenina de
Policía; y amplió el radio de acción, principalmente hacia la juventud y
la niñez creándose la Sección de Atención de Menores, la Acción Social,
la Fund~ción "Niño y Patria" y un departamento de relaciones públicas.
Asimismo aumentó sensiblemente el envío de misiones de asesoría y
32
perfeccionamiento a varios países de América Latina .
Este período tuvo como corolario la promulgación, en 1960, de la
nueva Ley Orgánica de Carabineros que derogó el decreto de fu ndación
de 1927. Esta nueva normativa dio cuenta del desarrollo alcanzado por
la institución policial, señalando claramente sus funciones, su ordena-
miento interno, su dependencia política dentro del Estado y, lo más tras-
cendental, el iminando el carácter. militar del organismo. El artículo pri-
mero señaló que "/a vigilancia y el mantenimiento de la segundad y el
orden en todo el territorio de la República estará a cargo de Carabineros
de Chile, como asimismo el cumplimiento de las demás funciones que le
encomiendan las leyes y reglamentos". Según el artículo segundo, que-
dó eliminada la disposición por la cual Carabineros podía ser puesto
transitoriamente a las órdenes del Ministerio de Guerra o Defensa:
"Carabineros de Chile dependerá directamente del Ministerio del Inte-
rior. En cada provincia, departamento o subdelegación, la fuerza de Ca-
rabineros estará a disposic16n del respectivo intendente, gobernador o
subdelegado... "Sin embargo, el artículo octavo mantuvo el fu ero militar
para su ~ersonal. Asimismo se estipuló, por los artículos undécimo y
décimoquinto, que los cargos de Director General y el personal de nom-
bramiento supremo -coroneles y generales inspectores- eran de exclusiva
confianza del Presidente de la República. El título de "Oficial Graduado",
32 Oficiales de Carabineros ayudaron en el desarrollo de las Policías de Colcmbia
(1936:1939 y 1958-1962), Venezuela (1947-1949 y 1961-1964), Ecuador
(1956-1957) y la República Dominicana (1961-1963). En Coronel Querubín
Muñoz Sepúlveda, op. cit., p. 538 y sigs.
88
-- - - _j
ORDEN PÚBLICO EN EL CHILE DEL SIGLO ::C<:
TRA YECTORlA DE UNA POLICÍA MILITARIZADA
otorgado por el Instituto Superior de Carabineros, fue considerado como
requisito indispensab le para ascender al grado de coronel 33 .
Los sesenta: Carabineros y la contrainsurgencia urbana
La década del sesenta produjo un cambio significativo para la Policía,
pues en la medida en que se hacían más álgidas las tf.!nsiones sociales y
por ende la lucha política en el país, Carabineros fue adqu iriendo un
perfil cada vez más enfocado a la lucha antisubversiva. Esto se vio refle-
jado en el surgimiento de destacamentos antimotines y en el aumento de
la asesoría y equipamiento provenientes de los Estados Unidos34 . Desde
1962 Carabineros comenzó a usar cascos para actuar en manifestaciones
públicas, y el 9 de febrero de 1963 se creó el Grupo Móvil, una unidad l.
1
especializado en lucha contra manifestantes. El 3 de abril de ~se año, i
!
con motivo de un paro nacional convocado por la Central Unica de
Trabajadores, tuvo su bautismo de fuego.
1:
La ayuda norteamericana· para la Policía chilena fue masiva. Entre
1961 y 1970 Carabineros recibió de parte del Programa de Se~uridad
3
Pública 2.4 millones de dólares para adqu isición de pertrechos . Ade-
más, a partir de la administración de Eduardo Freí Montalvo trabajaron
en el país varios asesores de la lntemational Police Academy de Wa-
shington, dependiente de la AID, y casi un centenar de jefes policiales
chilenos asistieron a cursillos en los Estados Unidos y la zona del Canal
de Panamá -en la Escuela de las Américas de Fort Gulick y en Fort
Bragg, el Centro de Guerra Especial donde también se adiestra a Poli-
33 Ministerio del Interior. Ley Orgánica de Carabineros de Chile. DFL N"213,
1960, modificado por DFL N•317, 1960, Santiago, 1960, pp. 3-12 y Serbando
Rodríguez Contreras, op.cit., p. 11.
