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UNASAM-FAT

ESCUELA PROFESIONAL DE ADMINISTRACIÓN


CURSO: SEMINARIO DE INTEGRACIÓN ADMINISTRATIVA
SEMESTRE 2020-I

CASO: “LOS OBREROS FANTASMAS”

Área
Áreade
deAplicación:
Aplicación:Administración.
Administración.
Tema
TemaRelevante:
Relevante:Delitos
Delitosadministrativos
administrativosDolo.
Dolo.

En febrero de 1987, la empresa constructora Valderrama y La Torre S. A. cumplía un año de


constituida. Había iniciado sus actividades con un contrato de construcción de viviendas para Ia
empresa de energía situada en una localidad de la sierra central del país.

La responsabilidad total de la obra recaía en Jorge Domínguez, el ingeniero residente, a quien


reportaban directamente un administrador de obra y un jefe de operaciones.

El número de obreros oscilaba entre 2.000 y 2.200, distribuidos en dieciocho frentes de trabajo.
Debido al volumen de personal, las funciones del administrador de obra eran bastante recargadas.
Por lo regular, entre sus responsabilidades estaban las labores de inscripción del personal
reclutado, la confección y el Pago de de planilla, así como el control de la asistencia y horas
extraordinarias. En cada frente se encontraban los "tareadores", quienes controlaban al personal de
campo por medio de tarjetas y, al terminar el día elaboraban un resumen de horas extraordinarias
que luego era presentado a los planilleros. Finalmente, éstos y los tareadores efectuaban el pago de
la nómina.

La empresa socia nombró a Lorenzo Zevallos como administrador de la obra. Al principio, el


ingeniero residente aceptó con recelo al nuevo administrador; sin embargo, posteriores referencias
acerca de la impecable trayectoria de Zevallos en obras anteriores y sobre el excelente trabajo
realizado durante los últimos ocho meses dispararon lo temores del ingeniero Domínguez.
La mayoría del personal que trabajaba bajo el mando de Zevallos lo había hecho en obras
anteriores. El grupo era sumamente unido y laboraban en forma armoniosa; sus miembros no
escatimaban esfuerzos e incluso trabajaban fuera del horario establecido con el fin de cumplir con la
labor encomendada.

Las quejas acerca del control de horas extraordinarias, de la demora del pago de planillas y de la
atención al personal liquidado en esto caso eran mínimas, por lo que el grupo estaba bien
considerado tanto por los ingenieros como por el administrador.

Un lunes del mes de marzo, se liquidó por "renuncia voluntaria" a Elías roca planillero y controlador
de sobretiempos, pues se detectó que incrementaba injustamente el número de horas
extraordinarias de algunos obreros. Días después Zevallos comentó que luego del cobro de dichos
sobretiempos, los implicados pagaban un porcentaje de la ganancias al planillero.

Pasados unos días, Roca pidió una reunión urgente con el ingeniero Domínguez, quien le concedió
-no muy a gusto- unos minutos. Roca pidió aI ingeniero Domínguez que le otorgara una carta de
presentación para poder trabajar en una obra que la empresa ejecutaba en Lima. El ingeniero le
dijo que el certificado de liquidación era suficiente y que no podía concederle otro documento.
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Aprovechando la ocasión, Roca le comentó que existían varios obreros que, pese a figurar en la
planilla nunca se acercaban a cobrar, y que al final aparecían las boletas de pago cobradas. Roca
se despidió, y el ingeniero Domínguez quedo intrigado y con muchas dudas.

Las frases de roca aumentaron las sospechas del ingeniero residente, recordó los comentarios
hechos por el administrador respecto a la liquidación de su subordinado. Analizando la situación,
pensó que era conveniente mantenerlo en absoluta reserva respecto a lo acontecido en el pago de
planiIIas, sobre todo no comentario con ninguna persona relacionada directamente con la
inscripción, el control y el pago de la nómina.

Domínguez era consciente de que si realmente existían anomalías en el asunto, debía de haber
varias personas implicadas en el caso; no obstante una petición de cuentas a causa de un simple
comentario crearía un mal ambiente dentro del personal. Por ello, decidió aprovechar el mes de
vacaciones de Zevallos para llevar a cabo un plan: supervisaría personalrnente el proceso de
planillas, desde la contratación del personal hasta Ias liquidaciones, de manera que nadie, sin su
consentimiento, ingresara o saliera de la nómina. Además, ordenó a los ingenieros de obra que
supervisaran el proceso y revisaran tanto la confección de las planillas como la preparación de los
sobres de pago.
Llegado el sábado, cuando se dio inicio a los pagos en cada una de Ias ocho ventanillas, los
ingenieros de obra se ubicaron de tal forma que pudieran controlar cuidadosamente el proceso. Al
final del pago se pudo constatar la existencia de 50 sobres que no habían sido cobrados.
Realizando un análisis detallado, se determinó que 28 sobres pertenecían a guardianes que en ese
momento se encontraban de turno; 4, a obreros que se encontraban enfermos en la posta médica; y
3, a choferes que se hallaban fuera de la obra. Los 15 sobres restantes estaban a nombres de
personas desconocidas que nunca habían trabajado en la obra y que habían ingresado a la planilla
hacía cuatro semanas.

Adaptado de “100 Casos de Administración”, Valdez Flores, Enrique; Escuela de Administración de Negocios para
Graduados (ESAN), Lima, 1997.

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