34 Es interesante destacar que el apoyo de Washington a las Fuerzas Arrnadas chi-
lenas, sobre todo a Carabineros, continuó siendo alto durante el gobierno de
Frei, pese al distanciamiento que se produjo entre ambos países, sobre todo por
el predominio conservador del Gobierno de Nixon. En Heraldo Muñoz Y Carlos 1
Portales, Una amistad esquiva. Las relacion es de Estados Unidos y Chile, San- 1
tiago, 1987, p. 72.
1! i
¡\
35 Liisa North , "The Military in Chilean Politics", Armies and Politics in Latin
America (ed. por Abraham F. Lowenthal), New York-London, 1976, p. 178. ·1
89
1 1

JUSTICIA EN LA CALLE
cías-. Algunos cursos que impartía la Academia eran, entre otros: "Poli-
cía y segundad nacional", "Inteligencia policial", "Introducción a fa se-
guridad interna", "Aspectos operacionales de contrainsurgencia", "De-
sórdenes civiles", "Segundad interna e información", "Usos de la foto-
grafía en desórdenes callejeros", "Usos del bastón policial" y "Comu-
nismo: amenaza contra América Latina" 36.
La ayuda norteamericana y las nuevas prioridades del Estado chileno
se vieron reflejadas en el gasto militar. Como se aprecia en el cuadro 1,
los gastos de defensa en general fueron declinando en los últimos años
del gobierno de Alessandri y, comparativamente, los que más crecieron
fueron los correspondientes a la Policía uniformada.
CUADRO 1: gastos militares de Chile, 1961-1965 (100 en 1961)
Fuente: Alain Joxe, Las Fuerzas Armadas en el sistema polí&o chi-
leno, Santiago, 1970, p. 97.
De acuerdo a la nueva orientación represiva, Carabineros incorporó a
sus servicios desde mayo de 1966 carros livianos blindados marca
Mowag ;ele fabricación suiza y patente alemana. En 1969 se denunció
que la Policía había comenzado a utilizar armas de guerra como fusiles
36 Fernando Rivas Sánchez y Elizabeth Reimann Weigert, Las Fuerzas Anna-
das de Chile: un caso de penetración imperialista, México, 1976, pp. 21-71.
Grupos de izquierda denunciaron que la Misión Económica de la embajada de
los Estados Unidos regalaba folletos sobre cuestiones policiales. Entre el:os se
encontraban "disturbios civiles", "agentes químicos", afirmándose que el Ma-
nual del Grupo Móvil de Carabineros habría sido elaborado con base en los
textos norteamericanos. En Punto Final, N°81, 1716/1969, pp. 16-18.
90
ORDEN PÚBLICO EN EL CHILE DEL SIGLO XX:
TRAYECTORIA DE UNA POLICÍA MILITARIZADA
automáticos Sig SG 510-4, pistolas ametralladoras Parabellum, escope-
tas de repetición Winchester y fusiles livianos FAL 7,62 mm 37 .
En la práctica, la política represiva en general y el Grupo Móvil en
particular significaron un grave deterioro para Carabineros que vio dis-
minuir su prestigio dentro de la población. La actuación desmedida de la
Policía provocó una serie de víctimas fatales por parte de los man ifestan-
tes. Entre las más violentas represiones destacaron el paro del 23 de
noviembre de 1967 que dejó cinco civiles muertos, y los sucesos de
Puerto Montt, cuando el 9 de marzo de 1969 unos 200 carabineros ba-
learon a pobladores en toma. Hubo nueve muertos y 57 heridos38 . Esto
llevó a sectores de la propia Democracia Cristiana a pedir la disolución
del Grupo Móvil y a hechos inusitados como el que el "rector de la Uni-
versidad de Chile con su cuerpo docente (saliera) a la calle fortando
banderas enlutadas y motes injuriosos para el Grupo Móv¡J... " 3 .
1
El segundo intento de militarización se hizo patente después del golpe
militar de 1973 y perduró por casi 17 años. Las dos Policías existentes .¡
fueron asimiladas a las Fuerzas Armadas durante 1974 -Carabineros en
abril e Investigaciones en septiembre, coincidiendo con los respectivos
1
i
37 lbíd, N•81, 17/6/1969, p.19.
. 1' 11
38 lbíd, N•77, 25/3/1969. : 1 . :
1 ¡, •!
39' General Director Vicente Huerta Celis, "Activa defensa de fa dignidad institu- 11:
cional", Revista de Carabineros, N°183, julio 1970, pp.6-7. Fue común en ese ·!• !!
período de tensión social, las descalificaciones tales como ésta: "El Director Ge- 1
neral de Carabineros, Vicente Huerta Ce/is, se ha convertido en lührer de tropas
de asalto similares a /as SS hit/erianas... " En Punto Final. N•77, 25/3/1969, p. ...,, .
27. 1.
:¡·
91
 -- - . --- -·- --- - - - - - - - - . l
JUSTICIA EN L-\ CALLE
aniversarios institucionales-, pasando a depender del Ministerio de De-
fensa y obteniendo así status militar y fuero castrense -para el caso de los
detectives-. Para este fin se crearon las subsecretarías de Carabineros y
de Investigaciones.
El decreto 444 que oficializó el pase de Carabineros a Defensa, partía
de la nueva concepción de "Fuerzas Armadas y de Orden" que adelantó
la reforma constitucional de 1971 al definir "fuerza pública", según la
cual Carabineros ya no era solamente una fuerza policial, sino que hacía
40
suya la misión redentora de las instituciones de la defensa . Según el
enunciado segundo, las fuerzas Armadas y de Orden son las "institucio-
nes (que) representan la organización que el Estado ha generado para el
resguardo y defensa de su integndad territorial, su acervo moral e tdenti-
dad histórico-cultural, valores trascendentes superiores y permanentes de
la chilenidad". El enunciado cuarto senalaba que la motivación del tras-
paso de la Policía al Ministerio de Defensa era sustraer a Carabineros de
las influencias políticas, aunque su redacción adolecía de ambigüedades
respecto a lo que significaban realmente tales influencias y p resiones; por
ésas se podría entender incluso la actividad represiva o la cierta militari-
zación que se vislumbraba desde fines de la década del sesenta: "Que se
hace imprescindible para mantener la unidad de doctrina y la uniformi-
dad en la acción que Carabineros de Chile se adecue a las nuevas exi-
gencias y procesos renovadores, excluyendo su dependencia del Minis-
terio de/Interior y se integre e incorpore al Ministerio de Defensa Nacio-
nal, a fin de no estar supeditado a una Secretaría de Estado por exce-
lencia preocupada y absorbida por la polílica contingente y que es el
nexo tradicional entre el gobierno y los partidos políticos, lo que significó
antes del pronunciamiento que Carabineros fuera instrumenta/izado y
empleacfo en logros diversos a sus fines esenciales de orden y seguridad
públicos, en desmedro de su eficiencia y perfeccionamiento técnico-
policiales y aun con menoscabo de la autentictdad profesional, situación
40 Este nuevo status de la Policía unifonnada se evidenció en julio de 1973, cuando
el Gobierno de Salvador Allende nombró -por primera vez en la historia- un ga-
binete militar con el Director de Carabineros, General José María Sepúlveda Ga-
lindo, como Ministro de Tierras y Colonización.
92
ORDEN PÚBLICO EN EL CHILE DEL SIGLO X.'<:
TR.A YECTORIA DE UNA POLICÍA MILITARIZADA
que debía proyectar ante la ciudadanía para su respetabihdad consi-
guiente" 41 .
Para el General Director César Mendoza Durán, el traspaso significa-
ba lisa y llanamente que la Policía adquiría autonom ía política: "Carabi-
neros de Chile ha dejado de ser mero ejecutor de disposiciones guber-
nativas. Ya no es sólo mudo testigo de aciertos y errores de gobiernos
políticos. Hoy, Carabineros de Chile es actor y decisivo colaborador de
las tareas de gobierno (...) Es en procura de este mejor porvenir (para el
país) que Carabineros de Chile, superada la etapa más cnlica en su his-
toria, por decisión de la Junta de Gobierno, que sólo tiene en vista los
superiores intereses de la NaCión, se incorpora al Ministerio de Defensa
Nacional, como su cuarta arma. Deja, en consecuencia, el ámbito políti-
co a que lo sometía su dependencia del Ministerio del Interior, para in-
cursionar en uno exclusivamente técnico profesional". Más claro fue El
Mercurio al editorializar que Carabineros "es auténticamente una fuerza
armada profesional, con estructura jerarquizada y con las características
castrenses de disciplina y obediencia. Se dio entonces el caso de que
este cuerpo armado dependía de un ministerio político y de que la dis-
ciplinada organizaCIÓn de Carabineros tuvo que soportar las presiones 1
de quienes intentaron desnaturalizar el Estado de Chile y ponerlo al ser- !
vicio de intereses y poderes extranjeros. Por lo demás, ¿acaso no son las 1. í
Fuerzas Armadas las que han asumido las responsabilidades de la con-
ducCIÓn del gobierno? Lógico es entonces que toda la potencia defensi-
va de la Nación tenga un mando castrense coordinado y de carácter
profesional" 42.
¡ ll
.11. ij
La nueva Ley Orgánica de Carabineros, promulgada en 1975, resti-
tuyó nuevamente, en su artículo primero, el carácter militar de la institu-
ción, pero simultáneamente subrayó el papel secundario de la Policía
respecto de las demás ramas de la defensa. Según el artículo décimo-
n· ~
: 1 .
.'¡ 1 '· , :
41 Contraloría General de la República. Recopilación de decretos leyes dictados por '"
la Junta de Gobierno constituida el 11 de septiembre de 1973, que asumió el ·i' ¡'' ¡;¡,
mando supremo de la Nación, Santiago, 1974, tomo 62, pp. 429-430.
42 General Director César Mendoza Durán, Mensaje al personal de Carabineros
·¡ ¡ ¡:
con motivo del47" aniversario, El Mercurio, 271411974, pp. 1 y 12, y Concepto : i !~
;. ;
amplio de defensa nacional', ibíd, 28/4/1974, p. 43. ·i ;
93
 -... -- ---- --- ------ - - -- - - -----t·
JUSTICIA EN LA CALLE
quinto, "el personal de Carabineros podrá ser movilizado parcialmente
para incrementar el Ejército, Armada o Fuerza Aérea, de acuerdo a las
disposiciones vigentes, y en tal caso entrará a participar como miembro
de las instituciones de las Fuerzas Armadas y adquirirá vigencia la equi-
valencia de grados previo curso de adiestramiento militar". Ader:1ás, de
acuerdo al artículo octavo, inciso 3, se dejaba abierta la posibilidad, en
casos de excepción, para que otros organismos además de Carabineros
e Investigaciones efectuaran servicios policiales43 .
Esta situación de dependencia respecto de las Fuerzas Armadas trajo
consigo, entre otras cosas, que las Policías pasaran a ser los parientes
pobres del régimen militar, tanto en sueldos y equipos como en posicio-
nes dentro del aparato de poder44 . Si al inicio del gobierno Carabineros
tenía tres ministerios a su cargo (Tierras y Colonización, Trabajo, y Mi-
nería; estos últimos fueron trocados al año siguiente por Justicia y Agri-
cultura), un miembro en el Consejo de Estado (el General Vicente
Huerta) y algunas embajadas de menor importancia, en 1978 en el ga-
binete de Sergio Fernández, sólo quedaba un miembro de Carabineros.
La situación de gastos en defensa a partir de 1973 aparece contradic-
toria. S i bien se ma ntuvo la tendencia de un alto presupuesto para Ca-
rabineros que se inició a principios d e la década del sesenta, desde 1973
el contingente de Carabineros bajó, en términos comparativos respecto
de las demás ramas. Al iniciarse el primer Gobierno democrático dirigido
por Patricio Aylwin la Policía, en 1990, mante nía la misma dotación que
en los años sesentas.
Pese a la poca representatividad política que le cupo a Carabineros
en los ?,rimeros años del régimen militar, la Constitución de 1980 le
a
otorgó la Policía uniformada, como a las demás ramas de las Fuerzas
Armadas, una gran cuota de poder respecto de la civilidad. La nueva
Carta Fundamental otorgó a Carabineros una serie de prerrogativas muy
43 "Ley orgánica de Carabineros de Chile" ,Diario Oficial, 12/6/1975, pp. 1-2.
44 Esta. posición de desventaja se puede deber, en parte, a una adhesión tardía -
sólo el 10 de septiembre de 1973- de Carabineros al golpe militar. En Augusto
Pinochet Ugarte, El día decisivo: 11 de septiembre de 1973, Santiago, 1980,
2da. ed. , p. 126.
94
ORDEN PÚBLICO EN EL CHILE DEL SIGLO XX:
TRA YECTORlA DE UNA POLICÍA MILITARJZADA
alejadas de las tareas policiales: un ex General Director como senador
designado (artículo 45, inciso d ); nombramiento del Director General de
una quina de oficiales por antigüedad e inamovilidad por 4 años en su
cargo (artículo 93; antes de 1973 este cargo era ce exclusiva confianza
del Presidente de la República); un puesto en el Consejo de Seguridad
Nacional (artículo 95); un representante en los Consejos Regionales de
Desarrollo (artículo 101 ), y, por la disposición octava transitoria, ina-
movilidad del Director General hasta por ocho años e~pirado el período
presidencial de 1980-1989. Además, la Constitución de 1980 consagró
la pertenencia de Carabineros e Investigaciones al ~inisterio de Defensa
y el precepto por el cual "Carabineros se integrará, además, con las
Fuerzas Armadas en la misión de garantizar el orden insütucional de la
República" (artículo 90)45 . ¡
1
1
El caso de los degollados y la crisis policial i
Desde 1973 en adelante Carabineros e Investigaciones se convirtieron
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!1 ''!
en el aparato de represión masiva del régimen, mientras que la DINA y
luego la CNl se d edicaron a la represión selectiva y subterránea. ·'!-.!!
• 1
Los excesos represivos de Carabineros se iniciaron con el golpe mis-
mo. Sus efectivos p articiparon activamente en actos de torturas y críme-
nes políticos; el caso de Lonquén, donde murieron quince campesinos
que posteriormente fueron enterrados en forma clandestina, es una
prueba de ello. Por efecto de las protestas iniciadas en 1983, la acción
represiva policial se hizo más evidente y masiva todavía. Sólo en el pri-
mer año de protestas murieron aproximadamente unas cien personas y
muchos de esos crímenes fueron atribuidos por la población y los orga-
nismos de derechos humanos a la acción policial. Algunos casos particu-
lares, como los del sacerdote francés André Jarlan y del estudiante José
Randolph, causaron estupor nacional.
45 Constitución de 1980. Comentarios de juristas intemaciona!es, Santiago, 1984,
pp. 153-164.
95

JUSTICIA EN LA CALLE
CUADRO 6
Mu ertes por represión en Chile, 11/5/1983 al l l/5/1984
Responsable Muertes
Carabineros 49
Militares 13
Investigaciones 4
CNI 5 En Carabineros cundió el desencanto y la disidencia frente a l gobier-
Civiles no identificados 13
Acha 1 en Policías municipales, al estilo de 1891. Un cierto "Plan Brady" pre-
Guardia de seguridad 1 Armadas, "lo que provocó la primera grave disensión entre Carabineros
Fuente: Por una cu/tura·de vida. Basta de muerte, Jnfonne del Vicario
de la So!Jdaridad a Jos agentes pastorales de la Iglesia de Santiago, San-
tiago, 1984, pp. 16-20.
Sin embargo, el hecho más crítico se desató en marzo de 1985,
cuando fueron degollados tres dirigentes comunistas bajo estado de sitio.
Dada la brutalidad de los hechos, se produjo una gran reacció n nacional
e internacional, generándose uno de los momentos más críticos del ré-
gimen militar.
La justicia chilena inculpó a miembros de la Dicomcar (Dirección de
ComGnicaciones de Carabineros} como responsable del crimen de los
tres dirigentes comunistas. La Dicomcar, dirigida por el Coronel Luis
Fontaine, ex edecán del General Director César Mendoza, había nacido
en 1983 despu és de la disolución de Sicar (Servicio de Inteligencia de
Carabineros} e inclu ía a miembros del Gope y de la Central Nacional de
Informaciones (CNI). Este organismo estaba librando una sórdida lucha
de ¡;:ompetencias con la CNI, y venía adquiriendo una relativa autono-
mía respecto de los aparatos centrales de represión. La propia CNI se
encargó de entregar los datos que precisaba el Juez José Cánovas para
inculpar de los asesinatos -en agosto de 1985- a los coroneles Luis Fon-
96
ORDEN PÚBLICO EN EL CHILE DEL SIGLO X..'<:
TRA YECTORIA DE UNA PO LICÍA MI LIT ARiZADA
taine, Y Julio Michea, jefes de Dicomcar, y al Comandante Iván Gonzá-
lez, Jefe del Grupo de Operaciones Especiales (GOPE).
Esta acusación formal de la justicia provocó un terremoto político y la
inmediata renuncia del General Mendoza a sus cargos de Director Gene-
ral de la Policía y como miembro de la Junta de Gobierno. Se vino a
sumar a ello el rumor que por aquellos días corrió insistentemente al
interior de la Policía, de que el General de Ejército Luis Prussing, Vice-
presidente de la Caja de Previsión de la Defensa Nacional, sería nomi-
nado jefe policial por el gobierno como una especie de interventor46 .
no. De hecho, en los años anteriores no habían faltado los intentos, por
parte del Ejército, de desmontar a la Policía uniformada y transformarla
.tendió entregar todo el armamento pesado de Carabineros a las Fuerzas
y este cuerpo militar (...) Hubo innegables pretensiones de crear Policías
municipales con atribuciones restadas a Carabineros o compartidas con
ellas, produciendo un ev1dente 'paralelismo policial: Jo que propendía a
su debilitamiento funcional" 47
Haciéndose eco del sentimiento de la institución, el General (R) Artu-
ro Yovane, ex subdirector general e n 1973 y ex ministro de Pinochet,
opinaba por esos días que "Carabineros no debe actuar como Po!Jda
política" y que la institución, por sus funciones de orden interno, debería
volver a l Min isterio del Interior. "De ese modo, Carabineros actuará co- ¡
mo fuerza de equilibrio en este país y será una garantía para el futuro 1
•j
gobierno civJ!" 48. .1
;¡i
Por su parte, el nuevo Director General Rodolfo Stange se esforzó por '¡
da r una nueva imagen institucional. De este modo, ordenó la disolución
de Dicomcar y la reestructuración del GOPE . En compensación por
46 Ascanio Cava llo et al., La historia oculta del régimen militar, Santiago, 1988, p.
366.
47 Mayor Héctor Jacob Sánchez, Democracia, Policía y humanismo, Santiago,
1987, pp. 25-26.
48 La Segunda, 8/8/1985, p. 2.
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JUSTICIA EN L'\ CALLE

estas medidas, que fueron recibidas con protestas por algunos oficiales,
consiguió modificar el estatuto interno para prometer a los funcionarios
sometidos a retiro temporal que se les guardaría el puesto, el rango y el
49
sueldo hasta por tres años . Asimismo se reestructuró el alto mando,
pasando a retiro 7 generales, 17 coroneles y 7 tenientes coroneles50 .

Como gesto de la nueva dinámica institucional, S tange comenzó a

practicar el procedimiento de sustanciar inmediatamente sumarios inter-
nos, retiros obligatorios e incluso detenciones de funcionarios de Carabi-
neros involucrados en muertes, torturas y otros actos de brutalidad Poli-
cíaca51 SEGURIDAD CIUDADANA Y SEGURIDAD
NACIONAL: RELACIONES ENTRE POLICÍAS Y
La crisis abierta por el "caso degollados" tendría un nuevo capítulo
MILITARES EN BOLIVIA
10 años después -en 1995- cuando el ministro sumariante confirmó la
culpabilidad de civiles y uniformados pertenecientes a Carabineros en
este crimen, y señaló responsabilidades del General Director en ejercicio Eduardo Gamarra
señor Rodolfo Stange en la falta de una investigación intra institucional Raúl Barrios Morón
mas acusiosa que hubiese permitido dar con los responsables, y a la
justicia actuar con mas eficacia.
Introducción
Este fallo provocó que el recién asumido Presidente de la República
Eduardo Frei-Ruiz Tagle pidiera la renuncia a su cargo al General Rodol-
Este ensayo intenta abordar, de manera histórica y comparativa, las
fo Stange, Director de Carabineros. Este último amparándose en los
relaciones entre instituciones policiales y militares en Bolivia, una ins-
preceptos constitucionales que establece su inamovilidad hasta 1997,
tancia clave de la ecuación cívico militar. Dos consideraciones adiciona-
rechazó la petición presidencial; produciéndose un desafío a la autoridad
les revelan la importancia de estudiar esta dimensión . Primero, basándo-
del Presidente de la República por parte de un jefe policial, que no tiene
se en la doctrina de seguridad nacional, los regímenes militares que go-
precedente en la historia de las relaciones entre la autoridad política y la
bernaron Bolivia hasta 1982, asumieron fu nciones de control interno y
Polícia en nuestro país.
defensa .externa, subordinando a las institucion es policiales a las Fuerzas
Armadas. La reversión o redefinición de esta relación puede verse como
LQ ocurrido se ha traducido en un enfriamiento de las relaciones en-
una condición importante (pero no suficiente ) para la continuidad de-
tre l~ Policía y el gobierno, y ha acentuado los rasgos de autonomía y
mocrática en Bolivia.
enclaustramiento social y doctrinario de Carabineros de Chile. .' .
1
'
' i
Segundo, la transición a la democracia en Bolivia se dio durante el
49 Ascanio Caballo et al., op. cit., pp. 366-369 y La Segunda, 13/811985, p.2. peor momento político y económico en la historia del país, algo que
parcialmente explica la retirada militar. La democratización tuvo una
SO El Mercurio, 16/8/ 1985, pp. Cl y C6.
dimensión fundamental: una severa crisis de gobenabilidad. Las carac-
51 . La Vicaría de la Solidaridad consideró esta actitud como positiva, "por cuanto terísticas de esta crisis incluían una hiperinflación galopante, un conflicto
vislumbra una voluntad de corregir desviaciones". En La Segunda, 4/12/1985,
entre poderes del Estado, un e nfrentam iento entre la clase obrera y la
p. 16.
empresa privada, y el simultáneo auge d el tráfico de drogas.
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